VÁZQUEZ RATIFICÓ VOLUNTAD INTEGRADORA
Y MERCOSUREÑA
El Presidente de la República, Tabaré
Vázquez, ratificó la voluntad integradora de nuestros
país, afirmando que "ahora hay un Uruguay que quiere
fortalecer auténtica y decididamente sus relaciones con la
región" y América Latina.
A continuación se brindan los discursos
pronunciados por ambos mandatarios.
DISCURSO DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
ORIENTAL DEL URUGUAY, TABARÉ VÁZQUEZ, EN EL MARCO DE SU
VISITA OFICIAL A LA REPÚBLICA FEDERATIVA DEL BRASIL, EN
PLANATO
PRESIDENTE VÁZQUEZ: Presidente de la
República Federativa del Brasil, Luiz Inácio Lula Da
Silva, señores Ministros y demás autoridades del gobierno
de este país hermano; señores Ministros y demás
integrantes de la delegación del gobierno de la República
Oriental del Uruguay; señoras y señores:
Estamos aquí porque creemos que los
gobiernos han de honrar sus compromisos electorales y
entonces actuamos en consecuencia.
Hemos venido a Brasil porque durante
años dijimos que si la ciudadanía uruguaya nos confiaba
las responsabilidades de gobierno de la República, nuestras
primeras misiones oficiales al exterior serían,
precisamente, para decirles a nuestros vecinos y hermanos lo
siguiente:
Primero, que ahora hay un Uruguay que
quiere fortalecer auténtica y decididamente sus relaciones
con ellos; relaciones con nuestros hermanos de América del
Sur, sus relaciones con el querido pueblo y gobierno de
Brasil.
Segundo, que ahora hay un Uruguay
fuertemente comprometido con el proceso de integración
regional.
Tercero, que las uruguayas y los
uruguayos queremos más y mejor MERCOSUR.
Cuarto, que los hombres y las mujeres de
nuestro país no solamente queremos ser socios del MERCOSUR,
sino que además queremos ser protagonistas de este proyecto
y proceso de integración regional.
Pero, además, estamos aquí porque
Brasil y Uruguay; Uruguay y Brasil, comparten un pasado que
los impulsa y un futuro que los convoca.
Tal es el destino de nuestros pueblos,
tal es el mandato de sus gobiernos. Destino y mandato que
han de realizarse en esa suerte de lengua materna común que
tenemos, que es la libertad, la democracia y la solidaridad.
Lengua materna común e imprescindible
para la realización de nuestras respectivas naciones, del
MERCOSUR como sistema de integración y de Latinoamérica
como la Patria Grande que soñaron nuestros precursores.
Señor Presidente, señoras y señores,
nuestra estadía en Brasil, aunque formalmente breve y sobre
todo despojada de acartonamientos innecesarios entre
hermanos, ya ha sido sustancialmente fructífera.
En efecto, tal como lo expresa la
declaración conjunta que los Presidentes hemos suscrito
hace un instante, durante este encuentro, las delegaciones
de ambos gobiernos han cumplido una nutrida agenda de la
cual surgen acuerdos y compromisos que -a modo de síntesis
muy esquemáticamente- pueden ordenarse en las siguientes
tres áreas principales:
En primer lugar, una decidida apuesta al
MECOSUR como proceso de integración regional en lo
político, en lo económico, en lo social, en lo cultural y
en lo científico-tecnológico. Todo esto sustentado en una
fuerte voluntad política.
Expresión de ello, entre otros aspectos,
será el renovado aliento a las políticas de defensa y
promoción de los Derechos Humanos, y de protección al
medio ambiente, que también es un derecho humano.
Así como en la consolidación de una
genuina unión aduanera, que contemplando las asimetrías
existentes y que nadie puede olvidar entre los Estados
partes, supere definitivamente los obstáculos que, como
rémoras del pasado, aún limitan el comercio e impiden la
plenitud de las relaciones económicas entre nuestros
países.
Segundo, esa entidad e identidad
mercosureñas constituyen además, junto a América del Sur,
nuestra forma de inserción en el mundo. Un mundo que debe y
puede ser más justo, solidario, democrático y fiel a las
reglas del derecho internacional y al multilaterismo.
Tercero, un renovado impulso a las
relaciones bilaterales entre nuestros pueblos, y digo
pueblos porque estas relaciones van afortunadamente mucho
más allá de los gobiernos y de los gobernantes de turno.
Para ello hemos determinado una agenda de acciones concretas
en numerosas áreas de interés común que va desde el apoyo
mutuo a la instrumentación de programas sociales, hasta la
promoción de las inversiones y del comercio, pasando por la
valorización de una frontera común que sea más común,
cada vez más común que frontera y además a la
cooperación científica, tecnológica, cultural y
educativa.
Mención especial dentro de ese capitulo
merecen los entendimientos concretados en lo que refiere a
la integración energética, que tiende a una solución
conjunta de problemas comunes.
Conocemos, también, las legitimas
aspiraciones históricas de Brasil para integrar el Consejo
de Seguridad de las Naciones Unidas.
Nos hemos comprometido como país, una
vez que se resuelva en el seno de esta organización el
aumento del número de integrantes de este Consejo, a
estudiar, teniendo en cuenta esas legitimas aspiraciones que
Brasil tiene y que Uruguay observa con atención y observa
con respeto y cariño.
Señor Presidente, señoras y señores,
las coincidencias, los acuerdos y los compromisos
identificados en esta jornada, lejos de marcar un punto
final son, por dos razones principales, un inicio.
En primer lugar, porque los acuerdos y
los compromisos se establecen para ser cumplidos.
Asumir los compromisos y cumplir los
acuerdos, para concretar las coincidencias, es la tarea
común que tenemos por delante ambos gobiernos.
En tal sentido, no pueden quedar dudas
tal como lo dice un pasaje de nuestro himno nacional: ¡los
uruguayos sabremos cumplir!
En segundo término, porque aunque la
historia no empieza hoy ni termina en nosotros, resulta
evidente que nuestros pueblos se han pronunciado soberana,
democrática y nítidamente por los cambios.
Ya no quieren nuestros pueblos ser
testigos de su propio destino, sino forjadores del mismo.
Resulta evidente, también, que venciendo
al temor, a la resignación y a la desesperanza, han
depositado en nosotros sus justos anhelos que no son otros
más que hacer realidad sus derechos de hacer de nuestros
países lugares en lo que se realice la dignidad humana.
Y en esto también, señor Presidente,
querido amigo, querido compañero, ¡el Uruguay sabrá
cumplir! Muchas gracias.
DISCURSO DEL PRESIDENTE DE BRASIL, LUIZ
INÁCIO LULA DA SILVA, EN LA CEREMONIA DE FIRMA DE ACUERDOS
EN OCASIÓN DE LA VISITA DE ESTADO DEL PRESIDENTE DE
URUGUAY, TABARÉ VÁZQUEZ, EN EL PALACIO DE PLANALTO
PRESIDENTE LULA: Mi querido compañero
Tabaré Vázquez, Presidente de la República Oriental del
Uruguay, delegación de Uruguay y delegación brasilera,
ministros uruguayos y ministros brasileros.
Hace exactamente un mes tuve el placer de
estar en Montevideo participando de la ceremonia de
asunción del Presidente Tabaré Vázquez.
Testimonié en las calles de Montevideo,
y al día siguiente en Paysandú, el fervor popular que
expresaba la gran esperanza de transformación que el pueblo
uruguayo deposita en su gobierno.
Su elección, amigo y compañero Tabaré,
es un hecho histórico no sólo para el Uruguay. Su victoria
demuestra que nuestra región camina en dirección de
renovación política, que elegimos un modelo de crecimiento
económico con inclusión social.
Estamos honrados con su visita, sobre
todo porque sabemos que es el primer viaje que realiza al
exterior en condición de Jefe de Estado de su país. Somos
extremadamente sensibles a esta señal que el nuevo gobierno
uruguayo emite.
Queremos que la alianza entre Brasil y
Uruguay -una alianza histórica- esté más que nunca
fundada en la defensa intransigente de la democracia, en la
protección de los derechos humanos, en la búsqueda de
crecimiento sustentado, en el compromiso de combatir el
hambre y la pobreza y la integración de nuestro continente.
Con esos principios en mente, estamos decididos a dar una
nueva calidad a las relaciones entre Brasil y Uruguay.
Uruguay de forma pionera, en el comienzo
del siglo pasado, enseñó a los demás países de América
del Sur el camino de las políticas sociales, especialmente
el valor de la educación y la difusión de la cultura.
A pesar de las duras crisis que golpearon
al país, los uruguayos pudieron preservar índice de
desenvolvimiento humano impensables en nuestra región pero
estaba reprimido en la sociedad un deseo avasallador de
cambio.
El Presidente Tabaré Vázquez encaró la
ansiedad de su pueblo de retomar las redes de su destino,
rescatando el legado histórico dejado por Artigas. Como
afirmé hace un mes en Uruguay, tuve el privilegio de
acompañar la trayectoria política de Tabaré Vázquez. Se
de su compromiso personal con la construcción de una
sociedad justa, libre y democrática. Se también que el
nuevo Presidente de Uruguay está firmemente dedicado al
fortalecimiento del MERCOSUR y al proceso de integración
sudamericana. Esa sintonía evidente entre nuestros
gobiernos abre grandes perspectivas para las relaciones
entre nuestros dos países.
Querido compañero, Presidente de
Uruguay, Brasil ciertamente tiene mucho que aprender con
Uruguay y como economía mayor tiene también mucho para
ofrecer.
Sabemos del empeño de su gobierno en el
área social y queremos conocer mejor y apoyar el Plan
Nacional de Emergencia Social implementado desde el
principio de su mandato.
Estamos dispuestos a compartir con
Uruguay la experiencia brasileña en programas como
"Hambre cero", un crédito vinculado a vivienda
popular y apoyo a la microempresa.
Esperamos poder acelerar los
entendimientos para la realización de las obras de
infraestructura en nuestra frontera común, sin la cuales
nuestra integración nunca estará completa.
Vamos a llevar adelante la construcción
del segundo puente sobre el Río Yaguarón, recuperar el
puente Mauá y acelerar la integración energética entre
nuestros países. Es auspiciosa la firma de un memorando de
entendimiento entre nuestros ministerios de Minería y
Energía, que crea una comisión bi nacional en las áreas
de Energía, Geología y Minería. Es vital para el
desenvolvimiento de nuestra región trazar estrategias
coordinadas para el aprovechamiento de nuestros recursos
energéticos. Recientemente vimos un ejemplo claro de la
visión solidaria que tenemos a ese respecto: a pesar de la
fuerte sequía en el sur de Brasil, hemos hecho lo posible e
imposible por mantener el abastecimiento de energía a
nuestro querido Uruguay.
Otra fuente de cooperación es el
desarrollo científico y tecnológico. Acabamos de firmar un
acuerdo que prevé la transferencia de conocimientos
brasileños para la instalación de una Agencia Uruguaya de
Cooperación Internacional.
Queremos ampliar nuestra asociación en
el área de la investigación agrícola, por medio de
EMBRAPA, con énfasis en proyectos que tengan impacto sobre
la agricultura familiar. Estamos también dando inicio a la
cooperación en el áreas de Comunicación Social,
incluyendo a Radiobras y los órganos de comunicación del
gobierno de Uruguay.
Ese es apenas el principio de una
cooperación estratégica entre nuestros países que se
hará siempre en beneficio directo de nuestras sociedades.
Querido compañero y amigo Tabaré
Vázquez, al tratar las relaciones entre Brasil y Uruguay no
puedo dejar de mencionar nuestra zona de frontera, donde
conviven hermanados más de 700 mil ciudadanos brasileños y
uruguayos, la cooperación que hemos desarrollado al abrigo
de la Nueva Agenda de Cooperación y Desarrollo Fronterizo,
es un modelo de asociación con amplio impacto social.
Instalamos en nuestra franja de frontera
común prácticamente una ciudadanía binacional, que puede
ser vista como un embrión de la ciudadanía del MERCOSUR
que tanto queremos construir.
Estoy seguro de que nuestros gobierno van
a profundizar ahora más los programas de integración
fronteriza en materia de cooperación policial y judicial,
en el áreas de la educación, la salud, el medio ambiente y
el saneamiento.
El acuerdo que firmamos hoy sobre los
institutos binacionales fronterizos es prueba de nuestra
determinación. Crearemos, en la zona de frontera,
institutos de enseñanza binacional de nivel técnico, con
profesores y alumnos brasileros y uruguayos.
Querido amigo, sé que el Uruguay es una
parte fundamental en la construcción del MERCOSUR y de la
Comunidad Sudamericana de Naciones.
La integración regional que queremos –en
lo que estamos totalmente abocados- es una integración que
amplía mercados, genera inversiones, trae prosperidades a
nuestros países, y se traduce en beneficios concretos para
nuestras poblaciones.
Cuando hablamos que queremos una
integración de nuestras cadenas productivas, estamos
pensando en ganar escala de producción, pero sobre todo
estamos pensando en generar puestos de trabajo y riqueza a
nuestros países.
Queremos una nueva división del trabajo
en la región, equitativa, sin hegemonías.
Como muchos saben, al día siguiente de
la toma de posesión del Presidente Tabaré, fuimos juntos a
la ciudad de Paysandú, en el interior de Uruguay. Allá
inauguramos una maltería construida con inversiones
brasileras. Esa fábrica es un ejemplo del tipo de
integración que deseamos.
Pude percibir allí el entusiasmo de los
trabajadores locales y su certeza de que juntos podemos
encontrar soluciones para nuestro desarrollo.
Ese es el MERCOSUR vibrante que deseamos,
legitimado por la voluntad de las poblaciones locales. Es
por eso también que hemos insistido en la necesidad de un
refuerzo institucional de nuestro bloque regional y en la
creación de un Parlamento del MERCOSUR electo por el voto
directo.
Conozco las posiciones del compañero
Tabaré en ese tema y se que seremos aliados también en esa
aspiración. No tengo dudas de que Brasil y Uruguay de aquí
en más actuarán de forma cada vez más coordinada en los
foros internacionales y aprovecho la ocasión para saludar
el ingreso de Uruguay al G-20, garantizando que el MERCOSUR
se presente con voz única en las negociaciones comerciales
multilaterales.
Actuaremos a favor de los intereses de
los países en desarrollo, y en particular de los países de
nuestra región.
Brasil y Uruguay tienen una larga
tradición de cooperación y convivencia pacífica. Nuestros
países disfrutan de un elevado grado de convergencia en
temas de la más alta relevancia.
En fin, amigo Tabaré, tenemos una
vastísima agenda de proyectos e iniciativas que van a
exigir de nuestros dos gobiernos mucha determinación, mucha
coordinación y mucho trabajo.
Vamos a profundizar nuestro diálogo
político. Estamos reactivando canales de coordinación
entre nuestras Cancillerías y creando también un mecanismo
de consultas regulares sobre temas comerciales. Estamos
decididos a ampliar nuestro comercio e incentivar
inversiones. Vamos a consolidar una cooperación
estratégica en áreas vitales para nuestros países en los
sectores energético y de desarrollo científico y
tecnológico. Estoy muy feliz porque ya hemos comenzado en
este corto espacio de tiempo a dinamizar la cooperación
entre Brasil y Uruguay.
Deseo suerte al Presidente Tabaré, y a
todos los compañeros miembros de su gobierno, dentro de los
cuales veo tantos amigos y compañeros de viejas horas.
Deseo felicidad para ese pueblo magnífico al cual nosotros
–brasileros- estamos unidos por los lazos de la más
profunda simpatía y amistad.
Tenga certeza mi querido Presidente
Tabaré, que las palabras que acabo de expresar ahora son
más que palabras; pretendo transformar cada palabra dicha
en mi discurso en gestos prácticos para que podamos
definitivamente concretar un sueño que alimentamos durante
tantos años, de una sólida y verdadera integración en
nuestra querida América del Sur. Muchas gracias.
|