16/04/05
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VÁZQUEZ: LA CULTURA ES TODO Y PARA TODOS
 

El Presidente Vázquez destacó el valor democratizador de la cultura, al tiempo que anunció su decisión de convocar a la Asamblea Permanente de la Cultura y que los cuadros de su despacho y otras dependencias Presidenciales vuelvan a los lugares de exposición al público.

Tales anuncios fueron realizados por el Primer Mandatario en un mensaje emitido, a través de una Teleconferencia que llegó a todos los departamentos del país, con motivo del lanzamiento del Programa “UN SOLO PAÍS” que tuvo lugar en la Sala Lumiere de ANTEL, en la ciudad Canelones.

En la oportunidad, estuvo presente el Ministro de Educación y Cultura, Jorge Brovetto, y el Director de Cultura del MEC, Luis Mardones.

UN SOLO PAIS es la expresión de una concepción descentralizadora del desarrollo cultural del país, que tiene como objetivos la democratización y accesibilidad a los bienes de la cultura para todos los ciudadanos.

Se trata de un programa itinerante que durante el presente año recorrerá diferentes localidades del país, fomentando la integración nacional y jerarquizando la labor de agentes culturales a través de talleres, exposiciones y espectáculos.

Luego de las palabras del Ministro Brovetto y del Director Nacional de Cultura, Luis Mardones, se proyectó el mensaje del Presidente de la República, Tabaré Vázquez.

A continuación ofrecemos la parte oratoria de dicho acto.

 

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, TABARÉ VÁZQUEZ, EMITIDAS EN LA TELECONFERENCIA CON MOTIVO DEL LANZAMIENTO DEL PROGRAMA “UN SOLO PAIS”

16/04/2005 

PRESIDENTE VÁZQUEZ: Amigas y amigos, hace algunos meses, en el marco de un encuentro con integrantes de distintos sectores vinculados al quehacer cultural del país, dije que cultura es todo y que la cultura ha de ser absolutamente para todos.

En esa oportunidad no inventé ni descubrí nada nuevo. Es más, la expresión “cultura es todo” fue acuñada hace algunos años por un Ministro de Cultura francés, al inaugurar un exigente congreso de intelectuales preocupados, precisamente, en definir los límites y alcances de la cultura.

Varios meses y otras cosas han pasado desde aquel encuentro. Ahora, ahora es tiempo de cumplir los compromisos contraídos y asumir la cultura como un todo, para todos, que es precisamente uno de esos compromisos.

Porque la cultura es el espacio imprescindible de dignidad, crecimiento, integración y convivencia en la sociedad humana.

Cultura es la construcción colectiva y permanente de la identidad de los pueblos. Cultura es la articulación conjunta de sus valores primordiales.

Cultura es también uno de los cauces más sólidos para la proyección internacional de un país.

Por eso, no hay estrategia de país sin políticas culturales con sentido de Nación en su conjunto.

Amigas y amigos, el Programa “UN SOLO PAÍS” que hoy está comenzando es una iniciativa concreta de la Dirección Nacional de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura.

Como su título lo indica, este Programa abarcará todo el país, todo el país, posibilitando que todo los uruguayos, que todas las uruguayas, puedan acceder a espectáculos musicales y de teatro; exposiciones y talleres de artes plásticas, funciones de cine, lecturas y charlas literarias a cargo de autores nacionales.

Porque la cultura no es privilegio, la cultura es un derecho; y los derechos se exhiben, los derechos se deben ejercer.

Pero, además, la cultura es mucho más que una Dirección o un Ministerio. Por eso que esta iniciativa se realiza en coordinación con agentes culturales públicos y privados de todo el país.

En lo que deseamos sea un nuevo, fermental y más democrático relacionamiento que integra el conjunto de la sociedad uruguaya, en este programa participan también municipios, asociaciones culturales y artistas de todo el Uruguay.

Hay que erradicar esas anacrónicas, injustas y antidemocráticas concepciones según las cuales para ser culto hay que ser rico y vivir en Montevideo.

Un país democrático no solamente ha de tener una buena distribución social de la riqueza, también ha de tener una buena distribución social de la belleza.

También hay que asumir que un país democrático no necesita una cultura oficial. Por el contrario, un país democrático ha de respetar y promover la diversidad cultural, pues las distintas expresiones de ésta -territoriales, generacionales, étnicas, etcétera- constituyen un formidable factor de inclusión social y de identidad nacional.

Amigas y amigos de todo el país, permítanme cerrar esta brevísima intervención con dos también breves anuncios.

El primero de ellos refiere a este programa, “UN SOLO PAÍS”.  Quiero decirles que como aporte de la Presidencia de la República al mismo, he dispuesto que tras el correspondiente inventario y otras medidas que aseguren su adecuada conservación, los cuadros que hay en mi despacho y otras dependencias Presidenciales vuelvan a los lugares de exposición al público, de los cuales nunca debieron haber salido; o, por decirlo de otra manera, vayan a los museos en los que deben de estar para ser disfrutados por toda la población.

Se acabó el tiempo en que solamente los Presidentes de la República, sus allegados y visitantes, tenían el privilegio de admirar un Figari, un Blanes, o un Cúneo.

Y se acabó también el tiempo de los museos como depósitos de cosas viejas, sin alma, sin vida y sin gente. La cultura, reitero, es todo y para todos.

La segunda noticia, que quiero compartir con ustedes, refiere a la diversidad cultural mencionada hace precisamente un momento.

Es necesario gestionar esa multiculturalidad. No se trata de disciplinar a nadie, sino de reafirmar valores, actualizar principios, reconocer carencias, identificar oportunidades y establecer un marco que permita el desarrollo cultural como sinónimo de  encuentro y convivencia, de aprendizaje y crecimiento; en fin, de dignidad democrática.

A tales efectos, y en cumplimiento de nuestros compromisos de gobierno, el próximo 26 de mayo el gobierno nacional convocará a la Asamblea Permanente de la Cultura.

Un ámbito consultivo, honorario y representativo de todos los sectores involucrados en la materia, y desde el cual confiamos surgirán importantes aportes para el Plan Estratégico de Cultura, con el horizonte puesto en el año 2015, bicentenario de aquel bando en el cual Don José Gervasio Artigas encomendó a Dámaso Antonio Larrañaga fundar una biblioteca, para ayudar a que los orientales fuesen “tan ilustrados como valientes”.

Amigas y amigos, les agradezco la posibilidad que me han brindado de compartir con ustedes el inicio de este Programa, al que todos debemos adjudicar enorme importancia y aportar nuestros mejores esfuerzos.

Porque reconocemos en nuestra diversidad cultural como un solo país, es comenzar a ser un gran país; ese gran país que el Uruguay merece y puede ser, y de nosotros depende que así sea. Muchas gracias.   

PALABRAS DEL MINISTRO DE EDUCACION Y CULTURA, JORGE BROVETTO 

MINISTRO BROVETTO: Estimadas amigas, estimados amigos de todo el país. Gracias al apoyo del acuerdo firmado con ANTEL, estamos hoy pudiendo gracias a la tecnología estar en todo el país.

En tan sólo siete palabras “Un solo país, dinámico, diverso, creador, integrado”, estamos expresando toda una concepción política, toda una propuesta de país. Por supuesto, que con respecto a la cultura, pero también mucho más que con respecto a la cultura, con respecto a todo el país.

Un proyecto que nos hemos propuesto llevar a la realidad. Esta acción que hoy comenzamos es un ejemplo de esas acciones para llevarlo a la realidad.

Un solo país, con igualdad de posibilidades para todos sus habitantes, sin diferencias entre capital y Montevideo, y capitales del país y pueblos diseminados a todo lo largo y lo ancho del territorio nacional.

Equitativo en la utilización, en el aprovechamiento, el beneficio y el disfrute de todas las riquezas de nuestra patria y nuestra cultura.

Un país, un solo país, con enriquecimiento mutuo entre todos los rincones.

Hoy eso no es una realidad, para ser una realidad se requieren políticas activas, específicas, que salgan al cruce de las inequidades, de las diferencias; que logren esa integración a que hace referencia el nombre de este programa.

Diverso, un solo país, que saque provecho de toda su diversidad, que la cultive, que la valore; eso también es cultura, eso es sobre todo cultura.

Dinámico y creador, que destierre la postración, que entierre para siempre el “no se puede”; que sea conciente de que la creación, la sensibilidad, la creación real en todas su formas: la creación artística, la creación científica, la creación intelectual, es liberadora al tiempo que es fuente de riqueza.

Un país integrado, un país en que todos tengamos en definitiva las mismas posibilidades, trabajando conjuntamente, sector público y sector privado; el gobierno nacional y las intendencias departamentales, todo eso en búsqueda en definitiva del bienestar de todos.

Si hoy estamos enfrentados a una emergencia social, una emergencia social que quiere salir al cruce de los problemas de alimentación, de salud, de vivienda de nuestra gente, está en todos nosotros que los creadores, que los creadores artísticos, en todos los que puedan crear, también trabajar por otra emergencia: la del desarrollo intelectual, la de liberación intelectual de nuestra población y nuestros jóvenes.

Eso pretende este programa, que vuelvo a decir, es un ejemplo de una concepción de país que está llevando adelante el gobierno nacional y que pretende seguir haciéndolo en todos los rincones del país. Muchas gracias.                             

PALABRAS DEL DIRECTOR DE CULTURA DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y CULTURA, LUIS MARDONES 

MARDONES: Buenas tardes. Es un verdadero privilegio estar en Canelones lanzando esta actividad para todo el país. No me gusta leer porque leer suele ser un poco aburrido para el auditorio, pero lo voy a hacer por un tema de economía del tiempo para ser respetuoso de los tiempos convenidos.    

Quiero comenzar diciendo que sí, que este es un acto de voluntarismo, es un acto de arrojo cercano a lo temerario; tal vez porque se conmemora el IV Centenario de la publicación de la primera parte del Quijote de la Mancha.

También a nosotros del poco dormir y del mucho leer se nos secó el cerebro. Perdimos la cordura y nos lanzamos a reparar entuertos.

La gente de la Dirección de Cultura me advertía: “mirá que no se puede, nos e puede; en tan pocos días cómo hacemos para lanzarnos a semejante patriada”. Y yo decía: “podemos, se puede, vamos a hacerlo; ya veremos con cuántos dolores de cabeza”.

Éste es un acto de fe, de esperanza, de entusiasmo; no creo que haya otra manera de generar un ámbito que respalde e impulse a la cultura en el Uruguay, si no es a través de un acto de fe, de voluntarismo y de entusiasmo en el Uruguay de nuestros días.

Quiero decir, enfáticamente, que la cultura uruguaya –en mi opinión y sé qué esto suscita controversias- no está en emergencia; está viva, pujante, rica y expansiva.

En algunas disciplinas viene viviendo momentos gloriosos y hasta está tocando el cielo con las manos, como nunca antes en su historia.

Pero solo un frívolo muy indolente, o un patricio insensible por nacimiento o por

vocación, que hay de ambos, se resistiría a usar la expresión emergencia cultural en un país fracturado donde más de la mitad de los niños viven de y entre la basura.

Es maravilloso que las artes y la cultura florezcan espléndidas, pero el milagro solo será completo cuando su goce y su disfrute sean patrimonio de todos y no de uso exclusivo de elites privilegiadas.

Queremos un país culturalmente integrado, donde cada uno en su departamento, ciudad o pueblo, tenga oportunidad de proyectar a sus artistas e intelectuales, y tenga también la chance de conocer y valorar a los de los otros.

En suma: un solo país, rico en su diversidad.

Despertemos, desde las oficinas y despachos ministeriales, de la larga siesta; de las oficinas y de los despachos ministeriales. No es una apelación a los artistas y los agentes de la cultura, que solitariamente y casi sin respaldo han remado y han venido haciendo milagros. De modo que no es a ellos a quienes dirigimos la apelación.

Démosle el trato respetuoso y considerado a los artistas consagrados y abramos espacios y caminos para los jóvenes, para los transgresores, para los rupturistas, para los parricidas, para los emergentes; herederos o no de aquel montevideano maldito Conde de Lotreamont  y sus maravillosos Cantos de Maldolor.

Los fondos concursables son una herramienta valiosa, plural, garantesca, transparente, que pueden materializar reconocimientos a las trayectorias y apuestas a la innovación; a los consagrados por su trayectoria, a los emergentes por su apuesta a la innovación.

Vuelvo al comienzo: no hay recursos, no hay Presupuesto; el Estado uruguayo está empobrecido, desarticulado, en muchos casos envilecido por la desidia, la ineptitud o la corrupción.

Apoyémonos en su lado luminoso, ¡qué vaya si existe y merece ser reconocido!

El funcionario motivado, comprometido, honesto e inteligente, sin los cuales esta operación que estamos lanzando hoy en todo el país hubiera sido imposible. Yo encontré en la Dirección de Cultura un contingente de funcionarios que estaban totalmente dispuestos a entregar su tiempo, sus horas, sin pedir nada a cambio para que la cultura uruguaya pudiera lanzarse con semejante fuerza en este evento. Y esto quiero reconocerlo en forma pública para todo el país.

No queremos hacer cultura, queremos hacer a ser, estimulando, coordinando, articulando, comunicando.

Como el eje es el escritor y el libro tomó dos préstamos: uno nacional y otro foráneo; y lo hago en forma deliberada, porque la cultura no es nacional o extranjera, es buena o mala; la cultura es de buena calidad o de mala calidad.

Y culturalmente solo crecemos -esta es una convicción personal- si nos abrimos al mundo, pero también si defendemos con celo nuestra identidad cultural.    

Ambos nos ayudan a apuntalar la esperanza con versos magníficos: uno es uno de mis poetas preferidos -las referencias son literarias porque estamos con el tema del libro, la Asociación Casa del Escritor, es nuestro eje es temático- a quien Neruda, hablando de Arthur Rimbau, definió como el más audaz de los desesperados.

Abracemos su profecía, para salir de la noche y el abatimiento. Y denunciemos como él que también en el Uruguay, hoy oscuro, al amanecer y armados de una ardiente paciencia, entraremos en las espléndidas ciudades.

Y ante el “no se puede” que postró al Uruguay y dejó solos y abandonados a sus artistas y pensadores, digamos como Bartolomé Hidalgo: “Nuestro, gauchesco, artiguista, fundacional; allá va cielito y cielo, cielito de mi esperanza, que vencen los imposibles el amor y la constancia”. Muchas gracias.              

 

 
 
   
 

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