05/05/05


CRECER CON DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA
El crecimiento económico favorable beneficia la distribución de riqueza, y si es equitativa favorece la inversión para el crecimiento, dijo el Presidente de la República, Tabaré Vázquez, en el marco del almuerzo ofrecido por la Cámara de Comercio Argentina-Uruguaya y el Consejo Interamericano de Comercio y Producción.

El Presidente de la República, Tabaré Vázquez, en el marco de su visita a Buenos Aires, Argentina, participó de un almuerzo organizado por la Cámara de Comercio Argentina-Uruguaya y el Consejo Interamericano de Comercio y Producción, en el que realizó una disertación denominada "Uruguay: las inversiones en un proyecto nacional de desarrollo".

El evento que fue encabezado por los presidentes de la organización, Julio Werthein, y Juan Carlos López Mena, contó con la presencia del Vicepresidente argentino, Daniel Scioli, y del Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Anibal Ibarra .

Werthein indicó que ambos gobiernos deben unir fuerzas para que el MERCOSUR progrese, fortaleciendo las relaciones con los bloques europeos y asiáticos.

Mientras que López Mena dijo que se ha marcado un hito en la región, con el hecho de que los empresarios sean unos de los pilares del desarrollo.

Posteriormente, el Primer Mandatario en su exposición en el Hotel Sheraton de Buenos Aires indicó que la gente se pronunció –en octubre- a favor de una propuesta de desarrollo productivo sostenible, que no se hace en ocho semanas, pero sí se determinaron las primeras y más importantes palabras: responsabilidad, confiabilidad y transparencia.

Vázquez explicó que hay que ser competitivo, atraer a la producción, saber vender, generar ingreso nacional y saber distribuirlo en toda la sociedad.

Se trata de "crecer en la distribución de al riqueza", indicó.

El crecimiento económico favorece la distribución de la riqueza y si es equitativa beneficia a la inversión para el crecimiento, agregó Vázquez.

Anunció a la brevedad una reunión con empresarios uruguayos para crear una estrategia nacional para inversiones.

Explicó que se debe tratar de una propuesta integral, territorialmente equilibrada, una propuesta de calidad, sostenible en términos ambientales y que apueste al trabajo como valor social y ética de vida.

Por otra parte, Vázquez expresó que Uruguay tiene una macroeconomía estable y predecible, y una política monetaria que otorga previsibilidad al valor de la moneda.

Expresó que el gobierno apuesta fuerte al MERCOSUR, como una verdadera unidad aduanera, busca una integración física y energética de la región y el desarrollo de cadenas productivas que integren procesos regionales. En esta etapa decisiva para el país, "no podemos ni queremos estar solos", se debe apuntar a u futuro común a elaborar entre todos, agregó el Presidente.

DISERTACIÓN DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, TABARÉ VÁZQUEZ, SOBRE "URUGUAY: LAS INVERSIONES EN UN PROYECTO NACIONAL DE DESARROLLO", ORGANIZADA POR EL CONSEJO INTERAMERICANO DE COMERCIO Y PRODUCCIÓN, JUNTO A LA CÁMARA DE COMERCIO ARGENTINO-URUGUAYA, EN EL HOTEL SHERATON DE BUENOS AIRES

PRESIDENTE VÁZQUEZ: Muchas gracias, buenos días para todos ustedes. Como decía muy bien el señor Werthein, este tema de los nombres es muy usado porque hay mencionar a tantos que uno trata de no olvidarse de nadie, por tanto, voy a comenzar diciendo a todos ustedes, queridos hermanos argentinos, queridos compatriotas: muchas gracias por estar aquí presentes y brindarnos estos minutos que vamos a compartir y que valoramos enormemente.

Y desde este "queridos hermanos" va un abrazo para todo el pueblo argentino y también para sus autoridades, a las autoridades de las organizaciones que han llevado adelante este encuentro.

Y cuando digo "queridos compatriotas" me refiero a todos los compatriotas que nos han acompañado en este viaje, que nos han honrado con su presencia y también a todas las uruguayas y uruguayos que viven en este país.

Amigas y amigos, tengan entonces estas sinceras palabras de agradecimiento al Consejo Interamericano de Comercio y Producción y a la Cámara de Comercio Argentino-Uruguaya por propiciar este encuentro y a todos ustedes entonces por participar en el mismo.

Muchos de los aquí presentes, probablemente recuerdan que hace casi un año, el 18 de mayo pasado, estuvimos aquí, en Buenos Aires, para conversar con ustedes acerca de nuestras propuestas de país, pero además para ratificar los lazos de amistad y de hermandad que unen a nuestros países, para decirles lo que el Uruguay quería echar a andar, que en nuestra tierra hay mucho por hacer y que ustedes tienen un lugar, un lugar importante

Si mal no recuerdo, en aquella oportunidad finalice mi intervención expresando que no había venido a ofrecerles los planos del paraíso y que, en todo caso, les ofrecían un único privilegio, el privilegio de trabajar junto a nosotros por un país donde los hermanos argentinos no son extranjeros.

Un año y varias cosas han pasado desde entonces y aunque su interpretación científica, la historia como devenir no se repite, yo he devuelto ahora acompañado por varios integrantes del gabinete ministerial del Gobierno de la República Oriental del Uruguay y un grupo representativo de empresarios uruguayos, para decirles que nuestro país está cambiando y que en este cambio ustedes cuentan y cuentan mucho.

En efecto, el pasado 31 de octubre la ciudadanía uruguaya se pronunció soberana y categóricamente a favor de una propuesta de desarrollo productivo sustentable. Tal decisión del pueblo uruguayo es un inexcusable mandato para el gobierno que asumió el pasado 1° de Marzo.

Un proyecto nacional de desarrollo, como ustedes saben muy bien, no se hace realidad en ocho semanas de gobierno, pero en las ocho semanas que ya han trascurrido de nuestra gestión de gobierno hemos escrito las primeras y principales palabras del mismo. Entre otras, hemos escrito las palabras responsabilidad, confiabilidad y transparencia.

Responsabilidad, confiabilidad y trasparencia, en el encare y en la resolución de la crisis de COFAC, una cooperativa financiera cuyos problemas patrimoniales es de larga data, terminaron en la suspensión de sus actividades a penas a tres días de haber asumido el gobierno, el 4 de marzo de este año.

Tras un esfuerzo del gobierno, los socios de esta cooperativa, los funcionarios y ahorristas de COFAC, esta institución reabrió sus puertas doce días después, el 16 de marzo, en condiciones de sostenibilidad, con una plan preciso de capitalización y reprogramación de depósitos, y de reestructura interna, y sin haber dejado ni un solo empleado en la calle, y no representó tampoco ninguna inquietud al sistema financiero uruguayo.

Responsabilidad, confiabilidad y transparencia, para alcanzar un acuerdo preliminar con los organismos internacionales de crédito, que permitirá a nuestro país cumplir sus compromisos y contratos sin hipotecar el derecho inalienable del pueblo uruguayo a su desarrollo, prever un superávit fiscal primario en 3,5 y 4% anual hasta el año 2007, y apuntar a una progresiva autonomía respecto al Fondo Monetario Internacional.

Amigas y amigos, un antiguo proverbio dice que "quien no sabe por qué partió, tampoco sabe hacia dónde va".

El Uruguay sabe, porque decidió dejar años atrás de políticas económicas infaliblemente equivocadas y de consecuencias nefastas para el país como tal. Sabe también hacia dónde va, vamos a un proyecto nacional de desarrollo productivo.

¿Y por qué un proyecto nacional de desarrollo productivo? Porque el desarrollo productivo es -en nuestra modesta opinión- una auténtica estrategia de país. Porque para construir nación hay que tener sentido de la realidad y voluntad emprendedora; hay que ser competitivo, esto saber atraer inversiones, saber producir, saber vender y saber generar ingreso nacional. Y también hay que distribuir ese ingreso nacional de forma tal que toda la sociedad participe en el mismo.

En otras palabras, nuestra estrategia no es crecer para distribuir, sino crecer con distribución de la riqueza.

No se trata, como ustedes comprenderán, de un juego de palabras. Estamos convencidos que el crecimiento económico saludable favorece la distribución social de la riqueza y además una distribución más equitativa favorece el clima de inversión indispensable para el crecimiento.

Así lo venimos planteando desde hace ya mucho tiempo y lo reiteraremos en una reunión que tenemos previsto realizar a la brevedad con empresarios uruguayos, para considerar -allá en el Uruguay- iniciativas, acciones y sobre todo una estrategia nacional para las inversiones.

Sin perjuicio de ello, quiero decirles que nuestra propuesta, ahora nuestro compromiso de gobierno, de desarrollo productivo tiene algunos rasgos que la identifican y que me interesa mucho mencionar aunque más no sea telegráficamente.

Primero, esta propuesta es una propuesta integral, en la medida que supera falsas incompatibilidades, tales como Uruguay agropecuario enfrentando a un Uruguay de servicios; o un Uruguay natural enfrentando a un Uruguay tecnológico.

En el Uruguay productivo que promovemos hay lugar para la agropecuaria, por cierto, pero también para la biotecnología, para las tecnologías de la información y la comunicación, para la industria cultural, para el turismo, etcétera; porque, aunque ningún país puede ser competitivo en todo, sería nefasto limitar nuestra competitividad a un único rubro.

Esta integralidad a la que hacíamos mención, no inhibe reconocer la principalidad de determinados espacios o sectores de la producción.

¿Quién puede ignorar la tradición y el potencial agro industrial del Uruguay? ¿Sería responsable prescindir de las ventajas comparativas que la geografía nos ha dado? ¿O del enorme potencial que los uruguayos hemos acumulado en materia de producción terciaria, o de servicios? ¿Sería sensato no tener en cuenta el capital inteligente del país, en tecnologías de la información, y en industrias de contenido? ¿ Acaso son irrelevantes la significación y potencialidad del sector turístico, ya no solamente en la costa oceánica, sino también otras modalidades del mismo? ¿Puede ignorarse el carácter multiplicador demandante de empleo de la industria de la construcción? ¿Puede ignorarse la calidad y la potencialidad de la industria cultural uruguaya? ¿Y de la significación de Montevideo, como aspiramos a ser, la capital del MERCOSUR?

Segundo, nuestra propuesta apunta a ser territorialmente equilibrada porque no puede haber zonas del Uruguay perdedoras respecto a otras supuestamente ganadoras. El desarrollo si no es equilibrado no es desarrollo.

Tercero, propuesta de calidad, en tanto agregue el máximo valor posible a nuestros productos. Calidad estrechamente vinculada a la innovación; a la investigación científica, al conocimiento y a la incorporación tecnológica.

En cuarto lugar, sostenible en términos ambientales y sociales, porque no hay desarrollo sin calidad de vida y porque el desarrollo es mucho más que ciertas estadísticas que buscan un promedio entre la opulencia de unos y la miseria de otros; el desarrollo para nosotros es, por cierto, crecimiento pero con distribución simultánea de la riqueza.

En quinto lugar, nuestra propuesta de desarrollo productivo es una apuesta al trabajo como valor social y como ética de vida, al empleo decente y al salario digno, porque no hay mejor política económica ni mejor política social que hacer realidad el derecho de la gente a ganarse la vida.

Sexto, éste proyecto implica un Estado moderno, ejecutivo y transparente, que por cierto no es el actual pero cuyo proceso de transformación ya hemos iniciado.

Séptimo, el Uruguay productivo que queremos no es sólo el de los grandes emprendimientos, es también un proyecto que ha integrado a pequeñas y medianas empresas que son en el Uruguay el 96 por ciento de las empresas del país, que producen un valor cercano al 40 por ciento de nuestro Producto Bruto Interno, que ocupan más de la mitad de la población económicamente activa del país y que dan cuenta -nada más y nada menos- que del 82 por ciento de los nuevos empleos generados en la última década.

Amigas y amigos, en las actuales circunstancias que vive nuestro país, su inalienable derecho al desarrollo implica también un fuerte, un muy fuerte compromiso con las inversiones; compromiso de inversión pública, aunque sobre la misma están pesando fuertes restricciones fiscales, no debe descartarse sin embargo cierta inversión pública de carácter estratégico, por ejemplo en infraestructura, que incluso y además favorezca a la inversión privada.

Pero compromiso también, y fundamentalmente por la razón recién mencionada, con la inversión privada.

Por cierto, que ese compromiso no se decreta ni se improvisa. Se construye con oportunidades de inversión en los distintos sectores y con un clima favorable a la inversión.

Ahora bien, ¿cuál es el clima favorable a la inversión que ofrece el gobierno de la República Oriental del Uruguay?

¿Qué es lo que ustedes encontrarán en nuestro país? Encontrarán un país en el cual no hay discriminación entre inversores nacionales y extranjeros.

Los argentinos no son extranjeros en el Uruguay, pero aún así debe tenerse en cuenta que la legislación uruguaya garantiza igualdad de tratamiento a las inversiones uruguayas y no uruguayas. Existe también libre repatriación de utilidades.

Encontrarán también una macroeconomía estable y previsible. En el marco del objetivo general de transformación hacia el Uruguay productivo, la programación macroeconómica tiene como objetivo específico asegurar la consistencia de las políticas monetarias, cambiarias y fiscal, entre sí, y con respecto a los objetivos de crecimiento económico y de mejora en la equidad de la distribución del ingreso.

Permítanme ser un poco más concreto: en materia de política monetaria otorgamos previsibilidad al valor de la moneda, por la vía de procurar equilibrar la creación del dinero con la demanda, controlando la expansión de la base monetaria a los efectos de alcanzar un nivel determinado de los montos.

Esto significa avanzar hacia una política monetaria basada en metas de inflación las que a su vez deberán sintonizar con los objetivos de crecimiento y distribución del programa de cambios y enmarcados en las restricciones dadas por las definiciones en materia de política fiscal, a las que nos vamos a referir un poco más adelante o ahora.

En materia de políticas fiscal nos orientamos a operar tanto sobre la estructura de los ingresos como de los gastos del sector público, a los efectos de garantizar una estructura impositiva más eficiente y equitativa, y un gasto público más sesgado hacia la atención del planes sociales prioritarios y de inversión pública.

En el marco de un proceso de reforma de la estructura tributaria y del gasto público, guiado por los objetivos de crecimiento productivo, de inclusión social y equidad, la política fiscal estará orientada para la obtención de una trayectoria de equilibrio a largo plazo, lo que implica revertir la trayectoria explosiva de déficit fiscales acumulativos de las pasadas administraciones de gobierno.

No habrá aumento de la presión fiscal, sino redistribución de la misma, según criterios de facilidad, equidad y eficiencia.

En materia de política cambiaria, respetamos la razón de ser de la misma que es disminuir la incertidumbre asociada a la evolución del tipo de cambio.

La experiencia indica que la fijación administrativa de un tipo de cambio, o las restricciones de acceso al mercado, generan distorsiones en la asignación de recursos y en casos extremos la creación de mercados negros que desestabilizan la economía a favor de especuladores.

Los lineamientos de políticas fiscal y monetaria ya anunciados son consistentes con un régimen cambiario con mercado de libre acceso y con tipo de cambio libre.

Estabilidad, previsibilidad, son criterios que se reflejan también en lo siguiente:

A) Los acuerdos preliminares ya establecidos con los organismos internacionales de crédito y cuya oficialización se tramita durante estos días.

B) El aproximadamente 6% de crecimiento del Producto Bruto Interno que prevemos para el corriente año.

C) La tasa de crecimiento anual de aproximadamente 3,5% que prevemos consolidar para el año 2006 y subsiguientes.

D) La progresiva reducción del endeudamiento externo, hoy cercano al 100 por ciento del Producto Bruto Interno, hasta llevarlo al 60% al fin de la actual gestión.

E) La tasa de inflación decreciente, los objetivos inflacionarios para el presente año se ubican entre el 5 y el 7 por ciento, y aspiramos a reducirlo en el mediano plazo a un nivel estructural del 3,5 por ciento, guarismo que en el Uruguay no se da desde la década de 1940.

A ello debe sumarse una agenda de reformas tendientes a:

1) Dotar de mayor independencia al Banco Central del Uruguay.

2) Adecuar las normas de supervisión bancaria a las mejores prácticas internacionales y al desarrollo de nuevos instrumentos financieros, fideicomisos, warrants, leasing, etcétera, y del mercado de capitales.

3) Actualizar la legislación referida al régimen de quiebras, téngase en cuenta que la Ley actualmente vigente en esta materia en nuestro país data de fines del siglo XIX.

4) Consolidar un sistema de promoción comercial y captación de inversiones extranjeras para definir una nueva estrategia de carácter proactivo en esos ámbitos.

Encontrarán, señoras y señores, un país que cumple con sus obligaciones. Nunca, ni aún en las peores circunstancias, el Uruguay ha dejado de honrar sus contratos

Y el gobierno mantiene esta conducta.

Encontrarán regímenes promocionales en distintas áreas de la actividad productiva que conceden beneficios al inversor. Básicamente, se trata de exoneraciones fiscales y exenciones arancelarias a bienes asociados al proyecto de inversiones.

Encontrarán oportunidades de asociación entre empresas públicas y capitales privados, para modernizar y dotar de mayor competitividad a las empresas ya existentes.

Encontrarán un país comprometido con la integración regional. Nuestro gobierno apuesta fuertemente al MERCOSUR y a hacer de él una verdadera unión aduanera. Más MERCOSUR quiere decir mayor mercado y más oportunidades de negocios para las empresas.

Asimismo, el gobierno está empeñado en promover la integración física y energética de la región, lo que se traduce en más y mejor transporte e infraestructura, para atender los requerimientos de los sectores productivos.

También otorgamos especial prioridad al desarrollo de cadenas productivas que integren los procesos productivos de la región con beneficios para todos los empresarios involucrados.

Esta política no es excluyente de un amplio esquema de relacionamiento económico internacional, tendiente a aprovechar las ventajas que tiene la economía pequeña en su articulación con la economía mundial.

En tal sentido, cabe destacar la existencia de un novedoso acuerdo comercial con México y las propuestas de nuevos y futuros acuerdos con Canadá y con Japón.

Encontrarán un país generoso en su geografía y seguro en términos de calidad de vida. No es un detalle menor en estos tiempos tan proclives a confundir nivel de vida con calidad de vida.

Amigas y amigos, hay otros factores que hacen a este país favorable a las inversiones, que encontrarán en Uruguay y que me interesa reseñar especialmente.

Ambos son bienes intangibles pero fundamentales para la inversión privada y extranjera, en el marco de una estrategia de desarrollo productivo en serio.

Uno de esos bienes intangibles, pero importante, es el valor de nuestra gente; su inteligencia, sus conocimientos y su educación, su compromiso con la tolerancia, el respeto y la convivencia democrática, su concepción del trabajo como valor social y ética de vida.

Hablar de trabajo es, sin duda, parte de las relaciones laborales. Respecto a ésta cabe consignar que apostamos a una interacción madura entre empresarios y trabajadores por la vía de la institucionalización de espacios de negociación colectiva.

Consecuentemente con ello, y en cumplimiento de un compromiso de gobierno, hace 72 horas, tras más de una década de no haber sido convocados, se instalaron los Consejos de Salarios previstos por la legislación vigente en la materia.

En el sector privado se instalaron Consejos correspondientes a otros tantos rubros de actividades y así estos Consejos serán amplios y adecuados para abordar no solamente los aspectos salariales, tan importantes por cierto, sino también otros aspectos que hacen a las relaciones laborales, tales como la formación para el trabajo y la capacitación permanente para el mismo; la estabilidad, higiene, seguridad laboral, la no discriminación, la innovación en la productividad, la responsabilidad social de las empresas y la actividad sindical.

El otro bien intangible, pero favorable que tiene la inversión y que encontrará en el Uruguay, y que nosotros queremos hacer referencia al mismo de la manera más clara y precisa posible, es un tanto difícil de expresarse en palabras.

Digámosle entonces lo más sencillamente posible.

Amigas y amigos, Uruguay ofrece reglas claras a todos; no es necesario, no es necesario apelar a procedimientos venales, sino venir y hacer buenos negocios que nos beneficie a todos.

Si a algún inversor alguien le plante este tema, ¡por favor!, que lo denuncie de inmediato, que nos avise apenas ello suceda, para tomar las medidas del caso.

En esto vamos a ser absolutamente intransigentes.

Amigas y amigos, gobernar implica muchas tareas, entre ellas una fundamental:, acompañar a la gente en sus anhelos y en sus necesidades; en sus derechos, pero también en sus responsabilidades; acompañar a toda la gente a lo largo de toda la vida.

Por esta sencilla razón, nuestro gobierno impulsa la productividad como elemento clave para generar mayores tasas de crecimiento sostenible, porque solo produciendo bienes y servicios de mayor calidad, con trabajadores cada vez más calificados, con empresas más competitivas en mercados abiertos y con un sector público eficiente, alcanzaremos mayores niveles de bienestar para los uruguayos y las uruguayas.

Les recuerdo que estamos trabajando al mismo tiempo de hacerlo con estas ideas en el plan de asistencia a la emergencia social, para que vaya el Uruguay emergiendo y creciendo.

En esta etapa tan decisiva para el futuro de nuestro país, los uruguayos no queremos estar solos, no podemos estar solo.

Ningún pueblo por poderoso que sea no tiene futuro en soledad.

Por eso queremos más y mejor MERCOSUR.

Por eso queremos profundizar más aún las relaciones bilaterales con los países que son nuestros vecinos y nuestros amigos.

Por eso hemos venido a reiterarles lo que dijimos hacer un año: que al otro lado de los ríos que nos unen hay un país en el cual los argentinos no son extranjeros; hay un Uruguay que les ofrece oportunidades de inversión y condiciones favorables a las mismas; en fin, hay un Uruguay que cuenta con ustedes para construir un futuro óptimo y que podemos elaborar entre todos. Muchas gracias.

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