EQUIPO ECONÓMICO EXPUSO PAUTAS Y PERSPECTIVAS DE LA
ECONOMÍA URUGUAYA.
En una disertación realizada en la Asociación
Cristiana de Dirigentes de Empresa, el Ministro Danilo Astori, junto al
equipo económico, expuso sobre las pautas y perspectivas de la economía
uruguaya.
Por espacio de casi dos
horas, el Ministro de Economía, Danilo Astori, el Subsecretario Mario
Bergara, el Director de Macroeconomía del MEF, Fernando Lorenzo, el
Presidente del Banco Central, Walter Cancela, y el Director de la
Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Carlos Viera, abordaron distintos
temas del ámbito financiero y económico, explicando además las diversas
propuestas y medidas que el gobierno pondrá en marcha durante la
presente Administración.
Se anunció que la próxima semana y con la
presencia del Presidente de la República, será propuesto a toda la
sociedad una suerte de compromiso nacional en materia de empleo, de
ingresos y de responsabilidades; que actúe, que juegue el papel de
gran marco orientador para integrar en su seno, precisamente, la
definición del papel que cada uno va a cumplir en ese compromiso, de
la responsabilidad que va a afrontar.
Se reiteró el compromiso de que la
consigna es incluir, no excluir; desde todo punto de vista, en el gran
rumbo y en la medida de corto plazo.
Se insistió en la necesidad de
desdolarizar la economía y generar productos financieros en moneda
local.
Se hizo referencia a la reforma
tributaria, como herramienta adecuada para incrementar la inversión
productiva
Se reiteró la necesidad de generar
confianza, tanto a nivel de inversores como de otros agentes
económicos.
Se anunció la reorientación del gasto
público hacia la inversión y las políticas sociales.
Se destacó el logro en tiempo récord de
los acuerdos con los organismos de crédito internacionales.
Se anunció la elaboración de un Proyecto
de Ley que permita publicar la lista de deudores morosos crónicos en
este país, afirmando que todos los uruguayos tienen que enterarse de
quiénes son los que no pagan sus deudas y generan los problemas de
falta de confianza en el sistema financiero.
Se darán facilidades por tres vías, a
quienes tienen voluntad de pago y demuestran ser buenos pagadores:
quitas importantes, rebajas en las tasas de interés y nuevos plazos
para encarar el pago de las obligaciones.
Se utilizará una facultad constitucional,
incorporada en la reforma de 1996, que autoriza al Poder Ejecutivo a
definir estímulos especiales para todas aquellas inversiones que se
localicen en el interior del país.
Se reiteró el compromiso con la
estabilidad de precios, lo cual a su vez se asocia con la política
cambiaria de flotación que el país tiene en vigencia actualmente.
Se destacó el éxito en la última
colocación de bonos soberanos en el mercado internacional.
Se resaltó la reforma de la banca
estatal, la promoción de la Unidad Indexada y el fortalecimiento de la
red de seguridad del sistema financiero.
CONFERENCIA DEL MINISTRO
DE ECONOMÍA Y FINANZAS, DANILO ASTORI, EN LA ASOCIACIÓN CRISTIANA DE
DIRIGENTES DE EMPRESA.
13/05/2005
MINISTRO DANILO ASTORI: Muchas gracias, muy buenos
días a todos. Les pido que me permitan dirigirme a ustedes desde este
lugar, porque en esta mesa tenemos un poco más de comodidad para el
manejo de los papeles y los guiones.
Quiero comenzar por agradecer como corresponde a la
Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa y también al Colegio de
Contadores, Economistas y Administradores del Uruguay; entidades con las
que he tenido la oportunidad de realizar muchas actividades de las
cuales guardo muy buenos recuerdos, por cierto, y en las cuales -como es
también natural- tengo muchísimos amigos.
Pero les quiero agradecer a ustedes especialmente la
presencia en este evento, en esta jornada de trabajo, que nos permitirá
compartir inquietudes, características, de la conducción económica del
actual gobierno.
Hemos concebido esta presentación como una evolución
de aspectos conceptuales y generales, y por eso hablamos en este primer
punto de estrategias hacia los rasgos más específicos y más concretos de
la política económica.
Por eso es que yo haré una presentación sobre lo que
podríamos llamar el gran rumbo de esta conducción económica, la gran
orientación, la estrategia como aquí se señala.
Luego Mario va a poner el acento en un aspecto
fundamental de la misma, un aspecto que a nuestro juicio es el rasgo
diferenciador, fundamental, de esta propuesta que son las reformas
estructurales e institucionales.
Fernando pondrá el acento en los aspectos de la
macroeconomía y, fundamentalmente, cómo irán evolucionando durante el
desarrollo de este período de gobierno.
En la medida que un Presupuesto es la expresión
financiera de una política, retomará esos aspectos Carlos Viera, para
compartir con ustedes algunos lineamientos fundamentales en materia de
la configuración o elaboración presupuestal.
Y, finalmente, Walter va a profundizar en una
herramienta fundamental de la política económica como es la política
monetaria del gobierno; de modo de, a partir de esa exposición, tener
una percepción clara, específica, de cómo se está administrando este
instrumento y cuáles son las perspectivas de futuro al respecto.
¿Qué es una estrategia?, podríamos comenzar por
preguntarnos. Pero yo creo que antes de contestar qué es una estrategia,
tenemos que responder hacia dónde vamos, porque las estrategias se ponen
en práctica para alcanzar determinadas finalidades. Y por eso, yo quiero
ahora referirme especialmente a la exposición que nos acaba de hacer el
Presidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa,
reiterando por otra parte conceptos de un documento que la Asociación
elaboró y presentó el año pasado, en octubre de 2004 si no me acuerdo
mal, documento que apoyamos explícitamente junto a nuestro Presidente de
la República en aquella oportunidad y que refiere con mucho énfasis a
los aspectos relativos a la pobreza, la exclusión, la marginalidad, la
desigualdad, que lamentablemente han aumentado tanto en los últimos años
en nuestro país.
Y comienzo por recordar y compartir esa preocupación,
porque quiero proponerles precisamente basarnos en un concepto integral
de desarrollo como objetivo fundamental de esta conducción económica.
Un concepto que no es novedoso, pero que sin embargo
cayó en el olvido durante muchas décadas.
Un concepto que aquellos grandes responsables de la
creación de pensamiento económico autónomo en la América Latina, con
Raúl Prebisch a la cabeza, comenzaron a exponer a mediados del siglo
pasado.
Ese concepto que pone en un pié de igualdad y
articuladas, tanto a la política económica como a la política social, y
que no admite que la política social sea algo subordinado a la política
económica; que por el contrario postula la generación simultánea de
ambas y que rechaza el concepto de que la política social es apenas un
correctivo para enmendar los errores cometidos por la política
económica.
Nosotros queremos partir de ese objetivo, porque para
nosotros es tan importante crecer como hacer justicia en este país.
Es más, queremos crecer haciendo justicia, queremos
crecer para hacer justicia.
Y por eso proponemos un objetivo de crecimiento
sostenido, que en sus detalles ya tendremos oportunidad de compartir con
ustedes, pero al servicio de la mejora en la calidad de vida de todos
los uruguayos, especialmente de aquellos que han sufrido pobreza,
marginalidad, exclusión, desigualdad.
Lo cual significa dos cosas: significa, por un lado,
empezar apenas se pueda a mejorar estructuralmente las condiciones de
salud, de educación, de vivienda, de seguridad social; pero también
significa, junto a este objetivo fundamental, ir generando equidad de
oportunidades en la vida para todos los seres humanos que componen
nuestra sociedad.
Finalidad más difícil de lograr, pero finalidad clara
del gobierno actual; finalidad estratégica del gobierno actual.
Por eso quiero partir de estos objetivos, recordando
además que la gran polea de trasmisión de pobreza y desigualdad en este
país han sido los problemas de empleo; los problemas de cantidad y
calidad del empleo, porque no solo se trata de haber tenido una cantidad
insuficiente de puestos de trabajo respecto a las necesidades de la
sociedad uruguaya, también se trata de que en gran medida esas
oportunidades fueron de muy baja calidad, por precariedad, por
subempleo, por retribución indigna del esfuerzo de nuestros compatriotas
en el trabajo.
Ahora sí podemos preguntarnos qué es una estrategia,
porque si esto es lo que queremos lograr, ¿cómo nos aproximamos
estratégicamente hacia esos objetivos?
Una primera definición muy simple es que una
estrategia es el camino o la trayectoria que se elige para alcanzar las
finalidades que uno se propone.
Camino o trayectoria que puede cambiar. Caminos o
trayectorias que coinciden en alcanzar los objetivos propuestos, pero
que pueden avanzar por senderos diferentes.
Ustedes ya estarán percibiendo que estas opciones
serán tanto mayores cuanto un país disponga de diversas alternativas al
respecto, y serán tanto menores cuanto mayores sean las restricciones
que ese país tiene.
En otras palabras, un país tiene menos margen de
maniobra para elegir su estrategia cuando tiene dificultades; y la
verdad es que el Uruguay tiene una importante cantidad de dificultades
hoy, como para señalar que dispone de un gran margen para elegir su
estrategia.
Entonces, partiendo de este reconocimiento de las
limitaciones que comienzan a imponer las restricciones ya en esta
definición, yo quiero señalar a ustedes que tenemos muchas perspectivas
para aproximarnos a la definición de la estrategia.
En economía, una primera perspectiva para aproximarse
a esta definición, son las variables económicas que uno elige para poner
el énfasis y para sacarlo respecto a otras.
Esa es una definición estratégica: en qué variables
nos vamos a basar para alcanzar los objetivos propuestos, habida cuenta
de las restricciones que nos afectan.
Otra perspectiva, el tiempo: cómo vamos a ir
manejando los tiempos. ¿Haremos un gran esfuerzo al principio, o al
principio predominarán ciertas limitaciones o restricciones y apenas
vayamos superándolas el esfuerzo será mayor? ¿Cómo se ubican los
diferentes períodos o fases, o etapas, de este esfuerzo desde el punto
de vista temporal? Otra gran definición estratégica.
Este es un país pequeño y muy homogéneo, pero tiene
regiones, tienes zonas, entonces, ¿cómo será nuestro planteo regional
del esfuerzo a realizar? ¿En qué zonas, en qué regiones pondremos el
esfuerzo? ¿O, simplemente haremos un desarrollo equilibrado de esta
conducción económica, respecto a la perspectiva regional? Otra
definición estratégica esencial.
Y dejo para el final, no porque sea menos importante,
sino porque la quiero destacar especialmente, ¿cómo vamos a participar
los diferentes actores de esta sociedad en el esfuerzo a realizar? ¿Qué
papel cumpliremos? ¿Qué responsabilidades afrontaremos? Una definición
estratégica fundamental.
Este gobierno, ¿apuntará a ciertos actores de la
sociedad, o propondrá una convocatoria general en la que cada uno tendrá
definida su responsabilidad a cumplir?
¿Este gobierno apelará al diálogo con todos esos
actores tratando de definir por -digamos- acuerdo el papel que cada uno
va a cumplir? ¿O simplemente se limitará a proponer sin diálogo, sin
acuerdos, sin búsquedas de consensos fundamentales? Son definiciones
estratégicas que también tenemos que tener en cuenta.
Permítanme, entonces, ir repasando cada una de estas
cuatro perspectivas; por supuesto, que rápidamente, sintéticamente.
Tomemos las variables económicas, y recordemos que
este es un país que arranca con restricciones evidentes, provenientes
sobre todo de su endeudamiento público y al mismo tiempo los problemas
sociales fundamentales que tiene que resolver.
Yo quisiera que ustedes me permitieran referirme acá
a cuatro aspectos que, precisamente a nuestro juicio, son estratégicos:
la inversión productiva; la necesidad de desarrollar el crédito en este
país, sin el cual la inversión es inconcebible; en tercer lugar, la
necesidad de tener una presión tributaria adecuada a los fines del
crecimiento; y, finalmente, la necesidad de un escenario de confianza y
estabilidad, precisamente para que la inversión avance y progrese.
La inversión es una variable absolutamente esencial,
no sólo porque es el único camino posible para invertir el
funcionamiento de esa polea de trasmisión de pobreza que ha sido el
empleo, sino porque estamos en un país donde éste es una gran talón de
Aquiles, un talón de Aquiles estructural.
Si uno repasa la historia del Uruguay, a mediano y a
largo plazo, se encuentra con que tiene una tasa de inversión, esto es,
una inversión bruta interna en relación a su Producto, estructuralmente
baja. Una de las más bajas de la América Latina; lo que es decir, porque
América Latina en su conjunto es una región promedialmente de inversión
muy baja.
Tenemos entonces que hacer un enorme esfuerzo por
incrementar sustancialmente la inversión y, en la medida en que tenemos
una importante restricción de recursos, sabemos desde ya que al menos
durante el transcurso de este período el gran aporte a ese incremento no
lo va a poder hacer el sector público; lo que no quiere decir que, en
casos excepcionales y de necesidad, el sector público no aporte
inversiones relevantes.
Pero el gran esfuerzo, para incrementar la inversión
que necesita el país, provendrá seguramente del sector privado, nacional
y del exterior.
Por lo tanto, partiendo desde este punto de vista es
que tendremos que sacar conclusiones acerca de la administración de los
distintos instrumentos o herramientas de la política económica.
En este marco, el gobierno habrá de promover un
camino de especialización productiva a alto niveles de calidad en este
país, sabiendo que el Uruguay cuenta con ventajas competitivas
evidentes, indiscutibles, en sectores fundamentales o en complejos
fundamentales como la agroindustria alimenticia, por ejemplo; el
complejo forestal, por ejemplo; la gama de servicios enorme que incluye
los transportes, comunicaciones, los servicios portuarios; todo lo
relativo a las actividades vinculadas al turismo y sus actividades
conexas; la producción de tecnología de la información; sólo para
manejar algunos conceptos que demuestran que Uruguay no sólo puede, sino
que encuentra en el camino de la especialización productiva a altos
niveles de calidad el sendero más inteligente para incrementar
sustancialmente su inversión productiva.
Y este es un primer aspecto de variables estratégicas
que iremos abordando a lo largo de esta mañana.
Sin crédito no se puede invertir en ningún país del
mundo y Uruguay no es una excepción. Y Uruguay hoy es un país con un
crédito muy lastimado, al punto tal de que es absolutamente insuficiente
la disponibilidad del mismo a la luz de las necesidades de inversión que
tiene el Uruguay.
Aquí hay un problema de confianza, y es absolutamente
fundamental que los uruguayos nos propongamos recuperar la confianza
perdida, a partir de la profundización de la crisis de 2002, y apuntalar
lo que es una necesidad evidente en el Uruguay que es la formación de un
mercado de capitales a mediano y a largo plazo capaz de articular la
generación de ahorro con el impulso que necesitamos a la inversión
productiva. Todo ello acompañado por un proceso de desdolarización que
también es absolutamente fundamental para encarar el futuro de la
economía uruguaya.
Por eso, en este punto estratégico fundamental, nos
proponemos progresar en al generación de instrumentos y productos
financieros, crecientemente en moneda local porque es la trayectoria
estratégica coherente con el proceso de desdolarización que es
absolutamente fundamental para ir encarando con mayores posibilidades,
de las herramientas de la política económica, los objetivos que nos
hemos propuesto.
En tercer lugar, hay un problema de presión
tributaria inadecuada en el país, y sobre todo presión tributaria
inadecuada, en relación al objetivo que nos interesa promover, que es el
incremento de la inversión productiva.
Por lo tanto, la reforma tributaria que en este
momento está iniciando en su estudio el Ministerio de Economía y
Finanzas, está -entre otras- especialmente orientada por esta finalidad:
el tener un sistema tributario coherente con las necesidades de
incrementar la inversión productiva.
El nuestro en la actualidad no lo es. Y no lo es
sobre todo porque, a partir de su gran ineficiencia, genera castigos muy
importantes para la inversión productiva.
Por eso, el diseño de la reforma tributaria no sólo
estará inspirado por la búsqueda de la justicia; porque digamos que el
actual sistema, además de incoherente con la inversión, es profundamente
injusto desde el punto de vista de la distribución del ingreso; y por la
eficiencia que será otro criterio orientador fundamental para modificar
un sistema que está absolutamente pletórico de tributos ineficientes,
tributos que complican enormemente las operaciones económicas pero que
tienen simultáneamente un escaso poder recaudatorio.
Justicia, eficiencia y coherencia con la inversión
productiva serán los objetivos de la reforma tributaria.
Y, finalmente, respecto a esta primera perspectiva
estratégica, yo quiero señalarles que se necesita en el país,
obviamente, además de un manejo coherente de las herramientas de
política económica, un escenario de confianza y estabilidad para el
inversor.
Y esta confianza y esta estabilidad se logran con
muchas actitudes simultáneas, entre las cuales yo quiero destacar
especialmente el establecimiento de reglas claras de juego y el respeto
a las mismas, el compromiso explícito de respeto a las mismas; el
acuerdo con los organismos internacionales de crédito, de los cuales el
país hoy tiene una fuerte dependencia, acuerdo que es absolutamente
fundamental para generar confianza en los mercados externos y también en
la operación interna; y, precisamente, la sustentabilidad, la
sostenibilidad podríamos decir, la solidez que tenga ese acuerdo en
cuanto a su aplicación en la práctica, tema que abordaremos
especialmente durante el transcurso de la mañana de hoy.
Nosotros ya tenemos -¡por suerte para el país!-
virtuales acuerdos con todos los organismos multilaterales de crédito.
El país, con un gobierno nuevo, lo logró yo diría que en un tiempo
récord.
En los próximos días, en las próximas semanas, estos
acuerdos -que llamo virtuales- irán a los directorios de los organismos
multilaterales; en primer lugar el Fondo Monetario Internacional;
enseguida, a las pocas horas, al Directorio del Banco Mundial; y un poco
más adelante, al Directorio del Banco Interamericano de Desarrollo, y se
convertirán en acuerdos formales.
Esta es una inyección de confianza muy grande, que el
país tendrá que aprovechar, accediendo a los mercados de crédito
voluntarios, de los cuales el Uruguay no puede prescindir.
Así como nosotros decimos que no es posible progresar
en la inversión productiva que necesitamos sin crédito, digamos que el
Uruguay no puede plantearse en ningún momento un proceso de desarrollo
sustantivo prescindiendo del crédito internacional.
Este país, es un país demasiado pequeño, demasiado
frágil, demasiado vulnerable, como para pretender desarrollarse sin
apoyo crediticio. Y ya tenemos una primera prueba, queridos amigos,
porque el Uruguay realizó una colocación absolutamente exitosa de deuda
en los mercados voluntarios de crédito hace pocas horas, entre otras
cosas, porque ya tiene virtualmente cerrados todos sus acuerdos con los
organismos multilaterales de crédito.
Algunas de cuyas características fundamentales
también vamos a repasar durante el transcurso de este análisis en la
mañana de hoy.
Y también vamos a demostrar que esos acuerdos son
sostenibles, son sólidos y son coherentes con los objetivos de los
cuales estamos partiendo, y particularmente con los objetivos sociales
que percibe este gobierno.
Estas eran las reflexiones que yo quería hacer en
función, o a partir, de la consideración de las variables económicas.
Pero también hay un perfil temporal en esta estrategia y lo primero que
yo tengo que decir cuando nos proponemos analizar nuestra estrategia en
términos de tiempo, es la invitación a un esfuerzo por concebir este
proceso en toda su dimensión temporal, cediendo a una tentación que es
muy propia de la condición humana que es la ansiedad por cumplir
rápidamente los objetivos propuestos.
Aquellas finalidades de las cuales yo partí,
finalidades complejas y difíciles si las hay, son finalidades que no
podremos alcanzar en un corto lapso; son las finalidades del proceso en
su conjunto, del cual a su vez nosotros estamos aquí para analizar la
fase correspondiente a este período de gobierno.
Como muchas veces lo he dicho, quizá todo el período
de gobierno, los cinco años de período de gobierno, no alcancen para
terminar de procesar -hasta donde nosotros creemos que hay que llegar-
todas las reformas estructurales a las cuales se va a referir Mario, y
por las que este país está esperando hace tanto tiempo.
Pero refirámonos a este período de gobierno y digamos
que tenemos la obligación de concebirlo en su conjunto, sabiendo que al
principio habrá que hacer un gran esfuerzo en materia fiscal,
precisamente para hacer sostenible los acuerdos que hemos realizado para
inyectar confianza para la inversión y para después, apenas podamos en
una segunda fase de este período, comenzar a levantar vuelo hacia los
objetivos que están propuestos y de los cuales hemos partido.
Entonces, en la primera fase del proceso, en los
primeros años de este gobierno -y ya lo veremos en términos de cifras
concretas- el esfuerzo se traducirá en un resultado fiscal que nos
permitirá hacer el programa sostenible, inyectar la confianza inicial en
la conducción económica y luego, a partir del crecimiento, de la
estabilidad, del incremento en el nivel de actividad, poder ir logrando
las metas más complejas, más profundas, que nos hemos planteado. Por eso
es que en esa primera fase no habrá muchas posibilidades en materia de
gasto público; las posibilidades las tendremos que buscar mucho más en
la recomposición del gasto que en el aumento del mismo; recomposición
que por otra parte no brinda muchas posibilidades en un país de gran
rigidez en la materia, porque hay una proporción muy elevada de salarios
y pasividades en el gasto público que hace que éste tenga muy poca
elasticidad, muy poca rigidez, que sea fundamentalmente procíclico y no
anticíclico como debería ser.
Por eso, quiero señalarles que la primera fase será
una primera fase donde el cuidado fiscal tendrá que tener un
protagonismo esencial, me estoy refiriendo, por supuesto, al cuidado de
resultado fiscal; y una segunda, donde ya vamos a poder ir avanzando en
el apoyo a actividades fundamentales que en este país han estado muy
postergadas como la salud, la educación, el progreso científico y
tecnológico.
Clave fundamental en un país como el nuestro que se
proponga una estrategia de crecimiento en base a altos niveles de
calidad y una especialización productiva en base a altos niveles de
calidad.
Decíamos que tenemos un país muy equilibrado
regionalmente, desde el punto de vista de su homogeneidad, aunque
fuertemente concentrado desde importantes perspectivas en Montevideo
respecto a la interior.
Nosotros quisiéramos ir progresando hacia un
equilibrio regional mayor, sabiendo que ese equilibrio regional mayor
tiene que estar fundamentalmente basado en una descentralización de la
inversión productiva en el país, habida cuenta por supuesto de la
localización geográfica que en el país tienen las ventajas competitivas,
porque las ventajas competitivas también tienen un localización regional
en todos los complejos fundamentales de actividades, como la
agroindustria, como el turismo, como los servicios, como todo el impacto
indirecto que generarán algunas inversiones fundamentales que llegarán
desde el exterior en los próximos tiempos, como Botnia en el complejo
forestal, y el impacto fundamental que generará en materia de
transporte, de comunicaciones, de servicios portuarios. Todos esos
conjuntos de actividades tienen localización regional.
Habida cuenta de que esas ventajas competitivas del
país tienen expresión regional, nosotros quisiéramos impulsar una mayor
descentralización de la inversión productiva, sabiendo que a su vez es
base fundamental e imprescindible de la descentralización política; no
se puede descentralizar el poder si no hay gente, no se puede pretender
que haya gente en el país si no hay trabajo y habrá trabajo si hay
inversión.
No hay otro camino en la vida para logra que haya
cantidad adecuada y de buena calidad en materia de empleo.
Por eso nos proponemos utilizar una facultad
constitucional, incorporada en la reforma de 1996, que autoriza al Poder
Ejecutivo a definir estímulos especiales para todas aquellas inversiones
que se localicen en el interior del país.
Finalmente, hay un aspecto estratégico referido a los
actores de la sociedad y yo no quiero dejar de referirme a este perfil
de cualquier estrategia, y en la nuestra no hay una excepción desde este
punto de vista.
A mi me parece que este es un gobierno de y para
todos los uruguayos, no para determinados sectores de la sociedad, y por
eso todos los actores, todos los integrantes de esta sociedad -en su
nivel, en su ámbito, en su responsabilidad- tienen un papel a cumplir y
por eso nos permitimos convocarlos a todos.
Por eso es que la próxima semana y con la presencia
del Presidente de la República, concretamente el jueves de la próxima
semana, nosotros vamos a hacer un planteo a toda la sociedad, una suerte
de compromiso nacional en materia de empleo, de ingresos y de
responsabilidades; que actúe, que juegue el papel de gran marco
orientador para integrar en su seno, precisamente, la definición del
papel que cada uno de nosotros va a cumplir en ese compromiso, de la
responsabilidad que va a afrontar.
Por supuesto, de las aspiraciones que va a plantear,
de los derechos, que va a defender y de los resultados que globalmente,
integradamente, vamos a obtener.
Nosotros tenemos que sumar esfuerzos al servicio del
bien común y estamos concientes de que cada uno de nosotros, en el lugar
en que nos toca trabajar, tenemos algo para aportar al respecto.
La consigna es incluir, no excluir; desde todo punto
de vista, en el gran rumbo y en la medida de corto plazo.
En el gran rumbo, porque, como dije recién, todos
tenemos responsabilidades a afrontar y desde las cuales aportar.
En la medida de corto plazo, porque, por ejemplo este
gobierno que se ha propuesto y ya está comenzando un plan social de
emergencia para los que más han sufrido, encuentra en ese Plan de
Emergencia una medida, una actitud, que incluye a nuestros compatriotas,
que los va sumando al esfuerzo.
Y ya que hemos hablado, y vamos a hablar bastante
durante esta mañana, de estabilidad para la inversión, bueno, tengamos
en cuenta que además de un deber moral con los compatriotas que más han
sufrido, esta actitud, esta actividad, también es un aporte a la
estabilidad, a la confianza, que tiene que haber en el país.
Cuanto más se incluye, más confianza hay; cuanto más
se excluye, se polariza y se promueve la desigualdad; mayor
inestabilidad potencial y real existen en una sociedad que tiene tantos
desafíos importantes, como la sociedad uruguaya. Estas son las ideas que
yo quería compartir con ustedes.
Y ahora, si me permiten en un rápido resumen final,
una rápida síntesis final, vamos a ver algunos conceptos que simplemente
ilustran y sintetizan los conceptos que he tratado de compartir con
ustedes. (Se comienzan a pasar diápositivas)
Bueno, en primer lugar estamos aludiendo como es
obvio a los objetivos mencionados: crecimiento, mejora en nivel y la
calidad del empleo; atención a las urgencias sociales e inclusión social
en el mediano plazo; pero desde ahora, acoto.
Siguiente, tenemos entonces que disponer, para
alcanzar estos objetivos, condiciones macro-económicas sustentables,
esto es sostenibles, sólidas; incentivos a la inversión productiva,
reglas claras y respeto a los contratos; medidas tendientes a reducir
las vulnerabilidades de la economía uruguaya y una estrategia global de
desarrollo -que cómo decíamos antes- suponga la presencia de políticas
de Estado; esto es, políticas que están por encima de partidos, de
gobiernos y que intentan definir rumbos claros que se mantengan a lo
largo del tiempo.
También necesitaremos, como es lógico en toda
conducción económica, de políticas de corto plazo, de mediano y de largo
plazo, incluyendo reformas estructurales; que ahora en seguida Mario va
a abordar en profundidad.
Asegurar la sustentabilidad de las cuentas públicas
en el corto plazo es una necesidad absolutamente fundamental y
característica de la primera fase de este periodo de gobierno, según
veíamos antes.
Por eso, una reorientación del gasto hacia la
inversión y las políticas sociales irá llegando como consecuencia de la
inyección de confianza inicial, porque eso nos permitirá consolidar la
credibilidad e ir tratando’ en la medida de lo posible -será lento el
proceso- de implementar políticas fiscales anticíclicas, en un país cuyo
gasto es esencialmente procíclico.
Tenemos un compromiso muy importante con la
estabilidad de precios, lo cual a su vez se asocia con la política
cambiaria de flotación que el país tiene en vigencia actualmente,
progresando hacia un régimen de metas de inflación.
Tendremos oportunidad en la exposición de Walter, de
introducirnos en este tema con profundidad; les quiero simplemente
adelantar que la principal dificultad para progresar hacia un régimen de
metas de inflación es tener una economía altamente dolarizada como la
nuestra.
El tener una economía altamente dolarizada como la
nuestra, entre otras cosas, supone estar muy pendientes de las pizarras,
todos los días, mirar la pizarra todos los días; seguir ahorrando en
moneda extranjera, aspecto que tiene una fuerte raigambre cultural en
este país. Y a lo cual también nos podremos referir.
Yo sólo quiero decirles que si seguimos mirando a la
pizarra todos los días, va a ser muy difícil desdolarizar la economía
uruguaya; muy difícil. Hay que empezar a desdolarizar acá también. Y
entonces vamos a analizar con mucho detalle estos aspectos que conforman
una herramienta fundamental de la política económica.
Desde el punto de vista también del corto plazo,
tenemos que asegurar la consistencia macroeconómica del programa -esta
va a ser la exposición de Fernando, seguramente- con una prioridad en la
creación de más y mejor empleo, subrayo siempre más y mejor empleo;
recuperando paulatinamente el salario real, como ya lo hemos anunciado,
estamos trabajando con una meta entre 2,4 por ciento para el período
comprendido -como promedio, subrayo, como promedio, no punta a punta-
del semestre enero-junio 2006 respecto al semestre de enero-junio 2005.
Hemos ya dispuesto un aumento del Salario Mínimo
Nacional a 2.500 pesos, a partir del próximo 1º de julio del 2005;
subrayo, esta es una definición nacional que abre las puertas a
negociaciones, obviamente en los diferentes grupos que están
desarrollando las actividades en los Consejos de Salarios.
Desde el punto de vista también del corto plazo,
estamos proponiendo - seguramente la próxima semana con nuestra
presencia en la Comisión Parlamentaria- medidas para encarar una
superación de los problemas aún subsistentes de endeudamiento interno,
siempre sobre la base del tratamiento caso por caso, diferenciando entre
buenos y malos deudores, acelerando acciones judiciales sobre deudores
morosos crónicos.
Les adelanto que estamos elaborando un Proyecto de
Ley que nos permita publicar, precisamente, la lista de deudores morosos
crónicos en este país, porque todos los uruguayos nos tenemos que
enterar de quiénes son los que no pagan sus deudas y generan los
problemas de falta de confianza en el sistema financiero; y al mismo
tiempo darle facilidades por tres vías a quienes tienen voluntad de pago
y demuestran ser buenos pagadores, las tres vías son: quitas
importantes, rebajas en las tasas de interés y nuevos plazos para
encarar el pago de las obligaciones.
Entre los cambios estructurales, que ustedes van a
ver enseguida con la exposición de Mario, se cuenta la inyección de
mayor solvencia técnica y profesional en el sector público; estatutos,
objetivos para funcionarios; descentralización de la gestión; mayor
trasparencia en las compras del Estado y mayor control social de la
gestión pública.
La Ley de Presupuesto es el principal instrumento
para mejorar la eficiencia, focalizar el gasto e introducir incentivos
adecuados en la Administración Pública. Con esos criterios, seguramente
en la exposición de Carlos, ustedes podrán profundizar.
Entre los cambios estructurales, los que habremos de
promover en el sistema financiero, mercado de capitales y
desdolarización, como ya adelanté, se cuenta: la reforma de la banca
estatal, la promoción de la Unidad Indexada; entre las herramientas para
inyectar confianza y desdolarizar, el fortalecimiento de la red de
seguridad del sistema financiero, elemento importante si los hay para
recuperar confianza; el Seguro de Depósito, que ya hemos instaurado en
las primeras semanas de gobierno y que estaba en nuestro programa pero
que precisamente a partir de la situación que debimos superar en la
Cooperativa Nacional de Ahorro y Crédito, aceleramos en su puesta en
práctica; y los estímulos a los nuevos productos financieros:
Fideicomisos, Certificados de Depósito, Warrants, Leasing Operativo de
Inmuebles Rurales, son algunos ejemplos al respecto sobre nuevos
productos financieros.
Desde el punto de vista de la inserción
internacional, el proyecto MERCOSUR es prioritario.
El país hizo en las últimas horas avances
importantes, desde este punto de vista. Tuvimos una magnífica reunión
Cumbre con todos los países árabes hace un par de días en Brasilia;
estuvimos allí presentes con el Presidente de la República y con el
Canciller.
Se abre una enorme cantidad de posibilidades
potenciales de mejorar nuestras relaciones con los países provenientes
de la región árabe, desde el punto de vista de la inversión, de la
promoción del comercio y por supuesto de una mayor equidad en las
relaciones políticas internacionales.
Nosotros creemos que MERCOSUR debe ser una región
abierta; mucho más plataforma de lanzamiento que estación terminal, lo
hemos señalado siempre, de modo que le permita a Uruguay mejorar su
inserción más allá de la región.
Hoy es una realidad, la mayor parte del comercio que
tiene Uruguay está desarrollándose fuera de la región del MERCOSUR y eso
no se puede desconocer.
Y hay que reconocer que tenemos al mismo tiempo
serios problemas en MERCOSUR, precisamente en el día de ayer, en una
visita de Estado que hicimos a Paraguay junto al Presidente de la
República, estuvimos compartiendo con el Presidente de Paraguay y las
autoridades de dicho país la necesidad de acumular fuerzas para mejorar
los problemas que tiene hoy MERCOSUR. Y naturalmente Uruguay tendrá, por
lo dicho antes, que mejorar permanentemente su inserción extra-regional.
Por eso enfatizamos: "región abierta, plataforma de lanzamiento, no
estación terminal".
En materia de ciencia y tecnología, aspectos
cruciales para un país que debe especializarse a altos niveles de
calidad, Uruguay tendrá -apenas se pueda- que promover el progreso
científico y tecnológico revirtiendo la histórica situación de
postergación presupuestal que afecta a estas actividades.
Por eso, cuando yo hoy usaba la imagen de levantar
vuelo lentamente y apenas se pueda, estaba pensando especialmente en
mayores asignaciones presupuéstales para estas actividades que
constituyen una piedra angular del desarrollo del país en el futuro. Es
todo. Bueno, aquí termina mi presentación, y ahora creo que le
corresponde a Mario encarar el tema de reformas estructurales. Muchas
Gracias.
EXPOSICIÓN DEL SUBSECRETARIO DE ECONOMÍA Y FINANZAS,
MARIO BERGARA
SUBSECRETARIO MARIO BERGARA: Vamos simplemente a
detallar de una manera un poco más precisa y en el marco, obviamente, de
lo planteado por el señor Ministro de Economía, algunas de las reformas
sobre todo de carácter institucional que creemos relevante desarrollar
en un plazo breve, que creemos relevante también concebirlas como un
paquete de reformas que contibuirán, sin ningún tipo de duda, a la
confianza, a la estabilidad, a los requerimientos que tanto empresarios,
como inversores, como trabajadores y toda la sociedad civil va a estar
requiriendo en un marco, entonces, de un rumbo consensuado, o un rumbo
orientador, que esperemos que sea compartido por todos.
En primer lugar, un componente central de la reforma
de carácter estructural refiere a los aspectos tributarios. Permítanme,
en primer lugar, delinear los objetivos específicos de la reforma
tributaria, que como bien se planteaba, tienen que ver, o es una reforma
orientada por criterios de eficiencia, justicia o equidad
primordialmente, y consistente con el estímulo a la inversión
productiva.
En ese sentido, planteaba recién el señor Ministro,
justamente, que la historia ha llevado a que la constelación de
componentes tributarios que tiene el Uruguay hoy no solamente no
acompaña en muchos casos las necesidades y la facilitación de la
inversión productiva, sino que en muchos casos puede llegar a
obstaculizarla.
No concebimos una mezcla impositiva que no contribuya
a un esquema general de confianza, de estabilidad y que efectivamente
facilite la inversión. Facilite la inversión no en términos de ser
dadores de a los inversores, sino en términos de tener reglas de juego
claras, como se planteaba, respetar los contratos, que significa no
solamente dejar bien claros y comprometerse a respetar los derechos de
los inversores, sino que también significa dejar bien claras y respetar
las obligaciones de los inversores.
Este esquema que tenemos, entonces, sobre la mesa y
sobre el cual vamos a estar trabajando a partir de este mes a nivel del
Ministerio de Economía, en un grupo de trabajo, y que tiene como Norte
llegar a una propuesta de articulado de ley para fin de año, de manera
que sea considerado a nivel parlamentario en los primeros meses del año
que viene, va en el sentido de equilibrar el componente de impuestos
directos e indirectos de la mezcla tributaria. En un marco en el cual se
haga más eficiente la recaudación tributaria, no en un marco inspirado
por una mayor presión tributaria, por las razones que el Ministro
explicaba.
Esencialmente, estos objetivos de la reforma
tributaria entendemos que van en línea con los tres pilares principales
de la reforma tributaria.
En primer lugar, la gradual introducción del
Impuesto a la Renta de las Personas Físicas, como un componente
central de la reforma y que apunta justamente a ir en línea con el
sentido de equidad, de que paguen más los que más tienen.
Por supuesto, que esa introducción debe ser gradual
en un marco de manejo cuidadoso de las cuentas públicas, en un marco de
una necesaria responsabilidad en el manejo de esas cuentas; que a su vez
debe ir acompañado por un segundo pilar que es la revisión y el análisis
del conjunto de exoneraciones y exenciones tributarias que
existen hoy en el país. Lo que los economistas llamamos, la renuncia
fiscal.
Todo un mapa de exoneraciones, que entendemos
probablemente muchas de ellas mantengan vigencia, pero probablemente
algunas de ellas no tengan ya justificación.
A los efectos de encarar, justamente, este proceso de
análisis y de elaboración de una nueva mezcla tributaria, se hace
imprescindible entonces este segundo pilar que implica el análisis
actual de todas las perforaciones al sistema tributario que existen hoy,
a través de lo que llamamos la renuncia fiscal.
Obviamente, que todos conocemos la complejidad del
sistema tributario hoy. Eso le dificulta la vida a aquellos que quieren
pagar impuestos; les facilita la vida a aquellos que no quieren pagar
impuestos; pero sobre todo le complica la vida a quienes quieren
recaudar los impuestos.
La cantidad excesiva de diversos impuestos que en
general pueden tener un carácter distorsivo y no tienen ni un rol
recaudatorio, ni un rol de contralor cruzado de información, hace que la
labor de los organismos de recaudación se complique; hace que se abran
más posibilidades para la evasión y, por lo tanto, la simplificación
del esquema tributario es el tercer pilar de la reforma tributaria,
apuntando a tener un número reducido de impuestos que haga consistente
entonces la lógica de eficiencia en el esquema recaudatorio; que apunte
a una mayor equidad y a una simplificación, y le facilite la vida
–reitero- a aquellos ciudadanos que sí quieren pagar impuestos y a
aquellos organismos que deben cobrarlos.
Algo que históricamente no se ha podido lograr está
entre los pilares también, ya no de la reforma tributaria en el sentido
de la mezcla de impuestos, pero sí en la reforma de la administración
tributaria, que es por un lado mejorar, fortalecer, modernizar a los
diversos organismos de recaudación cada uno por su lado, en particular
estamos hablando de la reforma de la DGI, del mejoramiento también del
Banco de Previsión Social y de la Aduana, pero en particular con el caso
de la reforma de la DGI se ha planteado en un plazo muy breve la
implementación de la ley de reforma de la Dirección General de
Impositiva.
En las próximas semanas vamos a estar emitiendo el
Decreto que fija las pautas que conduzcan a que podamos salir al mundo a
decir que ya no tenemos una administración tributaria que hace convivir
funcionarios que inspeccionan empresas por un lado y que trabajan para
esas empresas por otro.
La incompatibilidad y la dedicación exclusiva, como
ingredientes centrales de fortalecimiento de la Dirección General de
Impositiva, es algo que aspiramos a lograr en un plazo muy breve, a
partir de una decisión política muy firme.
El segundo componente de fortalecimiento de
administración tributaria pasa por la creciente coordinación de los
organismos de recaudación y de los organismos de fiscalización.
Ya hemos dado pasos concretos para tener planes de
trabajo específicos, precisos, entre la Dirección General de Impositiva,
la Dirección Nacional de Aduanas, el Banco de Previsión Social y además
la Dirección General de Comercio y el Ministerio del Interior.
Una facilitación del cruce de información de una
agenda de fiscalización conjunta, de capacitación cruzada que permita
detectar irregularidades en cada una de las inspecciones, son elementos
cruciales que va a ser a la eficiencia de los organismos de recaudación,
de los organismos de fiscalización, tanto en el sentido de los aspectos
impositivos, como en el sentido de las condiciones laborales en las
distintas empresas.
También en términos de contenido de Previsión Social
está planteado completar la reforma de la Seguridad Social, en
particular avanzar rápidamente con el caso de Cajas Paraestatales; en
primer lugar, la Caja Policial que ya tiene un proyecto de ley con media
sanción en la legislatura anterior que deberá eventualmente ser
reanalizado o avanzado, pero que nos permite posicionarnos cercanos a la
definición de este tema y trabajar sí con un poco más de tiempo y
tranquilidad pero con la misma firmeza en cuanto a la necesidad de
alinear las prestaciones y las contribuciones a los sistemas de
previsión social en el caso de la Caja Militar y de la Caja Bancaria.
Por supuesto, que esto se complementa con el proceso
de mejora en la eficiencia administrativa del Banco de Previsión Social
y, por supuesto, también que está sobre la mesa la discusión sobre los
parámetros previsionales y actuariales, que permitan hacer sostenible el
procesos de Seguridad Social del Uruguay, que como todos saben no
solamente tiene un componente social, ético, sino que también es un
componente central en el manejo de las cuentas públicas.
Se planteaba que el Presupuesto Nacional debe ser la
expresión de un programa de gobierno, la expresión financiera en
particular de las cuentas del Estado, de un programa de gobierno; razón
por la cual aspiramos a superar la historia de que el Presupuesto sea
meramente un listado de topes de gasto para las distintas Unidades
Ejecutoras y que justamente el Presupuesto sea un instrumento donde
especifique objetivos, metas a cumplir, evaluación, monitoreo y que
además esté claramente enmarcado en el contexto macroeconómico que
proyecta la conducción económica para el mediano plazo.
Ni qué hablar que si el Presupuesto es meramente un
listado de gastos posibles, o de autorizaciones para gastar,
difícilmente pueda constituirse en un instrumento hábil para procesar
incentivos, estímulos, a una mejora en la gestión del Estado, a una
mejora en la gestión del sector público.
Por lo tanto, aspiramos a hacer del Presupuesto un
instrumento más apto, no solamente para enmarcar como decíamos "la
lógica presupuestal dentro de la lógica macro-económica", sino además
para generar estímulos explícitos y castigos explícitos que contribuyan
a un proceso que necesariamente debe ser gradual por las rigideces que
implica de reforma del funcionamiento del Estado.
A nivel del manejo de las estrategias de
endeudamiento, aspiramos a conformar a nivel del Ministerio de Economía
y Finanzas una unidad especializada, justamente, en el análisis y la
definición estratégica del endeudamiento público.
En general, Uruguay no ha tenido una visión
estratégica en cuanto a las características y a su lógica de
endeudamiento del sector público; hemos estado más bien al golpe del
balde en función de las necesidades por un lado y de las efectivas
posibilidades por otro, pero sería una casualidad histórica que ese
proceso terminara en un esquema de visión estratégica en materia de
plazos, de tasas, de monedas, etcétera, en cuanto al endeudamiento
público.
Cualquiera que analice actualmente todas esas
condiciones hoy, verá que hemos llegado a eso de manera bastante
caótica, la necesidad de tener una lógica estratégica de esta definición
pensamos abordarla a través de la conformación de un grupo especializado
en ese tema, en el Ministerio de Economía y Finanzas, que obviamente
coordinará muy estrechamente con la labor del Banco Central como agente
financiero del Estado.
Justamente, en materia del Banco Central -y sin
perjuicio de lo que después obviamente va a desarrollar el Presidente
del Banco Central- creemos importante incorporar en este paquete de
reformas, lo que tenemos pensado, justamente para fortalecer elementos
de credibilidad y sustentabilidad de la conducción económica.
Somos partidarios de una mayor autonomía del Banco
Central en la que queden bien especificados sus objetivos y queden los
ingredientes institucionales necesarios para que esos objetivos puedan
cumplirse de manera cabal y de manera creíble.
A su vez, eso obviamente va a implicar definición en
términos de cómo se designan, o en qué plazos, o con qué condicionantes
se designan por ejemplo los directores del Banco Central.
A su vez, el Banco Central hoy por hoy, como muchas
veces dice el actual Presidente del Banco Central, parece el "London
París"; es decir, desarrolla en un piso lencería, en otro piso
zapatería, tiene múltiples funciones que no son inherentes a una lógica
banco-centralista, ¿verdad?
Hace la regulación de los Bancos, de los Mercados de
Valores, de los Seguros, de los Fondos de Pensión; liquida Bancos, es el
agente financiero del Estado, se preocupa por la política
macro-económica; borda, zurce, cocina, ¿verdad? Es decir, aquí la idea
es que esto tiene muchos objetivos, muchas veces ellos entran en
conflicto y a no ser -como digo siempre- que tengamos directores del
Banco Central esquizofrénicos tenemos un problema, porque cuando los
intereses y los objetivos entran en conflicto es muy difícil reclamarles
a los directores que tomen las decisiones consistentes con objetivos
explícitos.
Por lo tanto, apuntamos a la centralización de la
regulación financiera en el sentido de tener una lógica global de la
regulación de Bancos, Seguros, Mercados de Valores, Fondos de Pensión,
que justamente para evitar ese conflicto de intereses debería tener una
institucionalidad que no se relacionara con el Banco Central.
Una tercer pata de este asunto refiere a los
mecanismos de resolución de Bancos; el procesamiento de la liquidación
de Bancos, la actuación de los Fondos de Garantías de Depósitos,
etcétera, que también entran con conflictos de intereses con los
objetivos regulatorios y con las políticas típicamente
banco-centralistas.
Por lo cual, también aspiramos en esta reforma
institucional a que estos mecanismos de resolución de Bancos, Seguros de
Depósitos, Fondos de Garantías, también queden separados no solamente
del Banco Central, sino también del regulador financiero, y a su vez
perfeccionar estos mecanismos dado que la legislación hoy por hoy
permite que esta institucionalidad opere como "morgue" de Bancos cuando
en realidad pretendemos que opere también como "hospital" de Bancos.
Simplemente a título breve, estamos sí comprometidos
en continuar la mejora en los bancos públicos y estamos avanzando en la
medida en que las posibilidades nos lo brindan, porque ustedes verán a
su vez que será con la transparencia que el caso permita, el proceso de
venta del Nuevo Banco Comercial que estamos muy confiados en que es un
proceso que se va a llevar adelante de la manera más transparente, sobre
la base de que queremos sí pasar el Nuevo Banco Comercial a manos
privadas pero no a cualquiera.
La experiencia de reprivatización de bancos en el
pasado no es la más sana, no es lo que la sociedad uruguaya visualiza
como el óptimo en ese sentido, y, por lo tanto, si bien tenemos
planteado este objetivo sólo vamos a llevarlo adelante si estamos
seguros que quien va a adquirir el Nuevo Banco Comercial tiene las
características y las condiciones como para ser un banquero en el
Uruguay.
Ya el Ministro había desarrollado aspectos
relacionados con la desdolarización, como un elemento para reducir
vulnerabilidades e incrementar la confianza y la credibilidad en la
conducción económica y abrir más margen de utilización de instrumentos
en la conducción económica, por lo tanto, este aspecto lo voy a soslayar
por el momento.
Un último aspecto de reforma que quiero destacar, y
que después va a estar también desarrollado en la presentación de
Fernando, refiere a que hay elementos de reforma legal e institucional
que apuntan a este paquete de mejorar el clima de negocios para la
inversión en el país; dar las garantías del caso a inversores, a
trabajadores y al Estado, y en particular vamos a estar trabajando
rápidamente en una revisión de la legislación de bancarrota, que haga
que el instrumento de quiebras en Uruguay no sea meramente un
instrumento nominal que no se utiliza a tiempo, que no se utiliza bien y
que no resuelve problemas.
Entendemos que la legislación, hoy por hoy, es tan
rígida que lleva a que justamente no se utilice; debemos ir hacia
mecanismos de mayor flexibilidad, como la experiencia internacional
sugiere, a efectos de que justamente permita el mecanismo de quiebra o
de bancarrota reestructuraciones sanas de empresas que son viables
económicamente y que por diversas consideraciones terminan cerrando.
A su vez, vamos a estar impulsando y estimulando la
reforma en las empresa públicas, con la lógica de que se preparan
sistemáticamente para la competencia; los marcos competitivos en este
sentido son básicamente inexorables en muchos de los casos en donde
participan las empresas públicas y, por lo tanto, necesitamos elementos
regulatorios, elementos de marco competitivos sólidos y también empresas
públicas sólidas.
En ese esquema también se enmarca lo que vamos a
estar enviando al Parlamento rápidamente que es también un proyecto de
mejora en materia de políticas y legislación de competencia; en las
próximas semanas vamos a estar entonces enviando al Parlamento una
propuesta, un Proyecto de Ley, referido a la Promoción y la Defensa de
la Competencia, tomando las mejores prácticas internacionales al
respecto. Bueno, les agradezco el tiempo brindado.
EXPOSICIÓN DEL DIRECTOR DE MACROECONOMÍA DEL
MINISTERIO DE ECONOMÍA Y FINANZAS, FERNANDO LORENZO
FERNANDO LORENZO: Buenos días a todos. La parte de la
presentación que me corresponde hacer a mí tiene que ver básicamente con
la orientación general de las políticas macroeconómicas y su vinculación
con lo que podríamos denominar un objetivo prioritario y fundamental
-tal cual el Ministro lo ha establecido- que es alcanzar altos niveles
de crecimiento.
El concepto que está por detrás de esta articulación,
entre el marco macroeconómico, las políticas macroeconómicas y el
crecimiento, es relativamente simple y conocido pero vale la pena
reafirmarlo.
Un contexto macroeconómico equilibrado, y que dé
garantías fundamentales de estabilidad y previsibilidad, es un
ingrediente fundamental para que el proceso de crecimiento encuentre
oportunidades de concretarse, para que éste sea más sólido y lo menos
vulnerable posible.
Pero por sí sólo el marco macroeconómico no es una
condición suficiente para el crecimiento y esto lo queremos reconocer
desde la perspectiva de que la sola conducción macroeconómica no alcanza
para asegurar altos niveles de crecimiento.
Y desde el propio equipo que tiene a su cargo la
conducción de las políticas macroeconómicas queremos hacer un expreso
reconocimiento que hay otra batería de políticas públicas en las cuáles
estamos profundamente comprometidos y interesados, algunas de ellas que
ni siquiera son responsabilidad e iniciativa de la Asesoría
Macroeconómica, que son fundamentales para concretar crecimientos
económicos más importantes que los que hemos tenido hasta el momento.
Hechas estas consideraciones iniciales, queremos
empezar estableciendo algunos números que los denominamos los supuestos
macroeconómicos, o el contexto macroeconómico, en el cual se inscribe
las políticas macroeconómicas que el gobierno va a estar llevando
adelante.
Son algunos de ellos conocidos, voy a pasar rápido,
pero cada uno de ellos pretende aportar un elemento de entorno, dentro
del cual estamos tomando las decisiones en materia de políticas
económicas en general y, en particular, en materia de política fiscal.
Estamos contemplando para los dos años, para este año
y para el próximo año, la continuidad del proceso de crecimiento, con
tasas de crecimiento para este año de 6% y para el año que viene de 4%,
y la perspectiva es que, como resultado de las reformas estructurales
que se estarán implementando en el correr de este año y el año que
viene, prevemos que la mejora en la tasa de crecimiento a largo plazo de
la economía va a permitir incrementar los registros históricos de
crecimiento.
Por tanto, que a partir de 2006 la economía uruguaya
va a estar en condiciones de crecer más que lo que lo ha hecho
históricamente. Nuestra economía, es por todos conocido, que desde una
perspectiva de décadas –y póngase los números que se quiera, una década,
dos décadas, tres décadas, cuatro décadas, cinco y más- ha tenido bajo
registros de crecimiento.
Creemos que las reformas que se están llevando
adelante, y las que se van a seguir instrumentando a lo largo del
período, van a consolidar niveles de crecimiento, que nosotros ponemos
como referencia en el 3%, para el período posterior al año 2006.
Quiero aclarar que tuvimos muy lejos nuestros
registros históricos de crecer al 3% de manera estable y sostenida en el
largo plazo. Es más, Uruguay es un ejemplo de crecimientos per cápita
bajos, en un Continente de bajos crecimientos de los ingresos per cápita
a lo largo de décadas y décadas.
En segundo lugar, prevemos que en el año 2005, el
crecimiento del consumo privado va a encontrarse por encima del
crecimiento del Producto Bruto Interno. Esto quiere decir de algún modo
que el soporte que explica este comportamiento del consumo va a tener
que ver con una recuperación de los ingresos familiares.
Los ingresos familiares fue una variable que demoró
mucho en recuperarse. La consolidación de las mejoras en el mercado de
trabajo, acompañados con las previsibles aumentos de salarios reales que
se están procesando y que se van a concretar a partir de la convocatoria
de los Consejos de Salarios, van a permitir sin duda que el ingreso de
los hogares se recupere como no se había recuperado, a pesar de la
reactivación de la economía hasta hace muy poquitos meses.
A partir de ese momento prevemos que los gastos de
consumo de las familias van a estar creciendo a nivel equilibrado con el
Producto.
Seguirán siendo un impulso importante del
crecimiento, previsiblemente este año y el año próximo, el aporte que
realizan las exportaciones. Ha sido un ingrediente importante del
crecimiento económico, lo seguirá siendo, seguirá siendo su contribución
al crecimiento con tasas de dos dígitos para este año y para el próximo
año.
Como contrapartida de esto también y propio de una
economía pequeña, de una economía que se está recuperando, recuperando
niveles de ingresos, de inversión, de actividad en los distintos
sectores productivos, estamos previendo aumentos de importaciones
también de dos dígitos.
El mayor crecimiento de importaciones -este año- debe
de interpretarse como una mejora de la actividad generalizada de la
economía en todos los sectores, como recién mencionamos.
El contexto, si lo miramos ahora desde el mercado de
trabajo y desde la formación de precios de la economía, estamos
previendo incrementos de empleo tanto para este año, como para el
próximo, 30.000 personas son los supuestos con los que estamos manejando
para este año y 25.000 personas adicionales en el mercado para el
próximo año.
En cuanto a la tasa de desempleo, estamos previendo
una reducción paulatina de ella, alcanzando este año todavía niveles de
once con cinco y pensamos que en promedio en el 2006 va a estar en el
orden de 10% y estos promedios pueden encubrir que sobre finales del año
que viene, si el programa efectivamente y los supuestos se verifican, la
tasa de desempleo se encuentre por debajo de los dos dígitos.
Estamos previendo que, en el contexto de la evolución
de la economía esta consolidación del crecimiento, continuidad del
crecimiento, los salarios reales promedio crezcan a lo largo de los dos
años; estamos previendo que los salarios podrían crecer este año un 3,2
%; en promedio del año, insisto, probablemente punta contra punta,
diciembre contra diciembre, los datos puedan dar registros diferentes en
el promedio del año 3,2 y prevemos que para el año que viene ocurre un
crecimiento, también, de 2,3.
Por decirlo de alguna manera equis y sintéticamente,
en el contexto del año 2005, el año 2006, estaríamos previendo aumentos
saláriales del orden seis por ciento a lo largo de todo el periodo.
Y una inflación, que supongo que será más
extensamente desarrollado por el Presidente del Banco Central, ya fue
anunciado, nosotros estamos trabajando sobre un supuesto de que la
inflación este año se sitúa en el centro de la referencia que el Banco
Central tenía para el periodo diciembre - diciembre; o sea, 6,5 por
ciento y para el año que viene el 5,5 por ciento; esos son nuestros
supuestos.
¿Cuáles son las metas fiscales que el gobierno se ha
trazado, ahora sí, para los próximos tres años? Y estos tres años son
los que cubren esencialmente, no exactamente, pero esencialmente el
programa acordado con el Fondo Monetario; acordado no, en vías de
acuerdos. Con el Fondo Monetario Internacional estamos previendo un
superávit primario para este año de 3,5 por ciento de Producto, un
superávit primario que va de 3,7 el año próximo y 4 por ciento al año
siguiente.
Eso en el marco, y quiero subrayarlo, en el marco de
un proceso continuo de reducción del déficit consolidado del sector
público, desde niveles de 1.7 hasta 1.3 y al final del año 2007
esperamos que este se encuentre claramente por debajo del 1 por ciento
del Producto y este proceso nosotros querríamos denominarlo ahora la
consolidación fiscal del país, o sea, el alcance de una situación fiscal
consolidada.
Quiero subrayar muy especialmente que este proceso de
consolidación fiscal ocurre en un contexto de un gasto discrecional del
sector público, estabilizado en relación al Producto y con leve
contracción.
¿Qué quiere decir? El gasto publico no está siendo un
factor en sí mismo que pese más en el conjunto del Producto Bruto
Interno, sino que es un gasto discrecional por parte del gobierno
estabilizado en niveles del 11%.
Esto simplemente es los mismos datos que he aportado
recién en términos de gráficos. Lo mismo con el déficit global del
sector público y la contrapartida si se quiere de estos datos referidos
a los flujos de resultados del sector público, cuál es la contrapartida
de esto en términos de la evolución de nuestra deuda publica.
Partimos de niveles de deuda pública, entendida la
deuda pública del sector público no financiero, partiendo de datos del
año 2004 del orden del 89 por ciento, pero veremos a lo largo de los
cinco años de la gestión de esta administración una reducción continua y
progresiva hasta alcanzar niveles de este indicador del orden del 60 por
ciento, esto todavía se encontrará por encima de los registro que tenía
nuestro país en materia del ratio de deuda - producto anteriores a la
crisis del año 2002.
Básicamente, la composición del resultado fiscal del
año 2005, las queremos referir para ser bien entendidas en términos de
qué implica en términos programáticos para la gestión financiera del
gobierno, cómo se compara la composición de este superávit en relación a
lo que era el año pasado. Básicamente, tenemos un resultado de gobierno
central cinco décimas por debajo de la del año pasado; un resultado de
empresas públicas que en un contexto muy adverso para la operativa de
estas empresas, muy adverso como es el año 2005, les estamos pidiendo un
esfuerzo importante, les estamos pidiendo que aporten al programa
financiero 1.6 % del Producto; el resultado del Banco Central sería
eventualmente el mismo del año pasado y las Intendencias registrarían el
mismo aporte al programa financiero, una contribución de 0.1 en términos
de contribución al superávit primario, pero no al programa financiero.
Esto hace que cierren las cifras que estamos
refiriendo en términos al superávit primario de 3,5 para este año.
Básicamente, entender la comparación de los datos del año pasado con
éste implica hacer algunas precisiones respecto a cómo se debe leer este
superávit estructural.
La primera lectura simple que podría hacerse sobre
esto es que se produce básicamente una fuerte reducción del resultado
primario y esto queremos relativizarlo y afirmar que la lectura del
superávit primario como una fuerte reducción encubre básicamente que el
superávit primario estructural, al cual queremos hacer referencia ahora,
aumentará a pesar de que han ocurrido un conjunto de factores
explicativos que han contribuido a deteriorar la situación fiscal de
este año, claramente: fuerte reducción de impuestos, anunciados y
concretados durante el año pasado; la implementación del Plan de
Emergencia; los pagos de atrasos a proveedores y los gastos de
elecciones municipales, son claramente condiciones y componentes de
gastos y/o de renuncias al gasto público que están influyendo sobre la
lectura de las cifras fiscales.
Y para ayudar a esta lectura, preparamos un cuadro
que esperamos ayude a entender en qué consiste esta afirmación que en
realidad el esfuerzo fiscal que se realiza este año es compatible con un
incremento del superávit estructural y sobre todo con un incremento
sustantivo del superávit estructural.
Si nosotros tomamos el superávit primario del año
2004 y tenemos en cuenta que hubo ingresos extraordinarios, ingresos
extraordinarios por las subastas públicas que el gobierno hizo y por
ingresos que ocurrieron sólo puntualmente el año pasado, tenemos 4
décimas más de Producto; si a eso le agregamos egresos extraordinarios
ocurridos el año pasado, así computados como extraordinarios como que no
tienen una contrapartida exacta en el año 2005 y en los años
subsiguientes de 0.6, y si a eso le imputamos además los efectos que
hubiera tenido la recaudación de impuestos que se realizó durante el año
2004, antes de las rebajas de impuestos, y consideramos que esas ya no
están hoy porque son rebajas de impuestos que ocurrieron no a principio
de año, sino que ocurrieron a mitad de año, nos encontramos conque el
superávit primario estructural del año pasado fue 3,4; compatible de
todos modos con lo acordado con el FMI.
Ahora, si hacemos la misma lectura, con el mismo
rigor metodológico de computar los gastos extraordinarios en ingresos
extraordinarios correspondientes a este año, nos encontraríamos
claramente que este año tenemos ingresos extraordinarios por 0.3 del
Producto; no tenemos ingresos extraordinarios porque el gobierno no ha
introducido ni prevé introducir ningún cambio en su políticas tributaria
y no hay ningún componente ya este año de recaudación transitoria de
impuestos, y si componemos esta suma nos da 3,8; y si a eso le agregamos
el Plan de Emergencia que este año representa 0.4 del Producto, llegamos
a que el superávit estructural primario del que se está alcanzando este
año ya supera los 4 puntos del Producto.
Y esto es un esfuerzo muy importante que se está
realizando en materia de consolidación fiscal en el marco de una clara
priorización en términos de la orientación del gasto; 4 décimas de esta
mejora del superávit primario estructural están dedicadas y asignadas al
Plan de Emergencia que ha sido prioridad política fundamental de este
gobierno.
Estas cifras creo que hablan por sí solas del tipo de
lecturas que nosotros proponemos hacer para entender que este año ha
sido un esfuerzo de consolidación fiscal importante por parte del
gobierno.
Claramente, claramente la consolidación fiscal ocurre
en un momento en que el gasto público sigue reduciendo su proporción, su
participación en el PBI y prevemos que a lo largo de todo el período de
gobierno el gasto público no sea un elemento que presione adicionalmente
sobre el Producto y que no se incremente por encima del Producto.
Básicamente, queremos repetir, en la consolidación
fiscal y particularmente en lo que ocurre este año, las empresas
públicas están haciendo, están aportando un superávit importante a pesar
de un contexto adverso.
A pesar de un contexto adverso, quiere decir: los
mayores costos por la crisis energética, el precio del petróleo, las
inversiones imprescindibles en materia energética, hace que el deterioro
fiscal de las empresas, lo estamos haciendo básicamente el previsible
deterioro del resultado de las empresas públicas en este contexto lo
estamos atacando a través de un fuerte control de gastos; y, en segundo
lugar, una adecuación de las tarifas como todos saben que hubo que
realizar en función de las evoluciones de los costos.
No obstante, queremos señalar que conforme con la
prioridad de inversión que el gobierno se ha trazado, las Empresas
Públicas en el año 2005 registran un importante incremento de sus
inversiones.
Aquí tienen la comparación en el gráfico de las
inversiones en el año 2004 y la comparación con lo que está previsto en
el programa a realizar este año; como verán implica un incremento de 100
millones de dólares respecto al año pasado en las inversiones,
concentrada fundamentalmente en UTE y en la Administración Nacional de
Puertos.
Básicamente, el manejo fiscal en el año 2005 está
orientado fundamentalmente por un proceso de reasignación del gasto
público y en este sentido se han concretado dos tipos de medidas: unas
medidas de contención de gasto, que son por todos conocidas, le hemos
puesto tope de gastos y de inversiones a la Administración Central;
hemos definido que el ajuste de las remuneraciones se va a realizar en
el gobierno central y en las empresas públicas por IPC, y hemos tomado
medidas de priorización del gasto público -como decíamos recién- en
términos que la expansión de gastos está concentrada fundamentalmente en
el Plan de Emergencia y en el aumento de inversiones de las Empresa
Públicas.
Este gráfico, lo que trata es de poner simplemente
una imagen clara y elocuente sobre cuál es la estructura del gasto
público en Uruguay y quiero que lo vean a la luz de los objetivos y las
realidades que tenemos en materia de finanzas públicas.
Esta composición de gastos, y fíjense la importancia
que tienen el pago de intereses, la Previsión Social y las
remuneraciones; quiero que vean sobre qué ámbitos de los gastos que
darían las posibilidades de ajuste y compresiones adicionales.
En resumen, lo que queremos señalar es que el gasto
público uruguayo en su situación actual es de muy difícil compresión a
corto plazo, y el reconocimiento de esta situación debe estar sobre la
mesa a la hora de discutir cuáles son las opciones reales que tenemos.
No obstante, queremos decir que desde nuestra
perspectiva la política fiscal en el 2005 tiene algunos ingredientes que
ilustran acerca de cuál es la visión que tenemos sobre la orientación de
esta política a medio plazo.
La primera, es que descartamos de plano al inicio de
la gestión un nuevo ajuste fiscal; es una lógica histórica que se ha
repetido históricamente en muchísimas oportunidades; no una lógica
determinista pero sí una lógica histórica que después de un año previo
de elecciones, que normalmente tiene resultados fiscales relativamente
malos en nuestro país, ocurren ajustes fiscales que implican aumento de
impuestos significativos durante el primer año de gestión de gobierno.
Se han descartado esas opciones. Y tampoco se adoptó
una política expansiva; ninguna de las dos opciones, ni una política
expansiva, ni un ajuste fiscal.
¿Por qué? Porque creemos que las señales que estamos
empezando a construir este año son compatibles con devolverle a la
política fiscal progresivamente la capacidad de actuar contra
cíclicamente.
¿Qué quiere decir esto? Este año y a lo largo de los
años de programa de los que estamos hablando aquí, el gasto público
estará creciendo por debajo de los ingresos públicos, con el propósito
de alcanzar una situación fiscal al final del programa en la que el país
haya recuperado la posibilidad de actuar a través de la política fiscal
ante escenarios adversos.
En un escenario de fragilidad fiscal y de fuertes
restricciones fiscales, como la que tiene nuestra economía desde hace
varios años, es muy difícil que la política fiscal pueda hacerse cargo
de operar en situaciones de recesión o en situaciones de emergencia que
se planteen. Por eso, vamos a una política fiscal que asegura la
sustentabilidad de la deuda y la previsibilidad que puede dar el
programa macroeconómico y financiero del gobierno.
No es lo único que creemos que tiene que ver con el
crecimiento, no queremos caer en el reduccionismo de decir que todo el
funcionamiento de la economía y todas las decisiones fundamentales que
tienen que ver con el crecimiento se agotan en lo que las políticas
macroeconómicas pueden aportar.
Y en ese sentido, sumando algunas anotaciones que
señalaba Mario Bergara anteriormente, quisiéramos decir que hay dos
capítulos sobre los cuales, estamos trabajando y vamos a trabajar de
manera intensa, y esperamos que en colaboración con todo el sector
privado y con las organizaciones empresariales, en torno a: clima de
inversión, mejora del clima de inversión. Si el país necesita inversión,
necesita que todo aquello que afecta a la inversión y no sólo las
políticas y regulaciones públicas, todo lo que afecta a la inversión
tenga mejoras sustantivas y progresivas a lo largo del período.
Y por cierto, y por cierto, que protección de
derechos de deudores y acreedores, con estricto cumplimiento de los
contratos es un ingrediente.
Por cierto, que necesitamos de un nuevo marco que
permita el fortalecimiento y facilite la reestructuración de empresas.
Necesitamos una nueva ley de quiebra, necesitamos nuevos procedimientos
concursales.
El país, con los procedimientos concursales que tiene
hoy, no alienta de ninguna manera a la inversión; alienta a que las
empresas tienen, una vez que enfrentan dificultades, el único camino que
les queda es un camino en el que la probabilidad de extinguirse a lo
largo de ese proceso es muy importante; eso no hace a la salud de la
inversión, no hace a la calidad de las empresas y esto no está pensado
el introducir cambios en la Ley de Quiebra solo para arreglar un
problema del pasado, un problema de reestructuración de empresas, que
hoy tienen buenos negocios y quizás no tienen una situación financiera
para llevarlos adelante, sino que lo que trata es de dar un nuevo marco
para que esta realidad de empresas que no pueden invertir no se repita
hacia el futuro.
No es una solución de un problema heredado, es una
estrategia que tiene que ver con la consolidación de un clima de
inversión hacia el futuro.
Sobre las empresas públicas, Mario Bergara ya se
refirió, yo quisiera hacer una breve consideración sobre clima de
inversión y mercado de capitales.
La posición que manejamos desde el Ministerio de
Economía es que la regulación y supervisión del mercado de capitales
probablemente requiera de ajustes; pero, desde el Ministerio de
Economía, lo que pensamos es que lo que se necesita -y estamos ya
trabajando en esta materia en colaboración con actores institucionales-
es que la estrategia económica implique la promoción de un mercado de
capitales inexistente.
Podemos tener una regulación y una supervisión
perfecta, pero el problema de partida es un problema promocional y no se
le puede pedir a la agencia del Estado, que tiene asignada la
supervisión y la regulación, que al mismo tiempo sea al que se le
imputen responsabilidades de promoción.
Las responsabilidades de promoción del mercado de
capitales corresponden a otras agencias del Estado, y en particular, el
Ministerio de Economía y Finanzas, está trabajando y se propone trabajar
en esta materia.
Último comentario, nosotros tenemos para el
crecimiento un desafío de la competitividad y la competitividad, y con
esto terminamos la presentación, la competitividad está directamente
vinculada con la generación de capacidades competitivas y las
capacidades competitivas tienen que ver directamente con las mejoras de
productividad, el incremento de productividad.
La estrategia de competitividad se tiene que definir
a través de procesos que contribuyan a la mejora de la productividad.
Y la mejora de la productividad, a largo plazo, está
directamente involucrada con aquellos factores que explican el
crecimiento económico y tienen poco que ver, poco que ver, los factores
que contribuyen al incremento de la productividad con ninguna política
macroeconómica, ni con la política fiscal, ni con la política monetaria,
ni cambiaria.
Tienen que ver con la inversión, con la educación,
con el capital humano, con la innovación, con la capacidad de estimular
procesos en las empresas que mejoren su calidad, que mejoren el ámbito
de las relaciones laborales.
La competitividad es aquellas cosas que contribuyen a
mejorar capacidades y además a mejorar capacidades en relación a las
capacidades de nuestros competidores.
Es esencialmente una carrera competitiva y si es una
carrera competitiva la tenemos que jugar sobre cosas sobre las que se
pueda competir. Y sobre las políticas macroeconómicas, sobre ninguna de
las políticas macroeconómicas podemos competir.
Podemos asegurar que las políticas sean consistentes,
coherentes y que aseguren estabilidad y previsibilidad, pero esta
competencia a la que estamos haciendo referencia depende de otras
políticas públicas y no necesariamente de las políticas macroeconómicas.
En particular, el gobierno se propone llevar adelante
un conjunto integral de programas de competitividad que va a tener cinco
componentes: promoción de inversiones; promoción comercial; innovación;
calidad y apoyo a la generación de capacidades empresariales.
Creemos que esos cinco componentes van atacar sucesiva y
coherentemente todos los elementos que intervienen en la generación de
capacidades competitivas. Por cierto, por cierto, esta es la estrategia
del gobierno.
Pero toda vez que alguna situación proveniente de las
políticas macro-económicas pudieran contribuir a un obstáculo, se
constituyan en un obstáculo a este proceso, por supuesto que estaríamos
muy preocupados y muy interesados en considerarlo.
En este momento no consideramos que, desde ninguna de
las políticas macro-económicas, haya ningún impedimento a que la
competitividad se pueda desarrollar. Pero sí necesitamos de un conjunto
de programas y componentes de una estrategia de competitividad de las
que el país carece y además que tienen muy poco de ver con las políticas
macro-económicas, pero mucho que ver con el resultado final en materia
de crecimiento. Muchas gracias.
EXPOSICIÓN DEL DIRECTOR DE LA OFICINA DE PLANEAMIENTO
Y PRESUPUESTO, CARLOS VIERA
CARLOS VIERA: Buenos días. Complacido por la
invitación, intentaré dar algunas pautas desde la mirada que podemos
realizar desde Planeamiento y Presupuesto.
En realidad nuestra oficina creemos que tiene un rol
importante en la coordinación de políticas, en la vinculación que
necesariamente tiene que realizarse entre el corto plazo y el largo
plazo, entre el programa sectorial y el programa global, entre lo social
y lo productivo, en el marco de lo que se ha dado a llamar un Plan
Estratégico Integral.
Se me plantea hablar sobre los lineamientos
estratégicos para el Presupuesto. Debo decir –entonces- que el
Presupuesto es la expresión cuantitativa de un programa, y si estamos
considerando que el país tiene por delante cinco años de un nuevo
gobierno que se ha instalado recientemente y que hoy trabaja en el 2005
con el Presupuesto que hereda de la Administración anterior, por lo
tanto sus posibilidades de generar cambios en esa materia, arrancan
desde el 2006 y muy escasamente y en escasos márgenes lo que pueda
adecuarse en términos del Presupuesto de 2005.
Esta actividad de Presupuesto –entonces- que es por
cinco años, nos conduce a la idea de que tenemos que tener un plan
estratégico de mediano plazo, capaz de sustentar los lineamientos que
ese Presupuesto requiere.
Su elaboración implica sí, tener determinadas pautas
pero de ninguna manera pautas que sean desprendidas de la realidad, las
pautas tienen que estar vinculadas a un dinamismo de la actividad
económica y por lo tanto, no pueden ser extremadamente rígidas. No
podemos tener un Presupuesto elaborado desde ya para todo el quinquenio,
sino que tenemos que tener un Presupuesto que sepa adaptarse a los
cambios que a nivel macroeconómico suceden y a los nuevos desafíos que
la realidad está exigiendo atender.
Lo que no podemos hacer en una elaboración
presupuestal en este diseño de una metodología que estamos ya trabajando
intensamente, lo que no podemos hacer es basarnos meramente en el
Presupuesto anterior, en la ejecución que viene del año pasado o de los
años anteriores.
Un gobierno que además se planta como un gobierno de
cambio, no puede de ninguna manera caer en esa falsa alternativa. Lo que
sí hay que hacer, es dar respuesta en materia presupuestal a las
exigencias que la realidad está imponiendo, con políticas activas de
Estado, capaces de incidir en esa realidad, en busca de resultados que
tendrán que ser evaluados a partir de que si los instrumentos y las
incidencias que de esos instrumentos se desprenden, tuvieron los éxitos
o fracasos que habrá que ver.
El Estado a través del Presupuesto no puede por sí
sólo a través de su gasto público, modificar esa realidad, pero sí puede
apuntalar acciones del sector privado, promoverlas, complementarlas; por
ejemplo con una infraestructura adecuada para que dicho sector privado
sea quien dé también respuesta a los problemas que tiene nuestra
sociedad.
De manera que es importante, que tengamos presente
que hay una inversión pública a la cual vamos a tratar de fomentar,
racionalizar; pero también hay una inversión privada, y el Presupuesto
no es ajeno a crear las condiciones necesarias, los estímulos para que
dicha inversión privada se dirija a la áreas en que prioritariamente el
país necesita que se dirija.
Si el Presupuesto debe ser una respuesta a una
realidad, importa saber qué realidad afrontamos al inicio de este
período de gobierno.
Aquí tenemos por un lado entonces, una realidad
macroeconómica en la cual el país ha tenido un crecimiento importante en
el año 2004, pero a pesar de ese crecimiento importante y saludable, el
país no ha llegado aún a los niveles de actividad, o sea su Producto
Bruto Interno es menor al de 1998.
En segundo lugar, dicho crecimiento no es claro que
tenga un soporte en materia de nuevas inversiones, sino más bien está
cimentado en mayor aprovechamiento de capacidades que la crisis había
dejado ociosas, y por lo tanto, es necesario reponer un nivel muy alto
de inversión para seguir adelante, o el crecimiento se nos puede venir
abajo.
En tercer lugar, nos dejó la crisis altísimos niveles
de endeudamiento externo del país, del orden del 90% del Producto.
En cuarto lugar, hay una reducción del salario real
importante y una reducción del empleo, que si bien fue parcialmente
compensada, no fue del todo compensada, a partir de la crisis.
Y en quinto lugar, hay un deterioro social
extremadamente importante, que compromete otras facetas de nuestro
desempeño como país.
Dos palabras sobre ese deterioro social: casi un
tercio de la población vive en condiciones de pobreza; casi un millón de
hombres y mujeres tienen problemas de empleo, ya sea por subempleo,
empleo precario o lisa y llanamente desempleo. Más de la mitad, el 56 %
de los niños que nacen anualmente, nacen en condiciones de pobreza, en
hogares bajo la línea de pobreza, aproximadamente la mitad de ellos son
hijos de madres adolescentes, la mitad de esas madres adolescentes no
tiene pareja estable, no estudian, no trabajan e iniciaron el embarazo
con déficit nutricional. De cada 100 alumnos que ingresan al nivel
Secundario en el sistema de enseñanza pública, 58 abandonan, 23 culminan
con rezago y apenas 19 egresan en el tiempo previsto.
30.000 jóvenes entre 12 y 19 años están excluidos de
los ámbitos de socialización propios de su edad.
Esta realidad -que ha sido el diagnóstico que motivó
el Plan de Emergencia- es uno de los componentes; por lo tanto, si
estamos hablando de un Plan Estratégico que tiene que plasmarse en el
Presupuesto, y tenemos una realidad que nos indica que el país necesita
un equilibrio macroeconómico renovado, que necesita solucionar su
problema de endeudamiento, que necesita confianza para las inversiones,
que necesita un sector público que apuntale y que acompase al sector
privado, que necesita imprescindiblemente atender la emergencia social,
el desafío que se nos impone es compatibilizar todo ello, saber
equilibrar la economía, llegar a la estabilidad macroeconómica y al
mismo tiempo hacer sustentable con ello la atención a la emergencia
social y sostener el crecimiento hacia adelante.
Eso tiene que estar de alguna manera reflejado en el
Presupuesto Nacional. Entonces tenemos que plantearnos una estrategia de
desarrollo nacional que la vamos a dividir necesariamente en dos etapas:
la primera etapa de superación de los problemas de reequilibrar el país,
de ponerlo como decía Astori en la senda del crecimiento, de levantar
vuelo, en esa primer etapa -en donde tenemos que ser muy cuidadosos de
los equilibrios y de las exigencias sociales- vamos a establecer ciertas
prioridades y necesariamente habrá una segunda etapa, en donde el país
tiene que pensarse a si mismo hacia delante; en donde el país tiene que
buscar, no limitarse al Presupuesto que podrá terminar en el 2010, sino
que tiene que buscar su visión hacia delante en su estrategia como país,
pensando más bien en el 2020. Tenemos que buscar un ámbito y la Oficina
de Planeamiento y Presupuesto quiere serlo, tiene que serlo, tiene
mandato constitucional para serlo, en donde pensemos el país hacia
delante en términos de planificación estratégica de largo plazo, y donde
las coherencias entre el corto plazo y el largo plazo estén medianamente
garantizadas.
En tal sentido entonces, lo primero es desarrollo con
inclusión socioeconómica como estrategia para el 2005-2010.
Estamos hablando de estabilidad macroeconómica y
sustentabilidad fiscal, sustentabilidad de la deuda, que está vinculada
a la sustentabilidad fiscal. Pero al mismo tiempo estamos hablando -en
este período- del PANES y estamos hablando de reformas estructurales.
Ese es el panorama que tenemos que atender y reflejar en el Presupuesto.
La estabilidad macroeconómica tiene un ancla real en
la productividad, en la promoción de la inversión, en la eficiencia de
las empresas públicas, donde mucho tiene que ver nuestra oficina y por
sus cometidos específicos.
Un ancla real también en la política fiscal que
asegure el superávit primario en los próximos cinco años; un ancla
monetaria en la política de tal, hacia objetivos de inflación y la
gestión de la deuda, reducción del ratio de deuda sobre Producto.
El PANES tiene varios componentes: el Ingreso
Ciudadano -voy a pasar rápidamente porque creo que es ampliamente
conocido-, el trabajo por Uruguay, la erradicación de tugurios y mejora
de viviendas precarias y el programa de atención primaria en salud en
zonas carenciadas, entre otros.
Estamos con un Plan que busca integralidad, estamos
con un Plan que no se limita a asistir sino a promover, con un Plan que
busca reinsertar a la gente, ponerlas en condiciones de ser personas que
se integren en el proceso productivo o al proceso educativo en el caso
de los niños y los muchachos.
Este PANES es entonces un objetivo prioritario y su
expresión presupuestal, es uno de los principales esfuerzos y trabajos
que tenemos que realizar en todos los términos, tanto los términos
operativos como en los términos de prioridades.
Por el lado de las reformas estructurales, tenemos
-como se ha dicho acá y no voy a insistir en ellas- la reforma fiscal y
tributaria, la reforma del sistema financiero, el capital social y
capital humano, el clima de negocios.
La reforma tributaria y fiscal ya fue expresada, yo
diría remarcar simplemente que desde la OPP estamos priorizando algunos
temas: hemos convocado y creado - porque tenemos facultades
constitucionales para hacerlo- comisiones sectoriales, una de ellas
destaco especialmente: la Comisión Sectorial de la Seguridad Social,
para trabajar los problemas de cobertura, calidad de ella,
institucionalidad y financiamiento como aspectos a mejorar en el
sistema, y modernización del proceso presupuestal, incorporación de
elementos estratégicos, que era a lo que me estaba refiriendo.
La reforma financiera seguramente ya fue de alguna
manera expresada, y Walter lo hará más en profundidad, de manera que
dejo el tema en esos términos. Y me dedico sí a establecer la
importancia del aspecto que significa cuidar el capital social y humano,
la instrumentación de los Consejos de Salarios para la negociación
colectiva con participación de empresarios, trabajadores y Estado es
–creo yo- un jalón importantísimo que ensambla muy bien en esta nueva
forma de concebir la ingerencia estatal en la actividad económica.
El Consejo de Salarios para la Administración
Central, es decir, estamos hablando de Presupuesto, tendremos que hablar
de salario público, y estamos en otros términos ahora planteando el tema
a través de Consejos de Salarios para Administración Central, para las
empresas públicas y para los organismos descentralizados.
El nuevo diseño del Sistema Nacional de Salud tiene
que tener su expresión presupuestaria y es uno de los ejes importantes a
atender.
El fortalecimiento de la Educación Pública. La mejora
en las condiciones de acceso a la vivienda, la promoción de la
responsabilidad social, la promoción de la economía social, y la
coordinación de políticas de recursos humanos con el sector público.
Nosotros desde luego tenemos un necesario aporte a la
tarea de todos de propiciar la inversión privada, y por lo tanto
cuidaremos el clima de negocios, y las acciones que se están tomando a
cabo por parte del gobierno son ya claras, contundentes, han sido
expuestas, pero queremos enfatizar en el Programa sobre competitividad,
que estamos ya prácticamente avanzadas las negociaciones con el Banco
Interamericano de Desarrollo; un Programa de promoción del comercio, de
la inversión, de la calidad y la seguridad de la producción industrial,
un Sistema Nacional de Innovación, en el cual destaco el Gabinete de la
Información, que se ha establecido a nivel de Presidencia dela
República, con cuatro Ministerios y la OPP, promoción de emprendedores y
los conglomerados y cadenas productivas, donde el enfoque de negocios en
particular, por ejemplo el de turismo o el enfoque regional, la OPP
tiene mucho que aportar, porque está trabajando intensamente en el tema
y porque tiene instrumentos en su estructura, capaces de llegar a nivel
departamental de distinta manera y con quizás más eficacia.
El problema entonces que tenemos que plantearnos es:
mientras tanto esas reformas estructurales van cobrando forma, mientras
tanto el PANES se va implantando, ¿qué es lo que pasa? ¿Cómo podemos
articular una cosa con la otra? ¿Cómo podemos reinsertar porque el PANES
es un mecanismo de reinserción y no de asistencialismo? ¿Cómo podemos
establecer mecanismos para que la gente se vaya reinsertando de veras,
esa gente asistida por el PANES, se vaya reinsertando de veras en lo que
es la actividad productiva del país y se cree más ciudadanía? Entonces
estamos promoviendo un Plan de corto plazo, cuya expresión presupuestal
estamos tratando de establecer, de donde habrá un Programa Nacional de
microfinanzas y articulación productiva, con instrumentos financieros,
como créditos microfinancieros, como instrumento no financiero que
pueden ser políticas de articulación productiva, extensión, asistencia
técnica, capacitación, dirigido a emprendedores en zonas carenciadas,
emprendedores informales, microempresarios, pequeños y medianos
empresarios formales y PYMES exportadoras. La importancia que son cuatro
programas que tiene que articularse.
Nosotros estamos pensando entonces que habrá
emprendedores que tenemos que rescatarlos de los hogares actualmente en
condiciones de extrema pobreza, habrá emprendedores que ya existen y que
están en plano de informalidad, habrá emprendedores que son micro y
pequeñas empresas, pero que no tienen grado de bancalización, no tienen
grado de tecnificación en su actividad. Y habrá emprendedores –los hay-
que son PYMES exportadoras que necesitan incorporar mucho mayor valor
agregado.
Estamos entonces también concertando con organismos
internacionales un Programa de apoyo a las microfinanzas y a la
articulación productiva que tengan estos componentes, con el objetivo de
inclusión en el primer caso, de formalización, mayor grado de
formalización en el segundo caso, de bancalización e
internacionalización en el tercer caso y de mayor valor agregado en el
cuarto.
Destaco, no podemos quedar con los brazos cruzados
cuando sabemos que el 40% del empleo en este país está en condiciones de
informalidad; ese es un tema importante, atacar la emergencia y atacar
este aspecto son tareas que van concomitantes. A su vez, el PANES no
solamente inserta nuevos emprendedores, sino que además inserta personas
que no están en edad de trabajar, sobretodo niños y adolescentes,
tenemos que tener un sistema educativo capaz de que los integre, y un
Sistema Nacional de Información para que dichas personas también estén
en condiciones de constituirse en empresarios.
El Programa incluirá entonces, cambios normativos,
cambios en la infraestructura y cambios en el conocimiento, la
aportación de las nuevas innovaciones del conocimiento a estos nuevos
emprendimientos es fundamental.
Esa es entonces la idea que tenemos acerca de cómo
manejarnos en el corto plazo, en el plazo que va en el período en que el
país se va rehabilitando, reconstituyendo, reequilibrando; plataforma de
lanzamiento para el país del futuro que todos queremos; en que el corto
plazo estamos atendiendo necesidades urgentes, mientras hacia adelante
confiamos en poder llegar a un país que satisfaga mucho más plenamente a
las personas en su desarrollo integral.
Entonces necesitamos acciones pendientes a hacer más
fluidos los vínculos entre el Poder Ejecutivo, los gobierno
departamentales, las empresas públicas y la sociedad civil, y la Oficina
de Planeamiento y Presupuesto a través de las Comisiones Sectoriales
tiene ese cometido.
Lo ha dispuesto la Comisión prevista en la Artículo
230 de la Constitución, que se ha reunido por primera vez, creo desde la
creación de la OPP y que está compuesta por todos los Ministros
vinculados al desarrollo y el Director de la OPP, esa Oficina ha
dispuesto: que formemos desde la OPP, cinco grandes Comisiones
Sectoriales que después tendrán su ramificación en diversas áreas:
Uruguay Productivo, Uruguay Social, Uruguay Innovador, Uruguay Integrado
y Uruguay Reformado en su aspecto de democracia interna, que en lo que
respecta a nosotros es reforma del Estado.
Esas cinco grandes áreas que coinciden con los ejes
programáticos, vamos a irlas desarrollando desde la OPP.
Los ejes entonces para el período 2007-2020: un
Presupuesto de empresas públicas, queremos corregir la forma de trabajo
que hasta ahora se ha dado. Reconocemos que en el año 2005 no hemos
trabajado de la mejor forma; los Presupuestos de las empresas públicas
-a nuestro modo de ver- tienen que estar determinados por el plan de
desarrollo que tengan dichas empresas públicas, y en segunda instancia
tienen que ser compatibles con las metas y planes financieros del
gobierno central.
Lo que no hemos podido todavía hilvanar son esos dos
aspectos, porque el año 2005 es un año de inusitada rapidez en los
movimientos, hemos tenido que ir preparando el Presupuesto y el acuerdo
con el FMI, sin tener el tiempo suficiente como para poder tener ya
establecido, prediseñado planes estratégicos para las empresas públicas.
De manera que las tarifas de las empresas públicas, los niveles de
inversión de las empresas públicas, los niveles salariales y de costos
de las empresas públicas deben estar mucho más hacia el futuro
determinados por los planes de desarrollo de dichas empresas, que por
las necesidades financieras del gobierno, sin perjuicio de lo cual este
año 2005 estamos aún con déficit en esa materia.
El plan de desarrollo tenemos que forjarlo desde una
visión compartida de país, no se trata de que unos iluminados se
encierren en algún ámbito, en alguna oficina de la OPP o donde sea y
traten de imaginarse cuál es el país del futuro; lo queremos elaborar a
partir de una interacción profunda, entre nosotros como gestores de
opinión, como demandantes de opinión y los actores que nos van a poder
dar respuestas y esas respuestas las podemos obtener a través de este
funcionamiento que estamos previendo, en donde quedan los Ministerios,
quedan las empresas públicas y quedan los gobiernos departamentales en
una tarea coordinada, en una tarea que busca consistencias, coherencias
en todos los ámbitos, para poder llevar adelante esta tarea tan
importante; por supuesto con los apoyos externos, con todo eso.
Y por último entonces me detengo en algunos aspectos
más puntuales que sin duda merecen capítulo aparte.
En primer lugar, el salario público. Reconocemos que
las pautas presupuestales en materia de salarios públicos, tienen que
adaptarse a la situación del país; situación del país en la cual la he
definido, he tratado apoyándome además en las disertaciones anteriores,
queda clarísimo que el país necesita tiempo para rehabilitarse, queda
clarísimo que la recuperación salarial -esperamos tener del lado del
sindicalismo uruguayo la madurez suficiente- deba irse paulatinamente
dando.
Reconocemos la necesidad de recuperación salarial,
pero en forma paulatina, en el transcurso de este período de gobierno,
esperamos que las pautas presupuestales para el salario del sector
público, recojan justamente ese criterio, paulatina recuperación de lo
perdido desde la crisis hasta el momento actual.
En segundo lugar, la transparencia. El Presupuesto de
alguna manera tiene que reflejar todas las transferencias que hay entre
los agentes que intervienen en la sociedad, y hasta ahora las
transferencias que sí estamos registrando son los subsidios y las
subvenciones. Nos faltaría registrar -y estamos buscando una metodología
adecuada- nos faltaría expresar allí los renunciamientos fiscales, es
decir, cuánto cuestan y a dónde van las exoneraciones que se establecen
y qué finalidad tienen y cómo podemos después, evaluar resultados al
respecto.
Otro aspecto es como criterio presupuestal, que no
habrá aumento de la presión fiscal; quiere decir que todo los avances
que necesitemos tener, los tengamos que realizar a partir de el
crecimiento económico.
El crecimiento económico sustentará entonces los
sucesivos avances, de donde señores, estimados amigos, necesidad de que
el Presupuesto no sea algo rígido que se establezca en el 2005 para el
2008, 2009, 2010, sino que necesitamos en la perspectiva de crecimiento
en la cual estamos todos abocados, tener los márgenes de flexibilidad
para que a través de adecuaciones anuales sucesivas adaptemos la
realidad presupuestal a las nuevas condiciones macroeconómicas que
esperamos sean más favorables hacia delante.
Las rendiciones de cuentas entonces no pueden ser una
revisión total de unas líneas estratégicas, pero sí tiene que ser
adecuaciones necesarias que acompasen el funcionamiento de la economía.
La ejecución presupuestal es limitada -sobre todo en
las inversiones- y por lo tanto un aspecto de la reforma del Estado
tiene que ser capacitar a las Unidades Ejecutores para que sean capaces,
tengan capacidad de ejecutar, porque cuando el legislador establece un
crédito presupuestal, lo establece en función de un Programa y de una
acciones que se supone tienen que realizar en beneficio de la sociedad.
Y si el Ejecutor me dice que no las realizó para ahorrar, quizás no sea
la mejor respuesta; lo importante es que el Ejecutor sea capaz de
realizarlas y si las realiza con menor costo, esa si es buena respuesta.
Pero las acciones deben estar realizadas porque así lo dispone el
legislador y así conviene la sociedad que se haga, porque quizás no
haciéndolo signifique un quebrantamiento en otros aspectos de la
actividad productiva a la que estamos entrenados.
De manera que el crecimiento, la mejora de la
gestión, y las redistribuciones de gastos, también son elementos que
tenemos que estar manejando en el Presupuesto y en lo que estamos
abocados.
Yo termino diciendo: los uruguayos todos debemos
–generalmente- estar tranquilos, tranquilos porque el país tiene
recursos, el país tiene potencialidades inexplotadas, en todo sus
sectores desde el minero hasta el sector de la industria pasando por el
turismo, todos los elementos que tiene este país son importantísimos.
Necesitamos políticas activas capaces de que el sector privado acompase
al sector público y sigamos una planificación de la economía, una
planificación estratégica capaz de sacar el país adelante.
Yo diría estar tranquilos, desde nuestro punto de
vista, de nuestro aporte vamos a hacer lo máximos esfuerzos para que así
sea. Y creo que es una tarea en la cual tenemos que estar todos
mancomunados porque son políticas de Estado las que estamos procesando
en este sentido. Muchas gracias.
EXPOSICIÓN DEL PRESIDENTE DEL BANCO CENTRAL, WALTER
CANCELA
WALTER CANCELA: Bueno, buenos días a todos.
Reiterando lo de mis colegas, agradecer la invitación, la oportunidad de
compartir con todos esta primera presentación pública en un ambiente
como este del conjunto del equipo económico.
Dadas las limitaciones de tiempo, que siempre ocurren
en estos casos, y dado lo que Mario Bergara señaló como las dimensiones
de las tareas del Banco Central, es decir el London París, al que hizo
referencia, yo voy a concentrarme en una de las acciones del London
París; es decir me voy a concentrar fundamentalmente en la política
monetaria, y a partir de la política monetaria hacer algunas
consideraciones respecto fundamentalmente al problema o el asunto del
crédito de la liquidez, del tipo de cambio, etcétera. Sin entrar a otros
aspectos que también están dentro de la competencia.
En consecuencia, vamos a concentrarnos en tres
aspectos: en primer lugar tratar de detenernos un poquito en los
fundamentos y la lógica de la política monetaria que está siguiendo el
Banco Central de acuerdo y en coordinación con la política
macroeconómica general y con la estrategia de desarrollo que fue aquí
expuesta por el señor Ministro y por el resto de los compañeros.
En segundo lugar, vamos a tratar de ver algunas
cuestiones relativas a cómo ha venido evolucionando la inflación y
finalmente hacer algunas breves consideraciones sobre el comportamiento
del mercado monetario.
¿Cuáles son los objetivos del Banco Central? Las
finalidades las define la Carta Orgánica del Banco Central, que es una
Ley de la República y que en su Artículo tres, Literal a, nos mandata a
velar por la estabilidad de la moneda nacional.
Hay tres literales más, que el segundo refiere al
funcionamiento del sistema de pago, que esta vinculado con el
funcionamiento del mercado monetario y con la estabilidad de la moneda
nacional, como lo veremos. Y luego, también comete al Banco Central
asegurar el funcionamiento y la solidez del sistema financiero, así como
mantener un nivel adecuado de reservas.
Para velar por la estabilidad de la moneda nacional
tenemos que considerar que el Banco Central es un monopolista, que emite
dinero, es decir que produce dinero y que como cualquier monopolista
tiene básicamente dos opciones: o controla la cantidad que produce o
controla el precio, las dos cosas no las puede controlar. Y vamos a ver
las opciones que tenemos entonces en materia de política monetaria a los
efectos de controlar la cantidad de dinero que circula en la economía y
que en definitiva se relaciona con este objetivo de velar por la
estabilidad de la moneda nacional.
Las opciones que tenemos para el control monetario
son básicamente de tres tipos: se puede controlar a través del tipo de
cambio. ¿Cuál es el problema que genera esto? Bueno, la decisión de
abandonarlo en junio del 2002, en definitiva refleja los problemas que
tiene para una economía como la uruguaya utilizar el tipo de cambio como
instrumento de control monetario. Es decir, trabajar con regímenes de
tipo de cambio fijo, o de tipo de cambio administrado en cualquiera de
sus variantes, ya sea con devaluaciones periódicas, aperiódicas,
prenunciadas, no prenunciadas, con banda de flotación, etcétera.
Una segunda opción es gestionar la demanda agregada a
través de las tasas de interés, como realiza por ejemplo otros países:
como realiza Brasil, como realiza Estados Unidos, o mismo el Banco
Central Europeo, y acá el problema que tenemos es que no tenemos un
canal crediticio que funcione, un canal crediticio estamos hablando en
moneda nacional; hay una insuficiencia de los mercados financieros en
moneda nacional en términos generales y por otro lado es de muy difícil
identificación los parámetros que afectan la tasa de interés. ¿Cuáles
tasas de interés?¿Qué estructura de tasas, etcétera? Tendría que ser
relevante para operar a través de la tasa de interés.
Y finalmente tenemos la posibilidad de operar a
través de agregados monetarios pero en una economía altamente
dolarizada, y aquí justamente es donde aparecen los problemas que
enfrenta la política monetaria en el Uruguay actual, dado la baja
demanda de dinero, la inestabilidad de la demanda de dinero y la
ausencia de mercados financieros e instrumentos monetarios que permitan
operar potentemente sobre el control de la cantidad de dinero.
Vamos a ver por qué, cómo se da la lógica de la
programación monetaria a partir de que el Banco Central tiene que
cumplir con esa finalidad de velar por el valor de la moneda nacional;
velar por la moneda nacional implica tener una inflación muy baja, es
decir, implica que la moneda no pierda valor, la inflación es un
indicador de la pérdida de valor de la moneda y por lo tanto, si tenemos
que velar por el valor de la moneda nacional el objetivo final del Banco
Central debería ser mantener un nivel de inflación baja.
Como objetivo intermedio el Banco Central se propone
alcanzar determinados niveles de medios de pagos en la economía, medios
de pago que tienen que estar en relación con la demanda de esos medios
de pago, por distintas razones. Y como no puede operar directamente
sobre los medios del pago el Banco Central porque no tiene control sobre
todos sus determinantes, sólo puede operar a través de algunos de los
determinantes de esos medios de pago. Y ha elegido operar a partir de
fijarse objetivos operacionales de base monetaria, es decir de dinero
que el Banco Central crea, dinero de alto poder, como también se le
denomina. Y para eso tiene que desarrollar un conjunto de instrumentos.
El objetivo del Banco Central es que la demanda de
dinero, la demanda de moneda sea satisfecha. Pero la demanda de dinero
no es observable en forma directa y depende de varios factores que
tienen sus variaciones a lo largo del tiempo, depende del nivel y la
clase de las transacciones, por ejemplo. Y eso se relaciona con el nivel
del Producto Bruto Interno, el grado de integración vertical o no de la
economía, el tipo de transacciones que se realizan, son fundamentalmente
minoristas o fundamentalmente mayoristas, etcétera. Todo eso da una
determinación diferente a la demanda de dinero.
También la tecnología de las transacciones afecta;
cuanto menos se usen billetes y monedas en la circulación práctica, eso
tiene efecto sobre la demanda de dinero, en la medida que funcionan
otros mecanismos, otros medios de pago que multiplican de forma
diferente la base monetaria que el Banco Central puede manejar.
Y finalmente, también las variables financieras
afectan la demanda de dinero, por cuanto existen sustitutos próximos del
dinero. Por ejemplo, el dólar es un sustituto próximo del dinero. Y en
función de los costos relativos de cada uno de ellos, de los costos de
oportunidad que tiene mantener un tipo de dinero u otro sustituto del
dinero, es que se toman decisiones de demanda de dinero.
Un costo de oportunidad muy relevante en la función
de demanda de dinero, es por ejemplo la tasa de inflación; la tasa de
inflación es un determinante relevante porque la inflación es un
impuesto sobre los activos que alguien tiene en moneda nacional, es
decir, es un impuesto directo sobre un activo, como los saldos
monetarios.
Eso determina una demanda que de alguna manera el
Banco Central tiene que estimar a los efectos de generar el proceso de
creación de dinero primario que afectado por el multiplicador bancario,
determina el volumen de los agregados monetarios que en definitiva
tienen que compatibilizarse con la demanda.
En este proceso de creación de dinero primario, el
Banco Central puede operar sobre la creación de dinero primario, pero
sobre el multiplicador tiene escasas posibilidades de operar, ya que
este depende de las reservas líquidas que los bancos quieran tener en
moneda nacional, más allá de los encajes obligatorios que el Banco
Central pueda establecer, y por otro lado, depende de la preferencia del
público por mantener dinero en efectivo fuera del circuito bancario.
Cuando los agregados monetarios y la demanda de
dinero no se equilibran, esos desequilibrios provocan una dinámica de
ajuste que, pasando por el nivel de precios y por el tipo de cambio, el
cual además está afectado por los fundamentos del tipo de cambio, los
fundamentos estructurales del tipo de cambio, me refiero por ejemplo a
la relación entre el gasto agregado y el Producto, me refiero a la
evolución del nivel de productividad de la economía, a la evolución de
los términos de intercambio por ejemplo, esos procesos de ajuste,
afectan a las variables financieras y al nivel y clase de las
transacciones que se realizan dando en consecuencia impacto sobre la
demanda y obligando a entonces tomar medidas sobre la oferta monetaria.
Esta es la lógica con la cual trabaja el Banco
Central al definir sus decisiones de intervención en el mercado
monetario, al definir sus decisiones en cuanto a cómo operar sobre la
cantidad de dinero. Y puede operar tanto contrayéndola como
expandiéndola para ajustarse a las condiciones de la demanda. Y eso lo
puede hacer por la vía de cantidades o por la vía de precios.
Como decíamos antes, hemos elegido actuar
fundamentalmente por la vía de cantidades; por ejemplo para contraer
cantidad de dinero por colocación de instrumentos de regulación
monetaria, estamos considerando la posibilidad de venta de títulos en el
mercado secundario, venta de moneda extranjera, es decir liquidación de
reservas implica detraer dinero a moneda nacional y por lo tanto contrae
la cantidad de dinero, operaciones de repo, es decir ventas con recompra
pactada de títulos y un instrumento que opera sobre los precios que
tiene la característica de penalidad a desajustes en las decisiones de
los agentes, en cuanto a sus estrategias de liquidez, que son las tasas
que se cobran por depósitos call y que operan como penalidad, operando
en conjunto un sistema de instrumentos que operan contractivamente. La
contracara de esto son operaciones de naturaleza expansiva, y en estas
operaciones el rescate de instrumentos de regulación monetaria, la
compra de títulos en el mercado secundario, la compra de moneda
extranjera, los repo revertidos, operan como control sobre la cantidad
de dinero en forma expansiva, igual que el déficit operativo en moneda
nacional del Banco Central.
Tendríamos que haber puesto en operaciones de
naturaleza contractiva un superávit operativo de moneda nacional del
Banco Central, pero como la situación estructural es de déficit en
moneda nacional, opera como factor expansivo.
Y hemos introducido recientemente la llamada "tasa
lombarda", que es una tasa que se cobra por una facilidad "overnight" de
financiamiento a bancos que se encuentran con problemas de liquidez
transitoria en el mercado y que si no tuvieran una facilidad marginal
como esta, tendrían que recurrir o al mercado interbancario call, con lo
cual la tasa call podría pegar saltos muy importantes o como ocurre
muchas veces al mercado cambiario, liquidando posición en dólares para
hacerse de pesos.
Estos son los instrumentos con que contamos y a
través de esos instrumentos hemos estado operando.
Y vamos a ver entonces cuál han sido –rápidamente-
las tendencias que ha mostrado la inflación en el plazo más reciente.
Si uno mira esta gráfica, ve que los últimos
trimestres ha venido una tendencia persistente a la reducción de la
inflación más allá de las fluctuaciones que en términos de tasa de
inflación se producen mensualmente.
La inflación en el corto plazo es resultado de
múltiples factores que operan sobre los niveles de precio; factores de
carácter estacional, factores de carácter externo, factores que tienen
que ver con la situación de un sector en particular, climáticos,
etcétera, que hacen que los precios puedan moverse de forma bastante
impredecible en el corto plazo. Pero la tendencia a largo plazo de la
inflación, la tendencia a mediano plazo de la inflación, está
determinada por la adecuación e inadecuación del mercado monetario, que
en definitiva es el que permite que los valores de los bienes y
servicios se expresen en precios, en cantidades de moneda. Y eso es lo
que debemos reparar, cuando estamos tratando de juzgar la trayectoria de
la política monetaria, cuando estamos tratando de juzgar la trayectoria
de un objetivo de inflación.
También tenemos que fijarnos si la inflación no está
generando distorsiones en materia de precios relativos, se está
beneficiando más a un sector que al otro esta variación de precios,
porque las variaciones de precios en procesos inflacionarios son
asincrónicas, es decir no se producen para todos los bienes en el mismo
momento, y también son desiguales, es decir no para todos los bienes se
produce la misma proporción.
Y si uno analiza dividiendo los bienes en transables
y no transables, ve que los últimos trimestres la trayectoria de los
precios de los bienes no transables tiende a ser bastante parecida a la
trayectoria de los precios de los bienes transables y muy cercanas al
promedio de la inflación.
Se nota en el último mes, en el mes de abril un
aumento relativo de los precios no transables, con relación a los
transables y esto es consecuencia de que en ese mes en particular se
produjeron ajustes de tarifas públicas que constituyen una parte
importante de bienes no transables dentro de la canasta del índice.
Pero la trayectoria tiende a ser consistente con un
mantenimiento en los precios relativos en una tendencia razonable.
La inflación subyacente -que es otra de las medidas
que se utiliza- también muestra la misma tendencia -no me voy a detener
en estos gráficos, simplemente para ver cómo se van alineando con las
expectativas inflacionarias- se muestran las bandas del rango de
inflación determinado por el Banco Central como objetivo, con escalones
de descenso cada vez más frecuente, como se muestra al final de la
gráfica y cómo las expectativas de los especialistas tienden a converger
hacia el interior de la banda y tienden además, a reducir el nivel de
dispersión entre el máximo y el mínimo previsto por los especialistas en
horizontes de 12 meses.
Esto tiene su reflejo con el tipo de cambio nominal y
el tipo de cambio nominal se muestra que tiene una trayectoria bastante
larga desde enero del 2002, se ve allí cómo el tipo de cambio evoluciona
dentro de la banda, sale de la banda con mucha fuerza hacia arriba,
produciendo una devaluación instantánea muy importante, una devaluación
instantánea que se mantiene y crece hasta varios meses después, luego
dos escalones de caída y una trayectoria con estabilidad y cierto
crecimiento que luego comienza a partir de junio del año pasado a caer
en forma un poco más pronunciada.
Esta evolución del tipo de cambio nominal no es -sin
embargo- propia del Uruguay.
En esta gráfica se puede ver la línea blanca que es
una parte del gráfico anterior, la parte final del gráfico anterior,
donde el tipo de cambio se muestra como pesos uruguayos por dólar en
términos de índice, base 100 en el mes de marzo del 2003.
Y las líneas de abajo, la de color turquesa, la color
lila y la roja representan el euro, el peso chileno y el real,
respectivamente, y se muestra que desde el mismo punto, valor 100, están
la revaluación que han sufrido esas monedas ha sido muy pareja entre
ellas y además mayor que la revaluación que ha tenido el peso uruguayo,
que solo ha evolucionado o está en un índice menor que el peso
argentino, que sin embargo estuvo durante un buen período de tiempo por
debajo del nivel nominal del peso uruguayo.
Es decir, para ver que este problema de la
declinación del valor nominal del dólar en el Uruguay, no es un fenómeno
particular del Uruguay, es un fenómeno que afecta a la región, que
afecta también a países de fuera de la región, Europa y que no está
reflejándose en Argentina por condiciones particulares que bueno,
podríamos después eventualmente considerar.
El tipo de cambio real, ahora medido no con la
relación entre precios de transables y precios de no transables como
antes, sino medido por el índice de capacidad de competencia que calcula
el Banco Central de Uruguay, que tiene que ver con la paridad de los
poderes de compra de las diferentes monedas, muestra que estamos en
marzo de 2005 en un nivel similar al que teníamos previo al canje de
deuda en el año 2003, donde nadie suponía que tuviéramos un problema de
competitividad cambiaria en ese momento.
Tenemos una trayectoria del índice de tipo de cambio
real medido por el índice de capacidad de competencia, que está
evolucionando en torno a una tendencia de equilibrio que a veces puede
estar por arriba, a veces puede estar por abajo; estamos hablando de
promedios y por lo tanto puede haber sectores cuyos precios estén
evolucionando de una manera y otros sectores que estén evolucionando de
otra manera, y el impacto que tiene el tipo de cambio sobre su relación
especifica de precios, puede ser diferente en cada uno de los sectores.
Pero el tipo de cambio es uno solo y no estamos dispuestos a trabajar
con tipos de cambio múltiples.
Finalmente, vamos a terminar viendo un poco el
comportamiento del mercado monetario para ver cuáles son los indicadores
que nosotros manejamos para saber si estamos pegándole o no a la demanda
de dinero, si estamos satisfaciendo al mercado con lo que el mercado
necesita del producto que producimos, que es moneda nacional. Y para
eso, nosotros miramos dos variables todos los días, todos los días las
monitoreamos prácticamente intra-día, las tasas de interés y el tipo de
cambio nominal, y la variación de estos indicadores, nos permiten
determinar ciertas cosas: si vemos que el tipo de cambio está cayendo en
términos nominales y al mismo tiempo hay un crecimiento de las tasas de
interés, estamos casi seguramente frente a un problema de escasez de
liquidez. Y si estamos frente a un problema de escasez de liquidez
tenemos que tomar medidas para resolverlo, y lo podemos hacer por la vía
de comprar dólares o por la vía de amortizar letra de regulación
monetaria o por cualquiera de las vías que mostramos antes que se podía
hacer.
Como se ve, las tasas de interés están prácticamente
planchadas sobre el piso de la gráfica, y estamos operando en el mercado
monetario con tasas de interés realmente muy bajas, prácticamente a
todos los plazos.
Otro aspecto que miramos es si los bancos están
estresados en materia de encaje o no están estresados en materia de
encaje, y lo que vemos es que la liquidez bancaria, es decir lo que los
bancos tienen como disponibilidades, ustedes miran la superficie verde,
nos muestra el excedente sobre el encaje mínimo obligatorio que los
bancos tienen. Y ese excedente sobre los encajes mínimos obligatorios
está en porcentaje de la base monetaria, mostrado sobre el eje
izquierdo, y en cantidad de pesos sobre el eje derecho.
Tenemos un mercado con bancos que tienen mucho dinero
en su liquidez excedentaria, con relación a lo que el Banco Central
obliga a tener.
Otro indicador es la evolución del crédito en moneda
nacional; la evolución del crédito en moneda nacional ha empezado a
mostrar desde diciembre -o un poquito antes- del año pasado, tasas
positivas de crecimiento. Ese crecimiento del crédito todavía es muy
bajo, lo que nos dice que el crecimiento de la cantidad de dinero que el
Banco Central echa al mercado termina por un buen tiempo guardado en los
bancos como encaje excedente sobre los mínimos obligatorios. No hay un
canal que funcione adecuadamente de trasmisión de la política monetaria
al M-1, que es en definitiva el objetivo intermedio para impactar sobre
la tendencia a nivel de precios.
Y tenemos también que la tasa de interés bancaria -la
que los bancos pagan a sus depositantes- es también muy baja. O sea que
esto está mostrando que los bancos no tienen un problema de liquidez.
Entonces, volviendo para atrás, este crecimiento del
crédito que todavía es muy leve en moneda nacional, ¿qué nos muestra del
mercado crediticio en general? Bueno si uno mira y hace los ajustes
correspondientes, en el año 2004 hubo un crecimiento del crédito en el
orden de los 25 millones de dólares, tanto en moneda nacional como
moneda extranjera. En el primer trimestre de 2005, el crecimiento del
crédito fue de 24 millones de dólares, sumando moneda nacional con
moneda extranjera, pero además en el primer trimestre de 2005, el
crecimiento del crédito en moneda nacional fue mucho mayor que el
crecimiento del crédito en moneda extranjera que cayó. Es decir, la
proporción de desdolarización del crédito va en crecimiento en los
últimos meses.
Otros indicadores, la tasa de interés de política
monetaria, todas tienen la misma -como mencionaba- trayectoria
descendente, muy próxima al piso de la gráfica, tanto para 30 días, 60
días, 90 días o 120 días y más que son las operaciones de letra de
regulación monetaria que utiliza el Banco Central.
La cantidad de dinero medida en términos reales tuvo
un crecimiento del 9.8% anual, casi 10%, cerrando en el mes de abril de
este año, lo cual implica una expansión monetaria. Y el multiplicador
bancario también ha crecido.
Quiere decir que estamos en un proceso de expansión
monetaria que sin embargo no se ha reflejado en niveles de inflación
crecientes, sino todo lo contrario es compatible con un decrecimiento de
la inflación. Y esto se refleja en las proyecciones -y con esto termino-
monetarias que ha venido haciendo el Banco Central y cómo el Banco
Central ha venido ajustando sus compromisos, sus bandas de flotación, o
bandas de determinación de la base monetaria a lo largo de cada uno de
los comité de política monetaria.
Los puntos que aparecen allí redonditos son el valor
efectivo de la base monetaria en cada período. Las franjas que aparecen
allí son los compromisos proyectados de base monetaria del Banco
Central.
Como ustedes ven período a período el Banco Central
ha venido corrigiendo al alza los rangos compatibles con un crecimiento
de la demanda dinero observada en el mercado.
Nuestro compromiso, entonces es con una tasa de
inflación decreciente, con el crecimiento de la economía y con las
pautas de distribución de la estrategia del gobierno y con poca
volatilidad. Asegurar el ambiente razonable para que se puedan hacer
cálculos, calcular los riesgos que cada inversión tiene y cada gasto
tiene para que los agentes económicos puedan actuar en el marco de
estabilidad macroeconómica que favorezca la inversión.
La inflación -por último- es un impuesto y queremos
que quede explícito, por eso nuestro compromiso con los objetivos de
inflación y que se nos juzgue por el cumplimiento de esos objetivos, no
por si estamos por arriba o por abajo un mes determinado de lo que
podría estimarse que sucediera.
Muchas gracias y conversaremos.
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