13/05/05


EQUIPO ECONÓMICO EXPUSO PAUTAS Y PERSPECTIVAS DE LA ECONOMÍA URUGUAYA.

En una disertación realizada en la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa, el Ministro Danilo Astori, junto al equipo económico, expuso sobre las pautas y perspectivas de la economía uruguaya.

Por espacio de casi dos horas, el Ministro de Economía, Danilo Astori, el Subsecretario Mario Bergara, el Director de Macroeconomía del MEF, Fernando Lorenzo, el Presidente del Banco Central, Walter Cancela, y el Director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Carlos Viera, abordaron distintos temas del ámbito financiero y económico, explicando además las diversas propuestas y medidas que el gobierno pondrá en marcha durante la presente Administración.

  • Se anunció que la próxima semana y con la presencia del Presidente de la República, será propuesto a toda la sociedad una suerte de compromiso nacional en materia de empleo, de ingresos y de responsabilidades; que actúe, que juegue el papel de gran marco orientador para integrar en su seno, precisamente, la definición del papel que cada uno va a cumplir en ese compromiso, de la responsabilidad que va a afrontar.

  • Se reiteró el compromiso de que la consigna es incluir, no excluir; desde todo punto de vista, en el gran rumbo y en la medida de corto plazo.

  • Se insistió en la necesidad de desdolarizar la economía y generar productos financieros en moneda local.

  • Se hizo referencia a la reforma tributaria, como herramienta adecuada para incrementar la inversión productiva

  • Se reiteró la necesidad de generar confianza, tanto a nivel de inversores como de otros agentes económicos.

  • Se anunció la reorientación del gasto público hacia la inversión y las políticas sociales.

  • Se destacó el logro en tiempo récord de los acuerdos con los organismos de crédito internacionales.

  • Se anunció la elaboración de un Proyecto de Ley que permita publicar la lista de deudores morosos crónicos en este país, afirmando que todos los uruguayos tienen que enterarse de quiénes son los que no pagan sus deudas y generan los problemas de falta de confianza en el sistema financiero.

  • Se darán facilidades por tres vías, a quienes tienen voluntad de pago y demuestran ser buenos pagadores: quitas importantes, rebajas en las tasas de interés y nuevos plazos para encarar el pago de las obligaciones.

  • Se utilizará una facultad constitucional, incorporada en la reforma de 1996, que autoriza al Poder Ejecutivo a definir estímulos especiales para todas aquellas inversiones que se localicen en el interior del país.

  • Se reiteró el compromiso con la estabilidad de precios, lo cual a su vez se asocia con la política cambiaria de flotación que el país tiene en vigencia actualmente.

  • Se destacó el éxito en la última colocación de bonos soberanos en el mercado internacional.

  • Se resaltó la reforma de la banca estatal, la promoción de la Unidad Indexada y el fortalecimiento de la red de seguridad del sistema financiero.

  • CONFERENCIA DEL MINISTRO DE ECONOMÍA Y FINANZAS, DANILO ASTORI, EN LA ASOCIACIÓN CRISTIANA DE DIRIGENTES DE EMPRESA. 13/05/2005

    MINISTRO DANILO ASTORI: Muchas gracias, muy buenos días a todos. Les pido que me permitan dirigirme a ustedes desde este lugar, porque en esta mesa tenemos un poco más de comodidad para el manejo de los papeles y los guiones.

    Quiero comenzar por agradecer como corresponde a la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa y también al Colegio de Contadores, Economistas y Administradores del Uruguay; entidades con las que he tenido la oportunidad de realizar muchas actividades de las cuales guardo muy buenos recuerdos, por cierto, y en las cuales -como es también natural- tengo muchísimos amigos.

    Pero les quiero agradecer a ustedes especialmente la presencia en este evento, en esta jornada de trabajo, que nos permitirá compartir inquietudes, características, de la conducción económica del actual gobierno.

    Hemos concebido esta presentación como una evolución de aspectos conceptuales y generales, y por eso hablamos en este primer punto de estrategias hacia los rasgos más específicos y más concretos de la política económica.

    Por eso es que yo haré una presentación sobre lo que podríamos llamar el gran rumbo de esta conducción económica, la gran orientación, la estrategia como aquí se señala.

    Luego Mario va a poner el acento en un aspecto fundamental de la misma, un aspecto que a nuestro juicio es el rasgo diferenciador, fundamental, de esta propuesta que son las reformas estructurales e institucionales.

    Fernando pondrá el acento en los aspectos de la macroeconomía y, fundamentalmente, cómo irán evolucionando durante el desarrollo de este período de gobierno.

    En la medida que un Presupuesto es la expresión financiera de una política, retomará esos aspectos Carlos Viera, para compartir con ustedes algunos lineamientos fundamentales en materia de la configuración o elaboración presupuestal.

    Y, finalmente, Walter va a profundizar en una herramienta fundamental de la política económica como es la política monetaria del gobierno; de modo de, a partir de esa exposición, tener una percepción clara, específica, de cómo se está administrando este instrumento y cuáles son las perspectivas de futuro al respecto.

    ¿Qué es una estrategia?, podríamos comenzar por preguntarnos. Pero yo creo que antes de contestar qué es una estrategia, tenemos que responder hacia dónde vamos, porque las estrategias se ponen en práctica para alcanzar determinadas finalidades. Y por eso, yo quiero ahora referirme especialmente a la exposición que nos acaba de hacer el Presidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa, reiterando por otra parte conceptos de un documento que la Asociación elaboró y presentó el año pasado, en octubre de 2004 si no me acuerdo mal, documento que apoyamos explícitamente junto a nuestro Presidente de la República en aquella oportunidad y que refiere con mucho énfasis a los aspectos relativos a la pobreza, la exclusión, la marginalidad, la desigualdad, que lamentablemente han aumentado tanto en los últimos años en nuestro país.

    Y comienzo por recordar y compartir esa preocupación, porque quiero proponerles precisamente basarnos en un concepto integral de desarrollo como objetivo fundamental de esta conducción económica.

    Un concepto que no es novedoso, pero que sin embargo cayó en el olvido durante muchas décadas.

    Un concepto que aquellos grandes responsables de la creación de pensamiento económico autónomo en la América Latina, con Raúl Prebisch a la cabeza, comenzaron a exponer a mediados del siglo pasado.

    Ese concepto que pone en un pié de igualdad y articuladas, tanto a la política económica como a la política social, y que no admite que la política social sea algo subordinado a la política económica; que por el contrario postula la generación simultánea de ambas y que rechaza el concepto de que la política social es apenas un correctivo para enmendar los errores cometidos por la política económica.

    Nosotros queremos partir de ese objetivo, porque para nosotros es tan importante crecer como hacer justicia en este país.

    Es más, queremos crecer haciendo justicia, queremos crecer para hacer justicia.

    Y por eso proponemos un objetivo de crecimiento sostenido, que en sus detalles ya tendremos oportunidad de compartir con ustedes, pero al servicio de la mejora en la calidad de vida de todos los uruguayos, especialmente de aquellos que han sufrido pobreza, marginalidad, exclusión, desigualdad.

    Lo cual significa dos cosas: significa, por un lado, empezar apenas se pueda a mejorar estructuralmente las condiciones de salud, de educación, de vivienda, de seguridad social; pero también significa, junto a este objetivo fundamental, ir generando equidad de oportunidades en la vida para todos los seres humanos que componen nuestra sociedad.

    Finalidad más difícil de lograr, pero finalidad clara del gobierno actual; finalidad estratégica del gobierno actual.

    Por eso quiero partir de estos objetivos, recordando además que la gran polea de trasmisión de pobreza y desigualdad en este país han sido los problemas de empleo; los problemas de cantidad y calidad del empleo, porque no solo se trata de haber tenido una cantidad insuficiente de puestos de trabajo respecto a las necesidades de la sociedad uruguaya, también se trata de que en gran medida esas oportunidades fueron de muy baja calidad, por precariedad, por subempleo, por retribución indigna del esfuerzo de nuestros compatriotas en el trabajo.

    Ahora sí podemos preguntarnos qué es una estrategia, porque si esto es lo que queremos lograr, ¿cómo nos aproximamos estratégicamente hacia esos objetivos?

    Una primera definición muy simple es que una estrategia es el camino o la trayectoria que se elige para alcanzar las finalidades que uno se propone.

    Camino o trayectoria que puede cambiar. Caminos o trayectorias que coinciden en alcanzar los objetivos propuestos, pero que pueden avanzar por senderos diferentes.

    Ustedes ya estarán percibiendo que estas opciones serán tanto mayores cuanto un país disponga de diversas alternativas al respecto, y serán tanto menores cuanto mayores sean las restricciones que ese país tiene.

    En otras palabras, un país tiene menos margen de maniobra para elegir su estrategia cuando tiene dificultades; y la verdad es que el Uruguay tiene una importante cantidad de dificultades hoy, como para señalar que dispone de un gran margen para elegir su estrategia.

    Entonces, partiendo de este reconocimiento de las limitaciones que comienzan a imponer las restricciones ya en esta definición, yo quiero señalar a ustedes que tenemos muchas perspectivas para aproximarnos a la definición de la estrategia.

    En economía, una primera perspectiva para aproximarse a esta definición, son las variables económicas que uno elige para poner el énfasis y para sacarlo respecto a otras.

    Esa es una definición estratégica: en qué variables nos vamos a basar para alcanzar los objetivos propuestos, habida cuenta de las restricciones que nos afectan.

    Otra perspectiva, el tiempo: cómo vamos a ir manejando los tiempos. ¿Haremos un gran esfuerzo al principio, o al principio predominarán ciertas limitaciones o restricciones y apenas vayamos superándolas el esfuerzo será mayor? ¿Cómo se ubican los diferentes períodos o fases, o etapas, de este esfuerzo desde el punto de vista temporal? Otra gran definición estratégica.

    Este es un país pequeño y muy homogéneo, pero tiene regiones, tienes zonas, entonces, ¿cómo será nuestro planteo regional del esfuerzo a realizar? ¿En qué zonas, en qué regiones pondremos el esfuerzo? ¿O, simplemente haremos un desarrollo equilibrado de esta conducción económica, respecto a la perspectiva regional? Otra definición estratégica esencial.

    Y dejo para el final, no porque sea menos importante, sino porque la quiero destacar especialmente, ¿cómo vamos a participar los diferentes actores de esta sociedad en el esfuerzo a realizar? ¿Qué papel cumpliremos? ¿Qué responsabilidades afrontaremos? Una definición estratégica fundamental.

    Este gobierno, ¿apuntará a ciertos actores de la sociedad, o propondrá una convocatoria general en la que cada uno tendrá definida su responsabilidad a cumplir?

    ¿Este gobierno apelará al diálogo con todos esos actores tratando de definir por -digamos- acuerdo el papel que cada uno va a cumplir? ¿O simplemente se limitará a proponer sin diálogo, sin acuerdos, sin búsquedas de consensos fundamentales? Son definiciones estratégicas que también tenemos que tener en cuenta.

    Permítanme, entonces, ir repasando cada una de estas cuatro perspectivas; por supuesto, que rápidamente, sintéticamente.

    Tomemos las variables económicas, y recordemos que este es un país que arranca con restricciones evidentes, provenientes sobre todo de su endeudamiento público y al mismo tiempo los problemas sociales fundamentales que tiene que resolver.

    Yo quisiera que ustedes me permitieran referirme acá a cuatro aspectos que, precisamente a nuestro juicio, son estratégicos: la inversión productiva; la necesidad de desarrollar el crédito en este país, sin el cual la inversión es inconcebible; en tercer lugar, la necesidad de tener una presión tributaria adecuada a los fines del crecimiento; y, finalmente, la necesidad de un escenario de confianza y estabilidad, precisamente para que la inversión avance y progrese.

    La inversión es una variable absolutamente esencial, no sólo porque es el único camino posible para invertir el funcionamiento de esa polea de trasmisión de pobreza que ha sido el empleo, sino porque estamos en un país donde éste es una gran talón de Aquiles, un talón de Aquiles estructural.

    Si uno repasa la historia del Uruguay, a mediano y a largo plazo, se encuentra con que tiene una tasa de inversión, esto es, una inversión bruta interna en relación a su Producto, estructuralmente baja. Una de las más bajas de la América Latina; lo que es decir, porque América Latina en su conjunto es una región promedialmente de inversión muy baja.

    Tenemos entonces que hacer un enorme esfuerzo por incrementar sustancialmente la inversión y, en la medida en que tenemos una importante restricción de recursos, sabemos desde ya que al menos durante el transcurso de este período el gran aporte a ese incremento no lo va a poder hacer el sector público; lo que no quiere decir que, en casos excepcionales y de necesidad, el sector público no aporte inversiones relevantes.

    Pero el gran esfuerzo, para incrementar la inversión que necesita el país, provendrá seguramente del sector privado, nacional y del exterior.

    Por lo tanto, partiendo desde este punto de vista es que tendremos que sacar conclusiones acerca de la administración de los distintos instrumentos o herramientas de la política económica.

    En este marco, el gobierno habrá de promover un camino de especialización productiva a alto niveles de calidad en este país, sabiendo que el Uruguay cuenta con ventajas competitivas evidentes, indiscutibles, en sectores fundamentales o en complejos fundamentales como la agroindustria alimenticia, por ejemplo; el complejo forestal, por ejemplo; la gama de servicios enorme que incluye los transportes, comunicaciones, los servicios portuarios; todo lo relativo a las actividades vinculadas al turismo y sus actividades conexas; la producción de tecnología de la información; sólo para manejar algunos conceptos que demuestran que Uruguay no sólo puede, sino que encuentra en el camino de la especialización productiva a altos niveles de calidad el sendero más inteligente para incrementar sustancialmente su inversión productiva.

    Y este es un primer aspecto de variables estratégicas que iremos abordando a lo largo de esta mañana.

    Sin crédito no se puede invertir en ningún país del mundo y Uruguay no es una excepción. Y Uruguay hoy es un país con un crédito muy lastimado, al punto tal de que es absolutamente insuficiente la disponibilidad del mismo a la luz de las necesidades de inversión que tiene el Uruguay.

    Aquí hay un problema de confianza, y es absolutamente fundamental que los uruguayos nos propongamos recuperar la confianza perdida, a partir de la profundización de la crisis de 2002, y apuntalar lo que es una necesidad evidente en el Uruguay que es la formación de un mercado de capitales a mediano y a largo plazo capaz de articular la generación de ahorro con el impulso que necesitamos a la inversión productiva. Todo ello acompañado por un proceso de desdolarización que también es absolutamente fundamental para encarar el futuro de la economía uruguaya.

    Por eso, en este punto estratégico fundamental, nos proponemos progresar en al generación de instrumentos y productos financieros, crecientemente en moneda local porque es la trayectoria estratégica coherente con el proceso de desdolarización que es absolutamente fundamental para ir encarando con mayores posibilidades, de las herramientas de la política económica, los objetivos que nos hemos propuesto.

    En tercer lugar, hay un problema de presión tributaria inadecuada en el país, y sobre todo presión tributaria inadecuada, en relación al objetivo que nos interesa promover, que es el incremento de la inversión productiva.

    Por lo tanto, la reforma tributaria que en este momento está iniciando en su estudio el Ministerio de Economía y Finanzas, está -entre otras- especialmente orientada por esta finalidad: el tener un sistema tributario coherente con las necesidades de incrementar la inversión productiva.

    El nuestro en la actualidad no lo es. Y no lo es sobre todo porque, a partir de su gran ineficiencia, genera castigos muy importantes para la inversión productiva.

    Por eso, el diseño de la reforma tributaria no sólo estará inspirado por la búsqueda de la justicia; porque digamos que el actual sistema, además de incoherente con la inversión, es profundamente injusto desde el punto de vista de la distribución del ingreso; y por la eficiencia que será otro criterio orientador fundamental para modificar un sistema que está absolutamente pletórico de tributos ineficientes, tributos que complican enormemente las operaciones económicas pero que tienen simultáneamente un escaso poder recaudatorio.

    Justicia, eficiencia y coherencia con la inversión productiva serán los objetivos de la reforma tributaria.

    Y, finalmente, respecto a esta primera perspectiva estratégica, yo quiero señalarles que se necesita en el país, obviamente, además de un manejo coherente de las herramientas de política económica, un escenario de confianza y estabilidad para el inversor.

    Y esta confianza y esta estabilidad se logran con muchas actitudes simultáneas, entre las cuales yo quiero destacar especialmente el establecimiento de reglas claras de juego y el respeto a las mismas, el compromiso explícito de respeto a las mismas; el acuerdo con los organismos internacionales de crédito, de los cuales el país hoy tiene una fuerte dependencia, acuerdo que es absolutamente fundamental para generar confianza en los mercados externos y también en la operación interna; y, precisamente, la sustentabilidad, la sostenibilidad podríamos decir, la solidez que tenga ese acuerdo en cuanto a su aplicación en la práctica, tema que abordaremos especialmente durante el transcurso de la mañana de hoy.

    Nosotros ya tenemos -¡por suerte para el país!- virtuales acuerdos con todos los organismos multilaterales de crédito. El país, con un gobierno nuevo, lo logró yo diría que en un tiempo récord.

    En los próximos días, en las próximas semanas, estos acuerdos -que llamo virtuales- irán a los directorios de los organismos multilaterales; en primer lugar el Fondo Monetario Internacional; enseguida, a las pocas horas, al Directorio del Banco Mundial; y un poco más adelante, al Directorio del Banco Interamericano de Desarrollo, y se convertirán en acuerdos formales.

    Esta es una inyección de confianza muy grande, que el país tendrá que aprovechar, accediendo a los mercados de crédito voluntarios, de los cuales el Uruguay no puede prescindir.

    Así como nosotros decimos que no es posible progresar en la inversión productiva que necesitamos sin crédito, digamos que el Uruguay no puede plantearse en ningún momento un proceso de desarrollo sustantivo prescindiendo del crédito internacional.

    Este país, es un país demasiado pequeño, demasiado frágil, demasiado vulnerable, como para pretender desarrollarse sin apoyo crediticio. Y ya tenemos una primera prueba, queridos amigos, porque el Uruguay realizó una colocación absolutamente exitosa de deuda en los mercados voluntarios de crédito hace pocas horas, entre otras cosas, porque ya tiene virtualmente cerrados todos sus acuerdos con los organismos multilaterales de crédito.

    Algunas de cuyas características fundamentales también vamos a repasar durante el transcurso de este análisis en la mañana de hoy.

    Y también vamos a demostrar que esos acuerdos son sostenibles, son sólidos y son coherentes con los objetivos de los cuales estamos partiendo, y particularmente con los objetivos sociales que percibe este gobierno.

    Estas eran las reflexiones que yo quería hacer en función, o a partir, de la consideración de las variables económicas. Pero también hay un perfil temporal en esta estrategia y lo primero que yo tengo que decir cuando nos proponemos analizar nuestra estrategia en términos de tiempo, es la invitación a un esfuerzo por concebir este proceso en toda su dimensión temporal, cediendo a una tentación que es muy propia de la condición humana que es la ansiedad por cumplir rápidamente los objetivos propuestos.

    Aquellas finalidades de las cuales yo partí, finalidades complejas y difíciles si las hay, son finalidades que no podremos alcanzar en un corto lapso; son las finalidades del proceso en su conjunto, del cual a su vez nosotros estamos aquí para analizar la fase correspondiente a este período de gobierno.

    Como muchas veces lo he dicho, quizá todo el período de gobierno, los cinco años de período de gobierno, no alcancen para terminar de procesar -hasta donde nosotros creemos que hay que llegar- todas las reformas estructurales a las cuales se va a referir Mario, y por las que este país está esperando hace tanto tiempo.

    Pero refirámonos a este período de gobierno y digamos que tenemos la obligación de concebirlo en su conjunto, sabiendo que al principio habrá que hacer un gran esfuerzo en materia fiscal, precisamente para hacer sostenible los acuerdos que hemos realizado para inyectar confianza para la inversión y para después, apenas podamos en una segunda fase de este período, comenzar a levantar vuelo hacia los objetivos que están propuestos y de los cuales hemos partido.

    Entonces, en la primera fase del proceso, en los primeros años de este gobierno -y ya lo veremos en términos de cifras concretas- el esfuerzo se traducirá en un resultado fiscal que nos permitirá hacer el programa sostenible, inyectar la confianza inicial en la conducción económica y luego, a partir del crecimiento, de la estabilidad, del incremento en el nivel de actividad, poder ir logrando las metas más complejas, más profundas, que nos hemos planteado. Por eso es que en esa primera fase no habrá muchas posibilidades en materia de gasto público; las posibilidades las tendremos que buscar mucho más en la recomposición del gasto que en el aumento del mismo; recomposición que por otra parte no brinda muchas posibilidades en un país de gran rigidez en la materia, porque hay una proporción muy elevada de salarios y pasividades en el gasto público que hace que éste tenga muy poca elasticidad, muy poca rigidez, que sea fundamentalmente procíclico y no anticíclico como debería ser.

    Por eso, quiero señalarles que la primera fase será una primera fase donde el cuidado fiscal tendrá que tener un protagonismo esencial, me estoy refiriendo, por supuesto, al cuidado de resultado fiscal; y una segunda, donde ya vamos a poder ir avanzando en el apoyo a actividades fundamentales que en este país han estado muy postergadas como la salud, la educación, el progreso científico y tecnológico.

    Clave fundamental en un país como el nuestro que se proponga una estrategia de crecimiento en base a altos niveles de calidad y una especialización productiva en base a altos niveles de calidad.

    Decíamos que tenemos un país muy equilibrado regionalmente, desde el punto de vista de su homogeneidad, aunque fuertemente concentrado desde importantes perspectivas en Montevideo respecto a la interior.

    Nosotros quisiéramos ir progresando hacia un equilibrio regional mayor, sabiendo que ese equilibrio regional mayor tiene que estar fundamentalmente basado en una descentralización de la inversión productiva en el país, habida cuenta por supuesto de la localización geográfica que en el país tienen las ventajas competitivas, porque las ventajas competitivas también tienen un localización regional en todos los complejos fundamentales de actividades, como la agroindustria, como el turismo, como los servicios, como todo el impacto indirecto que generarán algunas inversiones fundamentales que llegarán desde el exterior en los próximos tiempos, como Botnia en el complejo forestal, y el impacto fundamental que generará en materia de transporte, de comunicaciones, de servicios portuarios. Todos esos conjuntos de actividades tienen localización regional.

    Habida cuenta de que esas ventajas competitivas del país tienen expresión regional, nosotros quisiéramos impulsar una mayor descentralización de la inversión productiva, sabiendo que a su vez es base fundamental e imprescindible de la descentralización política; no se puede descentralizar el poder si no hay gente, no se puede pretender que haya gente en el país si no hay trabajo y habrá trabajo si hay inversión.

    No hay otro camino en la vida para logra que haya cantidad adecuada y de buena calidad en materia de empleo.

    Por eso nos proponemos utilizar una facultad constitucional, incorporada en la reforma de 1996, que autoriza al Poder Ejecutivo a definir estímulos especiales para todas aquellas inversiones que se localicen en el interior del país.

    Finalmente, hay un aspecto estratégico referido a los actores de la sociedad y yo no quiero dejar de referirme a este perfil de cualquier estrategia, y en la nuestra no hay una excepción desde este punto de vista.

    A mi me parece que este es un gobierno de y para todos los uruguayos, no para determinados sectores de la sociedad, y por eso todos los actores, todos los integrantes de esta sociedad -en su nivel, en su ámbito, en su responsabilidad- tienen un papel a cumplir y por eso nos permitimos convocarlos a todos.

    Por eso es que la próxima semana y con la presencia del Presidente de la República, concretamente el jueves de la próxima semana, nosotros vamos a hacer un planteo a toda la sociedad, una suerte de compromiso nacional en materia de empleo, de ingresos y de responsabilidades; que actúe, que juegue el papel de gran marco orientador para integrar en su seno, precisamente, la definición del papel que cada uno de nosotros va a cumplir en ese compromiso, de la responsabilidad que va a afrontar.

    Por supuesto, de las aspiraciones que va a plantear, de los derechos, que va a defender y de los resultados que globalmente, integradamente, vamos a obtener.

    Nosotros tenemos que sumar esfuerzos al servicio del bien común y estamos concientes de que cada uno de nosotros, en el lugar en que nos toca trabajar, tenemos algo para aportar al respecto.

    La consigna es incluir, no excluir; desde todo punto de vista, en el gran rumbo y en la medida de corto plazo.

    En el gran rumbo, porque, como dije recién, todos tenemos responsabilidades a afrontar y desde las cuales aportar.

    En la medida de corto plazo, porque, por ejemplo este gobierno que se ha propuesto y ya está comenzando un plan social de emergencia para los que más han sufrido, encuentra en ese Plan de Emergencia una medida, una actitud, que incluye a nuestros compatriotas, que los va sumando al esfuerzo.

    Y ya que hemos hablado, y vamos a hablar bastante durante esta mañana, de estabilidad para la inversión, bueno, tengamos en cuenta que además de un deber moral con los compatriotas que más han sufrido, esta actitud, esta actividad, también es un aporte a la estabilidad, a la confianza, que tiene que haber en el país.

    Cuanto más se incluye, más confianza hay; cuanto más se excluye, se polariza y se promueve la desigualdad; mayor inestabilidad potencial y real existen en una sociedad que tiene tantos desafíos importantes, como la sociedad uruguaya. Estas son las ideas que yo quería compartir con ustedes.

    Y ahora, si me permiten en un rápido resumen final, una rápida síntesis final, vamos a ver algunos conceptos que simplemente ilustran y sintetizan los conceptos que he tratado de compartir con ustedes. (Se comienzan a pasar diápositivas)

    Bueno, en primer lugar estamos aludiendo como es obvio a los objetivos mencionados: crecimiento, mejora en nivel y la calidad del empleo; atención a las urgencias sociales e inclusión social en el mediano plazo; pero desde ahora, acoto.

    Siguiente, tenemos entonces que disponer, para alcanzar estos objetivos, condiciones macro-económicas sustentables, esto es sostenibles, sólidas; incentivos a la inversión productiva, reglas claras y respeto a los contratos; medidas tendientes a reducir las vulnerabilidades de la economía uruguaya y una estrategia global de desarrollo -que cómo decíamos antes- suponga la presencia de políticas de Estado; esto es, políticas que están por encima de partidos, de gobiernos y que intentan definir rumbos claros que se mantengan a lo largo del tiempo.

    También necesitaremos, como es lógico en toda conducción económica, de políticas de corto plazo, de mediano y de largo plazo, incluyendo reformas estructurales; que ahora en seguida Mario va a abordar en profundidad.

    Asegurar la sustentabilidad de las cuentas públicas en el corto plazo es una necesidad absolutamente fundamental y característica de la primera fase de este periodo de gobierno, según veíamos antes.

    Por eso, una reorientación del gasto hacia la inversión y las políticas sociales irá llegando como consecuencia de la inyección de confianza inicial, porque eso nos permitirá consolidar la credibilidad e ir tratando’ en la medida de lo posible -será lento el proceso- de implementar políticas fiscales anticíclicas, en un país cuyo gasto es esencialmente procíclico.

    Tenemos un compromiso muy importante con la estabilidad de precios, lo cual a su vez se asocia con la política cambiaria de flotación que el país tiene en vigencia actualmente, progresando hacia un régimen de metas de inflación.

    Tendremos oportunidad en la exposición de Walter, de introducirnos en este tema con profundidad; les quiero simplemente adelantar que la principal dificultad para progresar hacia un régimen de metas de inflación es tener una economía altamente dolarizada como la nuestra.

    El tener una economía altamente dolarizada como la nuestra, entre otras cosas, supone estar muy pendientes de las pizarras, todos los días, mirar la pizarra todos los días; seguir ahorrando en moneda extranjera, aspecto que tiene una fuerte raigambre cultural en este país. Y a lo cual también nos podremos referir.

    Yo sólo quiero decirles que si seguimos mirando a la pizarra todos los días, va a ser muy difícil desdolarizar la economía uruguaya; muy difícil. Hay que empezar a desdolarizar acá también. Y entonces vamos a analizar con mucho detalle estos aspectos que conforman una herramienta fundamental de la política económica.

    Desde el punto de vista también del corto plazo, tenemos que asegurar la consistencia macroeconómica del programa -esta va a ser la exposición de Fernando, seguramente- con una prioridad en la creación de más y mejor empleo, subrayo siempre más y mejor empleo; recuperando paulatinamente el salario real, como ya lo hemos anunciado, estamos trabajando con una meta entre 2,4 por ciento para el período comprendido -como promedio, subrayo, como promedio, no punta a punta- del semestre enero-junio 2006 respecto al semestre de enero-junio 2005.

    Hemos ya dispuesto un aumento del Salario Mínimo Nacional a 2.500 pesos, a partir del próximo 1º de julio del 2005; subrayo, esta es una definición nacional que abre las puertas a negociaciones, obviamente en los diferentes grupos que están desarrollando las actividades en los Consejos de Salarios.

    Desde el punto de vista también del corto plazo, estamos proponiendo - seguramente la próxima semana con nuestra presencia en la Comisión Parlamentaria- medidas para encarar una superación de los problemas aún subsistentes de endeudamiento interno, siempre sobre la base del tratamiento caso por caso, diferenciando entre buenos y malos deudores, acelerando acciones judiciales sobre deudores morosos crónicos.

    Les adelanto que estamos elaborando un Proyecto de Ley que nos permita publicar, precisamente, la lista de deudores morosos crónicos en este país, porque todos los uruguayos nos tenemos que enterar de quiénes son los que no pagan sus deudas y generan los problemas de falta de confianza en el sistema financiero; y al mismo tiempo darle facilidades por tres vías a quienes tienen voluntad de pago y demuestran ser buenos pagadores, las tres vías son: quitas importantes, rebajas en las tasas de interés y nuevos plazos para encarar el pago de las obligaciones.

    Entre los cambios estructurales, que ustedes van a ver enseguida con la exposición de Mario, se cuenta la inyección de mayor solvencia técnica y profesional en el sector público; estatutos, objetivos para funcionarios; descentralización de la gestión; mayor trasparencia en las compras del Estado y mayor control social de la gestión pública.

    La Ley de Presupuesto es el principal instrumento para mejorar la eficiencia, focalizar el gasto e introducir incentivos adecuados en la Administración Pública. Con esos criterios, seguramente en la exposición de Carlos, ustedes podrán profundizar.

    Entre los cambios estructurales, los que habremos de promover en el sistema financiero, mercado de capitales y desdolarización, como ya adelanté, se cuenta: la reforma de la banca estatal, la promoción de la Unidad Indexada; entre las herramientas para inyectar confianza y desdolarizar, el fortalecimiento de la red de seguridad del sistema financiero, elemento importante si los hay para recuperar confianza; el Seguro de Depósito, que ya hemos instaurado en las primeras semanas de gobierno y que estaba en nuestro programa pero que precisamente a partir de la situación que debimos superar en la Cooperativa Nacional de Ahorro y Crédito, aceleramos en su puesta en práctica; y los estímulos a los nuevos productos financieros: Fideicomisos, Certificados de Depósito, Warrants, Leasing Operativo de Inmuebles Rurales, son algunos ejemplos al respecto sobre nuevos productos financieros.

    Desde el punto de vista de la inserción internacional, el proyecto MERCOSUR es prioritario.

    El país hizo en las últimas horas avances importantes, desde este punto de vista. Tuvimos una magnífica reunión Cumbre con todos los países árabes hace un par de días en Brasilia; estuvimos allí presentes con el Presidente de la República y con el Canciller.

    Se abre una enorme cantidad de posibilidades potenciales de mejorar nuestras relaciones con los países provenientes de la región árabe, desde el punto de vista de la inversión, de la promoción del comercio y por supuesto de una mayor equidad en las relaciones políticas internacionales.

    Nosotros creemos que MERCOSUR debe ser una región abierta; mucho más plataforma de lanzamiento que estación terminal, lo hemos señalado siempre, de modo que le permita a Uruguay mejorar su inserción más allá de la región.

    Hoy es una realidad, la mayor parte del comercio que tiene Uruguay está desarrollándose fuera de la región del MERCOSUR y eso no se puede desconocer.

    Y hay que reconocer que tenemos al mismo tiempo serios problemas en MERCOSUR, precisamente en el día de ayer, en una visita de Estado que hicimos a Paraguay junto al Presidente de la República, estuvimos compartiendo con el Presidente de Paraguay y las autoridades de dicho país la necesidad de acumular fuerzas para mejorar los problemas que tiene hoy MERCOSUR. Y naturalmente Uruguay tendrá, por lo dicho antes, que mejorar permanentemente su inserción extra-regional. Por eso enfatizamos: "región abierta, plataforma de lanzamiento, no estación terminal".

    En materia de ciencia y tecnología, aspectos cruciales para un país que debe especializarse a altos niveles de calidad, Uruguay tendrá -apenas se pueda- que promover el progreso científico y tecnológico revirtiendo la histórica situación de postergación presupuestal que afecta a estas actividades.

    Por eso, cuando yo hoy usaba la imagen de levantar vuelo lentamente y apenas se pueda, estaba pensando especialmente en mayores asignaciones presupuéstales para estas actividades que constituyen una piedra angular del desarrollo del país en el futuro. Es todo. Bueno, aquí termina mi presentación, y ahora creo que le corresponde a Mario encarar el tema de reformas estructurales. Muchas Gracias.

    EXPOSICIÓN DEL SUBSECRETARIO DE ECONOMÍA Y FINANZAS, MARIO BERGARA

    SUBSECRETARIO MARIO BERGARA: Vamos simplemente a detallar de una manera un poco más precisa y en el marco, obviamente, de lo planteado por el señor Ministro de Economía, algunas de las reformas sobre todo de carácter institucional que creemos relevante desarrollar en un plazo breve, que creemos relevante también concebirlas como un paquete de reformas que contibuirán, sin ningún tipo de duda, a la confianza, a la estabilidad, a los requerimientos que tanto empresarios, como inversores, como trabajadores y toda la sociedad civil va a estar requiriendo en un marco, entonces, de un rumbo consensuado, o un rumbo orientador, que esperemos que sea compartido por todos.

    En primer lugar, un componente central de la reforma de carácter estructural refiere a los aspectos tributarios. Permítanme, en primer lugar, delinear los objetivos específicos de la reforma tributaria, que como bien se planteaba, tienen que ver, o es una reforma orientada por criterios de eficiencia, justicia o equidad primordialmente, y consistente con el estímulo a la inversión productiva.

    En ese sentido, planteaba recién el señor Ministro, justamente, que la historia ha llevado a que la constelación de componentes tributarios que tiene el Uruguay hoy no solamente no acompaña en muchos casos las necesidades y la facilitación de la inversión productiva, sino que en muchos casos puede llegar a obstaculizarla.

    No concebimos una mezcla impositiva que no contribuya a un esquema general de confianza, de estabilidad y que efectivamente facilite la inversión. Facilite la inversión no en términos de ser dadores de a los inversores, sino en términos de tener reglas de juego claras, como se planteaba, respetar los contratos, que significa no solamente dejar bien claros y comprometerse a respetar los derechos de los inversores, sino que también significa dejar bien claras y respetar las obligaciones de los inversores.

    Este esquema que tenemos, entonces, sobre la mesa y sobre el cual vamos a estar trabajando a partir de este mes a nivel del Ministerio de Economía, en un grupo de trabajo, y que tiene como Norte llegar a una propuesta de articulado de ley para fin de año, de manera que sea considerado a nivel parlamentario en los primeros meses del año que viene, va en el sentido de equilibrar el componente de impuestos directos e indirectos de la mezcla tributaria. En un marco en el cual se haga más eficiente la recaudación tributaria, no en un marco inspirado por una mayor presión tributaria, por las razones que el Ministro explicaba.

    Esencialmente, estos objetivos de la reforma tributaria entendemos que van en línea con los tres pilares principales de la reforma tributaria.

    En primer lugar, la gradual introducción del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas, como un componente central de la reforma y que apunta justamente a ir en línea con el sentido de equidad, de que paguen más los que más tienen.

    Por supuesto, que esa introducción debe ser gradual en un marco de manejo cuidadoso de las cuentas públicas, en un marco de una necesaria responsabilidad en el manejo de esas cuentas; que a su vez debe ir acompañado por un segundo pilar que es la revisión y el análisis del conjunto de exoneraciones y exenciones tributarias que existen hoy en el país. Lo que los economistas llamamos, la renuncia fiscal.

    Todo un mapa de exoneraciones, que entendemos probablemente muchas de ellas mantengan vigencia, pero probablemente algunas de ellas no tengan ya justificación.

    A los efectos de encarar, justamente, este proceso de análisis y de elaboración de una nueva mezcla tributaria, se hace imprescindible entonces este segundo pilar que implica el análisis actual de todas las perforaciones al sistema tributario que existen hoy, a través de lo que llamamos la renuncia fiscal.

    Obviamente, que todos conocemos la complejidad del sistema tributario hoy. Eso le dificulta la vida a aquellos que quieren pagar impuestos; les facilita la vida a aquellos que no quieren pagar impuestos; pero sobre todo le complica la vida a quienes quieren recaudar los impuestos.

    La cantidad excesiva de diversos impuestos que en general pueden tener un carácter distorsivo y no tienen ni un rol recaudatorio, ni un rol de contralor cruzado de información, hace que la labor de los organismos de recaudación se complique; hace que se abran más posibilidades para la evasión y, por lo tanto, la simplificación del esquema tributario es el tercer pilar de la reforma tributaria, apuntando a tener un número reducido de impuestos que haga consistente entonces la lógica de eficiencia en el esquema recaudatorio; que apunte a una mayor equidad y a una simplificación, y le facilite la vida –reitero- a aquellos ciudadanos que sí quieren pagar impuestos y a aquellos organismos que deben cobrarlos.

    Algo que históricamente no se ha podido lograr está entre los pilares también, ya no de la reforma tributaria en el sentido de la mezcla de impuestos, pero sí en la reforma de la administración tributaria, que es por un lado mejorar, fortalecer, modernizar a los diversos organismos de recaudación cada uno por su lado, en particular estamos hablando de la reforma de la DGI, del mejoramiento también del Banco de Previsión Social y de la Aduana, pero en particular con el caso de la reforma de la DGI se ha planteado en un plazo muy breve la implementación de la ley de reforma de la Dirección General de Impositiva.

    En las próximas semanas vamos a estar emitiendo el Decreto que fija las pautas que conduzcan a que podamos salir al mundo a decir que ya no tenemos una administración tributaria que hace convivir funcionarios que inspeccionan empresas por un lado y que trabajan para esas empresas por otro.

    La incompatibilidad y la dedicación exclusiva, como ingredientes centrales de fortalecimiento de la Dirección General de Impositiva, es algo que aspiramos a lograr en un plazo muy breve, a partir de una decisión política muy firme.

    El segundo componente de fortalecimiento de administración tributaria pasa por la creciente coordinación de los organismos de recaudación y de los organismos de fiscalización.

    Ya hemos dado pasos concretos para tener planes de trabajo específicos, precisos, entre la Dirección General de Impositiva, la Dirección Nacional de Aduanas, el Banco de Previsión Social y además la Dirección General de Comercio y el Ministerio del Interior.

    Una facilitación del cruce de información de una agenda de fiscalización conjunta, de capacitación cruzada que permita detectar irregularidades en cada una de las inspecciones, son elementos cruciales que va a ser a la eficiencia de los organismos de recaudación, de los organismos de fiscalización, tanto en el sentido de los aspectos impositivos, como en el sentido de las condiciones laborales en las distintas empresas.

    También en términos de contenido de Previsión Social está planteado completar la reforma de la Seguridad Social, en particular avanzar rápidamente con el caso de Cajas Paraestatales; en primer lugar, la Caja Policial que ya tiene un proyecto de ley con media sanción en la legislatura anterior que deberá eventualmente ser reanalizado o avanzado, pero que nos permite posicionarnos cercanos a la definición de este tema y trabajar sí con un poco más de tiempo y tranquilidad pero con la misma firmeza en cuanto a la necesidad de alinear las prestaciones y las contribuciones a los sistemas de previsión social en el caso de la Caja Militar y de la Caja Bancaria.

    Por supuesto, que esto se complementa con el proceso de mejora en la eficiencia administrativa del Banco de Previsión Social y, por supuesto, también que está sobre la mesa la discusión sobre los parámetros previsionales y actuariales, que permitan hacer sostenible el procesos de Seguridad Social del Uruguay, que como todos saben no solamente tiene un componente social, ético, sino que también es un componente central en el manejo de las cuentas públicas.

    Se planteaba que el Presupuesto Nacional debe ser la expresión de un programa de gobierno, la expresión financiera en particular de las cuentas del Estado, de un programa de gobierno; razón por la cual aspiramos a superar la historia de que el Presupuesto sea meramente un listado de topes de gasto para las distintas Unidades Ejecutoras y que justamente el Presupuesto sea un instrumento donde especifique objetivos, metas a cumplir, evaluación, monitoreo y que además esté claramente enmarcado en el contexto macroeconómico que proyecta la conducción económica para el mediano plazo.

    Ni qué hablar que si el Presupuesto es meramente un listado de gastos posibles, o de autorizaciones para gastar, difícilmente pueda constituirse en un instrumento hábil para procesar incentivos, estímulos, a una mejora en la gestión del Estado, a una mejora en la gestión del sector público.

    Por lo tanto, aspiramos a hacer del Presupuesto un instrumento más apto, no solamente para enmarcar como decíamos "la lógica presupuestal dentro de la lógica macro-económica", sino además para generar estímulos explícitos y castigos explícitos que contribuyan a un proceso que necesariamente debe ser gradual por las rigideces que implica de reforma del funcionamiento del Estado.

    A nivel del manejo de las estrategias de endeudamiento, aspiramos a conformar a nivel del Ministerio de Economía y Finanzas una unidad especializada, justamente, en el análisis y la definición estratégica del endeudamiento público.

    En general, Uruguay no ha tenido una visión estratégica en cuanto a las características y a su lógica de endeudamiento del sector público; hemos estado más bien al golpe del balde en función de las necesidades por un lado y de las efectivas posibilidades por otro, pero sería una casualidad histórica que ese proceso terminara en un esquema de visión estratégica en materia de plazos, de tasas, de monedas, etcétera, en cuanto al endeudamiento público.

    Cualquiera que analice actualmente todas esas condiciones hoy, verá que hemos llegado a eso de manera bastante caótica, la necesidad de tener una lógica estratégica de esta definición pensamos abordarla a través de la conformación de un grupo especializado en ese tema, en el Ministerio de Economía y Finanzas, que obviamente coordinará muy estrechamente con la labor del Banco Central como agente financiero del Estado.

    Justamente, en materia del Banco Central -y sin perjuicio de lo que después obviamente va a desarrollar el Presidente del Banco Central- creemos importante incorporar en este paquete de reformas, lo que tenemos pensado, justamente para fortalecer elementos de credibilidad y sustentabilidad de la conducción económica.

    Somos partidarios de una mayor autonomía del Banco Central en la que queden bien especificados sus objetivos y queden los ingredientes institucionales necesarios para que esos objetivos puedan cumplirse de manera cabal y de manera creíble.

    A su vez, eso obviamente va a implicar definición en términos de cómo se designan, o en qué plazos, o con qué condicionantes se designan por ejemplo los directores del Banco Central.

    A su vez, el Banco Central hoy por hoy, como muchas veces dice el actual Presidente del Banco Central, parece el "London París"; es decir, desarrolla en un piso lencería, en otro piso zapatería, tiene múltiples funciones que no son inherentes a una lógica banco-centralista, ¿verdad?

    Hace la regulación de los Bancos, de los Mercados de Valores, de los Seguros, de los Fondos de Pensión; liquida Bancos, es el agente financiero del Estado, se preocupa por la política macro-económica; borda, zurce, cocina, ¿verdad? Es decir, aquí la idea es que esto tiene muchos objetivos, muchas veces ellos entran en conflicto y a no ser -como digo siempre- que tengamos directores del Banco Central esquizofrénicos tenemos un problema, porque cuando los intereses y los objetivos entran en conflicto es muy difícil reclamarles a los directores que tomen las decisiones consistentes con objetivos explícitos.

    Por lo tanto, apuntamos a la centralización de la regulación financiera en el sentido de tener una lógica global de la regulación de Bancos, Seguros, Mercados de Valores, Fondos de Pensión, que justamente para evitar ese conflicto de intereses debería tener una institucionalidad que no se relacionara con el Banco Central.

    Una tercer pata de este asunto refiere a los mecanismos de resolución de Bancos; el procesamiento de la liquidación de Bancos, la actuación de los Fondos de Garantías de Depósitos, etcétera, que también entran con conflictos de intereses con los objetivos regulatorios y con las políticas típicamente banco-centralistas.

    Por lo cual, también aspiramos en esta reforma institucional a que estos mecanismos de resolución de Bancos, Seguros de Depósitos, Fondos de Garantías, también queden separados no solamente del Banco Central, sino también del regulador financiero, y a su vez perfeccionar estos mecanismos dado que la legislación hoy por hoy permite que esta institucionalidad opere como "morgue" de Bancos cuando en realidad pretendemos que opere también como "hospital" de Bancos.

    Simplemente a título breve, estamos sí comprometidos en continuar la mejora en los bancos públicos y estamos avanzando en la medida en que las posibilidades nos lo brindan, porque ustedes verán a su vez que será con la transparencia que el caso permita, el proceso de venta del Nuevo Banco Comercial que estamos muy confiados en que es un proceso que se va a llevar adelante de la manera más transparente, sobre la base de que queremos sí pasar el Nuevo Banco Comercial a manos privadas pero no a cualquiera.

    La experiencia de reprivatización de bancos en el pasado no es la más sana, no es lo que la sociedad uruguaya visualiza como el óptimo en ese sentido, y, por lo tanto, si bien tenemos planteado este objetivo sólo vamos a llevarlo adelante si estamos seguros que quien va a adquirir el Nuevo Banco Comercial tiene las características y las condiciones como para ser un banquero en el Uruguay.

    Ya el Ministro había desarrollado aspectos relacionados con la desdolarización, como un elemento para reducir vulnerabilidades e incrementar la confianza y la credibilidad en la conducción económica y abrir más margen de utilización de instrumentos en la conducción económica, por lo tanto, este aspecto lo voy a soslayar por el momento.

    Un último aspecto de reforma que quiero destacar, y que después va a estar también desarrollado en la presentación de Fernando, refiere a que hay elementos de reforma legal e institucional que apuntan a este paquete de mejorar el clima de negocios para la inversión en el país; dar las garantías del caso a inversores, a trabajadores y al Estado, y en particular vamos a estar trabajando rápidamente en una revisión de la legislación de bancarrota, que haga que el instrumento de quiebras en Uruguay no sea meramente un instrumento nominal que no se utiliza a tiempo, que no se utiliza bien y que no resuelve problemas.

    Entendemos que la legislación, hoy por hoy, es tan rígida que lleva a que justamente no se utilice; debemos ir hacia mecanismos de mayor flexibilidad, como la experiencia internacional sugiere, a efectos de que justamente permita el mecanismo de quiebra o de bancarrota reestructuraciones sanas de empresas que son viables económicamente y que por diversas consideraciones terminan cerrando.

    A su vez, vamos a estar impulsando y estimulando la reforma en las empresa públicas, con la lógica de que se preparan sistemáticamente para la competencia; los marcos competitivos en este sentido son básicamente inexorables en muchos de los casos en donde participan las empresas públicas y, por lo tanto, necesitamos elementos regulatorios, elementos de marco competitivos sólidos y también empresas públicas sólidas.

    En ese esquema también se enmarca lo que vamos a estar enviando al Parlamento rápidamente que es también un proyecto de mejora en materia de políticas y legislación de competencia; en las próximas semanas vamos a estar entonces enviando al Parlamento una propuesta, un Proyecto de Ley, referido a la Promoción y la Defensa de la Competencia, tomando las mejores prácticas internacionales al respecto. Bueno, les agradezco el tiempo brindado.

    EXPOSICIÓN DEL DIRECTOR DE MACROECONOMÍA DEL MINISTERIO DE ECONOMÍA Y FINANZAS, FERNANDO LORENZO

    FERNANDO LORENZO: Buenos días a todos. La parte de la presentación que me corresponde hacer a mí tiene que ver básicamente con la orientación general de las políticas macroeconómicas y su vinculación con lo que podríamos denominar un objetivo prioritario y fundamental -tal cual el Ministro lo ha establecido- que es alcanzar altos niveles de crecimiento.

    El concepto que está por detrás de esta articulación, entre el marco macroeconómico, las políticas macroeconómicas y el crecimiento, es relativamente simple y conocido pero vale la pena reafirmarlo.

    Un contexto macroeconómico equilibrado, y que dé garantías fundamentales de estabilidad y previsibilidad, es un ingrediente fundamental para que el proceso de crecimiento encuentre oportunidades de concretarse, para que éste sea más sólido y lo menos vulnerable posible.

    Pero por sí sólo el marco macroeconómico no es una condición suficiente para el crecimiento y esto lo queremos reconocer desde la perspectiva de que la sola conducción macroeconómica no alcanza para asegurar altos niveles de crecimiento.

    Y desde el propio equipo que tiene a su cargo la conducción de las políticas macroeconómicas queremos hacer un expreso reconocimiento que hay otra batería de políticas públicas en las cuáles estamos profundamente comprometidos y interesados, algunas de ellas que ni siquiera son responsabilidad e iniciativa de la Asesoría Macroeconómica, que son fundamentales para concretar crecimientos económicos más importantes que los que hemos tenido hasta el momento.

    Hechas estas consideraciones iniciales, queremos empezar estableciendo algunos números que los denominamos los supuestos macroeconómicos, o el contexto macroeconómico, en el cual se inscribe las políticas macroeconómicas que el gobierno va a estar llevando adelante.

    Son algunos de ellos conocidos, voy a pasar rápido, pero cada uno de ellos pretende aportar un elemento de entorno, dentro del cual estamos tomando las decisiones en materia de políticas económicas en general y, en particular, en materia de política fiscal.

    Estamos contemplando para los dos años, para este año y para el próximo año, la continuidad del proceso de crecimiento, con tasas de crecimiento para este año de 6% y para el año que viene de 4%, y la perspectiva es que, como resultado de las reformas estructurales que se estarán implementando en el correr de este año y el año que viene, prevemos que la mejora en la tasa de crecimiento a largo plazo de la economía va a permitir incrementar los registros históricos de crecimiento.

    Por tanto, que a partir de 2006 la economía uruguaya va a estar en condiciones de crecer más que lo que lo ha hecho históricamente. Nuestra economía, es por todos conocido, que desde una perspectiva de décadas –y póngase los números que se quiera, una década, dos décadas, tres décadas, cuatro décadas, cinco y más- ha tenido bajo registros de crecimiento.

    Creemos que las reformas que se están llevando adelante, y las que se van a seguir instrumentando a lo largo del período, van a consolidar niveles de crecimiento, que nosotros ponemos como referencia en el 3%, para el período posterior al año 2006.

    Quiero aclarar que tuvimos muy lejos nuestros registros históricos de crecer al 3% de manera estable y sostenida en el largo plazo. Es más, Uruguay es un ejemplo de crecimientos per cápita bajos, en un Continente de bajos crecimientos de los ingresos per cápita a lo largo de décadas y décadas.

    En segundo lugar, prevemos que en el año 2005, el crecimiento del consumo privado va a encontrarse por encima del crecimiento del Producto Bruto Interno. Esto quiere decir de algún modo que el soporte que explica este comportamiento del consumo va a tener que ver con una recuperación de los ingresos familiares.

    Los ingresos familiares fue una variable que demoró mucho en recuperarse. La consolidación de las mejoras en el mercado de trabajo, acompañados con las previsibles aumentos de salarios reales que se están procesando y que se van a concretar a partir de la convocatoria de los Consejos de Salarios, van a permitir sin duda que el ingreso de los hogares se recupere como no se había recuperado, a pesar de la reactivación de la economía hasta hace muy poquitos meses.

    A partir de ese momento prevemos que los gastos de consumo de las familias van a estar creciendo a nivel equilibrado con el Producto.

    Seguirán siendo un impulso importante del crecimiento, previsiblemente este año y el año próximo, el aporte que realizan las exportaciones. Ha sido un ingrediente importante del crecimiento económico, lo seguirá siendo, seguirá siendo su contribución al crecimiento con tasas de dos dígitos para este año y para el próximo año.

    Como contrapartida de esto también y propio de una economía pequeña, de una economía que se está recuperando, recuperando niveles de ingresos, de inversión, de actividad en los distintos sectores productivos, estamos previendo aumentos de importaciones también de dos dígitos.

    El mayor crecimiento de importaciones -este año- debe de interpretarse como una mejora de la actividad generalizada de la economía en todos los sectores, como recién mencionamos.

    El contexto, si lo miramos ahora desde el mercado de trabajo y desde la formación de precios de la economía, estamos previendo incrementos de empleo tanto para este año, como para el próximo, 30.000 personas son los supuestos con los que estamos manejando para este año y 25.000 personas adicionales en el mercado para el próximo año.

    En cuanto a la tasa de desempleo, estamos previendo una reducción paulatina de ella, alcanzando este año todavía niveles de once con cinco y pensamos que en promedio en el 2006 va a estar en el orden de 10% y estos promedios pueden encubrir que sobre finales del año que viene, si el programa efectivamente y los supuestos se verifican, la tasa de desempleo se encuentre por debajo de los dos dígitos.

    Estamos previendo que, en el contexto de la evolución de la economía esta consolidación del crecimiento, continuidad del crecimiento, los salarios reales promedio crezcan a lo largo de los dos años; estamos previendo que los salarios podrían crecer este año un 3,2 %; en promedio del año, insisto, probablemente punta contra punta, diciembre contra diciembre, los datos puedan dar registros diferentes en el promedio del año 3,2 y prevemos que para el año que viene ocurre un crecimiento, también, de 2,3.

    Por decirlo de alguna manera equis y sintéticamente, en el contexto del año 2005, el año 2006, estaríamos previendo aumentos saláriales del orden seis por ciento a lo largo de todo el periodo.

    Y una inflación, que supongo que será más extensamente desarrollado por el Presidente del Banco Central, ya fue anunciado, nosotros estamos trabajando sobre un supuesto de que la inflación este año se sitúa en el centro de la referencia que el Banco Central tenía para el periodo diciembre - diciembre; o sea, 6,5 por ciento y para el año que viene el 5,5 por ciento; esos son nuestros supuestos.

    ¿Cuáles son las metas fiscales que el gobierno se ha trazado, ahora sí, para los próximos tres años? Y estos tres años son los que cubren esencialmente, no exactamente, pero esencialmente el programa acordado con el Fondo Monetario; acordado no, en vías de acuerdos. Con el Fondo Monetario Internacional estamos previendo un superávit primario para este año de 3,5 por ciento de Producto, un superávit primario que va de 3,7 el año próximo y 4 por ciento al año siguiente.

    Eso en el marco, y quiero subrayarlo, en el marco de un proceso continuo de reducción del déficit consolidado del sector público, desde niveles de 1.7 hasta 1.3 y al final del año 2007 esperamos que este se encuentre claramente por debajo del 1 por ciento del Producto y este proceso nosotros querríamos denominarlo ahora la consolidación fiscal del país, o sea, el alcance de una situación fiscal consolidada.

    Quiero subrayar muy especialmente que este proceso de consolidación fiscal ocurre en un contexto de un gasto discrecional del sector público, estabilizado en relación al Producto y con leve contracción.

    ¿Qué quiere decir? El gasto publico no está siendo un factor en sí mismo que pese más en el conjunto del Producto Bruto Interno, sino que es un gasto discrecional por parte del gobierno estabilizado en niveles del 11%.

    Esto simplemente es los mismos datos que he aportado recién en términos de gráficos. Lo mismo con el déficit global del sector público y la contrapartida si se quiere de estos datos referidos a los flujos de resultados del sector público, cuál es la contrapartida de esto en términos de la evolución de nuestra deuda publica.

    Partimos de niveles de deuda pública, entendida la deuda pública del sector público no financiero, partiendo de datos del año 2004 del orden del 89 por ciento, pero veremos a lo largo de los cinco años de la gestión de esta administración una reducción continua y progresiva hasta alcanzar niveles de este indicador del orden del 60 por ciento, esto todavía se encontrará por encima de los registro que tenía nuestro país en materia del ratio de deuda - producto anteriores a la crisis del año 2002.

    Básicamente, la composición del resultado fiscal del año 2005, las queremos referir para ser bien entendidas en términos de qué implica en términos programáticos para la gestión financiera del gobierno, cómo se compara la composición de este superávit en relación a lo que era el año pasado. Básicamente, tenemos un resultado de gobierno central cinco décimas por debajo de la del año pasado; un resultado de empresas públicas que en un contexto muy adverso para la operativa de estas empresas, muy adverso como es el año 2005, les estamos pidiendo un esfuerzo importante, les estamos pidiendo que aporten al programa financiero 1.6 % del Producto; el resultado del Banco Central sería eventualmente el mismo del año pasado y las Intendencias registrarían el mismo aporte al programa financiero, una contribución de 0.1 en términos de contribución al superávit primario, pero no al programa financiero.

    Esto hace que cierren las cifras que estamos refiriendo en términos al superávit primario de 3,5 para este año. Básicamente, entender la comparación de los datos del año pasado con éste implica hacer algunas precisiones respecto a cómo se debe leer este superávit estructural.

    La primera lectura simple que podría hacerse sobre esto es que se produce básicamente una fuerte reducción del resultado primario y esto queremos relativizarlo y afirmar que la lectura del superávit primario como una fuerte reducción encubre básicamente que el superávit primario estructural, al cual queremos hacer referencia ahora, aumentará a pesar de que han ocurrido un conjunto de factores explicativos que han contribuido a deteriorar la situación fiscal de este año, claramente: fuerte reducción de impuestos, anunciados y concretados durante el año pasado; la implementación del Plan de Emergencia; los pagos de atrasos a proveedores y los gastos de elecciones municipales, son claramente condiciones y componentes de gastos y/o de renuncias al gasto público que están influyendo sobre la lectura de las cifras fiscales.

    Y para ayudar a esta lectura, preparamos un cuadro que esperamos ayude a entender en qué consiste esta afirmación que en realidad el esfuerzo fiscal que se realiza este año es compatible con un incremento del superávit estructural y sobre todo con un incremento sustantivo del superávit estructural.

    Si nosotros tomamos el superávit primario del año 2004 y tenemos en cuenta que hubo ingresos extraordinarios, ingresos extraordinarios por las subastas públicas que el gobierno hizo y por ingresos que ocurrieron sólo puntualmente el año pasado, tenemos 4 décimas más de Producto; si a eso le agregamos egresos extraordinarios ocurridos el año pasado, así computados como extraordinarios como que no tienen una contrapartida exacta en el año 2005 y en los años subsiguientes de 0.6, y si a eso le imputamos además los efectos que hubiera tenido la recaudación de impuestos que se realizó durante el año 2004, antes de las rebajas de impuestos, y consideramos que esas ya no están hoy porque son rebajas de impuestos que ocurrieron no a principio de año, sino que ocurrieron a mitad de año, nos encontramos conque el superávit primario estructural del año pasado fue 3,4; compatible de todos modos con lo acordado con el FMI.

    Ahora, si hacemos la misma lectura, con el mismo rigor metodológico de computar los gastos extraordinarios en ingresos extraordinarios correspondientes a este año, nos encontraríamos claramente que este año tenemos ingresos extraordinarios por 0.3 del Producto; no tenemos ingresos extraordinarios porque el gobierno no ha introducido ni prevé introducir ningún cambio en su políticas tributaria y no hay ningún componente ya este año de recaudación transitoria de impuestos, y si componemos esta suma nos da 3,8; y si a eso le agregamos el Plan de Emergencia que este año representa 0.4 del Producto, llegamos a que el superávit estructural primario del que se está alcanzando este año ya supera los 4 puntos del Producto.

    Y esto es un esfuerzo muy importante que se está realizando en materia de consolidación fiscal en el marco de una clara priorización en términos de la orientación del gasto; 4 décimas de esta mejora del superávit primario estructural están dedicadas y asignadas al Plan de Emergencia que ha sido prioridad política fundamental de este gobierno.

    Estas cifras creo que hablan por sí solas del tipo de lecturas que nosotros proponemos hacer para entender que este año ha sido un esfuerzo de consolidación fiscal importante por parte del gobierno.

    Claramente, claramente la consolidación fiscal ocurre en un momento en que el gasto público sigue reduciendo su proporción, su participación en el PBI y prevemos que a lo largo de todo el período de gobierno el gasto público no sea un elemento que presione adicionalmente sobre el Producto y que no se incremente por encima del Producto.

    Básicamente, queremos repetir, en la consolidación fiscal y particularmente en lo que ocurre este año, las empresas públicas están haciendo, están aportando un superávit importante a pesar de un contexto adverso.

    A pesar de un contexto adverso, quiere decir: los mayores costos por la crisis energética, el precio del petróleo, las inversiones imprescindibles en materia energética, hace que el deterioro fiscal de las empresas, lo estamos haciendo básicamente el previsible deterioro del resultado de las empresas públicas en este contexto lo estamos atacando a través de un fuerte control de gastos; y, en segundo lugar, una adecuación de las tarifas como todos saben que hubo que realizar en función de las evoluciones de los costos.

    No obstante, queremos señalar que conforme con la prioridad de inversión que el gobierno se ha trazado, las Empresas Públicas en el año 2005 registran un importante incremento de sus inversiones.

    Aquí tienen la comparación en el gráfico de las inversiones en el año 2004 y la comparación con lo que está previsto en el programa a realizar este año; como verán implica un incremento de 100 millones de dólares respecto al año pasado en las inversiones, concentrada fundamentalmente en UTE y en la Administración Nacional de Puertos.

    Básicamente, el manejo fiscal en el año 2005 está orientado fundamentalmente por un proceso de reasignación del gasto público y en este sentido se han concretado dos tipos de medidas: unas medidas de contención de gasto, que son por todos conocidas, le hemos puesto tope de gastos y de inversiones a la Administración Central; hemos definido que el ajuste de las remuneraciones se va a realizar en el gobierno central y en las empresas públicas por IPC, y hemos tomado medidas de priorización del gasto público -como decíamos recién- en términos que la expansión de gastos está concentrada fundamentalmente en el Plan de Emergencia y en el aumento de inversiones de las Empresa Públicas.

    Este gráfico, lo que trata es de poner simplemente una imagen clara y elocuente sobre cuál es la estructura del gasto público en Uruguay y quiero que lo vean a la luz de los objetivos y las realidades que tenemos en materia de finanzas públicas.

    Esta composición de gastos, y fíjense la importancia que tienen el pago de intereses, la Previsión Social y las remuneraciones; quiero que vean sobre qué ámbitos de los gastos que darían las posibilidades de ajuste y compresiones adicionales.

    En resumen, lo que queremos señalar es que el gasto público uruguayo en su situación actual es de muy difícil compresión a corto plazo, y el reconocimiento de esta situación debe estar sobre la mesa a la hora de discutir cuáles son las opciones reales que tenemos.

    No obstante, queremos decir que desde nuestra perspectiva la política fiscal en el 2005 tiene algunos ingredientes que ilustran acerca de cuál es la visión que tenemos sobre la orientación de esta política a medio plazo.

    La primera, es que descartamos de plano al inicio de la gestión un nuevo ajuste fiscal; es una lógica histórica que se ha repetido históricamente en muchísimas oportunidades; no una lógica determinista pero sí una lógica histórica que después de un año previo de elecciones, que normalmente tiene resultados fiscales relativamente malos en nuestro país, ocurren ajustes fiscales que implican aumento de impuestos significativos durante el primer año de gestión de gobierno.

    Se han descartado esas opciones. Y tampoco se adoptó una política expansiva; ninguna de las dos opciones, ni una política expansiva, ni un ajuste fiscal.

    ¿Por qué? Porque creemos que las señales que estamos empezando a construir este año son compatibles con devolverle a la política fiscal progresivamente la capacidad de actuar contra cíclicamente.

    ¿Qué quiere decir esto? Este año y a lo largo de los años de programa de los que estamos hablando aquí, el gasto público estará creciendo por debajo de los ingresos públicos, con el propósito de alcanzar una situación fiscal al final del programa en la que el país haya recuperado la posibilidad de actuar a través de la política fiscal ante escenarios adversos.

    En un escenario de fragilidad fiscal y de fuertes restricciones fiscales, como la que tiene nuestra economía desde hace varios años, es muy difícil que la política fiscal pueda hacerse cargo de operar en situaciones de recesión o en situaciones de emergencia que se planteen. Por eso, vamos a una política fiscal que asegura la sustentabilidad de la deuda y la previsibilidad que puede dar el programa macroeconómico y financiero del gobierno.

    No es lo único que creemos que tiene que ver con el crecimiento, no queremos caer en el reduccionismo de decir que todo el funcionamiento de la economía y todas las decisiones fundamentales que tienen que ver con el crecimiento se agotan en lo que las políticas macroeconómicas pueden aportar.

    Y en ese sentido, sumando algunas anotaciones que señalaba Mario Bergara anteriormente, quisiéramos decir que hay dos capítulos sobre los cuales, estamos trabajando y vamos a trabajar de manera intensa, y esperamos que en colaboración con todo el sector privado y con las organizaciones empresariales, en torno a: clima de inversión, mejora del clima de inversión. Si el país necesita inversión, necesita que todo aquello que afecta a la inversión y no sólo las políticas y regulaciones públicas, todo lo que afecta a la inversión tenga mejoras sustantivas y progresivas a lo largo del período.

    Y por cierto, y por cierto, que protección de derechos de deudores y acreedores, con estricto cumplimiento de los contratos es un ingrediente.

    Por cierto, que necesitamos de un nuevo marco que permita el fortalecimiento y facilite la reestructuración de empresas. Necesitamos una nueva ley de quiebra, necesitamos nuevos procedimientos concursales.

    El país, con los procedimientos concursales que tiene hoy, no alienta de ninguna manera a la inversión; alienta a que las empresas tienen, una vez que enfrentan dificultades, el único camino que les queda es un camino en el que la probabilidad de extinguirse a lo largo de ese proceso es muy importante; eso no hace a la salud de la inversión, no hace a la calidad de las empresas y esto no está pensado el introducir cambios en la Ley de Quiebra solo para arreglar un problema del pasado, un problema de reestructuración de empresas, que hoy tienen buenos negocios y quizás no tienen una situación financiera para llevarlos adelante, sino que lo que trata es de dar un nuevo marco para que esta realidad de empresas que no pueden invertir no se repita hacia el futuro.

    No es una solución de un problema heredado, es una estrategia que tiene que ver con la consolidación de un clima de inversión hacia el futuro.

    Sobre las empresas públicas, Mario Bergara ya se refirió, yo quisiera hacer una breve consideración sobre clima de inversión y mercado de capitales.

    La posición que manejamos desde el Ministerio de Economía es que la regulación y supervisión del mercado de capitales probablemente requiera de ajustes; pero, desde el Ministerio de Economía, lo que pensamos es que lo que se necesita -y estamos ya trabajando en esta materia en colaboración con actores institucionales- es que la estrategia económica implique la promoción de un mercado de capitales inexistente.

    Podemos tener una regulación y una supervisión perfecta, pero el problema de partida es un problema promocional y no se le puede pedir a la agencia del Estado, que tiene asignada la supervisión y la regulación, que al mismo tiempo sea al que se le imputen responsabilidades de promoción.

    Las responsabilidades de promoción del mercado de capitales corresponden a otras agencias del Estado, y en particular, el Ministerio de Economía y Finanzas, está trabajando y se propone trabajar en esta materia.

    Último comentario, nosotros tenemos para el crecimiento un desafío de la competitividad y la competitividad, y con esto terminamos la presentación, la competitividad está directamente vinculada con la generación de capacidades competitivas y las capacidades competitivas tienen que ver directamente con las mejoras de productividad, el incremento de productividad.

    La estrategia de competitividad se tiene que definir a través de procesos que contribuyan a la mejora de la productividad.

    Y la mejora de la productividad, a largo plazo, está directamente involucrada con aquellos factores que explican el crecimiento económico y tienen poco que ver, poco que ver, los factores que contribuyen al incremento de la productividad con ninguna política macroeconómica, ni con la política fiscal, ni con la política monetaria, ni cambiaria.

    Tienen que ver con la inversión, con la educación, con el capital humano, con la innovación, con la capacidad de estimular procesos en las empresas que mejoren su calidad, que mejoren el ámbito de las relaciones laborales.

    La competitividad es aquellas cosas que contribuyen a mejorar capacidades y además a mejorar capacidades en relación a las capacidades de nuestros competidores.

    Es esencialmente una carrera competitiva y si es una carrera competitiva la tenemos que jugar sobre cosas sobre las que se pueda competir. Y sobre las políticas macroeconómicas, sobre ninguna de las políticas macroeconómicas podemos competir.

    Podemos asegurar que las políticas sean consistentes, coherentes y que aseguren estabilidad y previsibilidad, pero esta competencia a la que estamos haciendo referencia depende de otras políticas públicas y no necesariamente de las políticas macroeconómicas.

    En particular, el gobierno se propone llevar adelante un conjunto integral de programas de competitividad que va a tener cinco componentes: promoción de inversiones; promoción comercial; innovación; calidad y apoyo a la generación de capacidades empresariales.

    Creemos que esos cinco componentes van atacar sucesiva y coherentemente todos los elementos que intervienen en la generación de capacidades competitivas. Por cierto, por cierto, esta es la estrategia del gobierno.

    Pero toda vez que alguna situación proveniente de las políticas macro-económicas pudieran contribuir a un obstáculo, se constituyan en un obstáculo a este proceso, por supuesto que estaríamos muy preocupados y muy interesados en considerarlo.

    En este momento no consideramos que, desde ninguna de las políticas macro-económicas, haya ningún impedimento a que la competitividad se pueda desarrollar. Pero sí necesitamos de un conjunto de programas y componentes de una estrategia de competitividad de las que el país carece y además que tienen muy poco de ver con las políticas macro-económicas, pero mucho que ver con el resultado final en materia de crecimiento. Muchas gracias.

    EXPOSICIÓN DEL DIRECTOR DE LA OFICINA DE PLANEAMIENTO Y PRESUPUESTO, CARLOS VIERA

    CARLOS VIERA: Buenos días. Complacido por la invitación, intentaré dar algunas pautas desde la mirada que podemos realizar desde Planeamiento y Presupuesto.

    En realidad nuestra oficina creemos que tiene un rol importante en la coordinación de políticas, en la vinculación que necesariamente tiene que realizarse entre el corto plazo y el largo plazo, entre el programa sectorial y el programa global, entre lo social y lo productivo, en el marco de lo que se ha dado a llamar un Plan Estratégico Integral.

    Se me plantea hablar sobre los lineamientos estratégicos para el Presupuesto. Debo decir –entonces- que el Presupuesto es la expresión cuantitativa de un programa, y si estamos considerando que el país tiene por delante cinco años de un nuevo gobierno que se ha instalado recientemente y que hoy trabaja en el 2005 con el Presupuesto que hereda de la Administración anterior, por lo tanto sus posibilidades de generar cambios en esa materia, arrancan desde el 2006 y muy escasamente y en escasos márgenes lo que pueda adecuarse en términos del Presupuesto de 2005.

    Esta actividad de Presupuesto –entonces- que es por cinco años, nos conduce a la idea de que tenemos que tener un plan estratégico de mediano plazo, capaz de sustentar los lineamientos que ese Presupuesto requiere.

    Su elaboración implica sí, tener determinadas pautas pero de ninguna manera pautas que sean desprendidas de la realidad, las pautas tienen que estar vinculadas a un dinamismo de la actividad económica y por lo tanto, no pueden ser extremadamente rígidas. No podemos tener un Presupuesto elaborado desde ya para todo el quinquenio, sino que tenemos que tener un Presupuesto que sepa adaptarse a los cambios que a nivel macroeconómico suceden y a los nuevos desafíos que la realidad está exigiendo atender.

    Lo que no podemos hacer en una elaboración presupuestal en este diseño de una metodología que estamos ya trabajando intensamente, lo que no podemos hacer es basarnos meramente en el Presupuesto anterior, en la ejecución que viene del año pasado o de los años anteriores.

    Un gobierno que además se planta como un gobierno de cambio, no puede de ninguna manera caer en esa falsa alternativa. Lo que sí hay que hacer, es dar respuesta en materia presupuestal a las exigencias que la realidad está imponiendo, con políticas activas de Estado, capaces de incidir en esa realidad, en busca de resultados que tendrán que ser evaluados a partir de que si los instrumentos y las incidencias que de esos instrumentos se desprenden, tuvieron los éxitos o fracasos que habrá que ver.

    El Estado a través del Presupuesto no puede por sí sólo a través de su gasto público, modificar esa realidad, pero sí puede apuntalar acciones del sector privado, promoverlas, complementarlas; por ejemplo con una infraestructura adecuada para que dicho sector privado sea quien dé también respuesta a los problemas que tiene nuestra sociedad.

    De manera que es importante, que tengamos presente que hay una inversión pública a la cual vamos a tratar de fomentar, racionalizar; pero también hay una inversión privada, y el Presupuesto no es ajeno a crear las condiciones necesarias, los estímulos para que dicha inversión privada se dirija a la áreas en que prioritariamente el país necesita que se dirija.

    Si el Presupuesto debe ser una respuesta a una realidad, importa saber qué realidad afrontamos al inicio de este período de gobierno.

    Aquí tenemos por un lado entonces, una realidad macroeconómica en la cual el país ha tenido un crecimiento importante en el año 2004, pero a pesar de ese crecimiento importante y saludable, el país no ha llegado aún a los niveles de actividad, o sea su Producto Bruto Interno es menor al de 1998.

    En segundo lugar, dicho crecimiento no es claro que tenga un soporte en materia de nuevas inversiones, sino más bien está cimentado en mayor aprovechamiento de capacidades que la crisis había dejado ociosas, y por lo tanto, es necesario reponer un nivel muy alto de inversión para seguir adelante, o el crecimiento se nos puede venir abajo.

    En tercer lugar, nos dejó la crisis altísimos niveles de endeudamiento externo del país, del orden del 90% del Producto.

    En cuarto lugar, hay una reducción del salario real importante y una reducción del empleo, que si bien fue parcialmente compensada, no fue del todo compensada, a partir de la crisis.

    Y en quinto lugar, hay un deterioro social extremadamente importante, que compromete otras facetas de nuestro desempeño como país.

    Dos palabras sobre ese deterioro social: casi un tercio de la población vive en condiciones de pobreza; casi un millón de hombres y mujeres tienen problemas de empleo, ya sea por subempleo, empleo precario o lisa y llanamente desempleo. Más de la mitad, el 56 % de los niños que nacen anualmente, nacen en condiciones de pobreza, en hogares bajo la línea de pobreza, aproximadamente la mitad de ellos son hijos de madres adolescentes, la mitad de esas madres adolescentes no tiene pareja estable, no estudian, no trabajan e iniciaron el embarazo con déficit nutricional. De cada 100 alumnos que ingresan al nivel Secundario en el sistema de enseñanza pública, 58 abandonan, 23 culminan con rezago y apenas 19 egresan en el tiempo previsto.

    30.000 jóvenes entre 12 y 19 años están excluidos de los ámbitos de socialización propios de su edad.

    Esta realidad -que ha sido el diagnóstico que motivó el Plan de Emergencia- es uno de los componentes; por lo tanto, si estamos hablando de un Plan Estratégico que tiene que plasmarse en el Presupuesto, y tenemos una realidad que nos indica que el país necesita un equilibrio macroeconómico renovado, que necesita solucionar su problema de endeudamiento, que necesita confianza para las inversiones, que necesita un sector público que apuntale y que acompase al sector privado, que necesita imprescindiblemente atender la emergencia social, el desafío que se nos impone es compatibilizar todo ello, saber equilibrar la economía, llegar a la estabilidad macroeconómica y al mismo tiempo hacer sustentable con ello la atención a la emergencia social y sostener el crecimiento hacia adelante.

    Eso tiene que estar de alguna manera reflejado en el Presupuesto Nacional. Entonces tenemos que plantearnos una estrategia de desarrollo nacional que la vamos a dividir necesariamente en dos etapas: la primera etapa de superación de los problemas de reequilibrar el país, de ponerlo como decía Astori en la senda del crecimiento, de levantar vuelo, en esa primer etapa -en donde tenemos que ser muy cuidadosos de los equilibrios y de las exigencias sociales- vamos a establecer ciertas prioridades y necesariamente habrá una segunda etapa, en donde el país tiene que pensarse a si mismo hacia delante; en donde el país tiene que buscar, no limitarse al Presupuesto que podrá terminar en el 2010, sino que tiene que buscar su visión hacia delante en su estrategia como país, pensando más bien en el 2020. Tenemos que buscar un ámbito y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto quiere serlo, tiene que serlo, tiene mandato constitucional para serlo, en donde pensemos el país hacia delante en términos de planificación estratégica de largo plazo, y donde las coherencias entre el corto plazo y el largo plazo estén medianamente garantizadas.

    En tal sentido entonces, lo primero es desarrollo con inclusión socioeconómica como estrategia para el 2005-2010.

    Estamos hablando de estabilidad macroeconómica y sustentabilidad fiscal, sustentabilidad de la deuda, que está vinculada a la sustentabilidad fiscal. Pero al mismo tiempo estamos hablando -en este período- del PANES y estamos hablando de reformas estructurales. Ese es el panorama que tenemos que atender y reflejar en el Presupuesto.

    La estabilidad macroeconómica tiene un ancla real en la productividad, en la promoción de la inversión, en la eficiencia de las empresas públicas, donde mucho tiene que ver nuestra oficina y por sus cometidos específicos.

    Un ancla real también en la política fiscal que asegure el superávit primario en los próximos cinco años; un ancla monetaria en la política de tal, hacia objetivos de inflación y la gestión de la deuda, reducción del ratio de deuda sobre Producto.

    El PANES tiene varios componentes: el Ingreso Ciudadano -voy a pasar rápidamente porque creo que es ampliamente conocido-, el trabajo por Uruguay, la erradicación de tugurios y mejora de viviendas precarias y el programa de atención primaria en salud en zonas carenciadas, entre otros.

    Estamos con un Plan que busca integralidad, estamos con un Plan que no se limita a asistir sino a promover, con un Plan que busca reinsertar a la gente, ponerlas en condiciones de ser personas que se integren en el proceso productivo o al proceso educativo en el caso de los niños y los muchachos.

    Este PANES es entonces un objetivo prioritario y su expresión presupuestal, es uno de los principales esfuerzos y trabajos que tenemos que realizar en todos los términos, tanto los términos operativos como en los términos de prioridades.

    Por el lado de las reformas estructurales, tenemos -como se ha dicho acá y no voy a insistir en ellas- la reforma fiscal y tributaria, la reforma del sistema financiero, el capital social y capital humano, el clima de negocios.

    La reforma tributaria y fiscal ya fue expresada, yo diría remarcar simplemente que desde la OPP estamos priorizando algunos temas: hemos convocado y creado - porque tenemos facultades constitucionales para hacerlo- comisiones sectoriales, una de ellas destaco especialmente: la Comisión Sectorial de la Seguridad Social, para trabajar los problemas de cobertura, calidad de ella, institucionalidad y financiamiento como aspectos a mejorar en el sistema, y modernización del proceso presupuestal, incorporación de elementos estratégicos, que era a lo que me estaba refiriendo.

    La reforma financiera seguramente ya fue de alguna manera expresada, y Walter lo hará más en profundidad, de manera que dejo el tema en esos términos. Y me dedico sí a establecer la importancia del aspecto que significa cuidar el capital social y humano, la instrumentación de los Consejos de Salarios para la negociación colectiva con participación de empresarios, trabajadores y Estado es –creo yo- un jalón importantísimo que ensambla muy bien en esta nueva forma de concebir la ingerencia estatal en la actividad económica.

    El Consejo de Salarios para la Administración Central, es decir, estamos hablando de Presupuesto, tendremos que hablar de salario público, y estamos en otros términos ahora planteando el tema a través de Consejos de Salarios para Administración Central, para las empresas públicas y para los organismos descentralizados.

    El nuevo diseño del Sistema Nacional de Salud tiene que tener su expresión presupuestaria y es uno de los ejes importantes a atender.

    El fortalecimiento de la Educación Pública. La mejora en las condiciones de acceso a la vivienda, la promoción de la responsabilidad social, la promoción de la economía social, y la coordinación de políticas de recursos humanos con el sector público.

    Nosotros desde luego tenemos un necesario aporte a la tarea de todos de propiciar la inversión privada, y por lo tanto cuidaremos el clima de negocios, y las acciones que se están tomando a cabo por parte del gobierno son ya claras, contundentes, han sido expuestas, pero queremos enfatizar en el Programa sobre competitividad, que estamos ya prácticamente avanzadas las negociaciones con el Banco Interamericano de Desarrollo; un Programa de promoción del comercio, de la inversión, de la calidad y la seguridad de la producción industrial, un Sistema Nacional de Innovación, en el cual destaco el Gabinete de la Información, que se ha establecido a nivel de Presidencia dela República, con cuatro Ministerios y la OPP, promoción de emprendedores y los conglomerados y cadenas productivas, donde el enfoque de negocios en particular, por ejemplo el de turismo o el enfoque regional, la OPP tiene mucho que aportar, porque está trabajando intensamente en el tema y porque tiene instrumentos en su estructura, capaces de llegar a nivel departamental de distinta manera y con quizás más eficacia.

    El problema entonces que tenemos que plantearnos es: mientras tanto esas reformas estructurales van cobrando forma, mientras tanto el PANES se va implantando, ¿qué es lo que pasa? ¿Cómo podemos articular una cosa con la otra? ¿Cómo podemos reinsertar porque el PANES es un mecanismo de reinserción y no de asistencialismo? ¿Cómo podemos establecer mecanismos para que la gente se vaya reinsertando de veras, esa gente asistida por el PANES, se vaya reinsertando de veras en lo que es la actividad productiva del país y se cree más ciudadanía? Entonces estamos promoviendo un Plan de corto plazo, cuya expresión presupuestal estamos tratando de establecer, de donde habrá un Programa Nacional de microfinanzas y articulación productiva, con instrumentos financieros, como créditos microfinancieros, como instrumento no financiero que pueden ser políticas de articulación productiva, extensión, asistencia técnica, capacitación, dirigido a emprendedores en zonas carenciadas, emprendedores informales, microempresarios, pequeños y medianos empresarios formales y PYMES exportadoras. La importancia que son cuatro programas que tiene que articularse.

    Nosotros estamos pensando entonces que habrá emprendedores que tenemos que rescatarlos de los hogares actualmente en condiciones de extrema pobreza, habrá emprendedores que ya existen y que están en plano de informalidad, habrá emprendedores que son micro y pequeñas empresas, pero que no tienen grado de bancalización, no tienen grado de tecnificación en su actividad. Y habrá emprendedores –los hay- que son PYMES exportadoras que necesitan incorporar mucho mayor valor agregado.

    Estamos entonces también concertando con organismos internacionales un Programa de apoyo a las microfinanzas y a la articulación productiva que tengan estos componentes, con el objetivo de inclusión en el primer caso, de formalización, mayor grado de formalización en el segundo caso, de bancalización e internacionalización en el tercer caso y de mayor valor agregado en el cuarto.

    Destaco, no podemos quedar con los brazos cruzados cuando sabemos que el 40% del empleo en este país está en condiciones de informalidad; ese es un tema importante, atacar la emergencia y atacar este aspecto son tareas que van concomitantes. A su vez, el PANES no solamente inserta nuevos emprendedores, sino que además inserta personas que no están en edad de trabajar, sobretodo niños y adolescentes, tenemos que tener un sistema educativo capaz de que los integre, y un Sistema Nacional de Información para que dichas personas también estén en condiciones de constituirse en empresarios.

    El Programa incluirá entonces, cambios normativos, cambios en la infraestructura y cambios en el conocimiento, la aportación de las nuevas innovaciones del conocimiento a estos nuevos emprendimientos es fundamental.

    Esa es entonces la idea que tenemos acerca de cómo manejarnos en el corto plazo, en el plazo que va en el período en que el país se va rehabilitando, reconstituyendo, reequilibrando; plataforma de lanzamiento para el país del futuro que todos queremos; en que el corto plazo estamos atendiendo necesidades urgentes, mientras hacia adelante confiamos en poder llegar a un país que satisfaga mucho más plenamente a las personas en su desarrollo integral.

    Entonces necesitamos acciones pendientes a hacer más fluidos los vínculos entre el Poder Ejecutivo, los gobierno departamentales, las empresas públicas y la sociedad civil, y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto a través de las Comisiones Sectoriales tiene ese cometido.

    Lo ha dispuesto la Comisión prevista en la Artículo 230 de la Constitución, que se ha reunido por primera vez, creo desde la creación de la OPP y que está compuesta por todos los Ministros vinculados al desarrollo y el Director de la OPP, esa Oficina ha dispuesto: que formemos desde la OPP, cinco grandes Comisiones Sectoriales que después tendrán su ramificación en diversas áreas: Uruguay Productivo, Uruguay Social, Uruguay Innovador, Uruguay Integrado y Uruguay Reformado en su aspecto de democracia interna, que en lo que respecta a nosotros es reforma del Estado.

    Esas cinco grandes áreas que coinciden con los ejes programáticos, vamos a irlas desarrollando desde la OPP.

    Los ejes entonces para el período 2007-2020: un Presupuesto de empresas públicas, queremos corregir la forma de trabajo que hasta ahora se ha dado. Reconocemos que en el año 2005 no hemos trabajado de la mejor forma; los Presupuestos de las empresas públicas -a nuestro modo de ver- tienen que estar determinados por el plan de desarrollo que tengan dichas empresas públicas, y en segunda instancia tienen que ser compatibles con las metas y planes financieros del gobierno central.

    Lo que no hemos podido todavía hilvanar son esos dos aspectos, porque el año 2005 es un año de inusitada rapidez en los movimientos, hemos tenido que ir preparando el Presupuesto y el acuerdo con el FMI, sin tener el tiempo suficiente como para poder tener ya establecido, prediseñado planes estratégicos para las empresas públicas. De manera que las tarifas de las empresas públicas, los niveles de inversión de las empresas públicas, los niveles salariales y de costos de las empresas públicas deben estar mucho más hacia el futuro determinados por los planes de desarrollo de dichas empresas, que por las necesidades financieras del gobierno, sin perjuicio de lo cual este año 2005 estamos aún con déficit en esa materia.

    El plan de desarrollo tenemos que forjarlo desde una visión compartida de país, no se trata de que unos iluminados se encierren en algún ámbito, en alguna oficina de la OPP o donde sea y traten de imaginarse cuál es el país del futuro; lo queremos elaborar a partir de una interacción profunda, entre nosotros como gestores de opinión, como demandantes de opinión y los actores que nos van a poder dar respuestas y esas respuestas las podemos obtener a través de este funcionamiento que estamos previendo, en donde quedan los Ministerios, quedan las empresas públicas y quedan los gobiernos departamentales en una tarea coordinada, en una tarea que busca consistencias, coherencias en todos los ámbitos, para poder llevar adelante esta tarea tan importante; por supuesto con los apoyos externos, con todo eso.

    Y por último entonces me detengo en algunos aspectos más puntuales que sin duda merecen capítulo aparte.

    En primer lugar, el salario público. Reconocemos que las pautas presupuestales en materia de salarios públicos, tienen que adaptarse a la situación del país; situación del país en la cual la he definido, he tratado apoyándome además en las disertaciones anteriores, queda clarísimo que el país necesita tiempo para rehabilitarse, queda clarísimo que la recuperación salarial -esperamos tener del lado del sindicalismo uruguayo la madurez suficiente- deba irse paulatinamente dando.

    Reconocemos la necesidad de recuperación salarial, pero en forma paulatina, en el transcurso de este período de gobierno, esperamos que las pautas presupuestales para el salario del sector público, recojan justamente ese criterio, paulatina recuperación de lo perdido desde la crisis hasta el momento actual.

    En segundo lugar, la transparencia. El Presupuesto de alguna manera tiene que reflejar todas las transferencias que hay entre los agentes que intervienen en la sociedad, y hasta ahora las transferencias que sí estamos registrando son los subsidios y las subvenciones. Nos faltaría registrar -y estamos buscando una metodología adecuada- nos faltaría expresar allí los renunciamientos fiscales, es decir, cuánto cuestan y a dónde van las exoneraciones que se establecen y qué finalidad tienen y cómo podemos después, evaluar resultados al respecto.

    Otro aspecto es como criterio presupuestal, que no habrá aumento de la presión fiscal; quiere decir que todo los avances que necesitemos tener, los tengamos que realizar a partir de el crecimiento económico.

    El crecimiento económico sustentará entonces los sucesivos avances, de donde señores, estimados amigos, necesidad de que el Presupuesto no sea algo rígido que se establezca en el 2005 para el 2008, 2009, 2010, sino que necesitamos en la perspectiva de crecimiento en la cual estamos todos abocados, tener los márgenes de flexibilidad para que a través de adecuaciones anuales sucesivas adaptemos la realidad presupuestal a las nuevas condiciones macroeconómicas que esperamos sean más favorables hacia delante.

    Las rendiciones de cuentas entonces no pueden ser una revisión total de unas líneas estratégicas, pero sí tiene que ser adecuaciones necesarias que acompasen el funcionamiento de la economía.

    La ejecución presupuestal es limitada -sobre todo en las inversiones- y por lo tanto un aspecto de la reforma del Estado tiene que ser capacitar a las Unidades Ejecutores para que sean capaces, tengan capacidad de ejecutar, porque cuando el legislador establece un crédito presupuestal, lo establece en función de un Programa y de una acciones que se supone tienen que realizar en beneficio de la sociedad. Y si el Ejecutor me dice que no las realizó para ahorrar, quizás no sea la mejor respuesta; lo importante es que el Ejecutor sea capaz de realizarlas y si las realiza con menor costo, esa si es buena respuesta. Pero las acciones deben estar realizadas porque así lo dispone el legislador y así conviene la sociedad que se haga, porque quizás no haciéndolo signifique un quebrantamiento en otros aspectos de la actividad productiva a la que estamos entrenados.

    De manera que el crecimiento, la mejora de la gestión, y las redistribuciones de gastos, también son elementos que tenemos que estar manejando en el Presupuesto y en lo que estamos abocados.

    Yo termino diciendo: los uruguayos todos debemos –generalmente- estar tranquilos, tranquilos porque el país tiene recursos, el país tiene potencialidades inexplotadas, en todo sus sectores desde el minero hasta el sector de la industria pasando por el turismo, todos los elementos que tiene este país son importantísimos. Necesitamos políticas activas capaces de que el sector privado acompase al sector público y sigamos una planificación de la economía, una planificación estratégica capaz de sacar el país adelante.

    Yo diría estar tranquilos, desde nuestro punto de vista, de nuestro aporte vamos a hacer lo máximos esfuerzos para que así sea. Y creo que es una tarea en la cual tenemos que estar todos mancomunados porque son políticas de Estado las que estamos procesando en este sentido. Muchas gracias.

    EXPOSICIÓN DEL PRESIDENTE DEL BANCO CENTRAL, WALTER CANCELA

    WALTER CANCELA: Bueno, buenos días a todos. Reiterando lo de mis colegas, agradecer la invitación, la oportunidad de compartir con todos esta primera presentación pública en un ambiente como este del conjunto del equipo económico.

    Dadas las limitaciones de tiempo, que siempre ocurren en estos casos, y dado lo que Mario Bergara señaló como las dimensiones de las tareas del Banco Central, es decir el London París, al que hizo referencia, yo voy a concentrarme en una de las acciones del London París; es decir me voy a concentrar fundamentalmente en la política monetaria, y a partir de la política monetaria hacer algunas consideraciones respecto fundamentalmente al problema o el asunto del crédito de la liquidez, del tipo de cambio, etcétera. Sin entrar a otros aspectos que también están dentro de la competencia.

    En consecuencia, vamos a concentrarnos en tres aspectos: en primer lugar tratar de detenernos un poquito en los fundamentos y la lógica de la política monetaria que está siguiendo el Banco Central de acuerdo y en coordinación con la política macroeconómica general y con la estrategia de desarrollo que fue aquí expuesta por el señor Ministro y por el resto de los compañeros.

    En segundo lugar, vamos a tratar de ver algunas cuestiones relativas a cómo ha venido evolucionando la inflación y finalmente hacer algunas breves consideraciones sobre el comportamiento del mercado monetario.

    ¿Cuáles son los objetivos del Banco Central? Las finalidades las define la Carta Orgánica del Banco Central, que es una Ley de la República y que en su Artículo tres, Literal a, nos mandata a velar por la estabilidad de la moneda nacional.

    Hay tres literales más, que el segundo refiere al funcionamiento del sistema de pago, que esta vinculado con el funcionamiento del mercado monetario y con la estabilidad de la moneda nacional, como lo veremos. Y luego, también comete al Banco Central asegurar el funcionamiento y la solidez del sistema financiero, así como mantener un nivel adecuado de reservas.

    Para velar por la estabilidad de la moneda nacional tenemos que considerar que el Banco Central es un monopolista, que emite dinero, es decir que produce dinero y que como cualquier monopolista tiene básicamente dos opciones: o controla la cantidad que produce o controla el precio, las dos cosas no las puede controlar. Y vamos a ver las opciones que tenemos entonces en materia de política monetaria a los efectos de controlar la cantidad de dinero que circula en la economía y que en definitiva se relaciona con este objetivo de velar por la estabilidad de la moneda nacional.

    Las opciones que tenemos para el control monetario son básicamente de tres tipos: se puede controlar a través del tipo de cambio. ¿Cuál es el problema que genera esto? Bueno, la decisión de abandonarlo en junio del 2002, en definitiva refleja los problemas que tiene para una economía como la uruguaya utilizar el tipo de cambio como instrumento de control monetario. Es decir, trabajar con regímenes de tipo de cambio fijo, o de tipo de cambio administrado en cualquiera de sus variantes, ya sea con devaluaciones periódicas, aperiódicas, prenunciadas, no prenunciadas, con banda de flotación, etcétera.

    Una segunda opción es gestionar la demanda agregada a través de las tasas de interés, como realiza por ejemplo otros países: como realiza Brasil, como realiza Estados Unidos, o mismo el Banco Central Europeo, y acá el problema que tenemos es que no tenemos un canal crediticio que funcione, un canal crediticio estamos hablando en moneda nacional; hay una insuficiencia de los mercados financieros en moneda nacional en términos generales y por otro lado es de muy difícil identificación los parámetros que afectan la tasa de interés. ¿Cuáles tasas de interés?¿Qué estructura de tasas, etcétera? Tendría que ser relevante para operar a través de la tasa de interés.

    Y finalmente tenemos la posibilidad de operar a través de agregados monetarios pero en una economía altamente dolarizada, y aquí justamente es donde aparecen los problemas que enfrenta la política monetaria en el Uruguay actual, dado la baja demanda de dinero, la inestabilidad de la demanda de dinero y la ausencia de mercados financieros e instrumentos monetarios que permitan operar potentemente sobre el control de la cantidad de dinero.

    Vamos a ver por qué, cómo se da la lógica de la programación monetaria a partir de que el Banco Central tiene que cumplir con esa finalidad de velar por el valor de la moneda nacional; velar por la moneda nacional implica tener una inflación muy baja, es decir, implica que la moneda no pierda valor, la inflación es un indicador de la pérdida de valor de la moneda y por lo tanto, si tenemos que velar por el valor de la moneda nacional el objetivo final del Banco Central debería ser mantener un nivel de inflación baja.

    Como objetivo intermedio el Banco Central se propone alcanzar determinados niveles de medios de pagos en la economía, medios de pago que tienen que estar en relación con la demanda de esos medios de pago, por distintas razones. Y como no puede operar directamente sobre los medios del pago el Banco Central porque no tiene control sobre todos sus determinantes, sólo puede operar a través de algunos de los determinantes de esos medios de pago. Y ha elegido operar a partir de fijarse objetivos operacionales de base monetaria, es decir de dinero que el Banco Central crea, dinero de alto poder, como también se le denomina. Y para eso tiene que desarrollar un conjunto de instrumentos.

    El objetivo del Banco Central es que la demanda de dinero, la demanda de moneda sea satisfecha. Pero la demanda de dinero no es observable en forma directa y depende de varios factores que tienen sus variaciones a lo largo del tiempo, depende del nivel y la clase de las transacciones, por ejemplo. Y eso se relaciona con el nivel del Producto Bruto Interno, el grado de integración vertical o no de la economía, el tipo de transacciones que se realizan, son fundamentalmente minoristas o fundamentalmente mayoristas, etcétera. Todo eso da una determinación diferente a la demanda de dinero.

    También la tecnología de las transacciones afecta; cuanto menos se usen billetes y monedas en la circulación práctica, eso tiene efecto sobre la demanda de dinero, en la medida que funcionan otros mecanismos, otros medios de pago que multiplican de forma diferente la base monetaria que el Banco Central puede manejar.

    Y finalmente, también las variables financieras afectan la demanda de dinero, por cuanto existen sustitutos próximos del dinero. Por ejemplo, el dólar es un sustituto próximo del dinero. Y en función de los costos relativos de cada uno de ellos, de los costos de oportunidad que tiene mantener un tipo de dinero u otro sustituto del dinero, es que se toman decisiones de demanda de dinero.

    Un costo de oportunidad muy relevante en la función de demanda de dinero, es por ejemplo la tasa de inflación; la tasa de inflación es un determinante relevante porque la inflación es un impuesto sobre los activos que alguien tiene en moneda nacional, es decir, es un impuesto directo sobre un activo, como los saldos monetarios.

    Eso determina una demanda que de alguna manera el Banco Central tiene que estimar a los efectos de generar el proceso de creación de dinero primario que afectado por el multiplicador bancario, determina el volumen de los agregados monetarios que en definitiva tienen que compatibilizarse con la demanda.

    En este proceso de creación de dinero primario, el Banco Central puede operar sobre la creación de dinero primario, pero sobre el multiplicador tiene escasas posibilidades de operar, ya que este depende de las reservas líquidas que los bancos quieran tener en moneda nacional, más allá de los encajes obligatorios que el Banco Central pueda establecer, y por otro lado, depende de la preferencia del público por mantener dinero en efectivo fuera del circuito bancario.

    Cuando los agregados monetarios y la demanda de dinero no se equilibran, esos desequilibrios provocan una dinámica de ajuste que, pasando por el nivel de precios y por el tipo de cambio, el cual además está afectado por los fundamentos del tipo de cambio, los fundamentos estructurales del tipo de cambio, me refiero por ejemplo a la relación entre el gasto agregado y el Producto, me refiero a la evolución del nivel de productividad de la economía, a la evolución de los términos de intercambio por ejemplo, esos procesos de ajuste, afectan a las variables financieras y al nivel y clase de las transacciones que se realizan dando en consecuencia impacto sobre la demanda y obligando a entonces tomar medidas sobre la oferta monetaria.

    Esta es la lógica con la cual trabaja el Banco Central al definir sus decisiones de intervención en el mercado monetario, al definir sus decisiones en cuanto a cómo operar sobre la cantidad de dinero. Y puede operar tanto contrayéndola como expandiéndola para ajustarse a las condiciones de la demanda. Y eso lo puede hacer por la vía de cantidades o por la vía de precios.

    Como decíamos antes, hemos elegido actuar fundamentalmente por la vía de cantidades; por ejemplo para contraer cantidad de dinero por colocación de instrumentos de regulación monetaria, estamos considerando la posibilidad de venta de títulos en el mercado secundario, venta de moneda extranjera, es decir liquidación de reservas implica detraer dinero a moneda nacional y por lo tanto contrae la cantidad de dinero, operaciones de repo, es decir ventas con recompra pactada de títulos y un instrumento que opera sobre los precios que tiene la característica de penalidad a desajustes en las decisiones de los agentes, en cuanto a sus estrategias de liquidez, que son las tasas que se cobran por depósitos call y que operan como penalidad, operando en conjunto un sistema de instrumentos que operan contractivamente. La contracara de esto son operaciones de naturaleza expansiva, y en estas operaciones el rescate de instrumentos de regulación monetaria, la compra de títulos en el mercado secundario, la compra de moneda extranjera, los repo revertidos, operan como control sobre la cantidad de dinero en forma expansiva, igual que el déficit operativo en moneda nacional del Banco Central.

    Tendríamos que haber puesto en operaciones de naturaleza contractiva un superávit operativo de moneda nacional del Banco Central, pero como la situación estructural es de déficit en moneda nacional, opera como factor expansivo.

    Y hemos introducido recientemente la llamada "tasa lombarda", que es una tasa que se cobra por una facilidad "overnight" de financiamiento a bancos que se encuentran con problemas de liquidez transitoria en el mercado y que si no tuvieran una facilidad marginal como esta, tendrían que recurrir o al mercado interbancario call, con lo cual la tasa call podría pegar saltos muy importantes o como ocurre muchas veces al mercado cambiario, liquidando posición en dólares para hacerse de pesos.

    Estos son los instrumentos con que contamos y a través de esos instrumentos hemos estado operando.

    Y vamos a ver entonces cuál han sido –rápidamente- las tendencias que ha mostrado la inflación en el plazo más reciente.

    Si uno mira esta gráfica, ve que los últimos trimestres ha venido una tendencia persistente a la reducción de la inflación más allá de las fluctuaciones que en términos de tasa de inflación se producen mensualmente.

    La inflación en el corto plazo es resultado de múltiples factores que operan sobre los niveles de precio; factores de carácter estacional, factores de carácter externo, factores que tienen que ver con la situación de un sector en particular, climáticos, etcétera, que hacen que los precios puedan moverse de forma bastante impredecible en el corto plazo. Pero la tendencia a largo plazo de la inflación, la tendencia a mediano plazo de la inflación, está determinada por la adecuación e inadecuación del mercado monetario, que en definitiva es el que permite que los valores de los bienes y servicios se expresen en precios, en cantidades de moneda. Y eso es lo que debemos reparar, cuando estamos tratando de juzgar la trayectoria de la política monetaria, cuando estamos tratando de juzgar la trayectoria de un objetivo de inflación.

    También tenemos que fijarnos si la inflación no está generando distorsiones en materia de precios relativos, se está beneficiando más a un sector que al otro esta variación de precios, porque las variaciones de precios en procesos inflacionarios son asincrónicas, es decir no se producen para todos los bienes en el mismo momento, y también son desiguales, es decir no para todos los bienes se produce la misma proporción.

    Y si uno analiza dividiendo los bienes en transables y no transables, ve que los últimos trimestres la trayectoria de los precios de los bienes no transables tiende a ser bastante parecida a la trayectoria de los precios de los bienes transables y muy cercanas al promedio de la inflación.

    Se nota en el último mes, en el mes de abril un aumento relativo de los precios no transables, con relación a los transables y esto es consecuencia de que en ese mes en particular se produjeron ajustes de tarifas públicas que constituyen una parte importante de bienes no transables dentro de la canasta del índice.

    Pero la trayectoria tiende a ser consistente con un mantenimiento en los precios relativos en una tendencia razonable.

    La inflación subyacente -que es otra de las medidas que se utiliza- también muestra la misma tendencia -no me voy a detener en estos gráficos, simplemente para ver cómo se van alineando con las expectativas inflacionarias- se muestran las bandas del rango de inflación determinado por el Banco Central como objetivo, con escalones de descenso cada vez más frecuente, como se muestra al final de la gráfica y cómo las expectativas de los especialistas tienden a converger hacia el interior de la banda y tienden además, a reducir el nivel de dispersión entre el máximo y el mínimo previsto por los especialistas en horizontes de 12 meses.

    Esto tiene su reflejo con el tipo de cambio nominal y el tipo de cambio nominal se muestra que tiene una trayectoria bastante larga desde enero del 2002, se ve allí cómo el tipo de cambio evoluciona dentro de la banda, sale de la banda con mucha fuerza hacia arriba, produciendo una devaluación instantánea muy importante, una devaluación instantánea que se mantiene y crece hasta varios meses después, luego dos escalones de caída y una trayectoria con estabilidad y cierto crecimiento que luego comienza a partir de junio del año pasado a caer en forma un poco más pronunciada.

    Esta evolución del tipo de cambio nominal no es -sin embargo- propia del Uruguay.

    En esta gráfica se puede ver la línea blanca que es una parte del gráfico anterior, la parte final del gráfico anterior, donde el tipo de cambio se muestra como pesos uruguayos por dólar en términos de índice, base 100 en el mes de marzo del 2003.

    Y las líneas de abajo, la de color turquesa, la color lila y la roja representan el euro, el peso chileno y el real, respectivamente, y se muestra que desde el mismo punto, valor 100, están la revaluación que han sufrido esas monedas ha sido muy pareja entre ellas y además mayor que la revaluación que ha tenido el peso uruguayo, que solo ha evolucionado o está en un índice menor que el peso argentino, que sin embargo estuvo durante un buen período de tiempo por debajo del nivel nominal del peso uruguayo.

    Es decir, para ver que este problema de la declinación del valor nominal del dólar en el Uruguay, no es un fenómeno particular del Uruguay, es un fenómeno que afecta a la región, que afecta también a países de fuera de la región, Europa y que no está reflejándose en Argentina por condiciones particulares que bueno, podríamos después eventualmente considerar.

    El tipo de cambio real, ahora medido no con la relación entre precios de transables y precios de no transables como antes, sino medido por el índice de capacidad de competencia que calcula el Banco Central de Uruguay, que tiene que ver con la paridad de los poderes de compra de las diferentes monedas, muestra que estamos en marzo de 2005 en un nivel similar al que teníamos previo al canje de deuda en el año 2003, donde nadie suponía que tuviéramos un problema de competitividad cambiaria en ese momento.

    Tenemos una trayectoria del índice de tipo de cambio real medido por el índice de capacidad de competencia, que está evolucionando en torno a una tendencia de equilibrio que a veces puede estar por arriba, a veces puede estar por abajo; estamos hablando de promedios y por lo tanto puede haber sectores cuyos precios estén evolucionando de una manera y otros sectores que estén evolucionando de otra manera, y el impacto que tiene el tipo de cambio sobre su relación especifica de precios, puede ser diferente en cada uno de los sectores. Pero el tipo de cambio es uno solo y no estamos dispuestos a trabajar con tipos de cambio múltiples.

    Finalmente, vamos a terminar viendo un poco el comportamiento del mercado monetario para ver cuáles son los indicadores que nosotros manejamos para saber si estamos pegándole o no a la demanda de dinero, si estamos satisfaciendo al mercado con lo que el mercado necesita del producto que producimos, que es moneda nacional. Y para eso, nosotros miramos dos variables todos los días, todos los días las monitoreamos prácticamente intra-día, las tasas de interés y el tipo de cambio nominal, y la variación de estos indicadores, nos permiten determinar ciertas cosas: si vemos que el tipo de cambio está cayendo en términos nominales y al mismo tiempo hay un crecimiento de las tasas de interés, estamos casi seguramente frente a un problema de escasez de liquidez. Y si estamos frente a un problema de escasez de liquidez tenemos que tomar medidas para resolverlo, y lo podemos hacer por la vía de comprar dólares o por la vía de amortizar letra de regulación monetaria o por cualquiera de las vías que mostramos antes que se podía hacer.

    Como se ve, las tasas de interés están prácticamente planchadas sobre el piso de la gráfica, y estamos operando en el mercado monetario con tasas de interés realmente muy bajas, prácticamente a todos los plazos.

    Otro aspecto que miramos es si los bancos están estresados en materia de encaje o no están estresados en materia de encaje, y lo que vemos es que la liquidez bancaria, es decir lo que los bancos tienen como disponibilidades, ustedes miran la superficie verde, nos muestra el excedente sobre el encaje mínimo obligatorio que los bancos tienen. Y ese excedente sobre los encajes mínimos obligatorios está en porcentaje de la base monetaria, mostrado sobre el eje izquierdo, y en cantidad de pesos sobre el eje derecho.

    Tenemos un mercado con bancos que tienen mucho dinero en su liquidez excedentaria, con relación a lo que el Banco Central obliga a tener.

    Otro indicador es la evolución del crédito en moneda nacional; la evolución del crédito en moneda nacional ha empezado a mostrar desde diciembre -o un poquito antes- del año pasado, tasas positivas de crecimiento. Ese crecimiento del crédito todavía es muy bajo, lo que nos dice que el crecimiento de la cantidad de dinero que el Banco Central echa al mercado termina por un buen tiempo guardado en los bancos como encaje excedente sobre los mínimos obligatorios. No hay un canal que funcione adecuadamente de trasmisión de la política monetaria al M-1, que es en definitiva el objetivo intermedio para impactar sobre la tendencia a nivel de precios.

    Y tenemos también que la tasa de interés bancaria -la que los bancos pagan a sus depositantes- es también muy baja. O sea que esto está mostrando que los bancos no tienen un problema de liquidez.

    Entonces, volviendo para atrás, este crecimiento del crédito que todavía es muy leve en moneda nacional, ¿qué nos muestra del mercado crediticio en general? Bueno si uno mira y hace los ajustes correspondientes, en el año 2004 hubo un crecimiento del crédito en el orden de los 25 millones de dólares, tanto en moneda nacional como moneda extranjera. En el primer trimestre de 2005, el crecimiento del crédito fue de 24 millones de dólares, sumando moneda nacional con moneda extranjera, pero además en el primer trimestre de 2005, el crecimiento del crédito en moneda nacional fue mucho mayor que el crecimiento del crédito en moneda extranjera que cayó. Es decir, la proporción de desdolarización del crédito va en crecimiento en los últimos meses.

    Otros indicadores, la tasa de interés de política monetaria, todas tienen la misma -como mencionaba- trayectoria descendente, muy próxima al piso de la gráfica, tanto para 30 días, 60 días, 90 días o 120 días y más que son las operaciones de letra de regulación monetaria que utiliza el Banco Central.

    La cantidad de dinero medida en términos reales tuvo un crecimiento del 9.8% anual, casi 10%, cerrando en el mes de abril de este año, lo cual implica una expansión monetaria. Y el multiplicador bancario también ha crecido.

    Quiere decir que estamos en un proceso de expansión monetaria que sin embargo no se ha reflejado en niveles de inflación crecientes, sino todo lo contrario es compatible con un decrecimiento de la inflación. Y esto se refleja en las proyecciones -y con esto termino- monetarias que ha venido haciendo el Banco Central y cómo el Banco Central ha venido ajustando sus compromisos, sus bandas de flotación, o bandas de determinación de la base monetaria a lo largo de cada uno de los comité de política monetaria.

    Los puntos que aparecen allí redonditos son el valor efectivo de la base monetaria en cada período. Las franjas que aparecen allí son los compromisos proyectados de base monetaria del Banco Central.

    Como ustedes ven período a período el Banco Central ha venido corrigiendo al alza los rangos compatibles con un crecimiento de la demanda dinero observada en el mercado.

    Nuestro compromiso, entonces es con una tasa de inflación decreciente, con el crecimiento de la economía y con las pautas de distribución de la estrategia del gobierno y con poca volatilidad. Asegurar el ambiente razonable para que se puedan hacer cálculos, calcular los riesgos que cada inversión tiene y cada gasto tiene para que los agentes económicos puedan actuar en el marco de estabilidad macroeconómica que favorezca la inversión.

    La inflación -por último- es un impuesto y queremos que quede explícito, por eso nuestro compromiso con los objetivos de inflación y que se nos juzgue por el cumplimiento de esos objetivos, no por si estamos por arriba o por abajo un mes determinado de lo que podría estimarse que sucediera.

    Muchas gracias y conversaremos.

     

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