GOBIERNO PRESENTÓ PROYECTO DE LEY SOBRE EL SISTEMA
CARCELARIO
Con el sentido medular de abrir el cauce hacia una
nueva política criminal y de combatir el hacinamiento existente en las
cárceles, el Ministro Díaz anunció el envío al Parlamento de la Ley de
Humanización y Modernización del Sistema Carcelario, a la que consideró
como la norma más participativa de la historia legislativa del Uruguay.
Tras mantener el acuerdo ministerial con el
Presidente Vázquez, el Ministro del Interior, José Díaz, dialogó con la
prensa en el Edificio Libertad, explicando el alcance de la ley sobre
las cárceles remitida por el gobierno al Parlamento, que apunta a
modificar sustancialmente un sistema penitenciario cuya capacidad
locativa es para 3.000 personas y hoy supera largamente los 7.000
reclusas y reclusos en todo el país, dijo.
Díaz explicó que el Proyecto de Ley deroga las normas
penales inflacionarias del delito establecidas por la Administración
anterior, incluye una norma sobre la redención de la pena, es decir, se
cambia dos días de trabajo o estudio por un día de pena; y, en tercer
lugar, se introduce el instituto del arresto domiciliario.
DECLARACIONES A LA PRENSA DEL MINISTRO DEL INTERIOR,
JOSÉ DÍAZ, LUEGO DEL ACUERDO EN EL EDIFICIO LIBERTAD
MINISTRO DÍAZ: Compañeras y compañeros periodistas,
muy buenos días. Vamos a comparecer, o estamos compareciendo aquí, para
informarles con total objetividad de tres asuntos muy importantes
vinculados con el Ministerio del Interior, alguno de los cuales ha
tenido poca difusión y nos gustaría que se recogiera en los medios de
nuestro país, por su importancia.
El martes 21, aquí, en Montevideo, en la sede
Ministerial se efectuó una reunión con los Jefes de Policía de todo el
país, que vinieron con representantes de los Patronatos Departamentales.
Y después de un acto inicial conjunto se hizo una
división de aguas, para que funcionaran simultáneamente las dos
reuniones; la de Jefes de Policía presidida por nosotros, las
autoridades ministeriales, y la reunión de Patronato presidida por esa
gran ciudadana que es doña Jacinta Balbela, Vicepresidente del Patronato
Nacional de Liberados y Encarcelados.
Respecto de la reunión con los Jefes de Policía,
tenía por objetivo central hacer un balance de los cuatro primeros
meses, en un ámbito de horizontalidad democrática, para balancear entre
todos, para ver todas las cosas que se habían hecho en el interior de la
República y aquí en Montevideo; y luego abrir también un tiempo de
opiniones, donde también en forma democrática, horizontal, los señores
Jefes de Policía dieron su punto de vista, ayudando a construir el plan
de actividades y de desarrollo de los servicios policiales en todo el
país, en el segundo semestre del año, o sea, a partir del próximo 1º de
julio.
En síntesis, les quiero decir que fue una reunión
extraordinariamente útil, que fortalecerá al Ministerio del Interior, la
verticalidad del desarrollo de la política policial a lo largo y ancho
del país.
Yo les expresé mi conformidad, por un lado, en lo que
hace al relacionamiento realmente muy fecundo, muy fluido, muy
respetuoso, entre las autoridades ministeriales, los jerarcas policiales
y todos los demás integrantes de los distintos subescalafones del
Ministerio del Interior.
Y además les manifesté nuestra conformidad con el
comportamiento, con el relanzamiento de una política de creciente
entusiasmo en la ejecución de las importantísimas labores de mantener el
orden público y garantizar la seguridad ciudadana en la plena vigencia
de los Derechos Humanos; y les dije algo más: siempre se puede más, y
este segundo semestre será un semestre en donde iremos mejorando la
policía, incorporando más policías ejecutivos, cubriendo todas las
vacantes del personal ejecutivo que hace falta en muchos lugares, a
través de un nuevo reglamento de ingreso por concurso, que por primera
vez con objetividad se llevará adelante en nuestro país y así
sucesivamente los demás subescalafones del Ministerio del Interior.
Respecto de la reunión de los Patronatos
Departamentales, con el Patronato Nacional, esa fue una jornada de
formación, de información y de ajuste de lo que va a ser el trabajo
inmediato futuro de estos Patronatos, en mucho de los cuales habrá que
reciclar, incorporar gente más joven, más valida para este trabajo,
centrarlo en la atención y vigilancia de los encarcelados y liberados,
reasumiendo la función típica de esta institución del Misterio del
Interior, que, como dice el maestro Oscar Ravecca, es la parte más
humana y más social del Ministerio.
En segundo lugar, informarles de la visita que dos
días después, el jueves 23, realizamos al departamento de Maldonado,
acompañado con esa gran Jefe de Policía que es la doctora Graciela
López, ante su pueblo, ante su departamento ratifiqué la confianza en
esta funcionaria ejemplar que tiene el Ministerio del Interior.
Visitamos Piriápolis, Pan de Azúcar, San Carlos y la
capital, Maldonado; sobre todo hicimos hincapié en algunos barrios
densamente poblados como Cerro Pelado, por ejemplo; allí visitamos no
solo las comisarías, visitamos los Cuartelillos, la Comisaría de la
Familia y la Mujer recientemente inaugurada en San Carlo; dialogamos con
los vecinos, a veces en reuniones improvisadas frente a las Seccionales
Policiales.
Hicimos una reunión, hacia el final, con el nuevo
Intendente Municipal, el compañero De los Santos; con el que ratificamos
la colaboración de la Intendencia Municipal al Plan Verano Azul, donde
la Intendencia dispone de muchos recursos para el pago de horas de
trabajo de los policías y avanzamos en otras medidas de cooperación
entre la Intendencia Municipal de Maldonado y la Jefatura de Policía de
Maldonado.
En resumen, fue una jornada extraordinariamente
positiva; donde constaté, hablando con las comisiones de seguridad en
una reunión; hablando con las fuerzas vivas al final ya, en el salón de
la Jefatura de Policía, allí estuvieron las instituciones empresariales
de todo tipo, el PIT-CNT, los jueces, los fiscales y otras autoridades
nacionales y departamentales; en esas reuniones constaté el grado de
preocupación que la ciudadanía tiene por los problemas que existen en
materia de seguridad y que recorre todo el país, y que son también el
centro de las propias preocupaciones ministeriales.
Pero les puedo decir que constate, en esa visita a
cuatro importantes localidades de Maldonado, una actitud
extraordinariamente positiva de los funcionarios policiales, de los
Comisarios, de los encargados de las Comisarías, un entusiasmo
extraordinario para cumplir a veces con pocos recursos humanos, las
responsabilidades que tiene y no sentí de la población ninguna crítica
hacia el servicio policial y al contrario recibí muestras de beneplácito
por la labor que vienen desarrollando, encabezados -repito- por esa gran
Jefe de Policía que es la doctora Graciela López.
Y ahora paso al tercer punto. Yo les había dicho que
cuando la Ley de Humanización y Modernización del Sistema Carcelario,
una de las tantas medidas para combatir la crisis humanitaria brutal que
hemos recibido –y que aún estamos lejos de superar- lo iba a hacer en
una rueda de prensa para que la información fuera vertida en forma
igualitaria, para evitar que ustedes trabajen muchas veces con
informaciones parciales, equivocadas, a veces comiéndose algún garrón,
alguna chatarra informativa.
Aquí mismo se les va a entregar ese Proyecto de Ley
que, como yo lo he venido sosteniendo, es la ley más participativa de la
historia parlamentaria del Uruguay, porque la empezamos a construir
entre operadores penitenciarios y asociaciones humanitarias, ya en el
hotel Presidente, naturalmente invitamos a compañeros de nuestra fuerza
política.
Pero ya al asumir y avanzar en un primer borrador,
consultamos a todos los operadores ya en forma institucional, desde la
Suprema Corte de Justicia hasta nuestro Patronato de Liberados y
Encarcelados; asociaciones, profesionales, magistrados, fiscales; en
fin, las instituciones de la Universidad de la República, el Instituto
Uruguayo de Derecho Penal, y de todos ellos recibimos el beneplácito
general, con algunas diferencias, y sobre todo lo más rico, con
sugerencias para mejorar ese borrador.
Y el Proyecto de Ley que acabamos de firmar en el
Consejo de Ministros, recoge muchas de esas sugerencias, sugerencias
coherentes con el espíritu del primer borrador de Proyecto de Ley.
¿Cuál es el sentido que tiene esta ley? Esta Ley
procura abrir el cauce hacia una nueva política criminal en el Uruguay
que apueste al tratamiento, a la rehabilitación, a la educación y al
trabajo y no que apueste a la función, sobre todo a la política punitiva
contra los pobres, que ha generado esta situación de violación de los
derechos humanos de la que no nos ha sido fácil salir.
Sabíamos que nos iba a costar mucho tiempo de trabajo
y esta Ley es un pedacito así de todo lo que el Ministerio viene
haciendo en las múltiples actividades que tenemos que acometer,
soluciones concretas, actos de administración y de gobierno concreto,
para ir rompiendo la estructura inhumanitaria que hoy rige en nuestras
cárceles, combatiendo el hacinamiento con más alojamiento, entre otras
cosas; trabajando para crear un hospital penitenciario que hoy no
existe; trabajando para que las instituciones de la enseñanza, en una
comisión especial en el Ministerio, comiencen a gestar la nueva política
de educación dentro de las cárceles.
El trabajo virtuoso con el Ministerio de Salud
Pública y todas las instancias de salud, incluido las estudiantiles,
para que cooperen con el Ministerio del Interior y la Dirección Nacional
de Cárceles para lograr tener un tratamiento de salud adecuado,
etcétera, etcétera.
Pero vayamos a la ley. La ley tiene como sentido
medular el abrir el cauce hacia una nueva política criminal y ha llevar
a combatir el hacinamiento infernal que heredamos, en donde un sistema
que tiene capacidad –yo lo he dicho muchas veces- para 3.000 personas
alojadas, hoy supera largamente los 7.000 reclusas y reclusos que hay en
el país; y con eso va dicho de la tremenda situación en que se encuentra
y en la imposibilidad de poder aplicar políticas de tratamiento, de
rehabilitación, como manda la Constitución de la República hace añares y
que nadie ha cumplido, lejos de haberlo cumplido crearon las condiciones
para hacer imposible el cumplimiento del propio mandato constitucional.
¿Cuáles son los aspectos fundamentales de esta ley?
Yo lo divido en dos capítulos.
Primero, el que apunta a responder al propio sentido
de la ley; decimos que la Ley abre cauces para una nueva política
criminal, de la siguiente manera: se deroga las normas penales
inflacionarias del delito de la Administración anterior y que tienen una
cuota de responsabilidad muy amplia en el hacinamiento brutal que hoy
tenemos.
En segundo lugar, incluimos el moderno instituto de
la redención de la pena, por trabajo y estudio, con lo que se logra una
doble virtud: por un lado, estimular que el recluso realmente estudie y
trabaje y naturalmente que eso será mérito para irle reduciendo la pena,
dos días de trabajo o estudio por un día menos de pena.
En tercer lugar, incorporamos un instituto, el del
arresto domiciliario, que ya se aplica en muchos países del mundo,
Argentina incluido, no sólo los países avanzados de Europa; aquellas
personas con más de 70 años, aquellos que tengan enfermedades tales como
la enfermedad del SIDA u otras enfermedades terminales; las mujeres
embarazadas, etcétera, estarán comprendidas en este beneficio aunque
estén procesadas, aunque tengan condenas, puedan cumplirla en su casa
mediante el sistema del arresto domiciliario.
Por otro lado, en cuarto lugar, esta Ley le da
mayores cometidos al Patronato Nacional y a los Patronatos
Departamentales, algo ya les dije; los que salgan en libertad
provisional o anticipada serán atendidos antes de salir y durante la
primera etapa de su liberación por el Patronato, para que les de
programas de asistencia, vigile el cumplimiento de los programas de
asistencia, incluido lo que les va a tocar seguramente del Plan de
Emergencia Social, que nos permita que un mayor número de liberados, de
procesados, no vuelvan a delinquir porque la bondad de un sistema
penitenciario es la de aquel que cuando sale la persona en libertad
salga mejor, no reincida, y no salga peor -como ahora- porque las
cárceles en las condiciones actuales son una verdadera universidad del
crimen.
También, por esta Ley, se establece que los contratos
que haga el Estado de obras públicas, en las concesiones de obras
públicas, una exigencia para el oferente sea que el 5% del personal
obrero que tome debe sacarlo de la bolsa de trabajo del Patronato; el
Patronato tiene una bolsa de trabajo, el problema que tiene poco trabajo
que ofrecer y por esta vía también le vamos a dar una posibilidad
virtuosa al Patronato, para que aquellos que salen con oficios, que
salen con estudio, puedan tener un lugar útil y presentado que sea por
el propio Patronato Nacional, para darle todas las garantías al
empleador y al empleado –en este caso un liberado- de que la relación de
trabajo va a funcionar.
Algo se ha hecho ya con algunos Centros Comunales en
esta materia y los resultados del personal propuesto por el Patronato en
esas unidades de trabajo de algunos Centros Comunales, ha sido realmente
excepcional.
Y, por último, en este mismo camino de modernizar y
humanizar el sistema criminal uruguayo, se integran por esta Ley dos
comisiones: una comisión para la reforma del Código de Proceso Penal,
del que siempre se habla y del que se ha hecho nada; y también la
reforma del Código Penal que ya tiene más de 70 años de vida.
En el primer caso, aspiraríamos -desde el Ministerio
del Interior- de que rápidamente se promulgue una ley minimalista en
materia de Proceso Penal, en el camino de una reforma mayor, porque
efectivamente el sistema procesal penal uruguayo es una rémora, es un
atraso; impide que muchas veces gente, que están en condiciones de ser
libres, aún el sistema las mantenga en cautiverio.
Vale decir, que el Estado es infractor en esta
materia, tan grave, de no darle libertad por problemas procesales
penales a aquellos que ya deberían estar en libertad.
La segunda parte justamente de la Ley, es la que
trata del tema más difundido y más desinformado de todos que es el tema
de las libertades anticipadas y las excarcelaciones provisionales.
Lo que dije hace un momento, esta Ley lo que trata es
de remover los obstáculos que hacen imposible todavía, por los atascos
del sistema procesal uruguayo, de que personas que ya deberían estar en
libertad no están, se mueven esos obstáculos para que la persona
realmente pueda salir en libertad.
¿Qué precedentes tiene esta idea? Yo cuando vine al
Parlamento, por primera vez, expliqué que en ese borrador habíamos
incluido textualmente el antecedente de una Ley del año 85, primera
Administración de Sanguinetti, que votamos casi todos; yo pensé que lo
habíamos votado todos los parlamentarios de entonces, pero además tiene
precedentes internacionales.
Yo acá les voy a leer dos líneas nada más, no se
asusten, para decirles que la liberación anticipada -como mecanismo para
enfrentar el hacinamiento carcelario y disminuir la sobrepoblación- ha
sido recomendada por el grupo de trabajo sobre la Detención Arbitraria
de Naciones Unidas y fue en el grupo de trabajo en ocasión de la visita
Argentina año 2003 y por el Centro Internacional de Estudios
Penitenciarios, del King’s Collage de Londres, entidad especializada en
temas penitenciarios de amplio reconocimiento a nivel internacional.
Asimismo, en la Argentina, concretamente en la
Provincia de La Plata, se han iniciado acciones frente a la Corte
Suprema de Justicia por la violación del cupo legal en los
establecimientos penitenciarios.
¿Cuál fue la solución? ¿Cuál fue el criterio que
nosotros establecimos en este Proyecto de Ley que hoy hemos firmado?
Ahí también recogimos sugerencias útiles, coherentes
de los operadores penitenciarios.
Por ejemplo, de los fiscales establecimos una
división de aguas entre delitos de menor entidad, aquellos que llegan a
tres años de penas de penitenciaría, de los delitos de mayor entidad,
los que tienen una pena más allá de los tres años de penitenciaría.
A los primeros, más leves, se hace receptiva su
libertad si han cumplido la mitad de la pena; aquellos que tiene delitos
mayores se les exige más tiempo de cumplimiento de la pena, las dos
terceras partes.
Pero no todos salen al mismo tiempo; ahí aceptamos
una propuesta de la Suprema Corte de Justicia que establecía la salida
de todos, naturalmente, pero de forma gradual, de forma que el Patronato
no se viera desbordado de responsabilidades de contención, de asistencia
y de vigilancia de cada uno de los reclusos que obtengan por esta vía la
libertad.
Serán, números más números menos, un diez por ciento
de los que actualmente están privados de libertad, algo así como
setecientas personas.
Hemos reforzado los Patronatos, para eso hicimos la
reunión, le hemos dado más recursos, les seguiremos dando más recursos
para que puedan cumplir a cabalidad sus funciones.
Y ustedes van a ver, cómo esa tasa infernal,
impresentable, del cincuenta por ciento de reincidentes que hoy tiene el
país, porque todos los días están saliendo por libertad anticipada o
provisional, muchos, muchas personas, muchos compatriotas, pero el
grueso, el cincuenta por ciento, vuelve a reincidir; ustedes van a ver
que por este procedimiento más humanitario, más moderno, más de
participación de la ciudadanía en la temática de carácter penitenciario
y en la temática de la seguridad pública, ustedes van a ver que ese
porcentaje lo vamos a abatir significativamente.
Porque de lo que se trata, para defender la seguridad
ciudadana, es que haya cada vez menos delincuentes y que aquellos que
tienen que entrar como última razón en las cárceles, salgan mejores y no
salgan peores como ahora.
Esta Ley, además, establece excepciones; no todos los
que tengan la mitad de la pena, o las dos terceras partes, van a salir
en libertad porque hay excepciones a esa regla y en ellos están los
delitos contra las personas; hemos privilegiado los delitos, los
encontramos más graves cuando le hacen perder la vida a un ciudadano, o
cuando le dejan una lesión grave o muy grave. Entonces, los delitos con
estas características no se verán beneficiados de estas liberaciones
excepcionales, que por una sola vez se van aplicar.
Y también aquellos delitos que son graves para la
sociedad, que han creado alarma pública en la sociedad; muchas veces
vinculados a los delitos contra la Hacienda Pública y como es público y
notorio en los últimos tiempos, en forma periódica, un núcleo reducido
de grandes capitalistas saqueaban al país a través del sistema
financiero y bancario; estos no tendrán el beneficio ni de la liberación
anticipada ni de la excarcelación provisional.
Ahora, como ustedes comprenderán, el proyecto ya no
nos pertenece; ahora le pertenece al Poder Legislativo, allí se hará el
debate que yo deseo fecundo, participativo, plural, en donde finalmente
pueda salir esa gran Ley que un país moderno y progresista como el
nuestro se merece.
Y decirles un apuntecito más: hoy firmamos con el
Ministerio de Transporte y Obras Públicas dos convenios importantes en
esta misma dirección, el convenio para poner a punto, para terminar la
cárcel de San José, la actual está en condiciones impresentables, y otro
convenio para reciclar el carcelaje semidestruido de Libertad, que nos
permitirá con un millón de pesos de nuestro rubro de inversiones
conseguir 700 alojamientos más decentes, para las reclusas y los
reclusos de nuestro país.
Y subrayo esta cantidad y este resultado, porque no
hace mucho tiempo -y esto está sujeto a investigación- para tener 500
plazas en esos container, de un metal todavía no bien definido, se
gastaron cuatro millones de pesos en el mismo recinto de la cárcel de
Libertad. Muchas gracias.
PERIODISTA: Ministro, en primer lugar, ¿cómo es la
situación en el Penal de Libertad, respecto al motín que hubo?
MINISTRO DIAZ: Yo esta mañana, antes de venir, no
recibí información nueva. De tardecita noche, el Director Nacional de
Cárceles nos informaba que la situación estaba bajo control; que por
razones de seguridad, ante pequeñas incidencias que habían ocurrido, se
suprimieron las visitas del día domingo; se estaba parlamentando con los
familiares explicándoles las razones de lo que allí había ocurrido; de
tal forma, que yo me pude acostar con la tranquilidad de que Libertad
estaba en orden. Esperemos que en las próximas horas se restablezca
totalmente la normalidad.
PERIODISTA: Se ha manifestado que los familiares y
los presos reclamaron que se presentara este Proyecto de Ley al
Parlamento; un día después de ese reclamo, de ese motín, se presenta.
¿Se está cediendo a presiones?
MINISTRO DIAZ: Para nada. La firma de este proyecto
ya se determinó en una reunión que yo mantuve con el señor Presidente de
la República. No había ningún indicio de ninguna situación en ningún
lado. Naturalmente, esperamos al día de hoy para que los demás Ministros
firmaran el Decreto y darlo a conocer aquí, como lo estoy haciendo
ahora, en un régimen de total igualdad ante todos los medios de
comunicación del país.
PERIODISTA: Ministro, un aspecto de la ley chiquito;
usted decía que arresto domiciliario para personas mayores de setenta
años, enfermos y mujeres embarazadas. ¿Ante cualquier delito se otorga
ese beneficio?
MINISTRO DIAZ: En principio sale así; es una
disposición además facultativa del Poder Judicial, no es preceptiva. Son
los jueces actuantes los que determinarán si corresponde o no la
aplicación de esta modalidad de reclusión, porque las personas con esa
edad o con esa característica si son procesadas son procesadas y si son
condenadas serán condenadas; simplemente, en lugar de reclusión a partir
de esas condiciones -más de setenta años de edad, etcétera- el juez
podrá permitirles cumplir la reclusión en su propia casa.
PERIODISTA: ¿Uruguay es la excepción, entonces?
MINISTRO DÍAZ: No; eso ocurre en todos los países.
Aquí mismo, en Argentina, ustedes han visto que esto se practica
normalmente y está asumido por la propia sociedad argentina sin ningún
problema.
PERIODISTA: Ministro, las excepcionalidades que se
plantean a la Ley parecen hacer referencia estricta a dos casos
emblemáticos. Por un lado, el caso de la familia Peirano que tiene
delitos contra la hacienda pública, por ejemplo; y la eventualidad de un
procesamiento del ex Presidente Bordaberry, que en este caso sería por
delitos contra las personas.
¿Esas excepcionalidades se hicieron pensando en esos
casos en particular, y algún otro?
MINISTRO DÍAZ: De ninguna manera. Nosotros, con los
operadores penitenciarios pensamos en perspectiva digamos científica de
mejoramiento, de modernización del sistema penitenciario; nunca se
piensa en nombres propios, más allá de que a la hora de reclamarse como
se reclamaba que no todos los que estaban comprendidos en los dos
tercios, o en la mitad de la pena y demás, salieran. La ley del 85 fue
general, o sea, no puso excepciones; pero ustedes recordarán que muchos
sectores parlamentarios, incluso algunos sectores parlamentarios de
nuestro Frente decían que ese beneficio así general no era totalmente
justo, que había que poner excepciones; que había que impedir, aunque
fuera por una sola ve z como es en este caso el beneficio, lo pudieran
de alguna manera utilizar, disfrutar, aquellos que había cometido
delitos muy graves o contra las personas, o contra la sociedad.
Y es en ese sentido de que hay una cantidad -yo no
los memorizo a todos- de delitos que los que lo han cometido no van a
poder salir por este mecanismo preceptivo de la Ley, por estas
liberaciones anticipadas y provisionales, preceptivas, que marca el
Proyecto de Ley.
PERIODISTA: ¿Van a salir los presos que hayan
cumplido mitad de la pena o tres cuartas partes?
MINISTRO DÍAZ: Yo lo expliqué, léalo señor periodista
con tranquilidad. Aquellos que han cometido delitos de menor entidad,
con penas de tres años de penitenciaría hacia atrás, digamos, a esos
sólo se le requerirá la mitad de la pena cumplida; y los que han
cometido delitos de más de tres años de penitenciaría se les exigirá,
para otorgarles esta libertad excepcional, por una sola vez, las dos
terceras partes.
Es una combinatoria de los criterios que, si mal no
recuerdo, nos arrimó la respuesta, el comentario, de la Asociación de
Magistrados Fiscales, adecuados naturalmente al sentido ese de la Ley
que queríamos que cumpliera esa doble finalidad tan importante de
modernizar y ayudar a combatir el brutal hacinamiento que hoy aun
tenemos en nuestro país.
PERIODISTA: ¿Más de setecientos presos es el número
que manejan?
MINISTRO DÍAZ: No hay; uno de cada diez saldrá.
27/06/05
- PODER EJECUTIVO ENVÍA CONJUNTO DE MEDIDAS SOBRE SISTEMA PENITENCIARIO |