ABRIR LA CAPITAL AL PAÍS Y A LA REGIÓN
El Intendente de Montevideo, Ricardo Ehrlich, dijo
en su asunción, que "el país se abre a un nuevo tiempo y nuestra ciudad
tiene un compromiso mayor; miremos hoy juntos al Montevideo de mañana,
es tiempo de seguir cambiando", de búsqueda y de construcción de nuevos
valores y referencias, de integración para propiciar el encuentro de
nuestra gente con el país y la región, agregó.
PALABRAS DEL INTENDENTE SALIENTE DE MONTEVIDEO,
ADOLFO PÉREZ PIERA, EN LA ASUNCIÓN DEL NUEVO INTENDENTE, RICARDO EHRLICH
PEREZ PIERA: Autoridades nacionales presentes,
Ministros, senadores, diputados, representantes de gobiernos amigos del
exterior, invitados especiales, amigas y amigos todos.
Habiéndose cumplido los procedimientos
constitucionales previstos para la renovación de nuestro gobierno
departamental y de acuerdo al veredicto expresado por los ciudadanos de
este departamento, tenemos el honor y la satisfacción de entregar el
mando de la Intendencia Municipal de Montevideo al doctor Ricardo
Ehrlich.
Ritual que no por haber vuelto a formar parte,
felizmente, de la rutina institucional, debe dejar de ser debidamente
valorado como forma de afirmación de valores libertarios y democráticos
que hacen a la esencia de nuestra idiosincrasia nacional y cuya
ausencia, dolorosamente apreciamos en los oscuros años de la dictadura.
Pero satisfacción además, porque se trata de un
correligionario de relevantes condiciones personales y profesionales,
que asume el cargo con un respaldo enormemente mayoritario de la
ciudadanía, prologando así, por un cuarto período la continuidad de esta
fuerza política en el gobierno de Montevideo.
No solo, no es habitual esta secuencia de 20 años en
el ejercicio de un poder local para una fuerza política que se estrenó
en el mismo, sino además, tampoco es habitual, la circunstancia de que
en cada oportunidad se haya registrado un respaldo electoral creciente,
hasta pasar de un 34% en 1989 al 60% en el 2006.
Por ello sentimos hoy, satisfacción por el apoyo
recibido, pero también, un llamado a la responsabilidad para estar a la
altura de la expectativa generada. Porque sin duda, más allá de aciertos
o desaciertos puntuales, lo que ha estado nuevamente en juego en esta
instancia, es el apoyo de la ciudadanía a un proyecto pautado, por
valores solidarios y progresistas y a un estilo de hacer política junto
a la gente, muy diferente lo que el país había conocido históricamente.
Sustentada en la participación popular y orientada
por la sensibilidad social, se ha venido desarrollando desde 1990, una
política municipal renovadora, que ha ido dando crecientes respuestas a
las angustias y esperanzas de la población montevideana,
particularmente, de los más necesitados.
La implementación de más, y mejores políticas
sociales en vivienda, salud, alimentación, cultura, atención a los
sectores sociales con derecho desprotegidos, el impulso a la promoción
económica y el empleo productivo, la mejora de los servicios urbanos y
la transformación de la ciudad en una urbe innovadora y progresista,
formaron parte sustantiva de un proyecto colectivo cuyo protagonismo
correspondió a la gente, a los vecinos montevideanos sin exclusiones de
clase alguna.
Es este proyecto contextualizado en otro tiempo
histórico, y liderado por otros compañeros el que hoy se renueva según
el mandato soberano. Como ha dicho el Intendente electo, continuidad de
los ejes esenciales del proyecto y renovación en sus formulaciones según
los nuevos desafíos.
Existe de partida una acumulación de estos 15 años,
que potencia una formidable proyección de la gestión municipal para el
futuro. Programas sociales y proyectos de desarrollo urbanístico, que se
han venido configurando a lo largo de los años en el marco de una
planificación estratégica diseñada con el debido equilibrio entre el
bagaje técnico, y el aterrizaje social; entre los desarrollos
tecnológicos y la encarnadura en realidades físicas y humanas con
caracterización propia e intransferible.
Programas y proyectos abiertos a la participación
ciudadana, y orientados a revertir las inequidades sociales,
particularmente de las resultantes de la grave crisis económicas y
financieras que desde el comienzo de esta década han asolado al país; y
destinados a generar dinámicas de desarrollo sustentable que conviertan
a Montevideo en una ciudad saludable, pujante, atractiva, para sus
habitantes y su entorno.
Programas y proyectos que hoy a pesar de registrar
insuficiencias y errores, muchos de los cuales se han ido subsanando
sobre la marcha, conforman un precioso capital social para continuar
avanzando en la construcción de una ciudad más justa y más humana, pero
también más moderna y progresista.
Como toda acción de gobierno, porque de eso se trata
efectivamente de gobernar, ha existido también un aprendizaje en la
gestión política, aprendizaje que supuso ir adquiriendo una cultura de
gobierno, capaz de definir prioridades en desmedro de otras alternativas
también válidas. Optar muchas veces por lo menos malo antes que por lo
bueno y realizable, amalgamar competencias técnicas con criterios
políticos. Y procesar los tiempos de las decisiones respetando las
instancias de consulta y de participación y la toma de decisiones, carga
intransferible de quién asume el Gobierno. Decisiones muchas veces
polémicas, que pueden levantar resistencia, pero que deben adoptarse con
la convicción que en definitiva los intereses colectivos deben
prevalecer sobre los intereses sectoriales.
Este aprendizaje, no ha sido fácil, pero en el fragor
de la marcha, se fueron fraguando equipos con alta solvencia de gestión.
Tanto en el ámbito de las máximas jerarquías, como de los mandos medios
y también de los responsables de la base territorial, sobre quienes ha
recaído el gran merito que supone hoy disponer y un fuerte tejido
social, en todo el sistema descentralizado. No en balde, buena parte del
elenco dirigente de la Intendencia ha pasado a integrar los cuadros del
Gobierno Nacional. Y de sus propias camadas más jóvenes, se han venido
nutriendo las sustituciones correspondientes. A lo largo de estos años,
los postulados teóricos, se han venido decantando en contraste con la
realidad. Acumulándose experiencias y rediseñándose proyectos y
programas para hacerlos más impactantes y eficientes. Se ha ido
consolidando un aceitado tejido institucional, capaz de articular un
diálogo permanente de ida y vuelta con los agentes sociales y
económicos. Y se ha desarrollado un fluido reracionamiento con el
exterior, que ha transformado la cooperación internacional en un
poderoso instrumento de solidaridad y apoyo a nuestra tarea.
A ello se ha ido agregando la gradual incorporación
de la mayor parte del funcionariado a esta dinámica colectiva,
potenciando el desarrollo de la acción comunal en todas sus áreas.
Finalmente en este rápido balance de las capacidades
de gestión, debe señalarse el afinamiento de criterios e instrumentos
para atender en forma equilibrada el gasto y a la inversión. Tratando de
incorporar modalidades de financiamiento, sin aumentar la presión
tributaria, por el contrario, la misma disminuyó en el último
quinquenio. Y todo ello en el marco de la discriminación de que fuimos
objeto por parte del Gobierno Nacional.
Si, duda que este proceso de maduración no se ha
configurado en forma lineal y que se han enfrentado problemas y
dificultades. Que todo no ha sido bien resuelto, que hay demandas
sociales perentorias sin atender y que las exigencias de promover el
crecimiento y la modernización del departamento.
Pero en esta instancia se trata de reconocer el
capital social que se ha ido construyendo y las herramientas de que hoy
disponemos para actuar. No resulta, empero, un capital validado para
siempre. Cada vez que se asuman nuevas responsabilidades se enfrentará
el desafío de potenciarlo o el riesgo de dilapidarlo. Se trata de un
compromiso que debe ser permanentemente renovado, no sólo en sus grandes
objetivos, sino también en la propia capacidad de ejecutarlos.
En este caso los respaldos electorales alcanzados, la
esperanza y expectativas alentadas, el calor popular que rodeará al
gobierno, hacen augurar su éxito y que este capital, renovado y
acrecentado, será plataforma cierta para la obtención del quinto
gobierno progresista.
También confiamos en que esta gestión significará una
contribución importante para reforzar el municipalismo y la
descentralización en el país, en el marco del nuevo tiempo histórico que
estamos viviendo.
Cabe, finalmente, al cerrar esta administración,
reconocer la tarea del dos veces intendente Mariano Arana, y de los
distintos equipos que lo acompañaron en sus diez años de gestión.
Agradecer la importante colaboración de
organizaciones sociales y no gubernamentales, soporte fundamental de
todas las políticas sociales, y de empresarios, grandes, medianos y
pequeños comprometidos en el desarrollo de la ciudad. La presencia tenaz
y combativa del movimiento cooperativo, en todas sus expresiones,
vivienda, producción, consumo, trabajo, el que fue un aliado invalorable
de esta gestión.
Agradecer también las colaboraciones recibidas desde
otras instancias públicas, las que auguramos que, sin duda, serán
crecientes en el futuro. El ámbito universitario, las representaciones
diplomáticas, las agencias y organismos internacionales.
También agradecer a los amigos de la región y de
Europa, que nos tendieron fraternos lazos de solidaridad y cooperación.
A la prensa, a toda ella, sea que haya compartido o
criticado nuestra gestión, gracias por ese rol insustituible de
facilitar el relacionamiento con la opinión pública y la difusión de
nuestras actividades.
Por último, expresar nuestro reconocimiento al
respaldo prestado por el funcionariado y las representaciones gremiales
respectivas, con aquél que hemos trabajado codo a codo por muchos años,
orientando su actuación, pero también aprendiendo con humildad de sus
conocimientos, experiencias y compromisos en una relación que ha ido
notoriamente de menos a más.
Con las gremiales ha habido coincidencias y
diferencias, momentos de cordialidad y también fuertes rispideces. Hemos
aprendido que más allá de los roles distintos que asumimos como gobierno
y sindicato, nuestros caminos deben ser a la larga convergentes y que la
actitud de diálogo siempre debe prevalecer entre un gobierno progresista
y sus trabajadores.
No puedo dejar de agradecer en particular al equipo
que con lealtad y entrega nos acompañó en este último tramo de la
gestión, manteniendo hasta el final un alto ritmo de actividad, tal cual
nos los habíamos propuesto. Debiendo recomponer el equipo recurrimos
casi sin excepción a funcionarios en actividad, ahorrando no sólo un
importante porcentaje de altos salarios sino confiando plenamente en su
competencia y entrega, porque después de tantos años de gestión, si no
hubiéramos logrado alentar la participación protagónica, sin tutelajes
de los funcionarios en la conducción institucional, habríamos registrado
un revés en nuestra concepción de gestión democrática.
Gracias, por último, a todos ustedes, autoridades
nacionales y de países amigos, al cuerpo diplomático, representantes de
organismos internacionales, integrantes de organizaciones sociales y
empresariales, compañeros del gobierno departamental, amigas y amigos,
por acompañarnos en este acto y realzar con su presencia su honda
significación. En lo personal, antes de terminar, quiero trasmitir un
cálido y reconocido abrazo a tantos compañeros y amigos que me he ganado
en mis 46 años de actividad municipal en el momento en que dejo
definitivamente la institución.
A Ricardo y a su equipo, cabe desearles el mejor de
los éxitos en esta hermosa aventura que hoy comienza. Cuentan con el
apoyo de nosotros y con el crédito de todos los montevideanos. Adelante,
compañeros. Muchas gracias.
PALABRAS DEL INTENDENTE ENTRANTE DE MONTEVIDEO,
RICARDO EHRLICH, EN EL ACTO DE ASUNCIÓN DE LA COMUNA CAPITALINA
INTENDENTE EHRLICH: Señor ex Intendente de
Montevideo, Adolfo Pérez Piera, invitados internacionales presentes,
señoras Ministros, señores Ministros, autoridades nacionales,
autoridades departamentales, miembros del cuerpo diplomático, dirigentes
políticos, universitarios, religiosos y comunitarios, concejales
vecinales y ex integrantes de las Juntas Locales, trabajadoras y
trabajadores de los medios de comunicación, trabajadoras y trabajadores
municipales, ciudadanas, ciudadanos.
Un cambio de autoridades trae siempre consigo -más
allá de la saludable rutina democrática- muchas expectativas e
incertidumbres.
Es tiempo de balance y de nuevos planes, es tiempo de
reconocer esfuerzo y logros de quienes han asumido responsabilidades en
la etapa que se cierra, de recoger las banderas que marcan los puntos
hasta donde se ha llegado y de seguir adelante. Es tiempo de que todas
las voces marquen sus diferencias, sus aspiraciones, sus preocupaciones.
Es este un instante especial, es tiempo de futuro.
En momentos de asumir la responsabilidad de dirigir
el Ejecutivo Comunal -continuando el trabajo que iniciara quien es hoy
el Presidente de la República, el doctor Tabaré Vázquez, y que
continuara luego el gobierno municipal que hoy llega al final de su
mandato luego de dos períodos- quiero reconocer en primer lugar el
esfuerzo y los importantes logros y contribuciones del ex Intendente
arquitecto Mariano Arana. Logros y contribuciones que fueran
oportunamente reconocidos y saludados por la ciudadanía, y también
quiero reconocer los aportes ulteriores del Intendente Adolfo Pérez
Piera en los últimos meses.
Quiero reconocer también el aporte significativo de
los Directores de Departamento, Directores de División, Responsables de
Servicios y Secretarías, que han dado lo mejor de sí en este último
periodo.
Nuestro reconocimiento -desde aquí también- a edilas
y ediles de la Junta Departamental saliente, que cumplieron una
destacada labor, con firme compromiso con la ciudadanía y fuerte
presencia en la sociedad, que llevó a sumar esfuerzos de todos, de todos
los sectores por el bien común.
Quiero saludar también a los funcionarios
municipales, quienes con su trabajo, su experiencia, su conocimiento,
han hecho que esos cambios se materializaran y fueran posibles.
Hoy nos encontramos ante nuevos desafíos, el país se
abre a un nuevo tiempo y nuestra ciudad, nuestro departamento tiene un
compromiso mayor, miremos hoy juntos al Montevideo de mañana. Es tiempo
de seguir cambiando, de ensanchar las sendas abiertas, es tiempo de
búsqueda y de construcción de nuevos valores y de nuevas referencias, es
tiempo de integración para propiciar ese encuentro -ya impostergable- de
nuestra gente y de nuestra ciudad, con el país y con la región. Tiempo
también de cambios culturales. Y para eso necesitamos de todas y de
todos. Precisamos –Montevideo- a todos nuestros trabajadores, a nuestros
empresarios, organizaciones sociales y a los gubernamentales.
Un departamento es su territorio, es su historia, su
cultura, pero es sobre todo su gente.
El futuro de Montevideo estará siempre marcado por el
Río de la Plata, por el diálogo y el conflicto histórico entre la ciudad
y su bahía, por la forma de asumir su capitalidad, mirando hacia el país
entero, integrándose a él, por su proyección e inserción regional, por
su apertura al mundo. Pero sobre todo, el futuro de Montevideo estará
marcado por su gente, por sus historias y sus diferencias, sus problemas
y sus sueños, por la responsabilidad con que asumamos la gestión y
preservación del Patrimonio que dejaremos a las nuevas generaciones, por
las promesas de prosperidad y de igualdad ante la vida y por la
esperanza que seamos capaces de legarle a nuestros hijos.
El futuro de Montevideo estará también fuertemente
ligado a nuestra capacidad de reconocer en nuestras diferencias, en
nuestra diversidad, nuestra principal riqueza; esa riqueza que se
expresa en la ciudad, en sus rincones y sus edificios, en su cultura,
con sus matices, colores y tradiciones, que se mantienen, se cruzan, se
fecundan. Se expresa en el Montevideo rural, con su formidable potencial
humano y productivo, y se expresa en los diversos y numerosos lazos con
la región y con el mundo, que son productos del incesante movimiento de
personas y comunidades a través de nuestra historia lejana y reciente,
por opciones y promesas de futuro de una tierra generosa para unos y
producto también de movimientos forzosos de personas y comunidades, en
el pasado y en el presente. Ciudad abierta, sociedad abierta a seguir
construyendo.
Un departamento como Montevideo, una sociedad como la
montevideana es algo vivo, es memoria y también sueños y proyectos;
memoria que es parte de la identidad, memoria que trae consigo heridas a
asumir y cicatrizar, mientras los sueños y los proyectos van acercando a
la ciudadanía. Y la ciudad es también el espacio donde cultivar la
memoria al tiempo de celebrar la vida y la esperanza.
Nuestra sociedad se nos ha ido fragmentando por el
efecto de la crisis económica y de cambios de valores y referencias,
producto del verdadero cambio civilizatorio que acompaña la
globalización y sus conflictos, y las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación.
La sociedad se mira hoy en un espejo roto, que
devuelve múltiples imágenes parciales y repetidas, a partir de las
cuales es difícil reconstruir un todo armonioso y reconocible. Cada
fragmento es incompleto y precisa de nosotros. La fragmentación se
acompaña de valores y preocupaciones propios, crea referencias
sectoriales que divorcian, que separan aún más. Cobran cada vez más
pesos los valores y referentes corporativos que a su vez tienden a
profundizar la fragmentación, anteponiéndose a los valores solidarios.
El espejo debe volver a darnos una imagen de
conjunto, de una sociedad muy diversa, heterogénea, pero unida,
integrada por referentes, valores y sueños comunes, una sociedad apoyada
sobre lazos y principios solidarios.
Es en este contexto que afirmamos que el Montevideo
que queremos construir, que queremos seguir construyendo, es un
Montevideo solidario, un Montevideo integrado, un Montevideo
democrático, en un país solidario, en un país integrado, en un país cada
día más democrático.
Se abre una nueva etapa en Montevideo, en un contexto
nacional diferente.
En los períodos anteriores se ha creado una nueva
institucionalidad municipal, se ha avanzado significativamente en la
construcción de ciudad, de la ciudad abierta al futuro y en la
construcción de ciudadanía.
Ha habido al mismo tiempo una creciente
institucionalización de la descentralización y del rol de los gobiernos
locales y de los ciudadanos, como marca nuestra Constitución.
Ha comenzado una nueva etapa en la vida del país, que
ha hecho renacer las esperanzas y el optimismo en nuestra gente, que
implica nuevas responsabilidades y desafíos para las autoridades
nacionales y locales, para el sistema político en su conjunto y también
para los ciudadanos.
Se abre un período de cambios, tanto a nivel
nacional, como a nivel local, de reconstrucción del entramado social, de
profundización de la construcción de ciudadanías.
Nos proponemos trabajar para un departamento
inclusivo, sin fractura social, sin marginación; democrático, que a
través de la participación ciudadana construya ciudadanías y donde haya
igualdad de oportunidades para todos, igualdad ante la vida; productivo
y generador de trabajo, apostando al conocimiento, apostando a la
innovación; integrado socialmente, que consolide su trama social sobre
bases solidarias; integrado al país, a través de una agenda
metropolitana, a través de planes y proyectos intermunicipales, a través
de una estrecha colaboración entre los 19 departamentos y sus gobiernos
locales; integrado a la región, asumiendo plenamente su vocación de
ciudad de encuentros, de intercambios, de integración y de capital del
MERCOSUR.
El plan de trabajo para Montevideo en esta nueva
etapa, nos lleva a asumir la proyección estratégica del departamento, de
la ciudad, que se ha ido construyendo a lo largo de los períodos
anteriores y que hoy es necesario llevar más lejos, fijando horizontes
compartidos socialmente, que lleven a avanzar como sociedad, con un
rumbo claro y definido.
La proyección estratégica incluye el desarrollo
territorial, el desarrollo humano, social y económico, el desarrollo
intelectual, el desarrollo institucional, el desarrollo cultural.
Trabajaremos para que las montevideanas y los
montevideanos, quieran y puedan participar en la construcción de la
ciudad deseada.
Planificaremos las acciones sobre el territorio y
evaluaremos y controlaremos la ejecución de iniciativas para que éstas
respondan a la visión plural del departamento que queremos.
Trabajaremos en el desarrollo de las capacidades
ciudadanas, para integrar a los ciudadanos y trabajadores municipales en
el esfuerzo, procurando crear una cultura de gestión que responda al
desafío de la participación, con iniciativas consolidadas y respaldadas
por sus actores.
Aseguraremos la transversalidad de la integración en
el diseño de políticas, proyectos y planes de acción que lleve adelante
nuestro equipo de gobierno y trabajaremos integrando y asegurando la
coordinación de los planes locales y regionales con los planes de
alcance metropolitano.
Y cuando hablamos de sueños y planes de futuro,
inmediatamente surge la natural pregunta: ¿qué lugar queda para los
sueños en un país que tiene un millón de pobres, de los cuales la mitad
está en Montevideo, cuando más de la mitad de sus niños y adolescentes
nacen en hogares que están por debajo de la línea de pobreza?
El plan de trabajo nos lleva necesariamente a
continuar atendiendo especialmente la situación de quienes hoy están
excluidos, para que realmente sea de todos el proyecto de un Montevideo
integrado y participativo, humano y solidario.
Crearemos el Departamento de Desarrollo Social, desde
donde coordinaremos las políticas sociales, en base a programas de
enfoque territorial y de participación ciudadana, pues son los propios
ciudadanos quienes deben encontrar con nuestro apoyo, los caminos de
integración e inclusión social.
Apoyaremos desde Montevideo el Plan de Emergencia,
coordinando nuestras acciones estrechamente con el gobierno nacional,
pues la emergencia no admite ineficiencias.
Impulsaremos la concertación de políticas sobre
asentamientos, que integre a los actores del ámbito nacional y
municipal, que implique una política firme de regularización,
reinserción e inclusión y que implemente una política de prevención.
Atenderemos la emergencia y priorizaremos firmemente
las políticas a favor de los más necesitados, al tiempo de avanzar en
conjunto con toda la sociedad, abriendo espacios para soñar y crecer,
abriendo horizontes para las nuevas generaciones y continuando los
esfuerzos para tejer, para consolidar nuestra fragmentada trama social.
Decíamos hace pocas semanas, durante la campaña
electoral: "El proceso de fragmentación y fractura que ha vivido nuestra
sociedad, adquirió formas diversas. La exclusión y la segregación tienen
varios rostros, nuestros hombres y mujeres sin oportunidades de trabajo;
la segregación de nuestras mujeres en distintos espacios sociales;
nuestros ancianos aislados de los espacios ciudadanos y separados de los
afectos; nuestros jóvenes marginados o expulsados de un país que no les
permite desarrollar sus sueños; la exclusión de los diferentes y de los
que tienen capacidades diferentes, son formas diversas de exclusión y
segregación".
Impulsaremos fuertemente la integración de nuestro
departamento con nuestros jóvenes, nuestras mujeres, nuestros adultos
mayores, nuestros ciudadanos con capacidades diferentes, todos nuestros
ciudadanos, desde todos los sectores de responsabilidad municipal.
Trabajo, educación, cultura, son pilares de la
integración de una sociedad.
En este contexto, debemos incluir igualmente las
propuestas en el área de deportes, tanto propias como coordinadas con
actores institucionales diversos, incluyendo los programas nacionales en
el área.
Nuestro Programa de Salud se propone contribuir,
desde el Servicio de Atención a la Salud de la Intendencia de
Montevideo, a la construcción de un sistema de atención en el primer
nivel en Montevideo, con desarrollo de una estrategia de atención
primaria de la salud como elemento clave del Sistema Nacional Integrado
de Salud. Eso incluirá en particular: profundizar el procesos de
transformación del modelo de atención y gestión de los servicios de
salud; aumentar la capacidad de respuesta de las policlínicas
municipales; promover la participación comunitaria en relación con los
temas de salud y profundizar la coordinación de las políticas de salud
con el conjunto de políticas vinculadas con la calidad de vida de los
montevideanos.
La integración social y el arraigo de la gente
implica trabajo para nuestros ciudadanos, mediante el trabajo los
ciudadanos podremos apropiarnos de nuestros recursos, de nuestra
inteligencia, de nuestro futuro.
El desarrollo de un Montevideo productivo será un eje
central de nuestro gobierno. Crearemos espacios de coordinación con
actores sociales y empresariales para buscar los mejores caminos de
desarrollo productivo mirando la matriz productiva de Montevideo, con
una perspectiva no menor a 20 años, pues también en el desarrollo
productivo, debemos pensar que lo que hagamos hoy estará preparando las
condiciones para abrir sendas que recorreremos desde ahora y hacia el
futuro.
Estimularemos desde grandes inversiones a
microemprendimientos, teniendo en cuenta la calidad de las inversiones,
respetando el carácter sustentable y cuidadoso del ambiente, asumiremos
un rol activo para acompasar los tiempos del Estado con los tiempos de
las inversiones, estableciendo reglas claras que permitan contemplar la
oportunidad y la rapidez, sin sacrificar los aspectos normativos, y los
controles.
Promoveremos la generación de empleo de calidad,
garantizando condiciones laborales que permitan un desarrollo pleno del
trabajador y apoyaremos programas de formación para que nuestros
trabajadores estén preparados para asumir los desafíos futuros.
A partir de la exitosa experiencia del parque
tecnológico del Cerro se estimularán experiencias de características
comparables en otros puntos de la ciudad.
El traslado del Mercado Modelo a una nueva ubicación
que reconozca la actual realidad urbanística del departamento, es una
oportunidad de desarrollar a su alrededor un polo agroalimentario y
tareas conexas al mercado y al transporte de carga.
Nos proponemos avanzar en esa dirección en conjunto,
con todos los actores involucrados.
El área rural de Montevideo continuará siendo objeto
de políticas especificas, coordinadas tanto a nivel departamental como
metropolitano.
Finalmente la promoción y el desarrollo del turismo,
será un eje prioritario. En ese sentido hemos resuelto la creación de
una división específica.
La inclusión y la integración social, la construcción
de ciudadanías, la proyección al futuro de una sociedad que debe soñar y
debe crecer, y que debe soñar para poder crecer, se apoya en batallas
culturales que abran espacios fecundos para la creación, para el
crecimiento de las personas, para el descubrimiento de las propias
capacidades, para el descubrimiento del mundo. Espacio culturales que
contemplen la diversidad de la sociedad y la diversidad de la cultura.
Seguiremos los caminos iniciados en los períodos
precedentes, sumándonos hoy con énfasis desde Montevideo a una agenda
nacional, apoyando la apertura de espacios en los barrios que
contribuyan a la integración social, estimulando la creación nacional y
el reconocimiento a la misma, construyendo desde la cultura valores y
referencias con total apertura al mundo, pero buscando y afirmando
nuestra propia identidad, y promoviendo la creación de trabajo desde la
cultura.
El proyecto de departamento de ciudad integrada e
integradora, solidaria, democrática, requiere seguir desarrollando los
servicios que mejoren la calidad de vida de su gente, de toda su gente,
y seguir construyendo una ciudad que gane en seguridades.
En relación a la movilidad social, los aspectos de
tránsito, transporte, y vialidad. Los cambios y transformaciones en el
sistema de transporte estarán orientados a profundizar el proceso
democratizador de la sociedad.
Será una política prioritaria del gobierno
departamental en materia de inversiones, en las regulaciones del
tránsito y en la educación y cambio cultural de nuestra sociedad. Dichos
cambios se realizarán con la participación de todos los sectores:
ciudadanos, usuarios, trabajadores del sector y empresas, priorizando el
carácter social e integrador del transporte público.
La transformación del sistema de transporte colectivo
implica también la integración y coordinación en el área metropolitana,
donde trabajaremos junto con el Ministerio de Transporte y Obras
Públicas, y las Intendencias vecinas.
La reestructura del sistema de líneas, pasará por la
diferenciación entre troncales o grandes ejes viales y circuitos
transversales y locales.
Se retomarán las iniciativas para las obras de los
corredores troncales para el transporte público en los ejes viales
principales. Se introducirán nuevas tecnologías que apoyen la gestión,
regulación y mejora de los servicios.
La seguridad en el tránsito será considerada en forma
prioritaria y serán implementadas enérgicas iniciativas de control,
educación, prevención, coordinación, señalización y ordenamiento. Para
atacar este muy serio problema de la ciudad se retomará el impulso en la
instalación de ciclovías, y se legislará y regulará para disminuir los
perjuicios derivados del transporte de cargas en el funcionamiento de la
ciudad.
En relación a obras viales, la construcción del
colector perimetral norte, asumida por el gobierno nacional, cuyo
trazado fuera recientemente acordado con la Intendencia de Montevideo,
tendrá un muy gran impacto sobre el departamento.
A nivel municipal los esfuerzos se centrarán en
culminar y desarrollar obras en grandes ejes viales.
Finalmente, se impulsarán acciones de bacheo de
calles a nivel de todo el departamento, estableciendo un calendario de
trabajo que conduzca a una reversión del estado actual de las calles, al
mismo tiempo se implementarán programas para el mantenimiento de veredas
a través de sistemas de financiamiento que faciliten esta iniciativa,
promoviendo nuevas oportunidades laborales en los barrios.
En otros aspectos del acondicionamiento urbano,
enfatizaremos el desarrollo y la mejora de espacios públicos de carácter
democrático e integrador, apoyando la reconstrucción de centralidades
barriales, incluyendo espacios verdes y de esparcimiento.
Con relación a las temáticas ambientales, referente a
los aspectos de limpieza y destino de los residuos, las acciones
principales se centrarán en la extensión del sistema de contenedores,
comienzo de la clasificación domiciliaria, y la implantación de centros
de clasificación que permitan la realización de esta actividad en
condiciones dignas, protegiendo al ambiente.
En cuanto a la disposición final de residuos sólidos,
en el marco de la implementación de un plan director de residuos
sólidos, de proyección metropolitana y de la implementación de la nueva
planta, se mejorará y completará la infraestructura de la actual
instalación de disposición final de residuos.
Con relación al saneamiento, se terminarán las obras
del Plan de Saneamiento III en el primer semestre de 2006, que
posibilitará el acceso a la red del 90% de la población de Montevideo, y
se continuarán las gestiones ya iniciadas, para implementar a
continuación el cuarto Plan, que además de asegurar el acceso al
saneamiento de nuevas zonas, contempla la rehabilitación de colectores,
la recuperación de arroyos y las costas de la bahía de Montevideo.
Con relación a aspectos de naturaleza presupuestal,
la situación económico-financiera de la Intendencia de Montevideo es
absolutamente manejable con el esquema de recaudación y los porcentajes
de actualización que se estiman para los diversos tributos, en
particular en el nuevo contexto nacional.
En consecuencia, no será pertinente ni necesario
aumentar la presión tributaria en este período.
Más allá de esto, nos proponemos realizar un examen
minucioso de los distintos componentes del gasto, revisando su nivel de
rigidez y detectando aquellos que son productos de inercias
institucionales y pueden ser revisados o abatidos de manera de obtener
los mayores niveles de eficiencia en la ejecución y puesta en práctica
de las políticas.
Se implementará una reformulación tributaria, con el
objetivo de alcanzar mayores niveles de equidad para los cuales se
revisarán los tributos territoriales de viviendas de bajo valor, de modo
de aliviar la carga tributaria de los hogares de menores ingresos.
Propondremos igualmente, la exoneración de la tasa
general municipal y de la tarifa de saneamiento a los beneficiarios del
Plan de Emergencia.
El énfasis de este período en materia de innovación
presupuestal, estará centrado en la implementación de mecanismos de
financiación que son necesarios para viabilizar los planes de obras y de
servicios proyectados.
En relación a recursos humanos y gestión, el
Ejecutivo Municipal impulsará una política de recursos humanos en la
cual la participación de los trabajadores municipales, se constituya en
uno de los pilares y contribuya a jerarquizar la función y valorizar su
papel de servidor público.
Se continuará el proceso de cambios tendientes a la
construcción de una gestión más activa, creativa, transparente y
eficiente con particular énfasis en las propuestas descentralizadas.
A corto plazo se crearán espacios institucionales,
tendientes a favorecer la participación de los trabajadores municipales
con el objetivo de impulsar propuestas y planes de trabajo, que
coadyuven a mejorar la calidad de los servicios.
Los cambios de gestión tendrán como principal
objetivo disminuir las barreras entre los vecinos y la Administración,
establecer reracionamientos fluidos entre el ciudadano, la Intendencia y
sus funcionarios, que contribuyan a apoyar la participación ciudadana en
la vida municipal.
En relación a descentralización y participación
ciudadana, planteamos fortalecer el sistema descentralizado,
participativo de Montevideo, con una gestión transparente, con la mayor
eficiencia en la gestión de los servicios y programas descentralizados,
con una atención sensible a los requerimientos de la comunidad y la
promoción de la participación social en el proceso de formulación, toma
de decisiones y control de programas municipales.
En el marco de esta iniciativa, que se inscribe en el
objetivo de profundizar el desarrollo de ciudadanías y consolidar un
modelo de gestión municipal con referentes territoriales de dimensión
humana, planteamos: la realización de un foro ciudadano a iniciarse en
breve, destinado a definir las etapas futuras del proceso de
descentralización y participación ciudadana, a instrumentar nuevas
etapas de presupuesto participativo, que implican asignación de recursos
para que los ciudadanos puedan tomar decisiones directas y concretar
planes y proyectos que mejoren su calidad de vida. Con el foro se
iniciará también un proceso de diálogo social, que debe conducir al
promediar el nuevo período de gobierno municipal, a definir los grandes
ejes de la proyección futura del departamento, a una imagen compartida
sobre el futuro de la ciudad y de su gente.
Montevideo debe estar integrado al país, el futuro de
Montevideo está estrechamente vinculado a su integración al país, tanto
a través de una propuesta de coordinación metropolitana, como en una
perspectiva intermunicipal amplia, proyectando su capitalidad de cara a
los otros 18 departamentos.
Proponemos la constitución e instrumentación de una
agenda metropolitana. Esta agenda incluirá un plan metropolitano de
movilidad que incluya propuestas específicas sobre vialidad, transporte
de cargas y pasajeros, en coordinación con el Ministerio de Transporte y
Obras Públicas; coordinación de iniciativas para enfrentar la emergencia
social; coordinación de recursos e iniciativas culturales y educativas;
planes de salud; coordinación de iniciativas de desarrollo productivo y
logístico; promoción del comercio y turismo; desarrollo ambiental;
gestión territorial integrada con particular énfasis en la gestión
costera y gestión de las cuencas del Río Santa Lucía y los arroyos
locales.
Finalmente la vocación de apertura regional de
Montevideo, en el marco de su integración al país, es un elemento clave
para la proyección de la ciudad futura.
La construcción de la capitalidad del MERCOSUR, es en
ese sentido un rumbo central y marca opciones logísticas, urbanísticas,
culturales y económicas. Desde el gobierno local, la integración
regional cobra una particular significación desde el ángulo de la
integración social y cultural, apoyando la integración económica y
política. Nos proponemos contribuir en ese sentido, a al integración
regional de ciudadanos en el marco de la cual, crearemos en Montevideo,
una Casa del Ciudadano del MERCOSUR.
Para concluir, quiero reafirmar las pautas de
conducta en el servicio público que marcarán nuestra acción.
Hemos enfatizado en la austeridad, pues lo contrario
sería insultante en el contexto social actual del país, la probidad y la
lucha frontal contra la corrupción, mal capaz de corroer las bases de la
vida democrática y finalmente la transparencia indispensable para
generar confianza y promover participación.
Los desafíos que nos esperan requieren, como nunca,
que el gobernante recuerde siempre que el poder reside en la ciudadanía
y que los grandes cambios y la construcción del futuro requieren la
participación de todos.
Es en ese sentido que queremos reafirmar nuestra
convicción sobre la importancia que tienen todas las voces, y la
necesidad de abrir los brazos bien amplios, para que los ciudadanos y
las ciudadanas de todos los horizontes, tengan su lugar en la
construcción del futuro. A ello nos comprometemos.
Construir, compartir el desafío de modelar juntos
nuestro futuro, requiere sincronizar esfuerzos y voluntades para abrir
los nuevos horizontes. Eso es sólo posible si somos capaces de crear un
contexto de confianza, de optimismo, de generosidad en la sociedad,
entre los ciudadanos y a nivel institucional, donde sectores diversos,
manteniendo sus identidades específicas, miren juntos hacia el futuro.
Invito, convoco a los ciudadanos a sumarse a este
esfuerzo para trabajar juntos en la construcción de nuestro futuro.
El Intendente y su equipo estarán al lado de la
gente. Construyamos un gobierno de la gente.
Es el tiempo del Montevideo del futuro, del
Montevideo de todos y para todos. Muchas gracias. |