MUÑOZ: LA ESTRATEGIA CONTRA EL SIDA DEBE LLEVARSE
ADELANTE POR TODA LA SOCIEDAD
La Ministra de Salud Pública, María Julia Muñoz, que
en la lucha contra el SIDA es imprescindible únicamente una estrategia
de atención primaria que no esté basada ni llevada adelante por
profesionales de la salud, sino que "se debe llevar adelante por toda la
comunidad involucrada en ella y fundamentalmente se debe llevar adelante
por todos los actores sociales".
Tal uno de los conceptos expresados por la Ministra
Muñoz durante el acto realizado en el Edificio Libertad con motivo del
"Día Nacional de Lucha contra el SIDA".
PALABRAS DE LA MINISTRA DE SALUD PUBLICA, MARIA JULIA
MUÑOZ, EN EL "DIA NACIONAL DE LA LUCHA CONTRA EL SIDA", EN EL EDIFICIO
LIBERTAD
MINISTRA MUÑOZ: Buenos días a todas y todos;
realmente este día me provoca una especial reflexión, porque le decía a
María Luisa Osimani, en esa fecha estaba trabajando en el Instituto de
Enfermedades Infecciosas, donde en ese momento se internaba y moría el
primer paciente, o uno de los primeros pacientes, con SIDA tratado en el
Uruguay.
Y de ahí en más, nosotros entramos a ver que esta
enfermedad en nuestro país no tenía fronteras; que todas las medidas de
contención que estábamos y que venimos realizando tienen espacios
vacíos.
Nos cuestionamos constantemente por qué no hemos
podido llegar a una prevención eficaz en las enfermedades de transmisión
sexual, en las ITS, y realmente creemos que habiendo barreras no hemos
sabido introducirlas en la capacidad de una sexualidad responsable, pero
sobre todo en la capacidad de adoptar medidas de prevención contra
riesgos claros que en realidad nuestra población conoce.
Por primera vez, las autoridades de Salud que
representamos y las autoridades de la Enseñanza, que representa la
Profesora Alex Mazzei, hemos hecho el compromiso de trabajar en forma
conjunta en programas educativos que hacen a las prácticas y hábitos
saludables de nuestra población.
Prácticas y hábitos saludables que no es sólo el de
la sexualidad responsable y la prevención de las enfermedades de
transmisión sexual, sino que también son otras prácticas y otros valores
sobre los cuales ya hemos comenzado el trabajo y ya hemos designado de
las dos partes, tanto del Ministerio de Salud Pública como de las
autoridades del CODICEN, profesionales que van a encargarse de realizar
trabajos conjuntos.
Creemos que sin educación, y con la profunda
exclusión social que el Uruguay padece, no es posible desarrollar
políticas públicas para mantener en salud la población uruguaya.
Realmente las cifras que hoy tenemos de HIV nos
conmueven, nos preocupan y nos angustian. También nos angustia el haber
conocido resultados de una reciente encuesta en la que hay un porcentaje
muy alto de la población que piensa que con medidas que no son eficaces
y que en reiteración real desde el Estado, desde las comunidades y desde
las organizaciones no gubernamentales, se han dicho que no son eficaces,
los ciudadanos, nuestros jóvenes piensan que sí.
Por ejemplo, lavándose luego de una relación sexual
se pueden prevenir las enfermedades de transmisión sexual.
Nosotros en este momento creemos que es un día de
reflexión desde la tristeza. Es un día de reflexión desde la
desaparición. Es un día de reflexión desde la muerte.
Por lo tanto, es un día de reflexión en profundidad,
para saber cuáles son las medidas o las metodologías que debemos
emplear, para que nuestro país tenga cada vez menos infectados y se
produzcan cada vez menos muertes por HIV/SIDA.
Pero tenga también la seguridad que es importantísimo
recordar, y parece mentira, que en el siglo XXI enfermedades como la
sífilis, la gonorrea y otras enfermedades de transmisión sexual que ya
se ven cotidianamente en nuestros pacientes y en la consulta. Porque en
realidad no hemos podido incorporar el condón, el preservativo, en la
prevención de las enfermedades de transmisión sexual y no hemos sabido
abordar la sexualidad responsable en nuestra sociedad.
Creo que ese es un tema que tenemos pendiente, la
sociedad en su conjunto, los médicos, los educadores y que año a año en
estos días, que son de recuerdos tristes, tenemos que tener el
compromiso de renovar y de pensar nuevas estrategias, porque en realidad
hemos avanzado en los conocimientos científicos.
Hemos avanzado en posibilidades terapéuticas. Pero
hemos podido avanzar poco en cambios de conductas, en prácticas y en
hábitos más saludables.
Creo que ese es el compromiso que hoy debemos hacer
con las autoridades de la enseñanza y con todos los aquí presentes.
El otro compromiso que hemos hecho recientemente con
el representante de la Organización Panamericana de la Salud y en
momentos en que Montevideo fue sede de una muy importante reunión en la
que expertos internacionales; su directora Panamericana de la Salud
reestudiaba, revaloraba las estrategias de la Atención Primaria en
Salud, es el que en realidad la participación de la comunidad debe ser
para que podamos cada vez más brindar servicios de salud que den
resolutividad y que den satisfacción a los que consultan.
La resolutividad implica no solamente el diagnóstico
oportuno. La resolutividad de los problemas, sin lugar a dudas, implica
la promoción y la prevención.
Pero también dijimos, y también es real, que una
estrategia de atención primaria no está basada ni llevada adelante por
profesionales de la salud; se debe llevar adelante por toda la comunidad
involucrada en ella y fundamentalmente se debe llevar adelante por todos
los actores sociales.
En enfermedades como la que nos atañe hoy, la
educación es uno de los jalones más importantes para tratar de no
excluir más a los uruguayos, para incluir a los excluidos de hoy, pero
sobre todo para brindar desde la escuela un conocimiento certero sobre
cuáles son las posibilidades de enfermar y los métodos que la sociedad y
que el conocimiento tiene al alcance de las personas, en especial a los
jóvenes, para que no enfermen.
Creo, también, que debemos plantear de cara a la
realidad un desafío y una problemática, que siento que los adultos y
sobretodo los que ya somos bastantes veteranos, no sabemos abordar
lealmente.
Los problemas de los adolescentes empiezan hoy a
edades más tempranas. Los problemas que mi generación tenía a los 15, a
los 16 y a los 18 años, son problemas que hoy nuestros jóvenes viven ya
en la etapa escolar; en los 10, en los 11 y en los 12 años.
Y yo siento que ese sector de la población, nosotros
con responsabilidades de dictar políticas públicas y llevar hacia la
sociedad, mensajes que aumenten la calidad de vida de los uruguayos, no
estamos sabiendo comprenderlos, y no estamos pudiendo llegar en la
debida forma.
Creo que hoy, este 29 de julio, es un desafío que
debe comprometer a todos los presentes, para que realmente año a año
cuando nos encontremos en estas instancias de reflexión -que yo creo que
son muy valiosas- podamos conocer estadísticas que den la seguridad de
que hemos implementado políticas públicas coherentes, sumatorias, como
decía la profesora Alex Mazzei, no superponiendo esfuerzos.
Políticas públicas coordinadas, pero políticas
públicas que en sí tengan un impacto que se traduzca en indicadores que
nos demuestren que disminuyeron las muertes.
Pero, sobre todo, que disminuyó la prevalencia de la
enfermedad, que disminuyó la incidencia en las edades más jóvenes y que
nosotros somos capaces de darnos espacios, para que esas políticas
públicas sean llevadas adelantes por todos los sectores que tenemos
responsabilidad en poner al alcance de la población herramientas para
que nuestro pueblo sea capaz de mantenerse cada vez más sano.
Para terminar, no quisiera terminar en el día de hoy
sin decir, contarles algo. El 1° de marzo del año 2005, pensé, ¡si
Héctor Rodríguez me viera asumiendo el cargo en el Ministerio de Salud
Pública! En la mañana de hoy, y estando junto con Alex Mazzei,
compartiendo una mesa, no puedo menos que compartir con ustedes: ¡si
Ernesto de los Campos, este querido y entrañable compañero que hizo en
la Intendencia Municipal de Montevideo un grandísimo esfuerzo nos viera
sentadas juntas!. Muchas gracias. |