1. 03/08/05


    "Se acabó el tiempo de invocar a la gente y decidir a sus espaldas"
    EL GOBIERNO HIZO PÚBLICOS LOS LINEAMIENTOS DEL PRESUPUESTO NACIONAL
    El Presupuesto Nacional es la Expresión financiera del Programa de Gobierno.
    El Presidente Vázquez dijo -en la sesión del Consejo de Ministros en Pando, tras dar a conocer públicamente la propuesta del Presupuesto Nacional, que es la expresión financiera del Programa de Gobierno- que sería "insensato e irresponsable" no darlo a conocer a la gente, cosa que durante mucho tiempo no se hizo, porque "el Presupuesto se elaboraba, se discutía y se aprobaba entre unos pocos", pero "ese tiempo definitivamente ya pasó".

    El Presidente de la República, Tabaré Vázquez, en el marco de la sesión del Consejo de Ministros realizada en la Ciudad de Pando, Canelones, en la que se dio a conocer públicamente la propuesta del Presupuesto Nacional, que está en su etapa final, y que "es la del equipo de gobierno en su conjunto, sin excepciones", dijo que faltando tan poco tiempo para presentarlo ante el Poder Legislativo sería "insensato e irresponsable" no darlo a conocer a la gente, cosa que durante mucho tiempo no se hizo, porque "el Presupuesto se elaboraba, se discutía y se aprobaba entre unos pocos", pero "ese tiempo definitivamente ya pasó", agregó.

    "Se acabó, uruguayas y uruguayos, el tiempo de los gobiernos supuestamente iluminados y de los gobernantes encerrados en sus despachos. Se acabó el tiempo de invocar a la gente y decidir a sus espaldas. Ahora es el tiempo de convocar a la gente, de tenerla en cuenta y de rendirle cuentas como lo estamos haciendo en el día de hoy".

    "Hasta hoy trabajamos con el Presupuesto Quinquenal del gobierno anterior, de ahí nuestras limitaciones; ahora estamos trabajando con esta herramienta, y a partir del 1º de enero de 2006, empieza el tiempo de esta fuerza política; vamos a trabajar con nuestro propio tiempo", dijo Vázquez.

    "Gobernar es -entre otras cosas- hacer opciones y asumir la responsabilidad por tomarlas. Y este gobierno, por mandato de la ciudadanía, de su fuerza política, de su Programa de Gobierno, ya ha tomado una opción y la opción es atender primero a los uruguayos que más lo necesitan; a los más débiles, a los más necesitados".

    Vázquez expresó que "el Presupuesto es la expresión financiera del Programa de Gobierno que nos comprometimos a impulsar cuando la ciudadanía nos confió las responsabilidades que hoy ejercemos".

    Destacó que por primera vez en un Presupuesto Nacional se realizó una coordinación entre el Poder Ejecutivo, la Administración Nacional de Educación Pública y la Universidad de la República, en el área educativa. "Y lo increíble de la misma, es que este diálogo y esta coordinación no hayan ocurrido antes", enfatizó.

    La mesa, presidida por el Presidente de la República, Tabaré Vázquez, estaba integrada por el Vicepresidente de la República, Rodolfo Nin Novoa, y los Ministros de Interior, José Díaz; de Economía y Finanzas, Danilo Astori; de Defensa Nacional, Azucena Berrutti; de Educación y Cultura, Jorge Brovetto; de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi; de Industria, Energía y Minería, Jorge Lepra; de Salud Pública, María Julia Muñoz; de Ganadería, Agricultura y Pesca, José Mujica; de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Bonomi; Subsecretario de Turismo y Deporte, Alberto Prandi; Ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Mariano Arana; de Desarrollo Social, Marina Arismendi; Director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Carlos Viera; Prosecretario de la Presidencia de la República, Jorge Vázquez; y Secretario de la Presidencia de la República, Gonzalo Fernández.

    PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, TABARÉ VÁZQUEZ, EN LA APERTURA DEL CONSEJO DE MINISTROS EN LA CIUDAD DE PANDO

    PRESIDENTE VÁZQUEZ: Muchas gracias, queridas uruguayas y queridos uruguayos. Como decimos siempre, lo primero es lo primero, y lo primero es agradecer todas estas muestras de apoyo, de cariño, de afecto, con que nos han recibido. Muchas gracias, en nombre de todo el gobierno nacional.

    Voy a ser muy breve al inicio de esta sesión, de esta reunión de trabajo, para decir que aquí en Pando -en la Ciudad de Pando, en el departamento de Canelones- y a diferencia de los dos Consejos de Ministros anteriores que hiciéramos en el interior del país, uno en Zapicán, en el departamento de Lavalleja, y el otro en Bella Unión, en el departamento de Artigas, donde el gobierno salió a escuchar a los vecinos, a dialogar con cada uno de ellos, con organizaciones sociales, sindicales, empresariales, fuerzas vivas de cada lugar, de cada departamento; en esta oportunidad, hemos venido a la querida Ciudad de Pando con otra característica.

    La labor de un gobierno nacional se puede definir por distintos parámetros, algunos de esos parámetros se refieren al encare que el gobierno nacional da a su relacionamiento con la sociedad en su conjunto, y dentro de ese encare el gobierno nacional cumple una acción política muy importante, desde nuestro muy modesto punto de vista: escuchando a la gente.

    Oyendo, dialogando, intercambiando opiniones, haciendo que podamos sentir directamente en el contacto humano los requerimientos, las solicitudes, los planteos, las alegrías, las tristezas, que la sociedad uruguaya y el país en su conjunto tiene.

    Pero también, otra característica de ese encare de dialogar y estar junto a la gente, es la de rendir cuentas a la gente.

    Explicarle a la gente, hablar con los ciudadanos y las ciudadanas uruguayas, en cuanto a cuáles son los próximos lineamientos políticos a llevar adelante, la próxima acción política que estaremos sustanciando en las horas, en los días, en las semanas siguientes.

    Y esa tarea de dar cuentas es precisamente la que vamos a realizar en la tarde de hoy aquí, en la Ciudad de Pando.

    Vamos a explicar, nada más ni nada menos, y creo que es por primera vez que se hace en la historia política del Uruguay, cómo estamos construyendo, cómo estamos elaborando esa Ley -la más importante, quizás, en el periodo de este gobierno- que es la Ley Presupuestal, la elaboración del próximo Presupuesto Quinquenal.

    A esta tarea de informar, de rendir cuentas ante todos ustedes, es que hemos venido en la tarde de hoy.

    Y este trabajo lo vamos a desarrollar de la siguiente manera. En primer lugar, el señor Ministro de Economía y Finanzas, contador Danilo Astori, compañero Danilo Astori, va a exponer sobre los grandes lineamientos políticos, económicos, financieros, del Presupuesto que estamos construyendo.

    En segundo lugar, y por la importancia que tiene, ustedes van a ver después las definiciones de prioridades que ha hecho este equipo de gobierno, el señor Ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, compañero Víctor Rossi, va a hablar del encare fundamentalmente dirigido también a aspectos del Área Metropolitana y del departamento de Canelones, por cierto, pero en general va a hablar de las propuestas, del pensamiento de trabajo que tenemos en lo que se refiere a realización de infraestructura, para los próximos cinco años.

    En tercer lugar, porque uno de los temas fundamentales que nos han reclamado los uruguayos y que hemos incluido en nuestro Programa de Gobierno, es el trabajo, el empleo, el señor Ministro de Trabajo y Seguridad Social, el señor Eduardo Bonomi, nuestro compañero Eduardo Bonomi, se va a referir a los aspectos vinculados a toda la temática del trabajo y a las distintas características de la misma.

    Y, por último, cerrando el trabajo en la tarde de hoy, quien habla hará referencia de los grandes lineamientos políticos de este próximo Presupuesto Nacional.

    Así que, vamos a comenzar entonces a trabajar; reitero, nuestro agradecimiento y le pediría al señor Ministro de Economía si, por favor, puede hacer uso de la palabra.

    PALABRAS DEL MINISTRO DE ECONOMÍA Y FINANZAS, DANILO ASTORI

    MINISTRO ASTORI: Compañero Presidente, compañero Vicepresidente; compañeros y compañeras integrantes del Gobierno nacional; autoridades nacionales y departamentales; queridos amigos presentes: En esta jornada de trabajo junto a todos ustedes para tratar -como dijo Tabaré- temas absolutamente importantes para nuestro futuro inmediato y mediato.

    Yo quisiera dividir esta breve exposición en tres partes: en primer lugar, una referida a nuestra visión de lo que es un Presupuesto y de sus puntos de partida; entender bien de qué estamos hablando, porque les adelanto que este gobierno pretende cambiar la visión o el concepto de Presupuesto que han estado vigentes en el país durante tanto tiempo.

    En segundo lugar, me gustaría referirme a los criterios fundamentales sobre cuya base lo estamos elaborando.

    Y, en tercer lugar, extraer algunas breves conclusiones que para nosotros son muy importantes.

    Vayamos a los significados fundamentales y empecemos por el más importante, ¿qué es un Presupuesto?

    Hasta ahora en el Uruguay un Presupuesto fue considerado fundamentalmente una acumulación, en la inmensa mayoría de los casos, desordenada de autorizaciones para gastar.

    Para nosotros el Presupuesto es otra cosa: es la expresión financiera de nuestro Programa de Gobierno; tiene que haber una asociación muy estrecha entre el Presupuesto y sus componentes fundamentales, los gastos y los ingresos, con nuestro Programa de Gobierno, de modo que cada gasto que estemos proyectando tenga un significado en el marco de ese Programa y cada ingreso, cada recurso que estemos obteniendo también juegue un papel en ese Programa, sobre todo haciendo realidad lo que comprometimos con la ciudadanía que con su voto democrático nos llevó al gobierno.

    Si esto es así, entonces recordemos muy rápidamente la situación que hemos heredado, porque no se puede hablar de un Programa y un Presupuesto sin tener en cuenta el escenario en el que vamos a trabajar, y ese escenario se caracteriza por tres elementos muy importantes.

    Primero, hemos heredado un país fortísimamente endeudado, con la deuda más alta de toda su historia, y quien debe está condicionado, quien debe pierde libertad, tiene restricciones. Y ese es el Uruguay de hoy, un país que está fuertemente dependiente de los organismos internacionales acreedores.

    En segundo lugar, tenemos un país donde dolorosamente ha aumentado la pobreza, la desigualdad, la marginación, la exclusión. Un país en el que muchos compatriotas sufren y sufren profundamente.

    En tercer lugar, tenemos un país con muy graves problemas de empleo, cuantitativos y cualitativos; cuantitativos porque el empleo ha sido hasta ahora y sigue siendo hoy insuficiente; cualitativos porque predomina entre quienes trabajan el empleo de baja calidad, empleo precario, empleo que significa subocupación de los trabajadores y las trabajadoras uruguayas, empleo con retribuciones absolutamente indignas, ya no sólo de la condición laboral de quien ocupa el puesto de trabajo, sino de su propia condición humana, frecuentemente.

    Y estos problemas de empleo han sido, como frecuentemente afirmamos, la principal polea de trasmisión de la pobreza, la desigualdad y la exclusión.

    En estas circunstancias, ¿cuáles son los lineamientos fundamentales de nuestro Programa de Gobierno, ésos que tienen que ser coherentes con el Presupuesto que estamos elaborando?

    Desde el punto de vista económico, inseparable de los demás, tenemos que proponernos el objetivo de mirar este proceso a lo largo del tiempo, e incluso tener una visión de mediano y de largo plazo, que no se agote ahora en lo inmediato, porque nos hemos trazado las finalidades, en primer lugar, de mejorar la calidad de vida de los uruguayos y sobre todo de los que más sufren, atendiendo urgentemente las condiciones de pobreza, de indigencia y desigualdad, pero trabajando también para que más temprano que tarde, aunque no inmediatamente, todos los uruguayos tengan la oportunidad de realizarse en la vida integralmente como seres humanos, porque para ese país trabajamos.

    Entonces, planteadas estas finalidades fundamentales, sería un error de nuestra parte -y Tabaré lo dijo frecuentemente en la campaña electoral- pretender que estos objetivos trascendentales los vamos a obtener rápidamente.

    Tabaré nos decía: "El que quiera que estos problemas se resuelvan inmediatamente que no nos voten, porque sabemos que va a costar mucho trabajo revertir esta historia de tanto tiempo".

    Y yo los invito a ustedes a pensar, antes que nada, en esa frase, en ese concepto y a adoptar esa visión de mediano y de largo plazo; porque, si nosotros creemos que ahora en lo inmediato vamos a poder tener el nivel y la composición del gasto necesarios para solucionar todos estos problemas, lo único que vamos conseguir es una gran frustración.

    ¿Por qué una gran frustración? Porque lo primero que necesita el país atacar, además de socorrer a los que más sufren, que eso también lo vamos a hacer y lo estamos haciendo, es mejorar la cantidad y la calidad del empleo.

    Esa es la primera gran necesidad del país, para empezar a invertir ese funcionamiento perverso de una polea de transmisión de pobreza y desigualdad; para convertirla en una máquina de creación de mejores condiciones de vida, para la mayor cantidad de uruguayos que nos resulte posible.

    Y eso se logra, queridos amigos, de una sola manera en la vida, no hay dos, hay una, que es la inversión.

    La inversión productiva, único camino genuino capaz de generar el trabajo que, cuantitativa y cualitativamente, estamos necesitando.

    Y si nosotros pensáramos que ahora estamos en condiciones de gastar lo necesario para resolver los problemas trascendentales de la sociedad uruguaya, iríamos directamente a esa frustración que mencioné yo, porque no podríamos tener acuerdos con nuestros acreedores, no podríamos acceder al mercado internacional de crédito; perderíamos confianza, generaríamos inestabilidad y desencadenaríamos un gran impacto negativo sobre lo que más necesitamos: inversión productiva y empleo.

    De aquí se deriva, amigos, que esta primera etapa se va a caracterizar por el objetivo de inyectar confianza y estabilidad en la economía y en la sociedad uruguaya.

    Confianza para tener crédito, este país no puede prescindir de crédito, es muy pequeño como para proponerse ese camino.

    Y cuando decimos confianza, no solo estamos pensando en gente que nos preste plata, que ya bastante endeudados estamos; estamos pensando en gente que confíe que en este país se pueda invertir, crear empleo y darle trabajo a los uruguayos, y bienestar a los uruguayos y a las uruguayas que lo necesitan.

    Eso es para nosotros la definición más precisa de la confianza que estamos necesitando.

    Y por eso queremos construir un buen escenario para la inversión.

    Por eso el Programa y el Presupuesto, al comienzo del período tendrán que respetar estas restricciones, para ir ganando a medida que avance el mismo mayores posibilidades de trabajo, mayor margen de maniobra, mayor flexibilidad en la utilización de nuestros recursos.

    Este es el conjunto de conceptos de partida. Vamos ahora al segundo punto.

    Si éste es el escenario, ¿cuáles son los criterios sobre cuya base estamos elaborando el Presupuesto Quinquenal de este gobierno?

    En primer lugar, les propongo que tengamos en cuenta los lineamientos principales, para después pasar a las orientaciones prioritarias, que, con los compañeros y las compañeras integrantes del gobierno, estamos definiendo en estos días.

    Veamos los criterios fundamentales y acá quiero mencionar, fundamentalmente, cuatro criterios.

    En primer lugar, el de la responsabilidad fiscal. No puede haber disociación ni contradicción entre el Presupuesto del Programa del Gobierno y su Programa Financiero; tiene que haber coherencia. Y, por lo tanto, el primer criterio del Presupuesto es ser responsables desde el punto de vista fiscal y cumplir con lo que nos hemos comprometido a cumplir.

    Y acá hay un acuerdo de dos partes, fundamentales.

    Primero, quien tendrá la responsabilidad de ejecutar lo que estamos programando. Segundo, nosotros, quienes integramos el Ministerio de Economía y Finanzas del gobierno, que tendremos la gran responsabilidad de financiar lo que se ha programado.

    Y a esto en conjunto, a este compromiso de las partes, coherente con nuestro Programa Financiero, lo llamamos responsabilidad fiscal.

    Este gobierno va a ser responsable, desde un punto de vista fiscal, como no lo han sido otros en el pasado.

    En segundo lugar, vamos a trabajar desde la Ley de Presupuesto para iniciar un proceso de mejora de la gestión pública a todo nivel, lo que significa, por lo menos, cuatro grandes cambios con respecto al pasado.

    Primero, vamos a utilizar las Rendiciones de Cuentas como oportunidades anuales para corregir errores, no como lo que han sido antes: o fiestas de la clientela política, o Leyes o Proyectos de Ley de un solo artículo que dogmáticamente han cerrado la posibilidad de corregir cualquier cosa.

    Ni una cosa ni la otra, sino lo que se debe hacer. Nadie puede creer que no cometerá errores en un período de cinco años. Es imposible programar al detalle hoy sin errores, lo que ocurrirá en el quinquenio. Por eso, tenemos que darnos la oportunidad de corregir, en cada año, las equivocaciones en las que podamos incurrir.

    Segundo, vamos a abatir, poco a poco y en la medida de las posibilidades del sector público, la deuda flotante del Estado con los proveedores; lo que junto a un tercer criterio, que es avanzar en la centralización de compras del Estado, nos va a permitir pagar precios cada vez menores y utilizar mejor los recursos de los que disponemos.

    Y finalmente, queridos amigos, una mejor asignación de los recursos humanos, para empezar desde su ingreso, condiciones que habremos de revisar para no seguir adoptando actitudes hipócritas de violación de las prohibiciones existentes, creando figuras que más que solucionar problemas crean nuevos obstáculos y dificultades.

    Pero también vamos a capacitar a nuestros funcionarios, porque queremos dignificar su tarea y al mismo tiempo tenemos que posibilitar toda posibilidad de reasignar recursos humanos de un área a otra del Estado. No podemos tener reparticiones públicas en las que sobran funcionarios y otras en las que faltan. Eso es propio de un estado ineficiente, que al mismo tiempo se auto-limita sus posibilidades de usar como se debe los recursos humanos. Y este es el segundo criterio.

    El tercero, vamos a premiar el ahorro y no el mal gasto. Decir premiar el ahorro no quiere decir que vamos a premiar la mala gestión, el atesoramiento de recursos ociosos; quiere decir otra cosa: vamos a estimular el buen gasto.

    Vamos a permitir a aquel jerarca que ahorró genuinamente que pueda gastar sus economías en inversiones, en capacitación, en períodos subsiguientes.

    Vamos a aprovechar los fondos de afectación especial llamados Proventos, para que sean más y mejor utilizados por las unidades que lo generan.

    Vamos, junto con la cancelación de deuda, a utilizar el producido de la venta de inmuebles del Estado para reforzar las posibilidades de gasto de las Unidades Ejecutoras.

    Y vamos a flexibilizar la utilización de los recursos. Acá con el dinero pasa algo similar a lo que pasa con la gente: no hay trasmisión o transferencia de recursos horizontalmente, de una oficina a otro, de un Ministerio a otro, para tratar sobre la marcha de ir utilizándolos de la mejor manera posible.

    Acá tenemos a los Ministerios y a los demás Entes divididos en compartimentos, separados totalmente, donde no hay contacto -reitero- horizontal lo que dificulta la mejor utilización racional de los recursos.

    Y todo esto es un premio al ahorro. Es un estímulo, es una promoción de utilizar los recursos que tanto nos cuesta conseguir, sobre todo en época de crisis, para gastarlos de la mejor manera posible.

    Y finalmente, vamos a tener una transparencia creciente en el uso del dinero público: los uruguayos tienen que saber en qué se gasta el dinero de todos y, por lo tanto, vamos a mejorar desde ya -ya lo estamos haciendo en el Ministerio- la publicación y la divulgación de la información de todas aquellas actividades que se financian con recursos públicos, de modo que cualquier uruguayo que lo desee pueda tener acceso a la información sobre todos los gastos, hasta la menor erogación, hasta la más pequeña, hasta la más detallada.

    Eso es transparencia y ese es también un lineamiento con el que estamos trabajando, como ya les digo, introduciendo cambios desde ya, desde antes de presentar el Presupuesto en este sentido.

    Ahora bien, sobre la base de estos criterios fundamentales que estamos teniendo en cuenta para la elaboración del Proyecto de Ley Presupuestal, ¿cuáles son las orientaciones prioritarias que le estamos dando al contenido?

    Podemos verlo desde dos puntos de vista.

    Desde el punto de vista de las actividades involucradas, pensamos poner especial énfasis en los temas de la salud, la educación, la seguridad pública y la infraestructura a todo nivel.

    Uruguay tiene que tener, y esto seguramente lo verán con el compañero Rossi, con más detalle, tiene que tener una plataforma infraestructural capaz de posibilitar los cambios que estamos promoviendo y que estamos presupuestando.

    Pero también podemos ver las prioridades, desde el punto de vista de la composición del gasto.

    Entonces, les quiero decir que estamos asignando especial atención a la recuperación del deterioro real sufrido por salarios y pasividades más sumergidas, que ya empezamos a atender desde este año 2005, antes de comenzar el periodo de ejecución presupuestal, y también la mejora de la relación entre gastos de funcionamiento e inversiones, a favor de éstas últimas.

    Estas definiciones se van a reflejar en los números del Presupuesto. Yo les quiero contar a qué altura estamos en este momento.

    Hemos definido y en la reunión de lunes del Consejo de Ministros, del acuerdo con el Presidente, lo estuvimos analizando los espacios presupuestales globales, para a partir de ellos empezar ahora a trabajar con cada organismo del Estado, a discutir cómo se ubica en ese espacio global y a la luz de las prioridades definidas.

    Entonces, cuando yo les digo que estos criterios se reflejan en los números, me estoy refiriendo, por ahora, a los espacios presupuestales globales.

    Y antes de compartirlos con ustedes, no los voy a cansar con números, voy a mencionar muy pocos números, yo quiero que ustedes tengan una idea de cuál es el contenido del Presupuesto del Uruguay.

    Miren, queridos amigos, las tres cuartas partes del Presupuesto del Uruguay son salarios, pasividades e intereses de la deuda pública; las tres cuartas partes: salarios, pasividades e intereses de la deuda pública.

    Luego, un cuarto del Presupuesto son los gastos de funcionamiento y las inversiones. Eso es lo que tenemos hoy en el país.

    Yo quiero mencionar esto, porque no es fácil cambiar esta estructura. No es fácil alterarlas sustancialmente y como la vamos a terminar alterando cuando lleguen los tiempos acordes con este propósito.

    Y quiero que ustedes sepan que esta es una composición muy rígida, muy inelástica, porque los salarios hay que pagarlos y no solo pagarlos, sino recuperarlos porque han perdido mucho contenido real. ¡Ni qué hablar las pasividades!

    Y por los motivos que expliqué al principio, también hay que pagar los intereses de la deuda pública, para no quedar afuera de lo que nosotros necesitamos, como el pan, que es confianza y estabilidad.

    Si ahora, en este marco, nosotros separamos lo que son los Ministerios -todos los que están acá- la educación, toda la educación, cuya mayor inmensa parte está fuera de los Ministerios, como ustedes saben; la Justicia, que también esta fuera de los Ministerios, y los Organismos de Contralor -como la Corte Electoral y el Tribunal de Cuentas- el Presupuesto del Uruguay son unos mil ochocientos millones de dólares.

    El resto, dos mil doscientos, para llegar a los cuatro mil que mencionaba el compañero Gargano el otro día, son las pasividades, los intereses de la deuda pública y las transferencias.

    Pues bien, ¿qué se plantea el gobierno?; y ya voy terminando.

    El gobierno se plantea incrementar, en el curso del periodo quinquenal, los recursos correspondientes a los Ministerios, la educación, la Justicia, los Organismos de Contralor, en aproximadamente un 28% real. Esto es, sin efecto inflacionario alguno.

    Lo que significa, para que ustedes tengan una idea, un volumen a precios de hoy de unos quinientos millones de dólares.

    Esto es lo que tenemos para proponer en el Periodo Quinquenal y créanme, queridos amigos, que con esto vamos a poder avanzar modestamente al principio pero vamos a hacer cosas; no tengan la menor duda de que vamos a hacer cosas.

    Les digo más, ya en este año 2005 -y permítanme que dé esta cifra también- en este año 2005, que en rigor es el último año del Presupuesto anterior, nuestro Presupuesto se empieza a aplicar el próximo 1º de enero del 2006, ya este año este gobierno está gastando más de cien millones de dólares arriba del Presupuesto que tenemos.

    La mayor parte de ello es el Plan de Emergencia; el Plan de Emergencia que para nosotros es una prioridad, es una condición, es un punto de partida.

    Y termino con las conclusiones que prometí, las conclusiones se resumen en una frase y unos pocos argumentos: la izquierda hace un Gobierno distinto a los anteriores, lo hace distinto porque tiene un Programa distinto y como tiene un Programa distinto también tiene un Presupuesto distinto a los anteriores.

    ¿Cuáles son las diferencias? Me hubiera gustado decir que son siete, pero son ocho en realidad, por aquello de "busque las siete diferencias".

    En primer lugar, lo primero es lo primero, el enfoque global; esa es la primera gran diferencia.

    El enfoque global, lo que es un Presupuesto para nosotros, que como expliqué al principio es totalmente distinto a lo que estuvo en vigencia en el país, al principio de la historia contemporánea y durante casi todo su desarrollo.

    Segunda gran diferencia, el Plan de Emergencia. El Plan de Emergencia es una diferencia fundamental con el pasado y si ustedes quieren que yo lo valore en términos económicos, financieros, para recordar su volumen: bueno, estamos asignando al Plan de Emergencia 200 millones de dólares, compañeros, para el Uruguay es mucha plata. Y por eso ésta es también una gran diferencia con el pasado.

    La tercera, éste es un Presupuesto que contiene recuperación real de salarios y pasividades; no deterioro real, como hubo hasta ahora.

    Cuarta diferencia, las prioridades asignadas a salud, educación, seguridad pública, infraestructura, tampoco estuvieron vigentes en el pasado.

    Quinta diferencia, la importancia que dentro de nuestras modestas posibilidades le estamos asignando a la inversión pública, al principio con un ritmo modesto, el año que viene va a crecer un 10% en términos reales de promedio, pero después va a crecer más.

    Luego, le estamos asignando, en sexto lugar, una importancia crucial a la disminución del endeudamiento del país.

    El país va a terminar este período no solo pagando menos intereses, sino dedicando cada vez una menor parte del Producto a pagar la Deuda.

    Hoy la relación es de 90%; nosotros vamos a terminar con 30 puntos menos de relación cuando lleguemos al año 2009.

    En séptimo lugar, vamos a hacer todo esto sin hacer un ajuste fiscal. Esto es, sin ponerle más impuestos a la gente, historia repetida durante décadas

    Miren, permítanme que les diga que estuve 15 años en el Senado y recorrí unos cuántos gobiernos y presupuestos, siempre hubo ajuste fiscal.

    El primer gobierno que no hace ajuste fiscal es el que hereda al país más endeudado de la historia.

    Y finalmente, algo que comprometimos reiteradamente con Tabaré en la campaña electoral y seguiremos reiterando: vamos a evitar la trilogía letal, la trilogía letal del atraso cambiario, el déficit fiscal y la deuda para financiar el déficit.

    Porque vamos a terminar el período de gobierno actual con las cuentas prácticamente equilibradas, sin déficit fiscal, y esto no ocurre en el país desde hace muchísimo tiempo.

    Queridos amigos, gracias por la atención, que no es fácil en un local de este tipo; muchas gracias, muchas gracias.

    PALABRAS DEL MINISTRO DE TRANSPORTE Y OBRAS PÚBLICAS, VÍCTOR ROSSI

    MINISTRO ROSSI: Señor Presidente, señores Intendentes de Canelones, de Montevideo, acá presentes; compañeros Ministros; autoridades en general; senadores, diputados y sobre todo amigas y amigos vecinos de Canelones, vecinos de esta Ciudad de Pando, a la cual me unen muchísimos recuerdos: Comprenderán que la diferencia ya está, entre este Presupuesto que estamos presentando y los objetivos que se fija este gobierno, en el hecho de que un Ministro de Economía presenta el Presupuesto y termina ovacionado por un estadio de básquetbol lleno de ciudadanos y ciudadanas de Canelones.

    Yo creo que hay una novena diferencia, entonces, en este Presupuesto.

    Y, efectivamente, esa novena diferencia tiene que ver con que, efectivamente, el 31 de octubre los ciudadanos con su voto decidieron darle una oportunidad a una fuerza política y al doctor Tabaré Vázquez para ser Presidente de la República.

    Pero, lamentablemente, el 31 de octubre con ese voto no se pudo cambiar la realidad económica del país automáticamente, y entonces este gobierno que encabeza el actual Presidente de la República debe partir de la realidad que es lo que hemos heredado después de la crisis del año 2002, donde se paralizó el país y donde más allá de los esfuerzos realizados, desde ese 2002 hasta ahora, no se han podido ni siquiera recuperar los niveles de actividad económica del 2001, o del año 2000, ni siquiera recuperar esos niveles.

    Y, por lo tanto, el Presupuesto va a tener una restricción, va a tener la limitación de que el punto de partida, apoyados en la realidad, tiene esas insuficiencias que tendremos que administrar de la mejor manera, para poder progresivamente lograr los avances, las mejoras, las inversiones que nos permitan ir construyendo un país con una actividad económica que permita, entonces sí, disponer de los recursos que transformen la realidad del país.

    Este Presupuesto que hoy se presenta y que como se dice va a ser ajustado, va a ser vigilado, va a ser modificado en lo necesario año a año en los procesos de Rendición de Cuenta, es un Presupuesto sin ajuste fiscal, con Plan de Emergencia y con un compromiso del gobierno todo de hacer de la administración austera y responsable una de las principales condiciones en la conducción a seguir.

    Presupuesto, entonces, con restricciones que nos ponen limitaciones muy severas para poder cumplir con la velocidad que quisiéramos algunos objetivos imprescindibles del país; pero el presupuesto que vamos a defender peso a peso, para que cada peso tenga el mejor rendimiento y la mejor expresión en obras para el conjunto de la sociedad uruguaya.

    Y claro está, nosotros acá qué estamos diciendo defendiendo un Presupuesto que seguramente cuando se cierren los números nos va a imponer una serie de limitaciones, que van a conspirar contra nuestros deseos de llevar adelante los proyectos que el conjunto de la población reclama en cada uno de los rincones del país.

    Infraestructura es el reclamo que existe en todos los rincones y en sus diversas formas; en los caminos y carreteras que queremos mejorar, en los puertos que queremos poner en marcha; en los puertos que queremos construir; en las obras que necesitamos para apoyar el desarrollo de la economía del país.

    Porque infraestructura es imprescindible para acompañar un desarrollo sostenido del país. No hay posibilidades de sostener el desarrollo de la economía, el crecimiento de la economía del país, si ese desarrollo no va acompañado de la construcción de la infraestructura que es como el esqueleto que lo sostiene, y que sirve de punto de apoyo para poder seguir creciendo y poder seguir avanzando. Infraestructura que además necesitamos para no quedar al margen del proceso de integración de nuestra América.

    El Uruguay ha tenido el privilegio de contar con un Río de la Plata, con un puerto, como el Puerto de Montevideo, que ha sido casi la razón de ser de este paisito que fue concebido como cuña entre Brasil y Argentina.

    Pero los tiempos que corren hoy, la necesidad de integrarnos a una economía mucho mas desarrollada, donde no solo tenemos que mirar el norte, sino también desde Asia, sigan llegando requerimientos nuevos a los cuales tenemos que de alguna manera sumarnos, nos obliga a transformarnos de cuña en un puente entre esos dos países que son Argentina y Brasil, y para eso ya no tenemos las mismas ventajas estratégicas que nos ofrecía el Río de la Plata; necesitamos obras de infraestructura que permitan atar nuestra economía y nuestro desarrollo al desarrollo de los países de la región, fundamentalmente a Brasil y Argentina. Y eso necesita entonces de inversiones que son inversiones para esa infraestructura. Pero además, es necesaria las inversiones en infraestructura en el país, porque obra pública -todos los uruguayos lo saben muy bien- significa trabajo, y trabajo es justamente la necesidad primera que tiene nuestra sociedad para poder recuperar un nivel de vida imprescindible para sentir la satisfacción de estar integrado a un país que nos ofrece la posibilidad de vivir con dignidad a nosotros y a nuestra familia.

    Por eso, a los recursos propios limitados, a esos recursos que surgirán del Presupuesto Nacional, y que tendremos que administrar de la mejor manera, peso a peso, tendremos que procurar conseguir interesar, promover, otras inversiones que tendremos que salir a buscar construyendo herramientas aptas para que quienes dispongan capital, tengan la oportunidad de invertir en el país, realizando con ese capital las obras que el Estado uruguayo no puede hacer solo ni puede hacer de inmediato, garantizando entonces que esas inversiones que seamos capaces de captar, le den al inversor la rentabilidad razonable, pero enriquezca y fortalezca la infraestructura que el país necesita para poder desarrollarse económicamente. Y es por eso, porque tenemos que desexorcizar determinados instrumentos, porque tenemos que desempolvar determinadas herramientas que se han desprestigiado, y que están bajo la sospecha del conjunto de la ciudadanía, es que tenemos que tomar medidas para que todos sepan que el Uruguay tiene brazos abiertos para recibir la inversión de quienes estén dispuestos a invertir su capital para ayudar a crecer al país, pero que los contratos que se firmen con el Uruguay, el Uruguay los cumplirá pero exigirá que se cumpla también por parte de los inversores. Y se terminan... un cartelito que se pegó en el ascensor del Ministerio de Transporte manuscrito, por una mano anónima que no sé, no me imagino de quién fue, dijo: "se terminó la joda", y se terminó la joda para esas concesiones que iban dirigidas a los amigos, y que solo buscaban arrancar recursos del Estado.

    Nosotros tenemos un conjunto de objetivos que queremos repasar rápidamente con ustedes, compartiendo el rumbo general que nos aprestamos a recorrer.

    Hemos recibido después de 10 años, la empresa PLUNA, una empresa con 70 años de historia, una empresa rica en derechos de aviación en todo el mundo, una empresa fundamental, no solo para reforzar la soberanía del país, sino para justamente facilitar el desarrollo del turismo nacional. Esa empresa prácticamente la recibimos en agonía, la recibimos muy comprometida en su posibilidad de continuar. Hemos avanzado para recuperar el derecho a la gestión de esa empresa que había sido también entregada con una asociación que hace 10 años prácticamente promovía que se iban a terminar los subsidios, las transferencias y los dolores de cabeza porque PLUNA a partir de ahí iba a volar. 74 millones de dólares fueron transferidos por el Estado uruguayo durante estos 10 años a la empresa PLUNA, y estamos trabajando con una gran expectativa, una gran esperanza, con una gran gestión del Directorio actual de PLUNA, para que PLUNA pueda establecer una nueva posibilidad de asociación con socios de verdad dispuestos a invertir, no sólo para aprovechar esa inversión para sacar rentabilidad, sino para sacar provecho de lo que es el potencial que PLUNA tiene, y que hasta el momento no hemos sabido aprovechar.

    Somos optimistas en poder avanzar en esas negociaciones que son públicas, para que haya un futuro de PLUNA, que sea un futuro del Uruguay.

    El presidente de PLUNA decía que si vuela PLUNA, sube el Uruguay, vuela el Uruguay, y yo creo que efectivamente, si logramos mantener la gestión de PLUNA, vamos a estar reforzando la gestión del Uruguay.

    Tenemos la necesidad de atender a AFE, una empresa que en 1988 se suprimieron los servicios de pasajeros porque se iba a transformar en una empresa de carga por excelencia. Y a partir de entonces no creció prácticamente en las toneladas de carga transportada, se deterioró absolutamente los servicios de pasajeros, al punto de que todavía muchas poblaciones del interior están sufriendo las consecuencias de lo que se decidió hace 18 años.

    Pero además, durante esos 18 años no se invirtió un solo dólar de verdad en la recuperación de la infraestructura del ferrocarril. Y entonces nosotros ahora nos aprestamos a llevar adelante un proceso también de asociación. Vamos a promover en el Presupuesto la eliminación de los Artículos, la anulación de los Artículos, para reunificar AFE en el Ente Autónomo ferrocarrilero del país. Y vamos a promover una asociación, procurando una inversión necesaria de alrededor de 100 millones de dólares, para poner en marcha una empresa de carga ferroviaria, donde participará, sin lugar a duda, nuestro Ente Autónomo AFE, pero donde participarán también aquellos inversores que estén interesados de verdad en el desarrollo de un negocio de carga que se hace imprescindible para el país, pero que por otra parte también, es muy interesante en cuanto a su posibilidad de rentabilidad, por el gran volumen de transporte de madera que es necesario llevar adelante en el país.

    En ese sentido, entonces, nosotros somos optimistas de que recuperando el Ente ferroviario, podremos preparar el camino para que esos servicios de pasajeros que la ciudadanía reclama, reclama en las líneas a 25 de Agosto, pasando por Santa Lucía, o reclama acá en Pando pasando hacia Empalme Olmos, se pueden restablecer con la calidad que los vecinos necesitan.

    Tenemos además en marcha un programa para seguir desarrollando la empresa más importante –disculpen pero opino que es la empresa más importante que tiene el país- que es la Administración Nacional de Puertos. Esa empresa, la Administración Nacional de Puertos, es un factor fundamental para el desarrollo de toda la economía del país.

    La mayor parte de los negocios del país pasan o surgen de la actividad de la Administración Nacional de Puertos. Y ahí tenemos compromiso para seguir avanzando tanto en la concreción de obras a través de la playa administrada por el sector privado de contenedores, como la playa de contenedores que es administrada por la propia Administración Nacional de Puertos, donde se construirán nuevos muelles después de 100 años, porque el Puerto de Montevideo tiene 100 años, se construirán nuevos muelles, y se dragará a una profundidad que en el 2007 tiene que estar a 12 metros de profundidad, porque es condición para no perder competitividad en el mercado mundial.

    Y acá veo a los Directores de la Administración Nacional de Puerto, un recién llegado de Hamburgo, y el Capitán Silverman, que están comprometidos a llevar esa gestión adelante.

    Pero el Ministerio de Transporte, el Ministerio de Transporte también tiene otras funciones que están vinculadas con la inversión pública, con la infraestructura y con la obra pública. El 70% históricamente del Presupuesto del Ministerio de Transporte se ha invertido en vialidad y se ha logrado con eso una estructura, una red primaria relativamente aceptable, pero también es necesario atender la caminería secundaria del país y las caminerías departamentales, y en ese sentido estamos trabajando para una distribución más equitativa de recursos que como ustedes saben, ya lo dijimos, son limitados.

    En el caso de la zona del Área Metropolitana queremos dar algunos detalles simplemente: el colector perimetral, una obra fundamental -a nuestro entender- de comunicación este-oeste, que va a facilitar el transporte de la carga y el turismo, y que va exigir una inversión de aproximadamente 30 millones de dólares, las obras de la 101, 102 con un mejoramiento que es necesario, y que los vecinos reclaman por razones de seguridad, y que será complementaria del colector perimetral. No nos olvidamos de la 80 y de la 81 que los vecinos de Montes y Mígues nos dicen que vayamos por ahí, va a haber "bacheo" en la 80 y en la 81. La colaboración que se está realizando para un trabajo conjunto con la Intendencia Municipal de Canelones y que está estimado en 332 mil dólares que se están gastando en este momento en ese trabajo de recuperación de una vialidad que estaba absolutamente liquidada como todos los vecinos saben. El convenio recientemente firmado con todos los Intendentes, y que para el segundo semestre del 2005, significa Canelones 469 kilómetros de recuperación de caminos, cuando en el semestre anterior la cifra que le había correspondido a Canelones fue cero. Y por lo tanto de alguna manera estas cifras hacen la diferencia.

    El mejoramiento y la solución de algunos puntos claves en la ruta 11, que está llamada a ser una de las rutas principales del país y que justamente cruza prácticamente de punta a punta el departamento de Canelones.

    Tiene también en la órbita del Ministerio de Transporte asiento la hidrografía, donde tenemos temas vinculados a la preservación de la costa, al aprovechamiento y cuidado de los cauces de río, porque es necesario utilizar esos ríos para el transporte, para el mejoramiento de la posibilidad de transportar cargas con un mejor costo, y que en materia de puertos, al puerto que reclaman los vecinos de Canelones en las costas de Villa Argentina, o de Atlántida, o de Parque del Plata, que tendremos que ver cómo encontramos la mejor ubicación y las mejores condiciones económicas para promover un puerto de yates y de turismo en esa zona, nosotros estamos promoviendo un puerto de veleros en el departamento de Colonia, en la capital de Colonia y un puerto de veleros y cruceros en el departamento de Maldonado. Y creemos que dentro de muy pocos días vamos a poder dar a conocer una inversión importante en este sentido que, a parte de permitirnos avanzar en infraestructura, nos va a permitir generar cientos de puestos de trabajo, que van a servir para el mejoramiento de las condiciones de vida del país.

    Es cierto que el Ministerio tiene otros sectores: topografía, tiene arquitectura, donde por otra parte nos ha tocado en el Acuerdo que hicimos con el CODICEN, el mantenimiento de emergencia para las escuelas de Montevideo y Canelones, y le podemos decir que van 136 escuelas reparadas en sus techos, en sus vidrios, en su sanitaria, que hay 132 escuelas más que se van a atender en los próximos meses, que están relevadas la totalidad de las 480 escuelas que hay en Montevideo y Canelones, y que el compromiso es que en marzo de 2006, las clases se inician con techos que no se llueven, con puertas y ventanas con vidrios y con sanitarias que funcionan.

    Por último, un tema particularmente sensible es el tema del transporte en general; vamos a impulsar una política de transporte multimodal. Se va a designar, y promovemos en el Presupuesto, un Consejo justamente con representación multimodal, para lo que tendrá que ser la elaboración de una Ley o de las reglas de juego para el funcionamiento de un sistema de transporte nacional, en condiciones de vincularse al conjunto del mundo. Esto ha sido una carencia histórica que ha tenido el país, pero sabemos que más en la región existe la expectativa sobre el transporte metropolitano, y en ese sentido nosotros creemos que hay un gran camino lleno de posibilidades por recorrer, para establecer un Sistema Metropolitano de Transporte que tendrá que pasar por la constitución de una Unidad Reguladora que esté por encima de las competencias del propio Ministerio de Transporte, y de las propias Intendencias que integran el Área Metropolitana. Pero ese camino que es un camino para mejorar los servicios en general, para abaratar el transporte, para ponerlo más al alcance de la población, para aprovechar recursos actuales y la tecnología actual, es un camino en el cual no se puede improvisar, no se pueden lograr transformaciones de un día para el otro, tendremos que irlo construyendo en la medida que vamos construyendo amplios consensos. Mientras tanto, sin embargo, seguramente los vecinos del Área Metropolitana podrán empezar a recibir determinadas mejoras posibles que vendrán tanto del lado del desarrollo del sistema de transporte urbano de Montevideo como del lado de modificaciones en el sistema suburbano, que atiende fundamentalmente al departamento de Canelones.

    Esas modificaciones que serán beneficio para el conjunto de los ciudadanos empiezan, según lo anunció el Presidente de la República, el 23 de setiembre, el próximo 23 de setiembre con una fiesta que seguramente hará mención el Presidente de la República, en la Casa de Gobierno, con la participación de los jóvenes del Área Metropolitana, se pondrá en vigencia el boleto estudiantil en iguales condiciones en Montevideo, Canelones y el departamento de San José. Gracias.

    PALABRAS DEL MINISTRO DE TRABAJO Y SEGURIDAD SOCIAL, EDUARDO BONOMI

    MINISTRO BONOMI: Buenas tardes a todas, a todos, a todos los compañeros, compañeras, amigas, amigos, vecinas y vecinos.

    A mí me tocó hablar en parte, de lo que estamos haciendo, no de lo que vamos a hacer, porque me pidieron que hablara de cómo evolucionan los ingresos ahora, las políticas de empleo, ahora. Yo cuando pensaba qué decir, estaba leyendo una discusión parlamentaria del 2003, uno a veces hace cosas que no sabe por qué las hace, pero estaba leyendo una discusión de mediados del 2003, cuando se estaba discutiendo no aumentar el salario de los trabajadores del Palacio Legislativo, cuando había habido un incremento del costo de vida del 17%, y se le dio un aumento a las jubilaciones del 1.2 %, y los legisladores de los partidos tradicionales querían ser justos, equitativos y si a los jubilados se le había dado el 1.2% no querían darle más a los trabajadores, querían equipar para abajo, y bastante para abajo que querían equiparar, eso sí, la moción presentada que se estaba discutiendo planteaba crear un impuesto igual al aumento del salario de todos los trabajadores de la función pública menos de los legisladores, a los legisladores no se le establecía impuesto, es decir los legisladores iban a tener para ser justos y equitativos, el aumento que se les negaba a todos los demás.

    Yo leía esto por el criterio que manejó el Ministro de Economía y Finanzas y después el Ministro de Transporte y Obras Públicas, sobre todo el Ministro de Economía y Finanzas que dijo que la primera diferencia era el criterio, nos planteaban equipar para abajo, y nosotros nos planteábamos en lo posible equiparar para arriba, en lo posible, por todas las restricciones que se plantearon. Por eso el gobierno desde el comienzo fijó algunas prioridades: producción, trabajo y salario. En lo que tiene que ver con este informe, se destacan: los salarios o los ingresos y el empleo.

    La primer medida adoptada por el gobierno en materia de relaciones laborales fue la de convocar una vez más a los Consejos de Salarios, método de fijación aplicado en nuestro país en diversas oportunidades históricas. En el Uruguay, ha habido tres épocas claves en lo que se refiere a la convocatoria a la negociación colectiva o a los Consejos de Salarios: a mediados de la década del 40, al final de la Segunda Guerra Mundial, en 1985 a la salida de la dictadura y al principio de la reconstrucción democrática, y en este preciso momento con el inicio del gobierno progresista, de nuestra fuerza política, el Encuentro Progresista-Frente Amplio- Nueva Mayoría; los consejos de salarios, la negociación colectiva se han convocado cuando se quiso establecer el diálogo social, la construcción colectiva, el intercambio entre distintos actores. Nosotros, que queremos reconstruir el aparato productivo, el trabajo nacional, los ingresos dignos, las tradiciones de solidaridad y fraternidad que el pueblo uruguayo construyó a lo largo de su historia, con su trabajo y con su lucha, tenemos la necesidad de convocar a fortalecer el diálogo y el intercambio. Y encontramos en los Consejos de Salarios y en la negociación colectiva un excelente instrumento para ello. Pero fuimos más allá: convocamos también al compromiso nacional o a la reconversión nacional del empleo, los ingresos y las responsabilidades.

    Los Consejos de Salarios son los organismos integrados por trabajadores, empresarios y el gobierno especializados en la fijación de salarios mínimos y categorías laborales, sin descartar otras funciones, actuar como órgano de conciliación, realizar inspecciones, participar en la aplicación de la Ley; pero no son solo eso, son también un ámbito de intercambio y de integración al esfuerzo colectivo, al trabajo colectivo para construir un Uruguay productivo, social, democrático, integrado a la región y al mundo, para construir un modelo nacional. Por eso nos hemos apurado a convocarlos nuevamente y a convocar por primera vez en el Uruguay los Consejos de Salarios rurales y a la negociación colectiva de los empleados públicos.

    Los Consejos de Salarios no rurales están ahora prácticamente terminando su actuación. Los primeros resultados comenzaron a aparecer en convenios colectivos de duración anual para el sector de la salud privada, aproximadamente abarca a 35 mil trabajadores; en el sector transporte urbano departamental e interdepartamental, aproximadamente abarca a 15 mil trabajadores; preacuerdo en la industria frigorífica, alcanza a unos 12 mil trabajadores, y luego se empezó a extender a muchos más grupos y subgrupos que abarcan otras ramas importantes de la actividad laboral.

    En los casos mencionados, los salarios mínimos estarán por encima del Salario Mínimo Nacional, y en la medida que el resto de los sectores y subsectores sigan acordando -como lo vienen haciendo- el alcance del Salario Mínimo Nacional será prácticamente testimonial; esto es porque casi la totalidad de los trabajadores quedará por encima del salario mínimo, aunque cabe decirlo todavía se trata de un salario que está por debajo de nuestras expectativas, pero hemos avanzado.

    El éxito de los Consejos de Salarios hay que medirlo, no solo en subir los salarios mínimos por ramas de actividad, contemplando las posibilidades económicas específicas, sino que además tiene como virtud establecer las categorías laborales a los trabajadores, respetando su calificación y estimulando en forma indirecta su recalificación y formación.

    Compañeros, compañeras, amigas y amigos, a cinco meses de haber asumido este gobierno nosotros podemos establecer que han aumentado los ingresos y sobre todo que en el correr de los próximos días empiecen a cobrarse los aumentos establecidos, va a aumentar mas.

    También hay que establecer que no solo aumentaron y aumentarán los ingresos individuales, sino que hay y habrá un aumento sustantivo de la masa salarial global. Y ello sucederá debido a la suma de varios factores:

    -El aumento que se producirá en las categorías de cada rama de trabajo.

    -El aumento que los salarios más sumergidos tendrán por arriba de las pautas acordadas entre los Ministerios de Economía y Finanzas y Trabajo y Seguridad Social; las pautas se han aplicado a los sectores mas formales de cada rama, pero los sectores más informales o más sumergidos han tenido aumentos mayores, mucho mayores para llegar a cobrar el salario mínimo establecido para cada rama.

    -Aumento del empleo decente, a pesar que esto está previsto desarrollarlo mucho más con nuestro Presupuesto, los Consejos de Salarios han logrado aumentar el empleo decente por dos vías: el aumento de los salarios por arriba del salario mínimo o por lo menos al salario mínimo y la incorporación al BPS de trabajadores que trabajaban en ramas formales pero que eran absolutamente informales.

    -Aumento general de empleo; hoy hay más gente trabajando, no hay que engañarse con lo que nos indican Índices de Desempleo. Hay que recordar que hace unos meses antes del gobierno, de este gobierno, y sobre todo antes de las Elecciones, leíamos números que indicaban que disminuía el empleo, pero también disminuían los Índices de Desempleo, y nos decían que eso era así porque había menos gente buscando trabajo porque la gente se había aburrido de buscar trabajo sin encontrarlo. Y hoy que el empleo aumenta, también aumenta y mucho más la gente que busca trabajo porque confía en el gobierno y que confía en que este gobierno puede proporcionarle trabajo. Por lo tanto, gente que no estaba buscando trabajo sale a buscarlo; sale a buscarlo y no todos lo encuentran porque todavía no hemos logrado lo que buscamos, porque apenas empezamos, pero esto hay que tenerlo claro: hay más gente trabajando, y ello seguramente nos empuje cada vez más a desarrollar políticas tendientes a crear fuentes de trabajo, puestos de trabajo para poder ir poco a poco satisfaciendo esas expectativas. Más allá de los aumentos salariales se han producido y se producirán mayores aumentos familiares, ingresos familiares, por la doble vía del aumento de las jubilaciones y el aumento de los ingresos no dependientes.

    - El aumento de las jubilaciones –salió en la prensa- yo creo que lo va a desarrollar el Presidente de todos los uruguayos, el doctor Tabaré Vázquez, pero me gustaría señalar algo: a partir del 1º de julio hay un 3.1% de aumento en las jubilaciones, todas las jubilaciones. A partir de octubre habrá un aumento del 3% para las jubilaciones menores a 4.100 pesos. En enero, habrá un aumento de acuerdo a la Constitución, Índice Medio de Salarios, que no se puede establecer pero que va a ser superior al cuatro, alrededor del cinco. Esto no es seguro. Y en abril, habrá un aumento para las jubilaciones menores a 4.100 pesos del 3%. En un período de ocho a 10 meses es aproximadamente un 14%, para las jubilaciones menores a 4.100 pesos, que serán alrededor de 70 mil jubilaciones, o sea es para los que cobran menos de tres bases de prestaciones y contribuciones, menos de 4.100 pesos. Claro, este aumento operará en conjunto sobre jubilaciones sumergidas, son sobre jubilaciones sumergidas.

    Los porcentajes se aplican a jubilaciones sumergidas, entonces los números que dan no son los que deseamos, pero son los porcentajes con los que podemos trabajar. De todas maneras hay que recordar –yo lo recordaba al principio- que se han tenido aumentos del 1.2, del 2.8, en un año, en un año. Esto es un cambio, es un cambio claro y es un mensaje.

    Se llegaron a otorgar aumentos que están claramente por debajo de los aumentos recibidos por los salarios de los trabajadores públicos. Esta vez, con este aumento diferencial y progresivo, estamos tratando de revertir la tendencia, estamos empezando a revertir la tendencia. Y hay que aclarar, que el aumento de los ingresos, no es solamente una medida que busca una mejor distribución en función de una mayor equidad social. Sin duda que lo es, pero no es solamente eso, también es, y lo es en medida muy importante, una forma de búsqueda de reactivación económica.

    Hemos dicho hasta el cansancio que desarrollo es crecimiento con equidad. El crecimiento sin distribución es una bomba de tiempo.

    El aumento de los ingresos, el aumento de la masa salarial global, tendrá como consecuencia el aumento del gasto en el mercado interno, y por lo tanto el aumento de la actividad económica, el desarrollo del mercado interno y el aumento futuro del empleo.

    Y esto tiene que ver con el trabajo; el trabajo es la fuente de toda riqueza, material e ideológica, por ello la lucha para un país productivo y solidario está unida a la lucha por el trabajo y por una nueva organización del trabajo. Y esto es impensable si no se resaltan las bases solidarias y se destaca la cooperación y la relación de iguales entre los iguales, implica darle su verdadero lugar en este nuevo tiempo, a todos los que de una forma u otra, ahora o en los tiempos por venir, están dispuestos a encontrar nuevas formas de relación con el trabajo, con la producción y el intercambio, con el comercio y las profesiones universitarias.

    El Uruguay, su gente, construyó sus valores más elevados: la solidaridad, la cooperación y la igualdad cuando estaba estructurado por el trabajo, cuando predominaban concentraciones fabriles y los barrios obreros, cuando era un orgullo ser un trabajador, y cuando se estaba más cerca que ahora del ideal por el que murieron tantos trabajadores: ocho horas para el trabajo, ocho horas para el descanso y ocho horas para el ocio creador. Y estamos lejos, por eso tenemos un desafío, la lucha por el empleo y por el trabajo, y el gobierno está tratando de desarrollar políticas de empleo. La Oficina de Planeamiento y Presupuesto tiene un Programa de Empleo, con cinco subprogramas:

    -Inclusión en el trabajo, cuya titularidad le corresponde al Ministerio de Desarrollo Social.

    -Apoyo a las PYMESs exportadoras, que le corresponde al Ministerio de Industria.

    Y tres subprogramas que los tiene el Ministerio de Trabajo:

    -Formalización del trabajo.

    -Bancarización, es decir búsqueda de acceso al financiamiento de los emprendimientos productivos o comerciales.

    -Recuperación de la capacidad ociosa instalada en el país.

    Nosotros estamos empezando a trabajar con esto y tenemos dificultades, más de una pues no es fácil plantearse objetivos ambiciosos a partir de un país tan desestructurado como lo dejaron, algunas de esas dificultades tienen que ver con el crédito. Habiendo dinero, habiendo necesidades, hoy muchas veces los bancos no toman el dinero porque es muy barato comparado con lo que los propios bancos pueden prestar de su dinero. Esto es una dificultad. Buscamos facilitar el acceso al crédito, y fue uno de los temas que se manejaron al principio, si no buscamos esa facilitad vamos a tener dificultades. Estamos buscando salir de ellas, interactuando entre distintos Ministerios y entre distintas oficinas, y vamos a seguir ese camino, pero requiere, eso sí, consolidar el Programa financiado, que es el Presupuesto.

    Yo voy a terminar, quiero terminar recordando un momento difícil de la vida, de la vida mía también, que buscaba mucho la lectura y releía mucho. Y uno de los autores que releía mucho, es un autor nacional, que es Juan José Morosoli. Yo tenía una frase que la escribía, y muchas veces me la sacaban, y tenia que volver a escribirla y me la volvían a sacar, junto con otras, y yo la volvía a escribir, y después me compré el libro, en otra situación, y la frase la tengo conmigo y la quiero leer. Dice, -y está en los ensayos de Morosoli- "La soledad y la creación literaria": "Yo espero que algún día realicemos los uruguayos la gran obra que nos revele como pueblo en construcción, y sirva para mostrarnos ante los demás como célula vital en la gran masa humana que es el mundo. Tendremos para ello, que amar al hombre humilde, al de la calle y el del campo, que creen en un tiempo mejor, al revés del poeta nostálgico, que estima que todo tiempo pasado fue mejor, porque según decía Ingenieros, hombre del 900, pero no laboratorista, sino hombre de masas, ‘Mas vale equivocarnos en una visión de aurora que acertar en un responso de crepúsculo’".

    Y mejor que ello, es acertarle en una visión luminosa del desarrollo de este gobierno, de este gobierno que está cumpliendo cinco meses, de este gobierno que es el gobierno de nuestra fuerza política, el Encuentro Progresista-Frente Amplio-Nueva Mayoría, y que es el gobierno para todos los uruguayos, para todos los orientales. Muchas gracias.

    PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, TABARÉ VÁZQUEZ, EN EL CIERRE DEL CONSEJO DE MINISTROS, EN LA CIUDAD DE PANDO

    PRESIDENTE VÁZQUEZ: Gracias, muchísimas gracias. Señor Intendente Municipal de Canelones, doctor Marcos Carambula, querido amigo y compañero; señor Javier Rodríguez, presidente de la Junta Departamental de Canelones; señora Marcela Brignone, Secretaria de la Junta Local Autónoma de Pando, en ustedes quiero expresar al departamento de Canelones y a la ciudad de Pando el reconocimiento del gobierno nacional y de la Presidencia de la República, por recibirnos en esta jornada. Y en las vecinas y vecinos de Pando y localidades aledañas, aquí presentes, quiero saludar también en nombre del gobierno nacional y de la Presidencia de la República, a la ciudadanía del País que sigue esta reunión a través de los medios de comunicación. A todos entonces, muchas gracias por acompañarnos.

    Amigas y amigos, seguramente a quienes afanosamente salen una y otra vez a decir que con este gobierno del Encuentro Progresista-Frente Amplio-Nueva Mayoría, no hay cambios con respecto a gobiernos anteriores, bastó sin duda, como ustedes lo han comprobado, escuchar a tres de los 12 Ministros de este gobierno, para ver que acá hay cambios, cambios en serio, cambios reales y cambios responsables. Y si esos argumentos que manejaron nuestros compañeros no son suficientes para destrozar esa argumentación falaz, seguramente los avances que en las próximas horas haremos en el terreno de los derechos humanos, callará a mas de una boca, para que ya no se vuelva a sentir que ha llegado una fuerza política en el país para continuar igual; llegamos para cambiar y estamos cambiando y vamos a cambiar para bien a este Uruguay.

    Esta sesión pública del Consejo de Ministros ha tenido características formales diferentes a las anteriormente realizadas en Zapicán y Bella Unión, pero la sustancia es la misma, encontrarnos, reconocernos e involucrarnos en la transformación del país para que el Uruguay sea más moderno, sea más próspero, sea más solidario, sea más humano, porque mejorar ese bien común que nos une y que se llama Uruguay, exige el aporte de todos, cada quien desde su respectiva identidad pero sin desconocer a los demás y con sentido de Nación. Y en esa tarea el gobierno nacional tiene responsabilidades intransferibles, entre ellas la que ha motivado esta sesión del Consejo de Ministros, me refiero a la responsabilidad del Poder Ejecutivo de elaborar y presentar a la consideración del Poder Legislativo el Presupuesto Nacional que regirá durante su período de gobierno. Así lo indica el Artículo 214 de la Constitución de la República, que también establece que el Poder Ejecutivo remitirá al Parlamento el Proyecto de Ley del Presupuesto Nacional, dentro de los seis primeros meses del ejercicio de su Mandato, el plazo que el actual gobierno tiene para remitir al Parlamento dicho Proyecto de Ley del Presupuesto Nacional vence el próximo 31 de agosto.

    Faltando cuatro semanas para esa fecha, tratándose el Presupuesto Nacional de un asunto tan importante para el país, tan importante para todos y cada uno de las uruguayas y los uruguayos, y estando el Poder Ejecutivo en la etapa final de la elaboración de dicha propuesta, cómo no hacer referencia pública frente a ustedes de la misma, sería insensato e irresponsable no hacerlo.

    Se podrá decir que durante mucho tiempo no se hizo, y que el Presupuesto se elaboraba, se discutía y se aprobaba entre unos pocos y es verdad. También es verdad que ese tiempo definitivamente ya pasó.

    Se acabó uruguayas y uruguayos el tiempo de los gobiernos supuestamente iluminados y de los gobernantes encerrados en sus despachos. Se acabó el tiempo de invocar a la gente y decidir a sus espaldas. Ahora es el tiempo de convocar a la gente, de tenerla en cuenta y de rendirle cuentas como lo estamos haciendo en el día de hoy.

    Amigas y amigos, en 1959 nuestro entrañable y querido Mario Benedetti publicó un libro titulado "Montevideanos". La obra de Mario reúne 19 cuentos breves, en los cuales el autor manifiesta su singular capacidad para convertir en aspectos relativamente aburridos de la vida cotidiana, en situaciones trascendentes e historias muy amenas. Uno de esos cuentos se titula precisamente "El Presupuesto", y comienza así, dice Mario Benedetti en ese cuento, que se titula como decíamos "El Presupuesto": "En nuestra oficina -dice el cuento- regía el mismo Presupuesto desde el año mi novecientos veinti tantos -o sea desde una época en que la mayoría de nosotros estábamos luchando con la geografía y los quebrados , sigue el cuento- sin embargo el jefe se acordaba del acontecimiento y a veces, cuando el trabajo disminuía en la oficina, se sentaba familiarmente sobre uno de nuestros escritorios y así con las piernas colgantes, que mostraban después del pantalón unos inmaculados calcetines blancos, nos relataba con su vieja emoción y las 598 palabras de costumbre, el lejano y magnífico día en que su jefe, él era entonces oficial primero, le había palmeado el hombro y le había dicho: muchacho tenemos Presupuesto nuevo, con la sonrisa amplia y satisfecha del que ya ha calculado cuántas camisas podrá comprar con el aumento presupuestal. Un nuevo Presupuesto -continuaba Mario Benedetti diciendo, escribiendo- es la ambición máxima de una oficina pública. Nosotros sabíamos que otras dependencias de personal más numeroso que la nuestra, habían obtenido Presupuesto cada dos o tres años y las mirábamos desde nuestra pequeña isla administrativa con la misma desesperada resignación con que Robinson veía desfilar los barcos por el horizonte, sabiendo que era tan inútil hacer señales como sentir envidia". Podría seguir leyendo este cuento, no tiene desperdicios, y estoy seguro que todos lo disfrutaríamos y aprenderíamos algo de él, pero detengámonos por un momento en estos primeros párrafos del cuento: el Presupuesto -como decía Benedetti en su libro, en su cuento- es la ambición máxima de una oficina pública, el Presupuesto hasta ahora así pensado por los gobierno anteriores era la ambición máxima de una oficina pública para saber cuánto iban a tener de aumentos las distintas actividades del Estado. ¿Qué tal? ¿Qué les parece?

    En ese cuento, sin duda esa es la aspiración, no en vano se titula precisamente el cuento "El Presupuesto", En la ficción también puede ser, pero la realidad indica otra cosa, al menos para nosotros indica otra cosa, que acá hay cambios y el Presupuesto va a ser la herramienta de este gobierno para llevar adelante el Programa que propusimos a la ciudadanía y que llevó a que ganáramos las Elecciones el 31 de octubre del 2004. Vamos a cumplir con los compromisos adquiridos.

    Amigas y amigos, para cualquier gobierno la presentación del Proyecto de Ley de Presupuesto que regirá durante su Mandato es -por decirlo de alguna manera- el inicio de su tiempo propio. Acá inicia el gobierno nacional del Encuentro Progresista-Frente Amplio-Nueva Mayoría su propio tiempo.

    Hasta hoy, trabajamos con el Presupuesto Quinquenal del gobierno anterior, de ahí nuestras limitaciones. Ahora estamos trabajando con esta herramienta, y a partir del 1º de enero -como dijo Danilo- de 2006, empieza el tiempo de esta fuerza política. Vamos a trabajar con nuestro propio tiempo.

    En ese momento, y en ese Proyecto, el nuevo gobierno expone financieramente sus prioridades, sus objetivos, sus metas a corto, mediano, y largo plazo.

    Para este gobierno nacional, para mí como Presidente de la República, el Presupuesto es la expresión financiera del Programa de Gobierno que nos comprometimos a impulsar cuando la ciudadanía nos confió las responsabilidades que hoy ejercemos.

    Para nosotros, para este gobierno, el Presupuesto no es una "sopa de números" ni una "piñata de autorizaciones para gastar", para este gobierno nacional el Presupuesto es un Programa de Gobierno que se inscribe en un Proyecto de País. Pero no cualquier programa de gobierno, ni cualquier Proyecto de País, sino el Programa de Gobierno y el Proyecto de País que propusimos a la ciudadanía durante la campaña electoral pasada, y respecto a los cuales ustedes, las uruguayas y los uruguayos, se pronunciaron soberanamente el 31 de octubre de 2004.

    Por esa razón decidimos dedicar este Consejo de Ministros abierto al público a la temática presupuestal, porque los Presupuestos, en tanto expresión financiera de un programa de gobierno, y no nos vamos a cansar de repetir esto, en el marco de un proyecto de nación no solamente tienen que técnica y políticamente sustentables, también han de tener sostenibilidad social.

    Ya lo hemos dicho anteriormente, pero vamos a repetirlo ahora, no basta con que una decisión sea técnica y políticamente correcta para que todos la acepten y la apoyen, es importante, pero no es suficiente. También es necesario que sea capaz de integrar voluntades; el equipo de gobierno esta trabajando intensamente para que el Proyecto de Ley de Presupuesto Nacional que remitirá al Parlamento tenga la mayor solvencia técnica y el máximo apoyo político posibles. Pero también uruguayas y uruguayos aspiramos a que la ciudadanía conozca su contenido y rumbo, a que la gente sepa cuáles son sus limitaciones, sus prioridades, sus metas y sus objetivos, porque no se puede gobernar desde la soledad, y porque nadie se involucra en lo que siente ajeno, ni en lo que no conoce, ni en lo que percibe como poco convincente, poco confiable o errático.

    En esa dinámica de derechos y responsabilidades inherente a la democracia, todos debemos asumir que el Presupuesto de la Nación, no es ni el gran hermano invisible, todopoderoso e implacable, ni es tampoco la bolsa de los Reyes Magos, llena de regalos para todos.

    El Presupuesto entonces, lejos de ser esa –como decía Mario- máxima aspiración de una oficina pública, es un Programa de Gobierno para un Proyecto Nacional de Desarrollo Productivo, para un Proyecto de País sin exclusiones; como tal ha de expresar de manera coherente y equilibrada valores, principios, compromisos, prioridades y objetivos integradores.

    Ahora bien, ¿en qué aspecto del Proyecto de Ley del Presupuesto Nacional está presente esa propuesta de Uruguay Social, de Uruguay Productivo, Innovador, Democrático e Integrado que habla nuestro Programa de Gobierno? Ante todo aclarar, reiterar, lo que ya dijo nuestro compañero Ministro de Economía y Finanzas, contador Danilo Astori: esto no es ni va a ser un ajuste fiscal, no habrá aumento de la carga impositiva sobre la población, habrá sí, luego del Presupuesto y antes de fin de año, un Proyecto -continuando la reforma del sistema impositivo- de una reforma impositiva, con una redistribución de esa carga, para que finalmente en el Uruguay pague más quién tiene más y pague menos quien tiene menos.

    El primero de los aspectos que quiero mencionar, el Proyecto de Ley de Presupuesto Nacional que estamos elaborando y que remitiremos al Parlamento en los próximos días está –reitero- en una línea de continuidad con un Programa de Gobierno y un Proyecto de País que a su vez, Programa de Gobierno, Proyecto de País que fueron definidos a lo largo de un fermental proceso de diálogo entre la fuerza política, hoy responsable de gobierno y la sociedad uruguaya en su conjunto. El segundo de los aspectos que quiero destacar en esta oportunidad, aunque también es de carácter formal, refiere a esa nueva forma de gobernar que hace al Uruguay democrático y puede sintetizarse diciendo que esa propuesta presupuestal no será la de ningún Ministerio, ni de ningún Ministro en particular, tampoco será la del llamado "Equipo Económico". Esta propuesta presupuestal es la del equipo de gobierno en su conjunto, sin excepciones. Sus líneas rectoras fueron definidas y acordadas en sucesivas reuniones del Gabinete Ministerial, del mismo modo, algunos puntos del Proyecto que aún restan precisar, antes de remitirlo al Parlamento, también serán dilucidados a nivel del Consejo de Ministros. Los miembros del Gabinete Ministerial aquí presentes, darán cuenta del contenido de este Proyecto ante el Parlamento cuando éste los convoque, pero también uruguayas y uruguayos, darán cuenta del mismo en su gestión ministerial cotidiana y en su interacción permanente, también cotidiana con la ciudadanía, que es a quien tenemos que rendirle cuentas desde este gobierno nacional.

    El tercer aspecto a resaltar en esta oportunidad refiere a las prioridades presupuestales. El Presupuesto es una herramienta, la economía no es una ciencia exacta, un gobierno para elaborar su Presupuesto tiene que establecer sus prioridades, tiene que elegir qué quiere priorizar, qué quiere favorecer en una primera instancia. Ningún Presupuesto serio, ni aún aquel que se da en el mejor contexto institucional, económico y social, que no es la situación por cierto que hoy el país tiene, sobre todo en lo económico y en lo social fundamentalmente, ningún Presupuesto serio es un sí a todo o un no indiscriminado.

    El Presupuesto, en tanto expresión financiera de un Programa de Gobierno que promueve cambios necesarios, profundos, progresivos y responsables, ha de establecer prioridades, objetivos, metas y plazos, que a su vez tengan en cuenta - nada más y nada menos- que los recursos disponibles.

    No somos magos, no podemos generar riquezas, no tenemos una varita mágica que genere recursos indiscriminadamente. Tenemos ciertos recursos disponibles y con esos recursos tenemos que trabajar.

    Es una cuestión de elemental sentido común. Lo contrario, uruguayas y uruguayos, quererlo todo y quererlo ya es el mejor camino al fracaso, cuando no una excusa para quedarse quieto, no arriesgarse y dejar que todo siga como está o que todo siga peor.

    Gobernar es, entre otros cosas, hacer opciones y asumir la responsabilidad por tomarlas.

    Y este gobierno, por mandato de la ciudadanía, por mandato de su fuerza política, por mandato de su Programa de Gobierno, ya ha tomado una opción y la opción es atender primero a los uruguayos que más lo necesitan; a los más débiles, a los más necesitados.

    Respecto al Proyecto de Ley de Presupuesto Nacional, el gobierno, todo el Gobierno Nacional ha definido cinco materias ó áreas prioritarias, que asume ante la ciudadanía la responsabilidad -acá no estamos haciendo un discurso político en campaña preelectoral, acá está hablando el Gobierno Nacional que asume responsabilidades y compromisos- la responsabilidad de haber adoptado la decisión de elegir prioridades.

    Y esas cinco áreas prioritarias son: salud, para todos los uruguayos; educación, para todos los uruguayos, para que todos los uruguayos tengan las mismas oportunidades, sobre todo atender la educación de los niños que viven en la situación de pobreza; empleo, que es el requerimiento fundamental que nos han hecho a lo largo y ancho del país, cuando recorrimos el mismo; infraestructura y seguridad pública.

    No se trata de un orden taxativo, se trata sí de cinco prioridades específicas pero estrechamente vinculadas entre sí y que a su vez sintoniza con el Uruguay Social, con el Uruguay Productivo, Innovador, Democrático e Integrado del Programa de Gobierno y del proyecto de país que nos orienta.

    Tomemos por ejemplo, uruguayas y uruguayos, el Uruguay Social. ¿Acaso es posible mejorar la calidad de vida de la gente sin apostar a la salud, a la educación y al empleo?

    ¿Es posible extender las oportunidades de desarrollo individual y colectivo sin caminos, transportes y comunicaciones?

    ¿Es posible avanzar en materia de integración social, Marina, sin políticas de seguridad pública, que respetando la libertad mejoren la convivencia imprescindible para el progreso, José?

    Lo mismo puede decirse respecto a los otros Uruguay.

    ¿Es posible, Pepe, un Uruguay Productivo sin trabajadores calificados para trabajar, sin un sistema de transporte, Víctor, para movilizar la producción?

    ¿Es posible edificar un Uruguay Innovador, polo de investigación científica y de desarrollo tecnológico, sobre la base de la pobreza en la que nacen más de la mitad de nuestros niños?

    ¿Es posible, uruguayas y uruguayos, un Uruguay Democrático sin un nuevo marco de convivencia que garantice el ejercicio de los derechos y entre ellos el derecho a la seguridad?

    ¿Es posible, uruguayas y uruguayos, un Uruguay más humano si no avanzamos y definimos, de una vez por todas, el tema de los ciudadanos desaparecidos en el Uruguay y cerramos la herida, definitivamente, que castiga a nuestra sociedad?

    La propuesta de país con la que está comprometido este gobierno está orientada al desarrollo productivo sostenible y es integral e integradora.

    En consecuencia con ello, el Proyecto de Ley del Presupuesto Nacional que estamos elaborando y remitiremos al Parlamento, contendrá iniciativas concretas en cada una de las áreas priorizadas.

    Permítanme adelantar algunas, alguna de las cuales ya -por cierto- fueron dichas por nuestros compañeros.

    Pero en el área de la salud, Marita, primero, entendiendo la Atención Primaria de la Salud como una estrategia que concibe integralmente los problemas de salud y enfermedad de las personas, se destinarán recursos para fortalecer el Primer Nivel de Atención en todo el país, especialmente acá en Canelones, debido a las características demográficas y territoriales y a la situación socio económica de este departamento tan rico, este departamento tan rico y al mismo tiempo tan empobrecido. ¿No es así, Marcos, la realidad en este momento?

    Segundo, más allá de este Primer Nivel de Atención que incluye prevención y atención prehospitalaria, se destinarán recursos para reforzar también el segundo nivel de atención; es decir, centros de salud y hospitales.

    Y acá, en Canelones, se mejorará sustantivamente la planta física y los servicios de Centro de Salud de la Ciudad de la Costa y de los hospitales de Las Piedras y de Pando.

    Tercero, uruguayas y uruguayos, destinaremos recursos para avanzar en la construcción de un Sistema Nacional Integrado de Salud, que articule los distintos servicios y niveles de los subsistemas público y privado, de tal forma que la salud sea -objetivamente- un derecho de todos, todos, los uruguayos.

    En ese marco, el Proyecto de Ley del Presupuesto Nacional destinará recursos para mejorar no solamente los servicios y niveles de atención al usuario, sino también a elevar los niveles de satisfacción del usuario.

    Porque no basta que cuando una persona va al hospital lo atiendan y lo curen. Es necesario que cuando esa persona va al hospital, sea atendida de inmediato y en forma personalizada.

    Esa persona tiene derecho a sentirse atendido, entendido, y acompañado. Tiene derecho a recibir un trato adecuado a la circunstancia, porque a nadie le gusta estar enfermo y nadie acude a una consulta médica por placer.

    Amigas y amigos, en el área de la educación el Proyecto de Ley del Presupuesto Nacional presenta una increíble novedad histórica, una increíble novedad histórica.

    La novedad histórica es que, respetando estrictamente la autonomía que en materia de enseñaza prevé la Constitución de la República, Felipe, el Proyecto Presupuestal refleja un diálogo respetuoso y una coordinación -por primera vez llevada adelante y para nosotros imprescindible- entre el Poder Ejecutivo, la Administración Nacional de Educación Pública y la Universidad de la República.

    Y lo increíble de la misma, es que este diálogo y esta coordinación no hayan ocurrido antes.

    No nos corresponde a nosotros indagar las razones de semejante déficit. Sí nos corresponde decir que, en materia educativa, la propuesta presupuestal que estamos elaborando apuntará a:

    Primero, alcanzar a lo largo del periodo de gobierno que el 4,5% del Producto Bruto Interno se destine a la educación pública. Lo dijimos antes de asumir el gobierno y lo vamos a cumplir, no va hacer fácil, pero lo vamos a lograr pues en ello el Uruguay, los uruguayos, nos jugamos nuestro propio futuro.

    Segundo, mantener durante todo el periodo de gobierno la partida extra de seis millones de dólares anuales destinadas a salarios y aportada a la Administración Nacional de Educación Pública, para el ejercicio 2005. Sabemos que no alcanza, pero no podemos seguir esperando, hay que empezar ya con lo que se tenga.

    Tercero, también en cumplimiento de compromisos asumidos anteriormente, y como producto de la acción coordinada de la Administración Nacional de Educación Pública y la Universidad de la República, a partir del próximo año comenzarán a funcionar 14 Institutos Tecnológicos, que ofrecerán a jóvenes egresados de Secundaria la oportunidad de acceder a una formación breve y calificada, que permita su rápida inserción en el mercado laboral y eventualmente los habilite a encarar estudios de nivel terciario; diez de estos catorce Institutos Tecnológicos estarán localizados en departamentos del interior del país. Y por acá cerca tendría que haber alguno, como forma de ayudar a que Pando y otras localidades canarias recostadas a la Ruta 8, se reencuentren e integren en un auténtico y pujante eje industrial de Canelones.

    Cuarto, el Proyecto de Ley del Presupuesto Nacional reafirmará nuestro compromiso de destinar recursos a la creación de cargos docentes, a dignificar la carrera docente; de instrumentar planes de formación y capacitación laborar para adolescentes que no completaron el ciclo de Educación Primaria; de dar continuidad al programa de pasantías de jóvenes investigadores en el sector productivo iniciado recientemente y de educar en Derechos Humanos; porque en el mundo y en el Uruguay de hoy y para el Uruguay, no basta con ser buen profesional, hay que ser sobre todo buen ciudadano.

    Quinto, estrechamente vinculadas a la educación están la ciencia, la tecnología y la cultura; áreas en las que también el Proyecto Presupuestal incluirá iniciativas concretas y fuertemente orientadas a que todos los hombres y todas las mujeres de este país tengan la oportunidad de formarse, de acceder a la cultura, de reafirmar su identidad, de desarrollarse plenamente y de aportar al desarrollo nacional.

    Porque la Nación se hace entre todos y para todos, o no es Nación.

    Amigas y amigos, hablar del Uruguay productivo es hablar de uruguayas y uruguayos trabajando. Es hablar de empleo, pero no de cualquier empleo, es hablar de empleo decente como el Ministro Bonomi lo decía.

    Y el empleo decente es otro de los ítem priorizados en nuestra propuesta de Presupuesto Nacional.

    No voy a referirme al mismo, porque ya lo hizo el compañero. Basta decir que hasta ahora el Presupuesto del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social representaba algo así como el 0,64 % del total del Presupuesto Nacional; para tener simplemente con este dato una idea del descaecimiento institucional de ese Ministerio y de la precariedad en que cumple sus cometidos.

    Vamos a invertir, para que ese Ministerio tenga los recursos humanos y materiales necesarios para desempeñar sus importantes cometidos.

    Vamos a invertir para que las 42 Oficinas de Trabajo de todos el país puedan realizar su tarea adecuadamente, junto a los trabajadores y junto a los empresarios.

    Vamos a invertir en el fortalecimiento de los Consejos de Salario, como ámbitos de articulación entre el Estado, los empleadores y los trabajadores en materia de salarios, pero también de capacitación, salud, seguridad laboral.

    Porque el empleo decente también pasa por ahí, no sólo por mejorar el salario, sino por mejorar la calidad del empleo; y por la productividad y por la innovación y por los derechos de los trabajadores y por la responsabilidad social de todos.

    Ya se ha referido, el Ministro Rossi, de la propuesta en infraestructura; sería más fácil no decirlo pero lo voy a decir y asumo la responsabilidad de hacerlo: en el marco de esa racionalización del transporte metropolitano de pasajeros, vamos a subsidiar el boleto de los estudiantes del Primer Ciclo de Enseñanza Secundaria y Técnica en el Área Metropolitana, para que no paguen boleto los estudiantes de este ciclo.

    Amigas y amigos, esta exposición se ha extendido más de lo previsto, les pido disculpas, pido que me disculpen por ello.

    Pido disculpas también si esta reunión del Consejo de Ministros y mi intervención en la misma no colmaron las expectativas de quienes esperaban referencias a asuntos más inmediatos, tales como el Plan de Emergencia cuyos recursos -dicho sea de paso- están absolutamente previstos en el Proyecto de Ley del Presupuesto; o que no habláramos, por ejemplo, de la instalación de una planta de celulosa en el departamento de Río Negro; la construcción progresiva de un sistema penitenciario unificado, u otras de las tantas temáticas que por estos días integran la agenda del gobierno.

    Algunas de ellas, que se inflan escandalosamente y parece que el mundo se viene abajo y terminan siendo apenas un globito, como una pompa de jabón que se la lleva el viento.

    Pero, sucede que gobernar no se limita a atender lo urgente, resolver lo cotidiano y gestionar el presente.

    Gobernar es también cumplir lo prometido en términos programáticos. Es honrar la confianza de la ciudadanía. Es, como dijimos al principio de esta misma intervención, convocarla, tenerla en cuenta y rendirle cuentas.

    Y gobernar es además imaginar el futuro, asumirlo como un desafío compartido con la sociedad y construirlo democráticamente entre todos, en clave de nación. Sobre todo esto: la ciudadanía tiene que estar informada y el gobierno tiene la responsabilidad de informar.

    Por eso, decidimos dedicar esta reunión pública del Consejo de Ministros a considerar el Proyecto de Ley del Presupuesto Nacional, en lo que el mismo tiene como elemento de cambio, de inicio del tiempo propio del gobierno, de cumplimiento de compromisos asumidos ante la ciudadanía, de Programa de Gobierno en una estrategia de desarrollo productivo sostenible y de Proyecto Nacional, porque las naciones son proyectos colectivos y de largo plazo.

    Amigas y amigos, este Proyecto de Ley del Presupuesto Nacional, cuyos principales rasgos hemos presentado, se inscribe en el sueño de un país mejor; en la convicción respecto a un Proyecto Nacional de desarrollo productivo y sostenible y en el compromiso de comenzar a concretarlos.

    Este proyecto no tiene pretensiones milenaristas, ni ofrece los planos del Paraíso, pero tampoco es la excusa del "no hay", ni la resignación del "no se puede".

    Es -reitero y finalizo- un compromiso de gobierno en una estrategia de nación, que bien puede resumirse en una palabra de siete letras: Uruguay.

    ¡Viva el Uruguay! Gracias, muchas gracias a todos.

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