18/08/05


CAMBIOS EN LA ESTRUCTURA Y EN EL FUNCIONAMIENTO DE LA ADMINISTRACIÓN, DESTACÓ EL PRESIDENTE
El Presidente Vázquez afirmó que "el objetivo de dinamizar la economía en el marco de un proyecto nacional de desarrollo productivo sostenible, sólo puede articularse de manera efectiva si la administración pública, lejos de ser un fin en sí mismo o un sistema de poder burocrático centralizado, opaco y adiposo, se convierte en un agente más sensible en la atención de las necesidades de la gente, que en la inmensa mayoría de los casos no son simples necesidades sino que son inalienables derechos".

Con la presencia del Presidente de la República, Tabaré Vázquez, se inauguraron el II Encuentro Internacional y III Encuentro Nacional de Universitarios en Dirección y Administración, bajo el lema “Administración, una llave para un desarrollo sustentable. Uruguay hacia una gestión efectiva del cambio”.

El mismo es organizado por el Colegio de Contadores, Economistas y Administradores del Uruguay, en forma conjunta por la Facultad de Administración y Ciencias Sociales y la Universidad ORT Uruguay, Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Uruguay,  Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad de la Empresa, Facultad de Ciencias Empresariales y Economía de la Universidad de Montevideo y la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República.

Este encuentro está auspiciado por Moviestar y por la Embajada de los Estados Unidos de América.

El estrado estuvo integrado por el Presidente de la República Oriental del Uruguay, doctor Tabaré Vázquez, así como por el presidente del Colegio de Contadores, Economistas y Administradores del Uruguay, Cr. Julio César Porteiro, el secretario del Consejo Directivo del Colegio de Contadores Economistas y Administradores del Uruguay, Cr. Pablo Sichevsky y el coordinador académico del encuentro, Lic. Gabriel Andrade.

En la oportunidad, hicieron uso de la palabra el Presidente de la República, Tabaré Vázquez, y el presidente del Colegio de Contadores, Economistas y Administradores del Uruguay, Cr. Julio César Porteiro.

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, TABARÉ VÁZQUEZ, EN LA APERTURA DEL II ENCUENTRO INTERNACIONAL Y III NACIONAL DE UNIVERSITARIOS EN DIRECCIÓN Y ADMINISTRACIÓN.

PRESIDENTE VÁZQUEZ: Muy buenos días a todos ustedes. Señor presidente del Colegio de Contadores, Economistas y Administradores del Uruguay, Contador Julio Porteiro, autoridades nacionales e invitados internacionales, profesionales universitarios, ejecutivos, empresarios, agentes sociales y estudiantes vinculados al área de la administración, señoras y señores:

Agradezco al Colegio de Contadores, Economistas y Administradores del Uruguay la invitación cursada para participar en la apertura de este III Encuentro Nacional y II Encuentro Internacional de Universitarios en Dirección y Administración.

Y agradezco a todos ustedes darme la oportunidad de compartir algunos momentos al inicio de un encuentro cuyo lema convocante es, aparte de pertinente, desafiante y comprometedor.

En efecto, la administración como clave de gestión efectiva de cambio es una estrategia de desarrollo sustentable. Es, aparte de una temática oportuna en un Encuentro como el que estamos inaugurando, una tarea ineludible e impostergable para todos nosotros.

Cada uno actúa desde sus respectivas responsabilidades y competencias, pero es una tarea de todos sin excepción, porque los cambios y especialmente aquellos que apuntan a la realización de un proyecto nacional en clave de democracia y ciudadanía, han de involucrar a todos porque a su vez los cambios cuando son auténticos, afectan a todos.

Amigas y amigos, no voy a cometer la imprudencia de extenderme en consideraciones académicas respecto a la economía, la contabilidad y la administración, que no son disciplinas, como ustedes saben, de mi especialidad profesional y aunque lo fueran, creo que, dado el carácter de mi participación en este acto, tal enfoque sería extemporáneo.

Corresponde, en cambio, que como Presidente de la República Oriental del Uruguay reafirme ante ustedes y en nombre del gobierno nacional que nuestro objetivo de dinamizar la economía en el marco de un proyecto nacional de desarrollo productivo sostenible, sólo puede articularse de manera efectiva si la administración pública, lejos de ser un fin en sí mismo o un sistema de poder burocrático centralizado, opaco y adiposo, se convierte en un agente, primero más sensible en la atención de las necesidades de la gente que en la inmensa mayoría de los casos no son simples necesidades sino que son inalienables derechos; segundo, más eficiente en la utilización de sus recursos humanos y materiales sobre bases de imparcialidad, profesionalidad, estabilidad y muy importante: responsabilidad ante los ciudadanos; tercero, más eficaz en la resolución de los problemas y en la prestación de los servicios públicos para que éstos sean factor de desarrollo productivo  y protección social.

Corresponde también que reitere ante ustedes que, consecuentemente con lo anterior, el gobierno nacional promueve cambios en la estructura y en funcionamiento de la administración. Cambios necesarios y además posibles, cambios profundos y progresivos, cambios responsables basados en tres grandes compromisos. El primero de ellos: el compromiso con la eficiencia; el segundo, el compromiso con la calidad; el tercero, el compromiso con la transparencia, porque, ¿qué designio divino establece que la administración pública está condenada a la ineficiencia? ¿Con qué argumentos puede sostenerse que los servicios públicos han de ser necesariamente de baja calidad y alto costo, y en nombre de qué principios, de qué -entre comillas- altos intereses nacionales puede aceptarse una administración pública que no asuma sus responsabilidades, que desaparezca en los momentos de crisis o ante situaciones desfavorables, que no tenga en cuenta a los ciudadanos, o que no le rinda cuentas a los ciudadanos. ¿Porqué debemos aceptar buenamente que se tergiverse el concepto de que el funcionario debe adaptarse a la función y no la función al funcionario?

No caben dudas al respecto: la legitimidad democrática de las instituciones reposa también sobre la garantía de que los cargos públicos son desempeñados en el marco de la ley y con estricta imparcialidad, sobre la transparencia de sus procedimientos y sobre el conocimiento de los mismos por los ciudadanos y su fácil acceso a ellos.

Naturalmente, los cambios que promovemos han de procesarse mediante los procedimientos y las normas que correspondan. Ello es importante, pero como decía también el señor presidente, no es suficiente.

La legitimidad democrática de las instituciones también requiere, por decirlo de alguna manera, determinada actitud por parte del gobierno: la actitud de ejercer su intransferible autoridad sin caer en el autismo ni caer en el autoritarismo. La actitud de asumir la responsabilidad también intransferible, de articular la sociedad y de construir una nación. Porque gobernar es resolver el presente pero también es construir un futuro mejor que el presente que tenemos.

Amigas y amigos, ustedes pueden contar con la actitud y la acción del gobierno nacional y del Presidente de la República, para que la administración pública sea un instrumento esencial para desarrollar la democracia y asegurar el progreso individual y del conjunto de la sociedad.

En tal sentido no prometemos milagros, comprometemos esfuerzos, y este compromiso, mejor dicho, la reafirmación de este compromiso es tal vez el mejor aporte que podemos hacer a estas jornadas cuyo programa de trabajo abarca temáticas tales como la gestión del cambio y del conocimiento, la competitividad, la responsabilidad social y ética en la administración pública, el gobierno de las empresas, la administración del sector privado, la negociación laboral y la internalización de las empresas uruguayas.

Son temas y desafíos importantes para la sociedad uruguaya en su conjunto y no sólo para ustedes y que como tal debemos encarar y resolver en clave democrática y con sentido de nación. En esa tarea ustedes, profesionales, ejecutivos, empresarios, agentes sociales y estudiantes vinculados al área de la administración, tienen un importante papel, una importante responsabilidad, no solamente por razones de idoneidad profesional o actividad laboral; también y fundamentalmente porque son ciudadanos de este país que cuenta con ustedes, que los necesita y al cual todos, sin excepción -también el gobierno nacional- tanto necesitamos. Muchas gracias.

PALABRAS DEL PRESIDENTE DEL COLEGIO DE CONTADORES, ECONOMISTAS Y ADMINISTRADORES DEL URUGUAY, CONTADOR JULIO PORTEIRO

PORTEIRO: Buenos días a todos. Excelentísimo Señor Presidente de la República, Dr. Tabaré Vázquez, autoridades nacionales que nos acompañan, encargados de negocios y demás representantes de la Embajada de Estados Unidos de Norteamérica en nuestro país, autoridades universitarias, que también se han unido a nuestra actividad, Prof. Mac Dermott, de la universidad de Oakley, señor coordinador académico del II Encuentro Internacional y III Encuentro Nacional, organizado por el Colegio de Contadores, Economistas y Administradores, Lic. Gabriel Andrade, señores representantes de los medios de prensa que también nos acompañan, señoras, señores, colegas del exterior y colegas uruguayos, amigos todos.

Representa para mí un altísimo honor dar comienzo a este encuentro de los profesionales de Dirección de Organizaciones. También lo siento como una enorme responsabilidad. Digo esto porque en lo personal atribuyo a la presencia del Señor Presidente de la República y atribuyo a la participación de todos ustedes en este evento, una señal muy importante hacia la sociedad uruguaya y muy especialmente, hacia quienes dentro de esa sociedad, ejercen responsabilidades y tienen facultades de decisión.

¿Porqué digo esto? Bueno; lo afirmo porque siento que estas presencias son un respaldo muy fuerte a la idea de que la administración, como lo dice el lema de nuestros encuentros, es una llave verdadera para alcanzar un desarrollo sustentable y para alcanzar también el cambio que quiere y está buscando nuestro país. Veamos porqué hago este tipo de afirmaciones. Creo que basta pasar rápidamente la mirada sobre el funcionamiento y el entramado de nuestra sociedad para concluir que en una muy alta proporción, el bienestar de la gente, el bienestar de los uruguayos depende del correcto funcionamiento de las instituciones.

Instituciones sociales que son la esencia y la vida de esa trama social a la que me refería y sin lugar a dudas los principales responsables del buen funcionamiento de esas instituciones que conforman nuestro entramado social son los encargados de conducirlas. Dicho de otra manera, son los integrantes de su dirección, son quienes las administran. Y si ese es el rol protagónico que deben jugar los directores de instituciones sociales, los directores de organizaciones. se nos plantea inmediatamente un desafío muy importante. Las personas que asuman en nuestro país tamañas responsabilidades de conducción no pueden enfrentarlas con éxito obrando sencillamente al talenteo  por siempre. No se puede dirigir correctamente una organización si no se tiene la formación especializada para hacerlo. Quienes ocupan cargos jerárquicos y no importa en qué sector de actividad pueden estar ustedes pensando, deben contar con conocimientos teóricos y con experiencia práctica en la disciplina que tiene por objeto el estudio de la conducción y dirección de las organizaciones. Y esa disciplina es la administración. Quienes conducen las organizaciones deberían entonces, tener conocimientos teóricos y experiencia práctica en el ejercicio de la administración. Es en este contexto que en mi opinión debe interpretarse el lema de este evento que por tercera vez, por tercer año consecutivo el Colegio de Contadores, Economistas y Administradores está organizando.

Pera lograr el cambio social que el país está buscando es imprescindible cambiar  la conducción de sus organizaciones.

 A esta visión se refiérelos los dos requisitos de nuestro lema “Administración una llave para el desarrollo sustentable” y “Uruguay hacia una gestión efectiva del cambio.” Necesitamos contar en el país con dirigentes formados y experientes. Permítanme compartir con ustedes unas breves reflexiones, para insistir en este intento de mostrar la trascendencia que tiene la buena administración, o sea la dirección de las empresas públicas y privadas donde ella es cumplida ética y profesionalmente.

Es la profesionalización de la dirección una palanca imprescindible para enfrentar el desafío del cambio que está procesando nuestro país. El foco central de este encuentro, el temario, lo que nos propondrán los expositores apunta al análisis de la contribución que puede hacer la administración en favor del proceso de cambio. En valoración personal, la existencia de una capa de dirigentes competentes se convierte en un aspecto esencial para hacer posible los cambios, las mejoras que se persiguen. Dada su relevancia estratégica la falta de atención sobre los temas de dirección, de insuficiencia de instituciones competentes, son, a mi juicio, factores negativos que están obstaculizando seriamente la efectiva materialización de los cambios.

La administración profesional es una condición necesaria para alcanzar la competitividad institucional, y la competitividad institucional hoy, a su vez, cumple un requisito para un desarrollo sustentable. Esta idea de competitividad es la noción que en los últimos tiempos ha permeado incisivamente todo andamiaje y la gestión empresaria. No creo que sea el producto de una moda pasajera. Yo entiendo, por el contrario, que tiene un carácter permanente, y que haríamos muy bien en Uruguay en darle la bienvenida a este concepto de competitividad y ponerla en ejercicio en todas nuestras organizaciones de la mejor forma posible. ¿Por qué digo que la competitividad ha llegado con vocación de permanencia? La razón, o una de las razones desde mi punto de vista, es que su aporte conceptual de mayor significación se debe a que debe tener en el centro de la atención de la gestión de empresas, un par de principios que son fundamentales a la hora de conducir las organizaciones.

En primer lugar, un principio clave a mi juicio, es la noción de productividad. Ser competente requiere ser productivo. Productividad en el sentido de utilizar adecuadamente los recursos de los cuales se dispone. La competitividad sólo puede alcanzarse siendo productivo. No se es productivo con máquinas paradas. No se es productivo con gente que no trabaja con alta dedicación, con gran esfuerzo y generando valor en las organizaciones. El objetivo es generar puestos de trabajo como lo hemos escuchado muchas veces. El  objetivo no es generar cargos remunerados. Hay que trabajar no ocupar cargos.

El otro principio fundamental implícito en la noción de competitividad hace referencia al equilibrio financiero. Es un principio esencial de las finanzas de cualquier tipo de organización. Las salidas de dinero no pueden superar los ingresos de dinero. Ese equilibrio financiero, es un requisito esencial en el manejo de cada una de las organizaciones de nuestro país, pero también en el manejo de la gestión de la administración pública en su conjunto.

Productividad y equilibrio financiero son, pues, dos principios esenciales que todo administrador debe poner en practica, sin importar si se está tratando de gestionar empresas públicas, empresas privadas, empresas con fines de lucro, empresas que no tienen esa finalidad. Hay que insistir con énfasis en la necesidad de ser competitivo, en la obligación de ser competentes en el ejercicio de la administración. Por esa vía, si mantenemos sin claudicaciones el esfuerzo de ser competentes como directores de empresas, estaremos convocando a adherirse a esa misma noción de competitividad en la búsqueda de un consenso que es creciente. Cada vez se advierte con mayor nitidez que todas las instituciones, en cualquier lugar del mundo, son por sobre todas las cosas, conocimiento intensivo.

Antes se discutía, se hacían clasificaciones entre empresas, mano de obra intensivas o capital intensivo; yo creo que hay una gran categoría que las cubre a todas y es la categoría del conocimiento intensivo. Y en lo que se refiere a la dirección de organizaciones, el conocimiento que sus integrantes deben desplegar con toda intensidad es el conocimiento la administración, tanto en su dimensión conceptual como en la aplicación práctica de sus técnicas. Lamentablemente, en nuestro medio la administración no es una práctica profesional ampliamente reconocida como disciplina de base científica y de base técnica. Esta visión cultural de la sociedad uruguaya, a mi juicio, ha tenido efectos negativos en el desempeño de las organizaciones de todo tipo en nuestro país. El objetivo de nuestro Colegio, al promover estos eventos, es ayudar a la toma de conciencia sobre la necesidad de administrar profesionalmente todas las instituciones través de las cuales se llevan a cabo las actividades económicas y sociales.

Estoy convencido de que si logramos eso, se aumentaría considerablemente la eficiencia, la eficacia y la productividad de la sociedad en su conjunto. Nuestro más íntimo convencimiento es que es imprescindible profesionalizar la conducción de las instituciones públicas y privadas. Este sueño, esta utopía en el sentido auténtico de la palabra, desafío difícil pero alcanzable, no nos hace caer en la interpretación ingenua de que todas las dificultades que atraviesa el país se resuelven mejorando el desempeño empresarial, mejorando el fortalecimiento de las gerencias, pero créanme que es un medio muy importante para lograr ese fin último del bienestar de la colectividad uruguaya. Es una condición necesaria, aunque no suficiente.

La dirección de las organizaciones, aún cuando se ejerce con calidad profesional, no controla todos los factores de riesgo y por eso es que por sí sola no asegura todos los resultados que estamos buscando.

Para finalizar, entonces, y para dejar inaugurado este encuentro, insisto en impulsar el cumplimiento de este desafío, de mejorar éticamente y profesionalmente la calidad del ejercicio de la dirección de organizaciones. Si así lo hacemos, estaremos contribuyendo a mejorar la conducción del país, estaremos aportando el cambio que conduce a un desarrollo sustentable y en último término, entonces, estaremos intentando, o ayudando a hacer realidad, la felicidad y el bienestar de toda nuestra gente. Muchas gracias.

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