IGLESIAS ABOGÓ POR UN NUEVO SISTEMA DE SEGURIDAD
COLECTIVA MUNDIAL
El presidente del BID, Cr. Enrique Iglesias dijo, al
disertar sobre "El sistema internacional en debate: propuestas desde la
ONU para un nuevo orden mundial", que "hay que generar un nuevo sistema
de seguridad colectiva en el mundo a partir de las nuevas realidades
económicas, políticas y sociales que vive hoy la humanidad".
En el marco del desarrollo de la conferencia
internacional "El sistema internacional en debate: propuestas desde la
ONU para un nuevo orden mundial", que fue organizada por el Ministerio
de Relaciones Exteriores y la Fundación Friedrich Ebert, el Cr. Enrique
Iglesias expuso en su condición de miembro del Grupo de Alto Nivel de
Naciones Unidas convocado por el Secretario General Kofi Annan,
presentando en dicha instancia los conceptos y elementos centrales de la
discusión en torno a la reforma de la ONU, y sobre la agenda
internacional para el desarrollo y la seguridad.
El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo
precisó que lo que informó en su alocución fue "el producto del trabajo
de un grupo de 16 personas donde había excelentísimos especialistas
mundiales, ampliamente reconocidos, que han venido trabajando por años
en la reforma de las Naciones Unidas", y que justamente, su presencia en
ese núcleo obedeció, fundamentalmente, "para aportar en el área
económico-social de la organización".
El Cr. Enrique Iglesias reveló que el grupo que
integró, hizo al final de seis encuentros anuales un informe con 101
recomendaciones, partiendo desde una gran indicación de Kofi Annan, que
fue decir: "vamos a ver cómo es posible generar un nuevo sistema de
seguridad colectiva en el mundo, a partir de las nuevas realidades
económicas, políticas y sociales que vive hoy la humanidad".
Iglesias se refirió al eventual uso de la fuerza ante
el terrorismo, diciendo que "a veces las prevenciones fallan y, por
tanto, la fuerza debe ser utilizada. Y ahí está el capítulo 7º del
artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, que autoriza el uso de
la fuerza en legítima defensa; el derecho consuetudinario dispone
claramente que los Estados puedan emprender acciones militares a
condición de que sufran una amenaza de ataque inminente, con la
intervención previa del Consejo de Seguridad".
El titular del BID enfatizó, además, que "el informe
hizo suya la norma de la responsabilidad de proteger a los civiles
frente a la violencia en gran escala", agregando que "la responsabilidad
recae en primera instancia y en forma esencial sobre las autoridades
nacionales: cuando un Estado no protege a sus civiles, la comunidad
internacional tiene la responsabilidad de actuar, a través de
operaciones humanitarias, misiones de supervisión, intervenciones
diplomáticas y, eventualmente, del uso de la fuerza, si fuera necesario,
y siempre como último recurso. Ojalá que esto se hubiera dado en África,
en los casos dramáticos que hemos visto en los últimos tiempos, ya que
esto hubiera permitido evitar muchos cientos de miles de muertos en ese
continente".
Iglesias estableció, además, que el tercer gran
capítulo del informe de la Comisión de la ONU que integró, es el de la
consolidación de la paz, señalando que "esto es un tema de una enorme
importancia", porque "hay decenas de Estados que están al borde de su
disolución, son incapaces de administrarse, de sobrevivir como Estado,
por sus grandes conflictos internos, o por su gran subdesarrollo
económico y social. Y ahí Naciones Unidas tiene una enorme
responsabilidad, que la está ejerciendo, no del todo como debería
ejercerla, y es cómo es posible por una parte lograr la paz, y luego
consolidar la paz. Eso lleva tiempo, pero cada vez más los Estados van a
tener que poner más fuerzas a efectos de poder manejar este enorme
desafío de la consolidación de la paz".
Iglesias puso como ejemplo en este último aspecto el
caso de Haití, expresando que "no alcanza con establecer la
pacificación, hay que armar a los países, y eso lleva muchos años,
porque se necesita reconstruir el Estado, se necesita reconstruir las
instituciones, y se necesita apoyo financiero, apoyo económico, apoyo
técnico, apoyo institucional.
De manera que este es uno de los temas que más está
presente en el informe y, de alguna forma, esa es una función cardinal
de las Naciones Unidas, coordinando esfuerzos con los organismos
regionales e internacionales".
En tal sentido, el jerarca del BID enfatizó que los
Estados necesitan consolidar la paz no solamente a través de la
presencia de las fuerzas de paz, en la que nosotros formamos parte en
forma destacada, sino también acompañar esas fuerzas de paz con medidas
de colaboración al desarrollo muy intensas. Y en este aspecto nos
preocupa que las fuerzas de paz no sean percibidas por la población como
fuerzas meramente policiales, sino que sean percibidas como fuerzas de
desarrollo".
El Cr. Iglesias precisó que el último punto que trata
el informe se relaciona con todo lo que tiene que ver con la
organización de las Naciones Unidas, y afirmó que en ese aspecto hay una
serie de recomendaciones, como "por supuesto, el fortalecimiento de la
Asamblea General, dotándola de una mayor agilidad, una mayor eficiencia,
de menos ritualismo a lo largo de sus largas deliberaciones" y como "la
Comisión de Derechos Humanos, que ha perdido credibilidad, y se necesita
reforzarla a partir de una nueva organización ampliada a todos los
miembros del sistema con la creación de un informe anual de parte del
Comisionado de Derechos Humanos y el informe de una comisión especial
independiente, que pueda dar información independiente para llevar esto
a un nivel más participativo, y aumentar su credibilidad en la forma de
atacar este tema".
Iglesias precisó que el informe de la Comisión señaló
que "hay que dar más participación en el proceso de adopción de
decisiones a quienes más contribuyen a las Naciones Unidas, desde el
punto de vista financiero, militar o diplomático", con lo cual "la
Comisión reconoce que el Consejo actual no es representativo de la
actual geografía del mundo y que se requiere, por tanto, su ampliación".
El Cr. Iglesias finalizó su exposición remarcando que
"estamos viviendo un momento muy especial en la Humanidad" y que el
tsunami "es una de esas cosas que despertó en cierta manera la
conciencia de la humanidad en los países desarrollados; una cosa
interesante es que las contribuciones que ha hecho la sociedad civil en
los países europeos, Alemania por ejemplo, es mucho mayor que la que
hicieron los gobiernos", tras lo cual estableció que "hay amenazas, hay
grandes flagelos como el de la pobreza y la miseria, que serán siempre
un factor inmenso de inestabilidad", precisando que el informe al que
hizo referencia "es, realmente, un informe fundamental para mostrar que
es posible abordar el tema de la pobreza".
El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo
también sostuvo como cierre que, a su entender, "es necesario el diálogo
entre las naciones para hacerse cargo de estos desafíos, aunque para
esto se necesita voluntad política, porque si los gobiernos no ponen su
mayor capacidad será muy difícil que estos temas puedan materializarse.
En todo caso, yo creo que el sistema de Naciones Unidas es fundamental
para la Humanidad, y espero que se venzan las tentaciones unilaterales
que tenemos hoy en el mundo y que están cuestionando, de alguna manera,
el multilateralismo. Si los problemas son globales, las soluciones son
también multilaterales. Y nosotros, los países pequeños, tenemos que
defender mucho estos principios". |