14/09/05


VÁZQUEZ REIVINDICO LA VOCACIÓN DEMOCRÁTICA DEL PAÍS, ASÍ COMO UN "MAS Y MEJOR MERCOSUR"
El Presidente de la República, Tabaré Vázquez, habló ayer en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington ante una audiencia de periodistas, académicos y hombres de empresa, donde revindicó la permanente vocación democrática del Uruguay y trazó las principales líneas de lo que será su gestión.

El Primer Mandatario también reivindicó al MERCOSUR, pero dijo que la pertenencia a este bloque "no es incompatible con un amplio esquema de relacionamiento internacional".

La disertación se complementó con un capítulo de preguntas de periodistas y sus respectivas respuestas, oportunidad en la que también hicieron uso de la palabra el Canciller de la República, Reinaldo Gargano, el Ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, y el Ministro de Industria, Energía y Minería, Jorge Lepra, quienes acompañan en su viaje al doctor Vázquez.

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA, TABARE VAZQUEZ, EN EL CENTRO PARA ESTUDIOS ESTRATEGICOS E INTERNACIONALES, JUNTO A LOS MINISTROS DANILO ASTORI, REINALDO GARGANO Y JORGE LEPRA, EN WASHINGTON DC, ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA

PRESIDENTE VAZQUEZ: Muy buenas tardes para todos ustedes. Voy hablar en idioma español, porque quiero ser extremadamente preciso en los términos y en los conceptos que voy a tener el honor y el gusto de verter en esta reunión para todos ustedes.

Les agradezco enormemente vuestra presencia y que hayan dispuesto compartir con nosotros este tiempo, siendo precisamente ese factor, el factor tiempo, lo único que no tenemos posibilidad de recuperar en la vida. Por tanto, valoro enormemente este tiempo que ustedes nos dispensan estando aquí con nosotros.

Señoras y señores, agradezco al Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales el auspicio de este encuentro con ustedes para considerar asuntos de interés común. Y agradezco el interés y la presencia de ustedes, así como la sincera hospitalidad con que nos han recibido en el marco de nuestra breve estadía en Washington.

Ya fueron mencionados los ciudadanos uruguayos que integran el Consejo de Ministros y me acompañan en esta oportunidad: nuestro Canciller, señor Reinaldo Gargano, el señor Ministro de Economía y Finanzas contador Danilo Astori, señor Jorge Lepra, Ministro de Industria, Energía y Minería; también nuestro Embajador de la República Oriental del Uruguay en los Estados Unidos de América, doctor Carlos Gianelli.

Hace un momento hablábamos con los directivos de esta institución sobre algunos desencuentros entre países de nuestra América Latina y Estados Unidos y en particular se me planteaba la pregunta de las relaciones de Estados Unidos con Venezuela, el gobierno de Estados Unidos con el gobierno de Venezuela y durante algunos minutos estuvimos analizando esa temática.

Por eso quisiera decir antes de comenzar a profundizar en mi exposición, que creo que los grandes problemas que hoy tiene la humanidad, obedecen en buena medida a la falta de encuentros, a la falta de reconocimiento mutuo y a la falta de diálogo. De ahí que valoramos enormemente esta oportunidad de poder conversar con todos ustedes.

Amigas y amigos: ustedes, por formación profesional, por experiencia de trabajo, por estar vinculados a este Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales y por las características del mismo, conocen la realidad del Uruguay en el contexto latinoamericano. Obviaré, entonces, su descripción.

En todo caso, permítanme decirles que la actual coyuntura económica y social de nuestro país es el resultado de una combinación de circunstancias externas y de importantes fragilidades estructurales internas agudizadas durante las ultimas décadas. Permítanme decirles también que en el marco de los valores democráticos, en el marco de los valores democráticos que caracterizan a la sociedad uruguaya, en las elecciones nacionales realizadas en octubre de 2004, la ciudadanía expresó soberana y categóricamente su voluntad de revertir esta situación mediante un proceso de cambios que suponga no sólo resolver las dificultades del presente sino también promover y articular una estrategia de país en términos de mediano y largo plazo. Esa voluntad de la ciudadanía uruguaya es un mandato que este gobierno comenzó a cumplir al asumir, hace hoy exactamente 196 días, nuestras responsabilidades como gobierno nacional.

Ciento noventa y seis días es un poco más que la décima parte de un periodo de gobierno, que dura cinco años. No es un lapso insignificante pero tampoco es -para decirlo con una expresión que todos conocemos pero que no todos compartimos- "el fin de la historia". Nuestra tarea está comenzando en el Uruguay. Los cambios que promovemos ya están en marcha. Son cambios necesarios, son cambios posibles, son cambios responsables, son cambios progresivos.

Son cambios que no ignoran la realidad pero que tampoco renuncian a la utopía concreta del crecimiento económico y del desarrollo humano en paz, con libertad, con democracia, en justicia y con solidaridad. Son cambios -reitero- en el marco de una estrategia de país que podríamos sistematizar en cinco grandes áreas estrechamente vinculadas entre sí. Una de ellas es el Uruguay social. Porque la mayor riqueza de un país es su propia gente y en el nuestro -tres millones de habitantes y algo más- aproximadamente un tercio de la población -un millón de uruguayos- vive en condiciones de pobreza y desamparo social.

Sería absolutamente incomprensible que en el programa de gobierno progresista no se contemplara en profundidad la problemática social que el país tiene. En segundo lugar, el Uruguay productivo. Porque para emprender la agenda de un desarrollo sostenible no basta con buena voluntad solamente ni basta desarrollar política meramente asistencialistas. Para emprender la agenda de un desarrollo sostenible nuestro país debe reorganizar su economía como lo está haciendo, transformar su Estado, establecer reglas de juego claras entre éste y el mercado, recalificar el valor del trabajo, generar empleo decente -que esta finalmente es la mejor política social que podemos llevar adelante- producir, competir y vender.

En tercer lugar, el Uruguay inteligente, porque para producir, competir y vender en el mundo actual hay que apostar a la educación, a la investigación científica al avance tecnológico y a la innovación como proceso de creación de nuevas herramientas, productos, bienes servicios y formas de organizar el trabajo.

En cuarto lugar, el Uruguay democrático, porque sin desconocer la completa diversidad de la sociedad, hay que creer en la gente, hay que convocarla, hay que involucrarla en la construcción de su propia vida. Tal es, al fin y al cabo, la mayor responsabilidad de los gobernantes.

Y en quinto lugar el Uruguay integrado a la región y al mundo. Porque ningún país, y menos aún uno como el nuestro, puede existir y progresar en soledad. Tampoco ignoramos los riesgos del mundo actual, ni la complejidad de los procesos de integración. Pero estamos convencidos de que en los pliegues del presente anida la oportunidad de un futuro mejor para toda la humanidad.

La necesaria brevedad de esta intervención no permite profundizar sobre cada una de estas áreas como quisiéramos, pero teniendo en cuenta que estamos en un centro de estudios estratégicos e internacionales, haré algunas consideraciones respecto a ese Uruguay internacional que mencioné hace un instante.

Amigas y amigos, la República Oriental del Uruguay nació en medio de complejas circunstancias regionales e internacionales. La lucha entre los reinos de España y Portugal primero, luego entre las Provincias Unidas y el Imperio de Brasil por el control del Río de la Plata y de lo que es nuestro actual territorio. Y como telón de fondo, aunque en realidad, ni tan telón, ni tan de fondo, la incidencia del entonces hegemónico Imperio Británico.

Tales circunstancias determinaron que la dimensión internacional esté presente desde los orígenes mismos de nuestro país. Esta realidad histórica ha hecho que inevitablemente lo internacional sea parte absolutamente fundamental, absolutamente arraigada, en la vida del Uruguay como nación.

Su constitución como país independiente, su afirmación como estado de derecho y sus posibilidades de desarrollo han estado, están y -desde nuestro muy modesto punto de vista- estarán estrechamente ligada a su inserción internacional. En otras palabras, la viabilidad del Uruguay como nación está estrechamente vinculada a su lugar en la región y en el mundo. De ahí entonces, la importancia -fundamental en nuestra opinión- de acordar, diseñar e instrumentar una política exterior independiente, una política exterior de estado y basada en valores y principios tales como: 1º., el decidido compromiso con la paz, con la soberanía, con la democracia y con la solidaridad; 2º., el firme rechazo a todo tipo de terrorismo, violencia y discriminación; 3º., el inalienable derecho de los países a tener fronteras estables y seguras y a ejercer en forma libérrima su soberanía y autodeterminación; 4º., el respeto al derecho internacional, entendiendo que las normas que ordenan y regulan las relaciones entre los Estados constituyen la mejor forma de garantizar la convivencia pacífica y el respeto a los derechos soberanos de los pueblos; 5º., el no alineamiento y la no intervención; 6º., la reafirmación del multilateralismo como forma de fortalecer el derecho internacional, jerarquizando el papel de las Naciones Unidas, lo cual implica promover las reformas necesarias para que dicha organización cumpla plenamente sus cometidos y 7º., el reconocimiento a la indivisibilidad de todos los derechos humanos, sean políticos, sociales, económicos, civiles o culturales, incluidos los derechos de titularidad colectiva, tales como el derecho a la propiedad, el derecho al desarrollo y el derecho a un medio ambiente sano.

Amigas y amigos, los países, como las personas se relacionan puertas afuera a partir de su realidad más inmediata, esto es, a sus vecinos o con sus vecinos. Profundas realidades históricas, como la que mencionamos, políticas, económicas, sociales y culturales, nos unen a Argentina, Brasil y Paraguay. Con ellos estamos en un Mercosur, un proceso de integración iniciado en 1991 que por cierto no es sencillo, que pese a ello ha avanzado en estos casi quince años, pero que puede y debe avanzar mucho más aún. Queremos más y mejor Mercosur. Para un país pequeño como el Uruguay es vital integrarse con los países de la región y proyectarse al mundo. Más y mejor Mercosur en términos de a) Unión Aduanera, que la tenemos que mejorar para mejorar también las relaciones comerciales intrabloque; b) complementación de procesos productivos; y c) accesibilidad a los mercados, dentro de la región y fuera de la región.

Y aquí quiero hacer un alto. Para los países del mundo desarrollado que nos han pedido, nos han exigido, nos han planteado, nos han condicionado, a que abramos nuestras puertas y ventanas, a que no desarrollemos políticas proteccionistas, nos han enseñado que la palabra subsidio es una mala palabra, y nosotros hemos cumplido abriendo nuestras puertas y ventanas, no desarrollando políticas proteccionistas, eliminando los subsidios, hemos encontrado en el mundo desarrollado que ellos, que nos piden que nosotros hagamos eso, nos fijan cuotas, subsidian sus productos agrícolas y pecuarios, nos cierran los mercados y cuando nuestros pueblos se alzan pidiendo justicia social, lo que están pidiendo es igualdad de oportunidades.

Nuestro país no necesita créditos ni dineros. Necesita oportunidades, necesita apertura de mercados. Queremos colocar nuestro trabajo, queremos producir más y mejor para que nuestra gente pueda trabajar más y vivir dignamente en nuestro país sin tener que dejarlo. Necesitamos trasparencia en el intercambio comercial y necesitamos también que los países poderosos, los países del mundo desarrollado respeten los derechos de los países menores de este mundo en el que nos ha tocado vivir.

Para "un mejor y más Mercosur" necesitamos una integración física y energética, mejorar nuestras vías de comunicación, nuestra infraestructura, llevar adelante un acuerdo de complementación energética y preservar nuestros recursos naturales, que son enormes. América Latina es el jardín, es el vergel del mundo. Enormes riquezas, entre otras, hídricas, que acondicionarían, sin duda, bien trabajadas y explotadas, una calidad mejor de vida para todos quienes vivimos en Latinoamérica.

Preservación de recursos naturales y respeto al medio ambiente, complementación científica y tecnológica del Mercosur, fortalecimiento institucional e integración social. El Uruguay reafirma su compromiso con el Mercosur pero no quiere seguir solo, ni como país ni como Mercosur. Nuestra pertenencia al Mercosur no es incompatible con un amplio esquema de relacionamiento internacional que pasa por la ampliación del propio Mercosur y su interacción, como otros procesos de integración regional y de áreas de libre comercio, tanto en nuestro continente como en otros, pero también pasa por la inserción específica del Uruguay en el escenario internacional. No renunciamos a profundizar las relaciones bilaterales con otros países, con otros gobiernos, como Uruguay integrando, por cierto, la región.

Por sus relaciones bilaterales con otros países, por su presencia activa en organismos multilaterales, así como por su capacidad de aporte en asuntos tales como el fortalecimiento de la paz, Uruguay tiene una importantísima cantidad de destacamentos militares en diversas partes del mundo, que honran el país trabajando por la paz de otros pueblos, así como también tiene el Uruguay su capacidad de aporte en asuntos tales como la lucha contra la pobreza, el combate al terrorismo, la cooperación, el relacionamiento internacional, etcétera.

No hay contradicción alguna entre ser uruguayo, sentirse latinoamericano e insertarse en un escenario internacional que es complejo, pero que puede llegar a ser mucho más complejo aún si excluye o agrede a alguno de sus integrantes.

No hay razón para la soledad o el desconocimiento. Desconocimiento que al fin y al cabo es una forma de soledad en el mundo actual. Del mismo modo, tampoco hay contradicción alguna entre asumir cabalmente nuestros derechos y responsabilidades como miembros de la comunidad internacional, reivindicar nuestra identidad latinoamericana y recorrer un camino propio, que es la construcción de nuestra nación.

En otras palabras, el proceso de cambios que estamos realizando, que estamos llevando adelante en el Uruguay no es un clon ni es clonable, no tiene modelos ni aspira a ser modelo. Es auténticamente uruguayo y, por tanto, decididamente democrático. Los cambios en el Uruguay los hacemos a la uruguaya o no se hacen.

Amigas y amigos: en este contexto de desafíos y tareas que la sociedad y el gobierno de la República Oriental del Uruguay se plantean en claves de cambios progresistas, se enmarcan nuestras relaciones con los Estados Unidos de Norteamérica.

Las relaciones económicas, importantísimas si se tiene en cuenta que en el año 2004, los Estados Unidos se posicionaron como el principal socio comercial del Uruguay, adquiriendo casi el 20% del total de nuestras exportaciones y que tal tendencia se ha mantenido durante el primer semestre del año 2005. Pero también las relaciones diplomáticas, el intercambio cultural, la cooperación científica. Aspiramos a consolidar esas relaciones porque nuestros Estados Unidos y Uruguay son pueblos jóvenes, crisoles de razas, con una rica tradición que vive en el aire y que respiramos y en la tierra que nos nutre.

Nos unen los principios republicanos de George Washington, también presentes en la lucha de nuestro héroe nacional don José Gervasio Artigas. Nos une la tradición democrática consagrada en vuestra constitución de 1787 y declaración de derechos de 1791 y nuestra propia tradición constitucional. No somos ájenos a la democracia agraria de Thomas Jefferson ni a la igualdad de razas de Abraham Lincoln ni al respeto a la soberanía de los pueblos de Franklin Delano Roosevelt. Somos diferentes pero tenemos mucho en común. También tenemos en común cosas similares a los otros pueblos, y en particular América Latina. Ciertamente la historia del relacionamiento hoy entre Latinoamérica y los Estados Unidos es, en buena medida, una larga secuencia de desencuentros motivados por diversos factores algunos de responsabilidad compartida, otros no, pero siempre con efectos negativos para nuestros pueblos. Votamos para que en el futuro este relacionamiento transite el camino de una mejor y mayor encuentro entre nuestros pueblos y entre nuestros países y que realmente América sea una sola desde Tierra del Fuego hasta Alaska. Esta charla se ha extendido demasiado y no quiero extenderla abordando aún más en profundidad esta temática. Pero permítanme terminar reiterando algo que expresé en el año de 1993 en la Universidad de Princeton en el marco de una visita a Estados Unidos que realicé como Intendente Alcalde de Montevideo.

Refiriéndome precisamente a esta historia de desencuentros entre América Latina y Estados Unidos ,dije en aquella oportunidad y reitero ahora que toda la historia tiene su futuro y que nuestro futuro no está en disimular tales desencuentros ni en convertir sus consecuencias en un motivo de definitiva separación entre nosotros, sino en asumir esa historia en su exacta dimensión para construir entre todos una nueva relación en esta América que, como dije, desde Alaska a Tierra del Fuego es una y varias Américas al mismo tiempo. Les agradezco enormemente la atención que me han dispensado. Muchas gracias.

PERIODISTA: Una información y dos preguntas. Teodoro Picón, que fue Ministro de Hacienda del presidente Caldera después de haber sido guerrillero, acaba de publicar un libro en Caracas diciendo que hay dos izquierdas en América Latina: una izquierda democrática, como la de Chile, la de su gobierno y la de Brasil, y una izquierda radical, como la de Fidel y la del presidente Chávez, que aparentemente opera en ese sentido. Mi pregunta: ¿qué opinión le merece esa dicotomía de Teodoro Picón? Segundo, ¿cree que esa izquierda sana y democrática como razón de nuestras libertades pudiera construir para que Venezuela se mantenga dentro de un régimen democrático.....

PRESIDENTE VAZQUEZ: Bien, en primer lugar y si usted me permite, me gustaría colocar estas dos preguntas en un contexto general. Creo que lo mencioné en mi discurso: no hay una única realidad en América Latina. Como científico, como médico, yo amo profundamente la biología. Me apasiona lo que representa para la humanidad, Latinoamérica -América en general- como un enorme laboratorio de mestizaje. Es en Latinoamérica, donde las distintas razas llegan, viven y se cruzan. Latinoamérica tiene diferentes culturas, diferentes religiones, diferentes grupos étnicos, diferentes realidades históricas y presentes, diferentes culturas. En Cuba predomina el pensamiento del partido único desde la época de Martí.

En el Uruguay, exponemos a todos los partidos políticos, el Uruguay que tiene el privilegio de tener los partidos políticos más viejos del mundo, los que tienen mayor tiempo de existencia en el mundo, como partidos políticos, el Uruguay y su democracia tiene ese orgullo, pese a que yo pertenezco a un partido mucho más joven, más nuevo. Sin embargo los partidos tradicionales en el Uruguay son los partidos políticos más viejos en la historia de la humanidad.

Nosotros tenemos una cultura de pluripartidismo y de la necesaria rotación de los diferentes partidos políticos e ideologías en el ejercicio del gobierno libre y democráticamente electo por el pueblo. Son realidades diferentes y para esta realidad diferente no voy a lanzar un estereotipo o estigmatizar esa realidad en un estereotipo, que no se condice, desde mi muy humilde punto de vista, con una realidad que es como la vida misma: contradictoria, fuerte, de proyección hacia el futuro, de una riqueza enorme.

Nosotros, y yo puedo hablar por mi país, por mi gobierno, por mi gente, por ese pueblo, amamos profundamente la libertad de expresión en toda su dimensión, la libertad de prensa, la libertad de desplazamiento, el respeto y la tolerancia, la solidaridad, la democracia, no sólo como sistema político sino como modo de vida, como ética de conducta en la vida.

Esta es la realidad del Uruguay que también a veces es distinta de la que tiene Argentina, que está ahí pegadita o Chile o de Brasil. Lo decíamos en nuestras palabras: en nuestros modelos no hay posibilidad de clonaje, hay cada realidad dedicada en cada momento de la historia, teniendo como antecedente su historia misma.

Yo creo y defiendo para mi país estos conceptos a los que hice referencia. No voy a cometer lo que podría ser, de mi parte, una imprudencia de juzgar a gobiernos de países hermanos. Cada pueblo tiene el derecho de su autodeterminación y de elegir a su gobierno, a su forma de gobierno, a su forma de encarar la vida política, social y cultural.

Pero una cosa sí es cierta: todo lo que el Uruguay pueda hacer, no con este gobierno, con los que hubo, y estoy hablando de gobierno democráticos, por cierto, y con los que vendrán seguramente democráticos, todos los pueblos y naciones del mundo pueden contar con este muy pequeñito país, muy humilde país, en todo lo que pueda contribuir para lograr el entendimiento entre las naciones, el respeto a la soberanía, el respeto al derecho a la autodeterminación, en fin, todos los caminos que lleven a la tolerancia, a la mejor convivencia pacífica entre las naciones y los pueblos del mundo.

PERIODISTA: Me llama la atención su presentación con respecto al programa de Ciencia y Tecnología. Me gustaría si podría en este momento desarrollar una reflexión en torno a la investigación y a la tecnología en el Uruguay.

PRESIDENTE VAZQUEZ: Para investigación y desarrollo el Uruguay destina menos del 0.1 por ciento de su Producto Bruto Interno, para la parte de investigación en general; de investigación, como ser investigación tecnológica e científica. Con este nuevo presupuesto -y acá tengo al Ministro Astori, junto a los otros ministros que integran el Consejo de Ministros de nuestro gobierno- pretendemos llegar en este período, en la investigación y en la educación pública, pretendemos llegar al 4,5 por ciento del Producto Interno.

Quiere decir que en este momento y me gustaría que me ayudaran también con esta pregunta, tenemos destinado para la educación pública un 3.2, un 3.4 por ciento. Eso para la Educación Pública. A la Educación Privada el Uruguay estima aproximadamente un 1 por ciento, un 0.9 por ciento del Producto Bruto Interno. Pretendemos llegar en el sistema educativo uruguayo, que está constituido por la educación pública y la privada, a un 5.5 al final de nuestro período de gobierno, muy próximo al 6 por ciento que aconseja UNESCO, para los países que destinen a su Producto Bruto Interno para la educación.

Y comienzo a responder esta pregunta por el concepto general de la educación, porque entendemos que la herramienta más importante que podemos desarrollar, a la que hay que apostar, a la que tenemos que darle un papel absolutamente prioritario para que en nuestro país, nuestra gente, el futuro de nuestros jóvenes, el desarrollo humano, se puedan realmente consolidar rompiendo estructuras que comprimen, que aprietan, que quitan libertad, como decía Edison, es la educación.

El Uruguay se ha destacado históricamente en el contexto internacional por el nivel educativo de su gente. Estamos quedándonos un poco rezagados en esta historia. De los países de la región, el Uruguay es uno de los que destina el menor porcentaje de su Producto Bruto Interno para la educación. Queremos debatir esta situación y en la medida de las posibilidades que tiene este gobierno que, como dije al principio, son muy limitadas -recibimos un país con muchos problemas, producto de condiciones externas e internas- realmente ningún gobierno... porque se acostumbra a decir, el gobierno va hacer un gran esfuerzo para que la educación tenga tanto para poder desarrollarse ¿no? No es el gobierno el que hacen el esfuerzo son los uruguayos. Todos, los de adentro y los de afuera, porque también el Uruguay recibe una cantidad importante de dinero de uruguayos que transitoria o definitivamente están trabando fuera del país, pero que tienen acá sus raíces, que tienen allá su familia, que tienen allá su gente y la ayuda la aportan, envían cantidades importantes de dinero. El Uruguay somos todos. El Uruguay que viven en el Uruguay pero también el Uruguay peregrino. Bueno; es ese pueblo uruguayo en su conjunto el que va hacer el esfuerzo para que realmente la educación como actividad prioritaria ocupe el lugar que debe ocupar en el Uruguay para mejorar las condiciones de vida de su gente. Pero en ciencia y tecnología pretendemos transformarnos en el todo tecnológico del Mercosur y en esta dirección estamos trabajando. Hay un gabinete para la innovación científica y tecnológica creada en el seno del gobierno uruguayo que entre otros integra el Ministro Astori. Yo le pediría a Danilo si puede hacer alguna referencia para contestar estas preguntas, dineros, destinos, planes

MINISTRO ASTORI: Bueno, muy buenas tardes a todos. Creo que el Presidente acaba de dar una respuesta muy completa, desde luego la comparto totalmente.

Nosotros estamos haciendo un gran esfuerzo financiero en este gobierno para incrementar los recursos a disposición de la formación educacional, pero también de la creación de conocimiento, que es la base fundamental del progreso.

Yo diría más, creo que si solo se hicieran esfuerzos en materia educativa, pero no tuviéramos progresos importantes en materia de creación de conocimiento, perderíamos seguramente posibilidades de reproducción en el futuro.

La educación es la principal prioridad del Presupuesto Quinquenal de este gobierno, y esto se puede verificar al comprobar la evolución en los recursos que prevemos destinar a todo el proceso de formación educacional, Integralmente considerado.

En términos reales, el crecimiento más importante es el de los recursos que se destinarán a la educación, que estarán aumentando prácticamente en un 50% en cinco años, repito, en términos reales.

Para no extenderme mucho en la respuesta, un concepto final: el Presidente Vázquez recién mencionaba el Gabinete de la Innovación, que integro como el muy bien lo decía, pero también lo integra el Ministro de Educación y Cultura, el Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, el Ministro de Industria, Energía y Minería y el Director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto.

¿Cuál es la idea con el Gabinete? La de comenzar a lograr, desde ya, algo que nos ha pasado en Uruguay no solo en este campo, también en el campo de las políticas sociales, que es la falta de coordinación a nivel nacional para lograr los mejores resultados, los impactos más significativos, a partir de los recursos que destinamos.

Uruguay no es un país donde no se realice investigación científica extralimitada en el ámbito del sector público, en el ámbito del sector privado; pero muchas veces con un grado de divorcio entre quienes actúan en estos campos. Por lo tanto, no se trata solamente de reforzar el apoyo de recursos a estas finalidades tan estratégicas, se trata además de gastar cada vez mejor. De coordinar esfuerzos, de tener una personalidad nacional en el campo de la creación y la difusión del conocimiento científico.

El objetivo fundamental del gabinete es ese: tener un espacio en el Poder Ejecutivo desde el cual armonizar esfuerzos, intercambiar información, ir moldeando esa personalidad de la que yo hablaba recién y, naturalmente, construir los canales de contacto de los resultados que se vayan obteniendo, con la sociedad en su conjunto. Gracias.

PREGUNTA: La pregunta, señor Presidente, es con respecto a que usted había mencionado que Uruguay lo que pretende es que sea el MERCOSUR más fuerte, más profundo; quisiera saber, ¿cómo usted ve que Uruguay va a obtener eso de los países más grandes, particularmente Brasil?

PRESIDENTE VAZQUEZ: Bien, hemos tomado algunas medidas. Nos ha tocado en este momento presidir de manera pro témpore al MERCOSUR; tiene Uruguay la presidencia del MERCOSUR. En ese sentido, hemos programado en este semestre cuatro actividades que entendemos son de fundamental importancia para lograr lo que usted planteaba como pregunta. De esas cuatro actividades dos ya se desarrollaron, dos se van a desarrollar en el mes de noviembre.

Las dos que se desarrollaron, fueron: uno, la reunión de Ministros de Energía de los países que integramos el MERCOSUR y países asociados -Chile, Bolivia, participó también Perú- para acordar la construcción de un anillo energético de forma que de manera complementaria los países de la región no vivamos la zozobra de la falta de energía, pero además contemos con la energía necesaria para el tan necesario crecimiento económico, sobre todo del sector productivo, base para que el Uruguay pueda despegar, para que cualquier país de la región pueda despegar.

Sobre la base del crecimiento económico y la distribución justa de la riqueza es que pretendemos avanzar.

Esa reunión de Ministros se hizo, la presidió nuestro Ministro Jorge Lepra; no sé, Jorge, si tú quieres decir algo al respecto de la misma.

MINISTRO LEPRA: Simplemente, que vamos promoviendo esa unión de gasoductos no tanto de Sur a Norte, como también de Pacífico a Atlántico.

El principal problema es precisamente la integración política y por eso era necesario y el Presidente Vázquez así lo decidió la integración de Bolivia a este gasoducto que había nacido sin Bolivia. Bolivia está integrado, estuvo el Ministro de hidrocarburo de Bolivia y ahora con fondos del BID se está estudiando la viabilidad de ese gasoducto.

PRESIDENTE VÁZQUEZ: Bien. Y con fondos, seguramente del Fondo Monetario Internacional, la Corporación Andina, y estuvimos en la tarde de hoy reunidos con el Secretario General de la OEA para que nos apoye desde el punto de vista jurídico esta organización, estaremos instrumentando un Protocolo de avance para los acuerdos políticos que en el seno del MERCOSUR vamos a realizar en el próximo mes de diciembre.

Esa fue una reunión. La segunda reunión para intentar fortalecer el MERCOSUR se refiere específicamente a aspectos políticos. Se está discutiendo y hablando en los países de la región de la necesidad de crear un Parlamento del MERCOSUR, tal cual existe el Parlamento europeo.

Hay una Comisión Permanente Legislativa del MERCOSUR que ha funcionado, bueno, como más o menos ha funcionado el MERCOSUR, y se han reunido para comenzar un trabajo profundo y elaborar un documento de cuáles serían los pasos que deberíamos dar, con seguridad, con firmeza, para avanzar en una unidad política -no estoy hablando de política partidaria ni ideológica- como unidad política de los países que integran el MERCOSUR y sus asociados. Esta reunión ya se realizó, la primera de ellas está trabajando en ese sentido. Van a haber dos reuniones más: en el mes de noviembre una de los trabajadores del MERCOSUR y países asociados; hay una Federación que reúne a las centrales sindicales de los países de la región, yo ya estuve reunidos con ellos, y van a hacer su trabajo a través de seminarios, mesas redondas, talleres, etcétera, para definir qué concepción, cómo ven y cómo aspiran que sea el MERCOSUR que hemos trabajado desde la región; qué aportes pueden hacer los trabajadores de la región al MERCOSUR. Que discutan las diferencias que hay en la legislación laboral, en la legislación social; cuáles son las ideas que los trabajadores pueden aportar para generar puestos de trabajos genuinos para nuestra gente, que tienen tasas de desocupación abiertas muy alta. Esta reunión se va hacer en el mes de noviembre.

Y va a haber una cuarta reunión en el mes de noviembre, de empresarios, productores e integrantes del sector financiero de los países de la región, que también buscarán definir qué MERCOSUR quieren; cómo lo ven, cuáles serían los caminos para consolidar el crecimiento, el intercambio, la complementaridad productiva, financiera, cultural, educativa, en la región.

Con esto lo que intentamos es darle vida al MERCOSUR. Hacer que el MERCOSUR se fortalezca desde sus propios actores y no que el MERCOSUR sea el resultado de elucubraciones intelectuales, exclusivamente en el ámbito político de sus Ministros de Relaciones Exteriores o de los Presidentes, o de los técnicos. Porque políticamente se puede tomar una decisión muy acertada, y ser acertada no sólo en lo político, sino en lo jurídico e incluso buscar fines que beneficien a la sociedad.

Pero si esa propuesta política, si esa decisión política no está acompañada de la voluntad de la gente, de la gente que ve hacer algo en esa dirección, seguramente por buena que sea esa decisión política está condenada al fracaso.

Por el contrario, si hay una amplia participación de los distintos actores, si se ponen todos los temas sobre la mesa; si se discuten los mismos, si se buscan acuerdos, si se expande el diálogo y se establecen bases mínimas, aunque esas bases sean mínimas van a ser bases muy sólidas para impulsar un MERCOSUR mejor al que hoy tenemos.

En ese sentido, el que tiene una gran experiencia y ha trabajado mucho en este tema es nuestro Canciller, el ex senador Reinaldo Gargano; no sé si tú Gargano quieres decir alguna cosa al respecto.

MINISTRO GARGANO: Bueno, le agradezco. Yo creo que ya el Presidente ha explicado cuál es nuestra concepción, ¿verdad? Yo quisiera, a efectos de una valoración del MERCOSUR, decir también que está basado en el intercambio comercial entre los países de la región, porque creció en forma muy importante, desde la constitución del MERCOSUR.

Pasamos prácticamente de integrarlo nosotros de 250, 300 millones de dólares a 1000 millones de dólares; cayó esto también producto de la crisis de factores internos y externos.

Pero la Comisión en la cual trabajamos duro para fortalecer el MERCOSUR y para tratar de que el MERCOSUR se extienda y comprenda a otros países de América del Sur es que llevemos adelante la complementariedad en nuestras infraestructuras, ¿verdad? Es uno de los temas graves que tenemos que resolverlo.

América del Sur ha sido desintegrada durante décadas, no hay una sola carretera que una el Pacífico con el Atlántico, ni una sola vía férrea que una el Pacífico con el Atlántico.

La Hidrovía que conforman el Paraná, el Paraguay y el Uruguay es una formidable carretera fluvial, que tiene muy poco costo de mantenimiento, y que se podría volcar a favor del desarrollo.

El anillo energético del que hablaba Lepra es un trabajo muy intenso y lo venimos desarrollando para asegurar que el Continente, que tiene posibilidades de reservas petroleras y de gas para abastecer prácticamente a la región durante 200 años, esté interconectado y que no ocurra por ejemplo que nosotros estuviéramos dependiendo, en enero y en febrero, de que lloviera para que las represas pudieran producir energía eléctrica en junio y no quedarnos a oscuras.

Cuando se creó el MERCOSUR, el Presidente de aquel momento, que era el doctor Lacalle, decía: "ahora hay un mercado de 200 millones de habitantes"; lo que a nosotros nos parece muy importante es que el mercado se expanda, en lugar de ser de 200 millones de habitantes sea de 400 millones de habitantes, si es posible.

Es necesario que se interconecte las cadenas productivas, y el desarrollo y la infraestructura posibilita eso, ¿verdad? Que se cree una cadena productiva que comprenda la tecnología del Uruguay, de la Argentina y el desarrollo tecnológico de Brasil.

Yo termino, diciendo una cosa, Presidente, permítame repetir lo que usted me ha oído decir algunas otras veces. Vivimos nosotros en un continente, Sudamérica, hablando de nuestra América; que tiene todos los recursos, minerales, petroleros, gasíferos, de alimentos. No podemos olvidar que Brasil es el primer exportador de soja del mundo, y exporta un millón de toneladas de carne al año. Y Argentina, que ha sido tan golpeada por la crisis, exporta 130 millones de toneladas de carne.

De modo, que nuestro continente sudamericano puede dar de comer no solo a 400 millones, sino a cuatro mil millones.

Pero, como decía el Presidente, necesitamos acceso a los mercados. Los que tienen hambre no nos pueden comprar porque no tienen dinero. Y los que tienen dinero no nos compran para proteger sus propios mercados.

Entonces, sin duda, hay que cambiar muchas cosas. Pero vamos a tener una voz común, si no unimos y desarrollamos jurídicamente también esta región latinoamericana en un proceso de integración único. Gracias.

PERIODISTA: Señor Presidente, buenas tardes. Yo le quería preguntar, ¿cómo calificaría usted la relación de su gobierno con el gobierno de George W. Bus? Y también le quería preguntar, ¿cuál es el objetivo real de su visita a Washington? Porque, yo sé que usted tiene una extensa agenda de actividades, pero no lo recibe nadie en el Departamento de Estado, en el Tesoro, en el Pentágono, en la Casa Blanca, cualquier autoridad nacional. ¿A qué se debe su vista a Washington? ¿O es que cambió una reunión prevista y tuvo que cancelarse? ¿A qué se debe su visita?

PRESIDENTE VAZQUEZ: Bien; con respecto al relacionamiento con los Estados Unidos de Norteamérica, creo que lo dije e intenté hacerlo con la mayor claridad posible, tenemos una excelente relación con los Estados Unidos de Norteamérica. Desde el punto de vista comercial, reitero, hemos exportado el 20% de nuestros productos, a Estados Unidos lo debemos identificar como el mayor comprador de nuestra carne vacuna. Y aspiramos, pretendemos, a aumentar ese intercambio comercial con los Estados Unidos de América y aumentar el intercambio y el relacionamiento diplomático, cultural, científico con los Estados Unidos de Norteamérica.

Yo debo decir que al otro día de asumir, el 2 de marzo, recibí un llamado telefónico del Presidente Bus, con el que tuve una extensa conversación telefónica; que fue muy amable, muy simpático y acordamos en su momento mantener -él mismo me lo propuso- una reunión personal para conversar de distintos aspectos vinculados al relacionamiento entre nuestros países.

Hace poquitos días atrás, no más de tres o cuatro, estuvo acá en Washington el Vicepresidente de la República, el señor Rodolfo Nin Novoa; se entrevistó con la señora Condoleezza Rice. Las primeras palabras, estaba el señor Embajador presente, que me gustaría si usted señor Embajador que usted las escuchó, a mi me las contó Rodolfo Nin y usted; las primeras palabras de la señora Condoleezza Rice, ¿cuáles fueron?

EMBAJADOR GIANELLI: La señora Condoleezza Rice le dijo al Vicepresidente que no le importaba si los gobiernos eran de derecha, de izquierda o de centro, sino que fueran democráticos. Eso fue lo que le dijo la Secretaria de Estado al señor Vicepresidente.

PRESIDENTE VÁZQUEZ: Es decir, que debo decir también que, yo no sé si esto lo dicen las Sagradas Escrituras, Danilo...

MINISTRO ASTORI: Ya te digo si es verdad.

PRESIDENTE VÁZQUEZ: O como me lo enseñaron los Salesianos de La Teja,

pero de todas formas consiste en que tu mano derecha no sepa lo que dio tu mano izquierda , o al revés; no sé cuál de ellas...

Es decir, yo creo que nosotros hemos sido fiel a esa idea, a ese pensamiento. Pero debo decir que en función de tan dolorosos sucesos acaecidos con el paso del Huracán Katrina por los Estados Unidos de Norteamérica y el sufrimiento que el pueblo norteamericano de Nueva Orleáns ha experimentado, el Uruguay en la humildad de sus recursos económicos y materiales se ha puesto a disposición para ayudar al gobierno y al pueblo de los Estados Unidos de Norteamérica; hemos ofrecido y creo que vienen en viaje dos unidades potabilizadoras de agua que fueron diseñadas en nuestro país por los técnicos correspondientes, para venir a trabajar sobre el agua, para potabilizarla, elemento fundamental para evitar no solo la sed, sino la inseminación de otro tipo de enfermedades y también hemos hecho donaciones de cantidades importantes de leche en polvo. Quiere decir que las relaciones son las mejores.

Con respecto a la última parte de su pregunta, efectivamente estaba prevista una reunión con el señor Presidente de los Estados Unidos, aquí, en Washington, pero por los hechos a los que acabo de hacer mención el señor Presidente ha suspendido las entrevistas, por ese motivo no me reuniré con él.

De cualquier manera, había una segunda razón por la veníamos a Washington, y es que veníamos a acompañar en su despedida de la Presidencia del BID a nuestro querido compatriota Enrique Iglesias, con el que vamos a estar almorzando mañana y cerrando con él el ciclo de almuerzos que hace la Presidencia del BID con presidentes de países que visitaron los Estados Unidos.

PERIODISTA: Escuché hablar del Departamento Número 20, una forma de integrar a los compatriotas que están en el exterior. ¿De qué manera se puede contribuir?

PRESIDENTE VAZQUEZ: El señor Canciller le va a responder esa pregunta.

MINISTRO GARGANO: Muchas gracias por la pregunta. En primer lugar, responder a los graves problemas que vivimos los uruguayos en forma muy intensa. Usted, que es una de las representantes de este Uruguay peregrino, del que hablaba el señor Presidente: tres millones y medio de habitantes, y casi seiscientos mil uruguayos viviendo en el exterior.

Enrique Iglesias, que es un hombre muy talentoso y verdadero pragmático, en una reunión que hicimos estudiando esta realidad, en noviembre del año pasado, después de las elecciones, dijo si se aplicara este porcentaje, que es el 15 por ciento de la población uruguaya que está fuera del país, a Brasil serían 30 millones de brasileños estarían afuera.

Hemos sufrido una sangría de gente no solo muy calificada técnicamente, de lo cual aquí hay varios representantes, sino también de un montón de gente que ustedes bien saben tienen una raíz productiva.

¿Qué hemos hecho en el Ministerio, desde que llegamos? Poner en práctica una serie de ideas que desde antes veníamos madurando, como fue crear en Relaciones Exteriores junto al departamento consular un departamento que asumiera la tarea de relacionamiento con los uruguayos en el exterior, para ver qué hacen y cuántos son; dónde están, cómo se les puede ayudar y cómo pueden ellos ayudar al país.

El Departamento 20 se refiere a nombre del Departamento 20, porque Uruguay ya tiene una división territorial y tenemos 19 departamentos, entonces, decimos que el 20 está afuera.

PRESIDENTE VAZQUEZ: Bien. Sinceramente quiero en mi nombre y en nombre de mis compañeros, agradecer a las autoridades por esta oportunidad tan importante para nosotros, realmente muy valioso, y a todos ustedes por el tiempo que hemos tenido en compartir. Muchas gracias.

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