VÁZQUEZ REAFIRMÓ APEGO Y RESPETO INCONDICIONAL AL
DERECHO INTERNACIONAL Y LA CARTA DE LA ONU
El Presidente Vázquez dijo en la ONU que Uruguay
reafirma su apego y respeto incondicional al Derecho Internacional y a
la Carta de las Naciones Unidas, así como el apoyo a las acciones a
favor de la paz y la seguridad internacional, fundadas en la justicia y
el derecho.
En este sentido, el Presidente Vázquez recordó la
necesidad de promover el progreso social y elevar el nivel de vida de la
gente, en el marco de un concepto más amplio de libertad, afirmando que
"sin el bienestar del individuo y el progreso de la sociedad, se
reduciría inadmisiblemente la idea de la libertad y se hipotecaría la
paz y la seguridad por falta de garantías sociales".
"No hay libertad en la pobreza; la pobreza no sólo es
éticamente inadmisible, sino que su existencia pone en peligro la
democracia interna y la paz internacional", dijo, agregando
enfáticamente: "Por eso, la lucha contra la pobreza de los seres
humanos, de los pueblos y de los Estados ha de ser la primera prioridad
nacional e internacional. Una prioridad que debe expresarse con
iniciativas y acciones concretas, e inmediatas, pues los pobres del
mundo no pueden esperar".
En un breve discurso pronunciado ante el Plenario de
Alto Nivel de la Naciones Unidas, que tuvo lugar en la Sala de la
Asamblea General, el Presidente Vázquez anunció la posición favorable de
Uruguay en aumentar el número de miembros del Consejo de Seguridad,
aclarando que nuestro país siempre cuestionó la existencia del veto, y
aunque no existen hoy condiciones para su eliminación, "nuestro país
afirma -coherentemente con su posición histórica- que no apoya una
ampliación de lo que siempre consideró una injusticia y que, por tanto,
no está de acuerdo en que los nuevos miembros del Consejo, resultado de
la ampliación del mismo, tengan derecho de veto".
En segundo término, el Primer Mandatario dijo que se
comparte la idea de la creación de un Consejo de Derechos Humanos como
órgano principal de las Naciones Unidas, integrado por Estados
designados por la Asamblea General.
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA, TABARE
VAZQUEZ, EN LA ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS, EN NUEVA YORK
PRESIDENTE VÁZQUEZ: Bien. Hablar después de escuchar al señor
Presidente de Venezuela, hermoso y querido país, recurriendo a las
figuras del horóscopo, es "difícil para capricornio" hablar y enganchar
un discurso después que habló el Presidente Chávez, pero de cualquier
manera trataremos de hacerlo.
En nombre de la República Oriental del Uruguay,
felicito a usted, señor Presidente, por promover la realización de este
Plenario de Alto Nivel y saludo a las delegaciones participantes en el
mismo.
Expreso, también, nuestro reconocimiento al informe
titulado "Un concepto más amplio de la libertad, desarrollo, seguridad y
derechos humanos para todos", que ha de servir de referencia para esta
reunión.
La República Oriental del Uruguay reafirma su apego y
respeto incondicional al Derecho Internacional y a la Carta de las
Naciones Unidas.
Sólo en base a ese respeto, con el repudio a toda
acción unilateral e incluso colectiva, violatorio del Derecho
Internacional y del multilateralismo universal, puede asegurarse la paz
y la seguridad internacional.
El preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas
establece que "Los pueblos de las Naciones Unidas están resueltos a
promover el progreso social y a elevar el nivel de vida, dentro de un
concepto más amplio de libertad".
Sabias y premonitorias palabras, que dan una
conceptualización amplia y necesaria de la libertad, que incluye el
bienestar del individuo y el progreso de la sociedad.
Sin estos extremos se reduciría inadmisiblemente la
idea de la libertad y se hipotecaría la paz y la seguridad por falta de
garantías sociales.
No hay libertad en la pobreza. La pobreza no sólo es
éticamente inadmisible, sino que su existencia pone en peligro la
democracia interna y la paz internacional.
Por eso, la lucha contra la pobreza de los seres
humanos, de los pueblos y de los Estados ha de ser la primera prioridad
nacional e internacional.
Una prioridad que debe expresarse con iniciativas y
acciones concretas, e inmediatas, pues los pobres del mundo no pueden
esperar.
El gobierno uruguayo que asumió funciones el pasado
1º de marzo, está ejecutando un plan integran de lucha contra la pobreza
interna que demanda también, con respeto y solidaridad, decisiones y
esfuerzos internacionales para desterrar a nivel mundial este flagelo
que castiga a muchos y avergüenza a todos.
En muchas ocasiones la pobreza es un fenómeno
vinculado a la corrupción y a la dilapidación de fondos destinados al
desarrollo.
Por eso, con la misma determinación que es preciso
combatir interna e internacionalmente el terrorismo y la pobreza, hay
que encarar la lucha contra la corrupción.
Por igual razón, el respeto universal de los derechos
humanos es asimismo una prioridad y una garantía de vida digna para cada
ser humano, y de una Humanidad más próspera.
Señor Presidente, el terrorismo también es un
flagelo; es una forma inhumana, repudiable e incompatible con la
tolerancia y con la búsqueda de la justicia por medio de la democracia y
la libertad.
Sin perjuicio de atacar las causas que generan el
terrorismo, la injusticia, la discriminación, la negación de los
derechos humanos, la ignorancia de los derechos de los pueblos y el
olvido de la positividad de las diversidades culturales, la lucha contra
el terrorismo -su sanción y castigo- constituyen un deber ineludible no
sólo nacional, sino también internacional.
La cooperación internacional, mejorando los
instrumentos actuales, pero sobre todo aplicándolos plenamente y de
buena fe, respetando el derecho internacional y el derecho humanitario,
debe ser reforzada y profundizada.
En tal sentido, el Uruguay reafirma su compromiso en
la lucha contra el terrorismo.
Señor Presidente, este Plenario de Alto Nivel de la
Asamblea General ha de establecer las pautas para un efectivo proceso de
reforma de la Carta de las Naciones Unidas, que requiere ser actualizada
de acuerdo con la comunidad internacional y las exigencias del mundo
actual.
Ante la imposibilidad de referirme a los diversos
aspectos de tan inexcusable reforma, permítanme anunciar dos que para el
Uruguay resultan prioritarios.
En primer lugar, nuestro acuerdo en aumentar el
número de miembros del Consejo de Seguridad. El Uruguay, además, siempre
cuestionó la existencia del veto, aunque no existen hoy condiciones para
su eliminación, nuestro país afirma coherentemente con su posición
histórica que no apoya una ampliación de lo que siempre consideró una
injusticia y que, por tanto, no está de acuerdo en que los nuevos
miembros del Consejo, resultado de la ampliación del mismo, tengan
derecho de veto.
En segundo término, el Uruguay comparte la idea de la
creación de un Consejo de Derechos Humanos como órgano principal de las
Naciones Unidas, integrado por Estados designados por la Asamblea
General.
Este Consejo sustituiría a la actual Comisión de
Derechos Humanos y debería poseer competencias acordes a su nueva
naturaleza y de coordinación general del sistema de promoción y
protección internacionales de los Derechos Humanos.
Señor Presidente, en nombre del Gobierno y de la
ciudadanía de la República Oriental del Uruguay, comprometo nuestro
apoyo a las Naciones Unidas, a su acción a favor de la paz y la
seguridad internacionales fundadas en la justicia y el derecho.
Con ese compromiso, consecuencia de un pasado que nos
impulsa y un futuro que nos convoca como nación, concurrimos a este
Plenario del Jefes de Estado y de Gobierno de Países Miembros de las
Naciones Unidas para compartir con ustedes, queridos ciudadanos del
mundo, nuestras esperanzas, nuestros desafíos y nuestras tareas. Muchas
gracias. |