28/09/05


PATRIMONIO ES IDENTIDAD Y UNIDAD DE NACIÓN
El balance de lo que fue el Día del Patrimonio –calificado de "jornada extraordinaria"- reflejó amplia conformidad en las autoridades del área de cultura, quienes destacaron la importancia de reconocer el patrimonio material e intangible, celebrado por la sociedad dos días al año, quienes salieron a conquistarlo, en una festividad que movilizó a unas  700 mil personas.

El Ministro de Educación y Cultura, Jorge Brovetto, junto al Director Nacional de Cultura del MEC, Luis Mardones; el Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional para UNESCO, Fernando Lema, y los integrantes de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación: José Rilla, William Rey, Andrés Mazzini, Carlos Castro, José López Mazz, Manuel Esmoris, Sergio Florio y Diego Richiero, brindaron una conferencia de prensa denominada "El Patrimonio que se Viene".

La misma se llevó a cabo con la finalidad de realizar un balance de los que fue el Día del Patrimonio, conmemorado el sábado 24 y domingo 25 pasados en todo el país.

"El Día del Patrimonio se hace solo, se arma solo, la sociedad uruguaya lo hace. Cuando se le propone algo, sale a la calle; sale a la calle en primavera a conquistar los edificios, los paseos, los circuitos. Y de algún modo al salir, de algún modo al "asaltar" nuestro patrimonio, la sociedad, también lo constituye, también lo hace, lo forma, en un diálogo muy creativo y muy interesante", dijo Rilla. Agregó que "hemos sido testigos todos de una articulación, de una combinación de esfuerzos, de esfuerzos múltiples, yo diría una combinación virtuosa, que ha tenido muy buenos rendimientos".

Por su parte, Mardones dijo que "vivimos su 11ª edición, y uno vive pocos momentos en el país, donde una comunidad, una sociedad entera, la ciudadanía toda se siente tan consustanciada y tan involucrada con un festejo, con una celebración. El Día del Patrimonio es algo que une a la nación en ese sentido". "Funciona de forma tal que se instruye a la ciudadanía, se largan las ideas, se lanzan las consignas y la gente las toma, y se las apropia, y hay una tarea de imaginación, de creación, en cada edificio, en cada ciudadano, en cada organización, que empieza a pensar con imaginación qué puede aportar a la fiesta del Patrimonio; se desencadenan energías dormidas, se liberan y la fiesta sale magnífica, como viene aconteciendo desde hace tiempo", enfatizó Mardones.

Mientras que Brovetto destacó que esta última edición fue especial porque se pasó "del patrimonio eminentemente material también al inmaterial. Pero quedan aún dimensiones por hacerse, una es una dimensión geográfica, de más allá de fronteras, llegar a todos los rincones del país y sacarla de los ámbitos ciudadanos. Queda también una profundización temporal. No solo es patrimonio lo que se creó en el pasado, sino que hay mucho patrimonio que se está creando; traerlo a la modernidad y, por qué no, pensar en el futuro".

PALABRAS DEL MIEMBRO DE LA COMISIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACIÓN, HISTORIADOR JOSÉ RILLA

RILLA: Buenas tardes a todos, muchas gracias por la presencia.

Voy a hablar en nombre de la Comisión Nacional del Patrimonio. Hemos hecho en los días posteriores, una primera evaluación de los dos días del Patrimonio, y yo creo que a la celebración contundente que vivimos todos los uruguayos el sábado y el domingo, hay que sumar ahora un reconocimiento, una ratificación, una confirmación; nosotros solemos decir en el seno de la Comisión -y esta es la 11ª. edición de los días del Patrimonio- que el Día del Patrimonio se hace solo, se arma solo, la sociedad uruguaya lo hace. Cuando se le propone algo, sale a la calle; sale a la calle en primavera a conquistar los edificios, los paseos, los circuitos. Y de algún modo al salir, de algún modo al "asaltar" nuestro Patrimonio, la sociedad, también lo constituye, también lo hace, lo forma, en un diálogo muy creativo y muy interesante.

Hemos sido testigos todos de una articulación, de una combinación de esfuerzos, de esfuerzos múltiples, que yo diría -me animaría a decir en nombre de la Comisión- una combinación virtuosa, que ha tenido muy buenos rendimientos. Podría decir, por un lado, el Ministerio de Educación y Cultura, la Dirección de Cultura, la Comisión del Patrimonio, con su propuesta, con su iniciativa, con la propuesta incluso de la nominación de estos días del Patrimonio bajo la figura de Carlos Solé.

Después está la sociedad civil, sin duda; cuando digo sociedad civil, digo nuestra gente, pero también digo nuestros empresarios, nuestros dueños de bares y lugares para comer, y lugares para divertirse y lugares para pasear. Eso también hace, claramente, a la sociedad civil uruguaya, que junto con la gente salen a la calle esos días a conocer, a reconocer, a reconocerse, que de eso se trataba.

Y, en tercer lugar, para cerrar este círculo que a mi juicio es virtuoso, los propios medios de comunicación, que en términos generales han interpretado con sagacidad cuál era la consigna este año, que estaba desde luego referida al patrimonio inmaterial, como todos ustedes lo saben.

Muchos probablemente temieron que al centrar la celebración del Día del Patrimonio en la figura de Carlos Solé y en el patrimonio sonoro del Uruguay, en el paisaje sonoro del Uruguay, quedaran reducidas o disminuidas las características más materiales del Día del Patrimonio, es decir: los edificios, los monumentos. Bueno, yo creo que estamos tranquilamente en condiciones de decir que el Día del Patrimonio ha sido un día más rico, más denso; que lo inmaterial no sustituyó a lo material, sino que se agregó a lo material y significó para todos una nueva oportunidad de conocer y de conocernos.

Lo intangible llegó, creemos nosotros, para quedarse, para quedarse muchos años. Queda, desde luego -y uno desde la Comisión siente una gran responsabilidad- muchísima tarea por hacer.

El patrimonio inmaterial es relativamente novedoso a nivel internacional. Sabemos por ejemplo que la UNESCO ha trabajado intensamente, pero en los últimos años, alrededor de esta temática, y el Uruguay tiene mucho para hacer en esto.

Sentimos la sensación, el sábado y el domingo, que la ciudadanía del Uruguay, tanto en Montevideo como en muchos departamentos del interior, salió a la calle con cierto espíritu cívico, cierto espíritu hasta diría yo republicano.

No creo exagerar si les digo que había colas en los edificios, colas para entrar, ¿y cuándo hay colas en el Uruguay para entrar a un edificio público o privado? El día de las Elecciones. Y a todos se nos ocurre es una linda comparación esta que hacemos a la hora de hacer esta evaluación. Pero bueno, ahora tenemos una responsabilidad adicional todos, porque lo inmaterial, lo intangible ha llegado para quedarse, y hay mucho para hacer en eso. Y eso es difícil, y hay que hacerlo con seriedad.

El patrimonio inmaterial debe ser investigado, mucho más investigado de lo que creemos, y no está lo suficientemente investigado. Y para eso obviamente son necesarios recursos humanos competentes y recursos económicos desde luego. Hay que investigarlo, hay que inventariarlo, hay que catalogarlo, hay que difundirlo, hay que conectarlo con otras áreas geográficas.

El Uruguay tiene en esto un capital cultural inestimable. Los uruguayos lo empiezan a reconocer –pensamos- pero también estamos seguros de que es una construcción colectiva bastante original, seguramente en la región, y probablemente –sin pecar de excesivamente ambicioso, por qué no decirlo- en el mundo. Y entonces propongámonos todos juntos trazar algún camino que nos permita poner este Día del Patrimonio -que venimos evaluando- en un circuito mucho más universal.

Es muy probable que hagamos lo posible por integrar nuestro Día del Patrimonio al Patrimonio de la humanidad, y es una idea que estamos manejando.

Sentimos que tenemos que hacer un estudio mucho más sistemático para no caer en la autocomplacencia, no queremos caer en la autocomplacencia, estamos todos quienes hemos participado en esto muy contentos, muy felices, pero no queremos caer en la autocomplacencia, sabemos que hay dificultades, sabemos también que hemos mejorado, y tenemos la convicción de que hay que estudiar con seriedad, socioculturalmente y económicamente este fenómeno de los días del Patrimonio. Hay que contabilizarlo mejor, hay que saber cuántos, quiénes, por qué concurren masivamente esos dos días a esa celebración. No lo sabemos, lo percibimos, lo vivimos, pero no lo sabemos, y tenemos que investigarlo a fondo. Tenemos que hacer un estudio económico. El Uruguay –de esto estamos razonablemente convencidos- con este capital cultural tiene una oportunidad económica, no solo cultural, una oportunidad de empleo, una oportunidad de desarrollo de su sociedad, de expresión de sus más vivas tradiciones.

¿Cuánto se pierde el Uruguay si no le da la razonable importancia a estas cosas? ¿O cuánto podríamos acumular de valor si sistematizamos las cosas de esta manera?

Bueno, estas son un poco las ideas que hemos estado manejando los miembros de la Comisión con el Ministro y con el Director de Cultura, y que las queríamos compartir con ustedes, y la Comisión entendió que yo podía decir estas palabras.

PALABRAS DEL DIRECTOR NACIONAL DE CULTURA, LUIS MARDONES

MARDONES: Estamos seguros de que no nos equivocamos si decimos que el Día del Patrimonio se ha venido convirtiendo en la fiesta ciudadana más magnífica que vive el país. Y decimos "se ha venido convirtiendo" porque por supuesto somos plenamente concientes de que el Día del Patrimonio tiene ya por suerte una historia que comienza a ser larga, vivimos su 11ª edición, y uno vive pocos momentos en el país, donde una comunidad, una sociedad entera, la ciudadanía toda se siente tan consustanciada y tan involucrada con un festejo, con una celebración.

El Día del Patrimonio es algo que une a la nación en ese sentido. Por supuesto que ante semejante desarrollo y semejante evento, no cabe sino sumarse al reconocimiento a todos los que la hacen posible, comenzando por la propia Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación, que tuvo menos tiempos que nunca en esta oportunidad para el desarrollo de la actividad, menos tiempo que nunca porque fue nombrada muy tardíamente por la nueva Administración. Y si bien es cierto que se arma sola, también es verdad que a las cosas hay que ponerle cabeza y orientarlas, y en muy poco tiempo esa orientación por parte de la actual Comisión del Patrimonio fue extraordinaria.

Yo creo que el Día del Patrimonio funciona de forma tal que se instruye a la ciudadanía, se largan las ideas, se lanzan las consignas y la gente las toma, y se las apropia, y hay una tarea de imaginación, de creación, en cada edificio, en cada ciudadano, en cada organización, que empieza a pensar con imaginación qué puede aportar a la fiesta del Patrimonio; se desencadenan energías dormidas, se liberan y la fiesta sale magnífica, como viene aconteciendo desde hace tiempo.

Nos habíamos propuesto dos grandes metas: una era de carácter cuantitativo, que fuera verdaderamente de nuevo una fiesta masiva. Yo quiero decir que en esto nos preguntan mucho, la misma noche del domingo, la gente, los periodistas, preguntaban con mucha insistencia qué estimación de público. Y hubo algún cable que surgió allí, que salió al exterior incluso, que hablaba de medio millón. Coincidimos con la Comisión de Patrimonio en el sentido de que nos gusta manejar cifras con seriedad, y esto es difícil en una fiesta de estas características donde no en todos los organismos se lleva registro de la cantidad de visitantes, entonces nos atemoriza un poco marcar cifras que no responden a un gran rigor profesional. Pero de todas maneras hicimos un relevamiento, a través de llamadas telefónicas a las Intendencias de los 19 departamento, y llegamos a la conclusión de que en realidad el entorno estuvo próximo a los 700.000 ciudadanos, esto lo llegamos a desglosar incluso por departamento, con puntos muy alto.

Imagínese que tenemos otro indicador en Montevideo, que fue una novedad al mismo tiempo, la distribución de este período con contenidos culturales y de deporte, editado por Compromisos Social y El Abrojo, y con el auspicio del Ministerio de Cultura y el Ministerio de Turismo. Se distribuyeron 120 mil ejemplares en mano, mano a mano en Montevideo. Más los 140 mil que se enviaron al interior del país. Pero ahí tenemos una pista: si fueron distribuidos 120 mil ejemplares en mano, uno puede suponer que no cada visitante, no cada ciudadano que celebró el Día del Patrimonio se llevó un ejemplar. Allí tenemos una pista que nos permite estimar en Montevideo la cifra en el entorno de los 500 mil.

La otra meta era el carácter cualitativo, no voy a abundar sobre ello, se refirió Rilla, y era la idea de instalar el tema del paisaje sonoro y del Patrimonio inmaterial en la agenda pública. Y ese objetivo es muy claro que se logró. Durante varios días los medios de comunicación, se refirieron al tema; en las familias los abuelos hablaron con sus nietos y los padres con sus hijos, relatando episodios o anécdotas que ilustraban acerca del paisaje sonoro y del patrimonio inmaterial en su mas amplia acepción.

De modo que seguir adelante -como muy bien decía Rilla- ahora profesionalizar e institucionalizar el tema del trabajo alrededor del patrimonio inmaterial, no hicimos más que colocar el tema en la agenda. Ya había habido anteriores ediciones del Día del Patrimonio, yo tengo presente la que llevó el nombre de Lauro Ayestarán, que por supuesto es un inmenso referente en lo que refiere a patrimonio inmaterial en el Uruguay. Pero basémonos en esta fortaleza, y es una apropiación ciudadana masiva -en términos muy amplios- que discutió el tema, debatió sobre el tema, lo incorporó. Esto es una plataforma magnífica para ahora llevar adelante la tarea de profesionalización, de sistematización, que supone inventarios, relevamientos, datos, estadísticas; el Uruguay está rezagado en esa materia, ojalá podamos pegar un importante empuje en el próximo período.

Alguna cosa que queda pendiente para el futuro, largo sólo el título -no sabría bien cómo llamarla y tengo temor de equivocarme- pero algo parecido a la desurbanización del Día del Patrimonio. Por allí nos gustaría en el futuro también, pegar algún avance en ediciones posteriores.

PALABRAS DEL MINISTRO DE EDUCACIÓN Y CULTURA, JORGE BROVETTO

MINISTRO BROVETTO: Luego de las dos magnificas intervenciones de Rilla y de Mardones, queda poco por decir. Sin embargo, yo quiero hacer algunas reflexiones que me parecen importantes cuando analizamos el Día del Patrimonio.

Yo querría unir patrimonio con identidad. Y entonces allí, en ese contexto, creo que lo que decía Rilla toma claridad.

No es un tema de un día, ni de un fin de semana, es un tema de la vida, de la vida de nuestra nación, de nuestra gente, en definitiva, de tomar conciencia de identidad propia.

Creo que eso, que también nos decía Rilla, de que ha sido algo tomado por la gente, porque la gente en definitiva se sintió identificada con su patrimonio. Con ese patrimonio que a veces lo tenía... yo decía que no lo reclaman de manera explícita, pero que estaba reclamado por esta sociedad.

De alguna manera, nuestro pueblo estaba reclamando tener clara conciencia y tomar para sí su patrimonio.

En ese contexto, entonces, es claro que el tema no es -y por eso la importancia de esta conferencia de prensa, ese momento tan importante que fue el fin de semana, que cubrió varias horas de radio, mucho tiempo de televisión, páginas y páginas de la prensa- no es solamente un hecho aislado, sino que en todo caso es un emergente de algo que debe continuar como una política de una sociedad democrática, que quiere respetarse a sí misma y construir su futuro; eso en primer lugar. Segundo, que creo que esta última 11ª edición del Día del Patrimonio, tuvo eso especial a que hacían referencia, es decir, pasar del patrimonio eminentemente material también al inmaterial. Pero quedan aún dimensiones por hacerse. Una es una dimensión geográfica, que fueron señaladas hoy, yo lo que hago en este momento y en todo caso es resumirlas, por un lado, la que decía Rilla, de más allá de fronteras; por otro lado, la que recién señalaba Mardones, la de alguna manera llegar a todos los rincones del país y sacarla de los ámbitos ciudadanos. Queda también por una profundización -yo diría- temporal.

No solo es patrimonio lo que se creó en el pasado, sino que hay mucho patrimonio que se está creando; traerlo a la modernidad y, por qué no, pensar en el futuro.

Es decir, ustedes ven, en algo que aparece como un emergente un día o dos días al año tiene una profundidad que abarca todas nuestras vidas y la vida de una nación.

Creo que eso es una responsabilidad ahora, que como representantes del Gobierno, la asumimos y la depositamos con una cosa que voy a decir conciente de lo que digo: esta Comisión del Patrimonio nació demostrando un éxito realmente estupendo. Les queda por delante cuatro ediciones más, y estoy absolutamente seguro de que esta Comisión va a ser cada año mejor que la actual.

INTERCAMBIO CON LA PRENSA

PERIODISTA: ¿Cuánto le costó esto a la Dirección de Cultura?

MINISTRO BROVETTO: La parte cuantitativa, de costos es muy difícil, porque realmente el país en su conjunto se adueñó. Lo que le representó a cada uno de los 700 lugares en el país que participaron, no está cuantificado, pero sí lo que puedo decir es lo que le representó a la Dirección de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura.

MARDONES: El costo total fue de nueve mil dólares, que es una cifra, como ustedes comprenderán absolutamente irrisoria en relación a la dimensión del evento que se vivió. Esto es un dato por demás ilustrativo de cómo realmente es una iniciativa de la cual se apropia la comunidad, y es la comunidad quien la lleva adelante.

PERIODISTA: Mardones, usted hablaba de cifras hoy. ¿Hay algún comparativo respecto a anteriores ediciones?

MARDONES: Habría que ver Mazzini, que vos estuviste en Comisiones del Patrimonio anterior. Es difícil todo el tema...

MAZZINI: Es difícil, creo que se han superado algunas cifras.

MARDONES: Sí, además no olvidemos una cosa. Hay edificios que llevan registro de la asistencia. Pero al mismo tiempo, cada vez más son los nuevos edificios que abren en las nuevas ediciones.

Acá hubo lugares que se abrieron para ser visitados, que no habían abierto en ediciones anteriores: la Planta de ANCAP, la Cárcel de Miguelete, por mencionar algunos en Montevideo. Mas actividades que se agregan, que no tienen que ver directamente con la visita a los edificios.

Yo mencionaría solamente el desfile de los 6.500 jinetes en Rivera, que tiene que ver, por supuesto, también con el patrimonio y con las tradiciones, con la identidad, en este caso de pronto, rural.

ESMORIS: Hay un detalle en el caso de Montevideo sobre las cifras: desde que hay dos días de patrimonio, es el domingo que más gente salió, que probablemente haya influido lo que los meteorólogos nos generaron el sábado que es el susto sobre la gente, que la gente demoró en salir. Y por lo tanto terminó saliendo bastante el domingo. Lo dicen los comerciantes, en el caso de la Ciudad Vieja, que nunca había habido un domingo con tanto público. El día más público era el sábado y sin embargo fue el domingo el día mas público.

PERIODISTA: ¿Cuál fue el lugar más visitado?

ESMORIS: El Teatro Solís, el Palacio Legislativo y la Torre de ANTEL.

MINISTRO BROVETTO: El Palacio Legislativo, para que tengan una idea: el Palacio legislativo normalmente se abre para que lo visite la población. Sin embargo entraron 25.000 personas.

Recibimos una nota firmada por el responsable del edificio del Palacio con una tarjeta del Vicepresidente de la República, Rodolfo Nin Novoa, señalando el éxito total por el número de personas, por el entusiasmo, aún después que se habían cerrado las puertas, con un espectáculo musical en las escalinatas. Y además el agradecimiento a los funcionarios del Palacio que habían tomado con gran entusiasmo y profesionalidad toda su tarea de mostrar el Palacio. Y creo que éste es un elemento también a tener en cuenta: los funcionarios de todas las instituciones, públicas o privadas, que participaron se involucraron en mostrar su lugar de trabajo; ese lugar de trabajo que muchas veces critican y con razón, lo mostraban con orgullo las partes positivas y por qué no, también es patrimonio algunas de las negativas, y que tendremos que mejorarlas. Pero creo que esto también es a destacar.

PERIODISTA: ¿Tiene sentido que la mayoría de los museos –desconozco si son todos- permanezcan cerrados los fines de semana? ¿No es esto una muestra de que si la oferta se ampliara en momentos que la gente puede salir, esos museos que son visitados prácticamente por nadie de lunes a viernes, puedan llegar efectivamente a la gente?

MARDONES: No, no, claro que no. Hay algunos de los Museos del Ministerio de Educación y Cultura que sí abren los domingos; es el caso de Artes Visuales, es el caso del Museo de Historia Natural y Antropología. Otros no. Y por supuesto no está bien, y está en la agenda el tema de que los museos, si hay días en que tienen que estar abiertos, es en fines de semana, que es cuando la ciudadanía está en condiciones de visitar un museo, porque entre semana trabajan, estudian.

De todas maneras, me gustaría también decir -porque acompañó el fundamento de tu pregunta- que algún periodista en la noche del domingo nos preguntaba yo no entiendo cuál es la razón por la cual la gente hace cola para entrar a un edificio que se puede visitar cualquier día del año. Y yo creo que no es lo mismo el Día del Patrimonio hay un fenómeno fiesta, hay un fenómeno celebración. Puede estar abierto todos los días del año, y aún así va a haber mucha gente que quiere ir a visitarlo el Día del Patrimonio. Es alma de multitud, también. Pero los museos tienen que abrir los fines de semana.

PERIODISTA: Pensando en los uruguayos que viven en el exterior, ¿qué posibilidades hay de trasmitirles la fiesta uruguaya?

ESMORIS: Creo que a través de Internet tenemos que llegar a una red de conexión con el exterior. Y lo mismo utilizar -que no nos dio el tiempo- algunas infraestructuras estatales, como la radio del SODRE y la televisión del SODRE, y estar mas conectado todo el Uruguay el Día del Patrimonio, sabiendo qué está sucediendo en cada departamento, o por lo menos en cada capital departamental.

REY: Pero también Manuel, hay otro patrimonio que es el patrimonio generado en el exterior. Tenemos artistas plásticos, tenemos pintores, tenemos científicos. Hay un patrimonio inmenso que aún falta conectar. Y es el desafío de este Gobierno, saber que el Uruguay es mucho más que las fronteras.

PERIODISTA: Apuntando en el 2006, ¿qué está previsto? ¿Homenajear a quién?

ESMORIS: Creo que tanto Luis Mardones como el Ministro dijeron una idea que está, que es la desurbanización del tema del patrimonio y la incorporación de las tradiciones rurales, todo el conjunto de tradiciones que van desde la artesanía, la cocina, los actos, las costumbres, la poesía, la música. Y estamos evaluando quién puede ser el homenajeado. Se quedan con un poco de suspenso.

MINISTRO BROVETTO: Falta el nombre.

MARDONES: Sería muy importante, a mi juicio, desde la Dirección de Cultura, que la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación elaborara una propuesta para las cuatro ediciones restantes. Que fuera una propuesta equilibrada y armónica que contemplara todo lo que el patrimonio supone. O sea, fue importante la incorporación del patrimonio no material, pero esto no va en desmedro de que el patrimonio material sigue siendo inmensamente importante. Y también eso se tiene que traducir en algunas de las ediciones del Día del Patrimonio.

Y no olvidemos que creo que hay una edición donde sí tenemos un compromiso.

ESMORIS: Sí, la del 2007 o el 2008 es Vaz Ferreira.

MARDONES: Carlos Vaz Ferreira porque se estarían conmemorando los 50 años de la muerte de quien muchos juzgan el principal y más importante filosofo del Uruguay. Otros, no, pero la figura de Vaz Ferreira, por supuesto, merece el nombre de una edición del Día del Patrimonio. Y allí habrá que trabajar de forma interesante el eje, la filosofía, Uruguay país de pensamiento, el debate de ideas. El nombre asociado a una agenda.

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