El Ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y
Medio Ambiente, Mariano Arana, anunció que se constituyó un Comité de
Inversión en el sector Vivienda, con la participación de representantes
de las cámaras y organizaciones empresariales del sector, del sistema
financiero público y privado, las AFAP y a un delegado del grupo asesor
del INAVE, donde participan distintos representantes de los ámbitos
políticos, académicos, sociales y sindicales. Este Comité surge con el
fin de diseñar emprendimientos con el Fondo Nacional de Vivienda, en pos
de multiplicar la inversión en el sector, con la creación, no sólo de
viviendas sino también de aquellas fuentes de trabajo tan necesarias y
tan anheladas por todos los uruguayos.
En este momento, en nuestro país, los asentamientos
son una de las caras visibles del 34% de la población que viven bajo la
línea de pobreza.
Este Gobierno se siente consustanciado con el modelo
de producción cooperativo y, por lo mismo, va a retomar el camino
original de la Ley de Vivienda de 1968, con las cooperativas o los
institutos de asistencia técnica, mediante la definición de reglamentos
y estructuras indispensables para tal fin.
La morosidad de los préstamos otorgados por el
Ministerio de Vivienda alcanza alrededor del 90%, y al 63%
aproximadamente en el caso de los préstamos del Banco Hipotecario del
Uruguay en su cartera social. Se destinarán los recursos del Fondo
Nacional de Vivienda que no fueron vertidos por los gobiernos anteriores
para ayudar a las familias a reintegrarse al circuito del pago, ayudando
a quienes tienen dificultades, pero también exigiendo que quienes pueden
pagar deban hacerlo.
El gobierno actual entendió prioritario que el
programa de integración de asentamientos irregulares, conocido
habitualmente como PIAI, pasara a gestionarse desde el Ministerio de
Vivienda, ya que es el organismo natural desde donde se aborda el
hábitat como tal. Dicho programa se ejecutara durante los próximos
cuatro años en casi el 70% del programa original, avance significativo
teniendo en cuenta que en todo el resto del período anterior solamente
se pudo ejecutar alrededor de un 30%.
PALABRAS DEL MINISTRO DE VIVIENDA, ORDENAMIENTO
TERRITORIAL Y MEDIO AMBIENTE, MARIANO ARANA, EN EL ACTO CENTRAL DE LA
CELEBRACIÓN DEL DÍA MUNDIAL DEL HÁBITAT, EN EL EDIFICIO LIBERTAD
MINISTRO ARANA: Amigos, hoy como ya se ha afirmado se
celebra el Día Mundial del Hábitat. Como todos los años el primer lunes
del mes de octubre esta consagrado a reflexionar sobre la situación de
los asentamientos humanos y el derecho de todos a una vivienda adecuada
así como a reflexionar acerca de la responsabilidad colectiva sobre este
problema en el mundo presente. El lema adoptado para este año refiere a
los objetivos de hace cinco años atrás, el desarrollo del milenio y la
ciudad, este lema ha sido elegido para recordarnos que en el año 2000
los dirigentes de todo el planeta, reunidos al inicio del nuevo milenio
se comprometieron a lanzar un ataque concertado contra la pobreza, el
analfabetismo, el hambre, contra el agua contaminada, contra la
enfermedad y contra la degradación urbana y la contaminación ambiental
al tiempo que adoptaron un conjunto muy importante de propósitos. El
lema elegido para este año subraya el papel asumido por nuestro
Ministerio de procurar el mejoramiento de la calidad de vida de las
uruguayas y los uruguayos de todo el país. Desde esa perspectiva el
Ministerio aspira a constituirse en el organismo generador de políticas
públicas democráticas transparentes, participativas en materia de
habitad que contribuyan a un desarrollo económico y social
ambientalmente sostenible y territorialmente equilibrado y al mismo
impulsar acciones que faciliten no solamente el acceso sino además la
permanencia en una vivienda digna. Nuestro Ministerio hace suyo el
propósito expresado en el año 2000 por los Jefes de Estado de todo el
mundo de no escatimar esfuerzos para liberar a nuestros semejantes y es
una cita textual "hombres y mujeres y niños de las condiciones adyectas
y deshumanizadoras de la pobreza extrema" y a empeñarnos en hacer
realidad para todos aquellos el derecho al desarrollo y a ponerlos al
abrigo de la necesidad propósitos sin duda ambiciosos, pero insistimos,
perfectamente alcanzables y si somos capaces de convocar con amplitud de
miras la participación de todos para actuar en conjunto, con un criterio
sensible y solidario. Estamos sentados en esta mesa, y también aquí en
esta Asamblea que hoy nos reúne, estamos sentados quienes tenemos una
alta responsabilidad: actuar para construir, proteger y mejorar el
hábitat de los uruguayos, desde la óptica del ordenamiento territorial,
la vivienda decorosa, el medio ambiente, el saneamiento y el acceso al
agua potable.
Qué mejor ocasión para rendir cuentas a todos de las
tareas realizadas en estos pocos meses y por qué no señalar algunos de
nuestros compromisos en el futuro. Analicemos primero el área de la
vivienda: el actual marco político y económico del país, en ese marco,
el centro de nuestras preocupaciones es cómo dar respuesta a una
profunda crisis habitacional no solamente en el acceso -insistamos
nuevamente- sino también en la permanencia de la familia en su vivienda.
El Plan Quinquenal de Vivienda 2005-2009, actualmente
en distinción en el Parlamento, analiza especialmente esta problemática
y pauta algunas líneas básicas para dar respuesta.
Existen -según la fase 1ª del Censo del año 2004-
100.000 viviendas vacías en el país; esta cifra es similar al déficit de
viviendas calculados para este quinquenio, por ello nos proponemos al
respecto generar las políticas activas para poner en juego este stock de
viviendas al alcance de las familias uruguayas, particularmente de las
45 mil, 45 mil familias que están esperando acceder el mercado de
alquileres.
En este sentido estamos definiendo conjuntamente con
la Contaduría General de la Nación aquellos instrumentos legales y
administrativos que aseguren y den confianza al contrato de
arrendamiento, y que faciliten el acceso a un sistema de garantías de
alquiler para los sectores de medios y bajos recursos.
Ya el proyecto de Presupuesto Quinquenal establece la
posibilidad de otorgar subsidios parciales al menos, para aquellas
familias que no puedan por sí solas acceder.
Estas medidas forman parte -por cierto- de un
conjunto más amplio de políticas preventivas, de la generación de
asentamientos precarios, en la medida que un sector importante de las
familias que los habitaban anteriormente, podían arrendar una vivienda
modesta.
Este Gobierno cree que no se debe absolutizar ningún
sistema de producción de viviendas.
Nuestro Plan Quinquenal trasciende la vieja y, a
nuestro modo de ver, falsa oposición sobre cuál es el sistema más apto
en la producción de viviendas, sí la producción pública por licitación a
empresas o las cooperativas de vivienda como organización social de la
vivienda.
El cooperativismo ha probado a todas luces, ser un
sistema que satisface ampliamente y en muy aceptable medida la difícil
ecuación de recursos, participación, apropiación, producto, demanda y
ciudad.
Esto no significa, claro está, que no sea también un
sistema perfectible.
Este Gobierno se siente consustanciado con el modelo
de producción cooperativo y, por lo mismo, va a retomar el camino
original de la Ley de Vivienda de 1968, evitando las perversiones del
sistema mediante el control de las cooperativas o los institutos de
asistencia técnica, mediante la definición de reglamentos y estructuras
indispensables para tal fin.
Esperamos que en los próximos días, habrá de ser
aprobados, por otra parte, los Decretos correspondientes por parte del
Poder Ejecutivo.
Ahora bien: no existe política habitacional posible,
si no se construye la cadena solidaria del pago de los préstamos, los
préstamos por cierto otorgados por el Estado y por la sociedad toda, a
las familias que hoy felizmente poseen una vivienda.
Este reclamo es de evidente equidad; aquellos que
accedieron a la vivienda mediante un préstamo público deben contribuir
para que otros puedan acceder a ese derecho, lamentablemente no es esto
lo que sucede, por lo menos en todos los casos, por diversos y complejos
motivos, pero esencialmente motivados por la caída abrupta de los
ingresos de las familias, producto de la crisis que atraviesa aún hoy
nuestra sociedad.
La morosidad de los préstamos otorgados por el
Ministerio de Vivienda alcanza alrededor del 90%, y al 63%
aproximadamente en el caso de los préstamos del BHU en su cartera
social. Con tales índices de incumplimiento y de morosidad no existe
plan quinquenal ni política sustentable de vivienda posible. En el
presupuesto quinquenal hemos realizado la propuesta de destinar parte de
los recursos del Fondo Nacional de Vivienda, que no fueron vertidos por
los gobiernos anteriores, para ayudar a las familias a reintegrarse al
circuito del pago, ayudando a quienes tienen dificultades pero también
exigiendo que quienes pueden pagar deban hacerlo. Miles de familias
amigos esperan de nosotros una solución a su situación habitacional,
darles una respuesta implica la generación de nuevas inversiones y los
fondos públicos son insuficientes para atender de inmediato a la
totalidad de necesidades de la población. Nuestro Poder Ejecutivo ha
reconocido que los fondos recaudados con destino al Fondo Nacional de
Vivienda no fueron destinados o ejecutados por el Ministerio de Vivienda
y ellos suman más de 2.300 millones de pesos. El Presupuesto Quinquenal
propuesto, y que está ahora a estudios del Parlamento, autoriza a
nuestro Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio
Ambiente a realizar con ellos colocaciones financieras e inversiones en
activos en consulta con el Ministerio de Economía y Finanzas. Es nuestra
intención ahora es utilizar dichos fondos a los efectos de promover
inversiones en el sector de la vivienda, especialmente para aquellos
sectores prioritarios para nuestra secretaría de Estado. Estamos
anunciando hoy la constitución de un Comité de Inversión en el sector
Vivienda, que será presidido por el Director Nacional de Vivienda, y al
cual se invitará a participar a representantes de las cámaras y
organizaciones empresariales del sector, a representantes del sistema
financiero público y privado, a representantes de las AFAP y a un
delegado del grupo asesor del INAVE, donde participan –como se sabe-
distintos representantes de los ámbitos políticos, académicos, sociales
y sindicales.
Esperamos que este Comité, en los próximos meses
culmine una tarea de creación y propuesta de aquellos instrumentos
financieros y de diseño de posibles emprendimientos que permitan
movilizar los activos excedentes, por decirlo así, del Fondo Nacional de
Vivienda, en pos de multiplicar la inversión en el sector, con sus
consecuencias de creación, no sólo de viviendas sino también de aquellas
fuentes de trabajo tan necesarias y tan anheladas por todos los
uruguayos.
No podemos dejar de resaltar hoy dos buenas noticias:
el pasado sábado MEVIR, en la localidad de San Marcos, en Florida,
inauguró la vivienda Nº 20.000, por cierto, una buena noticia. Y otra
buena noticia es que la Asociación de la Vivienda de Japón, así como lo
manifestó el Presidente de la Comisión Honoraria que aquí nos acompaña,
el Arq. Beltrame, ha distinguido a MEVIR por su actuación en el campo
del habitad. Felicitaciones. Creo que MEVIR tiene una larga tradición en
el problema de dar respuesta a la vivienda en el medio rural a los
asalariados.
Y últimamente también a los pequeños productores en
sus propios predios. Siguiendo la línea de promover el Uruguay
productivo en todos los terrenos y en todos los rincones del país. Como
ustedes saben amigos MEVIR cuenta con fondos propios que se derivan de
varios impuestos vinculados al sector agropecuario el aporte de mano de
obra y los repagos que realizan los beneficiarios de MEVIR y los
subsidios que se otorgan por parte del ministerio de vivienda. En los
próximos días estaremos firmando un convenio marco con MEVIR que
establece que en los próximos cuatro años, entre tres y cuatro años
recibirá una suma de casi quinientos millones de pesos por dicho
concepto, a los que deben sumarse una cifra cercana a los cien millones
con destino al programa de desarrollo local y unidades productivas.
Seguramente en los próximos días confiamos en poder anunciar un convenio
especial que permitirá resolver la situación habitacional de uno de los
asentamientos más precarios del interior del país. Tanto el área
metropolitana como buena parte de las mayores ciudades del Uruguay,
registran fenómenos de creciente precarización urbana, comúnmente
señalada por la denominación de asentamientos irregulares. Al respecto
nuestro Ministerio esta formulando e implementando un programa
transversal de institución social en su expresión territorial en tanto
impulsa la agenda nacional de habitas para el asentamiento humano en las
ciudades, solidario, integrado y con equidad. Este programa de
contención para los fenómenos de incontrolada invasión urbana y
precarización de las periferias urbanas con vaciamiento de las áreas
centrales e intermedias, comprende la atención a zonas de pobreza urbana
y asentamientos precarios e irregulares para su mejoramiento estructural
e integración socio espacial en áreas críticas, al tiempo que apoya
acciones de rehabilitación y densificación residencial, en áreas
centrales e intermedias de las ciudades bien servidas y equipadas.
Las políticas a implementar procurarán contener el
crecimiento en el número de familias en situación precaria o en
situación irregular y su gradual reversión, apostando a la mejora de los
ingresos de la población, aumento del empleo y elevación de salario
real, que acompaña al crecimiento económico y la incorporación de las
familias a mejores soluciones de alojamiento; y convivencia.
El Ministerio aporta al enfrentamiento de la
precariedad urbana, acciones de mejora del hábitat, que comprenden la
mejora física de las infraestructuras y los espacios colectivos, con
particular atención, respecto al deterioro ambiental, en un marco de
apoyo a la mejora de las capacidades locales y el facilitamiento de las
redes de protección social.
Formas de enfrentar las acciones necesarias, supone
una muy fuerte articulación con los gobiernos municipales. Con todos los
gobiernos municipales, sin discriminar a ni uno solo. Al tiempo que se
apoya a las organizaciones de pobladores en sus demandas y acciones
concretas de mejoramiento del hábitat.
Todo ello, en coordinación con el Ministerio de
Desarrollo Social.
Para esto, será imprescindible amigos, una eficaz
transversalización de las políticas y las acciones del gobierno
nacional, en formas de coordinación público-público, la obtención de
formas de cooperación de lo público con lo privado y la canalización de
la corporación también internacional.
Se trata pues, de la construcción social de la
inclusión también en lo espacial, en el territorio urbanizado
involucrando al ciudadano en todas sus acciones.
El gobierno actual entendió prioritario que el
programa de integración de asentamientos irregulares, conocido
habitualmente como PIAI, pasara a gestionarse desde nuestro Ministerio
de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente ya que es el
organismo natural desde donde se aborda el hábitat como tal. Esperamos
poder ejecutar en los cuatro, en los tres o cuatro primeros años de
gobierno casi el 70% del programa original, tengamos en cuenta que en
todo el resto del periodo anterior solamente se pudo ejecutar alrededor
de un 30%.
Pese a los anuncios y compromisos del anterior
gobierno no se destinaron los dineros nacionales, ni se ejecutó el
préstamo con el BID con niveles aceptables durante los cinco años
anteriores. Los asentamientos son una de las caras visibles de ese 34%
de la población de este país que se encuentra desgraciadamente bajo la
línea de pobreza. Nos hemos propuesto realizar un abordaje integral que
trascienda la regularización física y jurídica reforzando el trabajo
social, generando corresponsabilidad para que los recursos que todos los
uruguayos destinamos para su atención den los mejores resultados
posibles.
Con la población alentando organización y
capacitación para micro- emprendimientos que permitan la generación de
empleos genuino y permanente y los incorpore al mercado laboral formal
sacándolos de la precarización hoy existente. Tengamos en cuenta que
muchos de quiénes habitan en asentamientos irregulares poseen un oficio
en el que trabajaron durante años en distintas fábricas,
desgraciadamente hoy cerradas en nuestro país o en la industria de la
construcción. El derecho a la ciudad, es el derecho acceder a los
servicios, en este sentido queremos destacar la resolución del
directorio de OSE disponiendo que los protagonistas del Plan de
Emergencia, que sean o hayan sido usuarios de OSE, tendrán una tarifa de
50 pesos mensuales por un cierto monto de consumo por el suministro de
agua potable y de 80 pesos en caso de existir servicios de saneamiento.
Es una de las maneras amigos de tratar de considerar en forma
prioritaria aquellos sectores, que han sido más vulnerados por la
situación crítica de las que por cierto ellos no fueron los directamente
responsables. Asimismo, dentro de las metas que nos hemos planteado para
este quinquenio se encuentra la vinculada con el sistema de saneamiento
de la Ciudad de la Costa. Si recorremos las calles de la Ciudad de la
Costa veremos seguramente algunos de los cinco equipos de topografía que
se encuentran ya trabajando en los proyectos. Tengamos en cuenta que hoy
no solamente es el Día Mundial del Hábitat, sino como ya se ha señalado,
el Día Interamericano del Agua. Dentro de unos pocos minutos en la sede
de OSE con sus directos responsables, seguramente nuestros compañeros
podrán explayarse sobre estos temas y detallar otras importantes
noticias. El desarrollo del hábitat también implica la construcción de
nuevos relacionamientos de los ciudadanos con su medio y por tanto, las
políticas ambientales son instrumentos necesarios para la construcción
de ciudades sostenibles.
La semana pasada el Poder Ejecutivo ha decretado las
nuevas modalidades por las cuales se transitará en materia de
habilitación y monitoreo de los emprendimientos del más variado tipo en
el país; una nueva reglamentación que sustituyó aquella que
sorpresivamente fue decretada el último día del gobierno anterior,
permitirá justamente una forma de habilitación y monitoreo necesario -y
creo que más ajustado- a las necesidades del Uruguay de hoy.
Habilitación y monitoreo de los emprendimientos del más variado tipo
como decíamos, desde las industrias hasta las explotaciones
agropecuarias pasando por todos los ámbitos turísticos y recreativos.
Con este marco esperamos no sólo ser ágiles en la
tramitación de aquellas inversiones que el país requiere, sino también
otorgar las garantías de probidad, transparencia y seriedad y
participación de todos los gobiernos locales así como también de la
propia población, de esa población que los requiere y que los necesita.
Tenemos por delante un enorme desafío, permitir que
nuestro país crezca en un marco de respeto y preservación de nuestros
recursos naturales y nuestro ambiente; y a ello vamos a dedicar nuestros
más fuertes esfuerzos para lograrlo y darle en plenitud, las garantías
necesarias, a nuestros conciudadanos y a todos los conciudadanos de
América del Sur y porqué no decirlo también, del planeta todo.
En este contexto, es que proponemos la implantación
en el país, de agendas 21 en todas las ciudades y en todos los
departamentos.
Los invito entonces amigos, a colaborar en la
construcción de un nuevo Uruguay, un nuevo Uruguay que aspiramos más
próspero, más justo, más humano.
Reciban amigos, un cálido saludo en este día
particular y tan significativo de hábitat mundial. Muchas gracias.