05/10/05


NIN NOVOA DESTACÓ NECESIDAD DE CREAR UN INSTITUTO NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS
La creación de un Instituto Nacional de Derechos Humanos, así como el abordaje de esta temática en toda su extensión, "son fundamentales para la reconstrucción, la consolidación y la profundización de una democracia como la uruguaya", dijo el Vicepresidente de la República, Rodolfo Nin Novoa.

"En el Uruguay ha habido un cambio importante en materia de Derechos Humanos y hoy hay toda una línea de pensamiento que rescata los mejores valores y las mejores tradiciones del pensamiento uruguayo en esa materia y se están llevando acciones concretas adelante", dijo el Presidente de la Asamblea General.

Con la participación del Senado de la República, la Cámara de Representantes del Uruguay, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Unión Interparlamentaria (UIP), quedó inaugurado este miércoles el Seminario "Instituciones Nacionales de Derechos Humanos, un desafío estatal para la promoción y protección de los derechos humanos", el cual se desarrolla desde hoy y hasta mañana en la Sala Zelmar Michelini, siendo auspiciado por la Embajada Británica en Uruguay.

La Mesa estuvo integrado por el Presidente de la Asamblea General y Vicepresidente de la República, Rodolfo Nin Novoa; la Presidenta de la Cámara de Representantes, maestra Nora Castro; la Subsecretaria del Ministerio de Relaciones Exteriores, profesora Belela Herrera; el Subsecretario del Ministerio de Educación y Cultura, doctor Felipe Michelini; el Subsecretario del Ministerio del Interior, doctor Juan Faroppa; el Representante Regional de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Roberto Garretón; y el Coordinador Residente del Sistema de las Naciones Unidas y Representante Residente del PNUD en el Uruguay, Pablo Mandeville.

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA ASAMBLEA GENERAL Y VICEPRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, RODOLFO NIN NOVOA

VICEPRESIDENTE NIN NOVOA: Señora Presidenta de la Cámara de Diputados; señores Ministros y Subsecretarios; señor Representante Regional de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos; autoridades diplomáticas, Embajadores; compatriotas: Para nosotros es un alto honor estar aquí, es un alto honor por múltiples razones. En primer lugar, porque estamos siendo complementados en esta tarea de fortalecimiento del Parlamento por la Oficina de Naciones Unidas, en materia de Derechos Humanos, y es uno de los módulos que nosotros estamos presentando con mucho entusiasmo y con mucho énfasis inclusive para la segunda parte del proyecto.

Es un honor porque además en el Uruguay ha habido un cambio importante en materia de Derechos Humanos y hay hoy toda una línea de pensamiento que rescata los mejores valores y las mejores tradiciones del pensamiento uruguayo en esa materia y se están llevando acciones concretas adelante.

Y por cierto que nos faltan muchas acciones e instrumentos que nos permitan profundizar en este sentido.

Uno de ellos es precisamente el motivo de este Seminario que es la creación de un Instituto Nacional de Derechos Humanos, cosa que hay en muchos países, que tienen características quizás que responden a las idiosincrasias de cada uno de esos país, pero que también tiene como principios generales la normativa del llamado -si no recuerdo mal- los Principios de París, donde establecen competencias, responsabilidades, composición; garantizan la independencia, el pluralismo y los métodos de funcionamiento. Y estos Principios se han convertido en punto de referencia para la creación y el funcionamiento de las instituciones nacionales de Derechos Humanos en todo el mundo.

Y su papel debe ser considerado como complementario de otras instituciones establecidas que trabajan para la protección y promoción de los derechos fundamentales, tales como las ramas judicial y legislativa, comisiones parlamentarias, agencias estatales, organizaciones no gubernamentales.

El Parlamento uruguayo hace poco ha creado el llamado Comisionado Parlamentario para las cárceles, o de las cárceles; porque en general en el país también prevaleció una doctrina que a los presos había que quitarles no sólo el derecho de circulación, sino todos los demás derechos y lo único que la legislación prevé cuando se pone en la cárcel a un ciudadano que ha violado la normativa que organiza la sociedad, es la prohibición de su derecho de circulación.

Pero todos los demás derechos humanos deben respetarse; y yo le agregaría también que en los derechos humanos deben necesariamente incluir a toda forma de prevención contra actitudes racistas, que es otra de las actividades que a veces empiezan a desarrollarse en algunas zonas del mundo.

Por lo tanto, el sensibilizar a la población sobre estos instrumentos tratando de aceptar estos desafíos de creación en el Uruguay -una propuesta que hoy la Vicecanciller ha hecho a la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU- son recibidas con beneplácito por el Poder Legislativo, que sigue teniendo inalterable, por más que la composición del mismo cambie, sus funciones de contralor y de legislación y donde hay que comprometerse también a armonizar todas las normas de carácter legal a estos nuevos tiempos que corren en materia de preservación de Derechos Humanos.

Así que, como Vicepresidente de la República, como Presidente de la Asamblea General, como Presidente del Senado, -como me dijo uno que cantidad de cargos tenés–, para nosotros es un día muy importante porque los desafíos que nos estamos planteando aquí en el Parlamento incluyen, fundamentalmente, una mirada sobre estos temas que son fundamentales para la reconstrucción, la consolidación y la profundización de una democracia como la uruguaya, que, si bien por un tiempo la perdió, perdió esos valores, nunca ha dejado de sentir en el seno de sus habitantes estos sentimientos con fuerza, con coraje, con valentía y con un principio de solidaridad que nos ha modestamente destacado entre muchas naciones del mundo.

Así que, para nosotros -repito- es una gran satisfacción estar aquí y darle la bienvenida a aquellos que vienen del exterior y desear que esto sea el inicio de una cristalización en materia de consolidación de Derechos Humanos, fundamental para la historia del país. Muchas gracias.

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS, MAESTRA NORA CASTRO

DIPUTADA CASTRO: Bienvenidos todos a esta nuestra casa, a la que queremos hacer cada día más la casa de todos y todas. Y en particular, a quienes ya Rodolfo mencionó, que integran esta mesa y nos están acompañando en esta convocatoria de este Seminario; al Cuerpo Diplomático, a los representantes que desde el exterior hoy nos acompañan, a los uruguayos y uruguayas integrantes de las distintas organizaciones que también están aquí presentes.

Esto de la materia que hoy nos ocupa, y que vaya si hay muchas caras que yo veo hoy aquí que están muy ocupadas pero que han estado durante mucho tiempo preocupadas por ese tema, me parece que es un buen punto de encuentro.

No es el único, seguramente, porque no estamos partiendo de cero. Tenemos historia - historia con aciertos, historia con fallas, historia con momentos muy oscuros- pero, en esa construcción histórica ha habido aprendizajes. Y creo que parte del desafío importante al que estamos enfrentándonos es cómo aportar de la mejor forma en este proceso de construcción de la institución nacional en materia de derechos humanos.

Soy de las que están convencidas que no bastan las resoluciones, las normativas -que sí son imprescindibles, pero que no bastan- para que esos procesos de construcción adquieran carne.

Yo recuerdo, y muchos de los que estamos acá seguramente también lo podemos hacer, de una época, no solo en dictadura -no sólo en dictadura, reitero- donde la materia, el contendido de los derechos humanos, o estaba restringido a pensarse en otras áreas geográficas, en otras latitudes, o simple y directamente no pasaban de un estereotipo, o no ingresaban a ninguna de las aulas de nuestro sistema publico estatal. Y no es materia, tampoco, apetecible, entre comillas, para los medios de comunicación masivos. Y esto me parece que también tiene que ver con esto que nos estamos proponiendo, porque sin miradas desde distintas ópticas, sin que se conjuguen estas miradas para un tejido de una red consistente, difícilmente vamos a poder avanzar en esto que nos estamos proponiendo.

Por eso reitero, me parece que es oportuno el momento, el dar este paso, el no irnos todos y todas sólo lo que nos convoca hoy. Sin embargo, hay algunos aspectos que a mí me gustaría reflexionar.

Esto de estar preocupados y ocupados sobre la materia de los derechos humanos tiene que ver, por supuesto, con todo lo que en nuestros países, y en algunos otros países también, se esta pasando todavía, en relación a las violaciones más flagrantes de los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, y a cómo se transita hacia su esclarecimiento y hacia eso que algunos han llamado "pasar de la herida a la cicatriz", que no implica el olvido. Pero que tampoco implica el rencor.

Y son de esos tránsitos difíciles, a nivel institucional, a nivel político, a nivel de esto de los tejidos sociales. Pero no acaba allí. No acaba allí porque seguramente a nivel de nuestra ciudadanía, de nuestros hombres y mujeres, tenemos instalado, y yo lo hago mirando con la vista fija en mi sociedad, en esta sociedad nuestra uruguaya, que tiene una máscara, por decirlo de alguna manera, o una presencia pública tan queridamente democrática, pero tan altamente discriminadora.

Creo que vivimos en una sociedad donde las discriminaciones -y lo pongo en plural, explícitamente, abundan- están presentes todos los días. Y es difícil colocarlo como problema para conocer al menos su existencia. Y esto, creo también, es materia de quienes trabajamos y estamos ocupados y deberíamos estar más ocupados sobre el tema de las violaciones de los derechos humanos.

Y seguramente en este seminario aparecerán muchas ideas fructíferas para aportar de las ya experiencias transitadas, y de las sistematizaciones hechas en otros lugares sobre estos puntos.

Finalmente, lo que quiero agregar, porque me parece que a veces no se lo resalta con la significación que creo que tiene, es que tratar de trabajar todos los días hacia un pensamiento divergente, de alguna manera -por utilizar los términos más en boga de las ultimas décadas, en boga, aunque en minoría- de trabajar todos los días hacia un pensamiento multipolar, en tanto el pensamiento único hablara en la historia de los hombres y las mujeres sobre la tierra ha sido no solamente un verdadero fracaso, sino que ha traído violaciones permanentes de los derechos humanos, me parece que también es un desafío para todos nosotros. Claro, son de las cosas que no se conquistan con la firma de una ley o de un decreto, o la creación de una institución. Pero que vaya si ayuda si todas las voluntades tratan de perfilarse, de encaminarse también en este sentido. Gracias.

 

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