NIN NOVOA DESTACÓ NECESIDAD DE CREAR UN INSTITUTO
NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS
La creación de un Instituto Nacional de Derechos
Humanos, así como el abordaje de esta temática en toda su extensión,
"son fundamentales para la reconstrucción, la consolidación y la
profundización de una democracia como la uruguaya", dijo el
Vicepresidente de la República, Rodolfo Nin Novoa.
"En el Uruguay ha habido un cambio importante en
materia de Derechos Humanos y hoy hay toda una línea de pensamiento que
rescata los mejores valores y las mejores tradiciones del pensamiento
uruguayo en esa materia y se están llevando acciones concretas adelante",
dijo el Presidente de la Asamblea General.
Con la participación del Senado de la República, la
Cámara de Representantes del Uruguay, el Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD), la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Unión Interparlamentaria
(UIP), quedó inaugurado este miércoles el Seminario "Instituciones
Nacionales de Derechos Humanos, un desafío estatal para la promoción y
protección de los derechos humanos", el cual se desarrolla desde hoy y
hasta mañana en la Sala Zelmar Michelini, siendo auspiciado por la
Embajada Británica en Uruguay.
La Mesa estuvo integrado por el Presidente de la
Asamblea General y Vicepresidente de la República, Rodolfo Nin Novoa; la
Presidenta de la Cámara de Representantes, maestra Nora Castro; la
Subsecretaria del Ministerio de Relaciones Exteriores, profesora Belela
Herrera; el Subsecretario del Ministerio de Educación y Cultura, doctor
Felipe Michelini; el Subsecretario del Ministerio del Interior, doctor
Juan Faroppa; el Representante Regional de la Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Roberto
Garretón; y el Coordinador Residente del Sistema de las Naciones Unidas
y Representante Residente del PNUD en el Uruguay, Pablo Mandeville.
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA ASAMBLEA GENERAL Y
VICEPRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, RODOLFO NIN NOVOA
VICEPRESIDENTE NIN NOVOA: Señora Presidenta de la
Cámara de Diputados; señores Ministros y Subsecretarios; señor
Representante Regional de la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos; autoridades diplomáticas,
Embajadores; compatriotas: Para nosotros es un alto honor estar aquí, es
un alto honor por múltiples razones. En primer lugar, porque estamos
siendo complementados en esta tarea de fortalecimiento del Parlamento
por la Oficina de Naciones Unidas, en materia de Derechos Humanos, y es
uno de los módulos que nosotros estamos presentando con mucho entusiasmo
y con mucho énfasis inclusive para la segunda parte del proyecto.
Es un honor porque además en el Uruguay ha habido un
cambio importante en materia de Derechos Humanos y hay hoy toda una
línea de pensamiento que rescata los mejores valores y las mejores
tradiciones del pensamiento uruguayo en esa materia y se están llevando
acciones concretas adelante.
Y por cierto que nos faltan muchas acciones e
instrumentos que nos permitan profundizar en este sentido.
Uno de ellos es precisamente el motivo de este
Seminario que es la creación de un Instituto Nacional de Derechos
Humanos, cosa que hay en muchos países, que tienen características
quizás que responden a las idiosincrasias de cada uno de esos país, pero
que también tiene como principios generales la normativa del llamado -si
no recuerdo mal- los Principios de París, donde establecen competencias,
responsabilidades, composición; garantizan la independencia, el
pluralismo y los métodos de funcionamiento. Y estos Principios se han
convertido en punto de referencia para la creación y el funcionamiento
de las instituciones nacionales de Derechos Humanos en todo el mundo.
Y su papel debe ser considerado como complementario
de otras instituciones establecidas que trabajan para la protección y
promoción de los derechos fundamentales, tales como las ramas judicial y
legislativa, comisiones parlamentarias, agencias estatales,
organizaciones no gubernamentales.
El Parlamento uruguayo hace poco ha creado el llamado
Comisionado Parlamentario para las cárceles, o de las cárceles; porque
en general en el país también prevaleció una doctrina que a los presos
había que quitarles no sólo el derecho de circulación, sino todos los
demás derechos y lo único que la legislación prevé cuando se pone en la
cárcel a un ciudadano que ha violado la normativa que organiza la
sociedad, es la prohibición de su derecho de circulación.
Pero todos los demás derechos humanos deben
respetarse; y yo le agregaría también que en los derechos humanos deben
necesariamente incluir a toda forma de prevención contra actitudes
racistas, que es otra de las actividades que a veces empiezan a
desarrollarse en algunas zonas del mundo.
Por lo tanto, el sensibilizar a la población sobre
estos instrumentos tratando de aceptar estos desafíos de creación en el
Uruguay -una propuesta que hoy la Vicecanciller ha hecho a la Alta
Comisionada de Derechos Humanos de la ONU- son recibidas con beneplácito
por el Poder Legislativo, que sigue teniendo inalterable, por más que la
composición del mismo cambie, sus funciones de contralor y de
legislación y donde hay que comprometerse también a armonizar todas las
normas de carácter legal a estos nuevos tiempos que corren en materia de
preservación de Derechos Humanos.
Así que, como Vicepresidente de la República, como
Presidente de la Asamblea General, como Presidente del Senado, -como me
dijo uno que cantidad de cargos tenés–, para nosotros es un día muy
importante porque los desafíos que nos estamos planteando aquí en el
Parlamento incluyen, fundamentalmente, una mirada sobre estos temas que
son fundamentales para la reconstrucción, la consolidación y la
profundización de una democracia como la uruguaya, que, si bien por un
tiempo la perdió, perdió esos valores, nunca ha dejado de sentir en el
seno de sus habitantes estos sentimientos con fuerza, con coraje, con
valentía y con un principio de solidaridad que nos ha modestamente
destacado entre muchas naciones del mundo.
Así que, para nosotros -repito- es una gran
satisfacción estar aquí y darle la bienvenida a aquellos que vienen del
exterior y desear que esto sea el inicio de una cristalización en
materia de consolidación de Derechos Humanos, fundamental para la
historia del país. Muchas gracias.
PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS,
MAESTRA NORA CASTRO
DIPUTADA CASTRO: Bienvenidos todos a esta nuestra
casa, a la que queremos hacer cada día más la casa de todos y todas. Y
en particular, a quienes ya Rodolfo mencionó, que integran esta mesa y
nos están acompañando en esta convocatoria de este Seminario; al Cuerpo
Diplomático, a los representantes que desde el exterior hoy nos
acompañan, a los uruguayos y uruguayas integrantes de las distintas
organizaciones que también están aquí presentes.
Esto de la materia que hoy nos ocupa, y que vaya si
hay muchas caras que yo veo hoy aquí que están muy ocupadas pero que han
estado durante mucho tiempo preocupadas por ese tema, me parece que es
un buen punto de encuentro.
No es el único, seguramente, porque no estamos
partiendo de cero. Tenemos historia - historia con aciertos, historia
con fallas, historia con momentos muy oscuros- pero, en esa construcción
histórica ha habido aprendizajes. Y creo que parte del desafío
importante al que estamos enfrentándonos es cómo aportar de la mejor
forma en este proceso de construcción de la institución nacional en
materia de derechos humanos.
Soy de las que están convencidas que no bastan las
resoluciones, las normativas -que sí son imprescindibles, pero que no
bastan- para que esos procesos de construcción adquieran carne.
Yo recuerdo, y muchos de los que estamos acá
seguramente también lo podemos hacer, de una época, no solo en dictadura
-no sólo en dictadura, reitero- donde la materia, el contendido de los
derechos humanos, o estaba restringido a pensarse en otras áreas
geográficas, en otras latitudes, o simple y directamente no pasaban de
un estereotipo, o no ingresaban a ninguna de las aulas de nuestro
sistema publico estatal. Y no es materia, tampoco, apetecible, entre
comillas, para los medios de comunicación masivos. Y esto me parece que
también tiene que ver con esto que nos estamos proponiendo, porque sin
miradas desde distintas ópticas, sin que se conjuguen estas miradas para
un tejido de una red consistente, difícilmente vamos a poder avanzar en
esto que nos estamos proponiendo.
Por eso reitero, me parece que es oportuno el
momento, el dar este paso, el no irnos todos y todas sólo lo que nos
convoca hoy. Sin embargo, hay algunos aspectos que a mí me gustaría
reflexionar.
Esto de estar preocupados y ocupados sobre la materia
de los derechos humanos tiene que ver, por supuesto, con todo lo que en
nuestros países, y en algunos otros países también, se esta pasando
todavía, en relación a las violaciones más flagrantes de los derechos
humanos y crímenes de lesa humanidad, y a cómo se transita hacia su
esclarecimiento y hacia eso que algunos han llamado "pasar de la herida
a la cicatriz", que no implica el olvido. Pero que tampoco implica el
rencor.
Y son de esos tránsitos difíciles, a nivel
institucional, a nivel político, a nivel de esto de los tejidos
sociales. Pero no acaba allí. No acaba allí porque seguramente a nivel
de nuestra ciudadanía, de nuestros hombres y mujeres, tenemos instalado,
y yo lo hago mirando con la vista fija en mi sociedad, en esta sociedad
nuestra uruguaya, que tiene una máscara, por decirlo de alguna manera, o
una presencia pública tan queridamente democrática, pero tan altamente
discriminadora.
Creo que vivimos en una sociedad donde las
discriminaciones -y lo pongo en plural, explícitamente, abundan- están
presentes todos los días. Y es difícil colocarlo como problema para
conocer al menos su existencia. Y esto, creo también, es materia de
quienes trabajamos y estamos ocupados y deberíamos estar más ocupados
sobre el tema de las violaciones de los derechos humanos.
Y seguramente en este seminario aparecerán muchas
ideas fructíferas para aportar de las ya experiencias transitadas, y de
las sistematizaciones hechas en otros lugares sobre estos puntos.
Finalmente, lo que quiero agregar, porque me parece
que a veces no se lo resalta con la significación que creo que tiene, es
que tratar de trabajar todos los días hacia un pensamiento divergente,
de alguna manera -por utilizar los términos más en boga de las ultimas
décadas, en boga, aunque en minoría- de trabajar todos los días hacia un
pensamiento multipolar, en tanto el pensamiento único hablara en la
historia de los hombres y las mujeres sobre la tierra ha sido no
solamente un verdadero fracaso, sino que ha traído violaciones
permanentes de los derechos humanos, me parece que también es un desafío
para todos nosotros. Claro, son de las cosas que no se conquistan con la
firma de una ley o de un decreto, o la creación de una institución. Pero
que vaya si ayuda si todas las voluntades tratan de perfilarse, de
encaminarse también en este sentido. Gracias.
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