NIN NOVOA: NO HAY DERECHOS HUMANOS CON LAS BARRIGAS
VACÍAS
Tras señalarse que el acceso a la Justicia es un
derecho humano fundamental, sin el cual no hay democracia y el
desarrollo sustentable no es posible, el Vicepresidente de la República
en ejercicio de la Presidencia, Rodolfo Nin Novoa, recordó que no hay
derechos humanos con "las barrigas vacías".
En el marco de la Presidencia Pró Témpore del
MERCOSUR que sustenta nuestro país y de una conferencia regional sobre
políticas públicas de acceso a la Justicia, Nin Novoa afirmó que las
políticas de derechos humanos son políticas que tienen una centralidad
fundamental para el gobierno uruguayo, donde conceptualmente la
definición de derechos humanos se entiende como "una globalidad que
atañe, en primer lugar, a la libertad, y paralelamente a esa definición
también equivale a la equidad. Entonces los conceptos de libertad y
equidad son conceptos que se entrelazan, se mimetizan, se concatenan y
marchan juntos por ese sendero que el gobierno quiere transitar, el
respeto a los derechos humanos en el sentido más lato que se le pueda
dar al significado de la palabra".
Con la presencia del Vicepresidente de la República
en ejercicio de la Presidencia, Rodolfo Nin Novoa, este jueves se
inauguró la conferencia "Políticas Públicas de Acceso a la Justicia. Un
desafío estatal para la promoción y protección de los derechos humanos".
La misma se realizó en el Edificio de la Unión Postal
de las Américas y contó además con la presencia de autoridades
nacionales, operadores del sistema judicial y especialistas en derechos
humanos de la región y representantes de las Naciones Unidas, puesto que
el evento es organizado por el Observatorio de Políticas Públicas de
Derechos Humanos en el MERCOSUR y el Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD).
En el acto inaugural hicieron uso de la palabra el
Vicepresidente de la República, Rodolfo Nin Novoa; el Subsecretario de
Educación y Cultura, Felipe Michelini; el Coordinador Residente del
Sistema de las Naciones Unidas y representante del PNUD en Uruguay,
Pablo Mandeville; y la Directora ejecutiva del mencionado Observatorio,
Margarita Navarrete.
Los paneles estuvieron integrados por Roberto
Garreton, (Representante regional de la Oficina de la Alta Comisionada
de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos); Jacinta Balbela de
Delgue (Ex Ministra de la Suprema Corte de Justicia de Uruguay);
Cristián Hernández (Coordinador del Área de Gestión e Información del
Centro de Estudios de Justicia de las Américas de la OEA); Hoenir
Sarthou (Coordinador del "Espacio de estudio normativo" en el Área de
Asuntos Constitucionales, Legales y Registrales del Ministerio de
Educación y Cultura); Celina Gutiérrez (Consultora del Observatorio de
Políticas Públicas de Derechos humanos en el MERCOSUR); y Virginia Feix
( Especialista en Sociología jurídica y Derechos Humanos, Coordinadora
de CLADEM-Brasil, y Coordinadora del programa promotoras legales
populares de Themis).
La conferencia pretende generar un ámbito de
reflexión e intercambio de experiencias sobre los desafíos para la
universalización del acceso a la justicia como un derecho humano, lo que
implica asegurar que todas las personas tengan la posibilidad de lograr
soluciones legales a sus conflictos.
También se buscará establecer criterios que permitan
la formulación por parte de los Estados de políticas públicas que hagan
efectivo este derecho, y la elaboración de indicadores que permitan
monitorear dichas estrategias.
PALABRAS DE LA DIRECTORA EJECUTIVA DEL OBSERVATORIO
DE POLITICAS PUBLICAS DE DERECHOS HUMANOS EN EL MERCOSUR, MARGARITA
NAVARRETE
NAVARRETE: Buenos días a todos. Señor Presidente de
la República en ejercicio, Rodolfo Nin Novoa, señor Subsecretario del
Ministerio de Educación y Cultura, Felipe Michelini; señor coordinador
residente del Sistema de las Naciones Unidas y representantes residentes
del PNUD en Uruguay, Pablo Mandeville; señores representantes de
organismos internacionales; cuerpo diplomático; señores representantes
del Poder Judicial; señor Roberto Garretón; representante regional de la
Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos
Humanos, doctora Jacinta Balbela de Delgue; señores representantes de
organizaciones gubernamentales, regionales y nacionales.
En nombre del Observatorio de Políticas Públicas de
Derechos Humanos en el MERCOSUR, quiero agradecer vuestra participación
en esta "Conferencia Regional sobre Políticas Públicas de acceso a la
Justicia - Un desafío estatal para la "Promoción y Protección de los
Derechos Humanos". Esta se inscribe en el marco de la preocupación de
las organizaciones que integran el Observatorio y promover la opción de
un conjunto de políticas públicas que permitan garantizar la acción de
la Justicia, el respeto al Estado de Derecho, la vigencia de la
democracia y de los derechos humanos en su conjunto.
En el día de ayer aprovechamos la concurrencia de
invitados internacionales, para prestigiar también un acto de
intercambio sobre problemas y desafíos para la elaboración de
indicadores sobre el acceso a la justicia, y hoy queríamos justamente
compartir algunas reflexiones con ustedes, lo que estaba indicado en el
programa de la conferencia.
Queremos expresar’ que esta reunión Regional no se
podría haber llevado a cabo sin el apoyo del Programa de Naciones Unidas
para el Desarrollo y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto de la
Presidencia de la República, el Ministerio de Educación y Cultura y su
Dirección de Derechos Humanos y el apoyo de la Subsecretaría del
Ministerio de Relaciones Exteriores, a quienes queremos agradecer
especialmente en nombre también, de todos nuestros colaboradores e
integrantes del equipo de trabajo.
También le queremos agradecer al Presidente de la
Suprema Corte de Justicia, que no nos puede acompañar en el día de hoy
pero igual nos brindó orientaciones y algunas instrucciones para acceder
con éxito a fuentes de datos y aprovechar posibilidades; después veremos
hasta dónde lo hemos podido realizar.
A nivel informativo, el Observatorio es una
organización regional conformada por representantes de la sociedad civil
de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay que tiene como misión la acción
efectiva para la identificación, monitoreo e incidencia en las políticas
públicas de derechos humanos de los países del MERCOSUR, ya sea en cada
uno de los estados como en el conjunto del bloque. Lo integran las
siguientes organizaciones: por Argentina el Centro de Estudios Legales y
Sociales, el Centro de Derechos Humanos y Ambiente y el Servicio
Argentino de Derechos Humanos; por Brasil el Instituto sobre Paz,
Técnicas y Asesoría Jurídica en estudio de género sobre derechos
humanos; por Paraguay, el Instituto Paraguayo de Derechos Humanos; por
Uruguay el Instituto de Ciencias Legales y Sociales del Uruguay, el
Servicio Paz y Justicia y el Instituto de Solidaridad y Desarrollo. Está
prevista la incorporación de dos organizaciones paraguayas en el correr
de este año completando esta primera parte de consolidación de doce
organizaciones de los cuatro Estados parte.
Nosotros procuramos realizar esta reunión
precisamente en el marco de esta Presidencia Pro Témpore del MERCOSUR de
Uruguay porque dado el carácter regional de la organización procuramos
también acompañar las acciones de la Presidencia Pro Témpore, más allá
de que, desde la sociedad civil, el rol efectivamente es diferenciado.
Ustedes se preguntarán por qué organizaciones de la
sociedad civil regionales promueven esta reflexión sobre políticas
civiles de acceso a la justicia. En primer término porque entendemos que
el acceso a la justicia es un derecho humano, un derecho fundamental que
está en la base de los demás derechos y, paradigma del Estado
constitucional de derecho, tiene como garantía para los titulares de los
derechos la condición de su exigibilidad para todos los derechos
entendidos como indivisibles e interdependientes: a la vivienda,
alimentación, salud, seguridad, libertad, integridad personal y debido
proceso. Por eso mismo requiere de una vorágine en que participan los
operadores del derecho pero también los usuarios, los "judiciables", en
términos de jerga judicial.
Entendemos que el acceso a la justicia puede
abordarse en ese sentido amplio, de manera interdisciplinaria,
incorporando los medios alternativos para la resolución de los
conflictos en un estado de derecho en el que participan una
multiplicidad de actores y perspectivas profesionales así como la
vinculación entre la dimensión nacional, regional e internacional es
esencial para la protección internacional de los derechos humanos.
En segundo término, parafraseando a Garretón, las
políticas públicas deben ser globales en tres sentidos: orgánicamente en
cuanto comprenden al Estado y no sólo al gobierno; temporalmente, por
cuanto exceden el período de un solo gobierno, y políticamente por
cuanto deben necesariamente contar con la participación de la sociedad
civil en su conjunto, ya sea organizaciones no gubernamentales,
empresas, iglesias, academias, productores, sociedad en general.
En particular interesa la determinación de los
sectores que hoy están en desventaja, más vulnerables, a los que muchas
veces los diagnósticos muestran como los que no tienen acceso a la
justicia: los sectores de bajos ingresos, los menos educados, los
indocumentados, aquellos que participan de prácticas de contratación y
negociación de bienes y servicios que apelaron la crisis de la
legalidad. La experiencia de las defensorías públicas y de los servicios
legales populares en la región muestra la riqueza de estas situaciones
que se presentan. En ese sentido el análisis debe incorporar la relación
entre la dimensión cultural, la dimensión legal y la dimensión
institucional en las prácticas y los proyectos.
Por último quisiera señalar que en el marco de los
procesos de globalización hay derechos que merecen ser abordados desde
una perspectiva regional per se, como por ejemplo todo lo que tiene que
ver con las soluciones de trabajo en la fronteras vivas, particularmente
importantes en lugares como Ciudad del Este o la frontera nordeste del
Uruguay y el sur de Brasil, el derecho a la protección del medio
ambiente en un marco de desarrollo sustentable.
En ese plano es de destacar la gran importancia que
tiene el conocimiento también de los acuerdos de cooperación jurídica
internacional para la protección de los derechos de las personas que se
están celebrando ya en el marco del MERCOSUR. Esto debe complementarse
entonces, con políticas también de acceso a la información sobre los
acuerdos normativos sobre los estados, sobre los estados parte en
particular, y su aplicabilidad, que de alguna manera, desde la
Secretaría Técnica del MERCOSUR se viene realizando un trabajo de
sistematización muy importante. Para todo ello es necesario tener
instrumentos adecuados de análisis, por lo que estamos potenciando esta
discusión. Sabemos que hoy tenemos una primera etapa también en parte
para nosotros -aunque no probablemente para muchos de ustedes que están
desde hace tiempo trabajando en estos temas- pero en la búsqueda de
determinación de indicadores para su evaluación y formulación en una
política de acceso a la justicia nos parece muy importante la
posibilidad de realizar estas reuniones. Por eso mismo, muchas gracias a
todos por su presencia hoy aquí.
PALABRAS DEL COORDINADOR RESIDENTE DEL SISTEMA DE
NACIONES UNIDAS Y REPRESENTANTE RESIDENTE EN EL URUGUAY, PABLO
MANDEVILLE
MANDEVILLE: Señor Vicepresidente de la República en
ejercicio de la Presidencia, Rodolfo Nin Novoa; señores miembros del
cuerpo diplomático representantes de organismos internacionales; señor
representante regional de Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones
Unidas para los servicios humanos, Roberto Garretón; señor Subsecretario
de Educación y Cultura Felipe Michellini; señores miembros del cuerpo
judicial; señora Directora Ejecutiva del Observatorio de Políticas
Públicas, Margarita Navarrete, señoras y señores, representantes de la
sociedad civil y los medios, amigas y amigos todos.
Es un gusto recibirles hoy y es un honor para mí
elaborar junto con los demás miembros de la mesa principal esta
conferencia sobre Políticas Públicas de Acceso a la Justicia, ante una
representación tan amplia de autoridades del gobierno de Uruguay y del
Poder Judicial, del Poder Legislativo, sociedad civil y expertos de los
países del MERCOSUR.
En las últimas semanas el programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo ha llevado adelante una serie de actividades
centradas en la promoción y en la defensa de los derechos humanos. En
varias de ellas nos hemos enriquecido con los aportes y la experiencia
de actores expertos, colegas del sistema de las Naciones Unidas,
defensores del pueblo y juristas de varios países de América Latina.
Hace dos semanas tuvimos en esta misma sala a
representantes de todos los sectores y áreas de actividades vinculados a
la educación para iniciar el camino hacia un plan nacional de educación
en derechos humanos. Fue la primera convocatoria de un proceso
ampliamente inclusivo, que apunta a cubrir un déficit importante en
materia de educación en un área de tanto valor y sensibilidad, como lo
es los derechos humanos.
En esa área, la de elaboración del Plan Nacional de
Educación en Derechos Humanos, estamos dando un primer paso fundamental
gracias a la iniciativa del Ministerio de Educación y Cultura.
Hace tan sólo una semana tuvimos el honor de recibir
a los Defensores del Pueblo de cuatro países de América Latina, junto a
Roberto Garretón, representante regional de la Oficina Alta Comisionada
para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, quien nuevamente nos
honra con su presencia en este evento.
Realizamos en el Parlamento un seminario que reunió a
diputados y senadores de todas las fuerzas políticas y a representantes
de la Suprema Corte de Justicia y de la sociedad civil. El resultado fue
un pronunciamiento unánime confirmando la voluntad de todos los sectores
para que Uruguay cuente próximamente con una institución nacional de
defensa de los derechos humanos, pronunciamiento que tuvo como sus
principales voceros a los señores Presidente y Vicepresidente de la
República y en presencia de esta mesa, es un nuevo testimonio del
compromiso del Poder Ejecutivo.
Hoy tenemos el honor de ser nuevamente anfitriones de
un encuentro regional para discutir un tema central en materia de
derechos humanos. La capacidad real de acceso a la justicia por parte de
sujetos cuyos derechos son desconocidos, postergados o atropellados.
El propósito es, otra vez, compartir las experiencias
de quienes se enfrentan a los viejos problemas de aprender de sus éxitos
o de sus fracasos.
El objetivo es ayudar a diseñar indicadores claves
para monitorear, medir, evaluar el acceso a la justicia y en particular
de los sectores de la sociedad más vulnerables. Estos indicadores
permitirán también incluir, en el sistema de implementación de políticas
públicas, pautas que hagan más efectivo y universal el acceso a la
justicia.
Esperamos que se utilicen como herramientas de
trabajo en un proceso de seguimiento continuo en el que con toda
seguridad , continuaremos quienes estamos hoy aquí y muchos más.
Hemos incursionado en tres áreas de trabajo: el Plan
Nacional de Educación con el objetivo de promover y generar una cultura
de Derechos Humanos desde los primeros años a lo largo de toda la
formación de una persona. La institución nacional de promoción y
protección de los Derechos Humanos como forma de abrir canales
ejecutivos de control, reclamo y protección de los derechos ciudadanos,
aportando además recomendaciones a las políticas públicas en este tema.
Y, el Observatorio. El Observatorio como recurso técnico capaz de
monitorear el estado y desarrollo de este tema con el fin de potenciar a
los titulares de derechos y obligaciones, identificando las brechas
existentes para un ejercicio pleno y la plena vigencia de estos
derechos.
En estas tres áreas -Plan Nacional de Educación,
Institución Nacional Promoción y Protección de los Derechos Humanos y el
Observatorio- y de estas tres áreas partimos de la conciencia en que los
Derechos Humanos sólo son una realidad si su promoción es asumida y
garantizada por una población informada, organizada y activa.
Tenemos una responsabilidad común de hacer que los
Derechos Humanos sean una realidad en todas las unidades. En este
contexto la justicia juega un papel central. No se pueden ejercer ni se
pueden garantizar los Derechos Humanos sin justicia.
Y en un país en el cual el 4% de la población vive en
la indigencia y más del 30% vive en una situación de pobreza los
Derechos Humanos tienen que ser un tema de discusión permanente si
queremos fomentar el accionar de todos. En línea con las directrices de
integración de los Derechos Humanos en las estrategias de remoción de la
pobreza elaboradas por la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos, creemos que si buscamos un verdadero
empoderamiento de los pobres -para que puedan ejercer sus derechos-
habrá políticas de reducción de la pobreza. Que no es solo un imperativo
moral, es un imperativo jurídico. Es el imperativo de tener un derecho y
tener el poder de ejercerlo.
Por ultimo quisiéramos destacar que estamos frente a
una iniciativa que cuenta con serie de aspectos que la hacen
particularmente relevante desde nuestro punto de vista. En primer lugar
su carácter regional. Hoy más que nunca la perspectiva regional toma una
gran importancia fortaleciendo y brindando al sistema de protección y
promoción de los derechos humanos un marco amplio e integral que
posibilita la construcción de una agenda común.
En segundo lugar la iniciativa proviene de la
sociedad civil. Una sociedad civil que se encuentra en Uruguay
transitando un proceso de resignificación de su propio rol, del lugar
que le toca jugar en esta coyuntura. No se concibe una democracia plena,
una sociedad civil desarrollada fortalecida y cumpliendo sin el rol de
participar, criticar e incidir en las políticas públicas.
En tercer lugar, nos brinda la posibilidad de pensar
las políticas públicas, desde la perspectivas de derechos, lo que
permite avanzar en términos de calidad de la democracia. El desafío es
el de impregnar con el enfoque derechos y todas sus circunstancias, las
políticas publicas, tanto en su ingenio como en su implementación. Es
volver a expresar el vínculo entre política y derechos humanos, o dicho
de otra forma como bien lo hace nuestro amigo Roberto Garretón, pensar
que los derechos humanos no son justamente esencialmente políticos.
Gracias.
PALABRAS DEL SUBSECRETARIO DE EDUCACIÓN Y CULTURA,
FELIPE MICHELINI
SUBSECRETARIO MICHELINI: Señor Vicepresidente de la
República en ejercicio de la Presidencia de la República, Rodolfo Nin
Novoa, señor Representante Permanente del Programa de Naciones Unidas
para el Desarrollo, Pablo Mandeville, señora Directora Ejecutiva del
Observatorio de Políticas Públicas de Derechos Humanos en el MERCOSUR,
amigos, amigas, todos.
En nombre del Ministerio de Educación y Cultura, del
titular de la cartera el Ing. Químico Jorge Brovetto y del mío propio,
estamos aquí realmente gustosos en el sentido de poder dar inicio a esta
jornada, para debatir y analizar el acceso a la justicia y el desafío a
los estados, en el marco del MERCOSUR para garantizar el derecho humano.
Yo quiero resaltar tres aspectos brevemente, que para
mí son centrales de los aciertos de esta actividad.
En primer lugar, es una actividad que está impulsada
y desarrollada desde una sociedad civil en gestación del MERCOSUR,
porque nosotros que sostenemos que el MERCOSUR es un acuerdo que va más
allá de los aspectos comerciales, estamos convencidos que habrá un
MERCOSUR de pueblos si hay un MERCOSUR que tiene una sociedad civil que
lo respalde activamente. Y por lo tanto, esta iniciativa del
Observatorio de Políticas Públicas de Derechos Humanos del MERCOSUR, de
las organizaciones que la integran, en el marco de la cooperación con el
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, nos parece realmente
importante.
El segundo aspecto para resaltar, la de identificar
acceso a la justicia con políticas públicas y desterrar ese sentido de
que los derechos civiles y el acceso a la justicia es uno de ellos, en
definitiva no necesitan una actitud y una conducta del Estado para su
garantía y su promoción.
Una vieja tradición decía, que solamente en estos
derechos, alcanzaba que el Estado no hiciera nada. Y nosotros decimos y
me parece bien interesante, que el Estado tiene que hacer cosas para que
el derecho a tener un juicio justo, el derecho a tener acceso a la
justicia, tenga los respaldos materiales y personales y los esquemas
institucionales adecuados al efecto de que ese derecho pueda estar
garantizado.
Y el tercer aspecto a resaltar es la lógica de que
los problemas de los habitantes de esta parte del mundo, no se terminan
en la frontera, hay toda una serie de elementos que naturalmente están
vinculados entre sí y por lo tanto estamos convencidos que el esfuerzo
en conjunto de los Estados para la promoción de respeto de derechos
humanos, es un tema central. Estamos convencidos que estas jornadas
serán un espacio de debate y de reflexión que mucho ayudarán a generar
la conciencia y la sensibilidad para identificar donde están los
problemas y aportar a las soluciones. Estamos convencidos que las
soluciones no vendrán simultáneamente de un día para el otro. Este
gobierno que tiene en materia de derechos humanos un claro compromiso
para su respeto y promoción, está convencido que iniciativas como estas
realmente van en la buena dirección. Los convocamos entonces a
reflexionar; a pensar; a trabajar; a criticar, para que entre todos
podamos entonces avanzar un poco más el pleno respeto y la plena
vigencia de los derechos humanos, que en definitiva es la dignidad de
todos nosotros. Muchas gracias.
PALABRAS DEL VICEPRESIDENTE DE LA REPÚBLICA EN
EJERCICIO DE LA PRESIDENCIA, RODOLFO NIN NOVOA
VICEPRESIDENTE NIN NOVOA: La verdad es que al
gobierno de la República, las políticas de derechos humanos son
políticas que tienen una centralidad fundamental. A lo largo de estos
tiempos, hemos diseñados algunas acciones que nos han permitido ubicar
al Uruguay en un camino del que nunca debió apartarse.
Entendiendo conceptualmente la definición de derechos
humanos como una globalidad que atañe en primer lugar a la libertad, y
paralelamente a esa definición también equivale a la equidad. Entonces
los conceptos de libertad y equidad son conceptos que se entrelazan, se
mimetizan, se concatenan y marchan juntos por ese sendero que el
gobierno quiere transitar, el respeto a los derechos humanos en el
sentido más lato que se le pueda dar al significado de la palabra.
Y desde ese punto de vista hemos estado participando,
y el Uruguay ha vivido no solamente acciones concretas en esta materia,
sino que también hemos promovido, desde diversos ámbitos, la discusión
con la sociedad civil de estos temas, porque si en una sociedad civil
que nosotros reconocemos en el Uruguay absolutamente activa y
comprometida con las causas del desarrollo nacional, donde estos
conceptos están involucrados, difícilmente podríamos llevar adelante con
los resultados esperados las cosas que nosotros diseñamos. En
consecuencia tanto desde el Poder Ejecutivo como desde el Poder
Legislativo han habido acciones concretas que tienden a formalizar y a
cristalizar estas aspiraciones que el gobierno tiene sobre estos temas.
Hace pocos días como decía Pablo, estuvimos
participando también de una actividad que es una materia vieja y
pendiente en el Uruguay, que es en primer lugar, la creación de un
Instituto Nacional para la defensa de los Derechos Humanos y también la
creación del defensor del pueblo u "ombudsman", que siempre tiene una
discusión que en una sociedad como la uruguaya está teñida con cierto
grado de política partidaria. Y entonces eso a veces nos obnubila en la
fijación de los objetivos y nos imaginamos cosas que en realidad quizás
nunca van a suceder porque a veces no confiamos como deberíamos confiar
en los métodos de selección y de designación de estos verdaderos
representantes de la sociedad para la atención de los derechos humanos.
Por lo menos en un tratamiento de lo que significa los malos tratos y la
segregación racial, por ejemplo, porque sin ningún lugar a dudas, que
como dicen algunos no hay derechos humanos con "las barrigas vacías".
Desde el Parlamento nosotros estamos comprometidos en
llevar adelante estas iniciativas y desde el Parlamento hemos dado
cumplimiento a algunas otras iniciativas como la creación del
Comisionado parlamentario para las cárceles que hace una semana
exactamente lo presentábamos al Poder Ejecutivo.
El Comisionado Parlamentario para las cárceles es un
observador que pretende que se cumplan precisamente los derechos humanos
que tienen los presos, que el único derecho que se les quita es su
libertad ambulatoria y el derecho al voto porque pierden la ciudadanía
pero que todos los otros derechos tienen que ser respetados, en la
búsqueda de un equilibrio fundamental también para aplicación de los
derechos de los ciudadanos que tienen también, esa necesidad inalienable
e intransferible de tener seguridad ciudadana. Y estos temas que
felizmente estamos discutiendo en el Uruguay, en este marco regional,
también se discutieron hace pocos días en la Cumbre de Presidentes de la
Comunidad Sudamericana de Naciones en Brasilia y hubo un capítulo
específico a los temas de la libertad, de la democracia, de la seguridad
ciudadana, de los derechos humanos.
Entonces aplicando estas definiciones conceptuales y
estas acciones concretas podemos decir, sin ningún lugar a dudas que no
hay democracia sin libertad y no hay libertad sin justicia.
En consecuencia, como quizás aquí también no vamos a
eludir este tema, que también debe ser necesariamente analizado, que es
el tema de la asignación de los recursos para la Justicia, en un país
donde quizás tengamos esa discusión pendiente porque naturalmente en la
elaboración de la asignación de los recursos en un presupuesto, no todas
las cosas se pueden satisfacer de acuerdo a lo que uno desearía atender,
sobre todo en virtud de la situación con la cual el país se encuentra
desde varios puntos de vista y no es del caso discutir acá.
Pero lo que sí quiero decir, es que estos son temas
que están estrechamente vinculados entre sí que el gobierno tiene la
firme voluntad y determinación de abordarlos desde una perspectiva de
democracia participativa con el involucramiento de los actores y de la
sociedad civil para hacer de el Uruguay lo que siempre hemos soñado. El
otro día yo decía-ojalá, algún día volvamos a ser alguien en el mundo
que nos reconozca, otra vez como la "Suiza de América"-. La verdad es
que he cambiado de concepto y preferiría que en otros continentes a
otros países que respetaran los Derechos Humanos, que trataran los temas
de equidad, que se preocuparan por la pobreza y por solucionar los
problemas de la misma , dijeran- este es el Uruguay de tal continente,
eso me gustaría más, ese sería el desafío que nosotros tenemos
planteado. Muchísimas gracias, felicitaciones y mucho éxito. |