1. Los Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad
Iberoamericana de Naciones reunidos en su XV Cumbre en Salamanca,
España, los días 14 y 15 de octubre de 2005, ratificamos la totalidad
del acervo iberoamericano integrado por los valores, principios y
acuerdos que hemos aprobado en las anteriores Cumbres. Éstos se
sustentan en la plena vigencia y el compromiso con los propósitos y
principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, en nuestra
adhesión al Derecho Internacional, la profundización de la democracia,
el desarrollo, la promoción y protección universal de los derechos
humanos, el fortalecimiento del multilateralismo y de las relaciones de
cooperación entre todos los pueblos y naciones, y el rechazo a la
aplicación de medidas coercitivas unilaterales contrarias al Derecho
Internacional.
2. Damos la bienvenida a Andorra como nuevo miembro
que comparte plenamente la identidad y los criterios de participación
del Sistema de Cumbres. Andorra estará representada en las Cumbres por
su Jefe de Gobierno.
3. Decidimos poner en marcha la Secretaría General
Iberoamericana, como órgano permanente de apoyo para la
institucionalización de la Conferencia Iberoamericana, y felicitamos a
su primer titular, D. Enrique V. Iglesias. Confiamos en la Secretaría
General para impulsar los objetivos establecidos en el Convenio de Santa
Cruz de la Sierra encaminados a fortalecer la cooperación
iberoamericana, la cohesión interna y la proyección internacional de la
Comunidad Iberoamericana de Naciones. Apoyamos el Programa de Trabajo de
la SEGIB propuesto por el Secretario General, al que se unirán las
actuaciones consensuadas que le hemos encomendado en nuestras Reuniones
de Trabajo.
4. Reafirmamos el compromiso de la Comunidad
Iberoamericana con el Derecho Internacional y con un multilateralismo
eficaz, al que queremos contribuir de manera relevante. Nos
comprometemos a apoyar activamente una amplia reforma del sistema de
Naciones Unidas que, sobre la base de los principios de eficiencia,
participación, transparencia, representatividad, igualdad soberana y
democratización, potencie su papel en la prevención de amenazas, el
mantenimiento de la paz y seguridad internacionales y la promoción del
desarrollo económico y social. En este sentido, manifestamos nuestro
reconocimiento a la labor del Secretario General de Naciones Unidas en
ocasión del 60 aniversario de la Organización.
5. Tras conversar en video conferencia en la primera
sesión de trabajo con los Presidentes de Guatemala, El Salvador y
Nicaragua, expresamos nuestro profundo pesar por las graves pérdidas
humanas producidas por el huracán Stan.
Destacamos la respuesta solidaria y nuestra voluntad
de reducir la vulnerabilidad y avanzar en la reconstrucción y
transformación de Centroamérica.
6. La democracia constituye un factor de cohesión del
espacio iberoamericano. Consideramos que es necesario desarrollar una
agenda iberoamericana que refuerce la calidad de nuestras democracias y
su capacidad de responder a las expectativas de los ciudadanos en
términos de protección de sus derechos y satisfacción de sus necesidades
socioeconómicas. En este sentido nada es más urgente que lograr un
desarrollo sostenible y enfrentar los desafíos de la pobreza y la
desigualdad. Se necesita, por tanto, realizar esfuerzos de
fortalecimiento institucional, y diseñar e implementar políticas
públicas de inclusión social, centradas en la educación y el derecho al
trabajo en condiciones de dignidad, y en un contexto de creciente
productividad, para todos los ciudadanos, que contribuyan a la reducción
de la mortalidad infantil y la desnutrición crónica, y universalicen el
acceso a los servicios de salud.
Para lo anterior, y en el marco de los Objetivos de
Desarrollo del Milenio, y después de haber examinado la situación
socioeconómica y política de nuestros países, solicitamos a la SEGIB que
de seguimiento a los siguientes acuerdos:
a. respaldar las diversas iniciativas encaminadas a
eliminar el hambre y la pobreza;
b. impulsar en el seno de la comunidad
iberoamericana, y en terceros países, los programas de canje de deuda
por educación y otras inversiones sociales;
c. establecer un diálogo permanente en materia de
inversiones, expansión de la base empresarial, y acceso al crédito y la
asistencia técnica;
d. concertar acciones para expandir la cooperación
internacional, incluyendo a los países de renta media, y eliminar las
asimetrías del sistema financiero y comercial internacional, así como el
peso de la deuda externa;
e. apoyar a los países a enfrentar las consecuencias
de los cambios en el mercado energético, y en ese contexto celebrar una
reunión especializada sobre fuentes de energía renovables;
f. impulsar programas de cooperación en el campo de
la salud que ayuden a combatir las pandemias y enfermedades curables;
g. dar respaldo a la consolidación de la Red
Iberoamericana de Cooperación Judicial para, entre otros aspectos,
enfrentar mejor el narcotráfico, la corrupción y la delincuencia
transnacional organizada;
h. preparar un estudio que permita tener en cuenta
las diferencias que existen dentro de la comunidad iberoamericana con el
fin de aplicar el principio de solidaridad para resolver las asimetrías
existentes;
i. dar seguimiento a la iniciativa del Gobierno de la
República Bolivariana de Venezuela para el establecimiento de un Fondo
Humanitario.
7. Las migraciones, que nos implican a todos ya sea
como sociedades emisoras, de tránsito o receptoras, son un fenómeno
global, cada vez más intenso, diverso y complejo, que está influyendo en
la configuración política, económica, social y cultural de nuestras
sociedades. Es, también, un hecho que plantea desafíos en términos del
reconocimiento y aceptación de la diversidad, la integración
socio-económica, el desarrollo del capital humano y el tratamiento de
las remesas para que se conviertan en elementos productivos y de
transformación positiva de los países receptores, facilitando así el
retorno de los migrantes. En algunos países iberoamericanos parte
importante de los grupos involucrados son indígenas y afrodescendientes.
El éxito en la gestión de este complejo fenómeno se halla vinculado con
nuestra capacidad para diseñar un marco iberoamericano de migraciones
basado en la canalización ordenada y la regularización inteligente de
los flujos migratorios, la cooperación contra el tráfico y la trata de
personas, y, además, en la responsabilidad de cada país por el diseño de
las políticas públicas al respecto.
Considerando lo anterior nos comprometemos a:
a. coordinar políticas comunes para la canalización y
el tratamiento ordenado de los flujos migratorios;
b. desarrollar, con el apoyo de la sociedad civil, un
programa de acciones públicas que promuevan el respeto a los derechos
humanos de los migrantes y de sus familias, su integración, y el respeto
de los derechos en los países de destino;
c. promover el valor de la diversidad y el respeto a
la dignidad humana, en el marco del Estado de Derecho, como elementos
esenciales del trato a los emigrantes, y erradicar cualquier modalidad
de discriminación en contra suya;
d. promover experiencias de desarrollo que vinculen a
los inmigrantes y sus familiares con los esfuerzos para potenciar el
desarrollo en sus áreas de origen;
e. desarrollar políticas conjuntas entre países
emisores, receptores y de tránsito que favorezcan y faciliten también
procesos temporales de migración laboral, con estímulos adecuados de
promoción, capacitación y ahorro para su retorno en mejores condiciones.
Para avanzar en esos objetivos, encargamos a la SEGIB
la preparación y convocatoria de un Encuentro Iberoamericano sobre
Migraciones, que deberá celebrarse antes de la próxima Cumbre
Iberoamericana, y que en coordinación con la Organización Iberoamericana
de Seguridad Social (OISS), y con el apoyo de las agencias
especializadas del sistema de las Naciones Unidas, apoye el proceso de
preparación y suscripción de un Convenio Iberoamericano de Seguridad
Social.
8. La diversidad, dimensión y carácter birregional
otorgan a la Comunidad Iberoamericana un una gran potencialidad como
socio activo en el escenario internacional. Somos conscientes de la
necesidad de reforzar nuestros mecanismos de diálogo y concertación para
poder materializar ese potencial. Consideramos que la efectiva
participación de nuestros países en un multilateralismo activo será una
contribución a la seguridad, la paz, el desarrollo y la defensa del
Derecho Internacional.
En atención a lo anterior, decidimos que la SEGIB:
a. de seguimiento a la gestión para la incorporación
de la Conferencia Iberoamericana a la organización de Naciones Unidas en
calidad de organismo observador;
b. examine las posibilidades de cooperación de la
Conferencia Iberoamericana con otras organizaciones internacionales que
sean relevantes para la proyección y consolidación del espacio
iberoamericano fortaleciendo particularmente el trabajo conjunto con los
demás organismos iberoamericanos, y que presente propuestas concretas al
respecto a las instancias pertinentes de la Conferencia Iberoamericana;
c. gestione la vinculación formal de la Conferencia
Iberoamericana a la iniciativa de la Alianza de las Civilizaciones;
d. apoye los procesos de integración regional y
subregional, e impulse las negociaciones sobre acuerdos con la Unión
Europea;
e. colabore en la preparación de la próxima Cumbre
Unión Europea-América Latina y el Caribe, que se realizará en Viena en
2006;
f. apoye el proceso de acercamiento de posiciones de
los países iberoamericanos en las negociaciones comerciales
internacionales.
9. Hemos sido informados de los resultados del Foro
Parlamentario Iberoamericano que constituyen una aportación valiosa de
los representantes de las ciudadanías de Iberoamérica a los trabajos de
la Cumbre. Este Foro contribuirá de forma significativa a la
consolidación de la Comunidad Iberoamericana de Naciones.
10. Tomamos nota de las conclusiones del Encuentro
Empresarial y del Encuentro Cívico de dar continuidad a estos foros en
el marco de las Cumbres Iberoamericanas y destacamos la convergencia en
los enfoques en cuatro ámbitos principales: la institucionalidad garante
de la gobernabilidad democrática y de la protección de los derechos
humanos; la importancia de las inversiones para el desarrollo y su
impulso en un marco de seguridad jurídica, responsabilidad ambiental y
social; la necesidad de que la cooperación oficial al desarrollo se
vincule a estrategias de reducción de la pobreza y a los Objetivos de
Desarrollo del Milenio recogiendo la realidad de los países de renta
media; y la voluntad de que la Comunidad Iberoamericana apoye los
procesos de integración regional y subregional y sea un actor relevante
en las negociaciones para un sistema mundial de comercio más abierto,
justo y equitativo.
Encomendamos al Secretario General Iberoamericano que
atienda las recomendaciones de estos foros.
11. Respaldamos las conclusiones de las Reuniones
Ministeriales y Sectoriales que integran la Conferencia Iberoamericana
que trataron temas de la Administración Pública y Reforma del Estado,
Vivienda y Urbanismo, Turismo, Agricultura, Infancia y las demás
Reuniones que han ayudado a adoptar las decisiones que se recogen en
algunos de los siguientes párrafos.
12. Con el objetivo de ampliar las inversiones que
promuevan la inclusión social y de contribuir al alivio de la deuda
externa en América Latina, y en el marco de la búsqueda de mecanismos
innovadores, nos comprometemos a animar al mayor número de acreedores
bilaterales y multilaterales a la utilización del instrumento de
conversión de deuda por inversión social y, en especial, en educación.
En esa línea, nos comprometemos a continuar el
ejercicio de debate y reflexión conducente a la adopción de un Pacto
Iberoamericano por la Educación, en la línea de la Declaración de
Toledo, para la promoción de un desarrollo con equidad y justicia
social.
13. Nos proponemos avanzar en la creación de un
Espacio Iberoamericano del Conocimiento, orientado a la necesaria
transformación de la Educación Superior, y articulado en torno a la
investigación, el desarrollo y la innovación, condición necesaria para
incrementar la productividad brindando mejor calidad y accesibilidad a
los bienes y servicios para nuestros pueblos así como la competitividad
internacional de nuestra región. A tal fin, solicitamos a la Secretaría
General Iberoamericana que, junto a la Organización de Estados
Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y el
Consejo Universitario Iberoamericano (CUIB), trabajen en la necesaria
concertación político-técnica para poner en marcha ese proyecto.
En este espacio se deben incluir acciones de
investigación respecto de planes regionales y el intercambio de
experiencias en materia de alfabetización para lograr la enseñanza
primaria universal. A tal efecto instruimos a la SEGIB a que en base a
las experiencias en curso en la región presente a los Estados miembros
un Plan Iberoamericano de Alfabetización con el objeto de poder declarar
la región iberoamericana "territorio libre de analfabetismo" entre el
año 2008 y el 2015.
14. Decidimos elaborar, tomando en cuenta las Bases
que figuran en anejo a esta Declaración, y otros aspectos pertinentes de
la vida cultural de nuestros países, una Carta Cultural Iberoamericana
que, desde la perspectiva de la diversidad de nuestras expresiones
culturales, contribuya a la consolidación del espacio iberoamericano y
al desarrollo integral del ser humano y la superación de la pobreza.
15. Asimismo, procederemos a la creación de un fondo,
financiado con aportaciones voluntarias de los países miembros, que
estimule la coproducción y la realización de contenidos televisivos de
alta calidad cultural, así como la formación de profesionales.
16. Acordamos promover acciones e iniciativas
concretas para la realización universal del derecho a la salud,
colocando este objetivo en el centro de la agenda política de nuestros
países y de la cooperación iberoamericana. En este sentido decidimos
crear redes temáticas iberoamericanas de cooperación en donación y
transplantes, en políticas de medicamentos, en la lucha contra el
tabaquismo y en enseñanza e investigación en la salud pública.
17. Decidimos iniciar el proceso de elaboración de un
Convenio Iberoamericano de Seguridad Social con el objetivo de
garantizar los derechos de Seguridad Social de los trabajadores
migrantes y sus familias.
18. Se encargó a la Organización Iberoamericana de la
Juventud la elaboración de un Plan de Cooperación e Integración de la
Juventud para asegurar y promocionar los derechos de los jóvenes y
potenciar la integración entre las nuevas generaciones de
iberoamericanos.
Celebramos la adopción por diecisiete Estados
Miembros de la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes, la
cual debe contribuir al fortalecimiento de las políticas públicas para
la protección de los derechos de los jóvenes.
19. Constatamos la urgente necesidad de adoptar
nuevas tecnologías, mayores recursos y nuevos métodos para la gestión
integrada de los recursos hídricos, para adaptarnos al cambio climático
y para la gestión de residuos. Asimismo reconocemos la importancia que
tiene para la región promover el uso sostenible de nuestros recursos
naturales, el desarrollo de energías renovables y el papel de los
Mecanismos de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kioto como instrumento
de cooperación entre las partes. Expresamos nuestra voluntad de
incorporar estos temas en las políticas de desarrollo regionales.
20. Resaltamos las acciones y resultados del
Encuentro de Ministros de Transporte e Infraestructuras de Iberoamérica,
en particular la coordinación de programas de formación y capacitación
existentes en la materia, y los instamos a que sigan cooperando en las
importantes cuestiones de infraestructuras y transporte.
21. Destacamos los avances en la coordinación y
gestión de la Red Iberoamericana de Ministros de la Presidencia y
Equivalentes y en la elaboración de un Sistema de Información
Estratégica para los Jefes de Gobierno, así como las medidas adoptadas
para fortalecer la Escuela Iberoamericana de Gobierno y Políticas
Públicas (IBERGOP), resultantes de la IX Reunión de Ministros de la
Presidencia y Equivalentes.
22. Destacamos la importancia del Reglamento que
regula la composición, competencias y funcionamiento de la Red
iberoamericana de Cooperación Judicial, para articular y consolidar un
Espacio Iberoamericano de Justicia.
23. Reafirmamos nuestro compromiso de generar las
condiciones propicias en torno a la creación de más y mejores empleos.
En este sentido, otorgamos al trabajo decente, como derecho humano, un
lugar central en la agenda iberoamericana por su importante contribución
al desarrollo económico y social y como forma de impulsar una
distribución más equitativa de los beneficios del crecimiento económico,
favoreciendo la inclusión social, el respeto de los derechos de los
trabajadores y un aumento de los niveles de vida de nuestras
poblaciones.
24. Valoramos la posición respecto a la Ayuda Oficial
al Desarrollo con los países de renta media recogida en la declaración
de la Cumbre de Jefes de Estado de Naciones Unidas y encomendamos a la
SEGIB realizar el seguimiento de esta temática, profundizando en la
caracterización y tratamiento de los distintos niveles de desarrollo
humano, con especial atención a los países más pobres y vulnerables.
25. Estamos comprometidos con el reconocimiento, la
promoción y la protección de los derechos de los pueblos indígenas por
lo que reiteramos nuestro apoyo al fortalecimiento del Fondo Indígena
cuya experiencia, entre otras, será de utilidad para la SEGIB en sus
actuaciones de cooperación. La SEGIB integrará la perspectiva indígena y
afrodescendiente en sus actuaciones de cooperación e impulsará el
enfoque de género como un eje transversal de la cooperación
iberoamericana a través de acciones y proyectos en esta dirección.
26. Nos complace dejar constancia de la decisión de
Brasil de establecer la lengua española como materia de oferta
obligatoria en el currículo escolar de la enseñanza secundaria del país.
Esta medida contribuirá de manera muy positiva a la afirmación de los
procesos de integración suramericana y latinoamericana, y favorecerá
asimismo a la consolidación del espacio iberoamericano. Manifestamos,
igualmente, nuestra voluntad de impulsar la difusión de la lengua
portuguesa en los países iberoamericanos de lengua española.
27. Agradecemos y aceptamos el ofrecimiento del
Gobierno de la República Oriental del Uruguay para realizar en 2006 la
XVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.
28. Asimismo agradecemos y aceptamos el ofrecimiento
del Gobierno de la República de Chile para realizar en 2007 la XVII
Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.
29. Expresamos nuestro beneplácito por la propuesta
de la República Argentina de convertir la ciudad de Buenos Aires en la
sede de la Cumbre Iberoamericana del año 2010. En ese año, doblemente
simbólico, la ciudad de Buenos Aires y la República Argentina celebrarán
los doscientos años del establecimiento a orillas del Plata del primer
Gobierno patrio, y las Cumbres llegarán a su vigésima edición, una
consonancia que da más sentido al ofrecimiento, que los Estados miembros
considerarán en su momento.
30. Agradecemos el ofrecimiento de la ciudad de Cádiz
de acoger la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en
el 2012, coincidiendo con la conmemoración de la aprobación en aquella
ciudad de la primera Constitución española en 1812. Los Estados Miembros
tomarán una decisión sobre el particular en el momento oportuno y por
los procedimientos habituales.
31. Los Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad
Iberoamericana de Naciones agradecemos la cálida hospitalidad de España,
de su Gobierno, de la ciudad de Salamanca y de su Universidad con motivo
de la celebración de esta XV Cumbre. Expresamos nuestros sinceros
afectos y felicitación a Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I con
ocasión del trigésimo aniversario de su proclamación como Rey de España.
Los Jefes de Estado y de Gobierno de los países
iberoamericanos suscriben la presente Declaración, en dos textos
originales en idiomas español y portugués, ambos igualmente válidos, en
Salamanca a 15 de octubre de 2005.