URUGUAY TIENE Y OFRECE REGLAS CLARAS
El Presidente Vázquez ratificó el clima favorable a
la inversión que ofrece nuestro país, destacando la importancia de
bienes intangibles como la educación de los uruguayos y su compromiso
con la tolerancia y democracia; "no es necesario apelar a procedimientos
venales para invertir y hacer buenos negocios que beneficien a
inversores y a la sociedad", dijo.
En el marco de la Cena de Gala en su honor, ofrecida
por la IBERO-AMERIKA-VEREIN e.V. (Asociación Iberoamericana), con motivo
del "Día de las Américas", en Berlín y frente a representantes de dicha
Asociación, de la Cámara de Comercio y autoridades de Hamburgo, el
Presidente Tabaré Vázquez destacó que "en el Uruguay no es necesario
apelar a los sobornos u otros procedimientos venales para invertir y
hacer buenos negocios que beneficien a los inversores y a la sociedad".
Vázquez específico que "no existen vacunas contra la
corrupción y ningún gobierno es inmune a este flagelo, pero si a alguno
de ustedes alguna vez algún funcionario del Estado uruguayo les exige
una dádiva, por favor, denúncienlo de inmediato, avísenme apenas suceda
para tomar las medidas del caso", agregó.
"Una de las metas del gobierno que presido es
promover las inversiones"; nuestro país y su Gobierno ofrecen un
ambiente favorable a las mismas porque ofrece "una programación
macroeconómica equilibrada y consistente; no hay discriminación entre
inversores nacionales y extranjeros; se respetan los contratos y se
cumple con las obligaciones; hay regímenes promocionales en distintas
áreas de la actividad productiva que conceden beneficios al inversor",
dijo.
Asimismo habló sobre "exoneraciones fiscales y
exenciones arancelarias para la importación de bienes asociados al
proyecto de inversión", destacando que "hay también oportunidades de
asociación entre empresas públicas y capitales privados para modernizar
y dotar de mayor competitividad a las empresas ya existentes".
Nuestra sociedad cuenta con "bienes intangibles como
la educación de nuestra gente, su concepción del trabajo, compromiso con
la tolerancia; los empresarios no necesitan custodias ni coches
blindados para sentirse seguros", subrayó.
El Mandatario sostuvo que "el Uruguay promueve una
profunda reforma del Estado, más dinámico, calificado, inclusivo,
vigoroso y eficiente, así como políticas de especialización productiva,
estando fuertemente comprometido con la integración regional a través
del MERCOSUR".
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, TABARÉ
VÁZQUEZ, EN EL MARCO DE LA CENA DE GALA EN SU HONOR, OFRECIDA POR LA
IBERO-AMERIKA-VEREIN e.V. (ASOCIACIÓN IBEROAMERICANA), CON MOTIVO DEL
DÍA DE LAS AMÉRICAS, REALIZADO EN LA CÁMARA DE COMERCIO DE HAMBURGO
(MATERIAL SIN CONTROL CON AUDIO)
PRESIDENTE VÁZQUEZ: Dr. Jurgen Harnish, Presidente de
la Asociación Ibero–América; Dr. Karl Joachim Dreyer, Presidente de la
Cámara de Comercio de Hamburgo; Dr. Wolfang Peiner, Presidente de las
Autoridades de Hamburgo; señoras y señores.
Agradezco a la Asociación Ibero-América la
convocatoria y realización de este encuentro con motivo del "Día de las
Américas". Agradezco también a las instituciones que adhieren a esta
actividad y todos ustedes por participar en la misma.
Me acompañan los señores: Reinaldo Gargano, Ministro
de Relaciones Exteriores; Danilo Astori, Ministro de Economía y
Finanzas; Víctor Rossi, Ministro de Transporte y Obras Públicas; Jorge
Lepra, Ministro de Industria, Energía y Minería; José Mujica, Ministro
de Ganadería, Agricultura y Pesca; Fernando Puntigliano, Presidente del
Directorio de la Administración Nacional de Puertos. También me acompaña
la señora Zulma Guelman, Embajadora de nuestro país en la República
Federal de Alemania.
Ante la imposibilidad de abordar todos los temas
respecto a los cuales tenemos inquietudes comunes, haré referencia a
algunos cuya exposición estimo especialmente pertinente en este ámbito.
Y lo haré lo más brevemente posible. Luego, si
ustedes lo consideran necesario, podremos profundizar algunos aspectos
de esta intervención o referir a otros no directamente contemplados en
la misma.
Este encuentro no es casual si se tiene en cuenta que
los primeros mapas del continente del cual yo vengo, fueron publicados a
principios del siglo XVI por un cosmógrafo alemán llamado Martín
Waldseemuller.
Fue él, precisamente, quien denominó América a ese
continente que por entonces no tenía nombre y que aún durante la
dominación colonial España optó por seguir llamando "Nuevo Mundo",
"Provincias ultramarinas" o "Indias".
No es casual si se tiene en cuenta que esta
Asociación Ibero–América dedicada a la promoción del comercio y la
inversión de sus miembros en América Latina, el Caribe y la Península
Ibérica, fue fundada en 1916 en esta ciudad que, producto de una
vocación que se remonta al siglo XII, es hoy el puerto más grande de
Europeo y la principal plaza del comercio exterior alemán.
Tampoco es casual si se tienen en cuenta el contexto
del mundo actual, la realidad específica de Alemania y Uruguay y la
amistad que une a nuestros gobiernos y pueblos.
Amigas y amigos, no es necesario describir la
situación económica y social que vive el Uruguay, un país de casi
188.000 km2 de superficie y poco más de tres millones de
habitantes.
Ustedes la conocen. Saben que la realidad actual de
ese país que alguna vez pareció ser -pero nunca fue- "la Suiza de
América", es el resultado de una combinación de circunstancias externas
y de importantes fragilidades estructurales internas agudizadas durante
las últimas décadas.
Saben también que en las Elecciones Nacionales
realizadas en octubre de 2004, la ciudadanía uruguaya expresó soberana y
categóricamente su voluntad de revertir esta situación mediante un
proceso de cambios que suponga no sólo resolver las dificultades del
presente, sino también promover y articular en clave de democracia una
estrategia de país en términos de mediano y largo plazo.
La voluntad de la ciudadanía uruguaya es para
nosotros un mandato inexcusable; un mandato que se expresa en una
estrategia de país que sistematizamos en cinco grandes áreas que se
convocan mutuamente y que pueden enumerarse de la siguiente manera:
1º- El Uruguay social, porque la mayor riqueza de un
país es su propia gente y en el nuestro aproximadamente un millón de
uruguayos vive en condiciones de pobreza y desamparo social.
2º- El Uruguay productivo, porque para emprender la
senda de un desarrollo sostenible, Uruguay necesita reorganizar su
economía, mejorar su Estado, establecer reglas de juego claras entre
éste y el mercado, recalificar el valor del trabajo, generar empleo,
producir, competir y vender.
3º- El Uruguay inteligente, porque para producir,
competir y vender en el mundo actual hay que apostar a la educación, a
la investigación científica, al avance tecnológico y a la innovación
como creación de nuevas herramientas, productos, bienes, servicios y
formas de organizar el trabajo de forma tal que éste sea más calificado
y competitivo.
4º- El Uruguay democrático, porque nosotros creemos
en la sociedad. Asumimos su compleja diversidad sin dramatismos pero con
el compromiso de gestionarla democráticamente. Es que a la gente, más
que invocarla, hay que convocarla e involucrarla en los asuntos que
hacen a su propia vida. Tal es, al fin y al cabo, la mayor
responsabilidad de los gobernantes.
5º- El Uruguay integrado a la región y al mundo,
porque ningún país –y menos aún uno como el nuestro- puede darse el
lujo de la soledad. Tampoco ignoramos la complejidad del mundo actual y
de los procesos de integración, pero somos de los que piensan que el
presente, aún con sus dificultades, está preñado de oportunidades que no
debemos desaprovechar.
Estas son, muy esquemáticamente enunciadas, las cinco
áreas complementarias entre sí de nuestro Programa de Gobierno, y de la
estrategia de país que el Gobierno Nacional propone a la ciudadanía
uruguaya.
Amigas y amigos, esta Asociación Iberoamericana tiene
una trayectoria casi centenaria en la promoción del comercio y la
inversión en América Latina, el Caribe y la Península Ibérica. Ambos
-inversiones y comercio- son factores centrales en el proyecto de
desarrollo productivo sostenible que se ha planteado el Uruguay.
Y es en ese sentido que una de las metas del Gobierno
que presido es promover las inversiones. Aún en el contexto de las
fuertes restricciones fiscales existentes, en el Proyecto de Ley de
Presupuesto Nacional, actualmente a consideración del Parlamento
proponemos cierta inversión pública en infraestructura.
Pero ello, siendo importante y lo máximo posible en
las actuales circunstancias, no es suficiente: también nos interesa
promover la inversión privada.
A tales efectos, el Uruguay y su gobierno ofrecen un
clima favorable a la inversión que se expresa de diversas maneras. Entre
ellas:
1º- Una programación macroeconómica equilibrada y
consistente.
En materia de política monetaria ofrecemos
previsibilidad al valor de la moneda por la vía de procurar equilibrar
la creación del dinero con la demanda, controlando la expansión de la
base monetaria a los efectos de alcanzar un nivel determinado de
inflación.
En materia de política fiscal nos orientamos a operar
tanto sobre la estructura de los ingresos como de los gastos de sector
público, a los efectos de garantizar una estructura impositiva más
eficiente y equitativa, y un gasto público más sesgado hacia la atención
de planes sociales prioritarios y de inversión pública.
Y en materia de política cambiaria respetamos la
razón de ser de la misma, que es disminuir la incertidumbre asociada a
la evolución del tipo de cambio.
Los lineamientos de política fiscal y monetaria ya
enunciados son consistentes con un régimen cambiario con mercado de
libre acceso y con un tipo de cambio flexible.
2º- En Uruguay no hay discriminación entre inversores
nacionales y extranjeros.
La legislación de nuestro país garantiza igualdad de
tratamiento a las inversiones uruguayas y no uruguayas. Existe también
libre repatriación de utilidades.
3º- El Uruguay respeta los contratos y cumple sus
obligaciones.
Nunca, ni aún en las más difíciles circunstancias,
nuestro país ha dejado de honrar sus compromisos y este Gobierno
mantiene esa conducta.
4º- En Uruguay hay regímenes promocionales en
distintas áreas de la actividad productiva que conceden beneficios al
inversor.
Básicamente se trata de exoneraciones fiscales y
exenciones arancelarias para la importación de bienes asociados al
proyecto de inversión.
Hay también oportunidades de asociación entre
empresas públicas y capitales privados para modernizar y dotar de mayor
competitividad a las empresas ya existentes.
5º- El Uruguay promueve una profunda reforma del
Estado.
No se trata de más o menos Estado, sino de un Estado
más dinámico, calificado, inclusivo, vigoroso y eficiente, tanto en la
resolución de los problemas como en la asignación de recursos,
prestación de servicios públicos y creativo en la generación de
oportunidades.
Apuntamos a un Estado proactivo ante los retos del
futuro y capaz de articular al resto de los agentes económicos, lo que
no es incompatible con un mercado comprometido con la sociedad.
Estamos trabajando en tal sentido. Por lo pronto, y
rompiendo con cierta tradición de repartir los cargos de dirección de
las empresas públicas y Entes Autónomos entre amigos y políticos
desocupados, hemos designando en la dirección de las empresas públicas a
personas ética y técnicamente competentes para tan importante tarea.
Aquí, en este recinto, hay un ejemplo de ello que
probablemente algunos de ustedes ya conocen: el Dr. Ing. Fernando
Puntigliano, quien durante varios años realizó investigaciones en
ingeniería naval en el Canal de Pruebas de Hamburgo y de desarrollo
tecnológico en la Compañía Mann/Tecnología, y que ahora, vuelto a
Uruguay, se desempeña como Presidente del Directorio de la
Administración Nacional de Puertos.
6º- El Uruguay promueve políticas de especialización
productiva que superando falsos antagonismos tales como "país natural o
país tecnológico", desarrollen sectores estratégicos tales como el
agropecuario, la biotecnología, las tecnologías de la información y
comunicación, las industrias culturales y el turismo.
7º- El Uruguay está fuertemente comprometido con la
integración regional.
Nuestro gobierno apuesta fuertemente al MERCOSUR en
términos de fortalecimiento de su propia institucionalidad, unión
aduanera, complementación de procesos productivos, accesibilidad a los
mercados, integración física y energética, preservación de recursos
naturales y respeto al medioambiente, complementación científica y
tecnológica, integración cultural e integración social.
Queremos más y mejor MERCOSUR, pero ello no es
excluyente de un amplio esquema de relacionamiento internacional basado
en un decidido compromiso con la paz, la soberanía, la democracia y la
solidaridad; el firme rechazo a todo tipo de terrorismo, violencia o
discriminación; el respeto al Derecho Internacional, la reafirmación del
multilateralismo y el reconocimiento a la indivisibilidad de todos los
derechos humanos y el inalienable derecho de las naciones al desarrollo.
En este contexto, pues, se inscriben y esperamos sean
visualizadas nuestra firme disposición a concretar el Acuerdo de
Asociación entre el MERCOSUR y la Unión Europea como instrumento para
desarrollar el comercio y la cooperación entre ambas regiones sobre
condiciones de igualdad, así como nuestra voluntad de fortalecer las
relaciones bilaterales entre Uruguay y Alemania.
Amigas y amigos, podría enumerar otros factores de
ese clima favorable a la inversión que ofrecen nuestro país y su
Gobierno.
Pero todos ellos, siendo importantes, no serían
suficientes si no existieran otros dos factores que son también bienes
intangibles que caracterizan a la sociedad uruguaya: uno es la educación
de nuestra gente; su concepción del trabajo como valor social y ética de
vida; así como el compromiso de los uruguayos con la tolerancia, el
respeto al semejante y la convivencia democrática.
Lo que hace grande a nuestro pequeño país es que para
los uruguayos la democracia no solamente es una forma de gobierno, sino
también un estado de la sociedad en el cual todos tenemos derechos y
responsabilidades.
En el Uruguay, los empresarios no necesitan custodias
ni coches blindados para sentirse seguros.
El otro bien intangible favorable al clima de
inversiones que ofrece el Uruguay es un tanto difícil de expresar con
palabras. Digámoslo así: nuestro país tiene y ofrece reglas claras para
todos.
En el Uruguay no es necesario apelar a sobornos u
otros procedimientos venales para invertir y hacer buenos negocios que
beneficien a los inversores y a la sociedad.
Por cierto que no existen vacunas contra la
corrupción y ningún gobierno es inmune a este flagelo, pero si a alguno
de ustedes, alguna vez algún funcionario del Estado uruguayo les exige
una dádiva, por favor, denúncienlo de inmediato, avísenme apenas suceda
para tomar las medidas del caso.
Amigas y amigos, para finalizar, agradezco nuevamente
a la Asociación Ibero–América y a todos ustedes la oportunidad que nos
ha dado de encontrarnos para intercambiar opiniones y compartir
esperanzas y compromisos.
Porque eso es el Uruguay para nosotros: una hermosa
esperanza y un gran compromiso.
Y en nombre de esa esperanza y de ese compromiso,
ofrecemos lo mismo que encontraron muchos inmigrantes –entre ellos no
pocos alemanes- que en el pasado llegaron a nuestra tierra buscando en
ella un futuro mejor: les ofrecemos la dignidad de un pueblo
hospitalario y sencillo; les ofrecemos nuestra irrenunciable vocación de
paz, democracia, justicia y solidaridad; y queremos compartir con
ustedes la posibilidad de trabajar juntos por el bien de todos.
Muchas gracias. |