04/11/05


AL INVERSOR NO SE LE PUEDE ESPERAR, HAY QUE IR A BUSCARLO
El Ministro Danilo Astori dio una disertación durante el almuerzo organizado por los exportadores con motivo del Día de la Exportación, oportunidad en la que ratificó el rumbo económico del gobierno, rechazó que hubiera atraso cambiario e instó a reflexionar sobre el rol social existente en el tipo de cambio.

Astori hizo hincapié en la necesidad de desarrollar una política comercial agresiva, en el sentido de que no se debe esperar al inversor, sino que hay que ir a buscarlo allí donde se encuentre.

Por otra parte, elogió el auspicioso ritmo de la venta hacia el exterior de lo que denominó servicios no factoriales.

Respecto a las medidas que se han puesto en práctica y aquellas que implementarán en breve lapso, Astori dijo que se trata de "medidas de corto plazo que vamos a poner en práctica, que estamos poniendo en práctica, una ya está en vigencia: hemos admitido la deducción de las pérdidas activas, por descenso del tipo de cambio nominal, a los efectos del cálculo del Impuesto a la Renta de Industria y Comercio. Esa medida, reitero, está en práctica hace tres semanas. La segunda, que va anunciarse seguramente el Ministro de Turismo en las próximas horas: vamos a reducir sustancialmente el Impuesto al Valor Agregado para todos aquellos bienes y servicios en los que el comportamiento del ingreso de turismo en el país tiene una incidencia relevante".

En relación a esta última medida dijo que, obviamente, mejora la competitividad de la producción nacional en un rubro muy importante, "ese rubro que entre otras cosas está colaborando para que el Uruguay mantenga -por primera vez en mucho tiempo- un saldo comercial positivo estable en su comercio con el exterior".

Astori anunció que el Banco República, con el objetivo de financiar mejores proyectos de inversión, con un criterio selectivo, con el criterio de promover la incorporación tecnológica, la incorporación de nuevos rubros y, naturalmente, reducir los costos financieros, que también inciden sobre la competitividad de la producción, "va a reducir la tasa de interés activa de los créditos al sector exportador al 4,5% en moneda extranjera; lo cual, si yo no recuerdo mal, debe ser la menor tasa de interés en moneda extranjera que conoce el país en muchos tiempos".

En este sentido, agregó que "eso vendrá acompañado por líneas de crédito para financiar proyectos seleccionados, en la aplicación de un método que el Banco va a poner en marcha inmediatamente que es la de licitar proyectos de inversión, que se verán beneficiados por estas condiciones de costo en materia de crédito".

A continuación ofrecemos el texto íntegro de las palabras del Ministro de Economía y Finanzas.

PALABRAS DEL MINISTRO DE ECONOMÍA Y FINANZAS, DANILO ASTORI, EN EL ALMUERZO ORGANIZADO POR LA UNIÓN DE EXPORTADORES CELEBRANDO EL DÍA DE LA EXPORTACIÓN

MINISTRO ASTORI: Muy buenos días a todos ustedes. Feliz Día de la Exportación y muchas gracias, por supuesto, a la Unión de Exportadores por esta invitación para reflexionar juntos sobre temas nacionales que nos importan a todos los que estamos aquí, y en particular a la conducción económica del Uruguay.

Tomo las últimas palabras de la presentación para decir que las comparto en el sentido de la reflexión serena, respetuosa y tolerante acerca de la búsqueda de los mejores caminos para el Uruguay. Y yo estoy absolutamente seguro de que la Unión de Exportadores se anota en esta línea de trabajo y naturalmente contribuirá en forma muy importante a los mejores logros a la luz del interés nacional.

Por eso estoy aquí: porque respeto muchísimo a los exportadores del Uruguay, porque creo que tenemos que mantener un diálogo permanente al respecto y porque tengo la certeza de que cuando uno trata de poner lo mejor de sí para lograr los mejores resultados para el Uruguay, seguramente lo obtiene en un país de estas características, que nos ofrece tanto a todos para avanzar y alcanzar el desarrollo al que todos aspiramos.

Por eso, lo del título: las exportaciones en una estrategia de desarrollo nacional. Es que consideramos desde el gobierno, a la exportación, una variable indiscutiblemente estratégica, no una variable que haya que analizar con perspectivas de corto plazo, que también hay que hacerlo, sino uno de los elementos fundamentales sobre los que descansa la visión del país a mediano y a largo plazo, el futuro del Uruguay para decirlo en palabras sencillas. Es tan importante como el desarrollo de la inversión y no es casualidad que los mencione conjuntamente. Este país ha tenido niveles estructuralmente bajos de inversión, lo cual se ha presentado históricamente asociado a una muy pobre performance de crecimiento económico.

Se trata hoy, entonces, de hacer lo más grande y lo mejor de nuestros esfuerzos para incrementar la inversión productiva. Es otra variable estratégica en un país que se nos presenta con la deuda pública más elevada e importante de su historia y acompañada por niveles de pobreza que no conocíamos hace mucho tiempo.

El Uruguay se ha empobrecido y junto con el incremento de la pobreza han avanzado, lamentablemente, la desigualdad y la marginación.

Nosotros estamos dispuestos a combatir estas malas características del Uruguay, pero sabemos que desde el punto de vista estructural hay un solo camino genuino para empezar a revertir esta mala historia, que es la de invertir y crecer generando una reversión de lo que ha sido una mala polea de transmisión en el país: los temas del empleo, tanto desde el punto de vista de su cantidad como desde el punto de vista de su calidad. La insuficiencia en la cantidad y en la calidad del empleo han sembrado pobreza y desigualdad en este país. Y el aumento de la inversión tiene que ser el camino, no sólo para incrementar las oportunidades de empleo productivo de nuestra población, sino para asegurar empleo de buena calidad. Por eso la inversión también es variable estratégica y, por eso, exportaciones e inversión tienen que ir juntas en este país con pequeño mercado interno pero una enorme potencialidad para trascenderlo, una enorme potencialidad para transformar en resultados positivos su esfuerzo exportador. Y por eso también es que queremos que vayan juntas inversión y exportación: porque interactúan y acumulan sus esfuerzos interrelacionadamente. La inversión, creando capacidad de reproducción acumulativa; la exportación, realizando ese esfuerzo y al mismo tiempo abriendo cauce a nuevos negocios, sabiendo además que es la exportación uno de los principales vehículos para contribuir a especializar a este país productivamente a altos niveles de calidad, que es el norte de la estrategia de desarrollo nacional que nos proponemos.

Ahora bien: ahora vamos a recorrer, a partir de estos conceptos, tres temas. Por supuesto, las exportaciones como variable estratégica; las reformas estructurales necesarias para impulsar este esfuerzo exportador y luego vamos a analizar temas de política económica y de competitividad, que supongo que, en una reunión con exportadores es un tema fundamental.

Allí, nos vamos a referir a diversas herramientas de la política económica -la monetaria y la cambiaria por un lado, la tributaria y la financiera por otro.

Yo quiero que ustedes sepan que a partir de las bases que hemos planteado, el gobierno, a través de su conducción económica, es absolutamente consciente de esa importancia estratégica, estará siempre buscando la mejor manera de apuntalar el desarrollo exportador del país y será consciente de su papel. Su papel no es sustituir al sector privado crear el escenario, el contexto, el rumbo, la orientación y las definiciones fundamentales para que éste se mueva con la comodidad que requiere el esfuerzo productivo y, por supuesto, obtenga los resultados favorables que le estimulan a seguir adelante.

Ese es nuestro papel, y lo vamos a cumplir. Entendemos que lo estamos cumpliendo ya, pero seremos permanentemente conscientes de la complementariedad que, a la luz de esta propuesta, tenemos que tener con el esfuerzo del sector privado.

Y obviamente, todo nuestro trabajo tiene que estar en línea con lo que es una preocupación fundamental de la producción exportable del Uruguay: sus niveles de competencia en el exterior. Su nivel de competitividad, como lo solemos llamar frecuentemente.

Ahora bien: yo les propongo esa división entre reformas estructurales y política económica y competitividad porque a mí me gustaría mucho recordar que estamos haciendo, desde el gobierno, un esfuerzo muy importante -que tal vez no se vea en lo inmediato- para diseñar y construir, una base estructural sólida para la competitividad.

Después vamos a ver que hay una tendencia casi natural a asociar competitividad con precios y en particular con el precio de la moneda extranjera. Esta bien. Pero a veces eso nos impide ver los factores de más larga duración, los factores que en economía llamamos los estructurales. Son los de mayor arraigo en la economía, son los que permanecen, son aquellos sin los cuales todas las victorias de corto plazo que se pueden obtener por la vía de los precios son efímeras. Duran poco. Hay que tener cimientos sólidos para cuando se propone uno construir y aplicar una estrategia de desarrollo. Y eso es lo que estamos tratando de hacer.

Por eso comenzamos por las reformas estructurales necesarias, y por eso yo les voy a mencionar, entre ellas, algunas que ustedes van a ver directamente vinculadas con la exportación; pero otras que no necesariamente están directamente vinculadas con la exportación porque en realidad están vinculadas con toda la sociedad, aunque tienen que ver con la exportación.

Y vamos a empezar por la primera, que es, ni más ni menos, que la de tener en cuenta que las exportaciones han venido aumentando en importancia permanentemente de acuerdo con los guarismos que estamos viendo aquí, y que por esta razón se vinculan directamente con las reformas estructurales que estamos mencionando.

Las primeras cifras nos muestran la importancia de la exportación en lo que se llama "utilización final de bienes y servicios". Estamos tomando un período relativamente reducido de ocho años. Pero ustedes ven allí cómo participan relativamente cada vez más, hasta el año pasado -que es el último para el cual tenemos información completa- en lo que es la suma de las tres variables que empujan al Producto Bruto Interno al crecimiento: el consumo, la inversión bruta interna y las exportaciones. A eso llamamos "utilización final de bienes y servicios".

Pero si las vinculamos con el Producto Bruto Interno en lo que puede ser, digamos, una relación sencilla de comprender y de apreciar, vemos que la exportación uruguaya juega un papel cada vez más importante en el Producto Bruto Interno y exige analizarla con una perspectiva estructural.

Si analizamos este crecimiento exportador hasta setiembre de 2005 respecto a igual período de 2004, podemos visualizar, en este año que no está incluido en los guarismos anteriores, un 15 % de expansión.

Si analizamos por países el destino de este crecimiento, vemos que hemos tenido una expansión de 21% -esto es, por encima del promedio de crecimiento- hacia Argentina. En Estados Unidos hay concentrado un crecimiento espectacular de las exportaciones: 39%, Brasil 4% y en Europa hay una pequeña caída en ese período, de 1,5%.

Si analizamos las solicitudes de exportación, se confirman estos guarismos de expansión: hemos conocido, hace pocas horas, las cifras de octubre que mantiene este ritmo de crecimiento y lo ubican teniendo en cuenta octubre prácticamente en el 8%, superior al de septiembre.

Por eso les decía que tenemos que ver antes que nada el problema con una visión estructural. Por eso, comencemos por aquellas reformas que en todo caso aparentemente están lejos del tema de la exportación en particular pero tienen que ver con lo mismo. Y comenzamos con la reforma del Estado, que este gobierno está llevando adelante con una perspectiva integral, teniendo en cuenta la función pública, las responsabilidades del Estado en relación con la sociedad, que se ha propuesto apoyar en una mayor solvencia técnica y profesional al frente de las instituciones públicas, estatutos objetivos y motivación, además, de capacitación para los funcionarios, descentralización de la gestión, mayor transparencia en las compras del Estado y mayor control social.

Esta reforma del Estado la venimos desarrollando en paralelo con nuestros esfuerzos en materia de reforma fiscal y tributaria. En pocas horas más vamos a estar presentando en el escenario que hemos llamado "de compromiso nacional" la reforma tributaria que proyectamos implementar en el país y que también tiene que ver con la exportación, como con toda la economía del país en su conjunto.

Tres objetivos fundamentales la orientan: los objetivos de eficiencia, de equidad y de estímulo a la inversión, lo que significa que la reforma tributaria tiene que apuntar hacia una mayor justicia en relación a la capacidad contributiva de los habitantes de este país, una mayor eficiencia en el sentido de eliminar una cantidad muy elevada de impuestos absolutamente ineficientes en el sentido de su capacidad de recaudación, aunque muy eficiente en su capacidad para complicarle la vida a todos los empresarios y, naturalmente, estímulo a la inversión productiva.

Nosotros queremos hacer una reforma tributaria que esté en línea con el estímulo a la inversión. En particular hoy les quiero decir, en línea con los esfuerzos en materia de inversión productiva orientada a la exportación, que vamos a presentar esa reforma tributaria, que es una reforma estructural y que tiene mucho que ver con los temas que estamos analizando hoy, porque es de las cosas que duran, es de las cosas sólidas, es de las cosas que no dependen de coyunturas, es de las cosas de arraigo en la economía y en la sociedad.

Por supuesto que, por mejor que diseñemos la reforma tributaria, si no tenemos una buena administración tributaria sus efectos no podrán plasmarse en resultados positivos. Por eso, antes de anunciar la reforma hemos comenzado la reforma de la administración tributaria, dándole más armas a la Dirección General Impositiva, proponiéndonos hacer la misma reforma en el sentido de profundidad y efectos en la Dirección Nacional de Aduanas y profundizando los niveles de coordinación entre las oficinas recaudadoras del país. Me estoy refiriendo a la Dirección General Impositiva, a la Dirección General de Aduanas y al Banco de Previsión Social, que por su parte viene mejorando continuamente desde este punto de vista, y a la que llamamos reforma de la administración, cuyos primeros resultados en materia de mejora de gestión y control de la evasión, ya están comenzando a generarse.

Vamos también a incluir la reforma de algunos subsectores de la seguridad social, que han tenido un impacto social muy negativo. Me estoy refiriendo a la Caja Policial, a la Caja Militar y a la Caja Bancaria, que son también metas de este gobierno.

La próxima iniciativa al respecto -que prácticamente ya está totalmente elaborado y llegará al Parlamento en las próximas horas- es la reforma de la Caja Policial. Repito: con estas reformas mejoraremos el impacto fiscal en su conjunto que esto tiene desde el punto de vista del gasto, y por lo tanto, del papel del Estado en la sociedad en su conjunto.

Y el Presupuesto que está tratando hoy el Senado, que ya fue aprobado por la Cámara de Representantes, contiene una modernización evidente del proceso presupuestal. Hemos incluido normas de responsabilidad fiscal por primera vez en la historia del país. El gasto público está limitado por ley a partir de este Presupuesto y en función y en línea con el Producto Bruto Interno.

Pero además de responsabilidad fiscal, compromisos de gestión, como los que tenemos con la Dirección General Impositiva. El Ministerio de Economía y Finanzas va a financiar la reforma de la Impositiva, pero la va a financiar en la medida que la Impositiva cumpla con las metas que se ha comprometido a cumplir en la práctica en materia de recaudación. Y eso pretendemos ir extendiéndolo continuamente, permanentemente, aunque gradualmente a todo el sector público en su conjunto.

El premio al buen gasto, el premio al ahorro que conduce al buen gasto, será también una base fundamental de esta modernización del proceso presupuestal. Y en ese marco, el diseño y la implementación del Sistema Nacional de Inversión Pública, hoy más necesario que nunca, a partir de las restricciones evidentes que tiene el Estado uruguayo para fomentar la inversión pública, es una necesidad evidente de nuestro proceso de modernización a la luz de la gestión del sector público y en particular, la gestión presupuestal.

Estamos desarrollando y trabajando intensamente en una reforma financiera; una reforma financiera que modernice el funcionamiento y la gestión con los cambios institucionales que haya que hacer al Banco Central del Uruguay y le ayude a cumplir con cada vez mayor eficiencia su objetivo fundamental de velar por la estabilidad de la moneda nacional, que es el objetivo central de la autoridad monetaria.

Cambios importantes en otros bancos del Estado, como el República y el Hipotecario, en la misma línea; esto es, incrementar los niveles de eficiencia en el funcionamiento, en la gestión, y sobre todo, el impulso a la formación de un mercado de capitales de mediano y de largo plazo en moneda nacional en línea con un objetivo -que yo supongo que compartimos todos los que estamos aquí- la desdolarización creciente de la economía uruguaya.

Desdolarización absolutamente imprescindible desde muchas perspectivas. Entre otras cosas, desde la perspectiva de poder tener una política monetaria nacional. Las economías fuertemente dolarizadas pierden posibilidades de tener políticas monetarias objetivas en el sentido de estar en línea con finalidades del interés nacional. Y naturalmente, pierden posibilidades en materia de administración de otras herramientas de la política económica; entre otras -permítanme que mencione- el funcionamiento del sistema financiero en apoyo a las necesidades de inversión del sector privado. Por eso, un objetivo fundamental es el impulso a la formación de este mercado de capitales.

Ahora bien: sin capital social y humano ningún país puede proponerse estrategias de desarrollo nacional que culminen en resultados exitosos para su población. Los recursos humanos -y por eso hablamos de capital social y humano- juegan un papel absolutamente fundamental en esta actividad que nos convoca hoy y en todas las actividades de la economía nacional.

Por eso hemos instrumentado Consejos de Salarios: para la negociación colectiva, con participación de empresarios, trabajadores y Estado.

Por eso estamos ya diseñando un Sistema de Salud que contiene a su vez un Seguro Nacional de Salud, con soporte de financiamiento.

Por eso este Presupuesto está previendo para la Educación Pública los recursos más elevados de toda la historia presupuestal contemporánea de Uruguay. Nunca, nunca, se habían asignado a la Educación los recursos que le está asignando este Presupuesto.

Por eso estamos previendo mejoras en las condiciones de acceso a la vivienda por parte de la población de bajos recursos, y esto tiene mucho que ver con las transformaciones que necesitamos en el Banco Hipotecario del Uruguay.

Por eso promovemos una cada vez mayor responsabilidad social empresarial, porque estamos seguros de que estamos operando en terreno fértil.

El empresario uruguayo, es un empresario con capacidad para entender y concientizarse acerca de la responsabilidad social y por eso nos hemos dado ese esfuerzo conjunto de trabajo, en el compromiso nacional y por eso decimos ahí que la instrumentación de ámbitos de diálogo, transparencia y trabajo conjunto en el diseño e implementación de políticas públicas son para nosotros muy importantes al respecto.

Yo sé que en todos estos temas que están mencionados aquí hay puntos polémicos. Y hay puntos polémicos con ustedes, empresarios. No quiero ocultar una realidad que existe. Pero yo los invito hoy a reflexionar todos estos temas desde una perspectiva positiva, pensando que la estabilidad estructural que necesita la economía y en particular la función empresarial, pasa necesariamente por encontrar acuerdos desde estos puntos de vista. Pasa necesariamente por la necesidad de hacer los máximos esfuerzos para llegar a esos puntos de encuentro. Y pasa por entender que éste es un problema estructural. Pasa por entender que, a veces es fácil lograr estabilidad desde otros puntos de vista y olvidamos que este es un punto esencial de vista para lograr estabilidad al servicio de los objetivos que todos compartimos. Tener más y mejor trabajo para todos los uruguayos incluidos los empresarios, desde luego. Tener más y mejores condiciones de bienestar para la sociedad en su conjunto y especialmente para aquellos que han sufrido más durante los últimos tiempos.

Yo los invito a pensar en el aporte positivo que el lograr acuerdos sobre estos puntos puede tener, incluso, empezando por ello, para el resultado que las empresas pretenden obtener en la práctica y en particular, las empresas exportadoras.

Ahora bien: estas son reformas estructurales que, como dije antes, más que referirse a la exportación en particular se refieren a la sociedad en su conjunto, pero en particular también a las exportaciones.

Vamos a ver ahora, otras propuestas de carácter estructural más cercanas a la exportación. La primera es, obviamente, los criterios de inserción internacional que el país está siguiendo. Nosotros entendemos que el proyecto MERCOSUR es un proyecto prioritario para el Uruguay. Es la integración natural del Uruguay en la región, con sus vecinos, más allá de los avatares, de las buenas épocas, de las malas épocas y hoy estamos en una mala época, obviamente, y nadie lo puede ocultar ni tampoco atenuar.

Pero en todo caso, eso no desdibuja la importancia prioritaria que tiene para el Uruguay, lo cual nos lleva, al contrario, a asumir con mayor fuerza la conciencia de que Uruguay tiene que jugar un papel fundamental en la mejora de las condiciones en que funciona el MERCOSUR y en particular, esas tres que están mencionadas ahí. Primero entendiendo al MERCOSUR como región abierta y plataforma de lanzamiento. Lo hemos dicho muchas veces: el MERCOSUR no puede ser una estación terminal del proyecto de inserción internacional del Uruguay desde una perspectiva estratégica. Las cosas no pueden terminar para el Uruguay en el MERCOSUR.

Pero en cambio es importante, y podemos tener muchos ejemplos al respecto, como una plataforma de lanzamiento hacia metas mucho más ambiciosas para el país desde este punto de vista. Por eso es la primera reflexión que hacemos al respecto. Y por eso también hoy, ante las dificultades notorias, que revelan un verdadero retroceso del funcionamiento del proyecto, nos proponemos, como meta, profundizar y perfeccionar algo que hace años pensamos que no iba a ser meta en 2005 y sin embargo lo es: el acceso al mercado ampliado, al mercado de la región. Hoy tenemos enormes dificultades. Incluso desde las etapas más elementales del proceso de integración, como es la de la zona de libre comercio.

Y naturalmente, hay que reconocer que tenemos enormes problemas de coordinación. Como parte de este semestre de Presidencia Pro Témpore de Uruguay estamos convocando a una reunión de coordinación de los ministros de Economía por primera vez en años.

Hace algún tiempo los Ministros de Economía de la región compartían algunas metas indicativas en materia de déficit, de inflación, de deuda pública. Pero hace mucho tiempo que ni siquiera hay intercambio de metas indicativas y, por supuesto, hay una ausencia casi total de coordinación.

Uruguay tiene que hacer, naturalmente, un aporte desde este punto de vista. Esperamos hacerlo, y ello tiene que estar acompañado, como señala esta propuesta con una mejor inserción y relación fuera de la región, naturalmente consistente con el MERCOSUR, pero Uruguay no puede renunciar a seguir buscando inserción internacional fuera de la región, cada vez más profunda y cada vez más rica sin contrariar -vuelvo a repetir- las características fundamentales del MERCOSUR, pero nosotros no podemos encontrar en el MERCOSUR una barrera que nos impida, sobre todo si es una barrera que no funciona bien. Tenemos que hacer las dos cosas: ayudar a mejorar el MERCOSUR y mejorar también la participación y la presencia del Uruguay fuera de la región diversificando y desconcentrando la exportación. Son dos conceptos complementarios: diversificando el contenido de los bienes y servicios que exportamos, que son muy importantes, y desconcentrando en función de destinos la exportación que tenemos. Por eso, impulsar esfuerzos asociativos de exportación en rubros comunes tendrá para nosotros también una importancia estratégica fundamental.

Vamos ahora a analizar siempre con este enfoque o perspectiva estructural el impulso a políticas de competitividad con esa perspectiva, con ese enfoque, con el enfoque de la larga duración. Aquí tenemos seis propuestas. Por un lado el impulso a un clima de negocios nacional con cuyos componentes estamos trabajando, promoción del comercio y la inversión, sistema nacional de innovación, fomento a la capacidad de emprendimiento, sistemas de calidad e impulso a los conglomerados y cadenas productivas.

Vamos a analizar brevemente cada una de estas propuestas. En materia de clima de negocio nacional nosotros entendemos que es de fundamental importancia -y esto lo estamos viendo en las propias labores de promoción de inversiones que estamos realizando- ampliar las oportunidades de inversión que el sector privado puede tener en servicios públicos e infraestructura y esas siglas que ustedes ven de las tres P, no es otra cosa que la propuesta de trabajos asociativos, conjuntos, bajo diversas modalidades, entre el sector publico y sector privado. Esto es doblemente importante por un par de causas notables. Esto es perceptible con claridad: por un lado la insuficiencia de recursos del sector publico. El sector publico no puede esperar -porque las inversiones no esperan- a tener una mejor situación fiscal para hacer progresar, por ejemplo, infraestructura imprescindible para que el país se desarrolle. Pongo el ejemplo de los transportes, las comunicaciones, los servicios portuarios.

Segundo: el sector privado tampoco puede esperar. Porque el sector privado necesita esta infraestructura para hacer sus negocios y hacer progresar al país.

El sector privado no puede esperar a que el sector público del Uruguay tenga dinero para mejorar los servicios portuarios o los ferrocarriles. Tenemos que buscar la forma de asociar al sector publico con el sector privado. No confundir esto con privatización de especie alguna. Digo esto porque por lo general se suele manejar con cierto apresuramiento estos conceptos. Nosotros no estamos proponiendo vender ningún activo publico. Nosotros estamos proponiendo encontrar formas de colaboración entre el sector público y el privado, que entre otras cosas permitan al sector publico funcionar mucho mejor que hasta ahora. Eso es lo que estamos proponiendo. Y eso es fundamental para el fomento de un clima de negocios que el país necesita desarrollar. Esto es: desde afuera y desde adentro tienen que ver que en este país el negocio bien hecho y en beneficio del interés nacional es una buena cosa, no es una mala cosa, no es una cosa perversa, es una cosa positiva. Tenemos que abrazar a quienes vienen a arriesgar al Uruguay, a arriesgar su capital, su esfuerzo y su desarrollo empresarial para obtener buenos resultados para ellos por supuesto, pero para el país también.

Esto es clima de negocios y los climas de negocios se construyen también con propuestas de este tipo. En el Uruguay hay un ancho margen de infraestructura no hecha, no desarrollada, detenida, precisamente porque todavía no hemos tenido noción clara de que hay que trabajar con el sector privado desde este punto de vista. Naturalmente, la protección de los derechos de propiedad, con reglas claras y un gobierno comprometido en su mantenimiento, es también un ingrediente fundamental, como lo es la racionalización del sistema de incentivos y regímenes de promoción que vendrá con la reforma tributaria que anunciaremos la semana que viene -concretamente el día lunes- y lo vamos hacer en el Compromiso Nacional ante los empresarios, ante los trabajadores, y naturalmente con el gobierno. La defensa de la competencia que está a estudio del parlamento es un proyecto de ley que ya hemos enviado al Parlamento y estamos preparando un complemento fundamental en materia concursal y de bancarrota. Uruguay no tiene legislación moderna en la materia y esto también forma parte del clima de negocios que queremos impulsar.

Uruguay está atrasadísimo en materia de promoción del comercio y la inversión. Créanme: yo acabo de llegar de una gira relativamente extensa en la que, desde el punto de vista económico para nosotros, el principal objetivo fue lograr interés de inversores en el Uruguay. Y créanme que si este fue el objetivo, los resultados fueron muy positivos. Pero la gira nos ha dejado una enseñanza fundamental: no podemos esperar al inversor. Hay que ir a buscarlo.

El mundo está lleno de oportunidades de inversión y buenas oportunidades de inversión. El que se sienta a esperar, pierde. Hay que salir a buscarlo y por eso estamos trabajando juntos con el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Industria, Energía y Minería en el reposicionamiento profundo de una institución que para nosotros es muy importante, a la luz del papel que está llamada a cumplir en el país, que es Uruguay XXI

Nosotros vamos a renovar esta institución y la vamos a poner a trabajar al servicio de estos objetivos como se debe trabajar, saliendo a buscar oportunidades de inversión y comercio, que van juntas. No son separables. Por la misma razón que hoy mencionábamos como variables estratégicas complementarias la inversión en la exportación, ahora señalamos que inversión y comercio en materia de promoción, de colocación del país en el exterior, no los podemos separar.

Por eso estamos proponiendo una estrategia de atracción de inversiones que esté segmentada con énfasis en la inversión extranjera directa para exportación. Porque creemos lo que dijimos al principio: interactúan y se potencian una a la otra, inversión y exportación. Por eso hablamos ahí de inversión segmentada, asignando prioridad a la inversión extranjera directa para la exportación, lo cual supone -obvio- apertura de nuevos mercados y mantenimiento de desarrollo de los existentes. Quiero decirles que el gobierno va a continuar recorriendo este camino que acaba de recorrer en algunos países de Europa ya el próximo año, dirigiéndonos a mercados bastante desconocidos desde el punto de vista del negocio para Uruguay pero en los que nosotros estamos seguros vamos a encontrar buenas oportunidades para el país. Y naturalmente construir o afirmar, como allí dice, la imagen de un país que tiene un intangible formidable. Miren, yo no quiero exagerar esto que estoy diciendo, pero el Uruguay es un país que genera un enorme respeto en todos aquellos que visitamos.

Enorme respeto que podría decirse en lo absoluto, y también en lo relativo cuando nos comparan con otros países, y en particular de la región, que tiene el Uruguay. Y eso hay que hacerlo valer. Y por eso ahí decimos que hay que colocar, en el buen sentido de la palabra, la imagen de este país, seguro, serio y coherente con las metas que está persiguiendo, para obtener buenos resultados al servicio del país.

En materia del sistema de innovación y con apoyo fundamental en el llamado Gabinete de la Innovación, que fue creado hace un par de meses, nosotros tenemos aquí tres líneas de acción: aumento del gasto en inversión y desarrollo con referencia al Producto Bruto Interno, promoción del incremento en el número de solicitudes de patentes y ahora voy a decir porqué, y un incremento del número del equipo de profesionales y académicos que trabajan en conjunto sobre el tema de generación de conocimiento.

Permítanme algunos brevísimos comentarios sobre este tema.

Es la primera vez que el país intenta, desde el Poder Ejecutivo, coordinar -porque de eso se trata- el proceso innovador en el Uruguay, que involucra a su vez a varios procesos particulares: el proceso de creación del conocimiento sea este original o adaptativo, el proceso de difusión de ese conocimiento y el proceso de adopción de conocimiento tecnológico. Porque no sólo no alcanza que el conocimiento sea creado, no sólo no alcanza que sea difundido además, sino que además debe ser habilitado en la práctica, en procesos productivos, concretos.

Uruguay ha venido realizando esfuerzos en esta materia, esfuerzos públicos y esfuerzos privados y algunos de esos esfuerzos han tenido muchos destaques y han remado contra mil dificultades. Este país, sin ningún apoyo se convirtió en el país que, por primera vez en América Latina, produjo y exportó tecnología original de información y eso lo hizo en base a esfuerzos individuales. Vuelvo a repetir, con poco apoyo colectivo, porque el país tiene masa crítica al respecto y eso también hay que aprovecharlo.

Pero por primera vez, ahora vamos a disponer de una instancia de coordinación que le dé al Uruguay personalidad nacional en la materia. Que el país pueda orientar estos procesos con criterio nacional, con criterio de coordinación de las energías que se vuelcan al desarrollo de estas actividades, cosa que hasta ahora no ha ocurrido.

Marcar rumbos, decir "vamos por aquí", es prioritario para el país; no sustituir a los investigadores ni mucho menos, sino construir un contexto de orientación, de rumbo, de definición estratégica, que eso es muy importante para coordinar esfuerzos. Por eso lo del Gabinete de la Innovación.

Ahora bien: Uruguay ha tenido, a pesar del ejemplo que yo acabo de poner, dificultades en exportar conocimientos. Y la verdad, es que cuanto mayor sea la presencia de conocimiento en el esfuerzo exportador, más sólido se hace ese esfuerzo en el mundo de hoy. Por eso tenemos que hacer un esfuerzo para que haya cada vez más conocimiento.

Uruguay ha tenido dificultades en patentar soluciones productivas. Por eso es que allí estamos poniendo, como lo indican los estudios más recientes -como el que hizo el Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas- una necesidad de promover el aumento en las solicitudes de patentes. Porque esto también va en línea con la incorporación de mayor conocimiento.

El desarrollo de la capacidad de emprendimiento es fundamental en un país que a veces traba demasiado, por ejemplo, los nacimientos de empresas en particular, con foco en el mercado exterior. Se demora mucho en crear una empresa en este país.

Hace poco se publicaron encuestas regionales -referidas a toda la América Latina- acerca del tiempo y los costos de crear una nueva empresa y Uruguay no está bien colocado. Y esto es un problema para un país donde la creación de empresas con foco en el mercado exterior es muy importante, y en particular si esas son micro, pequeñas y medianas empresas, que son las que más dificultades tienen para acortar los tiempos y los costos del nacimiento. Es preciso crear una cultura general que no sea adversa al riesgo como dice ahí, de lanzar un emprendimiento y la aceptación del empresario como un agente importante de la economía.

Esto va muy en línea -es un factor cultural sin ninguna duda- va muy en línea con aquello de la responsabilidad social empresarial que también veíamos antes como un factor estructural importante.

Entonces todo esto tiene que ver con la capacidad de emprendimiento y si Uruguay logra avanzar como lo ha hecho Chile, por ejemplo, en los últimos años, en profesionalizar la labor del empresario, en mejorar su aceptación social como un componente importante de la sociedad, estará dando un paso importante desde estos puntos de vista.

En materia de sistemas de calidad y también en línea con lo anterior, nosotros queremos apoyar, y lo estamos haciendo, procesos de certificación de las firmas -me refiero a niveles de calidad por cierto- y estamos proponiendo la creación de un centro de generación de conocimiento tecnológico a través de alianzas en el marco del Laboratorio Tecnológico del Uruguay.

El apoyo a conglomerados y cadenas productivas tiene mucho que ver con el mundo de hoy. Nosotros tenemos allí líneas de acción que apuntan a generar consenso y a difundir la visión de futuro por conglomerado que es una articulación de empresas referidas a un cierto destino económico que por esa articulación potencian la posibilidad de obtener mejores resultados, los llamados "clusters" en idioma ingles. Sabemos que apuntalando a esa visión de futuro la mejora de la productividad del conglomerado, tanto por el mejor uso de los factores como por el aprovechamiento de economías externas, constituye un punto fundamental. Sabemos que de esto dependen muchísimo, por ejemplo, el futuro de muchas pequeñas y medianas empresas en este país y naturalmente la mejora en la actualización de técnicas y conocimientos así como el hecho de concientizarnos de que se generan y mejoran capacidades técnicas para la certificación de normas de calidad y laboratorios a nivel de conglomerados por este camino, es también muy importante.

Quiero decirles, no sólo en relación con este punto, sino en relación con nuestras propuestas en materia de mejora de calidad del sistema de innovación del país, que por suerte Uruguay va a tener una oportunidad inmejorable de dar un paso adelante muy grande en este campo cuando se instale a partir del 1º de enero el Instituto Pasteur en Uruguay, dirigido por el doctor Dighiero, figura absolutamente relevante en la casa central del Instituto Pasteur -como hemos tenido oportunidad de comprobarlo- pero además disponiendo de la tecnología de investigación biológica más avanzada en el mundo que también pudimos ver operar en París hace pocos días.

Uruguay va a estar a un nivel de primer mundo en la materia de investigación biológica y va a poder dar pasos fundamentales en materia biotecnológica y en las consecuencias que este progreso en materia biotecnológica va a tener para no pocas exportaciones del Uruguay y en particular para las de la agroindustria alimenticia.

Estimados amigos: estamos convencidos de que estos factores que hemos estado analizando, si bien no son perceptibles en lo inmediato, son los que van tejiendo los cimientos sólidos de una estrategia de apoyo a la producción y a la exportación en el país y por eso nos hemos detenido, antes que nada, en los mismos factores. Son los factores que nunca hay que perder de vista, más allá de las oscilaciones coyunturales que puedan tener los precios y los ingresos. Esto es lo que no hay que perder de vista, porque un país que no tiene esto está librado al avatar cotidiano de precios e ingresos. Y nosotros le damos tanta importancia a la exportación que no queremos que quede librada meramente a la evolución coyuntural y volátil -frecuentemente- de precios e ingresos.

Pero no me voy a ir de acá sin hablar de precios e ingresos. Por lo tanto ahora vamos a pasar a los temas de política económica, esos que suelen verse con una perspectiva de menor plazo a las relaciones de la política económica con la competitividad del país, a la acción de diversos instrumentos o herramientas de política económica, a la necesidad de compartir con ustedes cómo estamos viendo desde el Ministerio de Economía y desde el equipo económico, porque esto lo analizamos permanentemente con todo el equipo económico, la evolución de estas variables.

Naturalmente, yo les decía, que hay una tendencia natural y comprensible: asociar el futuro de las exportaciones con este tipo de variables; y naturalmente asociar la competitividad de la exportación nacional con esta visión de la política económica, y en particular, obviamente, con la política cambiaria, monetaria y el tipo de cambio nominal.

Yo les quiero decir, que desde el punto de vista de los instrumentos de política monetaria y cambiaria, no hay, no sólo subestimación de nuestra parte, en cuanto a su importancia, sino que desde que asumimos nuestra función en el Ministerio, el 1º de marzo, lo venimos siguiendo con la atención que merece. Hemos realizado, seguimos realizando y seguiremos realizando, un monitoreo permanente de la evolución de las variables cambiarias y monetarias.

Lo segundo que quisiera compartir con ustedes, que contiene además una invitación, es la de no comparar situaciones que no son comparables; nosotros no podemos comparar lo que está pasando hoy, con el tipo de cambio nominal, que tiene una evolución novedosa en el país. En el país solíamos preocuparnos siempre porque el tipo de cambio aumentaba, ahora nos preocupamos porque se reduce, por eso digo novedosa. Es que no podemos comparar lo que está pasando ahora –como les decía recién- con lo que pasó anteriormente, y particularmente hasta mediados del 2002, y no lo podemos hacer por dos razones: La primera es que por primera vez en su historia, Uruguay tiene un régimen de política cambiaria y monetaria que supone la flotación del tipo de cambio nominal -no su administración- y una acción del Banco Central que regula la cantidad de dinero -teniendo en cuenta su demanda- y define una meta de inflación a alcanzar en el país.

Entonces no podemos comparar esta situación con la que Uruguay tenía antes de que se adoptara este sistema, o este régimen de política monetaria y de política cambiaria que están a su vez muy asociados entre sí.

Y hay una segunda razón, y es que tanto las circunstancias económicas externas, como las circunstancias económicas internas, son profundamente diferentes hoy, a lo que eran en esas etapas que solemos convocar para hacer la comparación que yo señalaba recién. Repito, tenemos circunstancias internacionales e internas que son absolutamente diferentes.

La invitación que yo les quiero hacer, es a no comparar cosas que no son comparables, porque cuando hacemos comparaciones –que a nuestro juicio no se pueden realizar- tenemos el riesgo de llegar a conclusiones incorrectas.

Ahora bien, para analizar la evolución del tipo de cambio nominal, y por eso les decía hoy que quiero compartir la manera como lo estamos haciendo en la conducción económica, que ustedes la conozcan. Tenemos que tener en cuenta nueva información de los últimos meses; nueva información que se agrega a la que ya conocíamos, que hay una tendencia internacional del dólar estadounidense a la depreciación, tendencia internacional a la depreciación, que se explica fundamentalmente por desequilibrios estructurales formidables de la economía de los Estados Unidos; en lo fiscal y en lo comercial.

Pero hay nueva información que hay que agregar, y que se ha hecho evidente en los últimos meses. Por un lado, un gran ingreso de capitales en el Uruguay, pero hete aquí, que este ingreso de capitales tampoco es comparable a lo que hemos conocido en otros años, porque este ingreso de capitales está destinado fundamentalmente a la inversión productiva; esencialmente a la inversión productiva. El ingreso de capital especulativo es absolutamente minoritario, en estos tiempos en el Uruguay. Y por otro lado, hay un permanente crecimiento de la exportación, lo cual revela, que el empresario uruguayo –y en particular el empresario exportador- ha hecho un esfuerzo formidable, para superar las posibles contrariedades que le trae una evolución del tipo de cambio nominal, como la que estamos presenciando en los últimos tiempos.

Ha hecho un esfuerzo formidable, teniendo en cuenta, por ejemplo, los factores estructurales que hoy mencionábamos. El exportador uruguayo se modernizó, incorporó, adoptó tecnología moderna, mejoró sus niveles de eficiencia y de productividad. Subrayo: mejoró sus niveles de productividad. Disminuyó costos, y por lo tanto es capaz de seguir recorriendo una trayectoria de crecimiento como la que ha venido recorriendo.

Hoy, al comenzar la charla para destacar la importancia de este esfuerzo, veíamos algunas cifras. Ahora veamos este cuadro. Este cuadro está indicando dos cosas muy importantes y también novedosas en la historia del Uruguay: no sólo que la exportación no para de crecer. La última columna es el segundo trimestre de este año y falta la mitad del año. Por supuesto que vamos a llegar incluso a superar los límites superiores de ese cuadro cuando termine el año. Repito que llega hasta el segundo trimestre de este año. No sólo muestra un crecimiento que no sólo no ceja, sino que se mantiene y se incrementa por momentos, sino que está mostrando que el comportamiento exportador del país está asociado a un saldo positivo de la balanza comercial de bienes y servicios no factoriales. Y esto es una novedad estructural en la historia del Uruguay. O sea que el esfuerzo exportador es compatible con un saldo positivo de la balanza comercial de bienes y servicios no factoriales.

Quiero explicar qué quiere decir servicios no factoriales. A veces en la información de prensa se compara solamente la exportación y la importación de mercancías. Entonces se dice que estamos importando más de lo que estamos exportando. Falso. Estamos exportando más de lo que estamos importando, porque ese cálculo no incluye la exportación de servicios, de servicios no factoriales, esto es no referidos a los factores de producción, no computando intereses, utilidades, regalías, etc, sino los servicios que el país exporta.

Los servicios como los servicios de turismo y actividades conexas. Si nosotros sumamos bienes y servicios no factoriales, eso es una novedad en la historia del país que se puede ver también mucho mejor en esta gráfica, absolutamente ilustrativa. Miren el pasado y vean los últimos años.

En el pasado hay un déficit constante desde el punto de vista comercial. A partir de mediados del 2002 en adelante, cuando el país empieza a superar la crisis, el resultado comercial es permanentemente positivo, y eso es una buena noticia para el Uruguay. Como es una buena noticia que esté entrando muchísimo capital productivo y no especulativo.

Entonces, nosotros tenemos que tener en cuenta la acción y el impacto de estos factores. La acción y el impacto de estos factores, que hacen al funcionamiento de la economía en su conjunto. Ahora bien: cuando nosotros pensamos en el tipo de cambio nominal en la conducción económica, tenemos la obligación, porque somos gobernantes, y yo estoy absolutamente seguro que ustedes lo van a entender porque son uruguayos conscientes de su responsabilidad, todos los intereses están en juego. No sólo los de los exportadores. Nosotros tenemos que tener en cuenta todo los intereses porque si bien un tipo de cambio nominal en descenso o estabilizado o que no aumenta obviamente deprime los ingresos brutos de los exportadores, y nadie lo niega, también pesa positivamente sobre otros factores, como por ejemplo pesa positivamente sobre costos de bienes y servicios importados, y les pido que piensen simplemente en insumos difundidos como el combustible, por ejemplo.

Pesan positivamente sobre el endeudamiento en moneda extranjera que es muy importante. Pesa positivamente, vía influencia inflacionaria, sobre los ingresos fijos de los trabajadores del Uruguay.

Y yo les quiero decir lo siguiente, porque a veces se ha discutido que influencia tiene el tipo de cambio nominal en la inflación. Los modelos que nosotros tenemos nos dice que pesan y mucho. Y ahora les voy a dar una cifra: pesa y mucho, y a mí me parece que la historia del Uruguay lo demuestra, porque cuando hubo un salto importante DEL tipo de cambio nominal en 2002, la depresión del salario real de los trabajadores fue muy importante. Esta estabilidad del tipo de cambio nominal, incluso con algún descenso de hoy está en línea con el incremento del salario real de los trabajadores. Es uno de los factores que lo explica , y quiero decirles entonces en función de esos modelos que han mencionado recién y consultamos tres diferentes, con los cuales trabajamos naturalmente, que cada punto de aumento en el tipo de cambio nominal se refleja en 0.2 de impacto en la inflación en el mismo trimestre en que aumentó el tipo de cambio nominal. Y supongo que , todos compartiremos que mayor inflación es deterioro del poder adquisitivo de los ingresos fijos, entonces también tenemos que ver esa influencia y tenemos que ver la influencia sin duda, que una evolución estable del tipo de cambio nominal con mayor fortaleza y confianza en la moneda nacional tiene, desde el punto de vista de la desdolarización, objetivos que compartimos todos, entonces, el gobierno tiene la obligación de tener en cuenta todos estos aspectos, por supuesto que sí, y en particular la importancia de cada uno, porque todos defienden intereses legítimos. Pero yo quiero que ustedes sepan que nosotros tenemos la obligación y tratamos de asumirla de tener en cuenta todos los defectos. Yo les decía recién, que obviamente un tipo de cambio nominal estable o con tendencia a la baja hace que los ingresos brutos de los exportadores disminuye, sólo que no creo que esto sea sinónimo de pérdida de competitividad de la producción nacional. Y voy a tratar de explicar porqué no creo que son dos conceptos sinónimos, una cosa es ganar un poco menos de lo que se podría ganar con un tipo de cambio nominal más alto, otra es perder competitividad. Competitividad es rentabilidad y por lo tanto hay que analizarlo a la luz de esa similitud de conceptos, pero entonces la variable fundamental no es el tipo de cambio nominal, es el tipo de cambio real y el tipo de cambio real es el indicador fundamental que nosotros podemos tener en cuenta para sacar conclusiones al respecto . Entonces yo les voy a pedir que ahora nos concentremos en la evolución del tipo de cambio real, por favor no confundir con el tipo de cambio nominal deflactado por los niveles de inflación, porque también son dos conceptos distintos, el tipo de cambio real es un concepto relativo en dos sentidos, relativo porque compara precios del Uruguay con otros países, con los de otros países que son comercialmente relevantes con el nuestro, que es respecto a los cuales deseamos medir la competitividad. Relativo en el sentido que no es un concepto absoluto porque siempre hay que referirlo a un período básico, no se puede decir el tipo de cambio en lo absoluto es "así o asá", hay que comparar, para saber como viene evolucionando. Vamos a hacer las dos cosas, vamos a comparar precios, con productos de países relevantes comercialmente para el Uruguay y vamos a verlo a través del tiempo, entonces ahí tenemos un gráfica con la evolución del tipo de cambio real, y eso nos está indicando que el tipo de cambio real no ha tenido en los últimos tiempos ,- a pesar de que ahí hay varias líneas que ahora podemos identificar-, una conducta que revele, un deterioro, ni mucho menos significativo.

Yo les quiero señalar, la línea roja es la del tipo de cambio global, las de diferentes colores marcan comparaciones diferentes también, a nivel extra región, a nivel región, Argentina, Brasil, EEUU, México, Alemania, España, Italia, Reino Unido, y China, ustedes verán, por un lado una gran estabilidad, con la perspectiva del tiempo, verán además que hay una línea azul que está por debajo de todas, es la de Argentina, porque la evolución argentina es diferentes a cualquier otra, y es diferente porque la Argentina tiene en práctica una medida de política económica que estoy segura que ustedes no desearán, que son retenciones a la exportación. Pero eso es lo que explica que esa línea esté por debajo de todas las demás. Si nosotros hacemos comparaciones en el tiempo, permítanme decirles , que el nivel de tipo de cambio real , global, en setiembre de este año, o sea prácticamente el mes pasado, resultó 26% superior al del año 2000 en promedio, resultó 35% superior -estoy hablando de promedios siempre- al de junio del 2002. Respecto a junio de 2002, el tipo de cambio real en setiembre de 2005 resultó 53% mayor al de la región y 10% mayor respecto a los Estados Unidos y la Unión Europea.

Vamos a ver ahora el tema desde otro punto de vista. Vamos a ver un índice de competitividad construido por el Foro Económico Mundial que compara países. Uruguay, en el puesto 54 en el mundo, está muy lejos del primer lugar que es Chile con el 23 -me refiero a América Latina, siempre a países latinoamericanos- pero Uruguay ascendió al segundo lugar en países de la América Latina. En general pusimos ahí a los países de la región que retroceden y pierden posiciones; México, que está en el 55, desciende siete lugares y Brasil, en el 65, desciende ocho.

Argentina muestra una leve recuperación avanzando dos lugares para quedar en la posición 72 que también es muy lejos de la uruguaya. O sea: también se puede ver este tema desde el punto de vista de la comparación internacional. Yo creo que es por estas razones que quienes estamos conduciendo la economía del país no podemos llegar a la conclusión de que ha habido un retroceso importante en el tipo de cambio real, que es el indicador de la competitividad de la producción nacional. No podemos decir que el país está con atraso cambiario porque el atraso cambiario se configura cuando hay un deterioro importante del tipo de cambio real que desciende sustantivamente por debajo de su nivel de equilibrio. Y acá: ¿cuál es el nivel de equilibrio del tipo de cambio real? Yo les voy a dar mi opinión: yo creo que el tipo de cambio real actual está prácticamente en el nivel de equilibrio y lo digo por dos razones. Lo digo por la gran estabilidad que en los últimos años han mostrado las paridades de los poderes de compra de nuestra moneda respecto a las otras relevantes y lo digo también porque tenemos un modelo de comparación del tipo de cambio real observado -el que se da en la práctica con el cálculo del equilibrio- y a nosotros nos da que el tipo de cambio real hoy está en equilibrio.

Ahora bien: no hay que tener duda de que si este equipo económico verifica que hay un deterioro sustancial de este tipo de cambio real de equilibrio, no vacilará, con flexibilidad y sin dogmatismo, en introducir los cambios que sean necesarios en su política cambiaria y su política monetaria.

Nosotros no nos aferramos a regímenes por razones teóricas o por razones de inflexibilidad ideológica. Absolutamente no. Queremos el mejor porvenir para la producción, el empleo y el ingreso de los uruguayos y si tenemos que actuar no descartamos ninguna herramienta, ningún instrumento, sólo que hasta ahora -para ser sincero con ustedes- nosotros no creemos que haya llegado a la situación de cambiar nuestros regímenes de política monetaria y cambiaria. Y no lo entendemos por las razones que acabo de exponer y por recordar además, que los peores errores que se cometieron en la materia en este país se cometieron con regímenes de política de tipo de cambio fijo, administrándolo desde el gobierno.

Nosotros creemos que los regímenes actuales de política monetaria y cambiaria son los mejores para el Uruguay y hasta que no tengamos evidencia de que los resultados en la práctica muestran ese deterioro sustancial y significativo de la competitividad, medida a través del tipo de cambio real, no vamos a introducir modificaciones en estos regímenes.

Sin embargo, hay otras maneras de actuar sin modificar los regímenes de política monetaria y cambiaria; otras maneras de actuar que tienen que ver con instrumentos de política económica. Por ejemplo, aquello a lo que da margen el propio régimen de política monetaria y cambiaria.

¿Cómo se puede actuar en el campo cambiario y monetario sin cambiar los regímenes? Se puede actuar de dos maneras. Se puede actuar, por ejemplo, a través de la conducta monetaria del Banco Central, inyectando o restringiendo medios de pago en circulación; se puede actuar comprando moneda extranjera, a los efectos de intervenir en el mercado.

Bueno, señores yo quiero decirles que hemos hecho esto con creces desde el 1º de marzo de este año, con creces.

Conducta monetaria del Banco Central en la comparación interanual setiembre-setiembre, los últimos datos que tenemos ha aumentado la base monetarias en términos reales -esto es, sin ningún efecto inflacionario- en más de 21%, con un Producto que se debe haber incrementado en el mismo periodo un 10%; esto es, la conducta monetaria ha sido expansiva por más del doble del Producto, en términos de números relativos de hoy.

No se puede decir que el Banco Central haya actuado con criterio restrictivo; es más, decirlo es un profundo error, profundo error.

Segundo, al ritmo que llevamos cuando termine el año, entre el Ministerio de Economía y Finanzas y el Banco Central del Uruguay, habremos de haber comprado 1.000 millones de dólares, 1.000 millones de dólares; de los cuales más de 600 los compró el Ministerio de Economía y Finanzas. Esto es, como haber invertido la totalidad del superávit primario -y más allá del superávit primario- en comprar moneda extranjera; así que, quietos no nos quedamos, no bajamos los brazos, hemos actuado dentro del margen de lo posible.

Ahora bien, hay otros instrumentos no monetarios ni cambiarios que también estamos manejando, que también seguiremos manejando y por eso ahora yo los invito a analizar, antes de los financieros, los tributarios, porque no tengo cuadritos sobre los tributarios.

Y les quiero mencionar, por lo menos un par de ejemplos; esto no tiene nada que ver con la reforma tributaria estructural, son medidas de corto plazo que vamos a poner en práctica, que estamos poniendo en práctica, una ya está en vigencia: hemos admitido la deducción de las pérdidas activas, por descenso del tipo de cambio nominal, a los efectos del cálculo del Impuesto a la Renta de Industria y Comercio. Esa medida, reitero, está en práctica hace tres semanas. La segunda, que va anunciarse seguramente el Ministro de Turismo en las próximas horas, vamos a reducir sustancialmente el Impuesto al Valor Agregado para todos aquellos bienes y servicios en los que el comportamiento del ingreso de turismo en el país tiene una incidencia relevante.

Y esto, obviamente, mejora la competitividad de la producción nacional en un rubro muy importante, ese rubro que entre otras cosas está colaborando para que el Uruguay mantenga -por primera vez en mucho tiempo- un saldo comercial positivo estable en su comercio con el exterior.

Y también tenemos instrumentos financieros que afectan la competitividad.

Voy a empezar por uno sobre el que el señor presidente del Banco de la República, al entregar hoy los premios a las mejoras conductas exportadoras al cierre de la tarde, va a profundizar en detalles pero que me parece fundamental destacar por la importancia de su efecto y es que con el objetivo de financiar mejores proyectos de inversión, con un criterio selectivo, con el criterio de promover la incorporación tecnológica, la incorporación de nuevos rubros y, naturalmente, reducir los costos financieros, que también inciden sobre la competitividad de la producción, va a reducir la tasa de interés activa de los créditos al sector exportador al 4,5% en moneda extranjera; lo cual, si yo no recuerdo mal, debe ser la menor tasa de interés en moneda extranjera que conoce el país en muchos tiempos.

Por supuesto, que eso vendrá acompañado por líneas de crédito para financiar proyectos seleccionados, en la aplicación de un método que el Banco va a poner en marcha inmediatamente que es la de licitar proyectos de inversión, que se verán beneficiados por estas condiciones de costo en materia de crédito.

Subrayo el financiamiento de proyectos novedosos de exportación, porque también va en línea con una de las líneas estructurales que estuvimos comentando al principio.

La Corporación Nacional para el Desarrollo está iniciando una nueva etapa de trabajo, que ojalá sea importante para reposicionar a una institución que en el pasado se vio muy asociada a un enfoque muy crítico sobre su conducta.

Por eso, hablamos de reposicionamiento de la Corporación Nacional para el Desarrollo, como efectiva agencia de desarrollo nacional, sobre todo vinculándola a la pequeña y mediana empresa que también en materia de exportación es tan importante. Y por eso hablamos ahí como objetivo de fomentar los factores micro y meso económicos de la competitividad.

En materia de herramienta de política, estamos reactivando los fondos de crédito pendientes de utilización. Estos son muy concretos, son los fondos que disponemos a partir de la reconversión de las deudas de Estado a Estado, entre Uruguay y España por un lado, y entre Uruguay e Italia por otro lado.

En este viaje hemos podido dar un avance muy importante en materia de reconversión de la deuda con los dos países y una parte sustancial la vamos a poder usar como herramienta de política en la Corporación Nacional para el Desarrollo.

Después tenemos un programa de corporaciones en financiación de proyectos a varios rubros de exportación. Hace poco participábamos en una acción en este sentido de la Corporación con la producción lechera y en particular con gremiales que están muy vinculadas a CONAPROLE; y vamos a persistir en ese camino.

Y medidas de apoyo a pequeñas y medianas empresas exportadoras, incluyendo un edificio en el que se va a concentrar todo el trabajo para pequeñas y medianas empresas, y también trabajando en la formación de lo que es un verdadero "talón de Aquiles" de las pequeñas y medianas empresas, fondos de garantía.

Por supuesto, fomentando la asociatividad, esto tiene que ver también con la línea de promoción de conglomerados, porque la pequeña y mediana empresa, está llamada a cumplir un papel fundamental, pero aisladamente considerada, sin articularse en redes, tiene mucho menores posibilidades de éxito.

Luego, tenemos un programa nacional de articulación productiva y micro finanzas, del cual, son responsables las instituciones que figuran al pié de la lámina: el Ministerio de Desarrollo Social, el de Trabajo, el de Ganadería, Agricultura y Pesca, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, el Ministerio de Industria y el de Trabajo y Seguridad Social.

El objetivo es apoyar a las más de mil micro empresas que tiene el país; les recuerdo que la micro empresa es aquella que tiene cuatro o menos funcionarios; y las pequeñas empresas exportadoras en la continuidad de sus corrientes comerciales, herramientas de política financiera y de extensión empresarial, capacitación, asistencia técnica y financiación del gerenciamiento e ingeniería de mercados.

Otras medidas: nosotros estamos analizando la posibilidad de modificar las condiciones y las vías de canalización de un préstamo muy importante que ha recibido el Uruguay, que es el multisectorial del Banco Interamericano de Desarrollo, reformulación que nos permitirá -como dice ahí- movilizar alrededor de 300 millones de dólares dedicados a fundamentar la inversión en este sector.

Y, naturalmente, vamos a continuar con un instrumento que a nuestro juicio es muy importante que es el régimen de prefinanciación de exportaciones, manteniendo un instrumento muy beneficioso para el sector, al tiempo de estar atentos a nuevas herramientas.

Yo les quiero recordar que a la luz de esta nueva tasa activa del Banco de la República, que hemos dado a conocer y sobre la que profundizará el presidente del banco en la tardecita de hoy, una tasa del 4,5% de financiamiento para el sector exportador, y recordando cuánto es el monto del subsidio del Banco Central al régimen de prefinanciación de exportaciones, llegamos a un costo financiero que estimo muy conveniente para el sector exportador.

El subsidio del Banco Central es el equivalente a 2,3%. Si tenemos en cuenta que el Central cobrará una tasa de 4,5%, el costo financiero para el exportador queda ubicado en 2,2% de tasa de interés, o de interés, en moneda extranjera.

Repito: creo que es una tasa muy atractiva para fundamentar adecuadas condiciones de financiamiento del sector exportador y, naturalmente, tratar de apuntalar por esta vía los instrumentos de política económica que están más directamente referidos a la competitividad del sector.

Señores, estimados amigos, muchas gracias por la atención que han prestado a esta presentación. Les pido perdón si resultó un tanto extensa, pero creo que hemos tocado temas que eran de interés para todos ustedes; y yo quería, sobre todo, que ustedes supieran con qué criterio, con qué concepto, con qué visión, estamos analizando el futuro de la exportación y el presente de la exportación en la conducción económica del país. Muchas gracias.

PREGUNTA: Comprendemos que la política monetaria tenga como objetivo el abatimiento de la inflación en moneda nacional, IPC, pero la inflación en dólares, ¿no tiene, acaso, muchas de las consecuencias negativas de la primera?

MINISTRO ASTORI: Bueno, la inflación en dólares nunca es una situación deseada ni aconsejable, sólo que si analizamos el problema que está en juego exclusivamente en base a la inflación en dólares que hay en el Uruguay, que la hay, perdemos de vista todo aquello que hemos tratado de fundamentar en nuestra charla de hoy y es que el elemento que debemos tener en cuenta para analizar la evolución de la competitividad es el tipo de cambio real. Y el tipo de cambio real no ha experimentado retrocesos sustanciales, lo que quiere decir que, entre otras cosas, los países comercialmente relevantes para nosotros también tienen niveles importantes de inflación en dólares.

PREGUNTA: Un comentario para que haga otro comentario. Observando el incremento de las importaciones podemos ver que, gracias a la política cambiaria, nos hace ser no competitivos.

MINISTRO ASTORI: ¿Ese es el comentario? No lo comparto, por las cifras que acabo de exhibir. (...) Les quiero recordar, además, algo que no mencioné en la charla y es la composición de las importaciones en el Uruguay. El principal factor de expansión de las importaciones en el Uruguay hoy es la importación de maquinaria y equipo; y materias primas importadas para el desarrollo tecnológico de país.

Y en gran medidas quienes hacen esas importaciones de maquinaria y equipo de mejor generación, son los exportadores. Así que, no me inquieta mucho el comportamiento importador porque me parece que es un comportamiento muy sano.

Por otra parte, vuelvo a insistir, tenemos un resultado comercial como hacía mucho tiempo no teníamos. En esto, obviamente, tiene mucho que ver el esfuerzo exportador. Ni que hablar.

PREGUNTA: Frente a las reformas estructurales que llevan tiempo en su implementación, como bien usted lo aclaraba hoy, sobre todo las actividades que está desplegando el Ministerio, la pregunta es, ¿cuáles pueden ser las medidas coyunturales que permitan paliar el incremento de costos en dólares que tienen hoy las empresas exportadoras?

MINISTRO ASTORI: Bueno, creemos haber ofrecido algunos ejemplos en la charla ¿verdad? Estamos hablando de instrumentos tributarios estructurales y más coyunturales.

Los estructurales son lo que tienen que ver con todas las reformas que estuvimos comentando al principio; y en particular con la reforma tributaria.

Nosotros aspiramos a que, con una visión de mediano y de largo plazo, la presión tributaria sobre la exportación vaya disminuyendo; eso con un criterio estructural.

Con un criterio más coyuntural, puse el ejemplo de las medidas de cálculo del Impuesto a la Renta; el ejemplo de la disminución del IVA a bienes y servicios relevantes para el turismo, que va ser anunciado en los próximos días.

Pero además puse ejemplos de instrumentos financieros. A mí me parece que los costos financieros de la exportación uruguaya, con estas medidas que estamos anunciando hoy, van a disminuir en forma significativa.

PREGUNTA: Otra pregunta con respecto al mismo tema, sobre la competitividad. La competitividad con la Argentina es un factor clave en la competitividad global de las exportaciones uruguayas, sencillamente porque cuando exportamos carne, lácteos, arroz, cítricos, el principal competidor en todos los mercados es Argentina, ¿cómo maneja la política económica a futuro ese factor clave de competencia?

MINISTRO ASTORI: Bueno, yo creo que este es un tema importante. Nosotros en materia de política económica hemos venido siguiendo un camino diferente al de Argentina, en términos generales y estructurales y en términos más específicos en relación con el esfuerzo exportador.

Por eso, yo les desatacaba hoy que, por ejemplo, las medidas que practica Argentina respecto al sostén del tipo de cambio nominal -que es lo que hacía aparecer aquella línea azul un poco separada del resto- se logra en base a un amplio superávit fiscal primario, que tiene dos explicaciones: el camino que siguieron respecto a la deuda, que no es el nuestro, y las retenciones a las exportaciones, que tampoco es nuestro camino y que supongo -como dije hoy- que no será una aspiración de este encuentro que tenemos hoy.

Entonces, sabiendo que son dos caminos diferentes, nosotros tenemos que esforzarnos -respecto al enfoque propiamente dicho de esta pregunta- por mejorar nuestros propios factores de competitividad; esto tiene mucho que ver con los estructurales, tiene mucho que ver con la calidad del producto.

Por ejemplo, hoy no hicimos un análisis desde ese punto de vista, pero es absolutamente relevante para explicar la conducta exportadora de los últimos tiempos que ha sido muy buena, los precios que han obtenido muchos productos de exportación del país en muchos mercados, y esos precios que son superiores frecuentemente a los que se paga por el producto argentino tiene que ver con la calidad del producto uruguayo.

Así que, si estamos convencidos de nuestro camino, y nosotros lo estamos, sigamos transitándolo y al mismo tiempo preocupándonos permanentemente de defender nuestros productos; sobre todo sin perder de vista la importancia de los factores estructurales que recorríamos hoy.

PREGUNTA: Con respecto a política comercial, los subsidios que reciben las industrias instaladas en las zonas de promoción argentinas, perjudican la industria nacional tanto local como exportaciones. ¿Uruguay solicitará la formación del Tribunal Arbitral que juzgue estas asimetrías?

Y la segunda pregunta: no hemos visto en su presentación algo referente al régimen de admisión temporaria.

MINISTRO ASTORI: Bueno, nosotros hemos venido trabajando -empiezo por el final- con el Ministerio de Industria, Energía y Minería sobre mejoras al régimen de admisión temporaria, que estamos conscientes del papel importante que ha jugado en el Uruguay, sobre todo como factor corrector de asimetrías; y esperamos que muy próximamente esta propuesta conjunta de los Ministerios de Economía e Industria, Energía y Minería llegue al Parlamento.

Por supuesto, que aprovecharemos esta instancia para hacer una presentación al respecto pero el hecho de que yo no lo haya mencionado, hoy porque estoy esperando para hacer la presentación -la reforma tributaria es otro ejemplo-, no significa que no le demos importancia.

Respecto al otro tema, yo no quiero hacer anuncios hoy al respecto, pero es obviamente un tema de negociación en el seno del MERCOSUR y, naturalmente, cuando construyamos una buena agenda de negociación teniendo en cuenta los puntos que veíamos hoy, uno de los cuales es el acceso al mercado ampliado como se sabe, podremos discutir con mayor grado de detalle la posición a defender por Uruguay.

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