AL INVERSOR NO SE LE PUEDE ESPERAR, HAY QUE IR A
BUSCARLO
El Ministro Danilo Astori dio una disertación
durante el almuerzo organizado por los exportadores con motivo del Día
de la Exportación, oportunidad en la que ratificó el rumbo económico del
gobierno, rechazó que hubiera atraso cambiario e instó a reflexionar
sobre el rol social existente en el tipo de cambio.
Astori hizo hincapié en la necesidad de desarrollar
una política comercial agresiva, en el sentido de que no se debe esperar
al inversor, sino que hay que ir a buscarlo allí donde se encuentre.
Por otra parte, elogió el auspicioso ritmo de la
venta hacia el exterior de lo que denominó servicios no factoriales.
Respecto a las medidas que se han puesto en práctica
y aquellas que implementarán en breve lapso, Astori dijo que se trata de
"medidas de corto plazo que vamos a poner en práctica, que estamos
poniendo en práctica, una ya está en vigencia: hemos admitido la
deducción de las pérdidas activas, por descenso del tipo de cambio
nominal, a los efectos del cálculo del Impuesto a la Renta de Industria
y Comercio. Esa medida, reitero, está en práctica hace tres semanas. La
segunda, que va anunciarse seguramente el Ministro de Turismo en las
próximas horas: vamos a reducir sustancialmente el Impuesto al Valor
Agregado para todos aquellos bienes y servicios en los que el
comportamiento del ingreso de turismo en el país tiene una incidencia
relevante".
En relación a esta última medida dijo que,
obviamente, mejora la competitividad de la producción nacional en un
rubro muy importante, "ese rubro que entre otras cosas está colaborando
para que el Uruguay mantenga -por primera vez en mucho tiempo- un saldo
comercial positivo estable en su comercio con el exterior".
Astori anunció que el Banco República, con el
objetivo de financiar mejores proyectos de inversión, con un criterio
selectivo, con el criterio de promover la incorporación tecnológica, la
incorporación de nuevos rubros y, naturalmente, reducir los costos
financieros, que también inciden sobre la competitividad de la
producción, "va a reducir la tasa de interés activa de los créditos al
sector exportador al 4,5% en moneda extranjera; lo cual, si yo no
recuerdo mal, debe ser la menor tasa de interés en moneda extranjera que
conoce el país en muchos tiempos".
En este sentido, agregó que "eso vendrá acompañado
por líneas de crédito para financiar proyectos seleccionados, en la
aplicación de un método que el Banco va a poner en marcha inmediatamente
que es la de licitar proyectos de inversión, que se verán beneficiados
por estas condiciones de costo en materia de crédito".
A continuación ofrecemos el texto íntegro de las
palabras del Ministro de Economía y Finanzas.
PALABRAS DEL MINISTRO DE ECONOMÍA Y FINANZAS, DANILO
ASTORI, EN EL ALMUERZO ORGANIZADO POR LA UNIÓN DE EXPORTADORES
CELEBRANDO EL DÍA DE LA EXPORTACIÓN
MINISTRO ASTORI: Muy buenos días a todos ustedes.
Feliz Día de la Exportación y muchas gracias, por supuesto, a la Unión
de Exportadores por esta invitación para reflexionar juntos sobre temas
nacionales que nos importan a todos los que estamos aquí, y en
particular a la conducción económica del Uruguay.
Tomo las últimas palabras de la presentación para
decir que las comparto en el sentido de la reflexión serena, respetuosa
y tolerante acerca de la búsqueda de los mejores caminos para el
Uruguay. Y yo estoy absolutamente seguro de que la Unión de Exportadores
se anota en esta línea de trabajo y naturalmente contribuirá en forma
muy importante a los mejores logros a la luz del interés nacional.
Por eso estoy aquí: porque respeto muchísimo a los
exportadores del Uruguay, porque creo que tenemos que mantener un
diálogo permanente al respecto y porque tengo la certeza de que cuando
uno trata de poner lo mejor de sí para lograr los mejores resultados
para el Uruguay, seguramente lo obtiene en un país de estas
características, que nos ofrece tanto a todos para avanzar y alcanzar el
desarrollo al que todos aspiramos.
Por eso, lo del título: las exportaciones en una
estrategia de desarrollo nacional. Es que consideramos desde el
gobierno, a la exportación, una variable indiscutiblemente estratégica,
no una variable que haya que analizar con perspectivas de corto plazo,
que también hay que hacerlo, sino uno de los elementos fundamentales
sobre los que descansa la visión del país a mediano y a largo plazo, el
futuro del Uruguay para decirlo en palabras sencillas. Es tan importante
como el desarrollo de la inversión y no es casualidad que los mencione
conjuntamente. Este país ha tenido niveles estructuralmente bajos de
inversión, lo cual se ha presentado históricamente asociado a una muy
pobre performance de crecimiento económico.
Se trata hoy, entonces, de hacer lo más grande y lo
mejor de nuestros esfuerzos para incrementar la inversión productiva. Es
otra variable estratégica en un país que se nos presenta con la deuda
pública más elevada e importante de su historia y acompañada por niveles
de pobreza que no conocíamos hace mucho tiempo.
El Uruguay se ha empobrecido y junto con el
incremento de la pobreza han avanzado, lamentablemente, la desigualdad y
la marginación.
Nosotros estamos dispuestos a combatir estas malas
características del Uruguay, pero sabemos que desde el punto de vista
estructural hay un solo camino genuino para empezar a revertir esta mala
historia, que es la de invertir y crecer generando una reversión de lo
que ha sido una mala polea de transmisión en el país: los temas del
empleo, tanto desde el punto de vista de su cantidad como desde el punto
de vista de su calidad. La insuficiencia en la cantidad y en la calidad
del empleo han sembrado pobreza y desigualdad en este país. Y el aumento
de la inversión tiene que ser el camino, no sólo para incrementar las
oportunidades de empleo productivo de nuestra población, sino para
asegurar empleo de buena calidad. Por eso la inversión también es
variable estratégica y, por eso, exportaciones e inversión tienen que ir
juntas en este país con pequeño mercado interno pero una enorme
potencialidad para trascenderlo, una enorme potencialidad para
transformar en resultados positivos su esfuerzo exportador. Y por eso
también es que queremos que vayan juntas inversión y exportación: porque
interactúan y acumulan sus esfuerzos interrelacionadamente. La
inversión, creando capacidad de reproducción acumulativa; la
exportación, realizando ese esfuerzo y al mismo tiempo abriendo cauce a
nuevos negocios, sabiendo además que es la exportación uno de los
principales vehículos para contribuir a especializar a este país
productivamente a altos niveles de calidad, que es el norte de la
estrategia de desarrollo nacional que nos proponemos.
Ahora bien: ahora vamos a recorrer, a partir de estos
conceptos, tres temas. Por supuesto, las exportaciones como variable
estratégica; las reformas estructurales necesarias para impulsar este
esfuerzo exportador y luego vamos a analizar temas de política económica
y de competitividad, que supongo que, en una reunión con exportadores es
un tema fundamental.
Allí, nos vamos a referir a diversas herramientas de
la política económica -la monetaria y la cambiaria por un lado, la
tributaria y la financiera por otro.
Yo quiero que ustedes sepan que a partir de las bases
que hemos planteado, el gobierno, a través de su conducción económica,
es absolutamente consciente de esa importancia estratégica, estará
siempre buscando la mejor manera de apuntalar el desarrollo exportador
del país y será consciente de su papel. Su papel no es sustituir al
sector privado crear el escenario, el contexto, el rumbo, la orientación
y las definiciones fundamentales para que éste se mueva con la comodidad
que requiere el esfuerzo productivo y, por supuesto, obtenga los
resultados favorables que le estimulan a seguir adelante.
Ese es nuestro papel, y lo vamos a cumplir.
Entendemos que lo estamos cumpliendo ya, pero seremos permanentemente
conscientes de la complementariedad que, a la luz de esta propuesta,
tenemos que tener con el esfuerzo del sector privado.
Y obviamente, todo nuestro trabajo tiene que estar en
línea con lo que es una preocupación fundamental de la producción
exportable del Uruguay: sus niveles de competencia en el exterior. Su
nivel de competitividad, como lo solemos llamar frecuentemente.
Ahora bien: yo les propongo esa división entre
reformas estructurales y política económica y competitividad porque a mí
me gustaría mucho recordar que estamos haciendo, desde el gobierno, un
esfuerzo muy importante -que tal vez no se vea en lo inmediato- para
diseñar y construir, una base estructural sólida para la competitividad.
Después vamos a ver que hay una tendencia casi
natural a asociar competitividad con precios y en particular con el
precio de la moneda extranjera. Esta bien. Pero a veces eso nos impide
ver los factores de más larga duración, los factores que en economía
llamamos los estructurales. Son los de mayor arraigo en la economía, son
los que permanecen, son aquellos sin los cuales todas las victorias de
corto plazo que se pueden obtener por la vía de los precios son
efímeras. Duran poco. Hay que tener cimientos sólidos para cuando se
propone uno construir y aplicar una estrategia de desarrollo. Y eso es
lo que estamos tratando de hacer.
Por eso comenzamos por las reformas estructurales
necesarias, y por eso yo les voy a mencionar, entre ellas, algunas que
ustedes van a ver directamente vinculadas con la exportación; pero otras
que no necesariamente están directamente vinculadas con la exportación
porque en realidad están vinculadas con toda la sociedad, aunque tienen
que ver con la exportación.
Y vamos a empezar por la primera, que es, ni más ni
menos, que la de tener en cuenta que las exportaciones han venido
aumentando en importancia permanentemente de acuerdo con los guarismos
que estamos viendo aquí, y que por esta razón se vinculan directamente
con las reformas estructurales que estamos mencionando.
Las primeras cifras nos muestran la importancia de la
exportación en lo que se llama "utilización final de bienes y
servicios". Estamos tomando un período relativamente reducido de ocho
años. Pero ustedes ven allí cómo participan relativamente cada vez más,
hasta el año pasado -que es el último para el cual tenemos información
completa- en lo que es la suma de las tres variables que empujan al
Producto Bruto Interno al crecimiento: el consumo, la inversión bruta
interna y las exportaciones. A eso llamamos "utilización final de bienes
y servicios".
Pero si las vinculamos con el Producto Bruto Interno
en lo que puede ser, digamos, una relación sencilla de comprender y de
apreciar, vemos que la exportación uruguaya juega un papel cada vez más
importante en el Producto Bruto Interno y exige analizarla con una
perspectiva estructural.
Si analizamos este crecimiento exportador hasta
setiembre de 2005 respecto a igual período de 2004, podemos
visualizar, en este año que no está incluido en los guarismos
anteriores, un 15 % de expansión.
Si analizamos por países el destino de este
crecimiento, vemos que hemos tenido una expansión de 21% -esto es, por
encima del promedio de crecimiento- hacia Argentina. En Estados Unidos
hay concentrado un crecimiento espectacular de las exportaciones: 39%,
Brasil 4% y en Europa hay una pequeña caída en ese período, de 1,5%.
Si analizamos las solicitudes de exportación, se
confirman estos guarismos de expansión: hemos conocido, hace pocas
horas, las cifras de octubre que mantiene este ritmo de crecimiento y lo
ubican teniendo en cuenta octubre prácticamente en el 8%, superior al de
septiembre.
Por eso les decía que tenemos que ver antes que nada
el problema con una visión estructural. Por eso, comencemos por aquellas
reformas que en todo caso aparentemente están lejos del tema de la
exportación en particular pero tienen que ver con lo mismo. Y comenzamos
con la reforma del Estado, que este gobierno está llevando adelante con
una perspectiva integral, teniendo en cuenta la función pública, las
responsabilidades del Estado en relación con la sociedad, que se ha
propuesto apoyar en una mayor solvencia técnica y profesional al frente
de las instituciones públicas, estatutos objetivos y motivación, además,
de capacitación para los funcionarios, descentralización de la gestión,
mayor transparencia en las compras del Estado y mayor control social.
Esta reforma del Estado la venimos desarrollando en
paralelo con nuestros esfuerzos en materia de reforma fiscal y
tributaria. En pocas horas más vamos a estar presentando en el escenario
que hemos llamado "de compromiso nacional" la reforma tributaria que
proyectamos implementar en el país y que también tiene que ver con la
exportación, como con toda la economía del país en su conjunto.
Tres objetivos fundamentales la orientan: los
objetivos de eficiencia, de equidad y de estímulo a la inversión, lo que
significa que la reforma tributaria tiene que apuntar hacia una mayor
justicia en relación a la capacidad contributiva de los habitantes de
este país, una mayor eficiencia en el sentido de eliminar una cantidad
muy elevada de impuestos absolutamente ineficientes en el sentido de su
capacidad de recaudación, aunque muy eficiente en su capacidad para
complicarle la vida a todos los empresarios y, naturalmente, estímulo a
la inversión productiva.
Nosotros queremos hacer una reforma tributaria que
esté en línea con el estímulo a la inversión. En particular hoy les
quiero decir, en línea con los esfuerzos en materia de inversión
productiva orientada a la exportación, que vamos a presentar esa reforma
tributaria, que es una reforma estructural y que tiene mucho que ver con
los temas que estamos analizando hoy, porque es de las cosas que duran,
es de las cosas sólidas, es de las cosas que no dependen de coyunturas,
es de las cosas de arraigo en la economía y en la sociedad.
Por supuesto que, por mejor que diseñemos la reforma
tributaria, si no tenemos una buena administración tributaria sus
efectos no podrán plasmarse en resultados positivos. Por eso, antes de
anunciar la reforma hemos comenzado la reforma de la administración
tributaria, dándole más armas a la Dirección General Impositiva,
proponiéndonos hacer la misma reforma en el sentido de profundidad y
efectos en la Dirección Nacional de Aduanas y profundizando los niveles
de coordinación entre las oficinas recaudadoras del país. Me estoy
refiriendo a la Dirección General Impositiva, a la Dirección General de
Aduanas y al Banco de Previsión Social, que por su parte viene mejorando
continuamente desde este punto de vista, y a la que llamamos reforma de
la administración, cuyos primeros resultados en materia de mejora de
gestión y control de la evasión, ya están comenzando a generarse.
Vamos también a incluir la reforma de algunos
subsectores de la seguridad social, que han tenido un impacto social muy
negativo. Me estoy refiriendo a la Caja Policial, a la Caja Militar y a
la Caja Bancaria, que son también metas de este gobierno.
La próxima iniciativa al respecto -que prácticamente
ya está totalmente elaborado y llegará al Parlamento en las próximas
horas- es la reforma de la Caja Policial. Repito: con estas reformas
mejoraremos el impacto fiscal en su conjunto que esto tiene desde el
punto de vista del gasto, y por lo tanto, del papel del Estado en la
sociedad en su conjunto.
Y el Presupuesto que está tratando hoy el Senado, que
ya fue aprobado por la Cámara de Representantes, contiene una
modernización evidente del proceso presupuestal. Hemos incluido normas
de responsabilidad fiscal por primera vez en la historia del país. El
gasto público está limitado por ley a partir de este Presupuesto y en
función y en línea con el Producto Bruto Interno.
Pero además de responsabilidad fiscal, compromisos de
gestión, como los que tenemos con la Dirección General Impositiva. El
Ministerio de Economía y Finanzas va a financiar la reforma de la
Impositiva, pero la va a financiar en la medida que la Impositiva cumpla
con las metas que se ha comprometido a cumplir en la práctica en materia
de recaudación. Y eso pretendemos ir extendiéndolo continuamente,
permanentemente, aunque gradualmente a todo el sector público en su
conjunto.
El premio al buen gasto, el premio al ahorro que
conduce al buen gasto, será también una base fundamental de esta
modernización del proceso presupuestal. Y en ese marco, el diseño y la
implementación del Sistema Nacional de Inversión Pública, hoy más
necesario que nunca, a partir de las restricciones evidentes que tiene
el Estado uruguayo para fomentar la inversión pública, es una necesidad
evidente de nuestro proceso de modernización a la luz de la gestión del
sector público y en particular, la gestión presupuestal.
Estamos desarrollando y trabajando intensamente en
una reforma financiera; una reforma financiera que modernice el
funcionamiento y la gestión con los cambios institucionales que haya que
hacer al Banco Central del Uruguay y le ayude a cumplir con cada vez
mayor eficiencia su objetivo fundamental de velar por la estabilidad de
la moneda nacional, que es el objetivo central de la autoridad
monetaria.
Cambios importantes en otros bancos del Estado, como
el República y el Hipotecario, en la misma línea; esto es, incrementar
los niveles de eficiencia en el funcionamiento, en la gestión, y sobre
todo, el impulso a la formación de un mercado de capitales de mediano y
de largo plazo en moneda nacional en línea con un objetivo -que yo
supongo que compartimos todos los que estamos aquí- la desdolarización
creciente de la economía uruguaya.
Desdolarización absolutamente imprescindible desde
muchas perspectivas. Entre otras cosas, desde la perspectiva de poder
tener una política monetaria nacional. Las economías fuertemente
dolarizadas pierden posibilidades de tener políticas monetarias
objetivas en el sentido de estar en línea con finalidades del interés
nacional. Y naturalmente, pierden posibilidades en materia de
administración de otras herramientas de la política económica; entre
otras -permítanme que mencione- el funcionamiento del sistema financiero
en apoyo a las necesidades de inversión del sector privado. Por eso, un
objetivo fundamental es el impulso a la formación de este mercado de
capitales.
Ahora bien: sin capital social y humano ningún país
puede proponerse estrategias de desarrollo nacional que culminen en
resultados exitosos para su población. Los recursos humanos -y por eso
hablamos de capital social y humano- juegan un papel absolutamente
fundamental en esta actividad que nos convoca hoy y en todas las
actividades de la economía nacional.
Por eso hemos instrumentado Consejos de Salarios:
para la negociación colectiva, con participación de empresarios,
trabajadores y Estado.
Por eso estamos ya diseñando un Sistema de Salud que
contiene a su vez un Seguro Nacional de Salud, con soporte de
financiamiento.
Por eso este Presupuesto está previendo para la
Educación Pública los recursos más elevados de toda la historia
presupuestal contemporánea de Uruguay. Nunca, nunca, se habían asignado
a la Educación los recursos que le está asignando este Presupuesto.
Por eso estamos previendo mejoras en las condiciones
de acceso a la vivienda por parte de la población de bajos recursos, y
esto tiene mucho que ver con las transformaciones que necesitamos en el
Banco Hipotecario del Uruguay.
Por eso promovemos una cada vez mayor responsabilidad
social empresarial, porque estamos seguros de que estamos operando en
terreno fértil.
El empresario uruguayo, es un empresario con
capacidad para entender y concientizarse acerca de la responsabilidad
social y por eso nos hemos dado ese esfuerzo conjunto de trabajo, en el
compromiso nacional y por eso decimos ahí que la instrumentación de
ámbitos de diálogo, transparencia y trabajo conjunto en el diseño e
implementación de políticas públicas son para nosotros muy importantes
al respecto.
Yo sé que en todos estos temas que están mencionados
aquí hay puntos polémicos. Y hay puntos polémicos con ustedes,
empresarios. No quiero ocultar una realidad que existe. Pero yo los
invito hoy a reflexionar todos estos temas desde una perspectiva
positiva, pensando que la estabilidad estructural que necesita la
economía y en particular la función empresarial, pasa necesariamente por
encontrar acuerdos desde estos puntos de vista. Pasa necesariamente por
la necesidad de hacer los máximos esfuerzos para llegar a esos puntos de
encuentro. Y pasa por entender que éste es un problema estructural. Pasa
por entender que, a veces es fácil lograr estabilidad desde otros puntos
de vista y olvidamos que este es un punto esencial de vista para lograr
estabilidad al servicio de los objetivos que todos compartimos. Tener
más y mejor trabajo para todos los uruguayos incluidos los empresarios,
desde luego. Tener más y mejores condiciones de bienestar para la
sociedad en su conjunto y especialmente para aquellos que han sufrido
más durante los últimos tiempos.
Yo los invito a pensar en el aporte positivo que el
lograr acuerdos sobre estos puntos puede tener, incluso, empezando por
ello, para el resultado que las empresas pretenden obtener en la
práctica y en particular, las empresas exportadoras.
Ahora bien: estas son reformas estructurales que,
como dije antes, más que referirse a la exportación en particular se
refieren a la sociedad en su conjunto, pero en particular también a las
exportaciones.
Vamos a ver ahora, otras propuestas de carácter
estructural más cercanas a la exportación. La primera es, obviamente,
los criterios de inserción internacional que el país está siguiendo.
Nosotros entendemos que el proyecto MERCOSUR es un proyecto prioritario
para el Uruguay. Es la integración natural del Uruguay en la región, con
sus vecinos, más allá de los avatares, de las buenas épocas, de las
malas épocas y hoy estamos en una mala época, obviamente, y nadie lo
puede ocultar ni tampoco atenuar.
Pero en todo caso, eso no desdibuja la importancia
prioritaria que tiene para el Uruguay, lo cual nos lleva, al contrario,
a asumir con mayor fuerza la conciencia de que Uruguay tiene que jugar
un papel fundamental en la mejora de las condiciones en que funciona el
MERCOSUR y en particular, esas tres que están mencionadas ahí. Primero
entendiendo al MERCOSUR como región abierta y plataforma de lanzamiento.
Lo hemos dicho muchas veces: el MERCOSUR no puede ser una estación
terminal del proyecto de inserción internacional del Uruguay desde una
perspectiva estratégica. Las cosas no pueden terminar para el Uruguay en
el MERCOSUR.
Pero en cambio es importante, y podemos tener muchos
ejemplos al respecto, como una plataforma de lanzamiento hacia metas
mucho más ambiciosas para el país desde este punto de vista. Por eso es
la primera reflexión que hacemos al respecto. Y por eso también hoy,
ante las dificultades notorias, que revelan un verdadero retroceso del
funcionamiento del proyecto, nos proponemos, como meta, profundizar y
perfeccionar algo que hace años pensamos que no iba a ser meta en 2005 y
sin embargo lo es: el acceso al mercado ampliado, al mercado de la
región. Hoy tenemos enormes dificultades. Incluso desde las etapas más
elementales del proceso de integración, como es la de la zona de libre
comercio.
Y naturalmente, hay que reconocer que tenemos enormes
problemas de coordinación. Como parte de este semestre de Presidencia
Pro Témpore de Uruguay estamos convocando a una reunión de coordinación
de los ministros de Economía por primera vez en años.
Hace algún tiempo los Ministros de Economía de la
región compartían algunas metas indicativas en materia de déficit, de
inflación, de deuda pública. Pero hace mucho tiempo que ni siquiera hay
intercambio de metas indicativas y, por supuesto, hay una ausencia casi
total de coordinación.
Uruguay tiene que hacer, naturalmente, un aporte
desde este punto de vista. Esperamos hacerlo, y ello tiene que estar
acompañado, como señala esta propuesta con una mejor inserción y
relación fuera de la región, naturalmente consistente con el MERCOSUR,
pero Uruguay no puede renunciar a seguir buscando inserción
internacional fuera de la región, cada vez más profunda y cada vez más
rica sin contrariar -vuelvo a repetir- las características fundamentales
del MERCOSUR, pero nosotros no podemos encontrar en el MERCOSUR una
barrera que nos impida, sobre todo si es una barrera que no funciona
bien. Tenemos que hacer las dos cosas: ayudar a mejorar el MERCOSUR y
mejorar también la participación y la presencia del Uruguay fuera de la
región diversificando y desconcentrando la exportación. Son dos
conceptos complementarios: diversificando el contenido de los bienes y
servicios que exportamos, que son muy importantes, y desconcentrando en
función de destinos la exportación que tenemos. Por eso, impulsar
esfuerzos asociativos de exportación en rubros comunes tendrá para
nosotros también una importancia estratégica fundamental.
Vamos ahora a analizar siempre con este enfoque o
perspectiva estructural el impulso a políticas de competitividad con esa
perspectiva, con ese enfoque, con el enfoque de la larga duración. Aquí
tenemos seis propuestas. Por un lado el impulso a un clima de negocios
nacional con cuyos componentes estamos trabajando, promoción del
comercio y la inversión, sistema nacional de innovación, fomento a la
capacidad de emprendimiento, sistemas de calidad e impulso a los
conglomerados y cadenas productivas.
Vamos a analizar brevemente cada una de estas
propuestas. En materia de clima de negocio nacional nosotros entendemos
que es de fundamental importancia -y esto lo estamos viendo en las
propias labores de promoción de inversiones que estamos realizando-
ampliar las oportunidades de inversión que el sector privado puede tener
en servicios públicos e infraestructura y esas siglas que ustedes ven de
las tres P, no es otra cosa que la propuesta de trabajos asociativos,
conjuntos, bajo diversas modalidades, entre el sector publico y sector
privado. Esto es doblemente importante por un par de causas notables.
Esto es perceptible con claridad: por un lado la insuficiencia de
recursos del sector publico. El sector publico no puede esperar -porque
las inversiones no esperan- a tener una mejor situación fiscal para
hacer progresar, por ejemplo, infraestructura imprescindible para que el
país se desarrolle. Pongo el ejemplo de los transportes, las
comunicaciones, los servicios portuarios.
Segundo: el sector privado tampoco puede esperar.
Porque el sector privado necesita esta infraestructura para hacer sus
negocios y hacer progresar al país.
El sector privado no puede esperar a que el sector
público del Uruguay tenga dinero para mejorar los servicios portuarios o
los ferrocarriles. Tenemos que buscar la forma de asociar al sector
publico con el sector privado. No confundir esto con privatización de
especie alguna. Digo esto porque por lo general se suele manejar con
cierto apresuramiento estos conceptos. Nosotros no estamos proponiendo
vender ningún activo publico. Nosotros estamos proponiendo encontrar
formas de colaboración entre el sector público y el privado, que entre
otras cosas permitan al sector publico funcionar mucho mejor que hasta
ahora. Eso es lo que estamos proponiendo. Y eso es fundamental para el
fomento de un clima de negocios que el país necesita desarrollar. Esto
es: desde afuera y desde adentro tienen que ver que en este país el
negocio bien hecho y en beneficio del interés nacional es una buena
cosa, no es una mala cosa, no es una cosa perversa, es una cosa
positiva. Tenemos que abrazar a quienes vienen a arriesgar al Uruguay, a
arriesgar su capital, su esfuerzo y su desarrollo empresarial para
obtener buenos resultados para ellos por supuesto, pero para el país
también.
Esto es clima de negocios y los climas de negocios se
construyen también con propuestas de este tipo. En el Uruguay hay un
ancho margen de infraestructura no hecha, no desarrollada, detenida,
precisamente porque todavía no hemos tenido noción clara de que hay que
trabajar con el sector privado desde este punto de vista. Naturalmente,
la protección de los derechos de propiedad, con reglas claras y un
gobierno comprometido en su mantenimiento, es también un ingrediente
fundamental, como lo es la racionalización del sistema de incentivos y
regímenes de promoción que vendrá con la reforma tributaria que
anunciaremos la semana que viene -concretamente el día lunes- y lo vamos
hacer en el Compromiso Nacional ante los empresarios, ante los
trabajadores, y naturalmente con el gobierno. La defensa de la
competencia que está a estudio del parlamento es un proyecto de ley que
ya hemos enviado al Parlamento y estamos preparando un complemento
fundamental en materia concursal y de bancarrota. Uruguay no tiene
legislación moderna en la materia y esto también forma parte del clima
de negocios que queremos impulsar.
Uruguay está atrasadísimo en materia de promoción del
comercio y la inversión. Créanme: yo acabo de llegar de una gira
relativamente extensa en la que, desde el punto de vista económico para
nosotros, el principal objetivo fue lograr interés de inversores en el
Uruguay. Y créanme que si este fue el objetivo, los resultados fueron
muy positivos. Pero la gira nos ha dejado una enseñanza fundamental: no
podemos esperar al inversor. Hay que ir a buscarlo.
El mundo está lleno de oportunidades de inversión y
buenas oportunidades de inversión. El que se sienta a esperar, pierde.
Hay que salir a buscarlo y por eso estamos trabajando juntos con el
Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Industria,
Energía y Minería en el reposicionamiento profundo de una institución
que para nosotros es muy importante, a la luz del papel que está llamada
a cumplir en el país, que es Uruguay XXI
Nosotros vamos a renovar esta institución y la vamos
a poner a trabajar al servicio de estos objetivos como se debe trabajar,
saliendo a buscar oportunidades de inversión y comercio, que van juntas.
No son separables. Por la misma razón que hoy mencionábamos como
variables estratégicas complementarias la inversión en la exportación,
ahora señalamos que inversión y comercio en materia de promoción, de
colocación del país en el exterior, no los podemos separar.
Por eso estamos proponiendo una estrategia de
atracción de inversiones que esté segmentada con énfasis en la inversión
extranjera directa para exportación. Porque creemos lo que dijimos al
principio: interactúan y se potencian una a la otra, inversión y
exportación. Por eso hablamos ahí de inversión segmentada, asignando
prioridad a la inversión extranjera directa para la exportación, lo cual
supone -obvio- apertura de nuevos mercados y mantenimiento de desarrollo
de los existentes. Quiero decirles que el gobierno va a continuar
recorriendo este camino que acaba de recorrer en algunos países de
Europa ya el próximo año, dirigiéndonos a mercados bastante desconocidos
desde el punto de vista del negocio para Uruguay pero en los que
nosotros estamos seguros vamos a encontrar buenas oportunidades para el
país. Y naturalmente construir o afirmar, como allí dice, la imagen de
un país que tiene un intangible formidable. Miren, yo no quiero exagerar
esto que estoy diciendo, pero el Uruguay es un país que genera un enorme
respeto en todos aquellos que visitamos.
Enorme respeto que podría decirse en lo absoluto, y
también en lo relativo cuando nos comparan con otros países, y en
particular de la región, que tiene el Uruguay. Y eso hay que hacerlo
valer. Y por eso ahí decimos que hay que colocar, en el buen sentido de
la palabra, la imagen de este país, seguro, serio y coherente con las
metas que está persiguiendo, para obtener buenos resultados al servicio
del país.
En materia del sistema de innovación y con apoyo
fundamental en el llamado Gabinete de la Innovación, que fue creado hace
un par de meses, nosotros tenemos aquí tres líneas de acción: aumento
del gasto en inversión y desarrollo con referencia al Producto Bruto
Interno, promoción del incremento en el número de solicitudes de
patentes y ahora voy a decir porqué, y un incremento del número del
equipo de profesionales y académicos que trabajan en conjunto sobre el
tema de generación de conocimiento.
Permítanme algunos brevísimos comentarios sobre este
tema.
Es la primera vez que el país intenta, desde el Poder
Ejecutivo, coordinar -porque de eso se trata- el proceso innovador en el
Uruguay, que involucra a su vez a varios procesos particulares: el
proceso de creación del conocimiento sea este original o adaptativo, el
proceso de difusión de ese conocimiento y el proceso de adopción de
conocimiento tecnológico. Porque no sólo no alcanza que el conocimiento
sea creado, no sólo no alcanza que sea difundido además, sino que además
debe ser habilitado en la práctica, en procesos productivos, concretos.
Uruguay ha venido realizando esfuerzos en esta
materia, esfuerzos públicos y esfuerzos privados y algunos de esos
esfuerzos han tenido muchos destaques y han remado contra mil
dificultades. Este país, sin ningún apoyo se convirtió en el país que,
por primera vez en América Latina, produjo y exportó tecnología original
de información y eso lo hizo en base a esfuerzos individuales. Vuelvo a
repetir, con poco apoyo colectivo, porque el país tiene masa crítica al
respecto y eso también hay que aprovecharlo.
Pero por primera vez, ahora vamos a disponer de una
instancia de coordinación que le dé al Uruguay personalidad nacional en
la materia. Que el país pueda orientar estos procesos con criterio
nacional, con criterio de coordinación de las energías que se vuelcan al
desarrollo de estas actividades, cosa que hasta ahora no ha ocurrido.
Marcar rumbos, decir "vamos por aquí", es prioritario
para el país; no sustituir a los investigadores ni mucho menos, sino
construir un contexto de orientación, de rumbo, de definición
estratégica, que eso es muy importante para coordinar esfuerzos. Por eso
lo del Gabinete de la Innovación.
Ahora bien: Uruguay ha tenido, a pesar del ejemplo
que yo acabo de poner, dificultades en exportar conocimientos. Y la
verdad, es que cuanto mayor sea la presencia de conocimiento en el
esfuerzo exportador, más sólido se hace ese esfuerzo en el mundo de hoy.
Por eso tenemos que hacer un esfuerzo para que haya cada vez más
conocimiento.
Uruguay ha tenido dificultades en patentar soluciones
productivas. Por eso es que allí estamos poniendo, como lo indican los
estudios más recientes -como el que hizo el Instituto de Economía de la
Facultad de Ciencias Económicas- una necesidad de promover el aumento en
las solicitudes de patentes. Porque esto también va en línea con la
incorporación de mayor conocimiento.
El desarrollo de la capacidad de emprendimiento es
fundamental en un país que a veces traba demasiado, por ejemplo, los
nacimientos de empresas en particular, con foco en el mercado exterior.
Se demora mucho en crear una empresa en este país.
Hace poco se publicaron encuestas regionales
-referidas a toda la América Latina- acerca del tiempo y los costos de
crear una nueva empresa y Uruguay no está bien colocado. Y esto es un
problema para un país donde la creación de empresas con foco en el
mercado exterior es muy importante, y en particular si esas son micro,
pequeñas y medianas empresas, que son las que más dificultades tienen
para acortar los tiempos y los costos del nacimiento. Es preciso crear
una cultura general que no sea adversa al riesgo como dice ahí, de
lanzar un emprendimiento y la aceptación del empresario como un agente
importante de la economía.
Esto va muy en línea -es un factor cultural sin
ninguna duda- va muy en línea con aquello de la responsabilidad social
empresarial que también veíamos antes como un factor estructural
importante.
Entonces todo esto tiene que ver con la capacidad de
emprendimiento y si Uruguay logra avanzar como lo ha hecho Chile, por
ejemplo, en los últimos años, en profesionalizar la labor del
empresario, en mejorar su aceptación social como un componente
importante de la sociedad, estará dando un paso importante desde estos
puntos de vista.
En materia de sistemas de calidad y también en línea
con lo anterior, nosotros queremos apoyar, y lo estamos haciendo,
procesos de certificación de las firmas -me refiero a niveles de calidad
por cierto- y estamos proponiendo la creación de un centro de generación
de conocimiento tecnológico a través de alianzas en el marco del
Laboratorio Tecnológico del Uruguay.
El apoyo a conglomerados y cadenas productivas tiene
mucho que ver con el mundo de hoy. Nosotros tenemos allí líneas de
acción que apuntan a generar consenso y a difundir la visión de futuro
por conglomerado que es una articulación de empresas referidas a un
cierto destino económico que por esa articulación potencian la
posibilidad de obtener mejores resultados, los llamados "clusters" en
idioma ingles. Sabemos que apuntalando a esa visión de futuro la mejora
de la productividad del conglomerado, tanto por el mejor uso de los
factores como por el aprovechamiento de economías externas, constituye
un punto fundamental. Sabemos que de esto dependen muchísimo, por
ejemplo, el futuro de muchas pequeñas y medianas empresas en este país y
naturalmente la mejora en la actualización de técnicas y conocimientos
así como el hecho de concientizarnos de que se generan y mejoran
capacidades técnicas para la certificación de normas de calidad y
laboratorios a nivel de conglomerados por este camino, es también muy
importante.
Quiero decirles, no sólo en relación con este punto,
sino en relación con nuestras propuestas en materia de mejora de calidad
del sistema de innovación del país, que por suerte Uruguay va a tener
una oportunidad inmejorable de dar un paso adelante muy grande en este
campo cuando se instale a partir del 1º de enero el Instituto Pasteur en
Uruguay, dirigido por el doctor Dighiero, figura absolutamente relevante
en la casa central del Instituto Pasteur -como hemos tenido oportunidad
de comprobarlo- pero además disponiendo de la tecnología de
investigación biológica más avanzada en el mundo que también pudimos ver
operar en París hace pocos días.
Uruguay va a estar a un nivel de primer mundo en la
materia de investigación biológica y va a poder dar pasos fundamentales
en materia biotecnológica y en las consecuencias que este progreso en
materia biotecnológica va a tener para no pocas exportaciones del
Uruguay y en particular para las de la agroindustria alimenticia.
Estimados amigos: estamos convencidos de que estos
factores que hemos estado analizando, si bien no son perceptibles en lo
inmediato, son los que van tejiendo los cimientos sólidos de una
estrategia de apoyo a la producción y a la exportación en el país y por
eso nos hemos detenido, antes que nada, en los mismos factores. Son los
factores que nunca hay que perder de vista, más allá de las oscilaciones
coyunturales que puedan tener los precios y los ingresos. Esto es lo que
no hay que perder de vista, porque un país que no tiene esto está
librado al avatar cotidiano de precios e ingresos. Y nosotros le damos
tanta importancia a la exportación que no queremos que quede librada
meramente a la evolución coyuntural y volátil -frecuentemente- de
precios e ingresos.
Pero no me voy a ir de acá sin hablar de precios e
ingresos. Por lo tanto ahora vamos a pasar a los temas de política
económica, esos que suelen verse con una perspectiva de menor plazo a
las relaciones de la política económica con la competitividad del país,
a la acción de diversos instrumentos o herramientas de política
económica, a la necesidad de compartir con ustedes cómo estamos viendo
desde el Ministerio de Economía y desde el equipo económico, porque esto
lo analizamos permanentemente con todo el equipo económico, la evolución
de estas variables.
Naturalmente, yo les decía, que hay una tendencia
natural y comprensible: asociar el futuro de las exportaciones con este
tipo de variables; y naturalmente asociar la competitividad de la
exportación nacional con esta visión de la política económica, y en
particular, obviamente, con la política cambiaria, monetaria y el tipo
de cambio nominal.
Yo les quiero decir, que desde el punto de vista de
los instrumentos de política monetaria y cambiaria, no hay, no sólo
subestimación de nuestra parte, en cuanto a su importancia, sino que
desde que asumimos nuestra función en el Ministerio, el 1º de marzo, lo
venimos siguiendo con la atención que merece. Hemos realizado, seguimos
realizando y seguiremos realizando, un monitoreo permanente de la
evolución de las variables cambiarias y monetarias.
Lo segundo que quisiera compartir con ustedes, que
contiene además una invitación, es la de no comparar situaciones que no
son comparables; nosotros no podemos comparar lo que está pasando hoy,
con el tipo de cambio nominal, que tiene una evolución novedosa en el
país. En el país solíamos preocuparnos siempre porque el tipo de cambio
aumentaba, ahora nos preocupamos porque se reduce, por eso digo
novedosa. Es que no podemos comparar lo que está pasando ahora –como les
decía recién- con lo que pasó anteriormente, y particularmente hasta
mediados del 2002, y no lo podemos hacer por dos razones: La primera es
que por primera vez en su historia, Uruguay tiene un régimen de política
cambiaria y monetaria que supone la flotación del tipo de cambio nominal
-no su administración- y una acción del Banco Central que regula la
cantidad de dinero -teniendo en cuenta su demanda- y define una meta de
inflación a alcanzar en el país.
Entonces no podemos comparar esta situación con la
que Uruguay tenía antes de que se adoptara este sistema, o este régimen
de política monetaria y de política cambiaria que están a su vez muy
asociados entre sí.
Y hay una segunda razón, y es que tanto las
circunstancias económicas externas, como las circunstancias económicas
internas, son profundamente diferentes hoy, a lo que eran en esas etapas
que solemos convocar para hacer la comparación que yo señalaba recién.
Repito, tenemos circunstancias internacionales e internas que son
absolutamente diferentes.
La invitación que yo les quiero hacer, es a no
comparar cosas que no son comparables, porque cuando hacemos
comparaciones –que a nuestro juicio no se pueden realizar- tenemos el
riesgo de llegar a conclusiones incorrectas.
Ahora bien, para analizar la evolución del tipo de
cambio nominal, y por eso les decía hoy que quiero compartir la manera
como lo estamos haciendo en la conducción económica, que ustedes la
conozcan. Tenemos que tener en cuenta nueva información de los últimos
meses; nueva información que se agrega a la que ya conocíamos, que hay
una tendencia internacional del dólar estadounidense a la depreciación,
tendencia internacional a la depreciación, que se explica
fundamentalmente por desequilibrios estructurales formidables de la
economía de los Estados Unidos; en lo fiscal y en lo comercial.
Pero hay nueva información que hay que agregar, y que
se ha hecho evidente en los últimos meses. Por un lado, un gran ingreso
de capitales en el Uruguay, pero hete aquí, que este ingreso de
capitales tampoco es comparable a lo que hemos conocido en otros años,
porque este ingreso de capitales está destinado fundamentalmente a la
inversión productiva; esencialmente a la inversión productiva. El
ingreso de capital especulativo es absolutamente minoritario, en estos
tiempos en el Uruguay. Y por otro lado, hay un permanente crecimiento de
la exportación, lo cual revela, que el empresario uruguayo –y en
particular el empresario exportador- ha hecho un esfuerzo formidable,
para superar las posibles contrariedades que le trae una evolución del
tipo de cambio nominal, como la que estamos presenciando en los últimos
tiempos.
Ha hecho un esfuerzo formidable, teniendo en cuenta,
por ejemplo, los factores estructurales que hoy mencionábamos. El
exportador uruguayo se modernizó, incorporó, adoptó tecnología moderna,
mejoró sus niveles de eficiencia y de productividad. Subrayo: mejoró sus
niveles de productividad. Disminuyó costos, y por lo tanto es capaz de
seguir recorriendo una trayectoria de crecimiento como la que ha venido
recorriendo.
Hoy, al comenzar la charla para destacar la
importancia de este esfuerzo, veíamos algunas cifras. Ahora veamos este
cuadro. Este cuadro está indicando dos cosas muy importantes y también
novedosas en la historia del Uruguay: no sólo que la exportación no para
de crecer. La última columna es el segundo trimestre de este año y falta
la mitad del año. Por supuesto que vamos a llegar incluso a superar los
límites superiores de ese cuadro cuando termine el año. Repito que llega
hasta el segundo trimestre de este año. No sólo muestra un crecimiento
que no sólo no ceja, sino que se mantiene y se incrementa por momentos,
sino que está mostrando que el comportamiento exportador del país está
asociado a un saldo positivo de la balanza comercial de bienes y
servicios no factoriales. Y esto es una novedad estructural en la
historia del Uruguay. O sea que el esfuerzo exportador es compatible con
un saldo positivo de la balanza comercial de bienes y servicios no
factoriales.
Quiero explicar qué quiere decir servicios no
factoriales. A veces en la información de prensa se compara solamente la
exportación y la importación de mercancías. Entonces se dice que estamos
importando más de lo que estamos exportando. Falso. Estamos exportando
más de lo que estamos importando, porque ese cálculo no incluye la
exportación de servicios, de servicios no factoriales, esto es no
referidos a los factores de producción, no computando intereses,
utilidades, regalías, etc, sino los servicios que el país exporta.
Los servicios como los servicios de turismo y
actividades conexas. Si nosotros sumamos bienes y servicios no
factoriales, eso es una novedad en la historia del país que se puede ver
también mucho mejor en esta gráfica, absolutamente ilustrativa. Miren el
pasado y vean los últimos años.
En el pasado hay un déficit constante desde el punto
de vista comercial. A partir de mediados del 2002 en adelante, cuando el
país empieza a superar la crisis, el resultado comercial es
permanentemente positivo, y eso es una buena noticia para el Uruguay.
Como es una buena noticia que esté entrando muchísimo capital productivo
y no especulativo.
Entonces, nosotros tenemos que tener en cuenta la
acción y el impacto de estos factores. La acción y el impacto de estos
factores, que hacen al funcionamiento de la economía en su conjunto.
Ahora bien: cuando nosotros pensamos en el tipo de cambio nominal en la
conducción económica, tenemos la obligación, porque somos gobernantes, y
yo estoy absolutamente seguro que ustedes lo van a entender porque son
uruguayos conscientes de su responsabilidad, todos los intereses están
en juego. No sólo los de los exportadores. Nosotros tenemos que tener en
cuenta todo los intereses porque si bien un tipo de cambio nominal en
descenso o estabilizado o que no aumenta obviamente deprime los ingresos
brutos de los exportadores, y nadie lo niega, también pesa positivamente
sobre otros factores, como por ejemplo pesa positivamente sobre costos
de bienes y servicios importados, y les pido que piensen simplemente en
insumos difundidos como el combustible, por ejemplo.
Pesan positivamente sobre el endeudamiento en moneda
extranjera que es muy importante. Pesa positivamente, vía influencia
inflacionaria, sobre los ingresos fijos de los trabajadores del Uruguay.
Y yo les quiero decir lo siguiente, porque a veces se
ha discutido que influencia tiene el tipo de cambio nominal en la
inflación. Los modelos que nosotros tenemos nos dice que pesan y mucho.
Y ahora les voy a dar una cifra: pesa y mucho, y a mí me parece que la
historia del Uruguay lo demuestra, porque cuando hubo un salto
importante DEL tipo de cambio nominal en 2002, la depresión del salario
real de los trabajadores fue muy importante. Esta estabilidad del tipo
de cambio nominal, incluso con algún descenso de hoy está en línea con
el incremento del salario real de los trabajadores. Es uno de los
factores que lo explica , y quiero decirles entonces en función de esos
modelos que han mencionado recién y consultamos tres diferentes, con los
cuales trabajamos naturalmente, que cada punto de aumento en el tipo de
cambio nominal se refleja en 0.2 de impacto en la inflación en el mismo
trimestre en que aumentó el tipo de cambio nominal. Y supongo que ,
todos compartiremos que mayor inflación es deterioro del poder
adquisitivo de los ingresos fijos, entonces también tenemos que ver esa
influencia y tenemos que ver la influencia sin duda, que una evolución
estable del tipo de cambio nominal con mayor fortaleza y confianza en la
moneda nacional tiene, desde el punto de vista de la desdolarización,
objetivos que compartimos todos, entonces, el gobierno tiene la
obligación de tener en cuenta todos estos aspectos, por supuesto que sí,
y en particular la importancia de cada uno, porque todos defienden
intereses legítimos. Pero yo quiero que ustedes sepan que nosotros
tenemos la obligación y tratamos de asumirla de tener en cuenta todos
los defectos. Yo les decía recién, que obviamente un tipo de cambio
nominal estable o con tendencia a la baja hace que los ingresos brutos
de los exportadores disminuye, sólo que no creo que esto sea sinónimo de
pérdida de competitividad de la producción nacional. Y voy a tratar de
explicar porqué no creo que son dos conceptos sinónimos, una cosa es
ganar un poco menos de lo que se podría ganar con un tipo de cambio
nominal más alto, otra es perder competitividad. Competitividad es
rentabilidad y por lo tanto hay que analizarlo a la luz de esa similitud
de conceptos, pero entonces la variable fundamental no es el tipo de
cambio nominal, es el tipo de cambio real y el tipo de cambio real es el
indicador fundamental que nosotros podemos tener en cuenta para sacar
conclusiones al respecto . Entonces yo les voy a pedir que ahora nos
concentremos en la evolución del tipo de cambio real, por favor no
confundir con el tipo de cambio nominal deflactado por los niveles de
inflación, porque también son dos conceptos distintos, el tipo de cambio
real es un concepto relativo en dos sentidos, relativo porque compara
precios del Uruguay con otros países, con los de otros países que son
comercialmente relevantes con el nuestro, que es respecto a los cuales
deseamos medir la competitividad. Relativo en el sentido que no es un
concepto absoluto porque siempre hay que referirlo a un período básico,
no se puede decir el tipo de cambio en lo absoluto es "así o asá", hay
que comparar, para saber como viene evolucionando. Vamos a hacer las dos
cosas, vamos a comparar precios, con productos de países relevantes
comercialmente para el Uruguay y vamos a verlo a través del tiempo,
entonces ahí tenemos un gráfica con la evolución del tipo de cambio
real, y eso nos está indicando que el tipo de cambio real no ha tenido
en los últimos tiempos ,- a pesar de que ahí hay varias líneas que ahora
podemos identificar-, una conducta que revele, un deterioro, ni mucho
menos significativo.
Yo les quiero señalar, la línea roja es la del tipo
de cambio global, las de diferentes colores marcan comparaciones
diferentes también, a nivel extra región, a nivel región, Argentina,
Brasil, EEUU, México, Alemania, España, Italia, Reino Unido, y China,
ustedes verán, por un lado una gran estabilidad, con la perspectiva del
tiempo, verán además que hay una línea azul que está por debajo de
todas, es la de Argentina, porque la evolución argentina es diferentes a
cualquier otra, y es diferente porque la Argentina tiene en práctica una
medida de política económica que estoy segura que ustedes no desearán,
que son retenciones a la exportación. Pero eso es lo que explica que esa
línea esté por debajo de todas las demás. Si nosotros hacemos
comparaciones en el tiempo, permítanme decirles , que el nivel de tipo
de cambio real , global, en setiembre de este año, o sea prácticamente
el mes pasado, resultó 26% superior al del año 2000 en promedio, resultó
35% superior -estoy hablando de promedios siempre- al de junio del 2002.
Respecto a junio de 2002, el tipo de cambio real en setiembre de 2005
resultó 53% mayor al de la región y 10% mayor respecto a los Estados
Unidos y la Unión Europea.
Vamos a ver ahora el tema desde otro punto de vista.
Vamos a ver un índice de competitividad construido por el Foro Económico
Mundial que compara países. Uruguay, en el puesto 54 en el mundo, está
muy lejos del primer lugar que es Chile con el 23 -me refiero a América
Latina, siempre a países latinoamericanos- pero Uruguay ascendió al
segundo lugar en países de la América Latina. En general pusimos ahí a
los países de la región que retroceden y pierden posiciones; México, que
está en el 55, desciende siete lugares y Brasil, en el 65, desciende
ocho.
Argentina muestra una leve recuperación avanzando dos
lugares para quedar en la posición 72 que también es muy lejos de la
uruguaya. O sea: también se puede ver este tema desde el punto de vista
de la comparación internacional. Yo creo que es por estas razones que
quienes estamos conduciendo la economía del país no podemos llegar a la
conclusión de que ha habido un retroceso importante en el tipo de cambio
real, que es el indicador de la competitividad de la producción
nacional. No podemos decir que el país está con atraso cambiario porque
el atraso cambiario se configura cuando hay un deterioro importante del
tipo de cambio real que desciende sustantivamente por debajo de su nivel
de equilibrio. Y acá: ¿cuál es el nivel de equilibrio del tipo de cambio
real? Yo les voy a dar mi opinión: yo creo que el tipo de cambio real
actual está prácticamente en el nivel de equilibrio y lo digo por dos
razones. Lo digo por la gran estabilidad que en los últimos años han
mostrado las paridades de los poderes de compra de nuestra moneda
respecto a las otras relevantes y lo digo también porque tenemos un
modelo de comparación del tipo de cambio real observado -el que se da en
la práctica con el cálculo del equilibrio- y a nosotros nos da que el
tipo de cambio real hoy está en equilibrio.
Ahora bien: no hay que tener duda de que si este
equipo económico verifica que hay un deterioro sustancial de este tipo
de cambio real de equilibrio, no vacilará, con flexibilidad y sin
dogmatismo, en introducir los cambios que sean necesarios en su política
cambiaria y su política monetaria.
Nosotros no nos aferramos a regímenes por razones
teóricas o por razones de inflexibilidad ideológica. Absolutamente no.
Queremos el mejor porvenir para la producción, el empleo y el ingreso de
los uruguayos y si tenemos que actuar no descartamos ninguna
herramienta, ningún instrumento, sólo que hasta ahora -para ser sincero
con ustedes- nosotros no creemos que haya llegado a la situación de
cambiar nuestros regímenes de política monetaria y cambiaria. Y no lo
entendemos por las razones que acabo de exponer y por recordar además,
que los peores errores que se cometieron en la materia en este país se
cometieron con regímenes de política de tipo de cambio fijo,
administrándolo desde el gobierno.
Nosotros creemos que los regímenes actuales de
política monetaria y cambiaria son los mejores para el Uruguay y hasta
que no tengamos evidencia de que los resultados en la práctica muestran
ese deterioro sustancial y significativo de la competitividad, medida a
través del tipo de cambio real, no vamos a introducir modificaciones en
estos regímenes.
Sin embargo, hay otras maneras de actuar sin
modificar los regímenes de política monetaria y cambiaria; otras maneras
de actuar que tienen que ver con instrumentos de política económica. Por
ejemplo, aquello a lo que da margen el propio régimen de política
monetaria y cambiaria.
¿Cómo se puede actuar en el campo cambiario y
monetario sin cambiar los regímenes? Se puede actuar de dos maneras. Se
puede actuar, por ejemplo, a través de la conducta monetaria del Banco
Central, inyectando o restringiendo medios de pago en circulación; se
puede actuar comprando moneda extranjera, a los efectos de intervenir en
el mercado.
Bueno, señores yo quiero decirles que hemos hecho
esto con creces desde el 1º de marzo de este año, con creces.
Conducta monetaria del Banco Central en la
comparación interanual setiembre-setiembre, los últimos datos que
tenemos ha aumentado la base monetarias en términos reales -esto es, sin
ningún efecto inflacionario- en más de 21%, con un Producto que se debe
haber incrementado en el mismo periodo un 10%; esto es, la conducta
monetaria ha sido expansiva por más del doble del Producto, en términos
de números relativos de hoy.
No se puede decir que el Banco Central haya actuado
con criterio restrictivo; es más, decirlo es un profundo error, profundo
error.
Segundo, al ritmo que llevamos cuando termine el año,
entre el Ministerio de Economía y Finanzas y el Banco Central del
Uruguay, habremos de haber comprado 1.000 millones de dólares, 1.000
millones de dólares; de los cuales más de 600 los compró el Ministerio
de Economía y Finanzas. Esto es, como haber invertido la totalidad del
superávit primario -y más allá del superávit primario- en comprar moneda
extranjera; así que, quietos no nos quedamos, no bajamos los brazos,
hemos actuado dentro del margen de lo posible.
Ahora bien, hay otros instrumentos no monetarios ni
cambiarios que también estamos manejando, que también seguiremos
manejando y por eso ahora yo los invito a analizar, antes de los
financieros, los tributarios, porque no tengo cuadritos sobre los
tributarios.
Y les quiero mencionar, por lo menos un par de
ejemplos; esto no tiene nada que ver con la reforma tributaria
estructural, son medidas de corto plazo que vamos a poner en práctica,
que estamos poniendo en práctica, una ya está en vigencia: hemos
admitido la deducción de las pérdidas activas, por descenso del tipo de
cambio nominal, a los efectos del cálculo del Impuesto a la Renta de
Industria y Comercio. Esa medida, reitero, está en práctica hace tres
semanas. La segunda, que va anunciarse seguramente el Ministro de
Turismo en las próximas horas, vamos a reducir sustancialmente el
Impuesto al Valor Agregado para todos aquellos bienes y servicios en los
que el comportamiento del ingreso de turismo en el país tiene una
incidencia relevante.
Y esto, obviamente, mejora la competitividad de la
producción nacional en un rubro muy importante, ese rubro que entre
otras cosas está colaborando para que el Uruguay mantenga -por primera
vez en mucho tiempo- un saldo comercial positivo estable en su comercio
con el exterior.
Y también tenemos instrumentos financieros que
afectan la competitividad.
Voy a empezar por uno sobre el que el señor
presidente del Banco de la República, al entregar hoy los premios a las
mejoras conductas exportadoras al cierre de la tarde, va a profundizar
en detalles pero que me parece fundamental destacar por la importancia
de su efecto y es que con el objetivo de financiar mejores proyectos de
inversión, con un criterio selectivo, con el criterio de promover la
incorporación tecnológica, la incorporación de nuevos rubros y,
naturalmente, reducir los costos financieros, que también inciden sobre
la competitividad de la producción, va a reducir la tasa de interés
activa de los créditos al sector exportador al 4,5% en moneda
extranjera; lo cual, si yo no recuerdo mal, debe ser la menor tasa de
interés en moneda extranjera que conoce el país en muchos tiempos.
Por supuesto, que eso vendrá acompañado por líneas de
crédito para financiar proyectos seleccionados, en la aplicación de un
método que el Banco va a poner en marcha inmediatamente que es la de
licitar proyectos de inversión, que se verán beneficiados por estas
condiciones de costo en materia de crédito.
Subrayo el financiamiento de proyectos novedosos de
exportación, porque también va en línea con una de las líneas
estructurales que estuvimos comentando al principio.
La Corporación Nacional para el Desarrollo está
iniciando una nueva etapa de trabajo, que ojalá sea importante para
reposicionar a una institución que en el pasado se vio muy asociada a un
enfoque muy crítico sobre su conducta.
Por eso, hablamos de reposicionamiento de la
Corporación Nacional para el Desarrollo, como efectiva agencia de
desarrollo nacional, sobre todo vinculándola a la pequeña y mediana
empresa que también en materia de exportación es tan importante. Y por
eso hablamos ahí como objetivo de fomentar los factores micro y meso
económicos de la competitividad.
En materia de herramienta de política, estamos
reactivando los fondos de crédito pendientes de utilización. Estos son
muy concretos, son los fondos que disponemos a partir de la reconversión
de las deudas de Estado a Estado, entre Uruguay y España por un lado, y
entre Uruguay e Italia por otro lado.
En este viaje hemos podido dar un avance muy
importante en materia de reconversión de la deuda con los dos países y
una parte sustancial la vamos a poder usar como herramienta de política
en la Corporación Nacional para el Desarrollo.
Después tenemos un programa de corporaciones en
financiación de proyectos a varios rubros de exportación. Hace poco
participábamos en una acción en este sentido de la Corporación con la
producción lechera y en particular con gremiales que están muy
vinculadas a CONAPROLE; y vamos a persistir en ese camino.
Y medidas de apoyo a pequeñas y medianas empresas
exportadoras, incluyendo un edificio en el que se va a concentrar todo
el trabajo para pequeñas y medianas empresas, y también trabajando en la
formación de lo que es un verdadero "talón de Aquiles" de las pequeñas y
medianas empresas, fondos de garantía.
Por supuesto, fomentando la asociatividad, esto tiene
que ver también con la línea de promoción de conglomerados, porque la
pequeña y mediana empresa, está llamada a cumplir un papel fundamental,
pero aisladamente considerada, sin articularse en redes, tiene mucho
menores posibilidades de éxito.
Luego, tenemos un programa nacional de articulación
productiva y micro finanzas, del cual, son responsables las
instituciones que figuran al pié de la lámina: el Ministerio de
Desarrollo Social, el de Trabajo, el de Ganadería, Agricultura y Pesca,
la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, el Ministerio de Industria y
el de Trabajo y Seguridad Social.
El objetivo es apoyar a las más de mil micro empresas
que tiene el país; les recuerdo que la micro empresa es aquella que
tiene cuatro o menos funcionarios; y las pequeñas empresas exportadoras
en la continuidad de sus corrientes comerciales, herramientas de
política financiera y de extensión empresarial, capacitación, asistencia
técnica y financiación del gerenciamiento e ingeniería de mercados.
Otras medidas: nosotros estamos analizando la
posibilidad de modificar las condiciones y las vías de canalización de
un préstamo muy importante que ha recibido el Uruguay, que es el
multisectorial del Banco Interamericano de Desarrollo, reformulación que
nos permitirá -como dice ahí- movilizar alrededor de 300 millones de
dólares dedicados a fundamentar la inversión en este sector.
Y, naturalmente, vamos a continuar con un instrumento
que a nuestro juicio es muy importante que es el régimen de
prefinanciación de exportaciones, manteniendo un instrumento muy
beneficioso para el sector, al tiempo de estar atentos a nuevas
herramientas.
Yo les quiero recordar que a la luz de esta nueva
tasa activa del Banco de la República, que hemos dado a conocer y sobre
la que profundizará el presidente del banco en la tardecita de hoy, una
tasa del 4,5% de financiamiento para el sector exportador, y recordando
cuánto es el monto del subsidio del Banco Central al régimen de
prefinanciación de exportaciones, llegamos a un costo financiero que
estimo muy conveniente para el sector exportador.
El subsidio del Banco Central es el equivalente a
2,3%. Si tenemos en cuenta que el Central cobrará una tasa de 4,5%, el
costo financiero para el exportador queda ubicado en 2,2% de tasa de
interés, o de interés, en moneda extranjera.
Repito: creo que es una tasa muy atractiva para
fundamentar adecuadas condiciones de financiamiento del sector
exportador y, naturalmente, tratar de apuntalar por esta vía los
instrumentos de política económica que están más directamente referidos
a la competitividad del sector.
Señores, estimados amigos, muchas gracias por la
atención que han prestado a esta presentación. Les pido perdón si
resultó un tanto extensa, pero creo que hemos tocado temas que eran de
interés para todos ustedes; y yo quería, sobre todo, que ustedes
supieran con qué criterio, con qué concepto, con qué visión, estamos
analizando el futuro de la exportación y el presente de la exportación
en la conducción económica del país. Muchas gracias.
PREGUNTA: Comprendemos que la política monetaria
tenga como objetivo el abatimiento de la inflación en moneda nacional,
IPC, pero la inflación en dólares, ¿no tiene, acaso, muchas de las
consecuencias negativas de la primera?
MINISTRO ASTORI: Bueno, la inflación en dólares nunca
es una situación deseada ni aconsejable, sólo que si analizamos el
problema que está en juego exclusivamente en base a la inflación en
dólares que hay en el Uruguay, que la hay, perdemos de vista todo
aquello que hemos tratado de fundamentar en nuestra charla de hoy y es
que el elemento que debemos tener en cuenta para analizar la evolución
de la competitividad es el tipo de cambio real. Y el tipo de cambio real
no ha experimentado retrocesos sustanciales, lo que quiere decir que,
entre otras cosas, los países comercialmente relevantes para nosotros
también tienen niveles importantes de inflación en dólares.
PREGUNTA: Un comentario para que haga otro
comentario. Observando el incremento de las importaciones podemos ver
que, gracias a la política cambiaria, nos hace ser no competitivos.
MINISTRO ASTORI: ¿Ese es el comentario? No lo
comparto, por las cifras que acabo de exhibir. (...) Les quiero
recordar, además, algo que no mencioné en la charla y es la composición
de las importaciones en el Uruguay. El principal factor de expansión de
las importaciones en el Uruguay hoy es la importación de maquinaria y
equipo; y materias primas importadas para el desarrollo tecnológico de
país.
Y en gran medidas quienes hacen esas importaciones de
maquinaria y equipo de mejor generación, son los exportadores. Así que,
no me inquieta mucho el comportamiento importador porque me parece que
es un comportamiento muy sano.
Por otra parte, vuelvo a insistir, tenemos un
resultado comercial como hacía mucho tiempo no teníamos. En esto,
obviamente, tiene mucho que ver el esfuerzo exportador. Ni que hablar.
PREGUNTA: Frente a las reformas estructurales que
llevan tiempo en su implementación, como bien usted lo aclaraba hoy,
sobre todo las actividades que está desplegando el Ministerio, la
pregunta es, ¿cuáles pueden ser las medidas coyunturales que permitan
paliar el incremento de costos en dólares que tienen hoy las empresas
exportadoras?
MINISTRO ASTORI: Bueno, creemos haber ofrecido
algunos ejemplos en la charla ¿verdad? Estamos hablando de instrumentos
tributarios estructurales y más coyunturales.
Los estructurales son lo que tienen que ver con todas
las reformas que estuvimos comentando al principio; y en particular con
la reforma tributaria.
Nosotros aspiramos a que, con una visión de mediano y
de largo plazo, la presión tributaria sobre la exportación vaya
disminuyendo; eso con un criterio estructural.
Con un criterio más coyuntural, puse el ejemplo de
las medidas de cálculo del Impuesto a la Renta; el ejemplo de la
disminución del IVA a bienes y servicios relevantes para el turismo, que
va ser anunciado en los próximos días.
Pero además puse ejemplos de instrumentos
financieros. A mí me parece que los costos financieros de la exportación
uruguaya, con estas medidas que estamos anunciando hoy, van a disminuir
en forma significativa.
PREGUNTA: Otra pregunta con respecto al mismo tema,
sobre la competitividad. La competitividad con la Argentina es un factor
clave en la competitividad global de las exportaciones uruguayas,
sencillamente porque cuando exportamos carne, lácteos, arroz, cítricos,
el principal competidor en todos los mercados es Argentina, ¿cómo maneja
la política económica a futuro ese factor clave de competencia?
MINISTRO ASTORI: Bueno, yo creo que este es un tema
importante. Nosotros en materia de política económica hemos venido
siguiendo un camino diferente al de Argentina, en términos generales y
estructurales y en términos más específicos en relación con el esfuerzo
exportador.
Por eso, yo les desatacaba hoy que, por ejemplo, las
medidas que practica Argentina respecto al sostén del tipo de cambio
nominal -que es lo que hacía aparecer aquella línea azul un poco
separada del resto- se logra en base a un amplio superávit fiscal
primario, que tiene dos explicaciones: el camino que siguieron respecto
a la deuda, que no es el nuestro, y las retenciones a las exportaciones,
que tampoco es nuestro camino y que supongo -como dije hoy- que no será
una aspiración de este encuentro que tenemos hoy.
Entonces, sabiendo que son dos caminos diferentes,
nosotros tenemos que esforzarnos -respecto al enfoque propiamente dicho
de esta pregunta- por mejorar nuestros propios factores de
competitividad; esto tiene mucho que ver con los estructurales, tiene
mucho que ver con la calidad del producto.
Por ejemplo, hoy no hicimos un análisis desde ese
punto de vista, pero es absolutamente relevante para explicar la
conducta exportadora de los últimos tiempos que ha sido muy buena, los
precios que han obtenido muchos productos de exportación del país en
muchos mercados, y esos precios que son superiores frecuentemente a los
que se paga por el producto argentino tiene que ver con la calidad del
producto uruguayo.
Así que, si estamos convencidos de nuestro camino, y
nosotros lo estamos, sigamos transitándolo y al mismo tiempo
preocupándonos permanentemente de defender nuestros productos; sobre
todo sin perder de vista la importancia de los factores estructurales
que recorríamos hoy.
PREGUNTA: Con respecto a política comercial, los
subsidios que reciben las industrias instaladas en las zonas de
promoción argentinas, perjudican la industria nacional tanto local como
exportaciones. ¿Uruguay solicitará la formación del Tribunal Arbitral
que juzgue estas asimetrías?
Y la segunda pregunta: no hemos visto en su
presentación algo referente al régimen de admisión temporaria.
MINISTRO ASTORI: Bueno, nosotros hemos venido
trabajando -empiezo por el final- con el Ministerio de Industria,
Energía y Minería sobre mejoras al régimen de admisión temporaria, que
estamos conscientes del papel importante que ha jugado en el Uruguay,
sobre todo como factor corrector de asimetrías; y esperamos que muy
próximamente esta propuesta conjunta de los Ministerios de Economía e
Industria, Energía y Minería llegue al Parlamento.
Por supuesto, que aprovecharemos esta instancia para
hacer una presentación al respecto pero el hecho de que yo no lo haya
mencionado, hoy porque estoy esperando para hacer la presentación -la
reforma tributaria es otro ejemplo-, no significa que no le demos
importancia.
Respecto al otro tema, yo no quiero hacer anuncios
hoy al respecto, pero es obviamente un tema de negociación en el seno
del MERCOSUR y, naturalmente, cuando construyamos una buena agenda de
negociación teniendo en cuenta los puntos que veíamos hoy, uno de los
cuales es el acceso al mercado ampliado como se sabe, podremos discutir
con mayor grado de detalle la posición a defender por Uruguay. |