MUJICA REIVINDICÓ EL ROL DE LA AGRICULTURA FAMILIAR
CAMPESINA
Con un fuerte alegato reivindicando la vivencia
futura de la agricultura familiar campesina, el Ministro José Mujica
exhortó “a volver a pensar en la tierra incluso como un refugio de una
pobreza digna”, durante la apertura de la sesión del Comité Ejecutivo de
la FIPA.
Mujica afirmó que la globalización
significa un avance fenomenal de fuerzas productivas, de intelecto, de
recursos de capital, de cambios de costumbres, por un lado; pero recordó
que “también significa que la comida humana y un montón de cosas quedan
decididas por núcleos muy pequeños de gente poderosa, que no
necesariamente es mala ni es buena, lucha por sus intereses y que muchas
veces esos intereses no necesariamente encuadran con los intereses de la
mayoría de la gente”.
En este sentido, destacó el rol de
los productores rurales, afirmando que “¡ay de aquellos pueblos que
comentan el error de abandonar a sus campesinos, porque cometerían el
error de abandonar la despensa, de abandonar la última retaguardia de
los alimentos!”.
El Ministro José Mujica
participó este jueves en la apertura de la sesión del Comité Ejecutivo
de la Federación Internacional de Productores Agropecuarios (FIPA), que
se reunieron en el Hotel Sheraton de Montevideo, oportunidad en que se
firmó un convenio entre dicha organización y el Instituto Nacional de
Investigación Agropecuaria (INIA).
Durante la parte oratoria
hicieron uso de la palabra los presidentes de las organizaciones
anfitrionas que, con la organización de AMRU, CNFR y CAF, participaron
en la sesión del Comité Ejecutivo de la Federación Internacional de
Productores Agropecuarios (FIPA), presidido por Jack Wilkinson.
PALABRAS DEL MINISTRO DE GANADERIA,
AGRICULTURA Y PESCA, JOSE MUJICA, EN EL ACTO DE APERTURA DEL COMITE
EJECUTIVO DE LA FEDERACION INTERNACIONAL DE PRODUCTORES AGROPECUARIOS (FIPA)
MINISTRO MUJICA: En primer término,
tengo que pedir disculpas porque llegamos un poquito tarde, con una
agenda un poco complicada y sobre todo con esa manía que tiene la
prensa de llamar de mañana temprano; sobre todo los de espacios rurales.
Y quiero agradecerles improvisadamente.
Yo sé que el mundo de la agricultura
es familiar y enfrenta un reto de época; donde no está claro cómo vamos
a salir, donde existen contradicciones de carácter planetaria, en el
medio de la cual se juega la suerte de los pobres de la tierra.
La globalización significa un avance
fenomenal de fuerzas productivas, de intelecto, de recursos de capital,
de cambios de costumbres, por un lado; pero también significa que la
comida humana y un montón de cosas quedan decididas por núcleos muy
pequeños de gente poderosa, que no necesariamente es mala ni es buena,
lucha por sus intereses y que muchas veces esos intereses no
necesariamente encuadran con los intereses de la mayoría de la gente.
Visitando la planta el otro día, de
las pocas que hay en este país, y saqué mis cuentas que ningún
trabajador levantaba más de cinco kilos y eso por accidente. La
productividad de tres hombres podían hacer casi un millón de kilos de
leche en polvo.
¿Cuál es la respuesta laboral que le
damos a la humanidad en ese marco?
Y uno tiene que volver a pensar en la
tierra, incluso como un refugio de una pobreza digna.
El hombre ha desatado una capacidad
industrial de producir automatizada y un tipo de civilización -y esto es
opinable, pero yo no vengo para hacer buena letra al Sheraton, soy
polemista- se ha desatado un tipo de civilización donde nada alcanza y
donde frecuentemente tocamos los limites de la naturaleza por acá y por
allá; más adelante habrá que gastar una fortuna y se está gastando
tratando de remendar los desastres que estamos organizando; una especie
de civilización ciega en su conjunto se parece a aquella anécdota de
Chaplin, donde el botija iba rompiendo las vidrieras para que él viniera
acá, ofreciendo el trabajo de remendarlas. Esto es escala planetaria.
Pero a uno le parece que, ¡ay de
aquellos pueblos que comentan el error de abandonar a sus campesinos,
porque cometerían el error de abandonar la despensa, de abandonar la
última retaguardia de los alimentos! Y es cierto que las grandes
empresas, los grandes circuitos, por su peso se van quedando con las
grandes corrientes comerciales y la conducción de la oferta, y en
realidad el valor de un producto de naturaleza primaria es absolutamente
secundario ante la enormidad de valor que se suma a posteriori.
Lo que se ha dado en
llamar “proteccionismo agrícola” -en mi humilde opinión- no es otra cosa
que un fenomenal proteccionismo industrial, donde se subsidia el primer
escalón de la mercadería para tener asegurado el otro gran circuito de
valor, que es el que importa, de valor agregado.
En ese marco, está
cuestionada la vivencia de futuro de la agricultura familiar de la
agricultura campesina, de los pobres de la tierra.
Hay quienes pronostican
que van a desaparecer 400, 500 millones de campesinos en los próximos
años; no sería grave, lo que tendríamos que preguntarnos es, ¿cuál es la
respuesta que le vamos a dar? ¿Los vamos a transformar en una categoría
sub-humana de desocupados al borde de las grandes urbes?
Pero, por otro lado, acá
hay un problema filosófico: es mucho más fácil hacer un ingeniero, hacer
un médico, que poder construir un campesino.
Claro está que el
campesino del futuro para que exista ya no podrá ser un hombre
rutinario, necesitará un acervo cultural cada vez más fuerte y más
determinante.
Pero no es sólo una
profesión, es una forma de vivir y de mirar al mundo; ni mejor ni peor
que otra, una diferenciación que está en el seno de nuestra sociedades.
Y resulta paradójico que
el mundo que se enriquece después debe de empezar a cuidarlos, a
fomentarlos, a diferenciarlos e inventar todo un rosario de cosas que
andan por ahí, como una forma de protegerlos.
Sencillamente, la
economía del conocimiento -en la cual dicen que vamos entrando- dicen,
si lo fuera del conocimiento debería de ser la economía y la sociedad de
la diversidad, y entender que tal vez en la existencia de una
agricultura campesina en toda su forma, existe el lograr de preservar
algunos valores humanos, que son tan dignos de pelear para que sigan
existiendo arriba de la tierra como es tan digna la lucha por mantener
la vida de animales exóticos, que nuestra vida tiende a hacer
desaparecer.
Por eso yo le tengo que
agradecer a este Movimiento y a esa plata que gasta un poco del mundo
rico en todo esto, en ayudar a todo esto; es como una plata que se gasta
porque se tuviera conciencia subliminal de que algo anda mal y algo hay
que hacer.
Y nosotros no tenemos que caer en dos
visiones, la una peyorativa de que es una excentricidad del mundo rico
porque el mundo rico también tiene humanas contradicciones en sus
entrañas; pero debemos de cuidar que esto no se transforme en un
instrumento del curro, del abuso de los sectores intelectuales que son
en última instancia apenas un medio, pero no son la razón central; la
razón central son muchísimos miles que no están acá y que tal vez no
entenderían nuestras discusiones pero son la razón de ser de todo este
esfuerzo.
Y la historia de las instituciones
humanas es la historia de que surgen por una causa, pero una vez creados
esos instrumentos se transforman en una razón en sí mismo de vivir; y no
se tome esto ni por asomo como una crítica, es casi una historia de la
humanidad; es así, tiende a ser así.
Creo que la claridad intelectual de
lo que ha pasado en un conjunto de instituciones nos puede ayudar a
preservar de que este Movimiento y otros que hay parecidos sigan
manteniendo la frescura de su fundación, de su gesto fundacional que
siempre debe ser recordado. Y creo que esto nos puede ayudar a todos.
Por suerte la economía moderna no va
a poder hacer desaparecer a los campesinos, porque es una cosa más terca
que he visto arriba de la tierra: tienen una capacidad de sobre-vivencia
de carácter fenomenal, resisten los desaguisados de la humanidad porque
son una forma de vida.
Sin embargo, el problema está en
esto, en las formas agrícolas más adelantadas del mundo contemporáneo,
allí donde el capital logra el escalón más alto de la sustitución del
trabajo humano, para seguir progresando, necesitan reintroducir trabajo
humano porque no parece que ninguna maquinita pueda superar lo que
significa la levadura del trabajo humano.
Por ello, creo que hay una larga vida
-a pesar de todo- para una actitud campesina arriba de la tierra.
Gracias.. |