TRABAJO Y EMPLEO DECENTE: CLAVES EN LA INTEGRACIÓN
DEL MERCOSUR
Tras ratificar el compromiso de Uruguay en la
integración regional, a través del proyecto MERCOSUR, el Presidente
Vázquez destacó el rol del trabajo y del empleo decente "como claves de
la integración productiva, para hacer realidad en nuestros pueblos el
inalienable derecho al desarrollo".
El Presidente Vázquez participó del Encuentro de
Centrales de Trabajadores del MERCOSUR, una iniciativa de la Presidencia
de la República, la Intendencia de Montevideo y el Ministerio de
Relaciones Exteriores, con el apoyo de UNESCO y FESUR, en el marco de la
Agenda Somos MERCOSUR, en la Presidencia Pro Témpore del bloque.
Acompañaron a Vázquez en la mesa, el Presidente de la
Comisión de Representantes Permanentes del MERCOSUR, Eduardo Duhalde, y
el Canciller de la República, Reinaldo Gargano.
Tras hacer uso de la palabra Vázquez y Duhalde, se
recibió el saludo de las centrales sindicales del bloque regional y se
hizo entrega de un documento de parte de las mismas al Mandatario.
Posteriormente, se procedió a un intercambio de los
dirigentes sindicales con el Ministerio de Trabajo del Uruguay, en su
condición de Presidente Pro Témpore del Área Trabajo del MERCOSUR.
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, TABARÉ
VÁZQUEZ
PRESIDENTE VÁZQUEZ: Queridas amigas, y queridos
amigos, gracias por estar aquí y por recibirme en este encuentro de
trabajadores y de centrales sindicales del MERCOSUR. A quienes llegan de
países hermanos, bienvenidos al Uruguay y a su capital, a la ciudad de
Montevideo. Deseamos que aquí se sientan como en su propia casa, y
deseamos además que se sientan como en casa en este edificio que, por
ser la sede del MERCSOUR, es también la casa de los millones de hombres
y de mujeres que desde todos los rincones de nuestra región, y con sus
propias vidas, construyen este proyecto de integración que viene de
lejos y que quiere ir más lejos aún.
El MERCOSUR es su gente. Sin la gente, sin el pueblo,
el MERCOSUR se transforma en una entelequia.
Y esta es la casa de la gente, que con su memoria y
sus proyectos, con sus sueños y sus compromisos, cotidianamente -todos
los días- hacen al MERCOSUR. Bienvenidos, pues a lo que es de todos
ustedes.
Amigas y amigos, como soy de los que creen que las
palabras útiles tienen, entre otros beneficios, la virtud de no saber
mentir, simplemente compartiré con ustedes algunas reflexiones que
estimo refieren a la sustancia de este encuentro.
En primer lugar, nuestro compromiso, el del gobierno
de la República Oriental del Uruguay que presido, y el de la Presidencia
Pro Témpore del MERCOSUR que Uruguay actualmente ejerce, con la
consolidación y el desarrollo de este proceso de integración.
Consolidación y desarrollo en términos de integración
energética. Consolidación y desarrollo en términos de complementación
productiva, complementación física y de comunicaciones.
Consolidación y desarrollo en términos científicos,
tecnológicos y culturales. Consolidación y desarrollo en materia de
instrumentos e instituciones financieras comunes.
Consolidación y desarrollo en la proyección y el
protagonismo del MERCOSUR como tal, en un escenario mundial ciertamente
complejo, pero que puede ser mucho más complejo aún si no nos tienen en
cuenta.
Pero, además, consolidación y desarrollo en términos
de una institucionalidad representativa de la voluntad y el compromiso
integrador de nuestros pueblos; y consolidación y desarrollo en materia
de derechos laborales y seguridad social.
En segundo lugar, y estrictamente vinculado a esta
dimensión ciudadana y laboral de la integración, permítanme expresar
también nuestra convicción en el trabajo y en el empleo decente como
claves de la integración productiva para hacer realidad en nuestros
pueblos el inalienable derecho al desarrollo.
Reconozcamos que la palabra "trabajo" no tiene,
históricamente desde sus inicios, los mejores antecedentes. Basta
recordar que "trabajo" deriva del latín, "tripalium", y que "tripalium"
era el yugo que en la antigüedad se ponía a los animales de labranza o a
los hombres condenados a trabajos forzados.
Pero unos cuántos siglos, y muchas cosas han pasado
desde entonces, y hoy el trabajo es un factor de inclusión social y una
clave de organización y funcionamiento democrático de la sociedad.
Tal es así que los condenados de hoy, a diferencia de
aquellos condenados de los tiempos a los que hacíamos referencia, los
condenados de hoy son quienes no tienen trabajo, quienes sufren el
desempleo o quienes padecen un empleo en condiciones que atentan contra
su dignidad como personas.
Por lo tanto, nuestro compromiso no es solamente con
el trabajo como clave de desarrollo productivo, sino también con el
empleo decente como factor de inclusión social y sustento democrático de
nuestro proyecto de integración regional.
De ahí nuestro planteo de que los trabajadores del
MERCOSUR se reunieran, discutieran, plantearan un documento, y que éste
fuera incluido para la discusión política de la Cumbre que se va a
realizar el próximo 9 de diciembre.
Llegamos entonces, hechas estas dos precisiones, a la
tercera reflexión que me interesa compartir con ustedes.
Para que nuestra integración sea auténtica ha de
construirse sobre bases de integración social; para que el MERCOSUR sea
un proceso irreversible ha de edificarse sobre bases de ciudadanía y de
democracia.
De lo contrario, la integración no pasará de ser una
frustrante acumulación de pobreza, una peligrosa sumatoria de
desesperanzas, o, en el mejor de los casos, una inocua reunión semestral
de gobernantes resignados a administrar crisis y a renunciar al futuro.
Y si bien es cierto que en la gestión de gobierno a
menudo hay que administrar crisis, lo cierto es que gobernar es asumir
la rica complejidad de la sociedad, articularla democráticamente y
proyectarla en un proyecto de futuro compartido.
En otras palabras, gobernar es construir Nación.
Y es precisamente a la Nación, a ella que se refiere
la cuarta reflexión, que por diversas razones deseo compartir con
ustedes. Entre ellas, entre esas razones, porque en buena medida devino
en una constelación de países, tras el fracaso del proyecto de los
precursores de nuestra Independencia, en construir una Nación; un
sistema federal, en las palabras de nuestro Padre Artigas.
Pero también, además de ese fracaso que tiene
distintas causas que no es el momento de analizar, pero junto a ello
también, porque aún perduran ciertos hábitos, la equivocada, la
equivocada creencia de que los proletarios no tienen patria y de que las
naciones nacen y progresan a pesar de esos eternos revoltosos que son
los trabajadores. Reitero, es una creencia equivocada, y agrego: no es
solamente equivocada, es conservadora, es estigmatizante y es
antidemocrática.
Basta repasar la historia más cercada e inmediata,
para constatar la vocación, el compromiso y la entrega de los
trabajadores en la forja y consolidación de los procesos nacionales
sobre bases democráticas. Y basta observar esta sala para reafirmar que
esa vocación y ese compromiso siguen vigentes. Tan vigentes como
imprescindibles para un MERCOSUR que debe, inexorablemente, llenarse de
ciudadanía.
Una ciudadanía que no se limite a los derechos
cívicos, importantísimos por cierto, sino que también abarque el amplio
campo de derechos y responsabilidades civiles y sociales.
Amigas y amigos, esta reunión expresa la vocación y
el compromiso de las centrales sindicales que ustedes integran y
representan.
Vocación y compromiso con sus respectivos países, por
supuesto, porque no hay contradicción entre ser argentino, brasileño,
chileno, paraguayo o uruguayo, y sentirse además latinoamericano.
Pero también vocación y compromiso con este proyecto
de Integración regional en el cual los trabajadores se reconocen en
tanto tales y en tanto, además, ciudadanos de estos países.
Todos quienes aquí estamos sabemos lo que el MERCOSUR
significa como mandato histórico y como desafío de futuro. Ninguno
ignora las dificultades y las oportunidades implícitas en el mismo.
Todos las conocemos y somos conscientes de que en esta tarea no hay
iluminados ni atajos posibles.
Ninguno espera milagros ni pretende imponer
unanimidades. Todos sabemos que ello aparte de ser éticamente
inaceptable, es imposible. Todos sabemos que la integración es un
acuerdo y que los acuerdos no existen por sí solos, ni caen como regalo
del cielo, sino que se construyen sobre la base del reconocimiento y del
diálogo, y sobre todo de la voluntad de los pueblos de marchar juntos
por el bien de todos. Y eso es lo que aquí todos nosotros en la tarde de
hoy estamos haciendo.
Con ese ánimo he venido a esta reunión. Aunque soy
médico por vocación y profesión, y aún hoy sigo ejerciendo la medicina,
es decir, más allá del conflicto que tenemos, que no sé de qué lado
estoy, si del gobierno o del sindicato al que pertenezco, soy un
trabajador de la salud pero no traigo un recetario en el bolsillo.
Traigo sí una esperanza que quiero compartir con
ustedes: la esperanza en un futuro mejor.
Traigo también la convicción de que ese futuro es
posible, requiere cambios pero es posible.
Y esos cambios, que son progresistas o no serán
cambios, dependen de nosotros, dependen de nuestra inteligencia, de
nuestra voluntad; en fin, de nuestra decisión de ser protagonistas de
nuestro propio destino y de articular democráticamente nuestras ideas y
nuestras acciones.
Ya no hay razón para el desconocimiento y la soledad
entre nosotros. Por eso traigo también una invitación, la invitación a
seguir compartiendo esperanzas y compromisos; la invitación a trabajar
juntos, cada uno desde su propia identidad, para hacer realidad el sueño
de la Patria Grande latinoamericana.
Una grande Nación latinoamericana que tome del pasado
la experiencia, del presente el compromiso y del futuro la esperanza. Y
en la que todos, absolutamente todos, seamos sujetos de derecho. Muchas
gracias.
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE
REPRESENTANTES PERMANENTES DEL MERCOSUR, EDUARDO DUHALDE
DUHALDE: Señor Presidente de la República Oriental
del Uruguay, Tabaré Vázquez; Ministro de Relaciones Exteriores, Reinaldo
Gargano; Ministro de Trabajo; Coordinadores nacionales de los países
miembros del MERCOSUR; Jefes de Delegaciones de gremios del MERCOSUR;
señoras y señores; compañeras y compañeros trabajadores.
Hace un mes el Presidente de la República, Tabaré
Vázquez, tuvo la gentileza de citarnos en ésta, la casa del MERCOSUR
para plantearnos que la primer reunión quería hacerla con los
trabajadores de los países que la integran, y aquí estamos.
Quiero contarles que en estos dos años hemos estado
recorriendo todos los países de Sudamérica. Como ustedes ya saben, ya no
somos cuatro países en el MERCOSUR; somos cuatro miembros permanentes,
pero los otros seis países se han incorporado como Asociados, es decir,
los diez países sudamericanos están incorporados a este proyecto de
integración que tiene la capitalidad aquí, en Montevideo.
Y quiero simplemente decirles que en las visitas
mías, en estos dos años he recorrido por tres veces nuestros países, y
quiero contarles que -con su más y con sus menos- todos los países
sudamericanos tienen el mismo problema.
Hace instantes, reunido con compañeros gremialistas
de mi país, les comentaba este aspecto del progreso de los últimos años.
¿Cuál es el progreso? La conciencia común, la conciencia común,
creciente conciencia común que abarca no solo a los trabajadores ni a
los Presidentes de una Sudamérica en que han irrumpido gobiernos
progresistas, sino también de los partidos políticos, de los sectores
civiles de la sociedad, las organizaciones civiles, de que el gravísimo
problema que tenemos es el reparto de la riqueza en Sudamérica.
Vivimos en el continente que tenemos más
desigualdades. Por eso es importante estar reunidos aquí, en el
MERCOSUR, junto con ustedes.
Hay conciencia común del problema. El gran debate
pendiente es cómo se resuelve.
Hoy ya nadie puede hacerse el distraído. Es un
escándalo lo que pasa en nuestra Sudamérica.
Hasta hace 15 o 20 años, la palabra exclusión se
utilizaba para otros menesteres. Hoy asistimos a cientos de millones de
excluidos; no sólo los trabajadores, sino los que no tienen trabajo y
que están golpeando a nuestras puertas.
Por eso, queridos amigos, queridos compañeros
trabajadores, es muy importante que nos reunamos y que desde el sector
del trabajo surjan iniciativas, porque reitero un concepto: el avance
que hoy sabemos es el común saber sudamericano de cuál es el problema;
lo que todavía no hemos encontrado es la forma, el cómo avanzamos para
resolverlo.
Así que, señor Presidente, agradeciéndole
fundamentalmente a usted que es quien ha motivado, quien ha planteado
que se haga esta reunión, doy por comenzada la sesión de los gremios del
MERCOSUR. Gracias, señor Presidente.
EXPRESIONES DE LOS REPRESENTANTES SINDICALES
El Representante del PIT-CNT, Juan Castillo, destacó
la importancia de que por primera vez un Presidente Pro Témpore del
MERCOSUR da la posibilidad de un debate, un diálogo, que escucha sus
demandas.
Quisieran que en otras oportunidades se puedan
constatar reuniones de trabajo de este tipo, agregó.
Por otra parte, hizo un reconocimiento a los
centenares de dirigentes sindicales que hicieron acto de presencia.
Castillo reclamó urgencias del movimiento sindical
uruguayo, para que se incorporen a la agenda del MERCOSUR:
Se deben implementar medidas concretas y procesos
participativos en: el Protocolo del MERCOSUR de compras públicas;
Uruguay debe organizar su propio sistema de compras públicas, como parte
del fomento al trabajo y desarrollo productivo nacional; crear un ámbito
para tratamiento de políticas públicas, para apoyar procesos de
recuperación de unidades productivas por los trabajadores. Se exige
fortalecer la educación, no solo desde el ángulo presupuestal, sino
profundizar no solo en el discurso que la educación es un derecho y no
una mercancía, dijo.
Saludó los avances en materia de seguridad social, la
entrada en vigencia del acuerdo multilateral. Se debe combatir el
informalismo.
Otro tema importante es el capítulo sobre DDHH. Hace
falta que proceso de integración regional los incorpore y ponga en
práctica.
Hizo referencia al ALCA, el Tratado de Inversiones
con EE.UU. y las plantas de celulosa, dando su postura sobre ambos
temas.
Por otra parte, destacó el futuro ingreso de
Venezuela al bloque regional.
El Presidente de la CUT de Paraguay, Jorge Alvarenga,
se refirió a las burocracias de los gobiernos, pero dijo que creen en
una integración plena de los pueblos.
Ha llegado el momento de demostrar verdadera
intención política de los Gobiernos del MERCOSUR, dijo.
Manifestó su preocupación por la posibilidad de
perder el sistema de consenso y aceptar decisiones por simple mayoría.
Mientras tanto, el Secretario General Adjunto de la
CGT de Argentina José Luis Lingeri, dijo que se le debe dar vitalidad y
continuidad a este tipo de cosas, para que no se hagan falsas promesas
sobre el tema de la pobreza, equidad de género, trabajo infantil, y que
realmente se lleguen a la realidad.
Hay que luchar por métodos dinámicos, por lo que en
la Reunión de Presidentes del MERCOSUR, es importante que se transmitan
estas cosas.
Queremos que la Coordinadora participe como un
elemento de decisión, no a nivel de Jefes de Estado, pero al menos con
los Ministros de Trabajo, dijo.
El Secretario de Relaciones Internacionales de la CGT
Brasil, Robson Thomaz, ratificó la necesidad de apuntar al empleo
decente y a la igualdad de oportunidades. Hay que poner el fututo de los
pueblos en el primer plano, dijo
Se necesita un MERCOSUR con visión social,
comprometido con todas las partes, agregó.
La Vicepresidenta de la CUT de Chile, Ana Bell, quien
también hizo referencia a la necesidad de trabajo decente.
Dijo que comparte con los demás representantes una
visión de integración diferente y una forma de inserción distinta. Se
necesita otro MERCOSUR.
Al Secretario General de la Fuerza Sindical, Joao
Carlos Goncalvez, dijo que se ellos defienden un MERCOSUR fuerte, unido,
capaz de negociar. Se deben dar esperanzas a los trabajadores, agregó.
Procuran un Brasil mejor, un MERCOSUR más fuerte y
una América unida para el bien de todos los pueblos, enfatizó.
El Secretario General de la CTA de Argentina, Víctor
de Gennaro, quien hizo referencia a la Cumbre de Mar del Plata y a la
Cumbre de los Pueblos; existe un tránsito que exige democratización a
fondo. Hay que apuntar al combate a la pobreza, que trata de limitar la
voluntad transformadora, agregó. Hay que asumir compromisos entre todos.
Finalmente el Presidente de la CUT de Brasil, Joao
Felicio, hizo referencia al MERCOSUR, las relaciones comerciales y la
experiencia brasileña.
Finalmente, el Secretario General de la Coordinadora
de Centrales Sindicales del Conosur, Valdir Vicente, agradeció la
oportunidad de dialogar y expresó la importancia de la integración.
Se le hizo entrega al Presidente Vázquez del
Documento de las Centrales Sindicales.
El MERCOSUR: las prioridades del movimiento sindical
EI cambio del perfil político de los países del
MERCDSUR -completado este año con la asunción del nuevo gobierno de
Uruguay-, ha generado, a nuestro juicio, las condiciones necesarias para
la profundización de la integración regional. Este giro que inicialmente
generó muchas expectativas para el crecimiento del MERCOSUR, hasta el
presente no ha superado las Declaraciones Presidenciales ni se ha
plasmado en acciones concretas.
Fundamentalmente no se ha avanzado en la definición
de una política de complementación e integración productiva y en la
mejora concreta de los padrones laborales y sociales.
Sin duda en Ouro Preto 2004 se dieron pasos
importantes, como el Fondo de Convergencia Estructural y la continuidad
de la construcción del Parlamento Común.
Sin embargo, los desentendimientos que se visualizan
en conflictos comerciales, ambientales, presiones de los terceros
mercados, monopolizan la agenda mercosureña y amenazan con desandar los
progresos hacia el Mercado Común.
El funcionamiento del MERCOSUR está escindido del
proyecto de integración que pretendemos, porque está muy centrado en los
aspectos comerciales, y no contempla la necesaria articulación entre las
diferentes políticas que deberían ser tenidas en cuenta para orientar
nuestras economías hacia el desarrollo productivo y social. Creemos que
la Cumbre de Presidentes es un escenario propicio para generar un plan
de acción conducente al empleo y trabajo digno, al desarrollo económico
genuino y sostenible, la reducción de las asimetrías entre los Estados
miembros y la institucionalidad supranacional. En ese sentido, la CCSCS
hace llegar un conjunto de propuestas que, habiendo sido presentadas en
los diferentes ámbitos del MERCOSUR, entendemos que colaborará al
afianzamiento de nuestro bloque regional:
1. Políticas de Desarrollo Sostenible
Defendemos una política de desarrollo que promueva la
complementación de las cadenas productivas, que tenga mecanismos y
fondos de financiamiento, que promueva políticas de exportación común y
que facilite la incorporación de las medianas y pequeñas empresas, en
los flujos de comercio. De lo contrario, los desequilibrios y asimetrías
comerciales y productivas, seguirán generando conflictos sectoriales,
retrasando y distorsionando la construcción de integración.
Consideramos que son importantes las negociaciones en
la OMC y defendemos que los países del Mercosur profundicen la alianza
con otros países en desarrollo en el G 20, exigiendo de los países más
ricos un cambio profundo en sus prácticas proteccionistas y hegemónicas,
que en los últimos 20 años han profundizado aún más las desigualdades
regionales y la exclusión social. El primer paso para esto es que los
países del Mercosur actúen como bloque, lo que todavía no ocurre.
No basta con quedarse sólo en los temas comerciales.
El Mercosur tiene que proponer políticas que generen producción y empleo
digno con equidad de género en nuestros países, lo que requiere
inversiones, desarrollo tecnológico, socialización de la tecnología y,
fundamentalmente, cambios profundos en las políticas de los organismos
financieros multilaterales. Por esto defendemos que el Mercosur
renegocie sus compromisos en bloque con el FMI, no subordine el
desarrollo económico y social al pago de la deuda, y no firme y renuncie
a los Acuerdos de protección de Inversiones ya firmados, que en la
realidad son instrumentos que defienden solamente los intereses de las
transnacionales, que quieren subordinar las necesidades de los pueblos y
la soberanía de nuestros países a favor del lucro sin compromiso social
y reinversión de utilidades.
No es, y no será, posible concretar un mercado común
si prevalece la concepción del bloque como una base exportadora de las
empresas transnacionales y productos primarios hacia terceros mercados.
No hay posibilidad de construir un bloque fuerte y con cohesión interna,
capaz de promover un nuevo modelo de desarrollo económico, productivo y
social, si se mantiene esta contradicción entre las opciones políticas
internas y el proyecto de consolidar el Mercosur como la base
estratégica de la inserción internacional de nuestros países.
2. Políticas de Empleo y Trabajo Digno
La definición de una estrategia de empleo para el
MERCOSUR, sin duda es positivo. La creación e instalación del Grupo de
Alto Nivel, que demandó más de diez meses en constituirse, demuestra en
sus primeras acciones que el espíritu de los Jefes de Estado para la
construcción de una Estrategia Regional de Empleo. Pero, los documentos
y propuestas presentados por los gobiernos, hasta el momento, no
ultrapasan la generalidad, ni tampoco el abordaje focalizado y no
integral de las políticas de desarrollo; no hay propuestas especificas
y, más aún, no hay condiciones de proponer una política regional de
empleo si no cambia lo esencial de las políticas macroeconómicas
actuales y se no se garantiza la participación de las centrales
sindicales en la implementación
Estas cuestiones no son menores, al contrario,
condicionan el futuro del bloque. Para nosotros esto significa finalizar
las reglas para una asociación comercial, la adopción de una estructura
institucional más profunda y de carácter supranacional y la definición
de una política industrial y agrícola común, que incluya también las
medianas, pequeñas y microempresas, las cooperativas y la agricultura
familiar, tenga como objetivo primero la generación de empleos de
calidad con equidad de genero, con protección laboral y mejoras
considerables en la distribución de renta.
Ya hemos propuesto al GMC, y vamos a insistir en el
Grupo de Alto Nivel sobre Empleo (GAN), la creación de un Comité
Permanente de Empleo, orientado por ejes claros que contemplen las
cuestiones de género, de juventud, de las pequeñas empresas y de la
agricultura y de la capacitación profesional.
3. Integración Latinoamericana y relación con
terceros mercados
En el plano sudamericano, consideramos positivos los
avances en las relaciones comerciales y políticas con la Comunidad
Andina de Naciones y la decisión de ambos bloques en formar la Comunidad
Sudamericana de Naciones. Aunque reconocemos que también estas
decisiones, todavía, no salieron del marco comercial y de inversiones, a
través de los proyectos para desarrollar la infraestructura. Son medidas
importantes, pero, que por sí solas, no generarán desarrollo social y
productivo si no son acompañadas de una agenda política, productiva y
social, con vistas a avanzar en la construcción de un bloque que supere
los niveles del libre comercio y busque fortalecer la región en sus
relaciones con la economía mundial.
Nos preocupa que para desarrollar la CSN se deje en
segundo plano los problemas de orden económico, comercial, político y
social de nuestro bloque, creando una nueva estructura, porque la CSN
sólo podrá consolidarse si tiene como base un Mercosur fuerte e
integrado.
Sobre las relaciones con los países más desarrollados
-sea en el ALCA, sea con la UE - hemos seguido de cerca el
posicionamiento del MERCOSUR y consideramos acertada la decisión de no
aceptar acuerdos en condiciones asimétricas y confiamos que esto siga
así. Para consolidar esa estrategia es imperioso que el Mercosur supere
sus debilidades y los esfuerzos y concesiones.
4. Reforma Institucional de MERCOSUR
En este sentido vamos a seguir insistiendo en la
propuesta de reestructuración organizacional que la CCSCS presentó a los
Presidentes en diciembre en Ouro Preto: finalización de la construcción
del Parlamento Mercosur, creación de Comisiones de Desarrollo Productivo
y Desarrollo Social, Comité de Empleo, fortalecimiento de la
participación de la sociedad civil y mayor transparencia de las
negociaciones.
Y finalmente, además de esta actuación en el plano
institucional, vamos presentar una pauta común de reivindicaciones a los
gobiernos y sectores empresarios, con medidas que puedan generar nuevas
fuentes de trabajo a corto plazo, distribución de renta y mejoras
significativas en las condiciones de vida de nuestros pueblos.
Mercosur, noviembre de 2005
Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur
(Argentina -CGT y CTA; Brasil -CUT, CGT y Forca
Sindical; Chile -CUT; Paraguay - CUT; Uruguay -PIT/CNT) |