16/11/05


VÁZQUEZ PIDIÓ LA CONFECCIÓN DE UN PLAN GENERAL DE PREVENCIÓN DE INCENDIOS
Con la presencia del Presidente Tabaré Vázquez, del Prosecretario de la Presidencia, Jorge Vázquez, del Coordinador de la Dirección Técnica y Operativa Permanente, Domingo Montaldo, y de autoridades nacionales, el gobierno inauguró una jornada de trabajo denominada “Incendios Forestales, un Riesgo evitable”.

La misma tiene por objetivo elaborar una estrategia de trabajo que prevea la prevención, un alerta temprana y una respuesta a una problemática que se convierte en una amenaza latente ante la cercanía de la temporada estival y el aumento de la vulnerabilidad registrada ante posibles siniestros, derivada de los efectos del último temporal y de la baja humedad en nuestros suelos.

Tras las palabras iniciales del Primer Mandatario, el Prosecretario de la Presidencia, Jorge Vázquez, destacó  la importancia del tema a tratar y afirmó que la alta concurrencia “demuestra el interés que este tema tiene para el país, pero por encima de todas las cosas demuestra el interés y el compromiso de cada uno de ustedes por un problema que el país eventualmente puede tener”.

El licenciado Vázquez hizo público el compromiso oficial de “prevenir, con responsabilidad, y con los recursos que tenemos”, porque “estamos absolutamente convencidos de que coordinando los recursos que tenemos, probablemente podamos ser mucho más eficientes y eficaces en la tarea que nos queda por delante”.

Por su parte, el Coordinador del Sistema Nacional de Emergencias, Coronel Domingo Montaldo, anunció que el Presidente de la República le solicitó la confección de un Plan General de Prevención de Incendios para minimizar el riesgo de siniestros forestales en el futuro.

PALABRAS DEL PROSECRETARIO DE LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA, JORGE VÁZQUEZ, EN LA JORNADA “INCENDIOS FORESTALES, UN RIESGO EVITABLE”

PROSECRETARIO VÁZQUEZ: Muy buenos días. Antes que nada queremos agradecer desde el Sistema Nacional de Emergencia la presencia de todos ustedes y esta excelente convocatoria que hemos tenido. Esto demuestra la importancia del tema que vamos a tratar y demuestra el interés que este tema tiene para el país, pero por encima de todas las cosas demuestra el interés y el compromiso de cada uno de ustedes por un problema que el país eventualmente puede tener.

Como ustedes saben, desde el Sistema Nacional de Emergencia hemos trabajado intensamente focalizando los aspectos de prevención -como dijo el señor Presidente- y en esta oportunidad queremos puntualizar el trabajo que se va a desarrollar durante la Jornada -estos aspectos de prevención- pero sobre todo aquellos aspectos de coordinación de tal manera de que si sucediera algún accidente, los daños sean de la menor magnitud posible.

Hemos tratado de convocar a esta reunión a todas aquellas instituciones y personas que tienen algún tipo de compromiso o tienen algo que ver con el problema porque estamos absolutamente convencidos de que el aporte colectivo, el aporte de cada uno de ustedes de distintos ángulos de vista y la complementación de las actividades nos va a permitir tener los mejores resultados posibles.  .

Para nosotros es tremendamente importante la preservación de la vida, la preservación de los bienes -tanto públicos como privados- y en este potencial riesgo que vamos a tratar en la jornada de hoy, están comprometidas cosas muy importantes de este país, como tiene que ver la producción agrícola, tiene que ver la producción forestal, tiene que ver la industria turística, tienen que ver los bienes privados y públicos y por encima de todas las cosas, la vida humana.

Nos queda una tarea enorme de responsabilidad y tenemos que ser eficientes con los recursos que tenemos. Estamos absolutamente convencidos de que coordinando los recursos que tenemos, probablemente podamos ser mucho más eficientes y eficaces en la tarea que nos queda por delante.

Yo le voy a dar al palabra al coronel Montaldo para hacer una presentación sobre el Sistema Nacional de Emergencia, para empezar así a desarrollar los temas que tenemos planteados para la jornada de hoy. Muchas gracias.

PALABRAS DEL COORDINADOR DEL SISTEMA NACIONAL DE EMERGENCIA, CORONEL DOMINGO MONTALDO

MONTALDO: Buenos días a todos. Muchas gracias por su presencia. iniciando esta jornada pretendemos comenzar con una pequeñísima presentación: la mayoría de ustedes conoce la organización y cometido del Sistema Nacional de Emergencia, pero no obstante eso, entendemos que marcamos con esto, un poco, el paraguas o la sombrilla que la Presidencia de la República pretendió manejar para aportar y apoyar particularmente a la institución base de esto, que es la Dirección Nacional de Bomberos.

Y con un criterio de no trabajar sólo lo operacional sino pretender marcar un producto estratégico que nos permita a todos, desde hoy en más, en este período que sería hasta abril del 2006, tener en las tres áreas, en los tres temas que nos preocupan, una coordinación efectiva, eficaz, eficiente y además, poder implementar acciones concretas, realizables, siempre bajo el precepto que dijo el Prosecretario de recursos escasos, de presupuestos a veces nulos -como tiene la Dirección que hoy está a mi cargo- pero que no obstante eso, no podemos dejar de hacer cosas.

Los cometidos que el decreto 371/95 imponen al Sistema Nacional de Emergencia y que se visualizan particularmente en la Dirección Técnica y Operativa cuya sede es acá en el Edificio Libertad primer piso, son los que están en pantalla.

Básicamente habla de planificar, coordinar, ejecutar, conducir, evaluar y entender en la prevención y en las acciones necesarias en todas la situaciones de emergencia. Como ven, el redactor de ese decreto ya visualizó que no es sólo respuesta. Acá está hablando de coordinar, ejecutar, conducir, evaluar y entender en prevención y acciones necesarias.

Después define cuáles son las crisis, desastre excepcional o situaciones similares, define en qué territorio, territorio nacional, espacio aéreo, áreas jurisdiccionales y a quién afectarían estas situaciones de emergencia, y engloba a todo: al Estado, sus habitantes o los bienes de los mismos.

Dice el cuándo -y esto es importante- cuando excedan las capacidades propias de los órganos u organismos originariamente competentes. Esto significa que el Sistema Nacional de Emergencia no se emplea,  o no  se habilita a no ser que la institución (Intendencia Municipal, Dirección Nacional de Bomberos, Dirección Nacional de Policía Caminera) la institución que está enfrentando cotidianamente el hecho, no entienda, o no perciba que está o puede ser desbordada en sus capacidades operacionales, y esto es muy importante remarcarlo. Esta es la gran sombrilla de trabajo, el concepto operativo nuestro.

Diariamente con el señor Prosecretario, tenemos que -en mi caso- asesorarlo y tomar decisiones desde donde se aplica el sistema, y yo siempre le planteo ese mismo hecho.

El sistema se activa una vez que las intendencias, a través de los comités departamentales, o las instituciones entienden que son desbordados. Lo que le pedimos nosotros a las instituciones permanentemente en un trato diario y afable es que nos alerten antes de ser desbordados, para poder activar los mecanismos correspondientes.

Ese es un trabajo cotidiano que los tres años que llevo yo en esta dirección lo hemos ido afinando y lo hemos ido manejando y creo que a esta altura la mayoría de las personas aquí presentes nos conocemos, o por lo menos se conocen con la Dirección Técnica y Operativa. Y eso ya es un primer paso.

Acá define el decreto qué considera situaciones de emergencia. No las voy a leer; están a la vista. Como ven, la panoplia que despliega para el sistema es verdaderamente importante. Acá vemos desde accidentes gravísimos. Nosotros los llamamos con víctimas múltiples o de víctimas en masa -no el accidente cotidiano- hasta acciones terroristas. Esto significa que, con una estructura de coordinación muy frágil, como es la oficina que hoy está a mi cargo, tenemos que priorizar -es la única manera- las direcciones de trabajo.

Y eso es lo que pretendemos hacer cuando hoy convocamos a esta reunión: priorizar sobre un riesgo concreto que es incendio forestal. Pero como ven la responsabilidades son muchas. Y como siempre hace el redactor o legislador en este país, siempre nos cubrimos: “... y todas otras situaciones excepcionales que causen conmoción social ocasionadas por fenómenos naturales o por la acción humana”. Significa que tenemos que ser muy mesurados cuando generamos un trabajo en la Presidencia y cuando generamos líneas de acción a seguir, porque son muy difíciles de abordar todos los cometidos que tenemos asignados.

Para esto, el decreto establece una organización. Esa organización tiene básicamente tres organismos que nosotros llamamos ad hoc, o sea que no son permanentes, que son a citación, a necesidad y un organismo permanente. Los tres organismos o los tres consejos que son para ser citados son el Comité Nacional de Emergencia, que dice el decreto que lo preside el propio Presidente de la República -es el organismo máximo del Sistema- y lo integran formalmente el Ministro de Defensa Nacional y el Ministro del Interior, y está prevista que sean citados otros señores ministros de acuerdo a la situación planteada.

Si ustedes perciben acá, esté Comité –no está escrito en ningún lado- tiene una clara connotación para atender algunos de los cometidos que tenemos ¿verdad?. Es un claro comité -más bien- de seguridad.

Ese Comité, además tiene una secretaría permanente, que es el Director de la Dirección Técnica y Operativa permanente.

Luego no tenemos actas de reuniones de ese comité en los diez años de existencia del sistema. Luego sí tenemos una cantidad importante de documentación, referido al trabajo del Consejo Nacional de Emergencia.

El Consejo Nacional de Emergencia es el órgano que naturalmente ha sido citado y ha reunido la capacidad operativa del Sistema. Está previsto en el decreto que lo presida la Secretaría de la Presidencia. En este caso la decisión del Poder Ejecutivo ha sido que lo presida el señor Prosecretario.

Lo integran todos los señores Ministros de Estado, los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas y también lo integra como miembro pleno el Director de la Dirección Técnica y Operativa Permanente. 

Luego tenemos la Dirección Técnica y Operativa propiamente dicha. Ella tiene un Director; tiene asignado permanentemente un delegado por cada miembro del Consejo Nacional de Emergencia –acá hoy están presentes varios de esos delegados- y básicamente es lo que nosotros llamamos el corazón del sistema; es el que permanentemente está latiendo o intentando latir, para generar – como responsabilidades tiene el decreto – los planes, los asesoramientos, las citaciones de los dos niveles superiores y la coordinación de lo que llamamos el brazo operativo, los motores del sistema que son los Comités Departamentales de Emergencia,.que para nosotros es el brazo ejecutor por excelencia de esta visión sistema.

Esos Comités Departamentales de Emergencia, dice el decreto, tendrán un director designado por el Poder Ejecutivo que tenga alta especialización en la materia. La realidad y muy acertada desde el inicio del sistema en el año 96, cuando se coloca el primer comité departamental en funciones, es que los Poderes Ejecutivos sucesivos han entendido que el director natural tiene que ser el líder político local. Por lo tanto, por tercer período de gobierno consecutivo en este año, se ha invitado a los señores intendentes municipales a ser los directores de este comité y creemos que aunque no esté en el decreto, no va contra el decreto y que nos ha dado el resultado más que auspicioso, por las razones que escapan a explicar ¿verdad?.

Luego tiene, en general, delegados del Ministerio del Interior, delegados del Ministerio de Defensa y todas las autoridades departamentales, regionales, incluso la sociedad civil organizada convocada por el directorio. Entonces encontramos comités departamentales básicos de ocho personas que son las ocho patitas que tiene el Estado nacional dentro de cada departamento -por decirlo de alguna manera- y hay otros que tienen 20 o 25 personas ¿Por qué?. Porque ese director se ha preocupado de invitar a ONGs, a grupos de iglesias, o sea que cada director puede manejar eso con su criterio tratando siempre, en la medida de lo posible, para cumplimentar las directivas de nivel nacional que emanan desde la Dirección Técnica y Operativa.

Resumiendo un poco, entonces -una exposición que es mucho más larga, se imaginan- lo quise resumir en cuatro puntos fundamentales y que nos toca a la Dirección. Desde un punto de vista comparativo, nuestro país no ha sufrido grandes desastres, y esto es así desde un punto de vista comparativo con la región y con el mundo, es cierto, pero también es cierto que hemos tenido una enorme cantidad de emergencias. En el orden internacional hacen una diferenciación entre hecho cotidiano, emergencia y desastre. Desastre ya es el que conmociona a toda una sociedad. Bueno, es cierto. Pero las emergencias que nos conmocionan y mucho son lamentablemente -y tengo la estadística en la oficina que lo avala- son cada vez más recurrentes, en menor espacio de tiempo y con diferencias muy importantes. 

El 23 de agosto en la noche, creo que todos estamos atentos a eso ¿no? Algo que empezó con un viento muy, muy fuerte, predicciones de rachas de 80 kilómetros, terminó siendo definido por técnicos, no por nosotros, como un ciclón extra tropical, que en algunos lugares, nos llegaron datos de mediciones de 200 kilómetros en la hora. Y lo más trascendente es que esto golpeó en forma arrachada, durante más de diez horas en algunos lugares.

De los tornados tradicionales que podíamos tener nosotros: Casupá, Fray Marcos, Tala, recuerden año ’72, 2000; recuerden que eran básicamente entre 5 y 10 kilómetros de ancho, con vientos sí, escala 72; 73 de Puyita, muy fuertes, pero tuvimos la desgracia de que pasaran esos cinco kilómetros de ancho muchas veces por poblados, los centros poblados del interior, particularmente del sur, particularmente. Hay algunos en el norte. Y bueno, la afectación era muy grande y todo lo demás. Pero acotados a 5, 10 kilómetros de franja de ancho.

El 23 de agosto y la madrugada del 24 nos afectó desde Colonia hasta Cabo Polonio. E incluso ingresando a departamentos lejanos como de la costa, como Lavalleja y Treinta y Tres, que tuvieron afectaciones laterales pero afectaciones también. Quiero decir con esto que tenemos que ir entendiendo de que en el Uruguay pasan cosas, han pasado, pasan y lamentablemente –ojalá que no- van a seguir pasando. Y acá, ¿apuntamos a qué? ¿Saben con qué me he encontrado siempre cuando vamos a instalar y demasiado Vázquez lo sabe, y se reía a veces en el avión cuando volvíamos? Es que frente a la gente que dice “no a mí no me pasa”  o lo peor aún, “a mí no me va a pasar”. El trabajo que hablaba el señor Presidente y lo habla el Licenciado, obviamente, que apuntamos con los medios que tenemos que es a educar y capacitar desde el ciudadano, porque lamentablemente reitero, han pasado, pasan y van a seguir pasando cosas que nos afectan.

Ya les dije que el sistema está estructurado en cuatro niveles de actuación. No posee recursos presupuestales propios. Y esto es así. Entonces, la misión no escrita, pero sí implícita que nos queda, es coordinar los recursos que el Estado tiene.

Se han hecho gestiones para generar un fondo de emergencia, se han hecho gestiones para generar un proyecto de ley. Se está estudiando. Pero hoy y desde hace 10 años y a veces no es entendible desde las instituciones que responden, el sistema no tiene recursos. Y a veces, señores, no es fácil administrar o coordinar algo sin los recursos. Pero es lo que hay.

Entonces, como dije hoy, tenemos que trabajar en este tipo de Jornadas en las cuales les venimos a pedir que, más allá de las instituciones base para esto, incendios forestales, que es la Dirección Nacional de Bomberos, a las demás instituciones sí les estoy pidiendo que en determinado momento dejen de hacer sus cosas para apoyar a Bomberos y a la estructura y muchas veces no tenemos el respaldo financiero o contable para reponer los recursos que esas instituciones invierten. Y eso es una realidad.

El Prosecretario ha estado manejando determinadas posibilidades. A lo largo de la Jornada les vamos a decir lo que hemos ido encontrando, pero siempre queremos ser muy francos y muy abiertos y muy transparentes, esta es nuestra realidad.

Entonces ¿a qué nos orientamos? A la estrategia de gestión de riesgos.

Muy rápidamente: ¿cómo visualizamos desde la dirección la gestión de riesgos? Sin hacer proyectos científicos y ni pretender transformarnos en expertos en protección civil, simplemente de haber leído y haber tenido la oportunidad de cambiar con otros directores de América, incluso de la Unión Europea.

Básicamente nuestro esquema de trabajo es tan simple como eso. Decimos que hay riesgos desconocidos y que hay riesgos conocidos. Hoy vamos a trabajar sobre un riesgo conocido.

De esos riesgos desconocidos, lo que buscamos con los elementos que tenemos, es el mayor conocimiento posible. Estamos trabajando con la Universidad en distintos proyectos, estamos trabajando con la Dirección de Meteorología; estamos trabajando con la Dirección de Recursos Naturales Renovables del Ministerio de Ganadería, buscando a través de técnicas –lo más modernas posibles- un mayor conocimiento de los riegos. Porque es fácil de enfrentar o es más sencillo de enfrentar un riesgo conocido que un riesgo desconocido; y si no el 23 de agosto también es un ejemplo harto demostrativo de esto, como dicen los chilenos.

A su vez, los riesgos pueden ser de dos tipos: como nosotros tenemos las responsabilidades de los naturales y los atrópicos o humanos, pueden ser voluntarios o involuntarios. ¿Qué quiere decir? Que el ser humano asume naturalmente riesgos, y hasta dónde puede llegar con su asunción de riesgos y hasta dónde puede llegar con la afectación a sus pares.

Riesgo voluntario, diariamente, no hay en las actividades, en ninguna actividad de la vida. Hay riesgos siempre, pero el riesgo voluntario es aquel que uno asume porque conoce el riesgo y porque entiende que tiene un vulnerabilidad bastante baja como para asumir. Y está el riesgo involuntario, que es aquel que simplemente nos tocó vivir sin que hubiera una voluntad de nuestra parte.

Decimos que a los riesgos voluntarios tratemos de evitarlos; a los riesgos involuntarios, minimizarlos, para todo ello debemos cada día conocer más los riesgos.

Para unos pedimos medidas de prevención, para otros pedimos medidas de protección. Y esto es un poco la génesis de esta Jornada, y por eso nosotros generamos ámbitos de trabajo diferentes, intentando medidas de prevención en algún hecho, porque por ejemplo en Jaureguiberry, hay una percepción o está la percepción de que el riesgo era conocido, pero voluntariamente se generó, se pudo haber generado.                      

Bueno, para eso hay que prevenirlo, hay que evitarlo. Pero hay otros hechos dentro de incendios forestales que son involuntarios: una tapita de cerveza, un pedazo de vidrio en el sotobosque, pueden generar que los rayos del sol inicien un foco ígneo, para eso tratamos de tener medidas de protección entre las cuales se integran las medidas de respuesta. Por eso esta jornada.

Entonces, atendido esto, el señor Presidente de la República, tal como un poco lo expresó en su presencia, ha dispuesto a esta Dirección que se formule e implemente a través del Sistema Nacional de Emergencias un plan general de acción para la prevención alerta y combate a los incendios forestales que una vez aprobado por el Consejo de Ministros permita la concreción de los siguientes objetivos estratégicos: primero: evitar la aparición de focos ígneos en las áreas forestadas del territorio nacional; segundo: alertar rápidamente en caso de que se produzcan; tercero: responder con prontitud y eficacia para evitar su propagación y que se transformen en incendios forestales de magnitud con todos los medios disponibles del Estado aunados a los aportes de la sociedad civil organizada. Es un poco traducido a un esquema un poco más militar de lo que el señor Presidente habló en su presentación.

Los lineamientos de trabajo que nos marcamos con el Prosecretario de la Presidencia para esta jornada, desde un foque sistémico, es unir las partes para generar un todo, realizar los aportes y sugerencias que cada organismo entienda pertinentes para responder a las interrogantes planteadas y un listado de necesidades básicas para su ejecución. Para ello entendimos que había que conformar luego de estas presentaciones del Sistema y de la Dirección Nacional de Bomberos ilustrativas, habría que conformar tres grupos de trabajo que ya están seleccionados e integrados: uno en prevención, uno en alerta y otro en recursos. Las coordinaciones respectivas la entendimos, una razón subjetiva nada más, por lo que hemos hablado con las instituciones, que las coordinaciones del día de hoy en prevención la haga la Dirección Forestal; en alerta la Dirección Técnica y Operativa y en respuesta, ni qué hablar, el coordinador natural es el Director Nacional de Bomberos.

Pero también hay Bomberos trabajando en prevención, hay Bomberos trabajando en alerta, pero también hay gente de las Intendencias trabajando en repuesta. O sea que los grupos son multidisciplinario e intersectoriales dentro de la posibilidad.

Pretendemos, después de la jornada de trabajo, que la agenda que a ustedes les ha llegado hacer reuniones plenarias para conjuntar las propuestas del grupo de trabajo -a nuestro nivel de trabajo operativo- y finalmente le pedimos que nos acompañen a eso de las 18 horas a hacer presentación de propuestas y necesidades al sistema para la formulación del plan G.

Dos minutos redondeo, y es lo siguiente. Esto se podía hacer desde un despacho, se podía generar, ponerse a pensar y generar y decir que lo aprobaron el Prosecretario de la Presidencia y el señor Presidente, y que no iba a pasar de ser un papel, no iba a pasar de ser un listado de requerimientos ¿Qué nos planteamos nosotros?

Ustedes son los representantes de las instituciones a las cuales les pedimos el apoyo, son los que realmente nos pueden indicar qué aportes, qué necesidades, cuál es la visión de ustedes frente a este trabajo. Entonces a partir de una documentación que trajo la Dirección de Bomberos, un plan de operaciones, de una documentación de plan de detección, a partir del proyecto que yo les planteo que ustedes nos vayan diciendo “Bueno; mi institución en esto sí puede aportar o puede hacer estas sugerencias; todo es válido dentro de este trabajo”.

Queremos que el plan, en definitiva el que lo escriba, será mi oficina por una razón epistolar nada más, pero el que lo genere o los que los generen sean ustedes mismos. Que de a poco esto haga carne en cada una de sus instituciones para intentar lo que dijo el señor Presidente: que terminado el verano podamos volver a juntarnos acá y decir: bueno, hemos cumplido, hemos tenido un grado de eficacia alto y tenemos que hacer la reunión de lecciones aprendidas para el próximo años, porque esto es de una dinámica tal que muy probablemente, ojalá que no nos encontremos con tipos de fuegos o de incendios que escapan un poco a lo que tradicionalmente vimos, con la vulnerabilidad que nos dejó este famoso ciclón del día 23. Les agradezco la atención hacemos un pequeño “break” para colocar la presentación de Bomberos de pocos minutos, y seguimos trabajando. Muchas gracias.

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