COMITÉ CENTRAL ISRAELITA AGASAJÓ AL PERIODISMO
NACIONAL
“Nuestro reconocimiento a los hombres y mujeres que
ejercen la tarea de comunicar, como una noble y digna misión”, dijo el
Presidente del Comité Central Israelita del Uruguay, Ernesto Kreimerman,
durante el agasajo que dicha organización realizó este lunes pasado al
Periodismo Nacional.
Kreimerman señaló que “la
libre circulación de noticias y la opinión periodística, son uno de los
puntales de la libertad en su más auténtica expresión”.
Asimismo, resaltó el
dinamismo del año 2005 en el panorama local, regional y en lo global.
mencionando hechos y circunstancias históricas cargados de significación
en el ámbito de lo político, económico, social y en materia de Derechos
Humanos.
A continuación ofrecemos
a la ciudadanía el texto íntegro del discurso pronunciado por el
Presidente del Comité Central Israelita.
PALABRAS DEL
PRESIDENTE DEL COMITÉ CENTRAL ISRAELITA DEL URUGUAY, ERNESTO KREIMERMAN
AGASAJO AL PERIODISMO NACIONAL 2005
MENSAJE DEL PRESIDENTE DEL COMITÉ CENTRAL ISRAELITA
DEL SR. ERNESTO KREIMERMAN
En nombre del Comité
Central Israelita del Uruguay, de sus instituciones miembros, reciban
nuestro agradecimiento por acompañarnos y responder positivamente a
nuestra invitación.
Aquí expresamos nuestro
reconocimiento a los hombres y mujeres que ejercen la tarea de
comunicar, como una noble y digna misión. La libre circulación de
noticias y la opinión periodística, son uno de los puntales de la
libertad en su más auténtica expresión. Detrás de ella se concreta
vuestra diaria y esforzada labor.
Hoy son ustedes, señoras
y señores periodistas, comunicadores, nuestros huéspedes de honor.
El año que estamos
comenzando a cerrar, ha sido dinámico en todos los sentidos. En el
panorama local, en la mirada regional y también en una visión más
amplia, más global.
En lo local, en el marco
del pleno funcionamiento de la institucionalidad democrática, vivimos un
año 2005 intenso. Para beneficio de los uruguayos, por tercer año
consecutivo la economía volvió a crecer, alejándonos un poco más de la
devastadora crisis del 2002. Los indicadores sociales comienzan a
mostrar la recomposición del tejido social, aunque persisten niveles de
pobreza y marginación que no enorgullecen, precisamente, la identidad
nacional. Sobre ello, existe una amplia coincidencia. No obstante, es
preciso hacer más, y nos consta que a nivel de las organizaciones
sociales, verdaderas paredes de contención, se está haciendo mucho y se
procura, creativamente, hacer más. Dentro de esas organizaciones que
trabajan con generosidad y profundo amor al prójimo, se cuentan las
Comunidades y organizaciones judías, que desde sus inicios,
mancomunadamente o en solitario, dedican recursos y esfuerzos a aliviar
la dolorosa situación de niños en situación de extrema pobreza, de
abuelos marginados, de madres y padres desempleados.
Así se ha dado
cumplimento a una diversidad de programas de asistencia social,
enfocados a atender la pobreza estructural y la nueva pobreza. A modo de
ejemplo, mencionamos: atención a personas con capacidades diferentes,
comedores gratuitos y distribución de colaciones, farmacia social,
programa de sanidad bucal, capacitación y ayuda a la reinserción
laboral, apoyo a hospitales y escuelas públicas dando preferencia a las
zonas más carenciadas.
Pero el 2005 también será
marcado en la historia como un año trascendente. En estos días, los
antropólogos que trabajan en los lugares señalados por los comandantes
de las Fuerzas Armadas, han logrado dar con restos óseos que
corresponden a quienes fueran detenidos desaparecidos. Se trata de los
primeros hallazgos.
Desde nuestra condición
judía, de la esencia de la espiritualidad judía en la que nos educaron y
educamos a nuestros hijos, aprendimos en la Torá que Abraham, el
fundador del pueblo judío, se encargó él mismo de la sepultura de su
amada Sara y no aceptó que otros, que terceros, le dijeran donde
enterrarla. Abraham, el propio Abraham decidió donde darle eterna
sepultura.
También aprendimos que
cuando Moisés, en medio del Éxodo, se demoró en llevar consigo los
huesos de José (y así está escrito en el Éxodo 13: 19), hizo más que
cumplir con las palabras del hombre responsable por traer a la familia
de Jacob a Egipto. En sentido estricto, él trajo consigo las amargas
lecciones aprendidas en la degradación, para dar nacimiento al más noble
en la libertad de la tierra prometida.
También fue un año de
pérdidas. Hace pocos días murió Jaime Gershuni Pérez, hijo de
inmigrantes judíos. En su nombre queremos reconocer a quienes habiendo
sufrido persecución, cárcel y torturas, como dirigente político y
legislador, asumió un rol trascendente en la reconstitución de la
democracia.
En el plano
internacional, queremos destacar tres hechos. En primer lugar la
desconexión de Gaza, un ejemplo de sacrificio del pueblo israelí en su
búsqueda por la paz, que abrió un proceso alentador no exento de
dificultades. Este esfuerzo unilateral aún requiere del compromiso de la
Autoridad Nacional Palestina, la que todavía tiene mucho por hacer.
Antes que nada, asumir el monopolio de las armas y la liquidación de los
grupos terroristas de raíz fundamentalista musulmana, de neto corte
antijudío.
En segundo término, la
comunidad judía, una vez más, mostró su natural e incondicional adhesión
al Estado de Israel, cuando hace apenas unos meses el presidente iraní
lanzó su amenaza a la colectividad judía mundial, con su llamado a
eliminar a Israel de la faz de la tierra. En estos días, este mismo
presidente iraní quiere extirpar a Israel de la Tierra de Israel, es
decir, de su esencia, y además, como si fuera necesario más, niega el
Holocausto, creyendo que hemos vuelto a las épocas donde cualquier
mentira y amenaza eran válidas, y que tantas víctimas costó a la
humanidad ante oídos sordos. No olvidaremos que la Shoá, el asesinato de
seis millones de judíos, existió, y decimos, al igual que la comunidad
judía mundial: Israel no se va de Israel.
Amenazas proferidas por
altos dirigentes islámicos, fueron la antesala de un conflicto que hoy
lleva 57 años. En 1947, el presidente de la liga árabe Azur Pasha,
predijo una "colosal masacre comparable con la de los mogoles y los
cruzados". Hoy, Irán quiere borrar a Israel del mapa, mientras fabrica
la bomba atómica.
Entendemos que el más
firme rechazo y la actitud vigilante, son los caminos que permitirán el
advenimiento de la Paz que todos anhelamos.
Apreciamos la importancia
que tienen las relaciones e intereses comerciales para el bien de los
pueblos, pero ello, de ninguna manera, debería eclipsar la obligación
moral ante actitudes como éstas, que hacen peligrar la paz y los
derechos humanos.
Las condenas, lejos de
constituirse en meras declaraciones, deberían tener su expresión
práctica en medidas que a nivel internacional se hacen necesario asumir
ante el avance de la producción de armas nucleares por un país que
profiere tales amenazas.
No es casualidad, pues,
que ante dos discursos de este tipo del presidente de Irán, la respuesta
ha sido un resurgimiento de los atentados terroristas contra ciudadanos
israelíes.
Esta actitud tiene además
el objetivo de frenar el proceso de paz israelí-palestino, proceso que
Israel ha iniciado y ejecutado con la puesta en práctica del Plan de
Desconexión Territorial: conexión a un futuro de Paz.
Adicionalmente, queremos
ratificar un pronunciamiento político de este Comité Central: el señor
Embajador del gobierno iraní ante el gobierno uruguayo, es
corresponsable directo de todos y cada uno de esos dichos. Aún le debe a
la sociedad uruguaya una explicación, dar la cara. El, reitero, en su
condición de Embajador, es corresponsable de los actos de su gobierno, y
repetimos esto a la luz que los doce iraníes pseudodipomáticos,
sospechadas de participar en el atentado contra la AMIA, NUNCA, repito,
NUNCA, se han presentado ante la justicia argentina. Huyeron al amparo
de su gobierno y de la infraestructura terrorista internacional.
Como tercer elemento, y
ya más intimista, trae el nombre de Simón Wisenthal, incansable buscador
de la verdad y la justicia, que con el apoyo de la comunidad judía
mundial, se abocó a esta tarea. Simón, cuya lucha es enseñada en las
escuelas formales y no formales judías, en los movimientos juveniles
judíos, buscó implacablemente justicia. Contribuyó al juzga miento de
más de mil criminales de guerra nazis. Su ejemplo nos llena de orgullo y
resulta enaltecedor.
El pueblo judío sabe que
el pasado nos permite sacar enseñanzas para ser mejores en el futuro.
Por eso la espiritualidad judía pone especial énfasis en la educación.
Esa es la apuesta al futuro. Y creemos que precisamente en eso, en la
apuesta a la educación, a la innovación, al riesgo de lo nuevo, es que
el país se juega el futuro. Es una construcción de la que todos somos
obreros, de la que todos nos sentimos parte. Porque nos debemos un
futuro mejor, que tenemos que construir, a partir de la planificación,
del trabajo, de la rectificación de los errores, de la inversión y del
riesgo, porque el futuro es esencialmente incierto.
Los invitamos a decir
lejaim, por la vida, por un 2006 pleno de esfuerzos y logros, de
superación individual y colectiva.
Muchas Gracias
Montevideo, diciembre
2005 |