13/12/05


COMITÉ CENTRAL ISRAELITA AGASAJÓ AL PERIODISMO NACIONAL
“Nuestro reconocimiento a los hombres y mujeres que ejercen la tarea de comunicar, como una noble y digna misión”, dijo el Presidente del Comité Central Israelita del Uruguay, Ernesto Kreimerman, durante el agasajo que dicha organización realizó este lunes pasado al Periodismo Nacional.

Kreimerman señaló que “la libre circulación de noticias y la opinión periodística, son uno de los puntales de la libertad en su más auténtica expresión”.

Asimismo, resaltó el dinamismo del año 2005 en el panorama local, regional y en lo global. mencionando hechos y circunstancias históricas cargados de significación en el ámbito de lo político, económico, social y en materia de Derechos Humanos.

A continuación ofrecemos a la ciudadanía el texto íntegro del discurso pronunciado por el Presidente del Comité Central Israelita. 

PALABRAS DEL PRESIDENTE DEL COMITÉ CENTRAL ISRAELITA DEL URUGUAY, ERNESTO KREIMERMAN 

AGASAJO AL PERIODISMO NACIONAL 2005

MENSAJE DEL PRESIDENTE DEL COMITÉ CENTRAL ISRAELITA DEL SR. ERNESTO KREIMERMAN  

En nombre del Comité Central Israelita del Uruguay, de sus instituciones miembros, reciban nuestro agradecimiento por acompañarnos y responder positivamente a nuestra invitación.

Aquí expresamos nuestro reconocimiento a los hombres y mujeres que ejercen la tarea de comunicar, como una noble y digna misión. La libre circulación de noticias y la opinión periodística, son uno de los puntales de la libertad en su más auténtica expresión. Detrás de ella se concreta vuestra diaria y esforzada labor.

Hoy son ustedes, señoras y señores periodistas, comunicadores, nuestros huéspedes de honor.

El año que estamos comenzando a cerrar, ha sido dinámico en todos los sentidos. En el panorama local, en la mirada regional y también en una visión más amplia, más global.

En lo local, en el marco del pleno funcionamiento de la institucionalidad democrática, vivimos un año 2005 intenso. Para beneficio de los uruguayos, por tercer año consecutivo la economía volvió a crecer, alejándonos un poco más de la devastadora crisis del 2002. Los indicadores sociales comienzan a mostrar la recomposición del tejido social, aunque persisten niveles de pobreza y marginación que no enorgullecen, precisamente, la identidad nacional. Sobre ello, existe una amplia coincidencia. No obstante, es preciso hacer más, y nos consta que a nivel de las organizaciones sociales, verdaderas paredes de contención, se está haciendo mucho y se procura, creativamente, hacer más. Dentro de esas organizaciones que trabajan con generosidad y profundo amor al prójimo, se cuentan las Comunidades y organizaciones judías, que desde sus inicios, mancomunadamente o en solitario, dedican recursos y esfuerzos a aliviar la dolorosa situación de niños en situación de extrema pobreza, de abuelos marginados, de madres y padres desempleados.

Así se ha dado cumplimento a una diversidad de programas de asistencia social, enfocados a atender la pobreza estructural y la nueva pobreza. A modo de ejemplo, mencionamos: atención a personas con capacidades diferentes, comedores gratuitos y distribución de colaciones, farmacia social, programa de sanidad bucal, capacitación y ayuda a la reinserción laboral, apoyo a hospitales y escuelas públicas dando preferencia a las zonas más carenciadas.

Pero el 2005 también será marcado en la historia como un año trascendente. En estos días, los antropólogos que trabajan en los lugares señalados por los comandantes de las Fuerzas Armadas, han logrado dar con restos óseos que corresponden a quienes fueran detenidos desaparecidos. Se trata de los primeros hallazgos.

Desde nuestra condición judía, de la esencia de la espiritualidad judía en la que nos educaron y educamos a nuestros hijos, aprendimos en la Torá que Abraham, el fundador del pueblo judío, se encargó él mismo de la sepultura de su amada Sara y no aceptó que otros, que terceros, le dijeran donde enterrarla. Abraham, el propio Abraham decidió donde darle eterna sepultura.

También aprendimos que cuando Moisés, en medio del Éxodo, se demoró en llevar consigo los huesos de José (y así está escrito en el Éxodo 13: 19), hizo más que cumplir con las palabras del hombre responsable por traer a la familia de Jacob a Egipto. En sentido estricto, él trajo consigo las amargas lecciones aprendidas en la degradación, para dar nacimiento al más noble en la libertad de la tierra prometida.

También fue un año de pérdidas. Hace pocos días murió Jaime Gershuni Pérez, hijo de inmigrantes judíos. En su nombre queremos reconocer a quienes habiendo sufrido persecución, cárcel y torturas, como dirigente político y legislador, asumió un rol trascendente en la reconstitución de la democracia.

En el plano internacional, queremos destacar tres hechos. En primer lugar la desconexión de Gaza, un ejemplo de sacrificio del pueblo israelí en su búsqueda por la paz, que abrió un proceso alentador no exento de dificultades. Este esfuerzo unilateral aún requiere del compromiso de la Autoridad Nacional Palestina, la que todavía tiene mucho por hacer. Antes que nada, asumir el monopolio de las armas y la liquidación de los grupos terroristas de raíz fundamentalista musulmana, de neto corte antijudío.

En segundo término, la comunidad judía, una vez más, mostró su natural e incondicional adhesión al Estado de Israel, cuando hace apenas unos meses el presidente iraní lanzó su amenaza a la colectividad judía mundial, con su llamado a eliminar a Israel de la faz de la tierra. En estos días, este mismo presidente iraní quiere extirpar a Israel de la Tierra de Israel, es decir, de su esencia, y además, como si fuera necesario más, niega el Holocausto, creyendo que hemos vuelto a las épocas donde cualquier mentira y amenaza eran válidas, y que tantas víctimas costó a la humanidad ante oídos sordos. No olvidaremos que la Shoá, el asesinato de seis millones de judíos, existió, y decimos, al igual que la comunidad judía mundial: Israel no se va de Israel.

Amenazas proferidas por altos dirigentes islámicos, fueron la antesala de un conflicto que hoy lleva 57 años. En 1947, el presidente de la liga árabe Azur Pasha, predijo una "colosal masacre comparable con la de los mogoles y los cruzados". Hoy, Irán quiere borrar a Israel del mapa, mientras fabrica la bomba atómica.

Entendemos que el más firme rechazo y la actitud vigilante, son los caminos que permitirán el advenimiento de la Paz que todos anhelamos.

Apreciamos la importancia que tienen las relaciones e intereses comerciales para el bien de los pueblos, pero ello, de ninguna manera, debería eclipsar la obligación moral ante actitudes como éstas, que hacen peligrar la paz y los derechos humanos.

Las condenas, lejos de constituirse en meras declaraciones, deberían tener su expresión práctica en medidas que a nivel internacional se hacen necesario asumir ante el avance de la producción de armas nucleares por un país que profiere tales amenazas.

No es casualidad, pues, que ante dos discursos de este tipo del presidente de Irán, la respuesta ha sido un resurgimiento de los atentados terroristas contra ciudadanos israelíes.

Esta actitud tiene además el objetivo de frenar el proceso de paz israelí-palestino, proceso que Israel ha iniciado y ejecutado con la puesta en práctica del Plan de Desconexión Territorial: conexión a un futuro de Paz.

Adicionalmente, queremos ratificar un pronunciamiento político de este Comité Central: el señor Embajador del gobierno iraní ante el gobierno uruguayo, es corresponsable directo de todos y cada uno de esos dichos. Aún le debe a la sociedad uruguaya una explicación, dar la cara. El, reitero, en su condición de Embajador, es corresponsable de los actos de su gobierno, y repetimos esto a la luz que los doce iraníes pseudodipomáticos, sospechadas de participar en el atentado contra la AMIA, NUNCA, repito, NUNCA, se han presentado ante la justicia argentina. Huyeron al amparo de su gobierno y de la infraestructura terrorista internacional.

Como tercer elemento, y ya más intimista, trae el nombre de Simón Wisenthal, incansable buscador de la verdad y la justicia, que con el apoyo de la comunidad judía mundial, se abocó a esta tarea. Simón, cuya lucha es enseñada en las escuelas formales y no formales judías, en los movimientos juveniles judíos, buscó implacablemente justicia. Contribuyó al juzga miento de más de mil criminales de guerra nazis. Su ejemplo nos llena de orgullo y resulta enaltecedor.

El pueblo judío sabe que el pasado nos permite sacar enseñanzas para ser mejores en el futuro. Por eso la espiritualidad judía pone especial énfasis en la educación. Esa es la apuesta al futuro. Y creemos que precisamente en eso, en la apuesta a la educación, a la innovación, al riesgo de lo nuevo, es que el país se juega el futuro. Es una construcción de la que todos somos obreros, de la que todos nos sentimos parte. Porque nos debemos un futuro mejor, que tenemos que construir, a partir de la planificación, del trabajo, de la rectificación de los errores, de la inversión y del riesgo, porque el futuro es esencialmente incierto.

Los invitamos a decir lejaim, por la vida, por un 2006 pleno de esfuerzos y logros, de superación individual y colectiva.

Muchas Gracias

Montevideo, diciembre 2005

© 2005 PRESIDENCIA - República Oriental del Uruguay | Derechos Reservados