14/12/05


LOS NIÑOS Y NIÑAS EXCLUIDOS E INVISIBLES
En esta edición del informe anual de UNICEF, "Estado Mundial de la Infancia 2006": excluidos e invisibles, se examina la situación de los niños y niñas más vulnerables del mundo, cuyos derechos a una infancia segura y sana resultan excepcionalmente difíciles de proteger.

Estos niños y niñas se encuentran muy lejos del alcance de las campañas dedicadas al desarrollo, y suelen pasar desapercibidos en los debates públicos y para la legislación, así como en las estadísticas y los reportajes de los medios de comunicación.

Tal como lo establece la Convención sobre los Derechos del Niño, todos los niños y niñas menores de 18 años tienen los mismos derechos, independientemente del lugar de nacimiento, sexo, etnia, religión o clase social a la que pertenezcan. Sin embargo, la infancia de millones de niños no coincide con la visión de la Convención. "El Estado Mundial de la Infancia 2006" se centra en los niños y niñas que corren mayor riesgo de no poder disfrutar de sus derechos.

Las causas fundamentales de la exclusión a la infancia en todos los países, sociedades y comunidades son la pobreza, la gestión deficiente de los asuntos públicos, los conflictos armados y el VIH/SIDA.

Según el resumen ejecutivo del "Estado Mundial de la Infancia 2006", los niños y niñas se vuelven invisibles porque desaparecen del punto de mira de sus familias, comunidades, sociedades o gobiernos y sus derechos a la protección se tornan vulnerables.

Hay 4 elementos fundamentales que hacen que los niños se vuelvan invisibles: la falta o pérdida de una identidad oficial; una protección inadecuada de parte del estado de aquellos que no reciben atención en el marco familiar; situaciones de explotación a causa de trabajos forzados y la asunción prematura de funciones propias de los adultos.

Entre los afectados por estos factores se encuentran los niños cuyos nacimientos no se han inscripto en los registros correspondientes; los refugiados o desplazados; los huérfanos; los niños de la calle; los niños y niñas privados de libertad; los que se casan demasiado pronto; los que realizan trabajos peligrosos o participan en combates; los que son víctimas de la trata y el trabajo forzoso.

Evitar que niños y niñas sean excluidos exige crear un entorno protector, para ello son necesarias medidas fundamentales como: fortalecer la capacidad de las familias y las comunidades para cuidar y proteger a sus niños; reforzar el compromiso de los gobiernos con la protección de la infancia mediante apoyo presupuestario y políticas del bienestar social dirigidas a los niños más excluidos; ratificar y poner en vigor la legislación, tanto nacional como internacional relativa a los derechos y a la protección de la infancia; llevar a juicio a los autores de crímenes contra la infancia, y evitar la criminalización de las víctimas infantiles; establecer un debate abierto con la sociedad civil y los medios de comunicación sobre las actitudes, prejuicios, creencias y prácticas que facilitan abusos; asegurar que los niños conozcan sus derechos alentándolos a que los expresen y proporcionales aptitudes para la vida práctica; poner los servicios sociales básicos a disposición de la infancia; realizar tareas de seguimiento sobre el tema, entre otras medidas.

Millones de niños y niñas viven en medio de la pobreza, el abandono, la discriminación y la falta de protección y escolarización, "la pobreza extrema es a la vez una causa y una consecuencia de la exclusión y la invisibilidad: a pesar de que entre 1990 y 2004 la pobreza extrema se redujo casi en un 4% (de 22,5 % a 18,6%), aún hay 96 millones de personas viviendo en condiciones de indigencia, de las cuales 41 millones son niñas y niños entre 0 y 12 años, y 15 millones adolescentes entre 13 y 19 años. La pobreza extrema afecta desproporcionadamente a la infancia: dos de cada cinco personas que viven en extrema pobreza en la región son niñas y niñas", según lo expresado por el Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia, Oficina Regional para América Latina y el Caribe, Los Objetivos de Desarrollo del Milenio tienen que ver con la infancia – Avances y desafíos en América Latina y el Caribe, UNICEF, Panamá, 2005.

En el caso de América Latina, la discriminación por motivos raciales y de origen étnico son motivo de exclusión social, causas que generan disparidad y pobreza, así como la discriminación de las poblaciones indígenas y afrodescendientes.

Los niños y niñas de los países más pobres son los más vulnerables a la muerte, a la enfermedad o a la desnutrición, como consecuencia son los que tienen más probabilidades de no concurrir a la escuela.

Según lo planteado por UNICEF, en su informe "Excluidos e invisibles" 2006, en los países subdesarrollados uno de cada 6 niños muere antes de cumplir los 5 años; uno de cada 10 muere antes de cumplir un año; una de cada 2 niñas en edad escolar primaria no acude a la escuela primaria; para muchas niñas pobres entre 6 y 12 años asistir a la escuela y completar toda la educación primaria es un verdadero desafío; uno de cada 3 niños y niñas menores de 5 años –42 millones- tiene bajo peso de moderado a grave; uno de cada cuatro recién nacidos no recibe una vacuna contra el sarampión, la cual es una enfermedad que mata a más de 500.000 niños y niñas todos los años; la pobreza afecta a 96 millones de personas en América Latina y el Caribe, de las cuales 41 millones son niños y niñas menores de 12 años y 15 millones de adolescentes entre los 13 y los 19 años, es decir que dos de cada cinco personas que están viviendo en extrema pobreza en la región son niños, se estima, además que en esta región el 17% de los niños no completa el quinto grado de educación primaria.

Este informe de UNICEF estima que en América Latina y el Caribe, 8.8 millones de niños y niñas sufren de desnutrición crónica, lo que les puede afectar su calidad de vida no solo en términos de salud sino en educación y desarrollo integral.

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