DÍAZ: DIEZ MESES DE APERTURA A NUEVOS CAMINOS Y
APRENDIZAJE
Se trata de conseguir un Ministerio del Interior a
la altura de los nuevos tiempos, adoptándose medidas para ser sensibles
al clamor del pueblo, sin perder el horizonte de cambios profundos y sin
abandonar los sueños, dijo el Ministro Díaz en el acto conmemorativo del
176º aniversario de la Policía Nacional.
Ante la presencia del Presidente de la República,
Tabaré Vázquez, y de altas autoridades civiles y militares, el Ministro
Díaz se congratuló por la conmemoración del 176º aniversario de la
promulgación de la Ley de Organización de la Policía, recordando que la
historia de nuestro país se enlaza con la creación de la policía.
En este sentido, dijo que la policía surgió en los
albores del Estado, siete meses antes de la Jura de la Constitución, el
18 de julio de 1830, siendo el papel de la policía vertebral en el
desarrollo institucional del país y "sigue siendo puntal significativo
de nuestro Estado y democracia, que aspiramos desarrollar y profundizar
en su triple dimensión", sentenció.
"Al asumir las funciones el 2 de marzo, se ha
propuesto mejorar el Instituto Policial y todas las Direcciones
Nacionales del Ministerio del Interior, cambiar con la policía no contra
la policía", agregó el Ministro Díaz.
En estos diez meses se han logrado cambios y logros
en el Ministerio del Interior, los cuales –según observó el Ministro- se
notan a través de la Ley de Presupuesto quinquenal, donde se
instrumentarán cambios para la policía sin comparación en la historia.
Al asumir el Ministerio se encontró con caos en la
gestión, que se ha tratado de superar, dijo. "Se ha logrado objetivos
significativos en tres dimensiones: firme política de seguridad
ciudadana, cambios institucionales y nueva política criminal hacia un
nuevo modelo penitenciario para superar la peor crisis humanitaria
encontrada por Gobierno alguno".
En el marco de éstas tareas se ha realizado una
redistribución de la policía, con el fin de incrementar la cantidad de
policías ejecutivos en las tareas sustantivas, acrecentando el papel de
las comisarías contando, además, con el apoyo de los vecinos en las
organizaciones sociales. Se hace un racconto de las medidas adoptadas en
el marco del tráfico ilícito de drogas y se señala la labor intensa de
la policía en el interior del país contra el abigeato.
El Ministerio del Interior creó comisiones honorarias
de asesoramiento en materia de transporte y deporte en coordinación con
otros Ministerios e Intendencias.
Con el fin de mejorar la eficiencia se ha
jerarquizado la Junta Asesora de Servicios Policiales y para lo
operativo el Estado Mayor Policial, las cuales tienen por objetivo
promover Resoluciones y Decretos para trabajar en la futura Ley Orgánica
que se presentará el año entrante, así como un Código de Procedimiento
Policial y de Éticas y Faltas, "para dotar a nuestro Instituto de normas
modernizadoras y democratizadoras borrando todo vestigio autoritario y
discriminatorio" , resumió el Ministro Díaz.
En cuanto a la reunión de Ministros del Interior del
MERCOSUR y Estados Asociados, dijo que la seguridad ciudadana fue el eje
principal del trabajo aprobándose en la reunión final un documento de
coordinación en la región y la formación de políticas públicas.
Por otra parte, se destaca la creación del primer
centro de atención a la víctima del delito y la violencia, creado por la
Ley de Humanización del Sistema Penitenciario y el Observatorio de la
Violencia y Criminalidad, para dar información veraz cada tres meses,
para trabajar mejor contra el delito y para superar la visión subjetiva
sobre la criminalidad.
"Estos diez primeros meses han sido de apertura de
nuevos caminos y aprendizaje, falta mucho por hacer", dijo el Ministro
José Díaz, quien afirmó que se aspira a tener "un Ministerio del
Interior a la altura de los nuevos tiempos", para lo cual "todas y todos
debemos trabajar con firmeza, humildad y perseverancia", comprometidos
con principios y programas leales a la Constitución y a la Ley,
"sensibles al clamor del pueblo sin perder el horizonte, cambios
profundos y sin abandonar los sueños".
PALABRAS DEL MINISTRO DEL INTERIOR, JOSE DÍAZ, EN EL ACTO CELEBRATORIO
DEL 176º ANIVERSARIO DE LA PROMULGACIÓN DE LA LEY DE ORGANIZACIÓN DE LA
POLICÍA
MINISTRO DÍAZ: Señor Presidente de la República, y
demás autoridades nacionales y departamentales; señoras y señores
legisladores nacionales y departamentales; integrantes de las Fuerzas
Armadas que nos acompañan; señoras y señores Jefes de Policía; y
directoras y directores nacionales; y demás estimadísimos integrantes de
la Policía Nacional; compatriotas:
En nombre del gobierno nacional nos congratulamos
cálidamente por esta conmemoración del 176º aniversario de la
promulgación de la Ley de organización de la Policía, de fecha 18 de
diciembre de 1829; y por Decreto del 10 de marzo de 1943 se fijó el 18
de diciembre como fecha para la celebración del Día de la Policía en
todo el territorio nacional.
Ya antes de aquella ley fundacional, el 6 de octubre
de 1826, la Honorable Junta de Representantes había echado las bases de
funcionamiento del Instituto Policial pasando las funciones policiales
de los Cabildos coloniales a las nuevas Comisarías.
Quiere decir, que nuestra Policía Nacional surgió en
los albores de nuestro Estado, siete meses antes exactamente de la Jura
de la Constitución, el 18 de julio de 1830.
A partir de aquellos lejanos tiempos el país vivió
una época de turbulencias, que recién culminó a comienzos del siglo XX,
durante el primer gobierno de don José Batlle y Ordóñez.
En la construcción de ese Estado, sobre todo los
primeros largos años del siglo XIX, el papel de la Policía Nacional fue
sin duda de primordial importancia, tal vez vertebral en el desarrollo
institucional del país.
Y por su despliegue en todos los rincones de nuestro
territorio, acumulando una acrecentada función pública, sigue siendo
puntal significativo de nuestro Estado y de nuestra democracia, que
aspiramos desarrollar y profundizar en su triple dimensión, como diría
don Emilio Frugoni: política social y económica, en lo que estamos desde
que asumimos el pasado 1º de marzo las responsabilidades
gubernamentales.
Pero como lo dijimos el 2 de marzo último, al asumir
funciones los Jefes de Policía y Directores nacionales, nos propusimos
desde el comienzo mejorar el Instituto Policial y todas las direcciones
nacionales del Ministerio del Interior; cambiar con la Policía, no
contra la Policía.
Y quiero decir, con toda claridad, que en estos diez
meses escasos de gobierno muchos cambios y logros hemos sumado en
nuestro Ministerio del Interior, en los demás Ministerios y en todas las
empresas públicas.
Me siendo incapaz de hacer un balance medianamente
abarcativo. Me llevó horas intentar hacerlo.
Hace poco, en la Cámara de Representantes donde fui
interpelado por dos fugas y la seguridad pública, de lo que se habló
durante más de un mes hasta que dejó de hablarse de la misma al día
siguiente de producida, como por arte de magia.
Aunque luego reaparecen informaciones -falsas,
maliciosas o exageradas- sobre la actuación policial, pasándosenos
factura por algunos cambios de políticas y por muchos de los logros de
la actividad ministerial.
Nos ha importado hacer cambios y trabajos, y no
marketing o lanzar globos al viento.
Nos ha preocupado día a día mejorar los múltiples
servicios a nuestro cargo, más allá de la medular tarea de mantener el
orden y la seguridad pública, eje central de nuestros desvelos y
esfuerzos.
Pero antes de dar algunas breves pinceladas sobre un
balance mínimo en su día, en el Día de la Policía Nacional, quiero hacer
el más afectuoso y cordial reconocimiento por la labor cumplida a todas
y a todos los Jefes de Policía; a todas y a todos los Directores
nacionales y sus respectivas colaboradoras y colaboradores;
especialmente respecto del trabajo sacrificado y de riesgo que cumple
nuestra auténtica vanguardia: los policías que realizan las tareas
sustantivas en las calles, rutas y caminos, y en las Comisarías y
Subcomisarías del Uruguay profundo; y los policías penitenciarios, ambos
sometidos a las peores condiciones de trabajo, remuneraciones y
jubilaciones, que nos angustia pero que empezamos a corregir
gradualmente, a través de la Ley de Presupuesto Quinquenal que hoy
promulgamos, sin las premuras de antaño y con cambios muy significativos
para la seguridad pública y la policía.
Una de las cuatro prioridades de dicha ley
fundamental para el futuro del país, prioridad que se traduce en que una
parte significativa del incremento presupuestal viene al Ministerio del
Interior y que el Presupuesto global de nuestro Inciso 04 es uno de los
más importantes, algo superior al finalizar el quinquenio al del
Ministerio de Defensa Nacional, sin comparación en nuestra historia.
Y en esa misma dirección de cambio
favorable, especialmente hacia el Subescalafón Ejecutivo, Personal
Subalterno, sigue el Proyecto de Ley de retiro policial que, entre otras
cosas, propone integrar al haber jubilatorio, pagándose los
correspondientes montepíos, sobre las compensaciones que hoy no están
gravadas, así como las remuneraciones por el cumplimiento del Servicio
222; en ambos casos a razón de un 10 por ciento anual, de forma que en
dos quinquenios tendremos saneada una situación jurídicamente irregular
y socialmente injusta.
Al asumir el Ministerio, el equipo
designado encontró una situación de caos administrativo y de gestión que
estamos tratando de superar con mucho sacrificio y no pocas
dificultades.
Trazamos metas y hemos ya logrado
objetivos, muy significativos, en tres direcciones fundamentales.
Firme política de Seguridad
Ciudadana; cambios institucionales y nueva política criminal hacia un
nuevo modelo penitenciario, para superar la peor crisis humanitaria
encontrada por gobierno alguno.
En materia de Seguridad Ciudadana,
a partir de un estricto respeto a los méritos profesionales y personales
de todos los integrantes del Ministerio, terminando con la política
clientelar, los logros alcanzados -muy esquemáticamente- han sido los
siguientes:
En la importantísima Jefatura de
Policía de Montevideo, se ha redistribuido el personal asignado, mayor
cantidad de policías ejecutivos en labores prevento-represivas; se
reorganizó la Dirección de Seguridad, potenciando las Comisarías y el
papel de Comisario en cada barrio; se potenció el Departamento de Orden
Público, para la prevención y represión del tráfico de drogas, en
estrecha coordinación con la Dirección General correspondiente.
La Dirección de Investigaciones se
esforzó en las operaciones preventivas del delito y sus nuevas
modalidades.
El Departamento de Operaciones
Especiales, el DOE, viene efectuando una labor muy intensa frente a
irregularidades y corruptelas, ayudando incluso en operaciones delicadas
en el interior.
En la Dirección de Grupos de
Apoyo, el Cuerpo de Radiopatrulla incrementó el patrullaje en móviles y
horas. Y podríamos seguir.
En las Jefaturas de Policías del
interior el trabajo ha sido muy intenso y eficiente. El pasado viernes
escuché un pormenorizado balance efectuado en el Teatro Macció de San
José, por la señora Jefa de Policía. Y me quedé tan impresionado de lo
que habían hecho que dije: con solo este balance podría haberme
defendido estupendamente en la reciente, clamorosamente
silenciada.
Las Jefaturas del interior, en las
zonas urbanas, incrementaron la presencia policial, con especial
atención en la zona de los bancos, centros de enseñanza y otros.
Se realizaron operativos de cierre
sorpresivos y rotativos en las áreas metropolitanas, con inspecciones de
vehículos y personas.
Para mejorar la Seguridad
Ciudadana se implementó la coordinación interinstitucional con el Poder
Judicial y Ministerio Público, los Municipios y las Fuerzas Armadas, los
Entes Autónomos, la Educación y la Salud.
En cada Jefatura se redistribuyó
el personal para incrementar la cantidad de policías ejecutivos en las
tareas sustantivas y se realizaron controles en locales nocturnos.
Y a partir del asesoramiento e
impulso de la Comisión Honoraria de Seguridad Rural del Ministerio, de
carácter interinstitucional y con participación de las organizaciones
vinculadas al agro, se potenció la tarea contra el abigeato,
especialmente el organizado, y otras formas delictivas en el campo,
mejorando las brigadas especiales y las patrullas rurales; disminuyendo
el número de abigeatos y aumentando el número de abigeatos aclarados.
Asimismo, el Ministerio creó también Comisiones
Honorarias de Asesoramiento en otras áreas neurálgicas del delito.
Comisión de Seguridad en el Transporte de Pasajeros,
con empresarios, trabajadores, Ministerio de transporte y Obras Públicas
e intendencias.
La Comisión de Seguridad en el Deporte, junto al
Ministerio de Turismo y de Deporte e intendencias, que no solo intervino
en diferentes momentos conflictivos, sino que presentó un Proyecto de
Ley de Seguridad en el Deporte y hasta organizó un concurso entre niñas
y niños de 4º a 6º año de escuela con un tribunal de lujo que ya falló,
eligiendo el eslogan que publicitaremos: “El deporte es salud, no lo
enfermes”.
Para mejorar la eficiencia ministerial hemos
jerarquizado fuertemente dos colectivos importantes, muchas veces
dejados de lado: para el asesoramiento la Junta Asesora de Servicios
Policiales, y para lo operativo el Estado Mayor Policial.
Aquella, aconsejándonos en materia de servicios
policiales, proponiendo resoluciones y decretos y trabajando para
ultimar la futura Ley Orgánica Policial que presentaremos el año
entrante; así como el Código de Procedimiento Policial, y de Ética y
Faltas, para dotar a nuestro Instituto de normas modernizadoras y
democratizadoras, borrando todo vestigio autoritario y discriminatorio.
Y el Estado Mayor, que también coordinó las
Comisiones de Seguridad nombradas, preparó diferentes planes permanentes
de operaciones, nuestros PTO; inclusive arrimó al INAU un borrador para
el mejor manejo de eventuales motines, con tomas de rehenes, y unificó
en un Plan Permanente de Operaciones, el denominado Plan Verano Azul,
especialmente fortalecido en los departamentos de mayor afluencia
turística.
Y en la lucha contra la criminalidad y la violencia,
que ha crecido exponencialmente en los últimos quince años, hemos puesto
el acento en el crimen organizado, con resonantes éxitos en materia de
drogas, con una muy jerarquizada Dirección General de Represión del
Tráfico Ilícito de Drogas, cuya estupenda actuación subraya el
extraordinario trabajo de las demás Direcciones Nacionales, todas ellas
con logros y avances de todo tipo.
En materia de Seguridad Ciudadana dos aspectos más
queremos destacar. El papel que le asignamos a las organizaciones
sociales en su construcción, incluidas las Comisiones Barriales de
Seguridad, realmente existentes, con las que ya hemos realizado más de
un millar de fructíferas reuniones.
Y la importancia que le asignamos en nuestra
Presidencia Pro Témpore de la reunión de Ministros del Interior del
MERCOSUR y Estados Asociados, del segundo semestre de este año, pues la
Seguridad Ciudadana fue el eje principal de nuestro trabajo subregional,
aprobándose en la reunión final de Montevideo del mes pasado un
documento de coordinación en la zona y de formación en políticas
públicas de Seguridad Ciudadana.
Hemos creado dos instituciones ministeriales más en
torno a esta materia sustancial. El primer centro de atención a la
víctima del delito y la violencia que ya funciona, creado por la ley de
humanización del sistema penitenciario y el Observatorio de la Violencia
y la Criminalidad, dentro de nuestro Departamento de Estadística, Datos
y Análisis, para dar información veraz cada tres meses, instrumento para
trabajar mejor contra el delito y para superar la apreciación subjetiva
sobre la criminalidad.
Hemos sido también rigurosos en el combate interno
contra irregularidades y corruptelas, incrementando las investigaciones
administrativas y los sumarios, con el fin de eliminar la deslealtad
institucional y enviar a la Justicia todo autor de hechos con apariencia
delictiva.
Toda buena política ministerial se basa en la
dignificación del funcionario. Este es y será otro de los ejes de
nuestro trabajo, para mejorar los diferentes servicios a nuestro cargo.
Y bien sabe la policía y sus organizaciones, con las
que dialogamos y dialogaremos, siempre receptivos a sus buenas
sugerencias. ¡Cuánto hemos hecho y cuánto nos falta hacer en la
materia!
Y a la policía se le dignifica sobre la base de tres
pilares fundamentales. Primero, mejorar las remuneraciones y condiciones
de trabajo, de lo que ya hablé. Segundo, impulsar políticas sociales a
través de la Dirección Nacional correspondiente, que volverá a poner en
funcionamiento el Parque Policial, éste año parcialmente, pero dentro de
un proyecto integral de recuperación e integrador en el entorno de la
sociedad. Y que dirigirá la construcción del Hogar Estudiantil propio, a
partir del año que viene, en el inmueble comprado a esos efectos. Y
tercero, mejorar la formación policial, unificando la política educativa
a través de una Escuela Nacional de Policía, con avances en recursos
educativos, docentes y materiales; y de escuelas regionales para la
mejor formación del Personal Subalterno, todo mediante riguroso ingreso
por concurso, con las mayores exigencias culturales y educativas.
El tercer eje de nuestros esfuerzos, y por qué no
decirlo, de nuestra angustias es el de la nueva política criminal y el
nuevo modelo penitenciario que estamos impulsando desde el 1° de marzo
último cuando el nuevo Presidente de la República declaró el estado de
emergencia humanitaria en nuestras cárceles y anunció las medidas que
nos disponíamos impulsar.
También mirando al derecho a vivir con mejor
seguridad ciudadana, respetuosa de los derechos humanos de todas y de
todos los habitantes de la República.
Las tres fases de esta nueva política serán: primero,
superar la crisis humanitaria a través de múltiples acciones de las que
la ley de humanización es un ingrediente importante, pero no único;
unificar la política penitenciaria, que ya lo habilita la nueva ley
presupuestal, potenciando la Dirección Nacional correspondiente; y en
tercer lugar, crear un Instituto Nacional de Rehabilitación fuera del
Ministerio del Interior, con una dirección y personal penitenciario
debidamente preparado, idóneo y profesional, acorde al mandato
constitucional de prestar este servicio de rehabilitación mediante el
estudio y el trabajo en centros que de verdad lo permitan y no las
cárceles que encontramos, con penosas situaciones de hacinamiento, mala
alimentación y pobre salud penitenciaria.
Para el presente quinquenio, de este primer gobierno,
estos diez primeros meses han sido de apertura de nuevos caminos y de
aprendizaje. Falta mucho por hacer y necesitaremos seguramente más de un
quinquenio para tener un Ministerio del Interior bien organizado, a la
altura de los nuevos tiempos y de los justos reclamos de todos los
habitantes de nuestro país.
Y para lograrlo, todas y todos debemos trabajar con
firmeza, humildad y perseverancia, cada vez mejor; comprometidos con
principios y programas leales a la Constitución y a la Ley, sensibles al
clamor del pueblo, sin perder el horizonte de cambios profundos y sin
abandonar los sueños.
A todas y a todos los integrantes del Ministerio del
Interior: ¡Feliz Día de la Policía Nacional!
Muchas gracias. |