20/02/06


PROPUESTA DE ANÁLISIS Y SOLUCIÓN AL TEMA PAPELERAS
En "Pudimos haberlo solucionado antes", artículo publicado por Caras y Caretas, el Director del Instituto de Tecnología Industrial de Argentina, Enrique Martínez, expone críticas hacia políticos, empresas y ambientalistas en ambas márgenes del Río de la Plata.

"Pudimos haberlo solucionado antes", artículo publicado este viernes 17 por la Revista semanal uruguaya Caras y Caretas, da cuenta de las declaraciones formuladas por el Director del Instituto de Tecnología Industrial de Argentina, ingeniero Enrique Martínez, el cual "expone sus críticas hacia políticos, empresas y ambientalistas, en ambas márgenes del Plata, y propone una solución dialoguista para la "guerra de las papeleras".

En entrevista realizada por Caras y Caretas, Enrique Martínez, Director del Instituto de Tecnología Industrial de Argentina, habla sobre las tecnologías a utilizar en el procedimiento de blanqueo de la pasta de celulosa por las empresas Botnia y Ence; procedimientos de tratamiento de los efluentes; análisis de informes elaborados por el Banco Mundial, Botnia, y DINAMA; comparación de las diferentes tecnologías utilizadas y a utilizar; los posibles caminos a la solución del tema y la politización del mismo; etcétera.

A continuación se ofrece el texto de dicha publicación:

UNA LUZ AL OTRO LADO DEL RÍO

"Pudimos haberlo solucionado antes"

El director del Instituto de Tecnología Industrial de Argentina, ingeniero Enrique Martínez, expone sus críticas hacia políticos, empresas y ambientalistas, en ambas márgenes del Plata y propone una solución dialogada para la "guerra de las papeleras".

El conflicto entre Uruguay y Argentina por la instalación de las plantas de celulosa aparece como un problema de muy difícil resolución. Tal vez sea la ciencia la que pueda resolverlo.

Más que la ciencia, a esta altura la astrología.

El procedimiento de blanqueo de la pasta de celulosa que utilizarían Botnia y Ence, llamadas ECF (libres de cloro elemental) es la tecnología que se utiliza en la mayor parte del mundo y, en general, los técnicos sostienen que no producirían las dioxinas y furanos policlorados que hoy están el centro de la controversia.

Comencemos aclarando eso. Como la discusión viene de la política hacia la técnica, estamos demasiado acostumbrados a discutir este tema en términos de "todo o nada". Este proceso tiene posibilidades de contaminar tanto por efluentes gaseosos como líquidos o sólidos, la cuestión es controlarlo. El proceso que estas empresas van a utilizar necesita ser controlado. Es un proceso muy mejorado respecto del histórico que utilizaba cloro gaseoso donde los riesgos de producción de furanos y dioxinas eran mayores. Aquí se reduce sustancialmente el riesgo. Aún así necesita un control. Pero en la propuesta que Greenpeace hizo llegar a ambos gobiernos se dice que hay que sustituir el proceso ECF por el totalmente libre de cloro (TCF).

En ese caso lo único que se eliminaría es el riego de producción de dioxinas. Todos los demás riesgos subsisten.

Lo que sostienen aquí los representantes de las empresas y del gobierno es que la celulosa producida por la tecnología TCF es de otra calidad

Ahí hay, otra vez, que tratar de no ser categórico. La industria del papel la considera una celulosa de calidad algo inferior, en el sentido de que es un poco menos brillantes, es decir, es blanca pero menos brillante y de un poco menor resistencia a la tracción. En consecuencia parece legítimo que la empresa quiera producir la mejor celulosa posible.

En los grupos de expertos sobre los contaminantes orgánicos persistentes se afirma que ambos procesos son análogos en relación con los efluentes organoclorados.

Yo he leído bastante sobre el tema. Los técnicos no comprometidos con esta controversia sostienen que el proceso totalmente libre de cloro produce una celulosa algo inferior y dicen que produce el mismo problema de efluentes a excepción del cloro, en todo lo demás el problema es igual.

Pero el problema del cloro no sería el mayor.

Eso es lo que nosotros consideramos.

En el informe de impacto ambiental que realizara Botnia, se especifica una serie de procedimientos de tratamiento de los efluentes con lodo activado –un procedimiento microbiológico- y otro tipo de procesos que señalan eliminarían la mayor parte, o lo eliminable, de las sustancias eventualmente contaminantes.

Hay algunas cosas para discutir de ese informe. Ellos prevén dos etapas de tratamiento de estos efluentes líquidos. Las plantas mas cuidadosas, algunas en Brasil, por ejemplo, tienen tres etapas, en cascada. En la última aseguran rotundamente que no hay contaminación, al punto tal que crían peces en esas aguas. Este es el primer punto que uno podría objetar. Sobre los residuos sólidos, el informe que presenta Botnia es francamente elemental, dice que los barros del proceso se utilizarían de nuevo para fertilizar las plantaciones, porque de allí vinieron y allí deberían volver: es un planteo casi bíblico y no esta nada claro que no sean contaminantes manejados de esa manera.

¿Cree que las tecnologías que se utilizarán no son las mejores disponibles?

En cuanto al tratamiento de efluentes nos parece que hay mucho para hablar. Primero, las empresas deberían aclarar que la información ha sido insuficiente. Si ve el estudio de impacto ambiental, especialmente a los hermanos uruguayos les debe interesar, resulta que se hizo un estudio de contaminación, de efecto de dilución del efluente con el caudal del río supuesto al mínimo (500 m3/seg.) y el doble de eso y en ambos casos lo que ellos demuestran es que la costa argentina tiene un efecto casi nulo, lo cual yo estoy dispuesto a compartirlo como concepto, pero la costa uruguaya tiene un efecto muy importante.

LAS CONDICIONES

Pero en el estudio hidrodinámico de Botnia, hay un tabulado donde se establece la dilución en varios puntos, entre ellos en Argentina, pero también en Uruguay.

Lo entiendo, pero pregunto: ¿con esa información se darían las condiciones de aprobar este tratamiento teniendo en cuenta que la toma de agua potable de Fray Bentos está tres o cuatro kilómetros aguas abajo de la salida prevista para los efluentes?

En todo caso ese problema, convengamos, correspondería a la DINAMA. Yo digo a los efectos de comprender el problema como lo están viviendo del otro lado del río. La población entrerriana parece convencida de que las plantas va a generar en corto plazo gravísimos daños al entorno y a la salud de la población.

¿Me está llamando para que yo ratifique o rectifique ese concepto?

Lo estoy llamando...

Le quiero decir lo siguiente...

Son varias cosas, por un lado, la comparación de las diferentes tecnologías. Eso en Uruguay se ha sentido como cuestionamiento de parte de organizaciones ambientalistas: el procedimiento TCF es el que debería utilizarse y no el ECF. Eso es un primer elemento.

Desde el punto de vista de Greenpeace es válido. Desde el punto de vista de los industriales papeleros, tiene sus objeciones. Solo el siete o el ocho por ciento del mundo lo utiliza.

El problema no estaría ahí desde el punto de vista ambiental, estaría en el tratamiento de las diferentes emisiones gaseosas o efluentes.

Exactamente. Los residuos sólidos, son un problema básicamente uruguayo. Creo que el informe de impacto ambiental de Botnia es muy flojo en ese sentido. Los residuos gaseosos son un problema de incomodidad con el olor, seguramente, que afectará esencialmente a Fray Bentos, a Mercedes y en tercera instancia, a Gualeguaychú. Aunque yo me bajo del reclamo de la lluvia ácida o del ‘peligro de cánceres masivos a consecuencias de estos residuos`. Son análisis apocalípticos muy poco procedentes.

En los informes tanto de Botnia como de la CFI del Banco Mundial se sostiene que en todo caso las incidencias de olor, si es que llegaran, porque sostienen que no llegarían a Gualeguaychú por la distancia, se producirían solo en determinados momentos. ¿Eso es así?

Hay que sentarse otra vez con la empresa y evaluarlo. Ellos sostiene que esto tiene que ver con las puestas en marcha y con las paradas y la experiencia concreta de plantas en Argentina con tecnología anterior –lo admito- pero en algunas a las que se les hizo mejoras, el olor es más persistente y durante un mayor período del año.

La planta Alto Paraná, ¿es comparable en términos de tecnología?

Es más vieja, es la misma tecnología de hace más de veinte años.

Esa planta tiene una certificación ambiental ISO 14001. ¿Quién la otorga en Argentina?

Esa certificación la consiguió la empresa con una certificadora internacional.

¿El INTI interviene?

No es convocado para certificaciones ISO. En todo caso ayuda a la implementación pero no certifica. En este caso no fue convocado ni siquiera para la implementación.

De las plantas que hay en Argentina que utilizan blanqueamiento químico, ¿existe alguna comparable en tecnologías?

Hay un par de plantas pequeñas que utilizan procesos libres de cloro y las plantas más comparables con las que se instalarán en Uruguay es la que usted mencionaba en Misiones (Alto Paraná).

Que es veinte años más antigua. Los responsables en Uruguay de Botnia sostienen que en Finlandia hay una serie de cuatro plantas que emiten sus efluentes al mismo curso, a un lago, y que allí no existen problemas de este tipo.

No creo que el control de los efluentes es posible. No me enrolo dentro de los críticos agudos a la instalación de las plantas. Es más, yo creo que es absolutamente natural para un proceso de industrialización para Uruguay, que si puso árboles haga celulosa, y ojalá dentro de unos años haga papel e incursione en la industria gráfica e incluso haga tintas con soja, las tintas ecológicas de mayor crecimiento en el mundo. Esa es una lógica de industrialización que respaldo. En ese contexto, creo que bien vale la pena tener una mirada muy particular sobre el control de los efluentes, porque para las empresas, el control de los efluentes es un costo. La empresa podría producir la mejor celulosa del mundo y podría dejar calva a toda la población a su alrededor. Sería una situación absurda, pero podría técnicamente hacerlo. Lo concreto es que aquí hay un equilibrio entre el interés económico de la empresa y el desarrollo económico global y la necesidad de controlar el medio ambiente y eso seguramente es lo que se ha aplicado a lo que usted me señala en Finlandia. Los parámetros de esta gente, en el papel, para Uruguay, son del nivel más alto de las empresas de ellos, que son todas de bajo nivel de contaminación. Podríamos pensar, por qué no son de los más bajos, pero a continuación hay un riesgo importante. Una cosa es volcar los efluentes a un lago profundo y otra es volcarlo a un río como el Río Uruguay. Es muy distinto. La playa que está aguas abajo de la descarga va a tener problemas; la toma de agua potable también los tendrá. Vale la pena volver a revisar el tema.

Puedo entender su punto de vista pero el informe de la DINAMA en Uruguay evalúa que ese impacto no sería tal. Respecto a lo que usted definió en Pagina 12 como "desinformación", en Uruguay la mayor parte de la gente entiende que hay un problema de "información", como se ve desde el punto de vista científico, algún tipo de solución tiene que tener.

No me cabe duda que esto tiene una solución, que yo no llamaría científica, sino técnica. Usted mencionó un par de veces a la DINAMA. Usted me pone en un brete: yo no sé si nuestros técnicos tienen los informes de la DINAMA. Casi diría, en términos de conversación de café, que apostaría, doble contra sencillo, que no los tienen. Creo que la desinformación llega a ese nivel, donde alguien dice: "yo tengo un nivel de estudios riguroso, serio, me apliqué al tema, estudié la cuestión y por lo tanto no hay problema", quiere decir que a partir de ese momento se convierte en un acto de fe. Si estamos en una controversia lo importante es poner toda la información sobre la mesa, analizarla, someterse incluso al análisis científico del otro. Yo hablé con el presidente del LATU y por supuesto que estamos de acuerdo en trabajar con él. Ahora, en lo que no estaríamos de acuerdo ni ellos ni nosotros, es que uno u otro diga "yo ya lo estudié" y el otro tenga que ponerle la firma debajo.

LOS INFORMES SOBRE LA MESA

¿El camino de solución sería a través de algún mecanismo binacional?

Que en el plano técnico pongan todos los informes sobre la mesa y los sometan a crítica sin preconceptos sin que en esa mesa se siente nadie que antes haya dicho que esto va a matar de cáncer a media Mesopotamia o nadie que diga que no va a haber ningún problema.

La evaluación del grupo técnico de alto nivel no llegó a un acuerdo en el tema aguas.

Hubo una mezcla importante de participaciones técnicas, políticas y diplomáticas y casi diría lamentablemente algunas posiciones previas cerradas: adhesión a la planta u oposición a la planta. Por eso tengo algunas mirada crítica sobre algunos colegas de la política argentina, pero tengo una mirada más crítica sobre algunos colegas del ámbito técnico argentino, que pasan a proclamar "no vamos a poder vender carne en el mundo a consecuencia de esto" sin un solo apoyo técnico serio más que la vocación de prensa y de protagonismo.

Hemos leído declaraciones en ese sentido. El problema es que luego de que se genera cierto pánico en las sociedades, quisiera saber cómo se revierte.

Con información. En lugar de hablar de Pontevedra y de Valdivia, hagan una gira técnica de primer nivel por plantas que ni siquiera sean finlandesas o españolas, que vayan a ver la planta que con la misma tecnología se está por poner a funcionar en Alemania, que recorran en serio otros países.

El estudio de la Universidad Austral de Chile fue muy cuestionado....

Para qué meterse a revolver esa controversia. Hay centenares de plantas de celulosa en todo el mundo.

En este momento se está hablando de la eventual instalación de una planta de celulosa en la ribera del Río Uruguay, pero más al norte. Allí parece que sería aceptada, al menos por las autoridades de Corrientes.

Eso certifica que estamos ante un problema donde resulta mucho más simple ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.

Pero no ve cierto grado de esquizofrenia política cuando se aceptan ciertos procedimientos dentro del país y a la vez se los cuestiona fuera del mismo, declarando una batalla lo suficientemente virulenta como para llegar a la Corte Internacional de La Haya.

Yo prefiero no emitir opinión, porque no es mi línea de trabajo.

El Instituto de Tecnología Industrial que usted preside, ¿tiene alguna participación en este tipo de situaciones?

No, no es su papel. Tenemos un centro de tecnología ambiental. Lo que lamento es haber llegado a esta situación, donde unos afirman esquemáticamente que aportaron toda la información y otros lo contrario, cuando en rigor, pudimos haberlo solucionado antes.

CALIDAD DE VIDA Y NEGOCIOS

¿Este instituto recomienda algún tipo de tecnología para un procedimiento de blanqueo?

No recomendamos ningún tipo de tecnología para la producción. Tal vez sí sea nuestra responsabilidad evaluar y recomendar tecnología para el tratamiento de efluentes. Porqué una cosa sí y otra no, pues porque la tecnología de producción decide el bien final que la empresa va a producir y si nosotros opinamos allí, estamos interfiriendo en el negocio de la empresa. Pero en el tratamiento de efluentes estamos hablando de calidad de vida, y eso para la empresa, en general, es solo un costo. En consecuencia, allí hay una situación de compromiso en que la sociedad informada, en todo caso a través de organismos como el nuestro, debe involucrarse. Y estamos interesados en que alguien nos pregunte sobre el tratamiento de efluentes y que naturalmente nuestra opinión tenga algún peso. Incluso para la población de Gualeguaychú, que necesita ser contenida con argumentos técnicos y no políticos.

¿Considera que el tratamiento de efluentes que utilizaría Botnia no es apropiado o que es insuficiente?.

Es insuficiente. Nuestros técnicos dicen que lo que Botnia prevé no está mal, pero hay que ponerle más cosas. No es que estén tratando inadecuadamente a los efluentes: los están tratando de forma insuficiente.

No es lo que ha trascendido. Da la impresión que lo que trascienda desde Argentina es que Botnia prevé una suerte de masacre.

No se olvide que Botnia no da solución a las diferencias de temperatura de los efluentes en el río. Claro, lanzar los efluentes previo enfriamiento cuesta plata pero eso sería lo más ecológico. En cambio si los efluentes van al río con 15, 10 o 20 grados, puede generar un impacto ecológico muy fuerte.

Entonces usted considera que hay algunos ahorros de la industria, pero el problema no estaría centrado en el procedimiento de blanqueo.

El procedimiento de blanqueo es lo que es. Sucede que es una industria tan compleja como la petroquímica o la siderurgia. Hay muchas industrias además de las papeleras.

Pero en Uruguay hay pocas.

Pero en el mundo hay muchas y sabemos que si las cerramos todas, volvemos a vivir con las carretas. Hay que aprender a vivir con ese compromiso. Estas industrias llevan años soportando las presiones de gobiernos y organizaciones ambientales y por tanto saben bien qué es lo que hay que hacer para evitar males mayores.

Un final feliz sería que Botnia y Ence se quedaran pero que tuvieran un tratamiento más completo respecto a sus efluentes.

Exactamente.

Pero no por una modificación de la tecnología (de ECF a TCF).

Es que no parece necesario modificarla. Parece que la tecnología que disponen es la más moderna.

Esa es la opinión de los técnicos argentinos

Sí, claro.

Leandro Grille

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