NO DEBEMOS TEMER A LA DISCUSIÓN, A PRESENTAR
IDEAS POR OPUESTAS QUE SEAN
“No debemos temer a la discusión, a la presentación
de ideas por opuestas que sean”, dijo el Presidente de la República,
Tabaré Vázquez, agregando que “sí debemos temer al oscurantismo, al
tratar de no discutir los temas, al tratar de subsumirlos o al tratar de
imponer por la fuerza a otros lo que nosotros creemos que es correcto y
que lo apreciamos desde una única perspectiva”.
Tal concepto fue expresado por el Primer
Mandatario durante su alocución con motivo del Día
Internacional de la Mujer, oportunidad en la que Vázquez manifestó su
beneplácito por la iniciativa del Instituto Nacional de las Mujeres al
efectuar el lanzamiento del primer Plan Nacional de Igualdad de Derechos
y Oportunidades.
En Salón de Actos del Edificio Libertad
ampliamente colmado por el público presente, el Presidente Vázquez
destacó la presencia de la prensa porque “me alegro enormemente que
hayan podido captar las expresiones de muchas de ustedes y muchos de
ustedes cuando el Presidente de la República entró en sala, cuando ocupó
el estrado, demostrando que los uruguayos sabemos convivir en paz, en
democracia; con respeto, con tolerancia, aún cuando en algunos temas
pensemos distinto, pensemos diferentes”.
De esta forma, Vázquez hizo mención a
aquellas personas que en el Salón mostraron su posición favorable al
aborto, añadiendo que “me alegro enormemente que quienes están
defendiendo una determinada posición en el tema de la interrupción de un
embarazo, aquí en la sala de la propia Presidencia de la República y en
un acto como el día de hoy se hayan podido expresar libremente”.
“Congratula el corazón de los demócratas,
congratula la mejor historia de nuestro país, esta expresión que ha
habido en esta sala”, dijo.
En la oportunidad, Vázquez defendió el
concepto de igualdad en lo que hace la humanidad toda y afirmó que “la
igualdad ante la ley y ante la vida es un derecho de todos y todas las
ciudadanas del mundo. Y ese derecho a la igualdad se consagra con
políticas de igualdad”.
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, TABARÉ
VÁZQUEZ, EN EL ACTO REALIZADO EN EL EDIFICIO LIBERTAD POR EL DÍA
INTERNACIONAL DE LA MUJER
PRESIDENTE VÁZQUEZ: Buenos días, para
todos. A fe de verdad, traía escrito un discurso pero lo voy a dejar
para el final.
A todas las mujeres del Uruguay mi más
sincero y cordial saludo, mis felicitaciones por tan justo homenaje de
tener un día como el de hoy que no sólo recuerda la función importante
que la mujer cumple en nuestra sociedad, sino que además reivindica
justos derechos que tienen las mujeres y que, lamentablemente, aún hoy
en día en todas partes del mundo son desconocidos.
Me alegro enormemente de la masiva
presencia de la prensa uruguaya y creo que también de la prensa
internacional. Y me alegro enormemente que hayan podido captar las
expresiones de muchas de ustedes y muchos de ustedes cuando el
Presidente de la República entró en sala, cuando ocupó el estrado,
demostrando que los uruguayos sabemos convivir en paz, en democracia;
con respeto, con tolerancia, aún cuando en algunos temas pensemos
distinto, pensemos diferentes.
Me alegro enormemente que quienes están
defendiendo una determinada posición en el tema de la interrupción de un
embarazo, aquí en la sala de la propia Presidencia de la República y en
un acto como el día de hoy se hayan podido expresar libremente.
Congratula el corazón de los demócratas, congratula la mejor historia de
nuestro país, esta expresión que ha habido en esta sala.
De verdad lo quería decir, de verdad me
alegro que así haya sucedido. Y de verdad esto abre un camino de
análisis y de discusión de un tema en el que podemos tener distintas
opiniones, creo que todas respetables, y donde seguramente con
argumentos de distintos tipos, de distinta naturaleza, los uruguayos
-como lo hemos hecho históricamente- procesaremos entre todos nosotros
cuál es la posición que este país tiene sobre los distintos temas.
No debemos temer a la discusión, a la
presentación de ideas, por opuestas que sean. Sí debemos temer al
oscurantismo, al tratar de no discutir los temas, al tratar de
subsumirlos o al tratar de imponer por la fuerza a otros lo que nosotros
creemos que es correcto y que lo apreciamos desde una única perspectiva.
Mis respetos a quiénes se han expresado
distinto a lo que piensa el Presidente de la República.
Amigas y amigos, allá por 1931 cuando las Cortes
Generales de España discutían un texto constitucional que consagraba el
derecho a voto de las mujeres, Clara Campoamor, nacida en Madrid, en
1888, que fue abogada, periodista, activista política y parlamentaria,
además de promotora del voto universal de las mujeres, que al caer la
segunda República española marchó al exilio y que murió en Suiza en el
año 1972; Clara Campoamor, referente ineludible del feminismo y
republicanismo español del Siglo XX, expresó textualmente lo que voy a
leer:
“Resolved lo que queráis, pero afrontando
la responsabilidad de dar entrada a esa mitad del género humano en la
política, para que la política sea cosa de dos, porque solo hay una cosa
que hace un sexo solo: alumbrar; las demás, las hacemos todos en común y
no podéis venir aquí vosotros a legislar, a votar impuestos, a dictar
deberes, a legislar sobre la raza humana, sobre la mujer y el hijo,
aislados, fuera de nosotras”.
Tenía razón Clara Campoamor. Pero sus
razones no fueron fácil ni inmediatamente reconocidas.
Tan es así que hoy, 75 años después de
aquel debate durante el cual hasta se manejaron argumentos supuestamente
científicos para negar el voto a la mujer, la consigna adoptada por las
Naciones Unidas para este Día Internacional de la Mujer es: “La mujer en
la adopción de decisiones, enfrentando los desafíos, generando el
cambio”.
Se trata, desde nuestro muy humilde punto de vista,
de una consigna pertinente, pues, aunque han de reconocerse avances en
la potenciación del papel de la mujer y su participación en condiciones
de igualdad en las distintas esferas de la sociedad, también hay que
reconocer que esos avances, siendo importantes, aún no son suficientes.
La Humanidad aún no ha comprendido
cabalmente, y si ya lo ha comprendido aún no lo ha expresado
concretamente, que, salvo ese hermoso don de la naturaleza que es el
alumbramiento de una nueva vida, las mujeres se ven igualmente afectadas
que los hombres por los problemas que afronta la Humanidad en el
presente Siglo XXI.
Y a menudo, más afectadas que ellos. No
es casualidad que la mayoría de los pobres del mundo sean mujeres, o que
un altísimo porcentaje de las víctimas de los conflictos bélicos también
sean mujeres. ¡No es casualidad!
Ante esta realidad, y para hacer honor a
la brevedad que se nos ha pedido, debemos reconocer todos que: la
igualdad ante la ley y ante la vida es un derecho de todos y todas las
ciudadanas del mundo.
Y ese derecho a la igualdad se consagra
con políticas de igualdad.
Por eso me parece muy oportuno que en
este Día Internacional de la Mujer, y en correspondencia con el tema
planteado por las Naciones Unidas referido al papel de la mujer en la
adopción de decisiones para enfrentar los desafíos y generar el cambios,
nuestro Instituto Nacional de las Mujeres efectúe el lanzamiento del
primer Plan Nacional de Igualdad de Derechos y Oportunidades.
Al hacerlo, está reafirmando y
concretando un compromiso asumido por el Gobierno Nacional en su
conjunto hace hoy exactamente un año. Y lo cumple, como también asume
este Gobierno de la República sus compromisos: convocando a la sociedad
e involucrándola en un proyecto de país que es de todos y que entre
todos debemos hacer realidad.
Es que la igualdad de derechos y
oportunidades empieza, precisamente, por plantearla entre quienes son
sus sujetos. Porque la gente, sin duda, en este Uruguay de siempre, es
la raíz y el horizonte de nuestro país que necesitamos, queremos y entre
todos podemos construir.
En este Día Internacional de la Mujer
saludo esta iniciativa y saludo también, por cierto, a todas las
uruguayas donde quiera que se encuentren. Muchas gracias. |