13/03/06


EXPERTOS ANALIZAN LOS PROBLEMAS DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL
Se desarrolla desde este lunes 13, en el Radisson Victoria Plaza Hotel, y culminará mañana, el Seminario Internacional de Protección de los Derechos de Propiedad Intelectual para Latinoamérica, organizado por la Dirección Nacional de Aduanas y World Customs Organization.

La apertura estuvo a cargo del Subsecretario del Ministerio de Economía y Finanzas, Mario Bergara; del Subsecretario del Ministerio de Educación y Cultura, Felipe Michelini; y del Director Nacional de Aduanas, Luis Alberto Salvo.

El encuentro incluye además exposiciones de empresas y de representantes de la Aduana de nuestro país. La clausura tendrá lugar este jueves 14 y estará a cargo del Ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori.

PALABRAS DEL SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE ECONOMÍA Y FINANZAS, MARIO BERGARA, EN EL “SEMINARIO INTERNACIONAL DE PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA PROPIEDAD PRIVADA INTELECTUAL PARA LATINOAMÉRICA”

SUBSECRETARIO BERGARA: Muchas gracias. Quiero agradecer tanto a la Dirección Nacional de Aduanas como a la Organización Mundial de Aduanas por la posibilidad de participar en la apertura de este seminario, al cual damos, obviamente, una importancia muy relevante en la medida en que las actividades aduaneras, las actividades de fiscalización y las actividades de factilización, también, de comercio, tienen que tener obviamente, como un ingrediente fundamental, la capacidad de analizar, fiscalizar y resolver los problemas asociados a la propiedad intelectual.

Justamente, es un tema complejo que tiene una racionalidad económica, que tiene obviamente un sustento jurídico, pero que es un tema complejo en la medida en que los aspectos de propiedad intelectual, tienen que ver con bienes, servicios, la creación de nuevos bienes y servicios; pero también tiene que ver con el desarrollo de nuevos procesos que apuntan a reducir costos de producción, y que no siempre es la línea divisoria entre lo nuevo y lo viejo está bien determinada. Existe lo que podemos llamar innovaciones drásticas e innovaciones no drásticas, y muchas veces –reitero- ese perímetro entre lo que debe fiscalizarse y lo que no, no es una línea bien definida. Esto agrega complejidad a la actividad; esto agrega complejidad al bagaje de conocimientos que los fiscalizadores deben tener en cada caso.     

Desde un punto de vista económico, si me permiten la digresión y el sesgo, los esquemas de protección de los derechos de propiedad intelectual tienen un sustento claro en esa tensión, en ese choque entre la promoción o la inducción a las innovaciones, a la inversión en investigación y desarrollo y, por el otro lado, a la necesaria difusión de las innovaciones ¿verdad?

O sea, una vez que la innovación está hecha es socialmente beneficiosa su difusión. El problema es que si no hubo suficientes incentivos para entrar en procesos de innovación y desarrollo, esa innovación nunca se va hacer. Es decir: es esa tensión, ese choque entre el hecho de que todos quieren usar una tecnología pero nadie quiere incurrir en el costo de desarrollarla.  Eso es lo que le hace complejo encontrar ese equilibrio a todos los regímenes de protección de derechos de propiedad intelectual.

Ese punto justamente se hace relevante en aspectos en donde las innovaciones implican casos muy cuantiosos y con mucha incertidumbre ¿verdad? Todos sabemos que en los distintos procesos de innovación hay muchos fracasos antes de tener un éxito y por lo tanto eso hace todavía más delicado, más fina la necesidad de tener esquemas de protección de derecho de propiedad intelectual que no solamente estén bien diseñados sino que también tengan la adecuada fiscalización y el adecuado confort.

No vamos –digamos- acá obviamente a desarrollar aspectos de sustento de porqué deben existir estas cosas, porque ustedes lo tienen mucho más claro que nosotros; lo que si está claro es que tener un buen diseño de estos esquemas sin contar con la adecuada fiscalización y sin contar con los medios, los recursos y las capacidades necesarias para que esta fiscalización sea creíble no es demasiado útil. Por lo tanto, creo que esta pata del problema, que es justamente la de coordinar la fiscalización de incorporar conocimientos, incorporar capacidades a efectos de que ese contralor sea el adecuado, justamente hace a la efectividad y a la propia existencia de todo este esquema de protección de derechos. Por lo tanto este seminario sin duda creemos va aportar, desde este punto de vista, capacidades entre todos nosotros en un proceso desde el punto de vista uruguayo, además, que se enmarca en la necesaria forma y en la necesaria mejora en los trabajos de la Dirección Nacional de Aduanas.

Por lo tanto vemos con muy buenos ojos, como muy auspiciosa, la realización de este seminario internacional en la medida en que va a estar fortaleciendo las capacidades organizacionales y de conocimiento para una buena fiscalización para un contralor inteligente en aspectos que son crecientemente complejos a nivel internacional.

Así que agradezco nuevamente la posibilidad de participar de esta apertura, les doy la bienvenida a todos ustedes y les deseo obviamente el mayor desarrollo y de manera muy auspiciosa que el desarrollo de este seminario sea una contribución para todos. Muchas gracias.    

PALABRAS DEL SUBSECRETARIO DE EDUCACION Y CULTURA, FELIPE MICHELINI, EN EL “SEMINARIO INTERNACIONAL DE PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA PROPIEDAD PRIVADA INTELECTUAL PARA LATINOAMÉRICA” 

SUBSECRETARIO MICHELINI: Buen día a todos en nombre del Ministerio de Educación y Cultura, en nombre de su titular el Ingeniero Químico Jorge Brovetto, en nombre también del Presidente del Consejo de Derechos de Autor, doctor Alfredo Cafatti, que contamos con su presencia en esta sala y en el mío propio, agradecer a la Dirección Nacional de Aduanas y a la Organización Mundial de Aduanas por la invitación a hacer uso de la palabra en este lanzamiento del “Seminario sobre Protección de los Derechos de Protección Intelectual en Latinoamérica”. 

Estamos convencidos de que la protección efectiva de los derechos intelectuales requiere una legislación adecuada a circunstancias nacionales e internacionales que estamos viviendo, en cuanto a que el desarrollo tecnológico y las prácticas comerciales hacen al desarrollo de nuestros pueblos. Por lo tanto, se necesitan organismos públicos calificados y aptos para asegurar el efectivo cumplimiento de esas reglas.

La realización de un evento de estas características -nos parece- apunta a dar a los latinoamericanos, y a los uruguayos en particular, la capacidad de tener fortalezas institucionales propias para enfrentar esos desafíos de reglas claras, y que a su vez puedan hacerlas cumplir. En definitiva, el establecimiento y aplicación de las reglas de juego que planteamos que son esenciales para la existencia de un mercado abierto y competitivo que apunte entre otras cosas a la innovación y al desarrollo tecnológico, que en definitiva es lo que le está dando valor y son puntales para el desarrollo de nuestro país.

Por lo tanto, queremos agradecer a las organizaciones que organizaron este seminario y justamente dan la oportunidad para reflexión, discusión y el debate en cuanto a tener mejores y más efectivos mecanismos de protección de derechos de propiedad intelectual. Vaya pues, un deseo de éxito en la realización de esta actividad. Muchas gracias.  

PALABRAS DEL DIRECTOR NACIONAL DE ADUANAS, C/N LUIS A. SALVO, EN EL “SEMINARIO INTERNACIONAL DE PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA PROPIEDAD PRIVADA INTELECTUAL PARA LATINOAMÉRICA” 

DIRECTOR SALVO: En nombre de la Dirección Nacional de Aduanas, agradezco especialmente el apoyo de la Organización Mundial de Aduanas para la realización en Latinoamérica de este seminario internacional. Es un seminario basado en un tema que nos preocupa profundamente, especialmente por las consecuencias que producen la falsificación y piratería sobre los artistas, los creadores y las empresas y en sí sobre el propio desarrollo comercial de los países. A quienes hoy tenemos la responsabilidad, desde los controles sobre la totalidad de mercaderías y bienes que ingresan o egresan por nuestras fronteras, más nos inquieta aún, sobre todo por el incremento de esa falsificación va tomando mundialmente, estimándose que en la actualidad las transacciones de este tipo de productos falsificados se encuentra entre un 5 y un 7% del total del comercio mundial.

Quizás en los países de la región esto tenga un alcance aún mayor ante lo cual nuestra aduana procura realizar, a través de análisis de riesgo, de inteligencia operativa, los controles internos necesarios y efectuar el alerta temprano a otros países sobre el movimiento de estos productos.

Han sido innumerables los casos que se han intervenido en los últimos años, pero cabe destacar el procedimiento realizado en estos últimos días conjuntamente con la Prefectura Nacional Naval y a disposición de la justicia en el que los valores de los productos encontrados falsificados alcanzan varios millones de dólares, los que si fueran originales superarían fácilmente los diez millones de dólares.

Quienes hoy estamos enfrentados a realizar la modernización de nuestra aduana para que ella pueda ser capaz de aceptar, sin ningún tipo de problemas, con agilidad y seguridad, un movimiento comercial varias veces superior al actual y quién a su vez pueda tener la confiabilidad internacional de sus controles ante los distintos acuerdos comerciales que se puedan ir produciendo, es que también nos preocupa en forma importante todo lo relacionado a la propiedad intelectual.

Debemos tener en cuenta que la propiedad intelectual es una herramienta la servicio del desarrollo económico y la generación de riquezas, cuyo verdadero valor no ha sido explotado en todo su poder. Somos conscientes  de que ella debe constituir el reconocimiento y la retribución a la titularidad de las invenciones, y de las obras creativas, sin ser un estímulo para ellos. La propiedad intelectual es quizás unos de los activos más valorados en las transacciones comerciales, ya sea por tratarse de acuerdos de licencias, de fabricación, compra y distribución, o de funciones de adquisición. Debemos tener en cuanta que la propiedad intelectual es la aplicación comercial de la innovación y la creatividad que permite elevar y enriquecer la vida de todos, tanto en el nivel cultural como práctico, siendo un instrumento que respalda y retribuye a quienes innovan y crean, estimulando el desarrollo económico de los países y promoviendo las actividades de sus recursos humanos. Esta propiedad intelectual sólo puede avanzar en una sociedad que sepa realmente reconocer su importancia, la acepte y la proteja mediante una legislación clara y firme.

Aquellos países en los que se producen actividades de falsificación y piratería, donde son prácticamente inexistentes o carecen de realidad los esfuerzos específicos de sus gobiernos para evitar dichas actividades, sufren pérdidas de todo tipo, no llegando a darles la importancia que realmente ellas tienen. Es obvio que los fabricantes de los productos legítimos buscarán instalarse en los países que  observan medidas más eficaces de protección de los derechos de propiedad intelectual, Esto se traducirá, para aquellos, en una pérdida de inversión extranjera directa y por lo tanto, en las consiguientes pérdidas de transferencia de tecnología y de conocimientos técnicos que comúnmente acompañan a estas inversiones.

No olvidemos algo de fundamental importancia: la falsificación pone en peligro, entre otras cosas, la salud y la seguridad de la población y constituyen el desaliento de artistas y de actores creativos, quienes han trabajado con mucho esfuerzo y dedicación para producir lo suyo. Los medicamentos, las bebidas -y tantas otras cosas que sus fabricantes originarios han ido perfeccionando para que cumplan su cometido- no afectan la salud ni la propia seguridad del usuario, no cuentan en la falsificación con fines que son muy distintos a los de ellos.

Es notorio que las organizaciones criminales se están volcando a su realización no sólo por la alta rentabilidad que esto produce muchas veces -hasta más alta que el tráfico de drogas- sino también por el menor riesgo que ello generalmente constituye al ser menos perseguidos y, en algunos casos, por no ser tan mal vistos por algunos sectores de la población como los otros, llegándose a sostener que, aparte del dinero producto de la falsificación de marcas, puede ser destinado al financiamiento del terrorismo.

Entendemos que la cooperación entre las aduanas y las distintas agencias que combaten esta modalidad delictiva -sobre todo las regionales- la rapidez de las comunicaciones, el intercambio y acopio de información, resultan imprescindibles para combatir a este tipo de ilícitos, así como los demás que se asocian a él.

Continuaremos en la misma línea de conducta, colaborando con los demás y seguiremos para adelante combatiendo en forma inteligente a este tipo de ilícitos que tanto daño vienen causando.

Somos conscientes de que es mucho el dinero que esto mueve ilícitamente y de los peligros que su combate significa, pero pensamos que con una legislación adecuada, la colaboración de los representantes de las marcas, las informaciones a través de los centros mundiales de piratería, de las oficinas Rilo de Aduana y de los demás organismos oficiales que hoy estamos aquí representados, podemos avanzar para contrarrestar el avance de cualquier tipo de falsificaciones y muy especialmente contra el crimen organizado, que las maneja y obtiene suculentos beneficios por ello.

Eso no es fácil, pero del intercambio de información, de la reserva de la misma y del trabajo en conjunto, podremos, sin lugar a dudas, obtener el éxito.

Una vez más, agradecemos la participación de las representaciones de distintos países, de la Organización Mundial de Aduanas y de las numerosas marcas internacionales que hoy nos acompañan.

Indudablemente las distintas exposiciones y los materiales que nos puedan suministrar, serán de enorme utilidad para quienes hoy debemos velar por el cumplimiento de estas disposiciones. Muchas gracias. 

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