EXPERTOS ANALIZAN LOS PROBLEMAS DE LA PROPIEDAD
INTELECTUAL
Se desarrolla desde este lunes 13, en el Radisson
Victoria Plaza Hotel, y culminará mañana, el Seminario Internacional de
Protección de los Derechos de Propiedad Intelectual para Latinoamérica,
organizado por la Dirección Nacional de Aduanas y World Customs
Organization.
La apertura estuvo
a cargo del Subsecretario del Ministerio de Economía y Finanzas, Mario
Bergara; del Subsecretario del Ministerio de Educación y Cultura, Felipe
Michelini; y del Director Nacional de Aduanas, Luis Alberto Salvo.
El encuentro
incluye además exposiciones de empresas y de representantes de la Aduana
de nuestro país. La clausura tendrá lugar este jueves 14 y estará a
cargo del Ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori.
PALABRAS DEL SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE
ECONOMÍA Y FINANZAS, MARIO BERGARA, EN EL “SEMINARIO INTERNACIONAL DE
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA PROPIEDAD PRIVADA INTELECTUAL PARA
LATINOAMÉRICA”
SUBSECRETARIO BERGARA: Muchas gracias.
Quiero agradecer tanto a la Dirección Nacional de Aduanas como a la
Organización Mundial de Aduanas por la posibilidad de participar en la
apertura de este seminario, al cual damos, obviamente, una importancia
muy relevante en la medida en que las actividades aduaneras, las
actividades de fiscalización y las actividades de factilización,
también, de comercio, tienen que tener obviamente, como un ingrediente
fundamental, la capacidad de analizar, fiscalizar y resolver los
problemas asociados a la propiedad intelectual.
Justamente, es un tema complejo que tiene
una racionalidad económica, que tiene obviamente un sustento jurídico,
pero que es un tema complejo en la medida en que los aspectos de
propiedad intelectual, tienen que ver con bienes, servicios, la creación
de nuevos bienes y servicios; pero también tiene que ver con el
desarrollo de nuevos procesos que apuntan a reducir costos de
producción, y que no siempre es la línea divisoria entre lo nuevo y lo
viejo está bien determinada. Existe lo que podemos llamar innovaciones
drásticas e innovaciones no drásticas, y muchas veces –reitero- ese
perímetro entre lo que debe fiscalizarse y lo que no, no es una línea
bien definida. Esto agrega complejidad a la actividad; esto agrega
complejidad al bagaje de conocimientos que los fiscalizadores deben
tener en cada caso.
Desde un punto de
vista económico, si me permiten la digresión y el sesgo, los esquemas de
protección de los derechos de propiedad intelectual tienen un sustento
claro en esa tensión, en ese choque entre la promoción o la inducción a
las innovaciones, a la inversión en investigación y desarrollo y, por el
otro lado, a la necesaria difusión de las innovaciones ¿verdad?
O sea, una vez que
la innovación está hecha es socialmente beneficiosa su difusión. El
problema es que si no hubo suficientes incentivos para entrar en
procesos de innovación y desarrollo, esa innovación nunca se va hacer.
Es decir: es esa tensión, ese choque entre el hecho de que todos quieren
usar una tecnología pero nadie quiere incurrir en el costo de
desarrollarla. Eso es lo que le hace complejo encontrar ese equilibrio
a todos los regímenes de protección de derechos de propiedad
intelectual.
Ese punto
justamente se hace relevante en aspectos en donde las innovaciones
implican casos muy cuantiosos y con mucha incertidumbre ¿verdad? Todos
sabemos que en los distintos procesos de innovación hay muchos fracasos
antes de tener un éxito y por lo tanto eso hace todavía más delicado,
más fina la necesidad de tener esquemas de protección de derecho de
propiedad intelectual que no solamente estén bien diseñados sino que
también tengan la adecuada fiscalización y el adecuado confort.
No vamos –digamos-
acá obviamente a desarrollar aspectos de sustento de porqué deben
existir estas cosas, porque ustedes lo tienen mucho más claro que
nosotros; lo que si está claro es que tener un buen diseño de estos
esquemas sin contar con la adecuada fiscalización y sin contar con los
medios, los recursos y las capacidades necesarias para que esta
fiscalización sea creíble no es demasiado útil. Por lo tanto, creo que
esta pata del problema, que es justamente la de coordinar la
fiscalización de incorporar conocimientos, incorporar capacidades a
efectos de que ese contralor sea el adecuado, justamente hace a la
efectividad y a la propia existencia de todo este esquema de protección
de derechos. Por lo tanto este seminario sin duda creemos va aportar,
desde este punto de vista, capacidades entre todos nosotros en un
proceso desde el punto de vista uruguayo, además, que se enmarca en la
necesaria forma y en la necesaria mejora en los trabajos de la Dirección
Nacional de Aduanas.
Por lo tanto vemos
con muy buenos ojos, como muy auspiciosa, la realización de este
seminario internacional en la medida en que va a estar fortaleciendo las
capacidades organizacionales y de conocimiento para una buena
fiscalización para un contralor inteligente en aspectos que son
crecientemente complejos a nivel internacional.
Así que agradezco nuevamente la
posibilidad de participar de esta apertura, les doy la bienvenida a
todos ustedes y les deseo obviamente el mayor desarrollo y de manera muy
auspiciosa que el desarrollo de este seminario sea una contribución para
todos. Muchas gracias.
PALABRAS DEL SUBSECRETARIO DE EDUCACION Y CULTURA,
FELIPE MICHELINI, EN EL “SEMINARIO INTERNACIONAL DE PROTECCIÓN DE LOS
DERECHOS DE LA PROPIEDAD PRIVADA INTELECTUAL PARA LATINOAMÉRICA”
SUBSECRETARIO
MICHELINI: Buen día a todos en nombre del Ministerio de Educación y
Cultura, en nombre de su titular el Ingeniero Químico Jorge Brovetto, en
nombre también del Presidente del Consejo de Derechos de Autor, doctor
Alfredo Cafatti, que contamos con su presencia en esta sala y en el mío
propio, agradecer a la Dirección Nacional de Aduanas y a la Organización
Mundial de Aduanas por la invitación a hacer uso de la palabra en este
lanzamiento del “Seminario sobre Protección de los Derechos de
Protección Intelectual en Latinoamérica”.
Estamos convencidos
de que la protección efectiva de los derechos intelectuales requiere una
legislación adecuada a circunstancias nacionales e internacionales que
estamos viviendo, en cuanto a que el desarrollo tecnológico y las
prácticas comerciales hacen al desarrollo de nuestros pueblos. Por lo
tanto, se necesitan organismos públicos calificados y aptos para
asegurar el efectivo cumplimiento de esas reglas.
La realización de
un evento de estas características -nos parece- apunta a dar a los
latinoamericanos, y a los uruguayos en particular, la capacidad de tener
fortalezas institucionales propias para enfrentar esos desafíos de
reglas claras, y que a su vez puedan hacerlas cumplir. En definitiva, el
establecimiento y aplicación de las reglas de juego que planteamos que
son esenciales para la existencia de un mercado abierto y competitivo
que apunte entre otras cosas a la innovación y al desarrollo
tecnológico, que en definitiva es lo que le está dando valor y son
puntales para el desarrollo de nuestro país.
Por lo tanto,
queremos agradecer a las organizaciones que organizaron este seminario y
justamente dan la oportunidad para reflexión, discusión y el debate en
cuanto a tener mejores y más efectivos mecanismos de protección de
derechos de propiedad intelectual. Vaya pues, un deseo de éxito en la
realización de esta actividad. Muchas gracias.
PALABRAS DEL DIRECTOR NACIONAL DE ADUANAS, C/N
LUIS A. SALVO, EN EL “SEMINARIO INTERNACIONAL DE PROTECCIÓN DE LOS
DERECHOS DE LA PROPIEDAD PRIVADA INTELECTUAL PARA LATINOAMÉRICA”
DIRECTOR SALVO: En nombre de la Dirección
Nacional de Aduanas, agradezco especialmente el apoyo de la Organización
Mundial de Aduanas para la realización en Latinoamérica de este
seminario internacional. Es un seminario basado en un tema que nos
preocupa profundamente, especialmente por las consecuencias que producen
la falsificación y piratería sobre los artistas, los creadores y las
empresas y en sí sobre el propio desarrollo comercial de los países. A
quienes hoy tenemos la responsabilidad, desde los controles sobre la
totalidad de mercaderías y bienes que ingresan o egresan por nuestras
fronteras, más nos inquieta aún, sobre todo por el incremento de esa
falsificación va tomando mundialmente, estimándose que en la actualidad
las transacciones de este tipo de productos falsificados se encuentra
entre un 5 y un 7% del total del comercio mundial.
Quizás en los países de la región esto
tenga un alcance aún mayor ante lo cual nuestra aduana procura realizar,
a través de análisis de riesgo, de inteligencia operativa, los controles
internos necesarios y efectuar el alerta temprano a otros países sobre
el movimiento de estos productos.
Han sido innumerables los casos que se
han intervenido en los últimos años, pero cabe destacar el procedimiento
realizado en estos últimos días conjuntamente con la Prefectura Nacional
Naval y a disposición de la justicia en el que los valores de los
productos encontrados falsificados alcanzan varios millones de dólares,
los que si fueran originales superarían fácilmente los diez millones de
dólares.
Quienes hoy estamos enfrentados a
realizar la modernización de nuestra aduana para que ella pueda ser
capaz de aceptar, sin ningún tipo de problemas, con agilidad y
seguridad, un movimiento comercial varias veces superior al actual y
quién a su vez pueda tener la confiabilidad internacional de sus
controles ante los distintos acuerdos comerciales que se puedan ir
produciendo, es que también nos preocupa en forma importante todo lo
relacionado a la propiedad intelectual.
Debemos tener en cuenta que la propiedad
intelectual es una herramienta la servicio del desarrollo económico y la
generación de riquezas, cuyo verdadero valor no ha sido explotado en
todo su poder. Somos conscientes de que ella debe constituir el
reconocimiento y la retribución a la titularidad de las invenciones, y
de las obras creativas, sin ser un estímulo para ellos. La propiedad
intelectual es quizás unos de los activos más valorados en las
transacciones comerciales, ya sea por tratarse de acuerdos de licencias,
de fabricación, compra y distribución, o de funciones de adquisición.
Debemos tener en cuanta que la propiedad intelectual es la aplicación
comercial de la innovación y la creatividad que permite elevar y
enriquecer la vida de todos, tanto en el nivel cultural como práctico,
siendo un instrumento que respalda y retribuye a quienes innovan y
crean, estimulando el desarrollo económico de los países y promoviendo
las actividades de sus recursos humanos. Esta propiedad intelectual sólo
puede avanzar en una sociedad que sepa realmente reconocer su
importancia, la acepte y la proteja mediante una legislación clara y
firme.
Aquellos países en los que se producen
actividades de falsificación y piratería, donde son prácticamente
inexistentes o carecen de realidad los esfuerzos específicos de sus
gobiernos para evitar dichas actividades, sufren pérdidas de todo tipo,
no llegando a darles la importancia que realmente ellas tienen. Es obvio
que los fabricantes de los productos legítimos buscarán instalarse en
los países que observan medidas más eficaces de protección de los
derechos de propiedad intelectual, Esto se traducirá, para aquellos, en
una pérdida de inversión extranjera directa y por lo tanto, en las
consiguientes pérdidas de transferencia de tecnología y de conocimientos
técnicos que comúnmente acompañan a estas inversiones.
No olvidemos algo de fundamental
importancia: la falsificación pone en peligro, entre otras cosas, la
salud y la seguridad de la población y constituyen el desaliento de
artistas y de actores creativos, quienes han trabajado con mucho
esfuerzo y dedicación para producir lo suyo. Los medicamentos, las
bebidas -y tantas otras cosas que sus fabricantes originarios han ido
perfeccionando para que cumplan su cometido- no afectan la salud ni la
propia seguridad del usuario, no cuentan en la falsificación con fines
que son muy distintos a los de ellos.
Es notorio que las organizaciones
criminales se están volcando a su realización no sólo por la alta
rentabilidad que esto produce muchas veces -hasta más alta que el
tráfico de drogas- sino también por el menor riesgo que ello
generalmente constituye al ser menos perseguidos y, en algunos casos,
por no ser tan mal vistos por algunos sectores de la población como los
otros, llegándose a sostener que, aparte del dinero producto de la
falsificación de marcas, puede ser destinado al financiamiento del
terrorismo.
Entendemos que la cooperación entre las
aduanas y las distintas agencias que combaten esta modalidad delictiva
-sobre todo las regionales- la rapidez de las comunicaciones, el
intercambio y acopio de información, resultan imprescindibles para
combatir a este tipo de ilícitos, así como los demás que se asocian a
él.
Continuaremos en la misma línea de
conducta, colaborando con los demás y seguiremos para adelante
combatiendo en forma inteligente a este tipo de ilícitos que tanto daño
vienen causando.
Somos conscientes de que es mucho el
dinero que esto mueve ilícitamente y de los peligros que su combate
significa, pero pensamos que con una legislación adecuada, la
colaboración de los representantes de las marcas, las informaciones a
través de los centros mundiales de piratería, de las oficinas Rilo de
Aduana y de los demás organismos oficiales que hoy estamos aquí
representados, podemos avanzar para contrarrestar el avance de cualquier
tipo de falsificaciones y muy especialmente contra el crimen organizado,
que las maneja y obtiene suculentos beneficios por ello.
Eso no es fácil, pero del intercambio de
información, de la reserva de la misma y del trabajo en conjunto,
podremos, sin lugar a dudas, obtener el éxito.
Una vez más, agradecemos la participación
de las representaciones de distintos países, de la Organización Mundial
de Aduanas y de las numerosas marcas internacionales que hoy nos
acompañan.
Indudablemente las distintas exposiciones
y los materiales que nos puedan suministrar, serán de enorme utilidad
para quienes hoy debemos velar por el cumplimiento de estas
disposiciones. Muchas gracias. |