28/03/06


ENCUENTRO DE INTENDENTES PREVIO A CUMBRE IBEROAMERICANA
El Presidente de la República, Tabaré Vázquez, ratificó la importancia que reviste para la ciudadanía los gobiernos municipales, al tiempo que anunció que se realizará un encuentro de intendentes de países de Iberoamérica una semana antes de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado que se llevará a cabo el próximo mes de octubre en Montevideo.

Al participar en la apertura de la I Conferencia Anual del Observatorio de Cooperación Descentralizada entre la Unión Europea y América Latina, que tuvo lugar en el Edificio MERCOSUR, Vázquez sostuvo que para el gobierno nacional el trabajo de los gobiernos locales “es absolutamente importante”, porque “ellos son la primera puerta donde los vecinos concurren cuando necesitan solucionar sus problemas cotidianos”.

El Primer Mandatario enfatizó, además, que espera que en la próxima reunión que se celebrará en mayo en Viena, “se avance en acuerdos comerciales entre América Latina y la Unión Europea”.

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, TABARÉ VÁZQUEZ, EN LA APERTURA DE LA I CONFERENCIA ANUAL DEL OBSERVATORIO DE COOPERACIÓN DESCENTRALIZADA ENTRE LA UNIÓN EUROPEA Y AMÉRICA LATINA EN EL EDIFICIO MERCOSUR.

PRESIDENTE VÁZQUEZ: Muy buenos días para todos ustedes. Realmente es un placer estar aquí en la mañana de hoy, con la importancia que tiene este encuentro, y fundamentalmente para darle a los ilustres visitantes de nuestro país, en nombre del gobierno, en nombre del Presidente de la República, en nombre del pueblo uruguayo, la más cordial de las bienvenidas; desearles cordialmente que se sientan como en su propia casa y expresarles que para el gobierno nacional el trabajo de los gobiernos locales son absolutamente importantes, necesarios.

Y saben los intendentes que cuentan en todo momento con un gobierno nacional que por lo menos intenta estar junto al gobierno departamental, que es el primer lugar, la primera puerta, donde los vecinos concurren cuando necesitan solucionar sus problemas cotidianos.

Señor Intendente Municipal de Montevideo, doctor Ricardo Ehrlich; autoridades municipales y técnicos aquí presentes; señoras y señores invitados; amigas y amigos:  Reitero mi agradecimiento por invitarme a participar en la apertura de la Primera Conferencia Anual del Observatorio de Cooperación Descentralizada Local entre América Latina y la Unión Europea, y, como decía hace un momento, lo hago como Presidente de la República Oriental del Uruguay, pero sin olvidar que hace algunos años la ciudadanía me confió la hermosa, pero también compleja, tarea de ser Intendente Municipal de Montevideo.

Hermosa por lo que la misma tiene de desafío democrático y, además, de construcción ciudadana.

Compleja, por cuanto los municipios, como la sociedad misma, constituyen un sistema que en medicina decimos “requiere una homeostasis”, con hache o sin hache, hace poco días estaba escrita la palabra homeostasis sin hache y se me criticó que siendo médico no supiera que va con hache, pero también puede ir sin hache.

Y no es fácil, entonces, encontrar un punto de equilibrio, porque eso es la homeostasis, un punto de equilibrio en un organismo, no es fácil encontrar un punto de equilibrio entre los vecinos, que son muchas y la mayoría de las veces justificadas, y la generalmente limitada capacidad de respuesta de la administración municipal.

Recuerdo que siendo Intendente recibí en ese período, y el compañero Alberto Roselli lo sabe porque nos acompañaba en aquella tarea, una carta de un distinguido ex funcionario municipal en aquel momento, ahora fallecido lamentablemente, y me refiero al escritor Juan Carlos Onetti.

En aquel momento el secretario general de ADEOM era –como es ahora- Eduardo Platero, entrañable, querido compañero; entonces, desde Madrid, España, Onetti me mandó una carta y junto a la carta un libro, y el libro era “Platero y yo” de Juan Ramón Jiménez. 

Entonces, en esa carta, con su singular e inigualable capacidad para decir las cosas, Onetti me contó -tal vez como forma de darme ánimo o sugerirme un desahogo- que en sus tiempos de funcionario municipal era frecuente que desde su propio despacho escuchara los gritos y las expresiones irreproducibles, así decía Onetti, con que los intendentes solían exteriorizar su disgusto con los ministros de Economía.

Según Onetti, aquel bombardeo de epítetos no sólo traspasaba las paredes, también pasaba de intendente a intendente, cualquiera fuera su identidad política partidaria y grado de afinidad con el gobierno nacional de turno. Creo que es una realidad que hoy en día se repite.

Las técnicas de aislamiento acústico hoy existentes en muchos despachos municipales impide escuchar los gritos, pero que los hay, los hay; y este gobierno nacional bien que los siente de vez en cuando, y hablo de intendentes de su propio partido político.

Por eso, y sin ánimo de eludir las competencias y responsabilidades del gobierno nacional en los asuntos que hacen al desarrollo local y a la cooperación, a pesar de esto, estimo muy importante la realización de esta reunión para considerar temas vinculados a la cooperación descentralizada local entre América Latina y la Unión Europea, y considero muy atinado que esta reunión tenga, al mismo tiempo, carácter de evaluación de lo realizado y de propuesta respecto a lo mucho que aún resta por realizar.

Hace algunos minutos, no sé si cometo una infidencia, Ricardo, el Intendente de Montevideo, me planteaba o me preguntaba cuál era mi opinión sobre una eventual reunión de intendentes previo a la Cumbre Iberoamericana que se va a hacer acá en Montevideo a fines del mes de octubre; y yo le decía que me parece estupendo que se haga esa reunión y que la misma aporte documentos, información, propuestas, a la reunión de presidentes que se va a hacer, seguramente, una semana después.

Es cierto que las relaciones entre la Unión Europea y América Latina se han consolidado en los últimos años y creo que está muy bien que así sea; esperamos que ahora en Viena, en el mes de mayo, logremos avanzar en los acuerdos comerciales entre el MERCOSUR y la Unión Europea.

Las dos reuniones cumbres celebradas en 1999  y 2002, respectivamente, así como la tercera que tendrá lugar en Viena dentro de pocas semanas, son prueba de esa mejora de intercambio entre la Unión Europea y América Latina; pero las cumbres, el año pasado acá en América hubo siete, siendo importantes, no abarcan la totalidad de ese proceso de relacionamiento entre América  Latina y Europa, dentro del cual se inscriben el programa Urbal, por todos ustedes conocido, y por cierto este Observatorio.

Un proceso que no es fácil, pero que es inexcusable; un proceso que creo, modestamente, que hay que llevar adelante, impulsarlo.

Un proceso cuya complejidad sólo puede resolverse si se le asume como un proyecto esencialmente democrático y ciudadano porque, reitero, ni la historia es una galería de retratos ilustres ni el futuro es solamente un cronograma de cumbres presidenciales; la historia, la que ya es historia y la que aún es futuro, la hacen la gente con sus utopías de siempre y con su esfuerzo por hacer realidad estas utopías cada día.

La historia la hacen esos mismos hombres y esas mismas mujeres que en los gobiernos locales, no solamente la administración que le cobra impuestos y que le ofrece equipamiento y servicios urbanos, sino que también las ve como un espacio de cultura, de ciudadanía, de realización personal y de desarrollo colectivo con la sociedad.

La historia la hacen los vecinos asumiendo que son vecinos, pero que también, más que vecinos, son ciudadanos. Y en esta construcción colectiva y cotidiana los gobiernos locales tienen competencias y responsabilidades intransferibles que deben asumir desde su respectiva identidad, pero no en soledad.

En el mundo actual no hay razón que justifique la lejanía y el desconocimiento de los gobiernos nacionales a los gobiernos locales, y el desconocimiento o justificar la lejanía entre América Latina y Europa; ni siquiera el océano que hay entre ambos continentes hoy nos puede separar.

Amigas y amigos, confío, estoy seguro, que esta reunión será fructífera; confío que de la misma saldrán compromisos y propuestas que enriquecerán la próxima Cumbre de Jefes de Estado de la Unión Europea y América Latina, y confío sobre todo, que esta cooperación descentralizada redundará en mejoras concretas para el ámbito local en tanto paisaje urbano y, sobre todo, en tanto paisaje humano, porque eso son, sustancialmente, las tareas que deben cumplir los municipios y las regiones.

Y, precisamente, ese paisaje humano es nuestro principal e irrenunciable compromiso.

Les deseo la mejor de las jornadas, les reitero que se sientan como en su propia casa quienes nos visitan, y esperamos con ansiedad los resultados de esta reunión que, seguramente, va a ayudar a todos nosotros, a todos los ciudadanos, a vivir un poco mejor. Muchas gracias.

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