30/03/06


SALTO: LANZAMIENTO GUBERNAMENTAL DE "URUGUAY PRODUCTIVO"
El Presidente de la República, Tabaré Vázquez, en la reunión de acuerdos abiertos del Consejo de Ministros que sesionará este viernes 31 en la ciudad de Salto, presentará los lineamientos e iniciativas sobre el "Uruguay Productivo".

El Uruguay productivo es un proyecto nacional de desarrollo y de cambio que tiene como cometidos una auténtica reforma del Estado para que se gestionen con la mayor eficiencia posible todos los recursos y las actividades esenciales.

Este proyecto se propone estimular las políticas sectoriales de promoción para que se inserten en la estrategia global de país productivo, así como fomentar la inversión pública graduando el uso de recursos propios y créditos externos e incorporando al sector privado como concesionario en determinadas condiciones.

La inversión pública no deberá perder de vista el apuntalamiento a la competitividad de los sectores productivos, los que podrán apoyarse en una infraestructura estatal de amplia cobertura y costos de eficiencia como pilar para su propia eficiencia.

Para el Gobierno Nacional el país productivo no es sólo una estrategia económica sino un proyecto de nación, teniendo como objetivo la estrategia integradora de la transformación de Uruguay en un país productivo y de trabajo, a mediano y largo plazo.

Es la apuesta a la construcción de un Uruguay innovador, social, inteligente e integrado, que tiene como eje el desarrollo, que en definitiva es el derecho de la gente a la educación, la salud y una digna calidad de vida.

Es un modelo productivo donde el escenario no es la reactivación, sino la producción, a través de la especialización de cada uno de los rubros donde el país puede alcanzar niveles de calidad y excelencia, incorporando un alto valor agregado a los productos de exportación.

Un proyecto de nación productiva significa además, reglas claras en materia jurídica, macroeconomía, estabilidad institucional, confianza y una democracia profunda que posibilite la inversión, el desarrollo, el crecimiento y la justicia social.

Este nuevo concepto de nación, apunta a la inteligencia, profundizando la ecuación, la formación del hombre como ciudadano responsable en la tarea de construir el país que queremos.

El Uruguay productivo es además un proyecto que implica la más amplia participación y compromiso de todos los sectores vinculados a la actividad económica, integrando a la educación, al desarrollo tecnológico y científico, a los trabajadores, empresarios, exportadores y a todas las organizaciones e instituciones que forman parte del tejido social.

En ese sentido el proyecto "país productivo" pondrá especial atención en la estabilidad de las relaciones laborales a través de la negociación y el diseño de estrategias de producción que mejoren en forma continua y transparente los vínculos entre inversión y trabajo.

Entre los objetivos para una correcta definición de la producción uruguaya, este nuevo modelo de nación productiva, reconoce y acentúa en su base agroindustrial el punto de partida de todo este nuevo esfuerzo de reorientación y optimización de las riquezas con las que cuenta el país.

Entre los objetivos de este plan está el seguir desarrollando la producción de software, la biotecnología y apostar con decisión y sustentación a todo proyecto de innovación que potencie la creatividad en el nuevo modelo exportador del país.

La estrategia del país productivo significa en definitiva promover un proceso de desarrollo sostenido, con incremento de producción, calidad de empleo y aumento del nivel de vida de la población.

En el marco de este proyecto el sector industrial constituirá uno de los pilares del nuevo concepto de nación, destacando a las empresas como núcleo central de la estructura productiva y punto de partida del crecimiento asumiendo además el cambio de las condiciones competitivas como un hecho permanente, adaptándose a las transformaciones como condición del dinamismo.

En este diseño de país productivo, será por demás importante la investigación de nuevos productos y procesos, incorporando tecnología avanzada, inteligencia en la definición del marketing de mercados que son a su vez un estímulo para el desarrollo de la investigación y de la educación de alta calidad.

Para el Gobierno, los desafíos de la industria deben tener como norte el compromiso con la eficiencia, la participación de todos para modernizar las empresas y lograr así un país productivo, innovador y moderno.

El rol del Gobierno para alcanzar estos objetivos es ofrecer un contexto económico estable que facilite la inversión, utilizando como instrumentos, un presupuesto equilibrado, un tipo de cambio que permita competir y una política monetaria coherente.

En este nuevo modelo, la producción de inversiones tendrá máxima prioridad, atendiendo a los estímulos como a la reducción de los costos administrativos, elementos centrales para favorecer el crecimiento económico.

La actividad agropecuaria logró desde mediados del año 2004, importantes niveles de crecimiento expansivo, continuando en el año en 2005 esa línea de ascenso en la producción superando cifras históricas.

De acuerdo a los datos del Banco Central, en los primeros nueve meses del año 2005, el PBI total se incrementó 6,6% y el PBI agropecuario 1,3% respecto a igual período del año anterior.

Los contextos internacionales y regionales fueron favorables para la economía uruguaya, ya que a nivel mundial, la actividad y el comercio continuaron creciendo, lo que permitió que los precios del exterior de las materias primas agrícolas y alimentos, se mantuvieran elevados o crecieron.

Esta evolución favorable de las economías vecinas representó una influencia positiva para el Uruguay, el contexto externo permitió que las exportaciones continuaran aumentando en 2005, al tiempo que la demanda interna también se incrementó.

Entre los años 2002 y 2005 el PBI del sector agropecuario creció 3,4% (unos 1500 millones de dólares), si bien este crecimiento es inferior al registrado en los años 2003-2004, resulta superior a la tasa de crecimiento histórica.

Los mayores niveles de aumento en la producción pecuaria se observaron en la ganadería con una fuerte expansión de la producción de carne, leche y lana; también la producción de los cultivos agrícolas creció en el caso de la soja y el maíz por superficie plantada y rendimiento obtenido por hectárea.

El sector carne vacuna se constituyó en el mayor proveedor de divisas y uno de los más activos dinamizadores del resto de la economía.

Se comprobó que el crecimiento que se iniciara a comienzos de los noventa, continúa vigente y sostenido, ya que la participación de las exportaciones uruguayas en el mercado mundial se duplicaron en apenas cuatro años.

La producción de carne vacuna subió un 5,8% respecto del año anterior. El comportamiento registrado en los últimos 15 años, fue el mayor crecimiento del sector en la historia del país y sitúa a la ganadería uruguaya como una de las más competitivas del mundo y a nuestro país entre los principales países exportadores.

Las exportaciones del complejo agroindustrial continuaron creciendo en el año 2005 lo que representa un aumento de 12, 9% en la expansión de este sector.

Las importaciones de maquinaria agrícola aumentaron un 5% respecto del año 2004.

El precio promedio de la tierra en el año 2005 sobrepasó ampliamente el récord histórico de mediados de los noventa y también el valor de la tendencia estimada a largo plazo.

Para el presente año, se pronostica un incremento de la producción en la mayoría de los rubros, en especial, en el sector pecuario ascendería la producción de carne vacuna en un 7%, la lana un 5% y la leche otro 5%. Por su parte, en la agricultura, se estima que en la zafra 2005/2006 la producción de trigo aumentará un 6%, la cebada un 50% y el girasol un 14%, en cuanto al maíz y al arroz, se estima que permanecerán estables en relación a la zafra anterior.

Con estos supuestos, un primer pronóstico indica que el PBI agropecuario crecería en conjunto un 4,9% en este año 2006, lo que equivale a un aumento de la producción agrícola de 4% y un incremento del sector pecuario del 6%.

El país productivo, esta necesariamente asociado al trabajo, en este contexto, las políticas impulsadas por el Gobierno, permitieron reestablecer las negociaciones directas entre trabajadores y empresarios.

Los consejos de salarios actuaron en 20 grupos y más de 150 subgrupos, logrando acuerdos en el 85% de las negociaciones al reimplantarse en el país durante el año 2005; este mecanismo permitió generar un incremento en la masa salarial del sector privado, del 4.7%.

La instalación de los consejos de salarios, contribuyó a que durante el año 2005 la conflictividad laboral fuera la menor de la última década y un 30% menor a la registrada en el año 2004; además hubo mayor equidad o reducción de la pobreza ya que el salario mínimo nacional creció en un 22%.

La formalización del trabajo produjo un crecimiento de cotizantes del sector privado a la seguridad social, pasando de 580.000 a 730.000 en el año 2005, un aumento del 25% y la creación de 21.000 nuevos puestos de trabajo.

Esta mejora en la calidad del empleo se debe a un mayor dinamismo del sector formal de la economía y a un incremento en los controles de la DGI, BPS y MTSS.

En el marco de una política de mejora de gestión se instalaron consejos tripartitos consultivos en el interior con propuestas de desarrollo local.

El número de inspecciones en materia de condiciones generales de trabajo se incrementó en un 69% aumentando, de esta manera, la protección de los trabajadores.

También creció el número de actuaciones inspectivas y de trabajadores amparados en las normas de seguridad e higiene laboral.

Se destaca dentro de la actividad inspectiva, el énfasis en el interior del país, especialmente en el medio rural donde la naturaleza de algunas actividades exponía a muchos trabajadores a una mayor vulnerabilidad.

A 250 años de su fundación el departamento de Salto se ha convertido en un polo de desarrollo económico y turístico.

La historia reconoce como fecha de la fundación del departamento de Salto, el 8 de noviembre de 1756, con una superficie de 14.163 km2 y una población de 118.100 y una densidad por kilómetro cuadrado de 7.7 habitantes.

La abundancia de pastos favorece el desarrollo ganadero, destacando la cría de bovinos y ovinos; se cultivan además productos hortifrutícolas, como vid, cítricos, tomates, maíz y caña de azúcar; y del subsuelo se extrae basalto y ágatas.

El sector industrial se basa en los derivados agropecuarios, como la industria frigorífica, la vitivinícola, la harinera y la azucarera, se elaboran también productos lácteos, jugos de frutas y se embotella agua mineral.

Es perfectamente claro que a nivel de su realidad económica, Salto hace una estructura de cinco puntas: ganadería, citrus, centros termales y la represa de Salto Grande.

Los campos salteños están sobre roca basáltica dando origen a suelos profundos en zonas bajas y superficiales en las cuchillas donde la ganadería se desarrolla con pasturas de excelente calidad.

El desarrollo ganadero es permanente, Salto es el tercer productor de carne del país, el stock asciende a 674.000 vacunos, 220.000 vacas entoradas y una producción de novillos de 3 años de 67.000 cabezas.

Donde el departamento señala su preeminencia es en el rubro ovino, ya que cuenta con casi 3 millones de cabezas, 600.000 corderos, anualmente esta actividad permite obtener 11 millones de kilos de lana que se venden directamente a barracas exportadoras, industrias textiles nacionales como tops, fardos y peinadurías, considerándoselo uno de los primeros departamentos laneros del país.

La producción láctea cuenta con una planta privada que recibe cerca de 11 millones de litros de leche al año y que permite exportar a la región quesos y dulces.

La realidad citrícola es de un crecimiento muy bueno en los últimos años; no solamente ha aumentado el área plantada, sino también la productividad por planta, la uniformidad de especies, su tratamiento industrial y el volumen de la exportación, a través de cuatro plantas empacadoras.

Salto reconoce en Pascual Harriague, a uno de los más destacados impulsores de su desarrollo agro industrial. Este francés llegó en 1840 para trabajar en un saladero, 20 años más tarde funda su propia industria saladera llamada "la Caballada" y hace sus primeros ensayos de cultivo de uva criolla en una chacra de San Antonio chico.

En 1874 cultiva cepas francesas y dos años después obtiene las primeras cosechas e inicia la industria vitivinícola por primera vez en el país.

La uva Harriague con la que obtuviera tantos éxitos y premios a nivel internacional es la misma variedad del tanta que hoy se constituye en la cepa más importante de los vinos uruguayos.

La horticultura intensiva es una de las principales actividades productivas del departamento. En la actualidad existen alrededor de 3.700 hectáreas dedicadas a la agricultura, a vía de ejemplo, los cultivos de tomate permiten recoger 160.000 kilogramos por hectárea.

Estos datos revelan la aplicación de tecnologías innovadoras en actividades tales como el cultivo de frutilla donde se extraen promedialmente 18.000 kilogramos por hectárea.

Las exportaciones agrícolas de Salto revelan como dato que la agricultura industrial ocupa cerca de 10.000 hectáreas trabajadas y cosechadas en cultivos como el trigo con 7.500 hectáreas para la industria harinera, 2.200 hectáreas de cebada con destino a la elaboración de cerveza y maltas que tienen como principal punto de exportación a Brasil.

El citrus, tradicional rubro de exportación salteño emplea un área cercana a las 9.000 hectáreas, las principales variedades son, entre otras, valencia, mandarina común, ombligo; esta industria ocupa a 1.500 trabajadores a los que deben sumarse los trabajadores de chacra que totalizan 10.000 puestos de trabajo al año.

El departamento de Salto, está ubicado en el litoral norte del país, su capital está situada junto a la orilla del río Uruguay y es un importante centro agropecuario y también comercial, que presenta un notable puerto, aunque sólo para buques de pequeño calado.

La represa de Salto Grande, gigantesca obra binacional, fue seleccionada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente como "ejemplo para el mundo" en lo que se refiere a la salvaguarda del ambiente.

La construcción y trabajo de la represa de Salto Grande constituyó un hito histórico señalado. Esta es la obra pública más grande de la nación en toda su historia, la primera de carácter binacional y además de los 300 millones de dólares de facturación energética anual que hace la usina, ésta realidad abre proyecciones para el turismo, el riego, y la forestación que constituyen un desafío trascendente para las nuevas generaciones salteñas.

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