En el marco del Programa de Gobierno, el Poder Ejecutivo anunció el inicio de un proceso de profunda reestructuración del Banco Hipotecario del Uruguay, tanto en sus cometidos como en su gestión, condición ineludible de una necesaria capitalización, lo que permitirá al BHU -tras casi cuatro años de no hacerlo- retornar a los préstamos para la adquisición, refacción y mejora de la vivienda.

Así lo informaron en conferencia de prensa en el Edificio Libertad, los ministros de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Mariano Arana, y el de Economía y Finanzas, Danilo Astori, junto al Presidente del Directorio del Banco Hipotecario del Uruguay, Miguel Piperno.

En la oportunidad, comenzó hablando el Ministro Arana, quien señaló que "pues bien, hoy queremos hacer oficialmente un importante anuncio, un anuncio que a muchos podrá parecer obvio, pero que ciertamente no lo es: anunciar que, luego de cuatro años sin otorgar préstamos, habrá en el futuro próximo un Banco Hipotecario del Uruguay que cumpla con su función social, la de conceder créditos para la adquisición, refacción y mejora de la vivienda".

Como segunda medida se informó sobre la capitalización del Banco Hipotecario del Uruguay; la cual consistirá en retirarle pasivos y algunos activos, dijo Arana, "para que quede con un nivel de patrimonio que le habilite a desarrollar en el futuro su actividad crediticia hipotecaria".

A tales efectos, "se creará fuera de la órbita del Banco Hipotecario una recuperadora de la cartera pesada y problemática que hoy tiene el Banco; esta recuperadora actuará con el mandato explícito de los Ministerios de Economía y también del Ministerio de Vivienda de recuperar los créditos morosos, cobrando y reestructurando las deudas para que otras familias que no han conseguido aún una solución habitacional puedan tener la posibilidad de acceder a una vivienda".

Otro punto sería el definir una nueva gestión para que en adelante se actúe con el criterio de cobrar por sus servicios lo que sus servicios valen, dijo.

"Con ello queremos evitar la generación de subsidios ocultos, que tanto mal hicieron a todo el sistema", advirtió Arana.

Asimismo, se señaló que el Banco deberá realizar una gestión profesional de los riesgos financieros propios de su actividad, que "en el pasado ha sido deficiente cuando no -vamos a decir las cosas por su nombre- desastrosas", dijo el titular de Vivienda.

En cuanto a definir una nueva estructura de costos, el Banco Hipotecario tendrá que ser una institución sustentable financieramente, explicaron, lo que implica, entre otros aspectos, que "el Banco deberá reducir sustancialmente sus costos operativos y adecuar la plantilla de funcionarios".

En este sentido, explicaron que "esta recuperadora no será la gestionadora de un perdona tutti, sino que procederá con rigor, con cuidado y con responsabilidad al estudio caso a caso de los deudores, para saber su específica posibilidad de ser responsables respecto a aquello que han recibido de la sociedad misma".

Por su parte, Astori aclaró que "no es que la recuperadora vaya sólo pensando exclusivamente en cobrar, también va pensando en cómo reestructurar esa deuda para hacerla viable. Por supuesto, en última instancia el cobro es fundamental".

La tercera medida anunciada fue la creación de un Instituto de Vivienda que realice por cuenta y orden del Ministerio de Vivienda muchas de las tareas no bancarias que el Banco Hipotecario del Uruguay dejará de realizar y varias de las tareas que hoy realiza el Ministerio de Vivienda en forma inadecuada.

"Este instituto de vivienda -dijo Arana- será un instrumento para la construcción del hábitat urbano de acuerdo a los planes nacionales y departamentales de vivienda y de acuerdo a los planes de ordenamiento territorial en todos el país".

En cuanto a los trabajadores de la institución, Arana señaló que "sin ser los responsables del problema actual, sí son parte relevante para la solución, quienes deberán procesar con libertad y responsabilidad las condiciones que viabilicen el proyecto y en particular el delicado tema de la necesaria reducción de la plantilla de funcionarios del Banco Hipotecario y su asignación a otras reparticiones del Estado".

Astori, por su parte, hizo referencia a algunas cifras manejadas por Arana, en el sentido de que "desde el 2002 a la fecha, y por eso yo dije ya hemos hecho unos cuántos como Ministerio de Economía y Finanzas, se han volcado a este fin más de dos mil millones de dólares; dos mil millones de dólares es el aproximadamente el 12% del Producto Bruto Interno del Uruguay actual".

"¿Con qué resultados?", se preguntó, para luego responder: "Y pensemos que ha sido el resultado del Banco desde 2002 hasta ahora; esta es la historia que hay que dar vuelta y hay que darla vuelta sobre la base de los criterios que dio a conocer el Ministro hace algunos minutos, obviamente, entre nuestras responsabilidades se cuenta la fundamental, la de asegurar la viabilidad económica y financiera de esta nueva experiencia"

En cuanto a la capitalización del BHU, Astori enfáticamente dijo que "no crean ustedes que capitalizar es seguir volcando dinero. Capitalizar, entre otras cosas, es hacer una buena supervisión que es lo que vamos hacer de la recuperación de activos del BHU".

"Pero les pido especial atención al proceso de recuperación de créditos, que es una parte esencial de la capitalización y ahí el Ministerio de Economía y Finanzas asumirá la responsabilidad que le corresponda", dijo Astori.

MINISTRO ARANA: Buenos días a todos, un gusto de estar con todos ustedes aquí, les agradecemos la presencia. Hemos solicitado a la Secretaría de Prensa de la Presidencia de la República realizar esta conferencia de prensa a fin de realizar una serie de anuncios que entendemos relevantes para el conjunto de la población, y yo diría de los distintos actores del sistema financiero del país.

Para hacerlo con la mayor precisión, vamos a dar lectura a un documento que hemos elaborado al respecto y que vamos a compartir aquí conjuntamente con el Ministerio de Economía y Finanzas y con el Banco Hipotecario.

Desde hace décadas la inversión pública en vivienda no puede atender las necesidades habitacionales de los uruguayos. El Fondo Nacional de Vivienda fue -desde su creación- recaudando cada vez menos.

El Presupuesto del Estado se dirigió a otras prioridades mientras que los salarios y el trabajo se fueron transformando en algo cada vez más escaso.

Al mismo tiempo, el Banco Hipotecario fue acumulando debilidades y pérdidas, hasta llegar en los últimos años al extremo de tener que suspender la concesión de créditos.

La crisis, la tremenda crisis del año 2002, afectó duramente el sistema de financiación de las viviendas, dejando en evidencia las debilidades estructurales del sistema público de vivienda en nuestro país.

Desde ese año 2002 a la fecha, el Banco Hipotecario del Uruguay recibió capitalizaciones muy importantes, voy a señalar algunas cifras: estamos hablando de capitalizaciones por 933 millones de dólares; vendió un fideicomiso al Ministerio de Economía y Finanzas de 140 millones de dólares; mantiene deudas con el Banco de la República Oriental del Uruguay por 500 millones de dólares; y recibió depósitos del Ministerio de Economía y Finanzas por más de 300 millones de dólares.

A pesar de este monto cuantioso, estamos hablando, amigos y compatriotas, de casi 2 mil millones de dólares que la sociedad volcó en el Banco Hipotecario del Uruguay; a pesar de ello hoy el Banco Hipotecario del Uruguay no está en condiciones de brindar créditos a nuestros compatriotas que así lo solicitan y que así lo desean.

Los problemas que dejó al descubierto la crisis del Banco Hipotecario han sido controlados, pero no aún solucionados: una elevadísima morosidad; una inadecuada gestión financiera y administrativa; y altísimos costos operativos, además del daño causado en años anteriores por actos de corrupción y clientelismo político que en algunas ocasiones deberíamos estar catalogando de escandalosos y que fueron, por otra parte, recientemente denunciados por las nuevas autoridades del Banco Hipotecario.

Hoy tenemos un Banco Hipotecario que no está en capacidad de cumplir con su función social fundamental, que es el motivo mismo de su existencia, cual es el de otorgar préstamos que financien el acceso a la vivienda a miles, a decenas de miles de uruguayos.

Reiteramos, el sistema público de vivienda es hoy insuficiente para atender las necesidades de nuestros compatriotas, y ante esta situación el Gobierno Nacional tiene dos alternativas.

Una de ellas sería la de distribuir los escasos recursos entre un número cada vez mayor de conciudadanos, de gente necesitada de vivienda, desconociendo la raíz del problema y esperanzados en que las consecuencias de décadas de desidia no se agraven.

Por otro lado, podemos asumir, creo yo, debemos asumir en forma nítida y responsable el problema, instrumentando los cambios imprescindibles que la realidad del país y de la vivienda reclaman.

Y sin duda alguna, amigos y compatriotas, hemos optado como gobierno por esta segunda opción.

Desde que asumimos nuestras funciones hemos trabajado conjuntamente, el Ministerio de Economía y Finanzas, el Ministerio de Vivienda, junto al Directorio del Banco Hipotecario, en este desafío.

Poniendo la casa en orden, evaluando alternativas, reflexionando y discutiendo.

Pues bien, hoy queremos hacer oficialmente un importante anuncio, un anuncio que a muchos podrá parecer obvio, pero que ciertamente no lo es: anunciar que, luego de cuatro años sin otorgar préstamos, habrá en el futuro próximo un Banco Hipotecario del Uruguay que cumpla con su función social, la de conceder créditos para la adquisición, refacción y mejora de la vivienda.

No cabe duda que esto constituye una buena noticia.

El gobierno ha decidido iniciar un proceso de profunda reestructuración del Banco Hipotecario del Uruguay tanto en sus cometidos, cuanto aquellos relacionados con su gestión, como condición ineludible de una necesaria capitalización.

Un proceso de reestructura del Banco enmarcado en la recreación de un sistema de financiamiento a la vivienda que permita potenciar los recursos de toda la sociedad a través del ahorro de las familias.

Somos concientes, compatriotas, al hacer este anuncio que se requerirá durante el año 2006 en curso, decisión, esfuerzo, sacrificios y mucho trabajo para adoptar las siguientes tres medidas: en primer lugar, rediseñar el Banco Hipotecario del Uruguay de forma de permitir su funcionamiento con la solvencia y la liquidez adecuada, para desarrollar su actividad hipotecaria en el más corto plazo posible.

¿Qué significa esto? Definir una nueva visión; el Banco Hipotecario será la institución del sistema financiero público especializado en el otorgamiento de créditos para la adquisición, refacción y mejora de la vivienda, canalizando el ahorro de la familias mediante los depósitos de ahorro previo y obteniendo fondos de operaciones en el mercado de capitales.

Otro punto sería el definir una nueva gestión para que en adelante se actúe con el criterio de cobrar por sus servicios lo que sus servicios valen.

Con ello queremos evitar la generación de subsidios ocultos que tanto mal hicieron a todo el sistema.

Asimismo, el Banco deberá realizar una gestión profesional de los riesgos financieros propios de su actividad, que en el pasado ha sido deficiente cuando no -vamos a decir las cosas por su nombre- desastrosas.

Otro punto a señalar es el de definir una nueva estructura de costos. El Banco Hipotecario tendrá que ser una institución sustentable financieramente; ello implica, entre otros aspectos, que el Banco deberá reducir sustancialmente sus costos operativos y adecuar la plantilla de funcionarios.

La segunda medida que queremos compartir con todos ustedes tiene que ver con la capitalización del Banco Hipotecario del Uruguay; consistirá en retirarle pasivos y algunos activos, para que quede con un nivel de patrimonio que le habilite a desarrollar en el futuro su actividad crediticia hipotecaria.

A tales efectos, se creará fuera de la órbita del Banco Hipotecario una recuperadora de la cartera pesada y problemática que hoy tiene el Banco; esta recuperadora actuará con el mandato explícito de los Ministerios de Economía y también del Ministerio de Vivienda de recuperar los créditos morosos, cobrando y reestructurando las deudas para que otras familias que no han conseguido aún una solución habitacional puedan tener la posibilidad de acceder a una vivienda.

Esta recuperadora no será la gestionadora, digámoslo así, de un perdona tutti, sino que procederá con rigor, con cuidado y con responsabilidad al estudio caso a caso de los deudores, para saber su específica posibilidad de ser responsables respecto a aquello que han recibido de la sociedad misma.

Señalemos también que la separación de la cartera problemática del Banco Hipotecario del Uruguay se realizará tomando como base la compatibilidad con las operaciones futuras de un Banco que deberá desarrollar sus actividades, con los niveles normales de morosidad de la actividad hipotecaria.

La tercera medida a señalar es que la creación de un Instituto de Vivienda que realice por cuenta y orden del Ministerio de Vivienda muchas de las tareas no bancarias que el Banco Hipotecario del Uruguay dejará de realizar y varias de las tareas que hoy realiza el Ministerio de Vivienda en forma inadecuada.

Este Instituto de Vivienda será un instrumento para la construcción del hábitat urbano de acuerdo a los planes nacionales y departamentales de vivienda, y de acuerdo a los planes de Ordenamiento Territorial en todo el país.

Para lograr, amigos, el éxito de este proceso durante el año 2006 muchos actores concretos deberán realizar esfuerzos y sacrificios.

Señalemos, entre ellos, el Directorio del Banco Hipotecario ajustando y adaptando su funcionamiento y tareas previstas al proceso de reestructura; liderando este proceso para que el Banco comience su actividad crediticia en el más breve plazo posible.

El Ministerio de Economía aportando los recursos que permitan que el Banco Hipotecario sea sustentable desde el punto de vista económico y financiero.

El Ministerio de Vivienda impulsando un nuevo modelo de sistema de acceso a la vivienda que canalice los subsidios a aquellas familias que efectivamente lo necesiten, en forma articulada con el desarrollo de la actividad hipotecaria en el Uruguay.

Los propios trabajadores que sin ser los responsables del problema actual sí son parte relevante para la solución, quienes deberán procesar con libertad y responsabilidad las condiciones que viabilicen el proyecto y en particular el delicado tema de la necesaria reducción de la plantilla de funcionarios del Banco Hipotecario y su asignación a otras reparticiones del Estado.

Por convicción, y por vocación, encaramos este proceso con espíritu de diálogo, de respeto a los derechos de los trabajadores y aspirando a llegar a soluciones de consenso.

Por otra parte, también los deudores que deberán realizar los máximos esfuerzos en cumplir con el pago de sus deudas con respecto a la sociedad que les permitió acceder a una vivienda decorosa, y comprender que la cultura de pago es requisito fundamental de cualquier sistema, de cualquiera, de cualquier sistema sustentable de financiamiento a la vivienda.

Y finalmente también los ahorristas, que deberán continuar esperando algún tiempo más para que se materialice efectivamente la obtención de créditos que todos queremos y aspiramos a que se logre en breve lapso.

Al final de este proceso esperamos que el Uruguay cuente con nuevo sistema nacional de acceso a la vivienda sustentable, potente y responsable; donde el Banco Hipotecario del Uruguay vuelva a cumplir sus función social fundamental: la de otorgar créditos que las familias uruguayas necesitan; créditos que el apoyo público debe proporcionar para acceder a muchos de nuestros compatriotas en dificultades a una vivienda decorosa, tal como la propia Constitución lo establece.

Les agradezco la atención y estamos desde luego para poder contestar entre todos las preguntas que ustedes nos quieran formular. Gracias.

MINISTRO ARANA: Sí, desde luego, desde tiempo atrás.

MINISTRO ARANA: No hay todavía una fecha ajustada, ¿verdad? No la podemos precisar, pero tiene que ser a la brevedad, exactamente.

MINISTRO ARANA: Queremos instrumentarlo en este año 2006; eso que quede muy claro, ¿verdad? Y bastante antes de que finalice este mismo año.

MINISTRO ASTORI: Bueno, ya hemos hecho unos cuántos; ahora lo digo como Ministerio de Economía no como el gobierno actual. Yo voy a aprovechar esta pregunta para poner algunos énfasis que me parece necesario destacar especialmente; algunos de ellos los adelantaba ya el Ministro Arana. En primer lugar, el trabajo de equipo que se está haciendo, por primera vez en la historia cercana al BHU. Cuando digo trabajo de equipo menciono, desde el punto de vista institucional, al Ministerio de Vivienda, al Directorio del Banco, al Ministerio de Economía y Finanzas; naturalmente, sin olvidar otros actores que están aportando lo suyo, algunos de ellos los mencionaban ustedes, los trabajadores.

Yo recuerdo también a los ahorristas que van a tener que hacer su contribución; a los deudores actuales del Banco que también tendrán que aportar lo suyo. Equipo es todo esto.

Esta vez estamos buscando una solución integral que nos permita dar vuelta una historia terrible, terrible.

Yo no sé sí ustedes repararon una cifra que mencionaba el Ministro Arana, desde el 2002 a la fecha, y por eso yo dije ya hemos hecho unos cuántos como Ministerio de Economía y Finanzas, se han volcado a este fin más de dos mil millones de dólares; dos mil millones de dólares es el aproximadamente el 12% del Producto Bruto Interno del Uruguay actual.

¿Con qué resultados? Y pensemos lo que ha sido el resultado del Banco desde 2002 hasta ahora.

Esta es la historia que hay que dar vuelta y hay que darla vuelta sobre la base de los criterios que dio a conocer el Ministro hace algunos minutos.

Obviamente, entre nuestras responsabilidades se cuenta la fundamental, la de asegura la viabilidad económica y financiera de esta nueva experiencia.

Ahí volcará sus esfuerzos el Ministerio de Economía y Finanzas, y para hacer más concreto, como dice la propuesta que acaba de dar a conocer el Ministro Arana, vamos a estar refiriéndonos especialmente a la capitalización del Banco, solo que yo les pido que no crean ustedes que capitalizar es seguir volcando dinero.

Capitalizar, entre otras cosas, es hacer una buena supervisión que es lo que vamos a hacer de la recuperación de activos del BHU.

Recuperación de activos que vamos a encargar a una institución especializada, actuando con criterios en este campo específico que el Ministerio ya a practicado desde el año pasado, concretamente desde el 19 de mayo del año pasado, cuando señalamos esto hay que analizarlo caso a caso; no todos los casos son iguales, no podemos pasar tabla rasa porque eso nos conduce a situaciones muy injustas.

Por eso, en este ámbito específico del endeudamiento del país, que es un ámbito específico, también vamos a aplicar el mismo criterio del análisis caso a caso.

Y esa recuperación de cartera es una parte esencial del proceso de capitalización del Banco, en que tendremos que estar, obviamente, involucrados y -como dice el documento que estamos presentando- asumir una responsabilidad especial.

Si hay otras formas de capitalización que, cuidado lo subrayo especialmente, acorde con estos criterios -con nueva gestión, con nuevas directivas del Banco, con una estructura funcional del Banco distinta a la que ha venido arrastrando en el pasado- lo veremos, serán detalles de la implementación del proceso; pero les pido especial atención al proceso de recuperación de créditos que es una parte esencial de la capitalización y ahí el Ministerio de Economía y Finanzas asumirá la responsabilidad que le corresponda.

MINISTRO ASTORI: No podemos adelantar porcentajes. Yo les recuerdo que la morosidad del Banco es extraordinariamente alta; quizás, en términos promediales de las más altas del país. Pero sería un tanto arriesgado e inconveniente, además, adelantar porcentajes de recuperación.

Nosotros tenemos que hacer una muy buena selección, a veces muy fina selección de lo que consideramos cartera pesada, como dice el documento, y en función de eso hacer por supuesto análisis de riesgos, poner en práctica estudios que la técnica de análisis de cartera pesada nos permita realizar e iremos definiendo naturalmente metas a cumplir.

Yo preferiría no adelantar ahora ninguna cifra; vamos a hacerlo, por supuesto, en la medida en que tengamos la definición tomada apenas resulte conveniente desde este punto de vista.

MINISTRO ASTORI: Acabo de señalar que estamos refiriéndonos a la cartera de difícil recuperación, que todos sabemos lo que significa, la cartera de más alta morosidad, y luego en ese marco operarán algunos criterios ya de definición más fina que son producto de la implementación de la solución que estamos diseñando.

MINISTRO ARANA: Para complementar, recién estábamos comentando con el Presidente del Banco, el Arq. Piperno, que la morosidad no está lejos del 70%, es una morosidad muy importante en una masa de endeudamiento importante.

Y quiero subrayar lo que acaba de decir hace un minuto atrás el Ministro Astori, no podemos tampoco tratar a aquellos que son distintos de una manera igualitaria. No hay cosa más injusta que tratar como iguales a los que son distintos.

Y lo que tenemos que poner es un énfasis muy cuidadoso a la hora de atender, incluso subsidiar, a aquellos que efectivamente lo necesitan por estar en condiciones muy vulnerables y no a aquellas personas que tienen posibilidad de hacerlo y ser consecuentes solidariamente con el país que les brindó un apoyo importante y con otros muchos compatriotas que no han tenido todavía la posibilidad de acceder a lo que mucho de los deudores sí han accedido, que es a una vivienda decorosa tal como la Constitución lo establece.

MINISTRO ASTORI: No está demás recordar, si me permiten, que siempre que se habla de recuperación de activos con alta morosidad, no sólo está implícito el concepto de cobro de la deuda; también está, como lo estamos haciendo en el resto de la economía, el concepto de reestructurar esa deuda para darle facilidades al deudor para pagar.

O sea, no es que la recuperadora vaya sólo pensando exclusivamente en cobrar, también va pensando en cómo reestructurar esa deuda para hacerla viable. Por supuesto, en última instancia el cobro es fundamental.

MINISTRO ASTORI: Si ustedes me permiten, vamos a concentrar esta conferencia en el tema para el que fue convocada.

PIPERNO: Como no me hacen preguntas, me auto-selecciono para dar unas palabras también, en el cual el Banco está muy satisfecho de que por primera vez, creo, en la historia de este país se trabaje en equipo en pos de una política unificada de vivienda.

Y esto se hace no solo a nivel directriz, sino que esto se está manifestando y se va a crear esa cultura en la medida de que esto funcione adecuadamente en los niveles de funcionarios de todas las categorías.

Y me refiero a esto, porque no creo que tengamos que ser diferentes los que están trabajando en uno y otro ambiente, con relación a la política de vivienda que se ha unificado.

Por lo tanto, vemos con mucha expectativa y gran satisfacción el hecho de que se esté produciendo este proceso que, sin duda, es impulsado por el conjunto del Gobierno y que en última instancia tiende a que el Banco Hipotecario deba cumplir con su misión con relación a todo lo que es la implementación de un adecuado programa de política de vivienda. Nada más; muchas gracias.