CONSTRUYENDO ENTRE TODOS UN MARCO DE
BIOSEGURIDAD
Con la finalidad de crear un Marco Nacional de
Bioseguridad, en mayo se lanzará una encuesta nacional que permita
testear el nivel de información sobre transgénicos, generando así un
ámbito de participación en todo el país que posibilite saber cómo se
posiciona la gente y brindar datos al respecto, explicó el Coordinador
del Proyecto, Marcos Frommel.
El pasado miércoles 5, se realizó en la
ciudad de Minas la Tercera Reunión Regional sobre Bioseguridad, siendo
ésta la última instancia prevista del seguimiento del Proyecto
“Desarrollo del Marco Nacional de Bioseguridad” (MVOTMA-PNUD-GEF).
Esta reunión comprendió a la Zona Este,
completándose el circuito nacional con el fin de concretar una instancia
de construcción de una realidad participativa entre todos.
En estas reuniones se logró concretar “un acuerdo
entre lo que son las organizaciones no gubernamentales y los organismos
públicos con competencias específicas en el tema de trabajar para
generar la información necesaria, para generar un Marco Nacional de
Bioseguridad”, señaló el Coordinador Nacional del Proyecto del Marco
Nacional de Bioseguridad, Marcos Frommel.
“En ese momento no hay ningún marco
específico para regular lo que es el análisis de riesgo, tanto desde el
punto de vista sanitario, de la salud humana y medioambiental; no había
un marco que dijera el análisis de riesgo de este tipo de organismos
antes de liberarlos al medio ambiente”, explicó Frommel.
Recién en el año 2000 se aprueba el Decreto 249, el
cual crea una Comisión para tratar específicamente el análisis de riesgo
de vegetales genéticamente modificados, con una integración conformada
por el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca, Medio Ambiente, el
Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias, el Instituto
Nacional de Semillas, también con representantes de Salud Pública y del
Ministerio de Economía y Finanzas.
En cuento al MERCOSUR, Argentina ya está
aprobando un marco normativo, Brasil ya tiene aprobado un marco
normativo y un Decreto reglamentario, Paraguay y Bolivia vienen
atrasados al respecto.
La meta es que Uruguay tenga para fines
de este año, principios del año que viene, una propuesta marco normativo
para ser elevada para su tratamiento en las Cámaras.
El Proyecto es financiado por Naciones
Unidas para el Medio Ambiente –PNUMA- y la Global Environmental Facility.
“A partir del mes que viene se va a
lanzar una encuesta a nivel nacional que va a ser una encuesta
estratificada. Porque la idea es que este tipo de temas hay que informar
a la gente, para que la gente tome una posición”, dijo.
“La idea es que se
genere un ámbito de participación y de opinión a nivel nacional, un
ámbito de discusión a través de reuniones que vamos a ir haciendo para
ver cómo se posiciona la gente, y para darle la información para que
tomen una posición”, resume Frommel.
Al mismo tiempo se sigue avanzando con consultorías
que están determinando el impacto socio-económico de la liberación de
transgénicos en el Uruguay; el estatus de la gestión y análisis de
riesgo desde el punto de vista ambiental y desde el punto de vista de la
salud. Además se está haciendo un inventario de los recursos humanos e
infraestructura que tiene el país para afrontar este nuevo desafío.
ENTREVISTA AL COORDINADOR NACIONAL DEL PROYECTO
DESARROLLO DEL MARCO NACIONAL DE BIOSEGURIDAD, MARCOS FROMMEL.
PERIODISTA: Estamos en contacto con el
Coordinador Nacional del Proyecto Desarrollo del Marco Nacional de
Bioseguridad, Marcos Frommel.
¿Cuál ha sido el principal objetivo de
estas tres reuniones regionales realizadas en el contexto del
seguimiento del Proyecto Desarrollo del Marco Nacional de Bioseguridad?
FROMMEL: Bueno, básicamente los objetivos de este
grupo de reuniones ha sido ampliar las bases de comunicación e
información a partir de las instituciones que son participantes del
Comité Nacional de Coordinación del Proyecto, en las tres regiones
objetivo que fueron: región norte con centro en Tacuarembó, la región
litoral y centro, que fue en Trinidad y la región este que fue en Minas,
con centro en Minas. Por eso, estas asociaciones están asociadas a
organizaciones, en cada una de las regiones, que estaban arriba
indicadas.
La idea de estas actividades fue la de
motivar la generación de un flujo de comunicación ascendente, desde las
organizaciones que participan del Comité Nacional de Coordinación, a las
organizaciones de base. Por eso le pedimos a cada integrante de las
instituciones integrantes del Comité Nacional de Coordinación que nos
indicara cuál eran los referentes que tenían en los distintos
departamentos.
O sea que, a ellos les volcamos la
información que teníamos, los avances que teníamos para que se generara
un flujo de información ascendente a través de sus representantes en el
Comité Nacional de Coordinación.
La idea básica era que las personas de
estas instituciones actuaran en cada región como dinamizadores,
recogiendo los aportes que tenían y elevando todas las inquietudes a
través de las instituciones que forman parte del Comité Nacional de
Coordinación.
PERIODISTA: ¿Nos puede dar algún avance de las
conclusiones de estas reuniones?
FROMMEL: Bueno, de hecho en estas
reuniones se presentaron los avances de actividades que ya se habían
realizado; por ejemplo en agosto del año pasado se realizó un taller
donde se analizó con todos los integrantes del Comité Nacional de
Coordinación, con todos los representantes, cuál había sido la gestión
institucional de la Comisión de valorización de riesgo de vida de
vegetales genéticamente modificadas hasta fines del año 2004.
Y básicamente se arribaron a una serie de
conclusiones. Pero uno de los elementos más importantes de las
conclusiones de este taller fue que hubo un acuerdo entre lo que son las
organizaciones no gubernamentales y los organismos públicos con
competencias específicas en el tema de trabajar para generar la
información necesaria, para generar un Marco Nacional de Bioseguridad.
Porque se sabe que dentro del Comité Nacional de Coordinación hay
visiones muy antagónicas. Entonces si uno se pone a discutir los
aspectos filosóficos la visión del modelo de desarrollo de país, no
íbamos a avanzar en la obtención de información de base que no está
disponible en el país.
Entonces el acuerdo un poco fue, vamos a
trabajar en conjunto en un ámbito participativo para generar la
información que no disponemos en el evento que tenemos que formular una
propuesta de Marco Nacional de Bioseguridad. Y las etapas de visión de
modelo de país, las interpretaciones desde el punto de vista filosófico
de cómo se tiene que encarar el tema, que se den después de tener una
propuesta de marco.
PERIODISTA: Pero, ¿por qué necesitaría el país un
Marco Nacional de Bioseguridad?
FROMMEL: Porque en este momento,
básicamente se dispone de un marco que es muy restringido; por ejemplo
en el año 1995 se genera la primera tramitación de solicitud de
introducción de un organismo genéticamente modificado en Uruguay. En ese
momento no había ningún marco específico para regular lo que es el
análisis de riesgo tanto desde el punto de vista sanitario, desde el
punto de vista de salud humana, desde el punto de vista medioambiental;
no había un marco que dijera el análisis de riesgo de este tipo de
organismos ante de liberarlos al medio ambiente hay que realizarlo de
esta forma.
Entonces en ese momento esa tramitación
se realizó ante el Ministerio de Ganadería, específicamente para la soja
genéticamente modificada, y no disponían de una estrategia de cómo se
debía hacer. Lo tramitaron como una importación común y corriente y
después se generó una pequeña Comisión que realizó un análisis de riesgo
dentro de las limitaciones que podían tener al no tener expertos en el
tema. Después de ahí se aprobó la introducción de la soja.
Recién cinco años más tarde, en el año 2000, se
aprueba un Decreto 249, que crea una Comisión específicamente para el
análisis de riesgo de vegetales genéticamente modificados. Con una
integración conformada por: el Ministerio de Ganadería, Agricultura y
Pesca -que la presidía-; la Comisión de Medio Ambiente; el Instituto
Nacional de Investigaciones Agropecuarias; el Instituto Nacional de
Semillas, también tenía representantes de Salud Pública y del Ministerio
de Economía y Finanzas.
Entonces ahí se generó el primer instrumento, esta
Comisión fue el primer órgano asesor que tuvo el Poder Ejecutivo para
asesorarlo en la toma de ese tipo de decisiones.
PERIODISTA: ¿Cómo se posiciona al país en el
contexto mundial al tener un Marco Nacional de Bioseguridad?
FROMMEL: ¿Cómo lo posiciona? Bueno,
recién estamos empezando a trabajar sobre eso. Por ejemplo en la región,
acá en el país en lo que puede ser MERCOSUR, Argentina ya está aprobando
un marco normativo, Brasil ya tiene aprobado un marco normativo y
Decreto reglamentario, Paraguay –Bolivia vienen atrasados al respecto.
La idea es que Uruguay tenga para fines
de este año, principios del año que viene, tenga una propuesta marco
normativo que va a ser elevada para su tratamiento en las Cámaras.
PERIODISTA: ¿En qué etapa de ejecución se
encuentra el proyecto de preparación nacional de bioseguridad, entonces?
FROMMEL: Bueno, estamos en la etapa que
se están realizando las consultorías que nos están dando los insumos
para la formulación del marco.
PERIODISTA: ¿Quién financia el proyecto en Uruguay
y en los países adherentes al Protocolo de Cartagena?
FROMMEL: Lo financia Naciones Unidas para
el Medio Ambiente –PNUMA- y la Global Environmental Facility. O sea, es
un proyecto que se replica en muchos países del mundo, tiene una
estructura básica similar, pero Uruguay ha modificado un poco esa
estructura de la estrategia de ejecución.
Por ejemplo, una de las innovaciones que
hemos introducido es el estudio de la percepción de la gente. En este
momento a partir del mes que viene se va a lanzar una encuesta a nivel
nacional que va a ser una encuesta estratificada. Porque la idea es que
sobre este tipo de temas hay que informar a la gente, para que la gente
tome una posición; la idea es informarla y darle información de primera.
Lo que se sabe, hasta donde se sabe y lo que no se sabe, esto no se sabe
pueden haber áreas grises.
La idea es en principio realizar esta
encuesta estratificada de opinión para el público en general, para ver
cómo se posiciona el público en general, si tiene un sustento de
conocimiento en la opinión que emite o no. Lo mismo vamos a hacer con
los profesionales del área de la ciencia, porque por ejemplo en el
interior de la República, una persona que quiere saber lo que es un
transgénico, informarse, le puede ir a preguntar a un médico, un
agrónomo, un veterinario, a un dentista. La idea es en el área de los
profesionales de las ciencias cómo se posiciona frente al tema, ¿conocen
o no conocen?
Después, los agricultores a nivel de
productores agropecuarios, es el tercer estrato. En el cuarto estrato es
a nivel de políticos, y el quinto estrato es a nivel de prensa.
La idea es ver cómo se posiciona la
prensa con respecto al tema, qué nivel de conocimiento tienen; y
básicamente identificar qué tipo de paradigmas o preconceptos puede
haber involucrado en cada uno de esos estratos.
Utilizando esa información la idea es
definir acciones estratégicas de capacitación para canalizar toda la
información que vamos generando con una estrategia adecuada a cada
estrato.
La idea es que se genere un ámbito de
participación y de opinión a nivel nacional, un ámbito de discusión a
través de reuniones que vamos a ir haciendo para ver cómo se posiciona
la gente y para darle la información para que tomen una posición.
PERIODISTA: ¿Cuándo comenzarían estas
instancias?
FROMMEL: Y bueno, a partir del mes que
vienen ya empiezan las encuestas de opinión estratificadas; van a llevar
como unos tres meses, porque ese es un trabajo bastante importante. Al
mismo tiempo se sigue avanzando con consultorías que están determinando
el impacto, que determinan el impacto socio-económico de la liberación
de transgénicos en el Uruguay; el estatus de la gestión y análisis de
riesgo desde el punto de vista ambiental y desde el punto de vista de la
salud.
Un poco se está haciendo, también, un
inventario de los recursos humanos e infraestructura que tiene el país
para afrontar el nuevo desafío de controlar, porque si tomamos un
escenario de convivencia a nivel nacional con los transgénicos, un marco
de bioseguridad tendría que regular el uso del territorio con respecto a
los transgénicos porque tenemos producciones que son orgánicas,
producciones que, por ejemplo, la producción de carne orgánica, no se
puede utilizar transgénicos en la suplementación del ganado como que
habría que definir acciones de ordenamiento del territorio. Y para
implementar todo hay que tener un inventario de los recursos humanos que
dispone cada uno de los organismos que tiene competencia.
La capacitación de esos recursos humanos
para hacer los análisis de riesgos, o sea que el producto final del
proyecto no termina con la presentación de una propuesta, va a venir
atrás con un plan de sostenibilidad, porque no tiene sentido generar una
propuesta que sea muy buena si no estamos definiendo cuáles van a ser
los mecanismos de contralor, cuáles van a ser las competencias de los
distintas instituciones y organismos del Estado que tienen competencias
específicas, qué recursos hay que destinar para mantener el sistema
porque la idea y el compromiso que tiene el país con respecto a lo que
es el Protocolo de Cartagena -al cual ya se ha adherido- es que tenemos
que tener un mecanismo de comunicación de los genes que se liberan en el
país, los controles que se van a hacer. Hay que controlar el tránsito a
través del país si pasa una exportación de Argentina para Brasil,
tenemos que tener definido procedimientos para eso también.
PERIODISTA: Ingeniero Marcos Frommel, muchas
gracias por su tiempo.
FROMMEL: Gracias a usted. |