21/04/06


CONSTRUYENDO ENTRE TODOS UN MARCO DE BIOSEGURIDAD
Con la finalidad de crear un Marco Nacional de Bioseguridad, en mayo se lanzará una encuesta nacional que permita testear el nivel de información sobre transgénicos, generando así un ámbito de participación en todo el país que posibilite saber cómo se posiciona la gente y brindar datos al respecto, explicó el Coordinador del Proyecto, Marcos Frommel.

El pasado miércoles 5, se realizó en la ciudad de Minas la Tercera Reunión Regional sobre Bioseguridad, siendo ésta la última instancia prevista del seguimiento del Proyecto “Desarrollo del Marco Nacional de Bioseguridad” (MVOTMA-PNUD-GEF).

Esta reunión comprendió a la Zona Este, completándose el circuito nacional con el fin de concretar una instancia de construcción de una realidad participativa entre todos.

En estas reuniones se logró concretar “un acuerdo entre lo que son las organizaciones no gubernamentales y los organismos públicos con competencias específicas en el tema de trabajar para generar la información necesaria, para generar un Marco Nacional de Bioseguridad”, señaló el Coordinador Nacional del Proyecto del Marco Nacional de Bioseguridad, Marcos Frommel.

“En ese momento no hay ningún marco específico para regular lo que es el análisis de riesgo, tanto desde el punto de vista sanitario, de la salud humana y medioambiental; no había un marco que dijera el análisis de riesgo de este tipo de organismos antes de liberarlos al medio ambiente”, explicó Frommel.

Recién en el año 2000 se aprueba el Decreto 249, el cual crea una Comisión para tratar específicamente el análisis de riesgo de vegetales genéticamente modificados, con una integración conformada por el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca, Medio Ambiente, el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias, el Instituto Nacional de Semillas, también con representantes de Salud Pública y del Ministerio de Economía y Finanzas.

En cuento al MERCOSUR, Argentina ya está aprobando un marco normativo, Brasil ya tiene aprobado un marco normativo y un Decreto reglamentario, Paraguay y Bolivia vienen atrasados al respecto.

La meta es que Uruguay tenga para fines de este año, principios del año que viene, una propuesta marco normativo para ser elevada para su tratamiento en las Cámaras.

El Proyecto es financiado por Naciones Unidas para el Medio Ambiente –PNUMA- y la Global Environmental Facility.

“A partir del mes que viene se va a lanzar una encuesta a nivel nacional que va a ser una encuesta estratificada. Porque la idea es que este tipo de temas hay que informar a la gente, para que la gente tome una posición”, dijo.

“La idea es que se genere un ámbito de participación y de opinión a nivel nacional, un ámbito de discusión a través de reuniones que vamos a ir haciendo para ver cómo se posiciona la gente, y para darle la información para que tomen una posición”, resume Frommel.

Al mismo tiempo se sigue avanzando con consultorías que están determinando el impacto socio-económico de la liberación de transgénicos en el Uruguay; el estatus de la gestión y análisis de riesgo desde el punto de vista ambiental y desde el punto de vista de la salud. Además se está haciendo un inventario de los recursos humanos e infraestructura que tiene el país para afrontar este  nuevo desafío.

ENTREVISTA AL COORDINADOR NACIONAL DEL PROYECTO DESARROLLO DEL MARCO NACIONAL DE BIOSEGURIDAD, MARCOS FROMMEL.

PERIODISTA: Estamos en contacto con el Coordinador Nacional del Proyecto Desarrollo del Marco Nacional de Bioseguridad, Marcos Frommel.

¿Cuál ha sido el principal objetivo de estas tres reuniones regionales realizadas en el contexto del seguimiento del Proyecto Desarrollo del Marco Nacional de Bioseguridad?

FROMMEL: Bueno, básicamente los objetivos de este grupo de reuniones ha sido ampliar las bases de comunicación e información a partir de las instituciones que son participantes del Comité Nacional de Coordinación del Proyecto, en las tres regiones objetivo que fueron: región norte con centro en Tacuarembó, la región litoral y centro, que fue en Trinidad y la región este que fue en Minas, con centro en Minas. Por eso, estas asociaciones están asociadas a organizaciones, en cada una de las regiones, que estaban arriba indicadas.

La idea de estas actividades fue la de motivar la generación de un flujo de comunicación ascendente, desde las organizaciones que participan del Comité Nacional de Coordinación, a las organizaciones de base. Por eso le pedimos a cada integrante de las instituciones integrantes del Comité Nacional de Coordinación que nos indicara cuál eran los referentes que tenían en los distintos departamentos.

O sea que, a ellos les volcamos la información que teníamos, los avances que teníamos para que se generara un flujo de información ascendente a través de sus representantes en el Comité Nacional de Coordinación.

La idea básica era que las personas de estas instituciones actuaran en cada región como dinamizadores, recogiendo los aportes que tenían y elevando todas las inquietudes a través de las instituciones que forman parte del Comité Nacional de Coordinación.

PERIODISTA: ¿Nos puede dar algún avance de las conclusiones de estas reuniones?

FROMMEL: Bueno, de hecho en estas reuniones se presentaron los avances de actividades que ya se habían realizado; por ejemplo en agosto del año pasado se realizó un taller donde se analizó con todos los integrantes del Comité Nacional de Coordinación, con todos los representantes, cuál había sido la gestión institucional de la Comisión de valorización de riesgo de vida de vegetales genéticamente modificadas hasta fines del año 2004.

Y básicamente se arribaron a una serie de conclusiones. Pero uno de los elementos más importantes de las conclusiones de este taller fue que hubo un acuerdo entre lo que son las organizaciones no gubernamentales y los organismos públicos con competencias específicas en el tema de trabajar para generar la información necesaria, para generar un Marco Nacional de Bioseguridad. Porque se sabe que dentro del Comité Nacional de Coordinación hay visiones muy antagónicas. Entonces si uno se pone a discutir los aspectos filosóficos la visión del modelo de desarrollo de país, no íbamos a avanzar en la obtención de información de base que no está disponible en el país.

Entonces el acuerdo un poco fue, vamos a trabajar en conjunto en un ámbito participativo para generar la información que no disponemos en el evento que tenemos que formular una propuesta de Marco Nacional de Bioseguridad. Y las etapas de visión de modelo de país, las interpretaciones desde el punto de vista filosófico de cómo se tiene que encarar el tema, que se den después de tener una propuesta de marco.

PERIODISTA: Pero, ¿por qué necesitaría el país un Marco Nacional de Bioseguridad?

FROMMEL: Porque en este momento, básicamente se dispone de un marco que es muy restringido; por ejemplo en el año 1995 se genera la primera tramitación de solicitud de introducción de un organismo genéticamente modificado en Uruguay. En ese momento no había ningún marco específico para regular lo que es el análisis de riesgo tanto desde el punto de vista sanitario, desde el punto de vista de salud humana, desde el punto de vista medioambiental; no había un marco que dijera el análisis de riesgo de este tipo de organismos ante de liberarlos al medio ambiente hay que realizarlo de esta forma.

Entonces en ese momento esa tramitación se realizó ante el Ministerio de Ganadería, específicamente para la soja genéticamente modificada, y no disponían de una estrategia de cómo se debía hacer. Lo tramitaron como una importación común y corriente y después se generó una pequeña Comisión que realizó un análisis de riesgo dentro de las limitaciones que podían tener al no tener expertos en el tema. Después de ahí se aprobó la introducción de la soja.

Recién cinco años más tarde, en el año 2000, se aprueba un Decreto 249, que crea una Comisión específicamente para el análisis de riesgo de vegetales genéticamente modificados. Con una integración conformada por: el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca -que la presidía-; la Comisión de Medio Ambiente; el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias; el Instituto Nacional de Semillas, también tenía representantes de Salud Pública y del Ministerio de Economía y Finanzas.

Entonces ahí se generó el primer instrumento, esta Comisión fue el primer órgano asesor que tuvo el Poder Ejecutivo para asesorarlo en la toma de ese tipo de decisiones.

PERIODISTA: ¿Cómo se posiciona al país en el contexto mundial al tener un Marco Nacional de Bioseguridad?

FROMMEL: ¿Cómo lo posiciona? Bueno, recién estamos empezando a trabajar sobre eso. Por ejemplo en la región, acá en el país en lo que puede ser MERCOSUR, Argentina ya está aprobando un marco normativo, Brasil ya tiene aprobado un marco normativo y Decreto reglamentario, Paraguay –Bolivia vienen atrasados al respecto.

La idea es que Uruguay tenga para fines de este año, principios del año que viene, tenga una propuesta marco normativo que va a ser elevada para su tratamiento en las Cámaras.

PERIODISTA: ¿En qué etapa de ejecución se encuentra el proyecto de preparación nacional de bioseguridad, entonces?

FROMMEL: Bueno, estamos en la etapa que se están realizando las consultorías que nos están dando los insumos para la formulación del marco.

PERIODISTA: ¿Quién financia el proyecto en Uruguay y en los países adherentes al Protocolo de Cartagena?

FROMMEL: Lo financia Naciones Unidas para el Medio Ambiente –PNUMA- y la Global Environmental Facility. O sea, es un proyecto que se replica en muchos países del mundo, tiene una estructura básica similar, pero Uruguay ha modificado un poco esa estructura de la estrategia de ejecución.

Por ejemplo, una de las innovaciones que hemos introducido es el estudio de la percepción de la gente. En este momento a partir del mes que viene se va a lanzar una encuesta a nivel nacional que va a ser una encuesta estratificada. Porque la idea es que sobre este tipo de temas hay que informar a la gente, para que la gente tome una posición; la idea es informarla y darle información de primera. Lo que se sabe, hasta donde se sabe y lo que no se sabe, esto no se sabe pueden haber áreas grises.

La idea es en principio realizar esta encuesta estratificada de opinión para el público en general, para ver cómo se posiciona el público en general, si tiene un sustento de conocimiento en la opinión que emite o no. Lo mismo vamos a hacer con los profesionales del área de la ciencia, porque por ejemplo en el interior de la República, una persona que quiere saber lo que es un transgénico, informarse, le puede ir a preguntar a un médico, un agrónomo, un veterinario, a un dentista. La idea es en el área de los profesionales de las ciencias cómo se posiciona frente al tema, ¿conocen o no conocen?

Después, los agricultores a nivel de productores agropecuarios, es el tercer estrato. En el cuarto estrato es a nivel de políticos, y el quinto estrato es a nivel de prensa.

La idea es ver cómo se posiciona la prensa con respecto al tema, qué nivel de conocimiento tienen; y básicamente identificar qué tipo de paradigmas o preconceptos puede haber involucrado en cada uno de esos estratos.

Utilizando esa información la idea es definir acciones estratégicas de capacitación para canalizar toda la información que vamos generando con una estrategia adecuada a cada estrato.

La idea es que se genere un ámbito de participación y de opinión a nivel nacional, un ámbito de discusión a través de reuniones que vamos a ir haciendo para ver cómo se posiciona la gente y para darle la información para que tomen una posición.

PERIODISTA: ¿Cuándo comenzarían estas instancias?

FROMMEL: Y bueno, a partir del mes que vienen ya empiezan las encuestas de opinión estratificadas; van a llevar como unos tres meses, porque ese es un trabajo bastante importante. Al mismo tiempo se sigue avanzando con consultorías que están determinando el impacto, que determinan el impacto socio-económico de la liberación de transgénicos en el Uruguay; el estatus de la gestión y análisis de riesgo desde el punto de vista ambiental y desde el punto de vista de la salud.

Un poco se está haciendo, también, un inventario de los recursos humanos e infraestructura que tiene el país para afrontar el nuevo desafío de controlar, porque si tomamos un escenario de convivencia a nivel nacional con los transgénicos, un marco de bioseguridad tendría que regular el uso del territorio con respecto a los transgénicos porque tenemos producciones que son orgánicas, producciones que, por ejemplo, la producción de carne orgánica, no se puede utilizar transgénicos en la suplementación del ganado como que habría que definir acciones de ordenamiento del territorio. Y para implementar todo hay que tener un inventario de los recursos humanos que dispone cada uno de los organismos que tiene competencia.

La capacitación de esos recursos humanos para hacer los análisis de riesgos, o sea que el producto final del proyecto no termina con la presentación de una propuesta, va a venir atrás con un plan de sostenibilidad, porque no tiene sentido generar una propuesta que sea muy buena si no estamos definiendo cuáles van a ser los mecanismos de contralor, cuáles van a ser las competencias de los distintas instituciones y organismos del Estado que tienen competencias específicas, qué recursos hay que destinar para mantener el sistema porque la idea y el compromiso que tiene el país con respecto a lo que es el Protocolo de Cartagena -al cual ya se ha adherido- es que tenemos que tener un mecanismo de comunicación de los genes que se liberan en el país, los controles que se van a hacer. Hay que controlar el tránsito a través del país si pasa una exportación de Argentina para Brasil, tenemos que tener definido procedimientos para eso también.

PERIODISTA: Ingeniero Marcos Frommel, muchas gracias por su tiempo.

FROMMEL: Gracias a usted.

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