EN LA HISTORIA Y EL FUTURO NO HAY ATAJOS NI
MILAGROS; SÍ OPORTUNIDADES
Tras recordar que la amistad entre Uruguay y México
viene de lejos, y fue templada en momentos difíciles de nuestra
historia, el Presidente Tabaré Vázquez afirmó que el motivo sustancial
de su visita de Estado, más allá de sus aspectos formales, "es una
instancia de reencuentro y trabajo entre gobernantes de países
hermanos".
En el Palacio Nacional, sede del gobierno mexicano, y
luego de las palabras pronunciadas por el Presidente de los Estados
Unidos Mexicanos, Vicente Fox, el Primer Mandatario uruguayo sostuvo que
"llego a México con la firme convicción de que esta visita fortalecerá
más aún la amistad entre nuestras naciones. Una amistad matrizada en la
pasión por la libertad y la justicia que heredamos de Benito Juárez y de
José Artigas", añadiendo que dicha amistad fue "templada en momentos
difíciles de nuestra historia; porque ser amigos en tiempos de bonanza
es relativamente fácil, pero ser amigos en tiempos adversos no es tan
sencillo ni frecuente. Y mexicanos y uruguayos, uruguayos y mexicanos,
hemos demostrado ser amigos en las buenas y más amigos aún en las
malas".
"Una amistad que nos impulsa hacia objetivos de
democracia y unidad latinoamericana, que también nos identifican y que
compartimos como utopías concretas. En fin, una amistad que viene de
lejos y que queremos que vaya más lejos aún. Una amistad profunda y que
queremos profundizar más aún", dijo.
En este sentido, Vázquez afirmó que "en la historia
no hay atajos ni milagros. En el futuro tampoco. Hay sí, siempre hay más
allá de las dificultades inmediatas, oportunidades que debemos
aprovechar para consolidarnos como naciones y para integrarnos como
región".
A continuación se ofrecen las palabras de ambos
mandatarios.
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS, VICENTE FOX QUESADA, EN LA CEREMONIA OFICIAL DE BIENVENIDA
EN EL PALACIO PRESIDENCIAL
PRESIDENTE FOX: Además de las raíces históricas que
hermanan a nuestros pueblos; numerosas uruguayas y uruguayos han tenido
una enorme influencia en el fortalecimiento de nuestra amistad.
Desde el gran José Enrique Rodó, cuya obra modeló el
principio del Siglo XX mexicano y se constituyó en guía intelectual de
toda una generación de mexicanos.
Y hay maestras, para muchas mexicanas y mexicanos fue
también la gran Juana de América; sus poemas nos han acompañado gracias
al libro de texto gratuito desde la más tierna infancia.
Aquí como en toda Latinoamérica se conocen
ampliamente los cuentos de Horacio Quiroga; así como la obra de Juan
Carlos Onetti.
Cuando las circunstancias obligaron a numerosos
uruguayos a salir de su patria, muchos llegaron a esta tierra, que les
abrió las puertas; les brindó refugio y respeto; amistad y cariño; en
estas tierras ellos encontraron aquí un nuevo hogar, una segunda patria,
y México encontró en ellos y en sus aportaciones una fuente de
enriquecimiento intelectual y artístico de la cual en muchos sentidos
nos seguimos nutriendo, la cual seguimos disfrutando.
Como maestros, vecinos o amigos, contribuyeron a la
formación de varias generaciones de mexicanos, en áreas como el teatro;
la música; el pensamiento y las letras.
La fortaleza de los lazos mexicanos-uruguayos, no se
limita a los ámbitos de la historia, la cultura, o al de los sólidos
principios y valores democráticos que hoy comparten nuestras naciones.
Van mucho más allá. Incluye aspiraciones comunes de
un crecimiento económico firme y sostenido, así como la voluntad de
alcanzar juntos un desarrollo que signifique, no sólo prosperidad, sino
también justicia, bienestar compartido; no sólo crecimiento económico
sino reducción de pobreza y distribución de riqueza, de ahí surgió la
idea del Tratado de Libre Comercio que desde julio del año 2004 une a
nuestras naciones, y que en su primer año de vigencia, logró que
prácticamente duplicáramos nuestro intercambio en beneficio de ambas
naciones.
Aún son muchos los potenciales beneficios de un
comercio que puede ser mucho más amplio entre Uruguay y México, esta
nación que no sólo está abierta al intercambio sino que es la economía
más grande de Latinoamérica, México. Con un mercado en expansión de más
de 100 millones de consumidores, vinculado con los mayores mercados del
mundo; con una red de acuerdos comerciales con 43 naciones que facilitan
el flujo de productos y de personas, el libre comercio justo y sin
obstáculos.
De las aspiraciones compartidas por nuestros pueblos,
surgió también el apoyo uruguayo al deseo mexicano de incorporarse como
miembro asociado del MERCOSUR, lo cual mucho agradecemos y reconocemos,
así como el respaldo de su país a los proyectos de integración regional
que México impulsa.
Señor Presidente, señoras y señores, Uruguay y México
son hoy elementos claves en la construcción de una América Latina unida,
cada vez más; mejor integrada, con relación amistosa y con comercio
amplio; con intercambios culturales, educativos y tecnológicos, y lo son
México y Uruguay elementos claves en la construcción de esta relación.
Porque han comprendido la importancia de la integración latinoamericana,
que hay que construirla en diferentes niveles: del de la relación
bilateral; la relación multilateral, para que avance en estos momentos
tan oportunos de la globalización, y que avancen los temas de mayor
interés que compartimos.
Usted lo sabe al igual que nosotros, el futuro de
nuestra región depende de una integración exitosa, que no se detenga,
que reconozca la existencia de asimetrías, no solo de cara al norte, si
también entre las naciones latinoamericanas.
México, y Uruguay sabemos bien que estas asimetrías
no desaparecerán ignorándolas y que al contrario nuestras naciones deben
seguir trabajando juntas para superarlas.
Que mejor ejemplo, que el acuerdo de libre comercio
de México dentro de la región de Norteamérica, que los ha convertido en
la séptima potencia mundial del comercio, que ha permitido el desarrollo
de empleos y de reducción de pobreza en nuestro país.
Que México hoy tiene una balanza comercial
equivalente en tamaño al que todas las economías latinoamericanas
juntas, y por tanto, más nuestra obligación de promover libre comercio;
y de promover e intensificar esta relación.
Hoy se exige una relación sólida, para una vocación
latinoamericana idealizada, y vislumbrada desde hace tiempo. Se exige un
compromiso con la integración regional a toda prueba, superando
diferencias; superando dificultades y obstáculos, así es la relación que
caracteriza a México y a Uruguay.
Señor Presidente, deseo a usted y a su comitiva una
instancia en México agradable y fructífera. Le reitero el firme deseo de
esta nación, de seguir estrechando lazos que la unen al pueblo hermano
de Uruguay; de seguir estrechando los lazos con las naciones hermanas de
Latinoamérica.
Reitero también nuestro compromiso con la unidad; la
prosperidad de las Naciones de América Latina y del Caribe. Sean ustedes
muy, muy bienvenidos.
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, TABARÉ
VÁZQUEZ, EN LA CIUDAD DE MÉXICO
PRESIDENTE VÁZQUEZ: Señor Presidente de los Estados
Unidos Mexicanos, Licenciado Vicente Fox Quesada; autoridades
nacionales; señoras y señores; amigas y amigos: Gracias por recibirnos.
En nombre del Gobierno que tengo el honor de presidir, en nombre de la
Comitiva que me acompaña, pero sobre todo en nombre del pueblo uruguayo,
les traigo a los hermanos mexicanos el más fraterno de los saludos y el
más profundo de los agradecimientos, no solo por esta magnífica
recepción, sino por lo que el señor Presidente de esta querida nación
expresaba, cuando muchos uruguayos, miles de uruguayos encontraron en
este país hermano, fraterno y solidario, cobijo, respaldo, oportunidades
de vida que su propio país, en esa noche oscura de los tiempos no supo
brindarles. Muchas gracias, hermanos mexicanos; sobre todo muchas
gracias a estos niños que nos acompañan en la mañana de hoy.
Llego a México con la firme convicción de que esta
visita fortalecerá más aún la amistad entre nuestras naciones.
Una amistad matrizada en la pasión por la libertad y
la justicia que heredamos de Benito Juárez y de José Artigas.
Una amistad templada en momentos difíciles de nuestra
historia; porque ser amigos en tiempos de bonanza es relativamente
fácil, pero ser amigos en tiempos adversos no es tan sencillo ni
frecuente.
Y mexicanos y uruguayos, uruguayos y mexicanos, hemos
demostrado ser amigos en las buenas y más amigos aún en las malas.
Amigas y amigos, en la historia no hay atajos ni
milagros. En el futuro tampoco.
Hay sí, siempre hay más allá de las dificultades
inmediatas, oportunidades que debemos aprovechar para consolidarnos como
naciones y para integrarnos como región.
Porque no hay contradicción alguna entre ser mexicano
o uruguayo y sentirse latinoamericano.
Y ése, precisamente, es el motivo sustancial de esta
visita de Estado que, más allá de sus aspectos formales, es una
instancia de reencuentro y trabajo entre gobernantes de países hermanos.
Una amistad que nos impulsa hacia objetivos de
democracia y unidad latinoamericana, que también nos identifican y que
compartimos como utopías concretas.
En fin, una amistad que viene de lejos y que queremos
que vaya más lejos aún.
Una amistad profunda y que queremos profundizar más
aún.
Señor Presidente, señora y señores, tenemos una
intensa agenda por delante; antes de abordarla y para finalizar esta
intervención, permítanme reiterarles en nombre del pueblo, del Gobierno
Nacional y la Presidencia de la República Oriental del Uruguay, nuestra
alegría de estar aquí en este país que sentimos como nuestra casa, y
junto a ustedes que son nuestros hermanos. Muchas gracias. |