26/04/06


EN LA HISTORIA Y EL FUTURO NO HAY ATAJOS NI MILAGROS; SÍ OPORTUNIDADES
Tras recordar que la amistad entre Uruguay y México viene de lejos, y fue templada en momentos difíciles de nuestra historia, el Presidente Tabaré Vázquez afirmó que el motivo sustancial de su visita de Estado, más allá de sus aspectos formales, "es una instancia de reencuentro y trabajo entre gobernantes de países hermanos".

En el Palacio Nacional, sede del gobierno mexicano, y luego de las palabras pronunciadas por el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Vicente Fox, el Primer Mandatario uruguayo sostuvo que "llego a México con la firme convicción de que esta visita fortalecerá más aún la amistad entre nuestras naciones. Una amistad matrizada en la pasión por la libertad y la justicia que heredamos de Benito Juárez y de José Artigas", añadiendo que dicha amistad fue "templada en momentos difíciles de nuestra historia; porque ser amigos en tiempos de bonanza es relativamente fácil, pero ser amigos en tiempos adversos no es tan sencillo ni frecuente. Y mexicanos y uruguayos, uruguayos y mexicanos, hemos demostrado ser amigos en las buenas y más amigos aún en las malas".

"Una amistad que nos impulsa hacia objetivos de democracia y unidad latinoamericana, que también nos identifican y que compartimos como utopías concretas. En fin, una amistad que viene de lejos y que queremos que vaya más lejos aún. Una amistad profunda y que queremos profundizar más aún", dijo.

En este sentido, Vázquez afirmó que "en la historia no hay atajos ni milagros. En el futuro tampoco. Hay sí, siempre hay más allá de las dificultades inmediatas, oportunidades que debemos aprovechar para consolidarnos como naciones y para integrarnos como región".

A continuación se ofrecen las palabras de ambos mandatarios.

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, VICENTE FOX QUESADA, EN LA CEREMONIA OFICIAL DE BIENVENIDA EN EL PALACIO PRESIDENCIAL

PRESIDENTE FOX: Además de las raíces históricas que hermanan a nuestros pueblos; numerosas uruguayas y uruguayos han tenido una enorme influencia en el fortalecimiento de nuestra amistad.

Desde el gran José Enrique Rodó, cuya obra modeló el principio del Siglo XX mexicano y se constituyó en guía intelectual de toda una generación de mexicanos.

Y hay maestras, para muchas mexicanas y mexicanos fue también la gran Juana de América; sus poemas nos han acompañado gracias al libro de texto gratuito desde la más tierna infancia.

Aquí como en toda Latinoamérica se conocen ampliamente los cuentos de Horacio Quiroga; así como la obra de Juan Carlos Onetti.

Cuando las circunstancias obligaron a numerosos uruguayos a salir de su patria, muchos llegaron a esta tierra, que les abrió las puertas; les brindó refugio y respeto; amistad y cariño; en estas tierras ellos encontraron aquí un nuevo hogar, una segunda patria, y México encontró en ellos y en sus aportaciones una fuente de enriquecimiento intelectual y artístico de la cual en muchos sentidos nos seguimos nutriendo, la cual seguimos disfrutando.

Como maestros, vecinos o amigos, contribuyeron a la formación de varias generaciones de mexicanos, en áreas como el teatro; la música; el pensamiento y las letras.

La fortaleza de los lazos mexicanos-uruguayos, no se limita a los ámbitos de la historia, la cultura, o al de los sólidos principios y valores democráticos que hoy comparten nuestras naciones.

Van mucho más allá. Incluye aspiraciones comunes de un crecimiento económico firme y sostenido, así como la voluntad de alcanzar juntos un desarrollo que signifique, no sólo prosperidad, sino también justicia, bienestar compartido; no sólo crecimiento económico sino reducción de pobreza y distribución de riqueza, de ahí surgió la idea del Tratado de Libre Comercio que desde julio del año 2004 une a nuestras naciones, y que en su primer año de vigencia, logró que prácticamente duplicáramos nuestro intercambio en beneficio de ambas naciones.

Aún son muchos los potenciales beneficios de un comercio que puede ser mucho más amplio entre Uruguay y México, esta nación que no sólo está abierta al intercambio sino que es la economía más grande de Latinoamérica, México. Con un mercado en expansión de más de 100 millones de consumidores, vinculado con los mayores mercados del mundo; con una red de acuerdos comerciales con 43 naciones que facilitan el flujo de productos y de personas, el libre comercio justo y sin obstáculos.

De las aspiraciones compartidas por nuestros pueblos, surgió también el apoyo uruguayo al deseo mexicano de incorporarse como miembro asociado del MERCOSUR, lo cual mucho agradecemos y reconocemos, así como el respaldo de su país a los proyectos de integración regional que México impulsa.

Señor Presidente, señoras y señores, Uruguay y México son hoy elementos claves en la construcción de una América Latina unida, cada vez más; mejor integrada, con relación amistosa y con comercio amplio; con intercambios culturales, educativos y tecnológicos, y lo son México y Uruguay elementos claves en la construcción de esta relación. Porque han comprendido la importancia de la integración latinoamericana, que hay que construirla en diferentes niveles: del de la relación bilateral; la relación multilateral, para que avance en estos momentos tan oportunos de la globalización, y que avancen los temas de mayor interés que compartimos.

Usted lo sabe al igual que nosotros, el futuro de nuestra región depende de una integración exitosa, que no se detenga, que reconozca la existencia de asimetrías, no solo de cara al norte, si también entre las naciones latinoamericanas.

México, y Uruguay sabemos bien que estas asimetrías no desaparecerán ignorándolas y que al contrario nuestras naciones deben seguir trabajando juntas para superarlas.

Que mejor ejemplo, que el acuerdo de libre comercio de México dentro de la región de Norteamérica, que los ha convertido en la séptima potencia mundial del comercio, que ha permitido el desarrollo de empleos y de reducción de pobreza en nuestro país.

Que México hoy tiene una balanza comercial equivalente en tamaño al que todas las economías latinoamericanas juntas, y por tanto, más nuestra obligación de promover libre comercio; y de promover e intensificar esta relación.

Hoy se exige una relación sólida, para una vocación latinoamericana idealizada, y vislumbrada desde hace tiempo. Se exige un compromiso con la integración regional a toda prueba, superando diferencias; superando dificultades y obstáculos, así es la relación que caracteriza a México y a Uruguay.

Señor Presidente, deseo a usted y a su comitiva una instancia en México agradable y fructífera. Le reitero el firme deseo de esta nación, de seguir estrechando lazos que la unen al pueblo hermano de Uruguay; de seguir estrechando los lazos con las naciones hermanas de Latinoamérica.

Reitero también nuestro compromiso con la unidad; la prosperidad de las Naciones de América Latina y del Caribe. Sean ustedes muy, muy bienvenidos.

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, TABARÉ VÁZQUEZ, EN LA CIUDAD DE MÉXICO

PRESIDENTE VÁZQUEZ: Señor Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Licenciado Vicente Fox Quesada; autoridades nacionales; señoras y señores; amigas y amigos: Gracias por recibirnos. En nombre del Gobierno que tengo el honor de presidir, en nombre de la Comitiva que me acompaña, pero sobre todo en nombre del pueblo uruguayo, les traigo a los hermanos mexicanos el más fraterno de los saludos y el más profundo de los agradecimientos, no solo por esta magnífica recepción, sino por lo que el señor Presidente de esta querida nación expresaba, cuando muchos uruguayos, miles de uruguayos encontraron en este país hermano, fraterno y solidario, cobijo, respaldo, oportunidades de vida que su propio país, en esa noche oscura de los tiempos no supo brindarles. Muchas gracias, hermanos mexicanos; sobre todo muchas gracias a estos niños que nos acompañan en la mañana de hoy.

Llego a México con la firme convicción de que esta visita fortalecerá más aún la amistad entre nuestras naciones.

Una amistad matrizada en la pasión por la libertad y la justicia que heredamos de Benito Juárez y de José Artigas.

Una amistad templada en momentos difíciles de nuestra historia; porque ser amigos en tiempos de bonanza es relativamente fácil, pero ser amigos en tiempos adversos no es tan sencillo ni frecuente.

Y mexicanos y uruguayos, uruguayos y mexicanos, hemos demostrado ser amigos en las buenas y más amigos aún en las malas.

Amigas y amigos, en la historia no hay atajos ni milagros. En el futuro tampoco.

Hay sí, siempre hay más allá de las dificultades inmediatas, oportunidades que debemos aprovechar para consolidarnos como naciones y para integrarnos como región.

Porque no hay contradicción alguna entre ser mexicano o uruguayo y sentirse latinoamericano.

Y ése, precisamente, es el motivo sustancial de esta visita de Estado que, más allá de sus aspectos formales, es una instancia de reencuentro y trabajo entre gobernantes de países hermanos.

Una amistad que nos impulsa hacia objetivos de democracia y unidad latinoamericana, que también nos identifican y que compartimos como utopías concretas.

En fin, una amistad que viene de lejos y que queremos que vaya más lejos aún.

Una amistad profunda y que queremos profundizar más aún.

Señor Presidente, señora y señores, tenemos una intensa agenda por delante; antes de abordarla y para finalizar esta intervención, permítanme reiterarles en nombre del pueblo, del Gobierno Nacional y la Presidencia de la República Oriental del Uruguay, nuestra alegría de estar aquí en este país que sentimos como nuestra casa, y junto a ustedes que son nuestros hermanos. Muchas gracias.

© 2006 PRESIDENCIA - República Oriental del Uruguay | Derechos Reservados