VÁZQUEZ RATIFICÓ VALIDEZ TÉCNICA EN INSTALACIÓN DE
LAS PLANTAS
"Se cumplió con todas las normativas en la
instalación de estas plantas; la tecnología que se implementará es de
última generación y se sitúa, tal cual aclararan los técnicos en el
informe del Banco Mundial, en la franja del 5% de industrias instaladas
en EE.UU. -principal productor de pasta de celulosa- como las menos
contaminantes del mundo", dijo Vázquez.
En el marco de una conferencia de prensa en la
Escuela Nacional de México, el Presidente Tabaré Vázquez –junto a los
Ministros que lo acompañan en su visita oficial- señaló que el país
tiene a nivel internacional una normativa muy completa de preservación
medioambiental, "tiene una marca de ‘Uruguay País Natural’ y queremos
preservarla", aclaró respecto a la instalación de las plantas de
celulosa.
"Se han cumplido con todas las normativas en la
instalación de estas plantas, que todavía no han empezado a funcionar;
la tecnología que van a implementar es de última generación y se sitúa,
tal cual lo aclararan los técnicos canadienses que actuaran en el
informe para el Banco Mundial, en la franja del 5% de industrias
instaladas en los Estados Unidos de Norteamérica, principal productor de
pasta de celulosa como las menos contaminantes del mundo, y esta es la
única realidad", afirmó el Presidente.
"Desde el lado argentino creen que estas plantas
contaminan al Río Uruguay; Argentina tiene plantas, con tecnología de
hace muchos años atrás, algunas de ellas liberando cloro elemental
celulosa, en el cauce de los ríos que desembocan en el Río Uruguay o en
el Río de la Plata, común para los dos, altamente contaminantes",
enfatizó.
Vázquez considera que está bien que una serie de
habitantes del otro lado del Río Uruguay se preocupen por su salud y la
de quienes vendrán en el futuro, "pero cometen un acto que es
absolutamente ilegal, irregular y yo me atrevería a decir irreparable",
aseguró.
El Presidente uruguayo indicó que ambos países se
conectan por tres puentes: uno de ellos es una represa y faltando a todo
el marco legal, dentro de la propia Argentina, en la región y a nivel
internacional, porque en el Artículo 22 de la Constitución de la
República Argentina se establece la libre circulación en el territorio
argentino de bienes, de personas.
En el Artículo 1º del Tratado de Asunción de 1991 de
creación del MERCOSUR se establece que los países integrantes del
MERCOSUR garantizarán la libre circulación de bienes, vehículos y
personas y lo que está establecido a nivel internacional, ciudadanos
argentinos cortaron ilegalmente los puentes y no permiten la
circulación, como el Tratado indica, ni de personas, ni de vehículos ni
de bienes. "Y esto es lo que Uruguay dice que no puede ser", dijo
Vázquez.
"Las plantas de celulosa en el Uruguay no pueden
contaminar porque el daño que le podemos hacer es hipotético, es
eventual el que puede suceder cuando se terminen de instalar las plantas
de celulosa, dentro de cuatro años; lo que no es virtual, lo que no es
eventual, lo que no es que va a suceder dentro de cuatro o cinco años es
el daño real que se le hizo al Uruguay por el corte de los puentes
ilegal, irregular e irreverente", sentenció el Presidente. Agregando que
esto llevó a que en esta temporada turística -uno de los principales
ingresos del país- se perdieran más de 300 millones de dólares, "lo que
nos cuesta, para el cual tuvimos que hacer un enorme sacrificio, no el
Gobierno, el pueblo uruguayo, para llevar adelante el Plan de Emergencia
no sale de la plata de ningún gobernante, sale de la plata de la gente".
De esta forma explicó que ahora se ha optado por
"transitar el camino de reclamar judicialmente ante los tribunales
internacionales. Argentina quiere ir a la Corte Internacional de la
Haya, muy bien, vamos a la Corte Internacional, ¿qué perdemos? ¿Esto
implica que cortemos el diálogo con Argentina, que rompamos relaciones
que toda la historia rica que nos une? No, seguiremos dialogando. Pero
vamos a solucionar este problema sin duda alguna, estamos trabajando
para eso y detrás de esta posición está todo el Uruguay".
Por otra parte, en lo que refiere a la política
económica, el Ministro Astori dijo que la única forma de que Uruguay
gane importancia política para plantear en la región caminos de solución
a los problemas profundos que hoy se están viviendo es "mejorando
nuestra inserción comercial y de inversiones con el mundo en su
conjunto, esto es fuera de la región del MERCOSUR", pero no para
sustituirlo, sino para ganar ese poder de planteo, explicó.
"Hoy estamos en la víspera de una conversación
importante con los Estados Unidos y con su Presidente, pero no sólo no
descartamos, sino que al mismo tiempo nos planteamos permanentemente la
posibilidad de avanzar en la misma dirección, en otros países del mundo,
en otras áreas, para aumentar esa diversificación que un país pequeño
necesita; el poder de un país pequeño nace en una política exterior
diseñada con criterio no sólo de libertad, sino de autonomía en el
diseño de sus proyectos nacionales".
CONFERENCIA DE PRENSA DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA,
TABARÉ VÁZQUEZ, ACOMPAÑADO DE LOS MINISTROS DE ESTADO
PERIODISTA: Presidente, usted dijo hace algunos días
que en un año su Gobierno había disminuido el índice de pobreza extrema
y la mortalidad infantil. ¿Cómo logró su Gobierno estos resultados?
PRESIDENTE VÁZQUEZ: Para responder algunas de las
preguntas nos vamos a apoyar en lo que nosotros hemos utilizado en
nuestra profesión médica y en nuestra especialidad como disciplina de
trabajo, que es el trabajo en equipo. Ustedes saben muy bien, la gente
del Colegio lo sabe muy bien, es imposible hoy en día abarcar en su
totalidad y en profundidad los conocimientos actuales y la vorágine en
que se ha transformado la adquisición o la aparición de nuevos
conocimientos, de nuevos conceptos. Y ese trabajo en realidad nos ha
dado resultado. Nosotros somos médico por vocación y político por
accidente, pero tanto en uno como en otro caso estamos intentando
trabajar en equipo, y los logros de este Gobierno son los logros del
equipo de Gobierno, de todo el equipo de Gobierno, de los compañeros que
me acompañan aquí, en este momento el señor Ministro de Relaciones
Exteriores, Reinaldo Gargano; nuestro Ministro de Economía y Finanzas,
Danilo Astori; todos los Ministros y no solo del Poder Ejecutivo sino
también del Poder Legislativo, porque la Bancada mayoritaria de nuestra
fuerza política es sin duda desde el ámbito legislativo, un ámbito de
Gobierno.
Por tanto, yo voy a comenzar a responder esta
pregunta, pero le voy a pedir a mi compañero y amigo Danilo que me ayude
en la respuesta.
Cuando llegamos al Gobierno de la República Oriental
del Uruguay, luego de 63.553 días y medio de Gobierno de los partidos
tradicionales, y esto tiene una realidad matemática: si usted multiplica
174 años por 365 días y le suma -dividiendo 174 por cuatro- los días
correspondientes a los años bisiestos, o sea a esta altura son 43 días y
medio, tenemos 63.553 días y medio de Gobierno de los partidos
tradicionales, que eran los únicos que habían estado en el Gobierno en
nuestro país, hasta el 1º de marzo de 2004, lo que hace que hoy nuestro
Gobierno tenga frente a esos 63 mil y pico de días, 430 y pocos días.
Y encontramos un país con muchos problemas; debo
confesar que llegué a la Presidencia del país con muchos temores; uno de
los temores fundamentales que tuve es que llegados al Gobierno el Estado
uruguayo se desmantelara, se cayera, se desmoronara por ese cambio,
simplemente tan espectacular desde el punto de vista histórico de 174
años de Gobiernos de partidos tradicionales, a pasar a un Gobierno de
una fuerza progresista, de un partido político que apenas tiene 30 y
pocos años en el Uruguay.
Tuve muchos miedos; miedos a eso que acabo de
mencionar, a inestabilidad, inestabilidades sociales, inestabilidades
económicas, que felizmente pudimos superar, pero ante todo este
panorama, nosotros que llegábamos nuevitos al ejercicio del Gobierno
Nacional, teníamos dos opciones, como aquella persona a la que le
entregan o hereda un edificio que está sacudido hasta sus cimientos, que
está con rajaduras que no son sólo de sus paredes sino que afectan
también a su basamento y a sus cimientos, y que tiene la obligación casi
perentoria, el requerimiento permanente de mejorar la calidad de ese
edificio, que en un país es mejorar la calidad de vida de sus
habitantes. Y ante esa disyuntiva teníamos dos posibilidades: una, hacer
que rápidamente se viera bien, y que pareciera que como magos en poquito
tiempo solucionábamos el problema de las rajaduras, simplemente tapando
las mismas con un poco de cemento, y dándole una buena mano de pintura a
toda la casa, y presentándola como nueva, como brillante, pero
permaneciendo sus cimientos con severas alteraciones estructurales.
Esto iba a durar muy poco, por tanto tomamos la otra
opción, la que nos quedaba: trabajar sobre los cimientos, trabajar sobre
las bases estructurales del país, solidificar esos cimientos, cosa que a
veces no se ve rápidamente los resultados positivos que tiene la acción,
pero que se ve con solidez en el mediano y largo plazo.
Estamos todos trabajando por este último camino.
Mejorar la situación económica de nuestro país es fundamental, mejorar
su economía, solidificarla, darle bases sólidas a nuestro país desde el
punto de vista económico para poder después implementar una estrategia
de país a mediano y largo plazo. Y nuestra estrategia de Gobierno
es la estrategia de país, la de un país productivo, que genere riqueza y
la distribuya con justicia social.
No dejamos de lado la atención de la emergencia
social, y junto con la recuperación estructural del país comenzamos a
trabajar en la emergencia social, no con un criterio paternalista, sino
para transformar un concepto que se había ido arraigando en nuestro
país, por el cual se miraba a los pobres como objeto de dádiva, cuando
nosotros queremos que los pobres sean sujeto de derecho, y que
recuperaran todo los derechos como ciudadanos, y que aquellos sectores
de la población que estaban marginados con este plan reinsertaran, se
integraran nuevamente en el sistema democrático de convivencia y
desarrollamos el Plan de Emergencia que no solo es dar un salario social
a los ciudadanos uruguayos indigentes, sino también es darle y pedir,
darle un apoyo, pero pedirle que concurran a centros de capacitación
para su reinserción laboral, pedirle que obliguen a sus niños a
concurrir todos los días a los centros educativos, y a los jóvenes
ayudarlos a capacitarse, avanzar en los planes educativos, que se
incluyan en programas de atención médica, psicológica y odontológica, e
ir capacitándolos hacia caminos de salida de este Plan de Emergencia que
no va a durar más que dos años, porque pretendemos que en los dos años
estemos generando condiciones para llevar adelante la mejor política
económica y social que pudimos llevar en nuestro país que es generar
puestos de trabajo genuinos y decentes para todos nuestros
conciudadanos.
Así actuamos, y actuamos firmemente en el plano
económico, y en el plano económico tuvimos resultados. Yo le pediría el
Ministro Danilo Astori que se expresara sobre ellos, que son la base por
la cual disminuyó la pobreza, disminuyó la mortalidad infantil, y no
está dicho por el Gobierno, sino está dicho por cifras de organizaciones
internacionales que han medido realmente el impacto.
MINISTRO ASTORI: Muy buenas tardes a todos. Créanme
que es un placer, un honor para mí estar participando junto al
Presidente Vázquez de esta jornada de trabajo en el Colegio de México, y
en su Sede, Institución que ha hecho tanto, que ha hecho tantas
contribuciones a la formación del pensamiento latinoamericano autónomo
en áreas fundamentales de la creación del conocimiento. Y que tanto nos
ayudó a tantas generaciones de uruguayos a progresar en el ámbito de
nuestras respectivas formaciones.
Para dar una respuesta sintética, complementaria de
la que ya adelantó el Presidente Vázquez, quiero señalar que comenzamos
a trabajar el 1º de marzo del año pasado, con fuertes índices de
deterioro en materia de pobreza, desigualdad y marginación. Y
naturalmente, sabiendo que la principal polea de transmisión de esa
pobreza y de esa desigualdad habían sido durante mucho tiempo -como ya
adelantó el Presidente- los problemas de empleo, que no son sólo
problemas de cantidad, esto es de insuficiencia, de trabajo productivo,
sino también problemas de calidad, problemas de calidad del trabajo
creado. Eso en un país fuertemente endeudado, con la deuda más grande de
su historia, y al mismo tiempo en términos relativos, una de las más
altas del mundo.
Por supuesto, teníamos un solo camino a seguir para
encarar coherentemente todas estas urgencias, y ese camino no era, ni es
otro, que el dar una enorme importancia y prioridad a la inversión
productiva.
Nosotros, al mismo tiempo de fortalecer esta
inversión productiva, de priorizarla, de asegurarle estímulos, estábamos
disponiendo, precisamente, la formulación y la puesta en práctica, de un
Plan de Emergencia destinado, como su nombre lo indica, a atender las
urgencias más inmediatas de la pobreza más dura, de las situaciones de
pobreza más importantes que tenía el país.
Y así comenzamos a trabajar, fortaleciendo la
inversión, atendiendo la emergencia social, pero sabiendo que sólo
creando más y mejor empleo los uruguayos tendrían una atención
estructural digna de sus condiciones esenciales de vida.
Los resultados han acompañado, por suerte.
Naturalmente no me puedo olvidar que nos ayuda mucho una situación del
mercado mundial muy favorable a nuestros intereses. Pero también es
cierto que por el hecho de estar transitando por un camino serio y
responsable, el mercado también confía en el Uruguay, y nos ha ayudado
muchísimo a solucionar los problemas financieros más urgentes.
La producción el año pasado creció casi 7%, la
inversión productiva llegó casi a duplicarse, con una fuerte presencia
de inversión del exterior lo que demuestra confianza en el país.
Las exportaciones están creciendo considerablemente y
esto ayuda a mejorar la inserción internacional del Uruguay. Y al mismo
tiempo, hay un fuerte impulso a la creación de empleo productivo.
Quiero decirles que al terminar el año pasado, la
medición de la pobreza ya había disminuido en tres puntos respecto a la
población total y esto involucra, en el Uruguay, a una población total
de unos 80 mil compatriotas.
El Plan de Emergencia al que hacía alusión el
Presidente, atiende hoy a más de 70 mil familias, lo cual involucra -su
vez- a un total de unos 300 mil compatriotas. Esto es alrededor, o casi,
el 10% de la población del Uruguay.
PERIODISTA: ¿Qué tanto puede cambiar el MERCOSUR y
qué espera Uruguay de las conversaciones comerciales con Estados Unidos?
MINISTRO ASTORI: Bueno, aquí hay una interacción muy
importante que me parece que el Presidente planteó con mucha claridad en
su presentación.
Nosotros pertenecemos naturalmente al MERCOSUR; no
sería concebible imaginar al Uruguay fuera del MERCOSUR. Tampoco nos
podemos dar el lujo de ignorar los gravísimos problemas por los que
atraviesa este proyecto de integración, que sembró tantas esperanzas en
1991, cuando nació.
Entonces, Uruguay tiene que volcar todo su esfuerzo,
naturalmente político –en primer lugar- en el sentido estricto de la
palabra, a la contribución, a la búsqueda de soluciones que nos permitan
ir superando los importantes problemas que enumeraba el Presidente y yo
no repito para no demorar más la respuesta.
La gran pregunta es cómo Uruguay gana importancia
política para plantear en la región caminos de solución a los problemas
profundos que hoy se están viviendo. Y a nuestro juicio hay una sola
respuesta a esta pregunta, y es: mejorar nuestra inserción comercial y
de inversiones con el mundo en su conjunto, esto es fuera de la región
del MERCOSUR, no para sustituirlo, sino para ganar poder de planteo de
soluciones a los importantes problemas que hoy vivimos.
¿Y qué esperamos de las pláticas comerciales con
Estados Unidos? Esperamos avanzar por este camino, sabiendo que no sólo
nos lo planteamos con respecto a los Estados Unidos.
Hoy estamos en la víspera de una conversación
importante con los Estados Unidos y con su Presidente. Pero no sólo no
descartamos, sino que al mismo tiempo nos planteamos permanentemente la
posibilidad de avanzar en la misma dirección, en otros países del mundo,
en otras áreas, para aumentar esa diversificación que un país pequeño
necesita; el poder de un país pequeño nace en una política exterior
diseñada como expuso el Presidente, con criterio no sólo de libertad,
sino de autonomía en el diseño de sus proyectos nacionales.
El sistema de mercado ha probado ser el engendrador
principal de la desigualdad. Seguramente es así cuando actúa sin ningún
punto de referencia, sin ningún criterio de orientación y de
articulación, pero nosotros nos proponemos -como también señalaba el
Presidente en su ponencia- buscar la mejor manera de articular las
responsabilidades públicas y privadas, de modo de aprovechar lo mejor
que puede aportar cada uno.
El mercado es imprescindible y la orientación del
sector público también, buscando un adecuado equilibrio entre ambos, es
que nosotros pensamos materializar el programa con el que estamos
trabajando, que es el Programa de la Izquierda uruguaya, aquel que
pretende darle a los uruguayos lo que los uruguayos están esperando hace
tanto tiempo y no han logrado a partir de los Gobiernos precedentes.
¿Qué cambios instrumentará en la política económica?
Esta, como ustedes se imaginarán, es una pregunta muy general,
requeriría una respuesta muy larga pero contesto sintéticamente diciendo
que deberíamos conjugar el verbo en otro tiempo, porque ya los empezamos
a instrumentar desde el 1º de marzo del año pasado, cuando diseñamos las
principales orientaciones de la política macroeconómica que a diferencia
de lo que algunos afirman, tiene cambios muy importantes respecto a la
anterior, y para ello basta, por ejemplo examinar el contenido del
Presupuesto Quinquenal que hemos presentado el año pasado, pero que al
mismo tiempo se apoya en lo que Uruguay está esperando hace tanto tiempo
y nunca se logró completar en la práctica: un conjunto de reformas
estructurales que hagan sostenible el Programa de Gobierno.
Ningún Programa de Gobierno se puede basar o puede
limitarse a los éxitos de corto plazo, eso no es dable. Un Programa de
Gobierno, sobre todo un Programa transformador, un Programa de Izquierda
tiene que hacer cambios estructurales, y eso ya lo empezamos a hacer el
año pasado.
Mencioné uno que es el contenido del Presupuesto; el
contenido del Presupuesto no sólo se basa en el criterio de
responsabilidad fiscal, sino que como nunca antes le ha asignado una
clara prioridad en el marco de las limitaciones de recursos que tenemos,
a la salud, a la educación, a la seguridad pública y a la
infraestructura, pero también estamos haciendo cambios muy importantes
en el sistema financiero del Uruguay.
Estamos presentando y tratando ya en el Parlamento
una Reforma Tributaria que altera sustancialmente lo que ha sido la
realidad del sistema tributario del Uruguay durante toda nuestra
historia contemporánea. Estamos cambiando fundamentalmente la
administración tributaria, por mejor que sea la Reforma Tributaria que
hagamos si no tenemos una buena administración de ese sistema no vamos a
tener buenos resultados, estamos preparando y presentando nuevas
legislación en materia de competencia, en materia de legislación
concursal y de quiebra para ayudar a las empresas con dificultades a
tener alternativas.
Hemos instalado una Oficina de Administración de la
Deuda Pública en el Ministerio de Economía y Finanzas para hacer lo que
nunca se hizo que es administrar nuestra deuda con criterio profesional
a la luz del interés nacional. Y naturalmente estamos procesando un
cambio muy importante en nuestra política económica exterior, de acuerdo
con lo que ya les comentaba el Presidente Vázquez, pudimos detallar en
una pregunta precedente.
Estas son algunas de las reformas que estamos
haciendo, todas de carácter estructural que son en realidad el alma de
los cambios en la política económica.
PRESIDENTE VÁZQUEZ: Nos han llegado una cantidad
impresionante de preguntas, mucho más de las cinco. Pero creo que las
podemos agrupar para poder dar una respuesta rápida. Hay –precisamente
como decía Danilo- algunas inquietudes referidas a la política
internacional actual que sigue el Gobierno adelante y al posicionamiento
de nuestros hermanos uruguayos que formaron una patria peregrina. Yo le
pediría al señor Canciller que brevemente haga referencia a estos temas.
CANCILLER GARGANO: Buenas tardes a todos. Un abrazo
para aquellos que conozco hace mucho tiempo, y gracias por invitarme a
participar.
Yo tengo una primera pregunta aquí, a partir de ella
voy a tocar algunos temas, velozmente una síntesis sobre lo que estamos
haciendo en materia de política exterior.
Se nos pregunta: ¿qué opina sobre integrar al
MERCOSUR a Venezuela y a Cuba mismo para potenciar el apoyo de las
Naciones de América?
Yo quiero responder a esto que el Programa al cual se
refirió nuestro Presidente indica que la prioridad en materia de
política exterior es la integración en la región, y la región es América
Latina. La más concentrada es el MERCOSUR, como se habló ahí hemos
tenido dificultades, hemos compartido limitaciones, pero se han dado
pasos muy importantes, no hay que tirar por la borda todo lo que hemos
hecho durante estos 14 años, y decir por ejemplo que hemos hecho cosas
realmente importantes. En el último semestre la Presidencia Pro Tempore
del MERCOSUR recayó en el Uruguay. Y Uruguay logró por primera vez,
perdónenme que yo cite a su Gobierno, Presidente, que haya un Protocolo
de coordinación e integración energética en el MERCOSUR, eso es un
avance formidable. Hay que instrumentarlo, hay que poner el dinero, la
fuerza, la capacidad y la voluntad de hacerlo.
Hemos logrado por primera vez, yo creo que en América
del Sur, en Latinoamérica, que los ciudadanos brasileños, argentinos,
uruguayos y paraguayos tengan capacidad para obtener la residencia y la
documentación, y trabajar en cada uno de los países sin otra condición
que presentar su documento de identidad nacional, uruguayo.
Esto que parece una cosa pequeña, a los ojos del que
vive regularmente, pero no para el indocumentado.
Hemos hecho una cosa inédita en el país, un amigo, un
compañero del Ministerio me decía hoy que es la base más importante –yo
no estoy seguro, creo que es importante- nosotros tenemos 19
departamentos, seguimos la estructura organizacional del país según la
concepción francesa, tenemos departamentos, no tenemos ni provincias, ni
nada. Y constatamos en el curso de los últimos 10 años que teníamos 550
mil uruguayos fuera del país, el 15% de la población, y dijimos, lo que
hay que organizar es el Departamento 20. Y creamos, modificamos la
estructura jurídica del Departamento Consular y resolvimos
caracterizarlo como de atención al Uruguay peregrino, y a la tarea
consular. Y ha dado un resultado espectacular, desde el punto de vista
de la capacidad de la gente para vincularse entre sí, y para vincularse
con el país. Y yo no digo con orgullo que nosotros tenemos un 15% de la
población; esto si ustedes me permiten Enrique Iglesias me dijo: "si se
comparara con Brasil serían 30 millones de brasileros los que deberían
estar afuera", para que ustedes tengan una idea. Gente con capacidades
muy importantes, calificadas. El Uruguay ha gastado en el siglo XX un
porcentaje altísimo de su ingreso en capacitar a su gente. Y hemos
llevado a la emigración a gente de enorme talento, que afortunadamente
no se ha olvidado del país. Y hemos reconstituido por el esfuerzo de
ellos, por ejemplo ahora una Agencia Regional del Instituto Pasteur para
América Latina, en Uruguay, poniendo a la cabeza al doctor Dighiero, que
es un especialista de primer nivel, de enorme talento internacional, muy
conocido. Pero voy a decir algún ejemplo más de esto, de esta patria
peregrina y de lo que puede dar.
Me preguntaban, ¿cómo pueden vincular…? Hace muy poco
se entregó un premio internacional a un descubrimiento que hizo un
investigador uruguayo, médico él, preso durante 15 años, emigrado a
Suecia, y allí estudió, terminó su carrera, se formó, se hizo
investigador, y descubrió –a ver si digo bien –usted me corrige Doctor,
yo de medicina se muy poco- que aplicando la tomografía a la
investigación de las células que provocan el Mal de Alzeimer y
experimentando con drogas sobre la evolución de esta segunda droga que
se aplicara, se podían conseguir avances en la detención del proceso. Y
es más, recibió reconocimiento internacional.
PRESIDENTE VÁZQUEZ: Este es el mejor ejemplo de los
beneficios de trabajar en equipo. El Canciller habla como un experto
científico.
MINISTRO GARGANO: No, no es así. Yo lo conozco eso, y
además los males que yo tengo, las pastillas que tengo que tomar para la
presión.
Pero yo razono en general. Nosotros tenemos como
objetivo un proceso de integración. Yo sé que no es cosa sencilla, pero
se han dado pasos importantes. Yo llamaba hace poco tiempo, hasta hace
cuatro o cinco meses, el acto virtuoso que está surgiendo en América del
Sur; desde Chile, Argentina, a Brasil, Paraguay, con Gobiernos que
-diciéndolo con otras palabras pero como ya lo hizo mi compañero Danilo
Astori, partían de la base que el modelo neoliberal que apuntaba que el
mercado lo resolvía todo, había fracasado y había sumido a los pueblos,
a nuestros pueblos en la miseria. Cuatrocientos millones de habitantes,
doscientos millones de pobres en Sudamérica, una cosa insólita y que
pensaban hacer otra cosa.
Y, bueno, hemos encontrado dificultades; y no son las
primeras ni van a ser las últimas, habrán muchas más. Pero hemos
conseguido avanzar.
Una de ellas es el Tratado de Libre Comercio que
hemos hecho con México. Esto lo hicimos antes de llegar al Gobierno, el
informante de ese Tratado fui yo como Presidente de la Comisión de
Asuntos Internacionales en el Senado de la República, siendo un hombre
de izquierda. Y, bueno, entendiendo que hay que integrar al país pero
también no perder en lo que hace al interés nacional del país.
Yo les voy a describir así, velozmente:
autosuficientes en energía, con antecedentes en energía, porque es el
problema fundamental del Siglo XXI. El tercer reservorio de agua dulce,
la mayor cantidad de producción de alimentos del mundo, sumando nada más
que a Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.
Tenemos pesca, ganado, minerales de todo tipo;
reservorios de gas como no hay en el mundo, entre Venezuela y Bolivia
tienen las reservas más grandes. Junto a todo esto y las posibilidades
que esto brindan.
No hay una sola carretera que una el Pacífico con el
Atlántico. No hay una sola línea férrea que una el Pacífico con el
Atlántico, ni una sola línea férrea que una el Norte con el Sur. Ni un
solo canal que discurra cursos de agua que pueda concentrar una hidrovía
efectiva del Caribe al Río de la Plata.
Hemos asistido durante dos siglos, tres siglos, a una
desintegración programada.
Yo siempre ejemplifico porque las trochas de los
ferrocarriles son distintas en Brasil que en Uruguay. En Livramento son
más anchas que en Rivera, para que el tren no pase de largo, y así se
sigue. Eso está programado, eso está hecho arbitrariamente.
Y nosotros tenemos que programar la integración, al
revés de lo que se hizo. Y yo creo que ahí van la resolución de los
problemas.
Hay problemas políticos, pero la concepción que
nosotros tenemos en torno al proceso de integración, y en torno a la
forma de vincularnos económicamente con otras regiones no pasa por una
cuestión ideológica, pasa por una cuestión de conveniencia y
conveniencia para los latinoamericanos.
Unir América Latina significa -y voy a terminar con
esto- no solo posibilitar eliminar la pobreza, un desarrollo integrado;
y yo hablo siempre en términos de la agricultura, vamos a empezar a no
hablar de las fábricas, sin antes tender las líneas por las que las
fábricas reciben sus insumos y donde se conecten.
Los pueblos nacieron al lado de las vías férreas y de
las carreteras; o al lado de las costas, donde se fundaron los puertos.
Busquemos, de todas formas, que esa integración sirva para crear
trabajo. Yo quiero que se haga algún día redes de comunicación, no solo
para asegurar problemas de las industrias, sino para dar trabajo a los
cuatro mil obreros que van a trabajar en las redes o en las carreteras.
Se trata de resolver simultáneamente las dos cosas.
Y el avance que se puede aportar es por la gente que
vive la diáspora es fundamental. Están abiertas las puertas para que lo
hagan en los otros sentidos. También nosotros estamos trabajando en
ello, y yo creo que vamos a tener éxito, porque los uruguayos somos
salidores pero volvedores. Tenemos capacidad para volver, nos gusta
nuestro país y, bueno, amamos a los demás pero también nos queremos a
nosotros mismos.
Y yo resumiría en eso, Presidente, las preguntas.
Creo que están comprendidas ya casi todas, ¿verdad?
PRESIDENTE VÁZQUEZ: Casi todas las que usted tiene,
no estas que yo tengo acá. Que como comprenderán va a ser imposible que
podamos contestar todas, porque son demasiadas. Algunas que se
relacionan, en principio lo podemos hacer rápidamente. Acá hay una
pregunta sobre si es posible instrumentar, además de una relación
económica bilateral, realizar una cooperación cultural y académica que
permita la integración real y del conocimiento. Bueno, está claro que
una integración no puede ser solo económica, la cultural tiene que
existir, tiene que estar.
Pero nosotros pertenecemos a una Patria Grande, donde
tenemos muchas cosas en común y que a veces vamos desarrollando un
intercambio y una integración en lo académico y cultural.
Hay varias preguntas sobre el conflicto con
Argentina. El conflicto con Argentina va a solucionarse, tiene que
solucionarse. Tiene dos niveles, dos niveles.
Uno, es lo que se refiere a la instalación de plantas
de producción de pasta de celulosa en el Uruguay, con inversiones
extranjeras provenientes de dos países, Finlandia y España, que tienen
una gran experiencia en la producción de pasta de celulosa.
Bien. Como todo sabemos, esta actividad industrial,
como cualquier otra actividad, como la actividad humana simple y
sencilla actividad de vivir, genera trastornos medioambientales.
El mayor depredador que tiene la naturaleza es el
hombre por el simple hecho de estar.
Pero la humanidad ha tomado conciencia que en este
contexto universal el único barco que tenemos para transitarlo es la
Tierra, la que tenemos hoy. Por lo menos hoy, quizás nuestros hijos
descubran otras cosas, pero hoy vivimos en esta Tierra y tenemos que ser
concientes que nosotros, hermanos generacionales, hemos recibido de
nuestro antepasados generacionales un mundo que tendremos que dejarles a
nuestros hijos, y tenemos la obligación de dejar el mundo mejor, si es
posible, que el que recibimos. Sobre todo lo que se refiere al contexto
medioambiental.
Y Uruguay ha tomado conciencia de esta realidad. No
este Gobierno, el Uruguay en su conjunto en Gobiernos anteriores.
Por algo entre los tres países del mundo que están
mejor considerados en cuanto a la preservación de su medio ambiente está
Uruguay, Uruguay está tercero o cuarto en la preservación del
medioambiente. Y que queremos seguir así.
Y que necesitamos trabajo. Que necesitamos trabajo
para nuestra gente. Por eso necesitamos inversiones para generar puestos
de trabajo, pero no estamos dispuestos a pagar con la salud de nuestra
gente, en la generación de puestos de trabajo.
Por tanto, cuando estas empresas decidieron
instalarse en Uruguay para producir pasta de celulosa, se cuidó muy bien
el Gobierno anterior, nos cuidamos muy bien nosotros, se cuidó muy bien
el Uruguay, que cumplieran con toda la normativa legal vigente en el
Uruguay y con toda la normativa de preservación medioambiental que el
país tiene y que además existe a nivel internacional, la más completa;
es la que ha adoptado.
Uruguay tiene el título, la marca en el orillo de
"Uruguay País Natural" y lo queremos preservar.
Se han cumplido con todas las normativas en la
instalación de estas plantas, que todavía no han empezado a funcionar,
no han empezado a funcionar y también de preservación del medioambiente
y el Gobierno uruguayo garantiza que va a ser un control estricto para
que se cumpla con estas normativas.
La tecnología que van a implementar estas plantas son
de última generación y se sitúa, tal cual lo aclararan los técnicos
canadienses que actuaran en el informe para el Banco Mundial, en la
franja del 5% de industrias instaladas en los Estados Unidos de
Norteamérica, principal productor de pasta de celulosa como las menos
contaminantes del mundo, y esta es la realidad, esta es única.
Desde el lado argentino creen que estas plantas
contaminen el Río Uruguay, que es limítrofe ente los dos países, y se ha
desencadenado un fenómeno que es el otro componente de este tema.
Argentina tiene plantas, con tecnología de hace muchos años atrás,
algunas de ellas liberando cloro elemental celulosa, en el cauce de los
ríos que desembocan en el Río Uruguay o en el Río de la Plata, común
para los dos, altamente contaminantes.
Sin embargo surge esta preocupación de una serie de
habitantes del otro lado del Río Uruguay es preocupante, y está
bien que se preocupen por su salud y la salud de quienes vendrán en el
futuro. Pero cometen un acto que es absolutamente ilegal, irregular y yo
me atrevería a decir irreparable.
El Uruguay y Argentina se conectan por tres puentes,
uno de ellos es una represa y faltando a todo el marco legal, dentro de
la propia Argentina, en la región y a nivel internacional, la República
Argentina porque en el artículo 22 de la Constitución de la República
Argentina se establece la libre circulación en el territorio
argentino de bienes, de personas.
En el artículo 1º del Tratado de Asunción de 1991 de
creación del MERCOSUR se establece que los países integrantes del
MERCOSUR garantizarán la libre circulación de bienes, vehículos y
personas y lo que está establecido a nivel internacional, ciudadanos
argentinos cortaron ilegalmente los puentes y no permiten la
circulación, como el Tratado indica, ni de personas, ni de vehículos ni
de bienes. Y esto es lo que Uruguay dice que no puede ser, y no puede.
Y hay un diferendo muy importante las plantas de
celulosa en el Uruguay no pueden contaminar porque el daño que le
podemos hacer es hipotético, es eventual el que puede suceder cuando se
terminen de instalar las plantas de celulosa, dentro de cuatro años, lo
que no es virtual, lo que no es eventual, lo que no es que va a suceder
dentro de cuatro o cinco años es el daño real que se le hizo al Uruguay
por el corte de los puentes ilegal, irregular e irreverente.
Que llevó a que en esta temporada turística, uno de
los principales ingresos del país, ustedes saben, es el turismo, se
perdieran más de 300 millones de dólares, lo que nos cuesta, para el
cual tuvimos que hacer un enorme sacrificio, no el Gobierno, el pueblo
uruguayo, para llevar adelante el Plan de Emergencia no sale de la plata
de ningún gobernante, sale de la plata de la gente.
Entonces ahora hemos optado por transitar el camino
de reclamar judicialmente ante los tribunales internacionales.
Argentina quiere ir a la Corte Internacional de la
Haya, muy bien, vamos a la Corte Internacional, ¿qué perdemos? Que hemos
armado dentro del marco del Derecho Internacional y estamos pidiendo que
el MERCOSUR se expida sobre este tema jurisdiccionalmente. Porque
estamos seguros que hemos zarpado dentro del marco, ¿esto implica que
cortemos el diálogo con Argentina, que rompamos relaciones que toda la
historia rica que nos une? No, seguiremos dialogando y efectos
suspensivos del camino que el Gobierno uruguayo ha tomado es el camino
del dialogo. Pero vamos a solucionar este problema sin duda alguna,
estamos trabajando para eso y detrás de esta posición está todo el
Uruguay.
No puedo contestar todas las otras preguntas, pero
hay una a la que si quiero si contestar muy brevemente.
¿Cuando se hará justicia a los exiliados, en
particular a los uruguayos en general castigando a los culpables de los
crímenes de la dictadura militar?.
Miré, el 1° de marzo del 2005 en el discurso que
hiciéramos en la explanada de la escalinata del Palacio Legislativo en
horas de la noche, dijimos que íbamos a cumplir dentro de la
Constitución y la Ley, fuera de la Constitución y la Ley nada; y que
íbamos a cumplir con el artículo 4° de la Ley de Caducidad investigando
el destino de los ciudadanos uruguayos desaparecidos en la dictadura
militar; y dijimos que íbamos a entrar a investigar en los lugares donde
se denunciará que existían enterramientos clandestinos, y si eran
cuarteles, ir.
Hasta ese día yo creo que era muy difícil empezar a
creer que el Uruguay iba a poder entrar a los cuarteles para buscar
dentro a detenidos desaparecidos. Encontrar como encontramos restos,
conseguir la cooperación de los Comandantes en Jefe de las tres fuerzas,
de las tres armas de la comandancia uruguaya donde con una enorme
valentía los militares reconocen que en la época de la dictadura
torturaron, mataron, secuestraron, enterraron clandestinamente,
desenterraron clandestinamente, cuando mataban a un ciudadano y no
tenían certificado de defunción lo enterraban y decían que se había
fugado y pedían captura del ciudadano, lo reconocieron, lo encubrieron.
Hoy las Fuerzas Armadas uruguayos trabajan en el
terreno de la institucionalidad democrática respaldando lo que el pueblo
uruguayo libre y soberanamente decidió en ese artículo 4°, bajo el mando
de el Gobierno y de el Mando Superior de las Fuerzas Armadas de la
República y colaborando para encontrar uruguayas y uruguayos,
ratificando el camino de la reconciliación definitiva que sólo se va ha
lograr cuando conozcamos la verdad de todo lo que a pasado y se pueda
llevar adelante hacia esa dirección.
Acaban de ser extraditados tres militares del Uruguay
a Chile por la supuesta muerte de un ciudadano chileno colaborador de la
dictadura del General Pinochet porque lo que vio la Justicia chilena,
porque la Justicia uruguaya, la Suprema Corte de Justicia uruguaya
dictaminó independientemente en el Uruguay estamos en un Estado de
derecho entre poderes independientes o de otros poderes del Estado. El
Poder Judicial resolvió y el Ejecutivo cumplió dando trámite a la
extradición.
Vamos a trabajar por ese camino y créanme que estamos
trabajando no solo en el ámbito civil sino con las Fuerzas Armadas
uruguayas –que reitero- están absolutamente subordinadas al poder civil
cumpliendo su tarea, honrosamente su tarea; y estamos avanzando
lentamente quizás si, pero con logros que eran impensables un año atrás.
Y en esta tarea creánme hemos trabajado –reitero- no
con ánimo de venganza porque no lo tenemos, ni de persecución de nadie,
porque no lo tenemos, sino con el ámbito de cerrar las heridas que
todavía existen en el ámbito de la sociedad uruguaya.
Y para finalmente todos los uruguayos que están en el
país, y que están fuera del país, los civiles y los militares podemos
trabajar, o vamos a trabajar fuertemente unidos para lograr que
realmente Uruguay sea como para todos los uruguayos, un Uruguay de vida
digno para quienes están allá y para quienes estando afuera quieran
volver, sea tanto de México o como de cualquier otro país, dar una mano
de acá que ojalá nos sirva a todos para trabajar dentro del Uruguay
Productivo. |