27/04/06


VÁZQUEZ RATIFICÓ VALIDEZ TÉCNICA EN INSTALACIÓN DE LAS PLANTAS
"Se cumplió con todas las normativas en la instalación de estas plantas; la tecnología que se implementará es de última generación y se sitúa, tal cual aclararan los técnicos en el informe del Banco Mundial, en la franja del 5% de industrias instaladas en EE.UU. -principal productor de pasta de celulosa- como las menos contaminantes del mundo", dijo Vázquez.

En el marco de una conferencia de prensa en la Escuela Nacional de México, el Presidente Tabaré Vázquez –junto a los Ministros que lo acompañan en su visita oficial- señaló que el país tiene a nivel internacional una normativa muy completa de preservación medioambiental, "tiene una marca de ‘Uruguay País Natural’ y queremos preservarla", aclaró respecto a la instalación de las plantas de celulosa.

"Se han cumplido con todas las normativas en la instalación de estas plantas, que todavía no han empezado a funcionar; la tecnología que van a implementar es de última generación y se sitúa, tal cual lo aclararan los técnicos canadienses que actuaran en el informe para el Banco Mundial, en la franja del 5% de industrias instaladas en los Estados Unidos de Norteamérica, principal productor de pasta de celulosa como las menos contaminantes del mundo, y esta es la única realidad", afirmó el Presidente.

"Desde el lado argentino creen que estas plantas contaminan al Río Uruguay; Argentina tiene plantas, con tecnología de hace muchos años atrás, algunas de ellas liberando cloro elemental celulosa, en el cauce de los ríos que desembocan en el Río Uruguay o en el Río de la Plata, común para los dos, altamente contaminantes", enfatizó.

Vázquez considera que está bien que una serie de habitantes del otro lado del Río Uruguay se preocupen por su salud y la de quienes vendrán en el futuro, "pero cometen un acto que es absolutamente ilegal, irregular y yo me atrevería a decir irreparable", aseguró.

El Presidente uruguayo indicó que ambos países se conectan por tres puentes: uno de ellos es una represa y faltando a todo el marco legal, dentro de la propia Argentina, en la región y a nivel internacional, porque en el Artículo 22 de la Constitución de la República Argentina se establece la libre circulación en el territorio argentino de bienes, de personas.

En el Artículo 1º del Tratado de Asunción de 1991 de creación del MERCOSUR se establece que los países integrantes del MERCOSUR garantizarán la libre circulación de bienes, vehículos y personas y lo que está establecido a nivel internacional, ciudadanos argentinos cortaron ilegalmente los puentes y no permiten la circulación, como el Tratado indica, ni de personas, ni de vehículos ni de bienes. "Y esto es lo que Uruguay dice que no puede ser", dijo Vázquez.

"Las plantas de celulosa en el Uruguay no pueden contaminar porque el daño que le podemos hacer es hipotético, es eventual el que puede suceder cuando se terminen de instalar las plantas de celulosa, dentro de cuatro años; lo que no es virtual, lo que no es eventual, lo que no es que va a suceder dentro de cuatro o cinco años es el daño real que se le hizo al Uruguay por el corte de los puentes ilegal, irregular e irreverente", sentenció el Presidente. Agregando que esto llevó a que en esta temporada turística -uno de los principales ingresos del país- se perdieran más de 300 millones de dólares, "lo que nos cuesta, para el cual tuvimos que hacer un enorme sacrificio, no el Gobierno, el pueblo uruguayo, para llevar adelante el Plan de Emergencia no sale de la plata de ningún gobernante, sale de la plata de la gente".

De esta forma explicó que ahora se ha optado por "transitar el camino de reclamar judicialmente ante los tribunales internacionales. Argentina quiere ir a la Corte Internacional de la Haya, muy bien, vamos a la Corte Internacional, ¿qué perdemos? ¿Esto implica que cortemos el diálogo con Argentina, que rompamos relaciones que toda la historia rica que nos une? No, seguiremos dialogando. Pero vamos a solucionar este problema sin duda alguna, estamos trabajando para eso y detrás de esta posición está todo el Uruguay".

Por otra parte, en lo que refiere a la política económica, el Ministro Astori dijo que la única forma de que Uruguay gane importancia política para plantear en la región caminos de solución a los problemas profundos que hoy se están viviendo es "mejorando nuestra inserción comercial y de inversiones con el mundo en su conjunto, esto es fuera de la región del MERCOSUR", pero no para sustituirlo, sino para ganar ese poder de planteo, explicó.

"Hoy estamos en la víspera de una conversación importante con los Estados Unidos y con su Presidente, pero no sólo no descartamos, sino que al mismo tiempo nos planteamos permanentemente la posibilidad de avanzar en la misma dirección, en otros países del mundo, en otras áreas, para aumentar esa diversificación que un país pequeño necesita; el poder de un país pequeño nace en una política exterior diseñada con criterio no sólo de libertad, sino de autonomía en el diseño de sus proyectos nacionales".

CONFERENCIA DE PRENSA DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, TABARÉ VÁZQUEZ, ACOMPAÑADO DE LOS MINISTROS DE ESTADO

PERIODISTA: Presidente, usted dijo hace algunos días que en un año su Gobierno había disminuido el índice de pobreza extrema y la mortalidad infantil. ¿Cómo logró su Gobierno estos resultados?

PRESIDENTE VÁZQUEZ: Para responder algunas de las preguntas nos vamos a apoyar en lo que nosotros hemos utilizado en nuestra profesión médica y en nuestra especialidad como disciplina de trabajo, que es el trabajo en equipo. Ustedes saben muy bien, la gente del Colegio lo sabe muy bien, es imposible hoy en día abarcar en su totalidad y en profundidad los conocimientos actuales y la vorágine en que se ha transformado la adquisición o la aparición de nuevos conocimientos, de nuevos conceptos. Y ese trabajo en realidad nos ha dado resultado. Nosotros somos médico por vocación y político por accidente, pero tanto en uno como en otro caso estamos intentando trabajar en equipo, y los logros de este Gobierno son los logros del equipo de Gobierno, de todo el equipo de Gobierno, de los compañeros que me acompañan aquí, en este momento el señor Ministro de Relaciones Exteriores, Reinaldo Gargano; nuestro Ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori; todos los Ministros y no solo del Poder Ejecutivo sino también del Poder Legislativo, porque la Bancada mayoritaria de nuestra fuerza política es sin duda desde el ámbito legislativo, un ámbito de Gobierno.

Por tanto, yo voy a comenzar a responder esta pregunta, pero le voy a pedir a mi compañero y amigo Danilo que me ayude en la respuesta.

Cuando llegamos al Gobierno de la República Oriental del Uruguay, luego de 63.553 días y medio de Gobierno de los partidos tradicionales, y esto tiene una realidad matemática: si usted multiplica 174 años por 365 días y le suma -dividiendo 174 por cuatro- los días correspondientes a los años bisiestos, o sea a esta altura son 43 días y medio, tenemos 63.553 días y medio de Gobierno de los partidos tradicionales, que eran los únicos que habían estado en el Gobierno en nuestro país, hasta el 1º de marzo de 2004, lo que hace que hoy nuestro Gobierno tenga frente a esos 63 mil y pico de días, 430 y pocos días.

Y encontramos un país con muchos problemas; debo confesar que llegué a la Presidencia del país con muchos temores; uno de los temores fundamentales que tuve es que llegados al Gobierno el Estado uruguayo se desmantelara, se cayera, se desmoronara por ese cambio, simplemente tan espectacular desde el punto de vista histórico de 174 años de Gobiernos de partidos tradicionales, a pasar a un Gobierno de una fuerza progresista, de un partido político que apenas tiene 30 y pocos años en el Uruguay.

Tuve muchos miedos; miedos a eso que acabo de mencionar, a inestabilidad, inestabilidades sociales, inestabilidades económicas, que felizmente pudimos superar, pero ante todo este panorama, nosotros que llegábamos nuevitos al ejercicio del Gobierno Nacional, teníamos dos opciones, como aquella persona a la que le entregan o hereda un edificio que está sacudido hasta sus cimientos, que está con rajaduras que no son sólo de sus paredes sino que afectan también a su basamento y a sus cimientos, y que tiene la obligación casi perentoria, el requerimiento permanente de mejorar la calidad de ese edificio, que en un país es mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Y ante esa disyuntiva teníamos dos posibilidades: una, hacer que rápidamente se viera bien, y que pareciera que como magos en poquito tiempo solucionábamos el problema de las rajaduras, simplemente tapando las mismas con un poco de cemento, y dándole una buena mano de pintura a toda la casa, y presentándola como nueva, como brillante, pero permaneciendo sus cimientos con severas alteraciones estructurales.

Esto iba a durar muy poco, por tanto tomamos la otra opción, la que nos quedaba: trabajar sobre los cimientos, trabajar sobre las bases estructurales del país, solidificar esos cimientos, cosa que a veces no se ve rápidamente los resultados positivos que tiene la acción, pero que se ve con solidez en el mediano y largo plazo.

Estamos todos trabajando por este último camino. Mejorar la situación económica de nuestro país es fundamental, mejorar su economía, solidificarla, darle bases sólidas a nuestro país desde el punto de vista económico para poder después implementar una estrategia de país a mediano y largo plazo. Y nuestra estrategia de Gobierno es la estrategia de país, la de un país productivo, que genere riqueza y la distribuya con justicia social.

No dejamos de lado la atención de la emergencia social, y junto con la recuperación estructural del país comenzamos a trabajar en la emergencia social, no con un criterio paternalista, sino para transformar un concepto que se había ido arraigando en nuestro país, por el cual se miraba a los pobres como objeto de dádiva, cuando nosotros queremos que los pobres sean sujeto de derecho, y que recuperaran todo los derechos como ciudadanos, y que aquellos sectores de la población que estaban marginados con este plan reinsertaran, se integraran nuevamente en el sistema democrático de convivencia y desarrollamos el Plan de Emergencia que no solo es dar un salario social a los ciudadanos uruguayos indigentes, sino también es darle y pedir, darle un apoyo, pero pedirle que concurran a centros de capacitación para su reinserción laboral, pedirle que obliguen a sus niños a concurrir todos los días a los centros educativos, y a los jóvenes ayudarlos a capacitarse, avanzar en los planes educativos, que se incluyan en programas de atención médica, psicológica y odontológica, e ir capacitándolos hacia caminos de salida de este Plan de Emergencia que no va a durar más que dos años, porque pretendemos que en los dos años estemos generando condiciones para llevar adelante la mejor política económica y social que pudimos llevar en nuestro país que es generar puestos de trabajo genuinos y decentes para todos nuestros conciudadanos.

Así actuamos, y actuamos firmemente en el plano económico, y en el plano económico tuvimos resultados. Yo le pediría el Ministro Danilo Astori que se expresara sobre ellos, que son la base por la cual disminuyó la pobreza, disminuyó la mortalidad infantil, y no está dicho por el Gobierno, sino está dicho por cifras de organizaciones internacionales que han medido realmente el impacto.

MINISTRO ASTORI: Muy buenas tardes a todos. Créanme que es un placer, un honor para mí estar participando junto al Presidente Vázquez de esta jornada de trabajo en el Colegio de México, y en su Sede, Institución que ha hecho tanto, que ha hecho tantas contribuciones a la formación del pensamiento latinoamericano autónomo en áreas fundamentales de la creación del conocimiento. Y que tanto nos ayudó a tantas generaciones de uruguayos a progresar en el ámbito de nuestras respectivas formaciones.

Para dar una respuesta sintética, complementaria de la que ya adelantó el Presidente Vázquez, quiero señalar que comenzamos a trabajar el 1º de marzo del año pasado, con fuertes índices de deterioro en materia de pobreza, desigualdad y marginación. Y naturalmente, sabiendo que la principal polea de transmisión de esa pobreza y de esa desigualdad habían sido durante mucho tiempo -como ya adelantó el Presidente- los problemas de empleo, que no son sólo problemas de cantidad, esto es de insuficiencia, de trabajo productivo, sino también problemas de calidad, problemas de calidad del trabajo creado. Eso en un país fuertemente endeudado, con la deuda más grande de su historia, y al mismo tiempo en términos relativos, una de las más altas del mundo.

Por supuesto, teníamos un solo camino a seguir para encarar coherentemente todas estas urgencias, y ese camino no era, ni es otro, que el dar una enorme importancia y prioridad a la inversión productiva.

Nosotros, al mismo tiempo de fortalecer esta inversión productiva, de priorizarla, de asegurarle estímulos, estábamos disponiendo, precisamente, la formulación y la puesta en práctica, de un Plan de Emergencia destinado, como su nombre lo indica, a atender las urgencias más inmediatas de la pobreza más dura, de las situaciones de pobreza más importantes que tenía el país.

Y así comenzamos a trabajar, fortaleciendo la inversión, atendiendo la emergencia social, pero sabiendo que sólo creando más y mejor empleo los uruguayos tendrían una atención estructural digna de sus condiciones esenciales de vida.

Los resultados han acompañado, por suerte. Naturalmente no me puedo olvidar que nos ayuda mucho una situación del mercado mundial muy favorable a nuestros intereses. Pero también es cierto que por el hecho de estar transitando por un camino serio y responsable, el mercado también confía en el Uruguay, y nos ha ayudado muchísimo a solucionar los problemas financieros más urgentes.

La producción el año pasado creció casi 7%, la inversión productiva llegó casi a duplicarse, con una fuerte presencia de inversión del exterior lo que demuestra confianza en el país.

Las exportaciones están creciendo considerablemente y esto ayuda a mejorar la inserción internacional del Uruguay. Y al mismo tiempo, hay un fuerte impulso a la creación de empleo productivo.

Quiero decirles que al terminar el año pasado, la medición de la pobreza ya había disminuido en tres puntos respecto a la población total y esto involucra, en el Uruguay, a una población total de unos 80 mil compatriotas.

El Plan de Emergencia al que hacía alusión el Presidente, atiende hoy a más de 70 mil familias, lo cual involucra -su vez- a un total de unos 300 mil compatriotas. Esto es alrededor, o casi, el 10% de la población del Uruguay.

PERIODISTA: ¿Qué tanto puede cambiar el MERCOSUR y qué espera Uruguay de las conversaciones comerciales con Estados Unidos?

MINISTRO ASTORI: Bueno, aquí hay una interacción muy importante que me parece que el Presidente planteó con mucha claridad en su presentación.

Nosotros pertenecemos naturalmente al MERCOSUR; no sería concebible imaginar al Uruguay fuera del MERCOSUR. Tampoco nos podemos dar el lujo de ignorar los gravísimos problemas por los que atraviesa este proyecto de integración, que sembró tantas esperanzas en 1991, cuando nació.

Entonces, Uruguay tiene que volcar todo su esfuerzo, naturalmente político –en primer lugar- en el sentido estricto de la palabra, a la contribución, a la búsqueda de soluciones que nos permitan ir superando los importantes problemas que enumeraba el Presidente y yo no repito para no demorar más la respuesta.

La gran pregunta es cómo Uruguay gana importancia política para plantear en la región caminos de solución a los problemas profundos que hoy se están viviendo. Y a nuestro juicio hay una sola respuesta a esta pregunta, y es: mejorar nuestra inserción comercial y de inversiones con el mundo en su conjunto, esto es fuera de la región del MERCOSUR, no para sustituirlo, sino para ganar poder de planteo de soluciones a los importantes problemas que hoy vivimos.

¿Y qué esperamos de las pláticas comerciales con Estados Unidos? Esperamos avanzar por este camino, sabiendo que no sólo nos lo planteamos con respecto a los Estados Unidos.

Hoy estamos en la víspera de una conversación importante con los Estados Unidos y con su Presidente. Pero no sólo no descartamos, sino que al mismo tiempo nos planteamos permanentemente la posibilidad de avanzar en la misma dirección, en otros países del mundo, en otras áreas, para aumentar esa diversificación que un país pequeño necesita; el poder de un país pequeño nace en una política exterior diseñada como expuso el Presidente, con criterio no sólo de libertad, sino de autonomía en el diseño de sus proyectos nacionales.

El sistema de mercado ha probado ser el engendrador principal de la desigualdad. Seguramente es así cuando actúa sin ningún punto de referencia, sin ningún criterio de orientación y de articulación, pero nosotros nos proponemos -como también señalaba el Presidente en su ponencia- buscar la mejor manera de articular las responsabilidades públicas y privadas, de modo de aprovechar lo mejor que puede aportar cada uno.

El mercado es imprescindible y la orientación del sector público también, buscando un adecuado equilibrio entre ambos, es que nosotros pensamos materializar el programa con el que estamos trabajando, que es el Programa de la Izquierda uruguaya, aquel que pretende darle a los uruguayos lo que los uruguayos están esperando hace tanto tiempo y no han logrado a partir de los Gobiernos precedentes.

¿Qué cambios instrumentará en la política económica? Esta, como ustedes se imaginarán, es una pregunta muy general, requeriría una respuesta muy larga pero contesto sintéticamente diciendo que deberíamos conjugar el verbo en otro tiempo, porque ya los empezamos a instrumentar desde el 1º de marzo del año pasado, cuando diseñamos las principales orientaciones de la política macroeconómica que a diferencia de lo que algunos afirman, tiene cambios muy importantes respecto a la anterior, y para ello basta, por ejemplo examinar el contenido del Presupuesto Quinquenal que hemos presentado el año pasado, pero que al mismo tiempo se apoya en lo que Uruguay está esperando hace tanto tiempo y nunca se logró completar en la práctica: un conjunto de reformas estructurales que hagan sostenible el Programa de Gobierno.

Ningún Programa de Gobierno se puede basar o puede limitarse a los éxitos de corto plazo, eso no es dable. Un Programa de Gobierno, sobre todo un Programa transformador, un Programa de Izquierda tiene que hacer cambios estructurales, y eso ya lo empezamos a hacer el año pasado.

Mencioné uno que es el contenido del Presupuesto; el contenido del Presupuesto no sólo se basa en el criterio de responsabilidad fiscal, sino que como nunca antes le ha asignado una clara prioridad en el marco de las limitaciones de recursos que tenemos, a la salud, a la educación, a la seguridad pública y a la infraestructura, pero también estamos haciendo cambios muy importantes en el sistema financiero del Uruguay.

Estamos presentando y tratando ya en el Parlamento una Reforma Tributaria que altera sustancialmente lo que ha sido la realidad del sistema tributario del Uruguay durante toda nuestra historia contemporánea. Estamos cambiando fundamentalmente la administración tributaria, por mejor que sea la Reforma Tributaria que hagamos si no tenemos una buena administración de ese sistema no vamos a tener buenos resultados, estamos preparando y presentando nuevas legislación en materia de competencia, en materia de legislación concursal y de quiebra para ayudar a las empresas con dificultades a tener alternativas.

Hemos instalado una Oficina de Administración de la Deuda Pública en el Ministerio de Economía y Finanzas para hacer lo que nunca se hizo que es administrar nuestra deuda con criterio profesional a la luz del interés nacional. Y naturalmente estamos procesando un cambio muy importante en nuestra política económica exterior, de acuerdo con lo que ya les comentaba el Presidente Vázquez, pudimos detallar en una pregunta precedente.

Estas son algunas de las reformas que estamos haciendo, todas de carácter estructural que son en realidad el alma de los cambios en la política económica.

PRESIDENTE VÁZQUEZ: Nos han llegado una cantidad impresionante de preguntas, mucho más de las cinco. Pero creo que las podemos agrupar para poder dar una respuesta rápida. Hay –precisamente como decía Danilo- algunas inquietudes referidas a la política internacional actual que sigue el Gobierno adelante y al posicionamiento de nuestros hermanos uruguayos que formaron una patria peregrina. Yo le pediría al señor Canciller que brevemente haga referencia a estos temas.

CANCILLER GARGANO: Buenas tardes a todos. Un abrazo para aquellos que conozco hace mucho tiempo, y gracias por invitarme a participar.

Yo tengo una primera pregunta aquí, a partir de ella voy a tocar algunos temas, velozmente una síntesis sobre lo que estamos haciendo en materia de política exterior.

Se nos pregunta: ¿qué opina sobre integrar al MERCOSUR a Venezuela y a Cuba mismo para potenciar el apoyo de las Naciones de América?

Yo quiero responder a esto que el Programa al cual se refirió nuestro Presidente indica que la prioridad en materia de política exterior es la integración en la región, y la región es América Latina. La más concentrada es el MERCOSUR, como se habló ahí hemos tenido dificultades, hemos compartido limitaciones, pero se han dado pasos muy importantes, no hay que tirar por la borda todo lo que hemos hecho durante estos 14 años, y decir por ejemplo que hemos hecho cosas realmente importantes. En el último semestre la Presidencia Pro Tempore del MERCOSUR recayó en el Uruguay. Y Uruguay logró por primera vez, perdónenme que yo cite a su Gobierno, Presidente, que haya un Protocolo de coordinación e integración energética en el MERCOSUR, eso es un avance formidable. Hay que instrumentarlo, hay que poner el dinero, la fuerza, la capacidad y la voluntad de hacerlo.

Hemos logrado por primera vez, yo creo que en América del Sur, en Latinoamérica, que los ciudadanos brasileños, argentinos, uruguayos y paraguayos tengan capacidad para obtener la residencia y la documentación, y trabajar en cada uno de los países sin otra condición que presentar su documento de identidad nacional, uruguayo.

Esto que parece una cosa pequeña, a los ojos del que vive regularmente, pero no para el indocumentado.

Hemos hecho una cosa inédita en el país, un amigo, un compañero del Ministerio me decía hoy que es la base más importante –yo no estoy seguro, creo que es importante- nosotros tenemos 19 departamentos, seguimos la estructura organizacional del país según la concepción francesa, tenemos departamentos, no tenemos ni provincias, ni nada. Y constatamos en el curso de los últimos 10 años que teníamos 550 mil uruguayos fuera del país, el 15% de la población, y dijimos, lo que hay que organizar es el Departamento 20. Y creamos, modificamos la estructura jurídica del Departamento Consular y resolvimos caracterizarlo como de atención al Uruguay peregrino, y a la tarea consular. Y ha dado un resultado espectacular, desde el punto de vista de la capacidad de la gente para vincularse entre sí, y para vincularse con el país. Y yo no digo con orgullo que nosotros tenemos un 15% de la población; esto si ustedes me permiten Enrique Iglesias me dijo: "si se comparara con Brasil serían 30 millones de brasileros los que deberían estar afuera", para que ustedes tengan una idea. Gente con capacidades muy importantes, calificadas. El Uruguay ha gastado en el siglo XX un porcentaje altísimo de su ingreso en capacitar a su gente. Y hemos llevado a la emigración a gente de enorme talento, que afortunadamente no se ha olvidado del país. Y hemos reconstituido por el esfuerzo de ellos, por ejemplo ahora una Agencia Regional del Instituto Pasteur para América Latina, en Uruguay, poniendo a la cabeza al doctor Dighiero, que es un especialista de primer nivel, de enorme talento internacional, muy conocido. Pero voy a decir algún ejemplo más de esto, de esta patria peregrina y de lo que puede dar.

Me preguntaban, ¿cómo pueden vincular…? Hace muy poco se entregó un premio internacional a un descubrimiento que hizo un investigador uruguayo, médico él, preso durante 15 años, emigrado a Suecia, y allí estudió, terminó su carrera, se formó, se hizo investigador, y descubrió –a ver si digo bien –usted me corrige Doctor, yo de medicina se muy poco- que aplicando la tomografía a la investigación de las células que provocan el Mal de Alzeimer y experimentando con drogas sobre la evolución de esta segunda droga que se aplicara, se podían conseguir avances en la detención del proceso. Y es más, recibió reconocimiento internacional.

PRESIDENTE VÁZQUEZ: Este es el mejor ejemplo de los beneficios de trabajar en equipo. El Canciller habla como un experto científico.

MINISTRO GARGANO: No, no es así. Yo lo conozco eso, y además los males que yo tengo, las pastillas que tengo que tomar para la presión.

Pero yo razono en general. Nosotros tenemos como objetivo un proceso de integración. Yo sé que no es cosa sencilla, pero se han dado pasos importantes. Yo llamaba hace poco tiempo, hasta hace cuatro o cinco meses, el acto virtuoso que está surgiendo en América del Sur; desde Chile, Argentina, a Brasil, Paraguay, con Gobiernos que -diciéndolo con otras palabras pero como ya lo hizo mi compañero Danilo Astori, partían de la base que el modelo neoliberal que apuntaba que el mercado lo resolvía todo, había fracasado y había sumido a los pueblos, a nuestros pueblos en la miseria. Cuatrocientos millones de habitantes, doscientos millones de pobres en Sudamérica, una cosa insólita y que pensaban hacer otra cosa.

Y, bueno, hemos encontrado dificultades; y no son las primeras ni van a ser las últimas, habrán muchas más. Pero hemos conseguido avanzar.

Una de ellas es el Tratado de Libre Comercio que hemos hecho con México. Esto lo hicimos antes de llegar al Gobierno, el informante de ese Tratado fui yo como Presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales en el Senado de la República, siendo un hombre de izquierda. Y, bueno, entendiendo que hay que integrar al país pero también no perder en lo que hace al interés nacional del país.

Yo les voy a describir así, velozmente: autosuficientes en energía, con antecedentes en energía, porque es el problema fundamental del Siglo XXI. El tercer reservorio de agua dulce, la mayor cantidad de producción de alimentos del mundo, sumando nada más que a Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.

Tenemos pesca, ganado, minerales de todo tipo; reservorios de gas como no hay en el mundo, entre Venezuela y Bolivia tienen las reservas más grandes. Junto a todo esto y las posibilidades que esto brindan.

No hay una sola carretera que una el Pacífico con el Atlántico. No hay una sola línea férrea que una el Pacífico con el Atlántico, ni una sola línea férrea que una el Norte con el Sur. Ni un solo canal que discurra cursos de agua que pueda concentrar una hidrovía efectiva del Caribe al Río de la Plata.

Hemos asistido durante dos siglos, tres siglos, a una desintegración programada.

Yo siempre ejemplifico porque las trochas de los ferrocarriles son distintas en Brasil que en Uruguay. En Livramento son más anchas que en Rivera, para que el tren no pase de largo, y así se sigue. Eso está programado, eso está hecho arbitrariamente.

Y nosotros tenemos que programar la integración, al revés de lo que se hizo. Y yo creo que ahí van la resolución de los problemas.

Hay problemas políticos, pero la concepción que nosotros tenemos en torno al proceso de integración, y en torno a la forma de vincularnos económicamente con otras regiones no pasa por una cuestión ideológica, pasa por una cuestión de conveniencia y conveniencia para los latinoamericanos.

Unir América Latina significa -y voy a terminar con esto- no solo posibilitar eliminar la pobreza, un desarrollo integrado; y yo hablo siempre en términos de la agricultura, vamos a empezar a no hablar de las fábricas, sin antes tender las líneas por las que las fábricas reciben sus insumos y donde se conecten.

Los pueblos nacieron al lado de las vías férreas y de las carreteras; o al lado de las costas, donde se fundaron los puertos. Busquemos, de todas formas, que esa integración sirva para crear trabajo. Yo quiero que se haga algún día redes de comunicación, no solo para asegurar problemas de las industrias, sino para dar trabajo a los cuatro mil obreros que van a trabajar en las redes o en las carreteras. Se trata de resolver simultáneamente las dos cosas.

Y el avance que se puede aportar es por la gente que vive la diáspora es fundamental. Están abiertas las puertas para que lo hagan en los otros sentidos. También nosotros estamos trabajando en ello, y yo creo que vamos a tener éxito, porque los uruguayos somos salidores pero volvedores. Tenemos capacidad para volver, nos gusta nuestro país y, bueno, amamos a los demás pero también nos queremos a nosotros mismos.

Y yo resumiría en eso, Presidente, las preguntas. Creo que están comprendidas ya casi todas, ¿verdad?

PRESIDENTE VÁZQUEZ: Casi todas las que usted tiene, no estas que yo tengo acá. Que como comprenderán va a ser imposible que podamos contestar todas, porque son demasiadas. Algunas que se relacionan, en principio lo podemos hacer rápidamente. Acá hay una pregunta sobre si es posible instrumentar, además de una relación económica bilateral, realizar una cooperación cultural y académica que permita la integración real y del conocimiento. Bueno, está claro que una integración no puede ser solo económica, la cultural tiene que existir, tiene que estar.

Pero nosotros pertenecemos a una Patria Grande, donde tenemos muchas cosas en común y que a veces vamos desarrollando un intercambio y una integración en lo académico y cultural.

Hay varias preguntas sobre el conflicto con Argentina. El conflicto con Argentina va a solucionarse, tiene que solucionarse. Tiene dos niveles, dos niveles.

Uno, es lo que se refiere a la instalación de plantas de producción de pasta de celulosa en el Uruguay, con inversiones extranjeras provenientes de dos países, Finlandia y España, que tienen una gran experiencia en la producción de pasta de celulosa.

Bien. Como todo sabemos, esta actividad industrial, como cualquier otra actividad, como la actividad humana simple y sencilla actividad de vivir, genera trastornos medioambientales.

El mayor depredador que tiene la naturaleza es el hombre por el simple hecho de estar.

Pero la humanidad ha tomado conciencia que en este contexto universal el único barco que tenemos para transitarlo es la Tierra, la que tenemos hoy. Por lo menos hoy, quizás nuestros hijos descubran otras cosas, pero hoy vivimos en esta Tierra y tenemos que ser concientes que nosotros, hermanos generacionales, hemos recibido de nuestro antepasados generacionales un mundo que tendremos que dejarles a nuestros hijos, y tenemos la obligación de dejar el mundo mejor, si es posible, que el que recibimos. Sobre todo lo que se refiere al contexto medioambiental.

Y Uruguay ha tomado conciencia de esta realidad. No este Gobierno, el Uruguay en su conjunto en Gobiernos anteriores.

Por algo entre los tres países del mundo que están mejor considerados en cuanto a la preservación de su medio ambiente está Uruguay, Uruguay está tercero o cuarto en la preservación del medioambiente. Y que queremos seguir así.

Y que necesitamos trabajo. Que necesitamos trabajo para nuestra gente. Por eso necesitamos inversiones para generar puestos de trabajo, pero no estamos dispuestos a pagar con la salud de nuestra gente, en la generación de puestos de trabajo.

Por tanto, cuando estas empresas decidieron instalarse en Uruguay para producir pasta de celulosa, se cuidó muy bien el Gobierno anterior, nos cuidamos muy bien nosotros, se cuidó muy bien el Uruguay, que cumplieran con toda la normativa legal vigente en el Uruguay y con toda la normativa de preservación medioambiental que el país tiene y que además existe a nivel internacional, la más completa; es la que ha adoptado.

Uruguay tiene el título, la marca en el orillo de "Uruguay País Natural" y lo queremos preservar.

Se han cumplido con todas las normativas en la instalación de estas plantas, que todavía no han empezado a funcionar, no han empezado a funcionar y también de preservación del medioambiente y el Gobierno uruguayo garantiza que va a ser un control estricto para que se cumpla con estas normativas.

La tecnología que van a implementar estas plantas son de última generación y se sitúa, tal cual lo aclararan los técnicos canadienses que actuaran en el informe para el Banco Mundial, en la franja del 5% de industrias instaladas en los Estados Unidos de Norteamérica, principal productor de pasta de celulosa como las menos contaminantes del mundo, y esta es la realidad, esta es única.

Desde el lado argentino creen que estas plantas contaminen el Río Uruguay, que es limítrofe ente los dos países, y se ha desencadenado un fenómeno que es el otro componente de este tema. Argentina tiene plantas, con tecnología de hace muchos años atrás, algunas de ellas liberando cloro elemental celulosa, en el cauce de los ríos que desembocan en el Río Uruguay o en el Río de la Plata, común para los dos, altamente contaminantes.

Sin embargo surge esta preocupación de una serie de habitantes del otro lado del Río Uruguay es preocupante, y está bien que se preocupen por su salud y la salud de quienes vendrán en el futuro. Pero cometen un acto que es absolutamente ilegal, irregular y yo me atrevería a decir irreparable.

El Uruguay y Argentina se conectan por tres puentes, uno de ellos es una represa y faltando a todo el marco legal, dentro de la propia Argentina, en la región y a nivel internacional, la República Argentina porque en el artículo 22 de la Constitución de la República Argentina se establece la libre circulación en el territorio argentino de bienes, de personas.

En el artículo 1º del Tratado de Asunción de 1991 de creación del MERCOSUR se establece que los países integrantes del MERCOSUR garantizarán la libre circulación de bienes, vehículos y personas y lo que está establecido a nivel internacional, ciudadanos argentinos cortaron ilegalmente los puentes y no permiten la circulación, como el Tratado indica, ni de personas, ni de vehículos ni de bienes. Y esto es lo que Uruguay dice que no puede ser, y no puede.

Y hay un diferendo muy importante las plantas de celulosa en el Uruguay no pueden contaminar porque el daño que le podemos hacer es hipotético, es eventual el que puede suceder cuando se terminen de instalar las plantas de celulosa, dentro de cuatro años, lo que no es virtual, lo que no es eventual, lo que no es que va a suceder dentro de cuatro o cinco años es el daño real que se le hizo al Uruguay por el corte de los puentes ilegal, irregular e irreverente.

Que llevó a que en esta temporada turística, uno de los principales ingresos del país, ustedes saben, es el turismo, se perdieran más de 300 millones de dólares, lo que nos cuesta, para el cual tuvimos que hacer un enorme sacrificio, no el Gobierno, el pueblo uruguayo, para llevar adelante el Plan de Emergencia no sale de la plata de ningún gobernante, sale de la plata de la gente.

Entonces ahora hemos optado por transitar el camino de reclamar judicialmente ante los tribunales internacionales.

Argentina quiere ir a la Corte Internacional de la Haya, muy bien, vamos a la Corte Internacional, ¿qué perdemos? Que hemos armado dentro del marco del Derecho Internacional y estamos pidiendo que el MERCOSUR se expida sobre este tema jurisdiccionalmente. Porque estamos seguros que hemos zarpado dentro del marco, ¿esto implica que cortemos el diálogo con Argentina, que rompamos relaciones que toda la historia rica que nos une? No, seguiremos dialogando y efectos suspensivos del camino que el Gobierno uruguayo ha tomado es el camino del dialogo. Pero vamos a solucionar este problema sin duda alguna, estamos trabajando para eso y detrás de esta posición está todo el Uruguay.

No puedo contestar todas las otras preguntas, pero hay una a la que si quiero si contestar muy brevemente.

¿Cuando se hará justicia a los exiliados, en particular a los uruguayos en general castigando a los culpables de los crímenes de la dictadura militar?.

Miré, el 1° de marzo del 2005 en el discurso que hiciéramos en la explanada de la escalinata del Palacio Legislativo en horas de la noche, dijimos que íbamos a cumplir dentro de la Constitución y la Ley, fuera de la Constitución y la Ley nada; y que íbamos a cumplir con el artículo 4° de la Ley de Caducidad investigando el destino de los ciudadanos uruguayos desaparecidos en la dictadura militar; y dijimos que íbamos a entrar a investigar en los lugares donde se denunciará que existían enterramientos clandestinos, y si eran cuarteles, ir.

Hasta ese día yo creo que era muy difícil empezar a creer que el Uruguay iba a poder entrar a los cuarteles para buscar dentro a detenidos desaparecidos. Encontrar como encontramos restos, conseguir la cooperación de los Comandantes en Jefe de las tres fuerzas, de las tres armas de la comandancia uruguaya donde con una enorme valentía los militares reconocen que en la época de la dictadura torturaron, mataron, secuestraron, enterraron clandestinamente, desenterraron clandestinamente, cuando mataban a un ciudadano y no tenían certificado de defunción lo enterraban y decían que se había fugado y pedían captura del ciudadano, lo reconocieron, lo encubrieron.

Hoy las Fuerzas Armadas uruguayos trabajan en el terreno de la institucionalidad democrática respaldando lo que el pueblo uruguayo libre y soberanamente decidió en ese artículo 4°, bajo el mando de el Gobierno y de el Mando Superior de las Fuerzas Armadas de la República y colaborando para encontrar uruguayas y uruguayos, ratificando el camino de la reconciliación definitiva que sólo se va ha lograr cuando conozcamos la verdad de todo lo que a pasado y se pueda llevar adelante hacia esa dirección.

Acaban de ser extraditados tres militares del Uruguay a Chile por la supuesta muerte de un ciudadano chileno colaborador de la dictadura del General Pinochet porque lo que vio la Justicia chilena, porque la Justicia uruguaya, la Suprema Corte de Justicia uruguaya dictaminó independientemente en el Uruguay estamos en un Estado de derecho entre poderes independientes o de otros poderes del Estado. El Poder Judicial resolvió y el Ejecutivo cumplió dando trámite a la extradición.

Vamos a trabajar por ese camino y créanme que estamos trabajando no solo en el ámbito civil sino con las Fuerzas Armadas uruguayas –que reitero- están absolutamente subordinadas al poder civil cumpliendo su tarea, honrosamente su tarea; y estamos avanzando lentamente quizás si, pero con logros que eran impensables un año atrás.

Y en esta tarea creánme hemos trabajado –reitero- no con ánimo de venganza porque no lo tenemos, ni de persecución de nadie, porque no lo tenemos, sino con el ámbito de cerrar las heridas que todavía existen en el ámbito de la sociedad uruguaya.

Y para finalmente todos los uruguayos que están en el país, y que están fuera del país, los civiles y los militares podemos trabajar, o vamos a trabajar fuertemente unidos para lograr que realmente Uruguay sea como para todos los uruguayos, un Uruguay de vida digno para quienes están allá y para quienes estando afuera quieran volver, sea tanto de México o como de cualquier otro país, dar una mano de acá que ojalá nos sirva a todos para trabajar dentro del Uruguay Productivo.

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