01/05/06


PROCLAMA DEL PIT CNT EN EL DÍA DE LOS TRABAJADORES
Con motivo de un nuevo 1° de Mayo, Día de los Trabajadores, se realizó el acto por parte del PIT CNT, en el cual el dirigente sindical Jorge Bermúdez dio lectura a la proclama de la central obrera.

TEXTO DE LA PROCLAMA DEL PIT CNT, CUYA LECTURA FUERA REALIZADA POR EL DIRIGENTE SINDICAL JORGE BERMÚDEZ

BERMÚDEZ: ¡Salud, compañeras y compañeros trabajadores! ¡Salud, madres y familiares de detenidos desaparecidos! ¡Salud, compañeros del movimiento cooperativo! ¡Salud, fraterna Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay!

Hoy, nuevamente es 1° de Mayo y aquí está la clase y con ella hay una tarde fría, pero con el corazón caliente, con las banderas desplegadas al viento, diciendo una vez más, a pesar de todo, a pesar de los golpes de la historia, ¡aquí está la clase obrera! ¡Aquí está el pueblo uruguayo!

¡Unidad! ¡Unidad, es la consigna que antes, ahora y mañana escuchará nuestra clase!

Y hoy es un 1° de Mayo con particularidades. Un 1° de Mayo en el cual, en primer instancia, tenemos la significación histórica de los 120 años de la lucha de los muertos en Chicago, de los trabajadores asesinados -Parsons, Fischer, Spiess, George Engels- peleando por la ley de las ocho horas y por la defensa de los intereses de los trabajadores.

¡Y vaya que ha costado la unidad, y vaya que ha costado esta luchado! Compañeros, que lo que tanto ha costado, que la lucha que ha dejado tantos muertos en el camino no nos separe por diferencias circunstanciales. Porque el enemigo no está en las filas del movimiento sindical, porque los enemigos son los patrones.

Porque el enemigo es el Fondo Monetario, porque la unidad que no se construyó mágicamente no se va a terminar en esta tarde.

De los que mató el capital hace 120 años en Chicago, pensando que con ellos mataban la lucha de la clase obrera, como señalaba Karl Marx, nombrando a los comuneros de París, "muriendo, muriendo se han hecho invencibles".

¡Gloria y Honor, por siempre, a los mártires de Chicago!

Y cuáles el mundo que, compañeras y compañeros trabajadores, uruguayos todos; cuáles el mundo que hoy tenemos a 120 años del asesinato de los cuatro mártires.

Tenemos un mundo en donde la revolución científico-técnica que parecía en los ochenta y en los noventas, o al menos nos invitaban a creer, cuando nos decían que la lucha de clase ya fue; cuando nos invitaban a arrepentirnos; cuando nos invitaban a comer mierda, cuando eso pasaba, hoy tenemos un mundo en donde hay grandes adelantos tecnológicos, en donde parece que es fácil comunicarnos de una punta a la otra del mundo; y, sin embargo, en este mundo, en este Siglo XXI cien mil personas mueren en todo el mundo por día de hambre o de enfermedades que podían haberse evitado.

Y, compañeros, no solo en los países subdesarrollados; no solo en nuestros países saqueados y espoleados durante más de 500 años. Hoy, en los Estados Unidos; hoy, en la supuestamente potencia de este mundo unipolar hay 37 millones de pobres.

Hoy, en este mismo momento, en este mismo momento en Estados Unidos marchan cientos de miles de inmigrantes en defensa de sus derechos. ¡Y vaya desde aquí, porque seguramente muchos de ellos serán uruguayos que fueron a buscar el pan a otras tierras, nuestros saludos de esta tribuna obrera!

Hoy en un mundo donde nos quieren hacer creer que no vale la pena pelear. En un mundo donde nos quieren hacer creer que la ley del mercado es la que define, también desde esta tribuna saludamos a los estudiantes y a los obreros que en Francia derrotaron la flexibilización laboral, la precarización del empleo, a las cuales el neoliberalismo de sus gobiernos los quería someter. Porque los estudiantes, porque los jóvenes del mundo viven y luchan por más que quieran hacer creer que los jóvenes no quieren pelear.

Un mundo en el cual, compañeras y compañeros, cada día más la paz mundial está amenazada. Hoy está en cuestión la paz del mundo, hoy está en cuestión el futuro de nuestras generaciones que nos van a preceder, de nuestros hijos y de nuestros nietos; y de los nietos de nuestros nietos.

Hoy está en cuestión la paz del mundo, y el responsable tiene nombre y apellido, es el imperialismo norteamericano, es el capital transnacional y es el genocida de Bush, que amenaza al mundo entero con expandir sus guerras para seguir acumulando riquezas.

Saludamos, entonces, desde esta tribuna a todos los que luchan por la paz. A los mineros mexicanos, resistiendo la militarización del Presidente Fox.

Saludamos a los trabajadores de Ecuador y Bolivia que luchan contra el ALCA y particularmente a su Presidente Evo Morales que hoy acaba de firmar la nacionalización de los hidrocarburos.

¡Salud, pueblo boliviano!

Y en este 1° de Mayo, mencionar entre los pueblos que luchan, mencionar entre los pueblos que resisten, mencionar entre los pueblos que quieren construir un mundo nuevo, al heroico pueblo cubano que a 90 millas del imperio sigue creando y queriendo por un mundo más justo y solidario. ¡Viva Cuba revolucionaria, solidaria y socialista! ¡Abajo el imperio norteamericano! ¡Abajo el bloqueo criminal!

Compañeras y compañeros, 40 años de unidad del movimiento sindical; cuarenta años de la forja de una herramienta que nació para cambiar el mundo y la sociedad. No es casualidad y aquí están varios, por suerte, acá están presentes, que el objetivo del movimiento sindical y de la CNT sea la construcción de una sociedad sin explotados ni explotadores.

Y hoy parece lógico, hoy parece una cuestión de todos los días; hoy parece algo inimaginable que haya en una misma fábrica, en una misma mutualista, haya un solo sindicato. Pero esa no es la realidad de todo el mundo.

Porque hoy es 1° de Mayo en el Uruguay y en muchas partes, pero en algunos pueblos cercanos como en la propia Argentina no hay acto de 1° de Mayo, no hay una sola central sindical y así en varios países del mundo que hoy están peleando por la unidad del movimiento sindical.

Si habrá que cuidar, si habrá que aprender de ese proceso histórico, de la grandeza, de la madurez de la generación de Cuesta y de Duarte; de las tendencias y corrientes que dejaron en aras de la unidad parte de sus plataformas.

Si habrán sido eso sabios, eso queridos compañeros, esos viejos queridos que fueron capaces de, teniendo concepciones distintas, anteponerlas ante todos por el interés de los trabajadores.

Hoy estamos a cuarenta años del Congreso de Unidad, de unificación, precedido por el Congreso del Pueblo; y yo quiero plantear en qué realidad hay que ponerse a pensar hoy en qué realidad se forjó ese proceso de unidad.

Un país en el cual el deterioro del nivel de vida de la población aumentada. Un país en el cual se entregaba la soberanía nacional a los organismos de crédito Internacionales. Un país en el cual una reforma cambiaria y monetaria de un Ministro de Economía del Partido Nacional firmaba la primera Carta Intención con el Fondo Monetario Internacional.

Y paralelamente en América Latina, en África, surgían movimientos anticolonialistas y de liberación nacional; avanzaba en conciencia nuestro pueblo, teniendo como referente a la Cuba que estaba construyendo el socialismo.

Y qué estrategia se propusieron los fundadores de la central; qué objetivo se propusieron para alcanzar transformar, es estas dos cosas: unir al pueblo, a los trabajadores, a los estudiantes, a las capas medias, a los intelectuales, a los asalariados del campo y de la ciudad; unirnos en un proceso de acumulación de fuerzas para una larga etapa de cambios, profundizando, consolidado y haciendo vencer la democracia.

Y compañeras y compañeros, desde esta tribuna -con humildad pero con convicción- decimos que esa etapa aún no terminó; que el nuevo momento político que vive nuestro país, que es producto de esa etapa de acumulación histórica, va a seguir por largo tiempo más.

Y el movimiento sindical y su unidad en estos cuarenta años pasaron duras pruebas. ¡Vaya si las pasaron! ¡Vaya si se intentó desde diversas filas, con la derecha propagandeando, ensuciando, calumniando y encastrando al movimiento sindical.

Quisieron romper la unidad varias veces, pero se rompieron los dientes. Se rompió los dientes la dictadura; se estrelló el fascismo contra un muro de clase obrera que respondió en el año setenta y tres con quince duros y gloriosos días de Huelga General.

Porque el golpe de Estado no fue casualidad; no fue una aventura de algunos golpistas. Fue el producto de una estrategia y una coordinación de los sectores más represivos de América Latina, conducidos por el imperialismo norteamericano para ajustar a sangre y fuego las cuentas con el movimiento social y popular de liberación que avanzaba.

La dictadura, el capital financiero, utilizó a todas las armas, empezando por las Fuerzas Armadas que durante tanto tiempo entrenó en la escuela de Panamá; en inteligencia, en seguimiento de sindicatos y de militantes, en técnicas de tortura y finalmente en la masacre de nuestro pueblo. Y cuando el 27 de junio llegó por fin, cuando hay señales de golpe, desde el ’64 se venía gestando, los trabajadores, el movimiento sindical y la CNT, los estudiantes, estuvieron donde tenían que estar: ocupando fábricas, hospitales, liceos, enfrentando las tenebrosas listas negras de patronales que echaron trabajadores.

El pueblo estuvo donde tenía que estar y también estuvieron las patronales donde tenían que estar; y también estuvieron políticos del Partido Colorado y del Partido Nacional, algunos Presidentes de la República, donde tenían que estar: dándole la mano, ayudando a esa dictadura que quería nacer; comandados por un civil, el dictador Juan María Bordaberry que por la lucha de este pueblo en poco tiempo más va a pasar por el Juzgado, va a terminar con la cárcel para empezar a pagar los crímenes que cometió contra su pueblo.

Fueron tiempos de horror, fueron tiempos de tortura, de clandestinidad, de exilios; pero también fueron tiempos de honor, de honor de esta clase obrera, de honor de este pueblo uruguayo, de honor de esta CNT y por eso hoy a los 40 años: ¡Honor y Gloria a los luchadores que enfrentaron al fascismo, poniendo la cara y poniendo la vida sin esconderse en ningún momento!

Si no hubiera germinado la semilla unitaria de la CNT, no hubiera habido plebiscito del ´80, no hubiera habido Obelisco del ´83, no hubiera habido recuperación democrática, no hubiera habido voto verde del ´89, no hubiera habido defensa de las empresa públicas, del agua ni ANCAP.

Porque germinó la semilla de la unidad, por eso, la generación de Cuesta, de Duarte, de Tita Cogo, la generación del compañero presidente Pepe D`Elia, hoy puede mirarse tranquilo en la historia sabiendo que la historia les dio la razón y sabiendo que nuestro PIT-CNT -unitario, clasista, combativo- sigue por la senda de honor y gloria que los héroes de nuestra clase forjaron. ¡Salud a nuestros héroes una vez más!

¿Y qué Uruguay tenemos hoy? ¿En qué Uruguay estamos parados? ¿En qué Uruguay, en medio de las polémicas propias del movimiento sindical, los trabajadores discutimos?

Porque nos enseñaron, los queridos viejos, que la unidad no es una unanimidad; y que las polémicas son bienvenidas porque con las polémicas y los aportes de todos se construye este movimiento sindical.

Tenemos un Uruguay donde las consecuencias de la estrategia del neoliberalismo aplicada y profundizada por los gobierno blancos y colorados en los últimos años, antes impuesto por la dictadura militar, nos dejan un país destrozado: un millón de pobres, ciento treinta mil desocupados, trescientos mil compatriotas excluidos de todo tipo de cobertura, ciento de miles de uruguayos, hijas e hijos de este pueblo, lo mejor de nuestra juventud en el exilio; la destrucción del aparato productivo, la entrega de la soberanía; una deuda externa colosal que nos ahoga; jubilaciones miserables; la salud y la educación en emergencia social.

Y nunca, nunca cuando nos demos las discusiones tenemos que olvidar que esta es la base material del país que nos legaron y que ellos son los culpables de la miseria que hoy vivimos.

Y vivimos un nuevo momento político, compañeras y compañeros; un nuevo momento político en donde el gobierno que asumió hace catorce meses, el 1° de marzo del 2005, es parte de ese proceso acumulación de fuerzas que empezó hace por lo menos cuarenta años.

Y el gobierno que asumió el 1° de Marzo del año 2005 marca cualitativamente un cambio en la relación de fuerzas que favorece en el gobierno a las grandes mayorías de nuestro pueblo.

Y que además resume la lucha de generaciones enteras de militantes sociales y políticos; muchos de los que están sentados aquí y muchos que ya no están entre nosotros.

Y ayer nos preguntaban en algunos medios de prensa, y parecía que esa tenía que ser la noticia del día de hoy, miren, hoy nos decían el movimiento sindical va anunciar su divorcio del gobierno; compañeras y compañeros, para que alguien se divorcie primero se tiene que casar y este movimiento sindical nunca se casó ni se casará con nadie, porque desde nuestra independencia de clase podemos mirar la vida sin ningún tipo de complejos.

Y tenemos acuerdos y tenemos diferencias con el actual gobierno. Han habido avances y eso es innegable. O yo me pregunto, después de quince años que no se hacía negociación colectiva; después de quince años de precarización laboral; después de quince años de sobre explotación; después de quince años donde para los patrones el mejor sindicato era aquel que no existía, ¿no es un avance tener una ley de libertad sindical? ¿No es un avance tener un Consejo de Salarios? ¿No es un avance tener aumento de salario y negociación colectiva?

¿Pero quién nos lo regaló? ¿De dónde salió? ¿De qué rey mago apareció esa ley? No es del Consejo de Salarios, sino de la lucha permanente y el reclamo de este movimiento sindical.

Tenemos trescientos mil compatriotas en la más absoluta indigencia; setenta mil de ellos alcanzados hoy por el Plan de Emergencia. ¿Y alguien me dice que es lo mismo este gobierno que el gobierno neoliberal? Porque yo, compañeras y compañeros, neoliberalismo con sensibilidad social no conozco.

Claro que es un avance la investigación sobre los crímenes cometidos por la dictadura militar. Claro que es un avance la recuperación de los restos de Chávez Sosa y de Fernando Miranda.

Pero también está claro que vamos por más.

Y tenemos diferencias, claro que tenemos diferencias. A nosotros nos parece y nos queda claro que el actual gobierno del doctor Tabaré Vázquez no tiene una política concreta de creación de empleo. No tiene una política concreta de fomento al empleo.

Porque el problema del trabajo es el principal problema y es la principal preocupación que afecta los hogares de las uruguayas y los uruguayos.

Porque no hay inversión pública. Porque faltan créditos a pequeños propietarios y trabajadores rurales, para fomentar el repoblamiento de la campaña.

Porque hay que discutir el problema de la tenencia de la tierra, porque sigue siendo verdad "tierra para el que la trabaje".

Porque no estamos de acuerdo con la forma del pago de la deuda externa. Porque no estamos de acuerdo con una política económica que privilegia el pago de la deuda externa.

Porque no estamos de acuerdo que el gobierno se maneje en política económica con tres variables: control de la inflación, atracción del capital extranjero y pago puntual de los intereses de la deuda externa.

Porque, en definitiva, el país productivo y las necesidades de los uruguayos tampoco pueden esperar más; y si alguien tiene que esperar que espere el Fondo Monetario y los organismos de créditos internacionales.

Y todo esto, compañeras y compañeros, significa discutir de qué modelo de país estamos hablando.

Un país productivo implica el desarrollo de propuestas productivas agro industriales; inserción regional; incentivar la inversión pública y privada, combinándola con la reactivación del mercado interno.

Y todo ello vinculado a la integración de regional a través de un MERCOSUR de pueblos y gobiernos; con la incorporación de Venezuela, con la incorporación de Bolivia; fortaleciendo los lazos con la Comunidad Andina, enfrentando el ALCA y los Tratados Bilaterales de Inversión y los Tratados de Libre Comercio con los Estados Unidos.

Y cuando hablamos de integración, y no nos hacemos los distraídos, decimos que no puede ser motivo de confrontación entre los pueblos y los gobiernos de Argentina y del Uruguay la instalación de las plantas de celulosa. No es solo un tema ambiental, básicamente es político y no confundirnos los intereses de los trabajadores con el de las empresas multinacionales.

Y de esa perspectiva, basada en nuestra solidaridad histórica con la lucha del pueblo argentino, señalamos nuestro más absoluto rechazo al bloqueo comercial que se somete al Uruguay con el corte de los puentes, que pone en peligro miles y miles de puestos de trabajadores en las dos márgenes del río.

Porque el río nos acerca; porque los puentes nos unen y no nos separan. Y por eso, en este acto el movimiento sindical le propone al pueblo uruguayo, le dice al gobierno uruguayo: cuenten con el movimiento sindical para resolver este problema, cuenten con los trabajadores argentinos y no nos desgastemos más en disputas internas.

Queremos a Argentina, queremos a Brasil, queremos a Paraguay, queremos a Venezuela discutiendo una integración regional y enfrentando al Fondo Monetario, enfrentando al Banco Mundial, enfrentando a los "chupa sangre" de los pueblos latinoamericanos.

¡Y vaya que habrá conflictos en este país hoy! ¡Y vaya que hay disputas en este país hoy!

Porque, compañeras y compañeros, DANCOTEX; la pesca; la madera, se ocupan las tierras en Bella Unión, las curtiembres, los gráficos, el Liceo Nubarian, IMPASA y Casa de Galicia; lo que reflejan es el estado de la lucha de clases que hoy vivimos y recorre este país de Norte a Sur y de Este a Oeste.

Y allí el hilo conductor de todos estos conflictos es la esencia del trabajo, es el enfrentamiento al incumplimiento por parte de las patronales de los acuerdos firmados en el Ministerio de Trabajo y la violación a la Ley de Libertad Sindical.

Y merece un capítulo aparte el proceso de aprobación de la Ley de Libertad Sindical, porque hoy asistimos -fruto de la lucha de nuestros trabajadores, fruto de la sensibilidad política del gobierno- que haya una Ley de Libertad Sindical; y hoy, en la aguja, en los textiles, en las curtiembres, en los servicios de limpieza, en los trabajadores de las empresas contratadas de las ambulancias, en los trabajadores y los servicios de acompañantes de la salud, tenemos más de 150 mil nuevos afiliados al movimiento sindical, que entran dispuesto a combatir por sus derechos.

Porque hoy no son solamente clase en sí, sino clase para sí y están dispuestos a asumir su papel en la historia.

Las patronales y sus aliados en los últimos meses desataron un operativo con el objetivo de acusar, a unos gremios en conflicto, de intransigentes, de locos de hacer peligrar la estabilidad del país. Y se paseó Jorge Batlle y se paseó Sanguinetti, y paseó Lacalle, con micrófonos y cámaras de televisión, hablando de cómo había que cuidar los intereses del país. Los que fundieron FUNSA, los que liquidaron Cristalerías, los que cerraron ocho mutualistas, nos venían a dar clase de cómo cuidar los intereses del país. ¡Pero si serán hijos de...!

¿Y cómo respondió la clase obrera? ¿Cómo respondió el pueblo a las provocaciones? ¿Cómo respondieron los trabajadores de Nausa a las agresiones y a las provocaciones? Como responde el movimiento sindical, y sólo me detengo en este ejemplo: con la unidad, con la organización y con la lucha de todo el gremio de curtidores enfrentando ese conflicto y sellando indestructibilidad de la clase obrera.

Y como hay que dar mensajes, mensajes estamos dando. Estamos dispuestos a discutir una ley de negociación colectiva que obliga a las peatonales a sentarse a negociar. Lo que no estamos dispuestos a discutir es ninguna reglamentación de las formas de lucha, de las ocupaciones, porque son parte de la metodología de lucha del movimiento sindical y esos son indiscutidos en el movimiento sindical; ni ley ni decreto.

Prometimos no más de cuarenta minutos y debemos intentar cumplir, aunque nos estamos pasando un poco.

En este proceso, una larga lucha por los derechos humanos comienza abrirse paso. Durante los últimos veinte años la reconquista de la democracia gobiernos colorados y blancos quisieron construir el mundo de la impunidad.

Hoy se empieza a derrumbar ese muro de silencio cómplice. Hoy existen avances fruto a la histórica lucha de familiares, del movimiento sindical, de organizaciones sociales y políticas, y de la voluntad del actual gobierno de avanzar en la búsqueda de la verdad.

Estamos convencidos que existen condiciones para profundizar este proceso. Hoy la verdad está siendo demostrada; la justicia la seguimos reclamando.

El pueblo uruguayo y su lucha hizo posible la aparición de los restos de Chávez Sosa y de Fernando Miranda.

En una larga de listas de mártires, muy larga para un país tan pequeño, estábamos esperando para encontrar a Elena, a León Duarte, Arpino Vega y todos aquellos que dieron la vida por nuestro pueblo. A todos aquellos que se jugaron por cambiar el mundo.

Por todo ello, y junto a los juicios de Bordaberry, Gavazo, Cordero, Silveira y los demás genocidas, decimos con convicción: la ley de impunidad debe ser anulada.

Y para ello, en los próximos días junto a organizaciones sociales y de familiares, como lo anunciamos el pasado 22 de diciembre, lanzaremos la ley por la anulación de la impunidad.

Claro que quedan muchos temas pendientes para resolver. Claro que hay que hablar de la educación, hay que hablar de una educación que no sea una mercancía; hay que hablar de una educación con recursos; hay que hablar de una educación que no adopte a los uruguayos a ser a la incertidumbre del mercado laboral, sino que forma individuos críticos capaces de ubicarse en su lugar en su planeta y de su condición de explotados y de enfrentarla.

Hay que hablar de la reforma de la salud, que se hace impostergable. Y acá no es un asunto de nombres; acá no es un tema de si es estatal o si es privada. Acá no es un tema del Hospital de Clínica; acá es un tema del pueblo uruguayo, de los jubilados que no tienen plata para pagar la Mutualista, de la gente que se muere sin atención en los Hospitales.

Y si el gobierno quiere cambiar que no dude más, los trabajadores lo vamos a ayudar a cambiar.

¿Cómo lo hacemos? Con propuestas, con lucha y con movilización.

Acá hay que avanzar en la equidad y en la igualdad de oportunidades; sin discriminación de género u opción sexual.

Es imperioso, es impostergable la aprobación de la Ley de Salud Reproductiva.

Acá hay que avanzar en un Proyecto de Ley que le otorgue derecho a una jubilación o pensión digna a aquellas compatriotas y compatriotas que sufrieron la persecución de la dictadura, porque pelear y defender la libertad de los uruguayos.

Hay que mantener la defensa al Patrimonio Nacional, fortaleciendo las empresas públicas para el desarrollo productivo.

Señalamos que hay que discutir la reforma tributaria donde realmente "paguen más los que tienen más y paguen menos los que tienen menos"; y no se hiera de muerte a algunos sectores como los sectores cooperativistas, como consecuencia de la actual reforma tributaria.

La nueva ronda de Consejos de Salarios que nos espera a partir de los próximos días de este mes tiene tres aspectos fundamentales para el PIT-CNT.

El primero es definir el tiempo que nos va a llevar y nosotros decimos no más de un año en recuperar el salario base que teníamos los trabajadores al año 2000, el primer inicio del gobierno de Batlle, gobierno en donde el conjunto de la actividad perdió casi un 20 por ciento de salario.

El segundo, es definir una política activa de empleos; cadenas productivas agroindustriales donde además esté presente participando activamente el conjunto de los trabajadores y gremios de la industria en esa estrategia.

En el tercero, resolver el tema del trabajo, salario real y sobre todo condiciones de trabajo, categorías y condiciones de salud e higiene laboral.

Compañeras y compañeros, mucho es lo que nos tenemos que plantear. Reclamamos el aumento inmediato de un salario mínimo nacional a 3.000 pesos; reclamamos también la concesión de una onda televisiva, para montar un canal de televisión abierta de alcance nacional con fines sociales, sin fines de lucro, para efectivizar el derecho de la comunicación que tienen todos los ciudadanos por igual.

Debemos discutir, fraternalmente, de cara al 9º Congreso, la estrategia de acumulación de fuerzas que debe llevar adelante en esta etapa el movimiento sindical, en su análisis con pequeños y medianos empresarios.

Nos queda mucho por hacer. Pero en realidad, compañeros y compañeras, el primer y principal desafío en esta etapa es seguir apostando, amasando, fortaleciendo la unidad del movimiento sindical.

Apoyados, entonces, en nuestra historia, en una estrategia de acumulación de fuerzas correcta para unir a los trabajadores y el pueblo en la construcción de un Uruguay productivo, con justicia social.

Apostando y enfrentando los desafíos de la integración regional, con la mirada puesta en la construcción de un mundo; de una sociedad sin clases, sin explotados ni explotadores, confiados en nuestro futuro; confiados en nuestras fuerzas, confiados en la clase, para seguir soñando y cambiando al mundo de base, hundiendo al imperio burgués, le decimos: ¡Trabajadoras y trabajadores, afíliense a sus sindicato!

En este lugar, en este movimiento sindical de brazos abiertos; en esta lucha, ¡hay lugar para todos!

¡Porque este es el camino: el de la unidad, el de la solidaridad, el de la lucha!

¡Viva el 1° de Mayo! ¡Viva el Uruguay! ¡Viva el PIT CNT! ¡Vivan los trabajadores, salud!

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