PROCLAMA DEL PIT CNT EN EL DÍA DE LOS TRABAJADORES
Con motivo de un nuevo 1° de Mayo, Día de los
Trabajadores, se realizó el acto por parte del PIT CNT, en el cual el
dirigente sindical Jorge Bermúdez dio lectura a la proclama de la
central obrera.
TEXTO DE LA PROCLAMA DEL PIT CNT, CUYA LECTURA FUERA
REALIZADA POR EL DIRIGENTE SINDICAL JORGE BERMÚDEZ
BERMÚDEZ: ¡Salud, compañeras y compañeros
trabajadores! ¡Salud, madres y familiares de detenidos desaparecidos!
¡Salud, compañeros del movimiento cooperativo! ¡Salud, fraterna
Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay!
Hoy, nuevamente es 1° de Mayo y aquí está la clase y
con ella hay una tarde fría, pero con el corazón caliente, con las
banderas desplegadas al viento, diciendo una vez más, a pesar de todo, a
pesar de los golpes de la historia, ¡aquí está la clase obrera! ¡Aquí
está el pueblo uruguayo!
¡Unidad! ¡Unidad, es la consigna que antes, ahora y
mañana escuchará nuestra clase!
Y hoy es un 1° de Mayo con particularidades. Un 1° de
Mayo en el cual, en primer instancia, tenemos la significación histórica
de los 120 años de la lucha de los muertos en Chicago, de los
trabajadores asesinados -Parsons, Fischer, Spiess, George Engels-
peleando por la ley de las ocho horas y por la defensa de los intereses
de los trabajadores.
¡Y vaya que ha costado la unidad, y vaya que ha
costado esta luchado! Compañeros, que lo que tanto ha costado, que la
lucha que ha dejado tantos muertos en el camino no nos separe por
diferencias circunstanciales. Porque el enemigo no está en las filas del
movimiento sindical, porque los enemigos son los patrones.
Porque el enemigo es el Fondo Monetario, porque la
unidad que no se construyó mágicamente no se va a terminar en esta
tarde.
De los que mató el capital hace 120 años en Chicago,
pensando que con ellos mataban la lucha de la clase obrera, como
señalaba Karl Marx, nombrando a los comuneros de París, "muriendo,
muriendo se han hecho invencibles".
¡Gloria y Honor, por siempre, a los mártires de
Chicago!
Y cuáles el mundo que, compañeras y compañeros
trabajadores, uruguayos todos; cuáles el mundo que hoy tenemos a 120
años del asesinato de los cuatro mártires.
Tenemos un mundo en donde la revolución
científico-técnica que parecía en los ochenta y en los noventas, o al
menos nos invitaban a creer, cuando nos decían que la lucha de clase ya
fue; cuando nos invitaban a arrepentirnos; cuando nos invitaban a comer
mierda, cuando eso pasaba, hoy tenemos un mundo en donde hay grandes
adelantos tecnológicos, en donde parece que es fácil comunicarnos de una
punta a la otra del mundo; y, sin embargo, en este mundo, en este Siglo
XXI cien mil personas mueren en todo el mundo por día de hambre o de
enfermedades que podían haberse evitado.
Y, compañeros, no solo en los países
subdesarrollados; no solo en nuestros países saqueados y espoleados
durante más de 500 años. Hoy, en los Estados Unidos; hoy, en la
supuestamente potencia de este mundo unipolar hay 37 millones de pobres.
Hoy, en este mismo momento, en este mismo momento en
Estados Unidos marchan cientos de miles de inmigrantes en defensa de sus
derechos. ¡Y vaya desde aquí, porque seguramente muchos de ellos serán
uruguayos que fueron a buscar el pan a otras tierras, nuestros saludos
de esta tribuna obrera!
Hoy en un mundo donde nos quieren hacer creer que no
vale la pena pelear. En un mundo donde nos quieren hacer creer que la
ley del mercado es la que define, también desde esta tribuna saludamos a
los estudiantes y a los obreros que en Francia derrotaron la
flexibilización laboral, la precarización del empleo, a las cuales el
neoliberalismo de sus gobiernos los quería someter. Porque los
estudiantes, porque los jóvenes del mundo viven y luchan por más que
quieran hacer creer que los jóvenes no quieren pelear.
Un mundo en el cual, compañeras y compañeros, cada
día más la paz mundial está amenazada. Hoy está en cuestión la paz del
mundo, hoy está en cuestión el futuro de nuestras generaciones que nos
van a preceder, de nuestros hijos y de nuestros nietos; y de los nietos
de nuestros nietos.
Hoy está en cuestión la paz del mundo, y el
responsable tiene nombre y apellido, es el imperialismo norteamericano,
es el capital transnacional y es el genocida de Bush, que amenaza al
mundo entero con expandir sus guerras para seguir acumulando riquezas.
Saludamos, entonces, desde esta tribuna a todos los
que luchan por la paz. A los mineros mexicanos, resistiendo la
militarización del Presidente Fox.
Saludamos a los trabajadores de Ecuador y Bolivia que
luchan contra el ALCA y particularmente a su Presidente Evo Morales que
hoy acaba de firmar la nacionalización de los hidrocarburos.
¡Salud, pueblo boliviano!
Y en este 1° de Mayo, mencionar entre los pueblos que
luchan, mencionar entre los pueblos que resisten, mencionar entre los
pueblos que quieren construir un mundo nuevo, al heroico pueblo cubano
que a 90 millas del imperio sigue creando y queriendo por un mundo más
justo y solidario. ¡Viva Cuba revolucionaria, solidaria y socialista!
¡Abajo el imperio norteamericano! ¡Abajo el bloqueo criminal!
Compañeras y compañeros, 40 años de unidad del
movimiento sindical; cuarenta años de la forja de una herramienta que
nació para cambiar el mundo y la sociedad. No es casualidad y aquí están
varios, por suerte, acá están presentes, que el objetivo del movimiento
sindical y de la CNT sea la construcción de una sociedad sin explotados
ni explotadores.
Y hoy parece lógico, hoy parece una cuestión de todos
los días; hoy parece algo inimaginable que haya en una misma fábrica, en
una misma mutualista, haya un solo sindicato. Pero esa no es la realidad
de todo el mundo.
Porque hoy es 1° de Mayo en el Uruguay y en muchas
partes, pero en algunos pueblos cercanos como en la propia Argentina no
hay acto de 1° de Mayo, no hay una sola central sindical y así en varios
países del mundo que hoy están peleando por la unidad del movimiento
sindical.
Si habrá que cuidar, si habrá que aprender de ese
proceso histórico, de la grandeza, de la madurez de la generación de
Cuesta y de Duarte; de las tendencias y corrientes que dejaron en aras
de la unidad parte de sus plataformas.
Si habrán sido eso sabios, eso queridos compañeros,
esos viejos queridos que fueron capaces de, teniendo concepciones
distintas, anteponerlas ante todos por el interés de los trabajadores.
Hoy estamos a cuarenta años del Congreso de Unidad,
de unificación, precedido por el Congreso del Pueblo; y yo quiero
plantear en qué realidad hay que ponerse a pensar hoy en qué realidad se
forjó ese proceso de unidad.
Un país en el cual el deterioro del nivel de vida de
la población aumentada. Un país en el cual se entregaba la soberanía
nacional a los organismos de crédito Internacionales. Un país en el cual
una reforma cambiaria y monetaria de un Ministro de Economía del Partido
Nacional firmaba la primera Carta Intención con el Fondo Monetario
Internacional.
Y paralelamente en América Latina, en África, surgían
movimientos anticolonialistas y de liberación nacional; avanzaba en
conciencia nuestro pueblo, teniendo como referente a la Cuba que estaba
construyendo el socialismo.
Y qué estrategia se propusieron los fundadores de la
central; qué objetivo se propusieron para alcanzar transformar, es estas
dos cosas: unir al pueblo, a los trabajadores, a los estudiantes, a las
capas medias, a los intelectuales, a los asalariados del campo y de la
ciudad; unirnos en un proceso de acumulación de fuerzas para una larga
etapa de cambios, profundizando, consolidado y haciendo vencer la
democracia.
Y compañeras y compañeros, desde esta tribuna -con
humildad pero con convicción- decimos que esa etapa aún no terminó; que
el nuevo momento político que vive nuestro país, que es producto de esa
etapa de acumulación histórica, va a seguir por largo tiempo más.
Y el movimiento sindical y su unidad en estos
cuarenta años pasaron duras pruebas. ¡Vaya si las pasaron! ¡Vaya si se
intentó desde diversas filas, con la derecha propagandeando, ensuciando,
calumniando y encastrando al movimiento sindical.
Quisieron romper la unidad varias veces, pero se
rompieron los dientes. Se rompió los dientes la dictadura; se estrelló
el fascismo contra un muro de clase obrera que respondió en el año
setenta y tres con quince duros y gloriosos días de Huelga General.
Porque el golpe de Estado no fue casualidad; no fue
una aventura de algunos golpistas. Fue el producto de una estrategia y
una coordinación de los sectores más represivos de América Latina,
conducidos por el imperialismo norteamericano para ajustar a sangre y
fuego las cuentas con el movimiento social y popular de liberación que
avanzaba.
La dictadura, el capital financiero, utilizó a todas
las armas, empezando por las Fuerzas Armadas que durante tanto tiempo
entrenó en la escuela de Panamá; en inteligencia, en seguimiento de
sindicatos y de militantes, en técnicas de tortura y finalmente en la
masacre de nuestro pueblo. Y cuando el 27 de junio llegó por fin, cuando
hay señales de golpe, desde el ’64 se venía gestando, los trabajadores,
el movimiento sindical y la CNT, los estudiantes, estuvieron donde
tenían que estar: ocupando fábricas, hospitales, liceos, enfrentando las
tenebrosas listas negras de patronales que echaron trabajadores.
El pueblo estuvo donde tenía que estar y también
estuvieron las patronales donde tenían que estar; y también estuvieron
políticos del Partido Colorado y del Partido Nacional, algunos
Presidentes de la República, donde tenían que estar: dándole la mano,
ayudando a esa dictadura que quería nacer; comandados por un civil, el
dictador Juan María Bordaberry que por la lucha de este pueblo en poco
tiempo más va a pasar por el Juzgado, va a terminar con la cárcel para
empezar a pagar los crímenes que cometió contra su pueblo.
Fueron tiempos de horror, fueron tiempos de tortura,
de clandestinidad, de exilios; pero también fueron tiempos de honor, de
honor de esta clase obrera, de honor de este pueblo uruguayo, de honor
de esta CNT y por eso hoy a los 40 años: ¡Honor y Gloria a los
luchadores que enfrentaron al fascismo, poniendo la cara y poniendo la
vida sin esconderse en ningún momento!
Si no hubiera germinado la semilla unitaria de la
CNT, no hubiera habido plebiscito del ´80, no hubiera habido Obelisco
del ´83, no hubiera habido recuperación democrática, no hubiera habido
voto verde del ´89, no hubiera habido defensa de las empresa públicas,
del agua ni ANCAP.
Porque germinó la semilla de la unidad, por eso, la
generación de Cuesta, de Duarte, de Tita Cogo, la generación del
compañero presidente Pepe D`Elia, hoy puede mirarse tranquilo en la
historia sabiendo que la historia les dio la razón y sabiendo que
nuestro PIT-CNT -unitario, clasista, combativo- sigue por la senda de
honor y gloria que los héroes de nuestra clase forjaron. ¡Salud a
nuestros héroes una vez más!
¿Y qué Uruguay tenemos hoy? ¿En qué Uruguay estamos
parados? ¿En qué Uruguay, en medio de las polémicas propias del
movimiento sindical, los trabajadores discutimos?
Porque nos enseñaron, los queridos viejos, que la
unidad no es una unanimidad; y que las polémicas son bienvenidas porque
con las polémicas y los aportes de todos se construye este movimiento
sindical.
Tenemos un Uruguay donde las consecuencias de la
estrategia del neoliberalismo aplicada y profundizada por los gobierno
blancos y colorados en los últimos años, antes impuesto por la dictadura
militar, nos dejan un país destrozado: un millón de pobres, ciento
treinta mil desocupados, trescientos mil compatriotas excluidos de todo
tipo de cobertura, ciento de miles de uruguayos, hijas e hijos de este
pueblo, lo mejor de nuestra juventud en el exilio; la destrucción del
aparato productivo, la entrega de la soberanía; una deuda externa
colosal que nos ahoga; jubilaciones miserables; la salud y la educación
en emergencia social.
Y nunca, nunca cuando nos demos las discusiones
tenemos que olvidar que esta es la base material del país que nos
legaron y que ellos son los culpables de la miseria que hoy vivimos.
Y vivimos un nuevo momento político, compañeras y
compañeros; un nuevo momento político en donde el gobierno que asumió
hace catorce meses, el 1° de marzo del 2005, es parte de ese proceso
acumulación de fuerzas que empezó hace por lo menos cuarenta años.
Y el gobierno que asumió el 1° de Marzo del año 2005
marca cualitativamente un cambio en la relación de fuerzas que favorece
en el gobierno a las grandes mayorías de nuestro pueblo.
Y que además resume la lucha de generaciones enteras
de militantes sociales y políticos; muchos de los que están sentados
aquí y muchos que ya no están entre nosotros.
Y ayer nos preguntaban en algunos medios de prensa, y
parecía que esa tenía que ser la noticia del día de hoy, miren, hoy nos
decían el movimiento sindical va anunciar su divorcio del gobierno;
compañeras y compañeros, para que alguien se divorcie primero se tiene
que casar y este movimiento sindical nunca se casó ni se casará con
nadie, porque desde nuestra independencia de clase podemos mirar la vida
sin ningún tipo de complejos.
Y tenemos acuerdos y tenemos diferencias con el
actual gobierno. Han habido avances y eso es innegable. O yo me
pregunto, después de quince años que no se hacía negociación colectiva;
después de quince años de precarización laboral; después de quince años
de sobre explotación; después de quince años donde para los patrones el
mejor sindicato era aquel que no existía, ¿no es un avance tener una ley
de libertad sindical? ¿No es un avance tener un Consejo de Salarios? ¿No
es un avance tener aumento de salario y negociación colectiva?
¿Pero quién nos lo regaló? ¿De dónde salió? ¿De qué
rey mago apareció esa ley? No es del Consejo de Salarios, sino de la
lucha permanente y el reclamo de este movimiento sindical.
Tenemos trescientos mil compatriotas en la más
absoluta indigencia; setenta mil de ellos alcanzados hoy por el Plan de
Emergencia. ¿Y alguien me dice que es lo mismo este gobierno que el
gobierno neoliberal? Porque yo, compañeras y compañeros, neoliberalismo
con sensibilidad social no conozco.
Claro que es un avance la investigación sobre los
crímenes cometidos por la dictadura militar. Claro que es un avance la
recuperación de los restos de Chávez Sosa y de Fernando Miranda.
Pero también está claro que vamos por más.
Y tenemos diferencias, claro que tenemos diferencias.
A nosotros nos parece y nos queda claro que el actual gobierno del
doctor Tabaré Vázquez no tiene una política concreta de creación de
empleo. No tiene una política concreta de fomento al empleo.
Porque el problema del trabajo es el principal
problema y es la principal preocupación que afecta los hogares de las
uruguayas y los uruguayos.
Porque no hay inversión pública. Porque faltan
créditos a pequeños propietarios y trabajadores rurales, para fomentar
el repoblamiento de la campaña.
Porque hay que discutir el problema de la tenencia de
la tierra, porque sigue siendo verdad "tierra para el que la trabaje".
Porque no estamos de acuerdo con la forma del pago de
la deuda externa. Porque no estamos de acuerdo con una política
económica que privilegia el pago de la deuda externa.
Porque no estamos de acuerdo que el gobierno se
maneje en política económica con tres variables: control de la
inflación, atracción del capital extranjero y pago puntual de los
intereses de la deuda externa.
Porque, en definitiva, el país productivo y las
necesidades de los uruguayos tampoco pueden esperar más; y si alguien
tiene que esperar que espere el Fondo Monetario y los organismos de
créditos internacionales.
Y todo esto, compañeras y compañeros, significa
discutir de qué modelo de país estamos hablando.
Un país productivo implica el desarrollo de
propuestas productivas agro industriales; inserción regional; incentivar
la inversión pública y privada, combinándola con la reactivación del
mercado interno.
Y todo ello vinculado a la integración de regional a
través de un MERCOSUR de pueblos y gobiernos; con la incorporación de
Venezuela, con la incorporación de Bolivia; fortaleciendo los lazos con
la Comunidad Andina, enfrentando el ALCA y los Tratados Bilaterales de
Inversión y los Tratados de Libre Comercio con los Estados Unidos.
Y cuando hablamos de integración, y no nos hacemos
los distraídos, decimos que no puede ser motivo de confrontación entre
los pueblos y los gobiernos de Argentina y del Uruguay la instalación de
las plantas de celulosa. No es solo un tema ambiental, básicamente es
político y no confundirnos los intereses de los trabajadores con el de
las empresas multinacionales.
Y de esa perspectiva, basada en nuestra solidaridad
histórica con la lucha del pueblo argentino, señalamos nuestro más
absoluto rechazo al bloqueo comercial que se somete al Uruguay con el
corte de los puentes, que pone en peligro miles y miles de puestos de
trabajadores en las dos márgenes del río.
Porque el río nos acerca; porque los puentes nos unen
y no nos separan. Y por eso, en este acto el movimiento sindical le
propone al pueblo uruguayo, le dice al gobierno uruguayo: cuenten con el
movimiento sindical para resolver este problema, cuenten con los
trabajadores argentinos y no nos desgastemos más en disputas internas.
Queremos a Argentina, queremos a Brasil, queremos a
Paraguay, queremos a Venezuela discutiendo una integración regional y
enfrentando al Fondo Monetario, enfrentando al Banco Mundial,
enfrentando a los "chupa sangre" de los pueblos latinoamericanos.
¡Y vaya que habrá conflictos en este país hoy! ¡Y
vaya que hay disputas en este país hoy!
Porque, compañeras y compañeros, DANCOTEX; la pesca;
la madera, se ocupan las tierras en Bella Unión, las curtiembres, los
gráficos, el Liceo Nubarian, IMPASA y Casa de Galicia; lo que reflejan
es el estado de la lucha de clases que hoy vivimos y recorre este país
de Norte a Sur y de Este a Oeste.
Y allí el hilo conductor de todos estos conflictos es
la esencia del trabajo, es el enfrentamiento al incumplimiento por parte
de las patronales de los acuerdos firmados en el Ministerio de Trabajo y
la violación a la Ley de Libertad Sindical.
Y merece un capítulo aparte el proceso de aprobación
de la Ley de Libertad Sindical, porque hoy asistimos -fruto de la lucha
de nuestros trabajadores, fruto de la sensibilidad política del
gobierno- que haya una Ley de Libertad Sindical; y hoy, en la aguja, en
los textiles, en las curtiembres, en los servicios de limpieza, en los
trabajadores de las empresas contratadas de las ambulancias, en los
trabajadores y los servicios de acompañantes de la salud, tenemos más de
150 mil nuevos afiliados al movimiento sindical, que entran dispuesto a
combatir por sus derechos.
Porque hoy no son solamente clase en sí, sino clase
para sí y están dispuestos a asumir su papel en la historia.
Las patronales y sus aliados en los últimos meses
desataron un operativo con el objetivo de acusar, a unos gremios en
conflicto, de intransigentes, de locos de hacer peligrar la estabilidad
del país. Y se paseó Jorge Batlle y se paseó Sanguinetti, y paseó
Lacalle, con micrófonos y cámaras de televisión, hablando de cómo había
que cuidar los intereses del país. Los que fundieron FUNSA, los que
liquidaron Cristalerías, los que cerraron ocho mutualistas, nos venían a
dar clase de cómo cuidar los intereses del país. ¡Pero si serán hijos
de...!
¿Y cómo respondió la clase obrera? ¿Cómo respondió el
pueblo a las provocaciones? ¿Cómo respondieron los trabajadores de Nausa
a las agresiones y a las provocaciones? Como responde el movimiento
sindical, y sólo me detengo en este ejemplo: con la unidad, con la
organización y con la lucha de todo el gremio de curtidores enfrentando
ese conflicto y sellando indestructibilidad de la clase obrera.
Y como hay que dar mensajes, mensajes estamos dando.
Estamos dispuestos a discutir una ley de negociación colectiva que
obliga a las peatonales a sentarse a negociar. Lo que no estamos
dispuestos a discutir es ninguna reglamentación de las formas de lucha,
de las ocupaciones, porque son parte de la metodología de lucha del
movimiento sindical y esos son indiscutidos en el movimiento sindical;
ni ley ni decreto.
Prometimos no más de cuarenta minutos y debemos
intentar cumplir, aunque nos estamos pasando un poco.
En este proceso, una larga lucha por los derechos
humanos comienza abrirse paso. Durante los últimos veinte años la
reconquista de la democracia gobiernos colorados y blancos quisieron
construir el mundo de la impunidad.
Hoy se empieza a derrumbar ese muro de silencio
cómplice. Hoy existen avances fruto a la histórica lucha de familiares,
del movimiento sindical, de organizaciones sociales y políticas, y de la
voluntad del actual gobierno de avanzar en la búsqueda de la verdad.
Estamos convencidos que existen condiciones para
profundizar este proceso. Hoy la verdad está siendo demostrada; la
justicia la seguimos reclamando.
El pueblo uruguayo y su lucha hizo posible la
aparición de los restos de Chávez Sosa y de Fernando Miranda.
En una larga de listas de mártires, muy larga para un
país tan pequeño, estábamos esperando para encontrar a Elena, a León
Duarte, Arpino Vega y todos aquellos que dieron la vida por nuestro
pueblo. A todos aquellos que se jugaron por cambiar el mundo.
Por todo ello, y junto a los juicios de Bordaberry,
Gavazo, Cordero, Silveira y los demás genocidas, decimos con convicción:
la ley de impunidad debe ser anulada.
Y para ello, en los próximos días junto a
organizaciones sociales y de familiares, como lo anunciamos el pasado 22
de diciembre, lanzaremos la ley por la anulación de la impunidad.
Claro que quedan muchos temas pendientes para
resolver. Claro que hay que hablar de la educación, hay que hablar de
una educación que no sea una mercancía; hay que hablar de una educación
con recursos; hay que hablar de una educación que no adopte a los
uruguayos a ser a la incertidumbre del mercado laboral, sino que forma
individuos críticos capaces de ubicarse en su lugar en su planeta y de
su condición de explotados y de enfrentarla.
Hay que hablar de la reforma de la salud, que se hace
impostergable. Y acá no es un asunto de nombres; acá no es un tema de si
es estatal o si es privada. Acá no es un tema del Hospital de Clínica;
acá es un tema del pueblo uruguayo, de los jubilados que no tienen plata
para pagar la Mutualista, de la gente que se muere sin atención en los
Hospitales.
Y si el gobierno quiere cambiar que no dude más, los
trabajadores lo vamos a ayudar a cambiar.
¿Cómo lo hacemos? Con propuestas, con lucha y con
movilización.
Acá hay que avanzar en la equidad y en la igualdad de
oportunidades; sin discriminación de género u opción sexual.
Es imperioso, es impostergable la aprobación de la
Ley de Salud Reproductiva.
Acá hay que avanzar en un Proyecto de Ley que le
otorgue derecho a una jubilación o pensión digna a aquellas compatriotas
y compatriotas que sufrieron la persecución de la dictadura, porque
pelear y defender la libertad de los uruguayos.
Hay que mantener la defensa al Patrimonio Nacional,
fortaleciendo las empresas públicas para el desarrollo productivo.
Señalamos que hay que discutir la reforma tributaria
donde realmente "paguen más los que tienen más y paguen menos los que
tienen menos"; y no se hiera de muerte a algunos sectores como los
sectores cooperativistas, como consecuencia de la actual reforma
tributaria.
La nueva ronda de Consejos de Salarios que nos espera
a partir de los próximos días de este mes tiene tres aspectos
fundamentales para el PIT-CNT.
El primero es definir el tiempo que nos va a llevar y
nosotros decimos no más de un año en recuperar el salario base que
teníamos los trabajadores al año 2000, el primer inicio del gobierno de
Batlle, gobierno en donde el conjunto de la actividad perdió casi un 20
por ciento de salario.
El segundo, es definir una política activa de
empleos; cadenas productivas agroindustriales donde además esté presente
participando activamente el conjunto de los trabajadores y gremios de la
industria en esa estrategia.
En el tercero, resolver el tema del trabajo, salario
real y sobre todo condiciones de trabajo, categorías y condiciones de
salud e higiene laboral.
Compañeras y compañeros, mucho es lo que nos tenemos
que plantear. Reclamamos el aumento inmediato de un salario mínimo
nacional a 3.000 pesos; reclamamos también la concesión de una onda
televisiva, para montar un canal de televisión abierta de alcance
nacional con fines sociales, sin fines de lucro, para efectivizar el
derecho de la comunicación que tienen todos los ciudadanos por igual.
Debemos discutir, fraternalmente, de cara al 9º
Congreso, la estrategia de acumulación de fuerzas que debe llevar
adelante en esta etapa el movimiento sindical, en su análisis con
pequeños y medianos empresarios.
Nos queda mucho por hacer. Pero en realidad,
compañeros y compañeras, el primer y principal desafío en esta etapa es
seguir apostando, amasando, fortaleciendo la unidad del movimiento
sindical.
Apoyados, entonces, en nuestra historia, en una
estrategia de acumulación de fuerzas correcta para unir a los
trabajadores y el pueblo en la construcción de un Uruguay productivo,
con justicia social.
Apostando y enfrentando los desafíos de la
integración regional, con la mirada puesta en la construcción de un
mundo; de una sociedad sin clases, sin explotados ni explotadores,
confiados en nuestro futuro; confiados en nuestras fuerzas, confiados en
la clase, para seguir soñando y cambiando al mundo de base, hundiendo al
imperio burgués, le decimos: ¡Trabajadoras y trabajadores, afíliense a
sus sindicato!
En este lugar, en este movimiento sindical de brazos
abiertos; en esta lucha, ¡hay lugar para todos!
¡Porque este es el camino: el de la unidad, el de la
solidaridad, el de la lucha!
¡Viva el 1° de Mayo! ¡Viva el Uruguay! ¡Viva el PIT
CNT! ¡Vivan los trabajadores, salud! |