EXPORTACIONES Y ACUERDOS COMERCIALES SUSTENTO DEL
PAÍS PRODUCTIVO
El Ministro Jorge Lepra expresó en una ponencia en
la B´nai B´rith que "con nuevos acuerdos comerciales, aumentaremos
nuestras exportaciones y atraeremos capitales generando más empleo; las
inversiones en nuestro país no son para vender al mercado interno; o
logramos multiplicar nuestros mercados o simplemente perderemos esas
inversiones".
Indicó que al mismo tiempo implementarán políticas
activas que promuevan la innovación y la calidad, para aumentar el valor
y el conocimiento nacional integrado en nuestras exportaciones y lograr
diversificar nuestra oferta exportable, actualmente muy concentrada.
El Titular de Industria, ratificó la visión del
propio Presidente Vázquez de que el MERCOSUR así como está funcionando
no nos sirve. "Sin embargo no pensamos abandonarlo -dijo-; esta sería
una decisión absolutamente errónea. Primero porque aún vendemos a la
región casi la cuarta parte de nuestras exportaciones. Además porque
vendemos productos industriales de más valor que a otras zonas,
particularmente a la Argentina. Por eso mantenemos nuestro objetivo de
profundizar el MERCOSUR".
Aclaró que paralelamente se deben firmar nuevos
acuerdos comerciales fuera de la región, con el resto del mundo.
"Existen, para nuestros productos, mercados más dinámicos que los de la
región. Y cuanto más diversificado sea nuestro comercio exterior, menos
dependiente seremos de los desequilibrios de los socios regionales",
agregó.
El Ministro Jorge Lepra, invitado por la B’nai B’rith
del Uruguay a participar de un almuerzo de trabajo en la sede de la
institución, en el marco de su 70° aniversario, realizó una disertación denominada "La inserción
internacional en el Uruguay Productivo".
Su ponencia –de la que participaron más de 250
personas, tanto asociados como Legisladores e invitados especiales-
contenía además una presentación en Power Point que se adjunta.
PALABRAS DEL MINISTRO DE INDUSTRIA, ENERGÍA Y
MINERÍA, JORGE LEPRA
MINISTRO LEPRA: Señor Presidente de la B'nai B'rith
del Uruguay, Denis Herrnstdat, señores Legisladores, señoras y señores.
(Ver presentación - diapo 1)
La política comercial y la inserción internacional de
nuestro país son de los temas de mayor debate en la actualidad.
El Poder Ejecutivo les está prestando una atención
prioritaria y el Presidente de la República se ha involucrado, en forma
directa, participando personalmente en las gestiones.
Se están haciendo estudios, encarando negociaciones y
adoptando definiciones novedosas de las que se espera generar nuevos
acuerdos comerciales que permitan el crecimiento de las exportaciones,
de las inversiones, de la producción y del empleo.
Me propongo en esta intervención describir algunas
características centrales de nuestro comercio exterior, particularmente
de las exportaciones y cambios importantes que se produjeron en los
últimos años.
Es, a partir de esta realidad, que el Gobierno está
operando para impedir que se profundicen algunas tendencias preocupantes
y, al mismo tiempo, promover las tendencias positivas.
Comenzaré, entonces, mostrando algunas
características de nuestro comercio internacional.
En primer lugar el saldo de nuestro comercio exterior
de bienes, es decir exportaciones menos importaciones, tiene un saldo
positivo desde el año 2002.
(Ver presentación - diapo 2)
Como puede verse en el gráfico, hay una caída en el
comercio luego de la devaluación de Brasil en 1999, que llega hasta el
año 2002. Luego, las exportaciones comienzan a crecer como indican las
barras azules y también las importaciones como se ve en las barras
anaranjadas. El saldo es positivo para el país en los últimos cuatro
años.
(Ver presentación - diapo 3)
Una segunda característica que deseo destacar es el
elevado grado de concentración de nuestras exportaciones. Sumando
solamente los 10 grupos de productos más vendidos, se alcanza una cifra
igual a las dos terceras partes del total de las exportaciones, como
puede verse en el área azul del grafico. Y si consideramos sólo los
cuatro primeros productos de exportación, ellos representan el 45% del
total. Ambas cifras indican una muy elevada concentración.
(Ver presentación - diapo 4)
En tercer lugar, quiero subrayar que esta tendencia a
la concentración se ha profundizado en los últimos años, pues las
exportaciones de varios de estos productos, que pesan mucho en nuestro
comercio, crecieron más que el promedio, aumentando su participación en
el total.
En la última línea del cuadro se señala que entre
2002 y 2005 nuestras exportaciones crecieron un 74%. En el mismo período
los cinco rubros de arriba del cuadro, que están entre los más
importantes en nuestro comercio exterior, tuvieron tasas de crecimiento,
mayores, en algunos casos muy superiores, como la carne, la madera y las
semillas y oleaginosas. La consecuencia es una mayor participación en el
total exportado.
Me querría concentrar ahora en una de las
transformaciones que consideramos más importantes en nuestra inserción
internacional, la vinculada al cambio de destino de nuestras
exportaciones. En especial la pérdida de importancia del MERCOSUR y el
crecimiento de la importancia de los Estados Unidos como mercado de
nuestra producción.
(Ver presentación - diapo 5)
En este análisis consideraré un período más amplio,
que nos permita comparar la situación actual con la existente, antes de
la crisis regional.
En estos pocos años nuestro comercio exterior sufre
cambios muy significativos, que necesariamente debemos tener en cuenta
al definir nuestra política comercial. Compararé los mercados de destino
de nuestra producción en tres años: 1998, 2002 y 2005.
En el primero, 1998, el MERCOSUR había alcanzado su
momento de mayor expansión, antes de la devaluación de Brasil de enero
de 1999 y de la crisis en que ingresó toda la región.
El segundo año, 2002, es epicentro de crisis
nacional, uno de los años de mayor recesión de nuestra historia y
finalmente consideraremos el año 2005, o sea la situación actual.
En el cuadro se indica qué porcentaje de nuestras
exportaciones se destina a cuatro regiones: el MERCOSUR, los Estados
Unidos, Europa y el Resto del Mundo. Observando la primer columna, vemos
que en 1998 el MERCOSUR absorbía más de la mitad de nuestras
exportaciones (55%). La primera fila nos indica cómo evolucionó este
porcentaje. Vemos cómo desde ese año el MERCOSUR ha decrecido su
participación y el año pasado compró menos de la quinta parte del total.
Quisiera precisar exactamente lo que significan estas cifras:
Desde 1998 nuestras exportaciones a la región se
redujeron hasta el año 2002, pasando de más de un millón y medio de
dólares a 607 mil.
En el año 2005 fueron 28% más que esta cifra, pero
este crecimiento fue menor que el general, por eso la región siguió
disminuyendo su participación, pasando de comprar el 33% al 23% del
total. La conclusión parece clara, el MERCOSUR es hoy, menos importante
para nuestra economía, que unos años atrás.
En este mismo período vemos que Europa no tiene un
cambio significativo como destino de nuestras exportaciones, pues se
mantiene en un rango de 18 y 27%. Puede decirse que las exportaciones a
Europa crecen en forma similar el crecimiento general de las
exportaciones.
En cambio, lo que si sufre un cambio muy importante
es nuestro comercio con los Estados Unidos que se ha transformado, en
pocos años, en el principal comprador, alcanzando a tener prácticamente
la misma importancia que todo el MERCOSUR, cuando hace tres años sólo
compraba el 7% de nuestras exportaciones.
Una tendencia similar tuvo nuestro comercio con
México. A este país le vendimos 37 millones de dólares en el año 2001,
cifra que descendió a 19 millones en el año 2003. Desde ese momento, que
coincide con la firma del Tratado de Libre Comercio, ha tenido un
crecimiento exponencial. En el 2004 exportamos 30 millones y el año
pasado 50 millones de dólares, es decir que en dos años nuestras ventas
a México se multiplicaron más que dos veces y media. Sin duda en este
crecimiento ha influido el Tratado de Libre Comercio.
Es importante analizar qué ha pasado en el MERCOSUR.
Sin duda haber sido parte de este proceso de integración permitió que
nuestras exportaciones a la región tuvieran un crecimiento importante
durante la década pasada. Pero desde 1999, la región se ha vuelto una
zona económica muy inestable.
Primero se produjeron las devaluaciones de los países
vecinos, que provocaron que nuestras empresas casi dejaran totalmente de
exportar y muchas perdieron su principal mercado, con las graves
consecuencias que ello trae en las ventas y en la desocupación.
Muchas empresas, para defenderse de esta situación,
diversificaron sus mercados y empezaron a vender a los Estados Unidos, a
Europa, a otros países latinoamericanos o a otras regiones. Ahora que
nuestra paridad cambiaria con Brasil es similar a la de 1998, estas
empresas no están interesadas en volver a exportar a ese país por miedo
a caer nuevamente en la dependencia de un mercado inestable y prefieren
profundizar sus relaciones comerciales fuera de la región.
A esta situación se agregan dos factores más:
primero, la existencia de trabas al ingreso de algunos productos, como
el arroz, que deja pendiente la amenaza de si no se extenderá en algún
momento a otros productos, a lo que se agrega la actual traba a la
circulación de bienes y personas por el conflicto de las papeleras.
Y, en segundo lugar, la bilateralidad entre Argentina
y Brasil. Ésta existió desde el inicio del MERCOSUR y en cierta forma
era comprensible. Pero desde febrero de este año se concretó en tratados
donde los dos países grandes fijan mecanismos para tener entre ellos un
comercio equilibrado, para promover acuerdos entre sus empresas y dejan
fuera a los países chicos.
Esta práctica viola el espíritu del MERCOSUR y
aumenta la inseguridad de nuestro comercio regional.
Hemos planteado esta situación en cuanto foro
participamos. Lo hemos hecho con dureza, intentando que no se
consolidara la exclusión de los países menores. No nos han escuchado y
han seguido adelante.
El principal aporte de la integración a nuestro
desarrollo es poder disponer de un mercado amplio, que supere nuestro
tamaño. Esto requiere libertad de comercio. Si éste se dificulta o si es
inseguro, por los motivos que fuera, la integración no se concreta en la
realidad. Por eso el Presidente de la República ha dicho que este
MERCOSUR no nos sirve.
Sin embargo no pensamos abandonarlo. Esta sería una
decisión absolutamente errónea. Primero porque aún vendemos a la región
casi la cuarta parte de nuestras exportaciones. Además porque vendemos
productos industriales de más valor que a otras zonas, particularmente a
la Argentina. Por eso mantenemos nuestro objetivo de profundizar el
MERCOSUR.
Pero paralelamente debemos firmar nuevos acuerdos
comerciales fuera de la región, con el resto del mundo. Las cifras que
he mostrado expresan que existen, para nuestros productos, mercados más
dinámicos que los de la región. Y cuanto más diversificado sea nuestro
comercio exterior, menos dependiente seremos de los desequilibrios de
los socios regionales.
Esta es la política comercial del proyecto de
desarrollo que hemos denominado Uruguay Productivo. Estamos convencidos
que, con nuevos acuerdos comerciales, aumentaremos nuestras
exportaciones y atraeremos capitales generando más puestos de trabajo.
Las inversiones que vienen a nuestro país no lo hacen para vender al
mercado interno. O logramos multiplicar nuestros mercados o simplemente
perderemos esas inversiones.
Al mismo tiempo implementaremos políticas activas que
promuevan la innovación y la calidad, para aumentar el valor y el
conocimiento nacional integrado en nuestras exportaciones y lograr
diversificar nuestra oferta exportable, actualmente muy concentrada.
Pensamos que comercio, inversiones, producción y
empleo están íntimamente relacionados. Las facilidades de acceso a
mercados externos seguros, como los que provienen de un acuerdo
comercial, son las condiciones para atraer inversiones externas, así
como para que las empresas ya radicadas en el país, realicen nuevas
inversiones. Esto aumentará la producción, el empleo y los niveles de
vida de la población. Por eso estamos seguros que, con la política
comercial y todo el proyecto del Uruguay Productivo, estamos sentando
las bases de un crecimiento sostenido con justicia social.
Muchas gracias
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