16/05/06


EXPORTACIONES Y ACUERDOS COMERCIALES SUSTENTO DEL PAÍS PRODUCTIVO
El Ministro Jorge Lepra expresó en una ponencia en la B´nai B´rith que "con nuevos acuerdos comerciales, aumentaremos nuestras exportaciones y atraeremos capitales generando más empleo; las inversiones en nuestro país no son para vender al mercado interno; o logramos multiplicar nuestros mercados o simplemente perderemos esas inversiones".

Indicó que al mismo tiempo implementarán políticas activas que promuevan la innovación y la calidad, para aumentar el valor y el conocimiento nacional integrado en nuestras exportaciones y lograr diversificar nuestra oferta exportable, actualmente muy concentrada.

El Titular de Industria, ratificó la visión del propio Presidente Vázquez de que el MERCOSUR así como está funcionando no nos sirve. "Sin embargo no pensamos abandonarlo -dijo-; esta sería una decisión absolutamente errónea. Primero porque aún vendemos a la región casi la cuarta parte de nuestras exportaciones. Además porque vendemos productos industriales de más valor que a otras zonas, particularmente a la Argentina. Por eso mantenemos nuestro objetivo de profundizar el MERCOSUR".

Aclaró que paralelamente se deben firmar nuevos acuerdos comerciales fuera de la región, con el resto del mundo. "Existen, para nuestros productos, mercados más dinámicos que los de la región. Y cuanto más diversificado sea nuestro comercio exterior, menos dependiente seremos de los desequilibrios de los socios regionales", agregó.

El Ministro Jorge Lepra, invitado por la B’nai B’rith del Uruguay a participar de un almuerzo de trabajo en la sede de la institución, en el marco de su 70° aniversario, realizó una disertación denominada "La inserción internacional en el Uruguay Productivo".

Su ponencia –de la que participaron más de 250 personas, tanto asociados como Legisladores e invitados especiales- contenía además una presentación en Power Point que se adjunta.

PALABRAS DEL MINISTRO DE INDUSTRIA, ENERGÍA Y MINERÍA, JORGE LEPRA

MINISTRO LEPRA: Señor Presidente de la B'nai B'rith del Uruguay, Denis Herrnstdat, señores Legisladores, señoras y señores.

(Ver presentación - diapo 1)

La política comercial y la inserción internacional de nuestro país son de los temas de mayor debate en la actualidad.

El Poder Ejecutivo les está prestando una atención prioritaria y el Presidente de la República se ha involucrado, en forma directa, participando personalmente en las gestiones.

Se están haciendo estudios, encarando negociaciones y adoptando definiciones novedosas de las que se espera generar nuevos acuerdos comerciales que permitan el crecimiento de las exportaciones, de las inversiones, de la producción y del empleo.

Me propongo en esta intervención describir algunas características centrales de nuestro comercio exterior, particularmente de las exportaciones y cambios importantes que se produjeron en los últimos años.

Es, a partir de esta realidad, que el Gobierno está operando para impedir que se profundicen algunas tendencias preocupantes y, al mismo tiempo, promover las tendencias positivas.

Comenzaré, entonces, mostrando algunas características de nuestro comercio internacional.

En primer lugar el saldo de nuestro comercio exterior de bienes, es decir exportaciones menos importaciones, tiene un saldo positivo desde el año 2002.

(Ver presentación - diapo 2)

Como puede verse en el gráfico, hay una caída en el comercio luego de la devaluación de Brasil en 1999, que llega hasta el año 2002. Luego, las exportaciones comienzan a crecer como indican las barras azules y también las importaciones como se ve en las barras anaranjadas. El saldo es positivo para el país en los últimos cuatro años.

(Ver presentación - diapo 3)

Una segunda característica que deseo destacar es el elevado grado de concentración de nuestras exportaciones. Sumando solamente los 10 grupos de productos más vendidos, se alcanza una cifra igual a las dos terceras partes del total de las exportaciones, como puede verse en el área azul del grafico. Y si consideramos sólo los cuatro primeros productos de exportación, ellos representan el 45% del total. Ambas cifras indican una muy elevada concentración.

(Ver presentación - diapo 4)

En tercer lugar, quiero subrayar que esta tendencia a la concentración se ha profundizado en los últimos años, pues las exportaciones de varios de estos productos, que pesan mucho en nuestro comercio, crecieron más que el promedio, aumentando su participación en el total.

En la última línea del cuadro se señala que entre 2002 y 2005 nuestras exportaciones crecieron un 74%. En el mismo período los cinco rubros de arriba del cuadro, que están entre los más importantes en nuestro comercio exterior, tuvieron tasas de crecimiento, mayores, en algunos casos muy superiores, como la carne, la madera y las semillas y oleaginosas. La consecuencia es una mayor participación en el total exportado.

Me querría concentrar ahora en una de las transformaciones que consideramos más importantes en nuestra inserción internacional, la vinculada al cambio de destino de nuestras exportaciones. En especial la pérdida de importancia del MERCOSUR y el crecimiento de la importancia de los Estados Unidos como mercado de nuestra producción.

(Ver presentación - diapo 5)

En este análisis consideraré un período más amplio, que nos permita comparar la situación actual con la existente, antes de la crisis regional.

En estos pocos años nuestro comercio exterior sufre cambios muy significativos, que necesariamente debemos tener en cuenta al definir nuestra política comercial. Compararé los mercados de destino de nuestra producción en tres años: 1998, 2002 y 2005.

En el primero, 1998, el MERCOSUR había alcanzado su momento de mayor expansión, antes de la devaluación de Brasil de enero de 1999 y de la crisis en que ingresó toda la región.

El segundo año, 2002, es epicentro de crisis nacional, uno de los años de mayor recesión de nuestra historia y finalmente consideraremos el año 2005, o sea la situación actual.

En el cuadro se indica qué porcentaje de nuestras exportaciones se destina a cuatro regiones: el MERCOSUR, los Estados Unidos, Europa y el Resto del Mundo. Observando la primer columna, vemos que en 1998 el MERCOSUR absorbía más de la mitad de nuestras exportaciones (55%). La primera fila nos indica cómo evolucionó este porcentaje. Vemos cómo desde ese año el MERCOSUR ha decrecido su participación y el año pasado compró menos de la quinta parte del total. Quisiera precisar exactamente lo que significan estas cifras:

Desde 1998 nuestras exportaciones a la región se redujeron hasta el año 2002, pasando de más de un millón y medio de dólares a 607 mil.

En el año 2005 fueron 28% más que esta cifra, pero este crecimiento fue menor que el general, por eso la región siguió disminuyendo su participación, pasando de comprar el 33% al 23% del total. La conclusión parece clara, el MERCOSUR es hoy, menos importante para nuestra economía, que unos años atrás.

En este mismo período vemos que Europa no tiene un cambio significativo como destino de nuestras exportaciones, pues se mantiene en un rango de 18 y 27%. Puede decirse que las exportaciones a Europa crecen en forma similar el crecimiento general de las exportaciones.

En cambio, lo que si sufre un cambio muy importante es nuestro comercio con los Estados Unidos que se ha transformado, en pocos años, en el principal comprador, alcanzando a tener prácticamente la misma importancia que todo el MERCOSUR, cuando hace tres años sólo compraba el 7% de nuestras exportaciones.

Una tendencia similar tuvo nuestro comercio con México. A este país le vendimos 37 millones de dólares en el año 2001, cifra que descendió a 19 millones en el año 2003. Desde ese momento, que coincide con la firma del Tratado de Libre Comercio, ha tenido un crecimiento exponencial. En el 2004 exportamos 30 millones y el año pasado 50 millones de dólares, es decir que en dos años nuestras ventas a México se multiplicaron más que dos veces y media. Sin duda en este crecimiento ha influido el Tratado de Libre Comercio.

Es importante analizar qué ha pasado en el MERCOSUR. Sin duda haber sido parte de este proceso de integración permitió que nuestras exportaciones a la región tuvieran un crecimiento importante durante la década pasada. Pero desde 1999, la región se ha vuelto una zona económica muy inestable.

Primero se produjeron las devaluaciones de los países vecinos, que provocaron que nuestras empresas casi dejaran totalmente de exportar y muchas perdieron su principal mercado, con las graves consecuencias que ello trae en las ventas y en la desocupación.

Muchas empresas, para defenderse de esta situación, diversificaron sus mercados y empezaron a vender a los Estados Unidos, a Europa, a otros países latinoamericanos o a otras regiones. Ahora que nuestra paridad cambiaria con Brasil es similar a la de 1998, estas empresas no están interesadas en volver a exportar a ese país por miedo a caer nuevamente en la dependencia de un mercado inestable y prefieren profundizar sus relaciones comerciales fuera de la región.

A esta situación se agregan dos factores más: primero, la existencia de trabas al ingreso de algunos productos, como el arroz, que deja pendiente la amenaza de si no se extenderá en algún momento a otros productos, a lo que se agrega la actual traba a la circulación de bienes y personas por el conflicto de las papeleras.

Y, en segundo lugar, la bilateralidad entre Argentina y Brasil. Ésta existió desde el inicio del MERCOSUR y en cierta forma era comprensible. Pero desde febrero de este año se concretó en tratados donde los dos países grandes fijan mecanismos para tener entre ellos un comercio equilibrado, para promover acuerdos entre sus empresas y dejan fuera a los países chicos.

Esta práctica viola el espíritu del MERCOSUR y aumenta la inseguridad de nuestro comercio regional.

Hemos planteado esta situación en cuanto foro participamos. Lo hemos hecho con dureza, intentando que no se consolidara la exclusión de los países menores. No nos han escuchado y han seguido adelante.

El principal aporte de la integración a nuestro desarrollo es poder disponer de un mercado amplio, que supere nuestro tamaño. Esto requiere libertad de comercio. Si éste se dificulta o si es inseguro, por los motivos que fuera, la integración no se concreta en la realidad. Por eso el Presidente de la República ha dicho que este MERCOSUR no nos sirve.

Sin embargo no pensamos abandonarlo. Esta sería una decisión absolutamente errónea. Primero porque aún vendemos a la región casi la cuarta parte de nuestras exportaciones. Además porque vendemos productos industriales de más valor que a otras zonas, particularmente a la Argentina. Por eso mantenemos nuestro objetivo de profundizar el MERCOSUR.

Pero paralelamente debemos firmar nuevos acuerdos comerciales fuera de la región, con el resto del mundo. Las cifras que he mostrado expresan que existen, para nuestros productos, mercados más dinámicos que los de la región. Y cuanto más diversificado sea nuestro comercio exterior, menos dependiente seremos de los desequilibrios de los socios regionales.

Esta es la política comercial del proyecto de desarrollo que hemos denominado Uruguay Productivo. Estamos convencidos que, con nuevos acuerdos comerciales, aumentaremos nuestras exportaciones y atraeremos capitales generando más puestos de trabajo. Las inversiones que vienen a nuestro país no lo hacen para vender al mercado interno. O logramos multiplicar nuestros mercados o simplemente perderemos esas inversiones.

Al mismo tiempo implementaremos políticas activas que promuevan la innovación y la calidad, para aumentar el valor y el conocimiento nacional integrado en nuestras exportaciones y lograr diversificar nuestra oferta exportable, actualmente muy concentrada.

Pensamos que comercio, inversiones, producción y empleo están íntimamente relacionados. Las facilidades de acceso a mercados externos seguros, como los que provienen de un acuerdo comercial, son las condiciones para atraer inversiones externas, así como para que las empresas ya radicadas en el país, realicen nuevas inversiones. Esto aumentará la producción, el empleo y los niveles de vida de la población. Por eso estamos seguros que, con la política comercial y todo el proyecto del Uruguay Productivo, estamos sentando las bases de un crecimiento sostenido con justicia social.

Muchas gracias

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