SE CELEBRÓ ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE LAS PIEDRAS
Con la presencia del Presidente de la República,
Tabaré Vázquez, se conmemoró este jueves el 195º aniversario de la
Batalla de Las Piedras en la Plaza de Armas del Comando del Ejército y,
coincidiendo con éste, el de la fundación de dicha fuerza terrestre.
El acto, que tuvo como único orador al
Comandante en Jefe de la fuerza, fue encabezado por el Presidente de la
República, Dr. Tabaré Vázquez, a quien acompañaron ministros,
legisladores, diplomáticos acreditados y otras autoridades civiles y
militares.
Tras la ejecución del Himno Nacional, el
Comandante en Jefe del Ejército, Teniente General Carlos Díaz, rindió
homenaje a la memoria del General Artigas y de los hombres que sirvieron
con él en las filas del Ejército patrio.
Asimismo, reivindicó el rol social de las
Fuerzas Armadas al destacar su presencia en las misiones de paz en el
exterior y las instancia de emergencia en la que efectivos militares
prestaron su concurso.
PALABRAS DEL COMANDANTE EN JEFE DEL EJERCITO,
TENIENTE GENERAL CARLOS DÍAZ, EN EL ACTO DE CELEBRACIÓN DEL 195º.
ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE LAS PIEDRAS
COMANDANTE DÍAZ: Señor Presidente de la
República, Doctor Don Tabaré Vázquez; señor Vicepresidente de la
República y Presidente de la Asamblea General, señor Rodolfo Nin Novoa;
señor presidente de la Suprema Corte de Justicia, doctor Hipólito
Rodríguez Caorsi; señora Ministra de Defensa Nacional, doctora Azucena
Berrutti; señores Ministros de Estado; señor presidente de la Cámara de
Representantes, doctor Julio Cardozo; señor Secretario de la Presidencia
de la República, doctor Gonzalo Fernández; señores senadores de la
República y representantes nacionales; señor Subsecretario de Defensa
Nacional, doctor José Bayardi; señores ex Presidentes de la República,
senador doctor Julio María Sanguinetti y doctor Luis Alberto Lacalle;
autoridades nacionales, señores Comandantes en Jefe de la Armada
Nacional y de la Fuerza Aérea Uruguaya, señores ex Comandantes en Jefe,
señores Intendentes Municipales y autoridades departamentales, señores
representantes diplomáticos, señores oficiales y almirantes de las
Fuerzas Armadas en actividad y retiro, señores agregados militares
acreditados ante nuestro país, personal superior de las Fuerzas Armadas
y del Instituto Policial en actividad y retiro, caballeros y damas
Cadetes de la Escuela Militar, personal subalterno, señoras y señores.
Hoy el Ejército nacional evoca y
conmemora junto a ustedes el 195º aniversario de su proceso fundacional,
generación esta que nos llena de legítimo orgullo y de honra dado que el
Ejército nació con la patria y desde la época de la Patria Grande fue,
es y será pilar indisoluble de la nación oriental. El 18 de mayo de 1811
es fecha por demás significativa, dado que rememoramos dos
acontecimientos de fundamental trascendencia en la historia de nuestra
nación: el impulso emancipador de los pobladores de la Banda Oriental,
coronado con la gloria de Las Piedras, el origen del Ejército nacional
en la fusión de las fuerzas patriotas al mando del entonces teniente
coronel José Artigas.
Fuerzas patriotas enlistadas por heroicos
habitantes de estos lares, que empuñando cuchillos y sables, pelearon
con valor y coraje demostrando su determinación de no querer vivir
oprimidos bajo ninguna denominación o poder extranjero.
Ejército reafirmaba Artigas cuando ofrece
sus servicios a la Junta revolucionaria de Mayo, estará conformado con
tantos soldados como americanos habitan la campaña. Que como expresara
en nota enviada a la junta del Paraguay, no eran paisanos sueltos, ni
aquellos que debían su existencia a su jornal o sueldo, los que se
movían solamente. Vecinos establecidos, poseedores de buena suerte y de
todas las comodidades que ofrece este suelo, eran los que se convertían
en soldados y corrían de todas partes a honrarse con el título de
soldados de la patria”.
Surge aquí la figura de Artigas, caudillo
de toda la campaña oriental, conocedor del corazón de sus paisanos y de
sus soldados gauchos, intérprete fiel de sus pensamientos y
sentimientos, líder y conductor en la búsqueda de libertad proclamada.
Batalla de Las Piedras: grito de
liberación, sentir de un pueblo que se alzó en armas para ser libre y
autónomo, soberano de su destino y dueño de su porvenir.
Cuna de estado oriental que luego de dos
décadas de luchas y sacrificios, .de renunciación y de heroísmo sin par,
donde el ejercito se constituyó en el factor de unión para un pueblo
bravío; supo lograr un lugar en el concierto de las naciones de la
América libre
En este día, nuestro primer recuerdo es
para el Jefe de los Orientales, para el padre de la patria, para el
forjador de la nacionalidad oriental.
Honramos también hoy con profundo respeto
y ponderación a todos y cada uno de los soldados del ejercito antigüista
que ofrecieron su vida y cayeron en cumplimiento del deber en todos los
tiempos, lugares, y situaciones. Tan importante momento es propicio
además para una madura y natural reflexión como integrante de la
institución castrense con casi dos siglos de vida. Hemos atesorado
inexorablemente muchas experiencias, principalmente para volcarlas y
retroalimentarlas, sabedores de que la experiencia es el más severo de
los docentes, nos da primero la prueba y luego la lección.
Para la finalización del mundo bipolar
resonaron las predicciones de la paz eterna, pero la realidad nuevamente
se ha encargado lamentablemente de desmentir tales augurios.
La actualidad encuentra un mundo
caracterizado por una multipolaridad política y económica señalada por
la presencia de diversos actores en el concierto internacional. Esto,
adicionado al fenómeno de la globalización, nos presentan un mundo
impredecible que se ha tornado complejo, dinámico y altamente
interdependiente donde por regla general las situaciones se tornan
vertiginosas confusas y ambiguas.
Esto implica indefectiblemente
desarrollar una doctrina conjunta de empleo que nos permite una adecuada
actuación así como una ordenada e importante economía impersonal en
medios logísticos y tiempos y la instrumentación de un órgano adecuado
que sea el ámbito natural de desarrollo y aplicación de la referida
doctrina. Debemos en este aspecto, aprovechar y consolidar las
experiencias que la Armada Nacional, Fuerza Aérea y Ejército poseen en
su accionar conjunto en al ámbito académico y en el cumplimiento de
operaciones de mantenimiento de la paz.
En relación a las tareas y acciones para
el cumplimiento de nuestros objetivos estratégicos, debemos ser capaces
de acompasar los avances tecnológicos que indefectiblemente inciden en
nuestra organización, equipamientos y doctrina de empleo. Por eso
debemos estar preparados para continuar manteniendo un poder de
disuasión sustentable y eficaz, que genere la convicción de que se
enfrentará una fuerza con una voluntad inquebrantable de extender los
valores sustanciales de la nación.
Seguiremos desarrollando las capacidades
operativas necesarias que nos permitan continuar cooperando en el
mantenimiento del orden interno adoptando las medidas necesarias para
enfrentar actividades de terrorismo internacional, como la detección de
explosivos, la desactivación de artefactos terroristas y todas aquellas
aptitudes que nos permitan prevenir o neutralizar amenazas o
circunstancias que atenten contra el bienestar de la nación.
Continuaremos con nuestra histórica
vocación de apoyar a la comunidad colaborando en la preservación del
medio ambiente y ayudando al desarrollo socioeconómico de la población,
ejecutando proyectos de utilidad pública y actividades de prevención y
extensión dentro del marco de prevención del Sistema Nacional de
Emergencia u otros organismos o sistemas que contemplen el apoyo a la
sociedad uruguaya, como la colaboración constante con diferentes
intendentes municipales.
Convencidos del aporte nacional que hace
el Ejército, a través de factor educación y que continuaremos en la
senda de la capacitación profesional de nuestro personal militar,
conocimiento de la institución de los distintos campos de actuación. Por
lo que se continuarán realizando los mayores esfuerzos en la búsqueda
permanente de la excelencia educativa en cada uno de los integrantes de
la fuerza.
Coincidente con este objetivo hemos
priorizado los planes para el reequipamiento de nuestra fuerza, en
particular el equipo individual del soldado y su armamento. En la misma
dirección ansiamos mejorar nuestra política de bienestar social
implementando las acciones necesarias tendiente a incidir y revertir la
difícil situación de pobreza extrema, que angustia a un muy importante
porcentaje de nuestro personal. Insistiremos en la gestación de acciones
que permitan atender adecuadamente a su correcta alimentación.
Nuestra colaboración apoyando la política
exterior del Estado a través del fortalecimiento de la imagen
internacional del país mediante la participación de nuestro personal en
operaciones de paz bajo el mandato Naciones Unidas en el cumplimiento de
acuerdos Internacionales merece un reconocimiento especial, dado que
cumplimos más de medio siglo de manera interrumpida al servicio de la
paz mundial.
Es interesante destacar que el Ejército
en la actualidad mantiene una activa participación en diferentes partes
del mundo con observadores miliares en zonas tan distantes como la
India, Pakistán, Afganistán, Georgia y Senegal entre otros, con
contingentes en la península del Sinaí, República Democrática del Congo
y República de Haití, llegando a la actualidad más de 2 mil efectivos
desplegados, lo que nos posiciona como uno de los más importantes países
contribuyentes de tropas en el concierto mundial.
Esto nos compromete, no sólo a maximizar
el esfuerzo de entrenamiento y capacitación de nuestro personal para
lograr el mejor desempeño en el cumplimiento de la misión sino que nos
obliga a realizar las acciones necesarias para reequipar a los
contingentes desplegados en misiones de paz, atendiendo prioritariamente
la reparación de vehículos mecanizados y la sustitución del actual
equipamiento de comunicación lo que nos posibilitará mejorar el comando
y control en las operaciones.
Asimismo, y no menos importante para los
intereses del Estado, resulta la participación de nuestros efectivos en
apoyo a las investigaciones y proyectos científicos que se desarrollan
en la base científica antártica Artigas. En el contexto de hoy el
Ejercito Nacional asume su pasado y encara el presente con renovada
esperanza y optimismo, manteniéndose unido para enfrentar y superar los
desafíos a los que nuestra profesión expone.
De ningún modo hemos pretendido ser
reconocidos como elementos aislados de la población, porque nuestra
Fuerza al igual que las Fuerzas patriotas nutre sus cuadros de la savia
del pueblo oriental, vive sus mismos problemas y sus mismas penurias,
disfruta las mismas alegrías y desea un mejor bienestar y un próspero
futuro para sus hombres y mujeres.
Como vuestro Comandante en Jefe quiero,
en esta fecha, hacer llegar a todos los integrantes de la Fuerza, un
especial reconocimiento por el diario esfuerzo que realizan en el
cumplimiento de nuestras misiones y tareas, exhortándolos a continuar en
el diario accionar, con esa gran vocación de servicio, guiados por los
tradicionales valores que marcan nuestra profesión: la disciplina; el
valor; el carácter; la abnegación; el desinterés y el honor.
Al finalizar este acto, deseamos
agradecer a quienes nos acompañan distinguiendo esta ceremonia con
vuestra presencia.
Integrantes del Ejército Nacional de
todos los tiempos, debemos tener presente que el supremo interés de la
nación está por encima de cualquier propósito y consiste en el auténtico
bienestar de su población, asentado en la libertad, que la paz y la
democracia brindan para que todo habitante pueda desarrollarse como
ciudadano, dentro de los preceptos que definen nuestro estilo de vida.
Si somos capaces de cooperar par asegurar tan cara
aspiración de nuestra nacionalidad, sabremos cumplir con el legado
depositado en nuestro Ejército por el padre de la patria, el general
José Artigas. |