UNIVERSIDADES DE LA REGIÓN ENVIARON CARTA ABIERTA A
VÁZQUEZ Y KIRCHNER POR PLANTAS DE CELULOSA
Los Rectores de las diecisiete universidades de la
región que integran la Asociación de Universidades Grupo Montevideo,
impulsados por la preocupación creada por el conflicto suscitado entre
Argentina y Uruguay y de acuerdo con la decisión unánime adoptada en la
sesión del Consejo que los reúne, celebrada en la Universidad de
Santiago de Chile el viernes 7 de abril de 2006, se dirigen a los
presidentes de ambas repúblicas para expresarles su común voluntad de
contribuir, en el ámbito del conocimiento, a superar este grave
diferendo.
"En la emergencia, nos parece especialmente oportuno
invocar la experiencia de integración que el propio Grupo Montevideo ha
encarnado ininterrumpida y crecientemente en los últimos quince años.
En efecto, este consorcio que une a la mayoría de las
principales instituciones públicas de educación superior del Cono Sur,
constituye un espacio universitario común que agrupa 800.000 estudiantes
y 80.000 docentes.
El Grupo Montevideo convoca directa o indirectamente
todos los años a miles de universitarios de la región (profesores,
estudiantes, investigadores y autoridades), que entrelazan sus aportes
en proyectos conjuntos, seminarios, jornadas para jóvenes, programas de
intercambio de alumnos y docentes, proyectos compartidos de
investigación, mecanismos de cesión de equipos e instalaciones, redes de
financiamiento externo comunes y otras múltiples modalidades de
acercamiento, entendimiento, comprensión mutua y beneficio recíproco y
multilateral.
Por lo señalado, el Grupo Montevideo es un proceso de
integración en sí mismo y constituye, por ello, una elocuente
demostración, en el ámbito de la educación superior, de los caminos
regionales que corresponde recorrer para hacer frente a los desafíos y a
las amenazas de la globalización.
Entre las diferentes cuestiones que el consorcio ha
puesto en el foco de su interés figura la del desarrollo sustentable de
la región y de los países que la integran.
En relación con ello resulta claro que los problemas
medioambientales inherentes a los procesos de desarrollo económico y
social, no podrán resolverse sin aplicar y crear el conocimiento
pertinente, capaz de hacer compatible la producción industrial que
demanda la sociedad moderna con dicha sustentabilidad.
De ese conocimiento cabe esperar que emerjan no solo
nuevas modalidades productivas sino también los instrumentos capaces de
prevenir y evitar la degradación ambiental tradicionalmente asociada a
la referida producción industrial.
Entre esos instrumentos, y teniendo especialmente
presentes los principios de la Declaración de Río de Janeiro 92 que
ambos países se comprometieron a respetar en el Acuerdo Marco sobre
Medio Ambiente del Mercosur suscripto en Asunción el 22 de junio de
2001, deben primar, ante todo, el acceso público a la información acerca
de los proyectos en curso, sus especificaciones técnicas y los
resultados del control de impacto ambiental y, en segundo lugar, la
posibilidad de que la ciudadanía, a través de las estructuras de la
institucionalidad democrática que tanto esfuerzo demandó y demanda
recuperar y preservar, participe efectivamente en esos procesos.
El Grupo Montevideo comparte la preocupación relativa
al control del impacto ambiental que las plantas productoras de pasta de
celulosa que se instalan sobre la margen uruguaya del Río Uruguay,
pueden provocar. Al presente, y en la región, solo Brasil, Chile y
Argentina, por ahora y en ese orden, exportan, en conjunto, por un total
superior a 3.000 millones de dólares anuales de ese material.
La perspectiva de que en Uruguay, donde se han
dedicado unas 700.000 hectáreas de forestación para ese destino y se
encuentran en vías de instalación plantas de gran porte para procesar su
producto, ha originado, en los pobladores, razonables cuestionamientos
sobre las posibilidades de controlar el impacto que tales procesos
pueden infligir al sistema fluvial compartido con Argentina y de evitar
los efectos transfronterizos que afecten a las comunidades ribereñas;
tales cuestionamientos deben ser atendidos y las dudas despejadas.
El desarrollo forestal regional que está acompañado
de la producción industrial de pasta de celulosa y posteriormente de
papel, demandará una estrategia también regional en el control del
impacto ambiental, asociado al desarrollo de las tecnologías y el
conocimiento de los ecosistemas.
En relación con los episodios que afectan la libre
circulación de bienes y personas a través de las fronteras de nuestros
países, la historia ha demostrado, en reiteradas oportunidades, que
adoptar medidas de acción directa para presionar a la contraparte es un
camino estéril, y esa experiencia no debe ser olvidada en circunstancias
como la que hoy se vive en el Mercosur. Más allá de la buena fe y
preocupación de sus actores, nada más bienvenido para los enemigos de la
integración que episodios como éstos, que alimentan reacciones de obtusa
xenofobia, difíciles de controlar y revertir, y seguramente no menos
malsanas que el posible efecto de los efluentes industriales.
Por otra parte, no puede obviarse que de haberse
previsto en los acuerdos binacionales y regionales existentes en materia
ambiental y de administración del Río Uruguay, la instrumentación de
mecanismos de información, en particular la realización de audiencias
públicas en ambas orillas, posiblemente la situación no hubiera llegado
a los extremos de tensión que presenta la región y que resultan
potencialmente capaces de poner en crisis los procesos de integración en
curso.
Ante la grave situación que hoy vive el proceso de
integración regional, los rectores de las Universidades integrantes del
Grupo Montevideo consideran que desde el ámbito académico que esa
entidad representa, es posible llevar adelante una evaluación
técnico-científica detallada de los temas ambientales involucrados en la
instalación de las plantas industriales referidas.
Esta evaluación comprendería el análisis del impacto
ambiental de acuerdo con la experiencia y el conocimiento más avanzado
en el contexto internacional así como la elaboración de recomendaciones
sobre las medidas necesarias dirigidas a precaver y reducir los
perjuicios ambientales emergentes, al grado que hoy se admite por las
normativas modernas más aceptadas y exigentes.
Creemos firmemente que es sobre la base del derecho y
la incorporación intensiva del conocimiento científico técnico, que
nuestros países podrán construir su desarrollo económico y social,
profundizando los lazos de hermandad de nuestros pueblos y asegurando la
sustentabilidad e integralidad de nuestro ambiente. Consideramos que la
fraternidad entre los pueblos de la región, el respeto de sus
respectivas soberanías, lapreservación de sus intereses comunes en
materia de protección ambiental y promoción de un desarrollo
sustentable, así como la profundización y consolidación del proceso de
integración regional, deben constituirse en políticas de Estado
insoslayables. Es en este marco que se debe encontrar una solución capaz
de garantizar derechos inherentes a la preservación ambiental y al
desarrollo sobre bases de sustentabilidad y justicia.
Advertimos como necesario, estrechar, aún más los
vínculos culturales, sociales y políticos que hemos construido y
construimos permanentemente a partir de historias comunes y caminos
compartidos en pos de un porvenir que nos involucra como habitantes de
esta región latinoamericana".
Apoyan el presente documento:
Cr. Eduardo Asueta, Rector de la Universidad Nacional
de Entre Ríos
Dr. Ing. Rafael Guarga, Rector de la Universidad de
la República
Ing. Jorge González, Rector de la Universidad
Nacional de Córdoba
Ing. Mario Barletta, Rector de la Universidad
Nacional del Litoral
Arq. Gustavo Adolfo Azpiazu, Rector de la Universidad
Nacional de La Plata
Cr. Ricardo Suárez, Rector de la Universidad Nacional
de Rosario
Dr. Guillermo Jaim Etcheverry, Rector de la
Universidad de Buenos Aires
Prof. José Carlos Ferraz Hennemann, Rector de la
Universidade Federal do Rio
Grande do Sul
Prof. Dr. Clóvis Silva Lima, Rector de la
Universidade Federal de Santa
Maria
Prof. Dr. Lúcio José Botelho, Rector de la
Universidade Federal de Santa
Catarina
Prof. Dr. Oswaldo Baptista Duarte Filho, Rector de la
Universidade Federal
de São Carlos
Prof. Dr. Carlos Augusto Moreira Júnior, Rector de la
Universidade Federal
do Paraná
Prof. José Tadeu Jorge, Rector de la Universidade
Estadual de Campinas
Prof. Ronaldo Tadêu Pena, Rector de la Universidade
Federal de Minas Gerais
Prof. Dr. Marcos Macari, Rector de la Universidade
Estadual Paulista
Ing. Agr. Pedro Gerardo González, Rector de la
Universidad Nacional de
Asunción
Dr. Ubaldo Zúñiga Quintanilla, Rector de la
Universidad de Santiago de Chile |