01/06/06


DECLARACIÓN FINAL DE PRIMER ENCUENTRO NACIONAL DE EDUCACIÓN AMBIENTAL
La educación ambiental, debe estar sustentada en el diálogo entre las ciencias del ambiente y los saberes populares pertinentes y es fundamental promover acciones que tiendan a multiplicar sus prácticas, actualizando currículos, promoviendo la articulación de modalidades educativas, identificando y aprendiendo de las experiencias puestas en práctica en distintos lugares del país.

Este 1° de junio, a las 11:00 horas, en el Salón de Actos del Ministerio de Educación y Cultura, la Red Nacional de Educación Ambiental para el Desarrollo Humano Sustentable convocada por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), el Ministerio de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA), la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y la Universidad de la República (UDELAR), dieron a conocer las conclusiones del Primer Encuentro Nacional de Educación Ambiental para el Desarrollo Humano Sustentable" realizado entre el 27 y el 29 de abril. Además de difundir la declaración final y comunicar aspectos de balance y perspectiva de la Red.

Maestros, profesores de enseñanza secundaria, Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU), Formación Docente y de la Universidad de la República, educadores del ámbito formal y no formal, estudiantes, funcionarios de instituciones públicas y privadas reunidos en Montevideo, los días 27, 28 y 29 de abril de este año, participantes del "Primer Encuentro Nacional de Educación Ambiental y Desarrollo Humano Sustentable", declaran que la Educación Ambiental constituye un proceso por el cual se adquieren conocimientos que permiten modificar actitudes y comportamientos individuales y colectivos. Lo cual sirve para mejorar las relaciones entre los seres humanos y de éstos con el entorno.

La educación ambiental procura, desarrollar habilidades para potenciar un desarrollo humano sustentable en la búsqueda de una mejora sostenida de la calidad de vida de la sociedad.

En ese sentido, el proceso de conformación del campo de lo que actualmente se denomina educación ambiental, lleva ya varias décadas.

En ese período, numerosas organizaciones e instituciones públicas y privadas del país y del exterior, desde los ámbitos formales y no formales, y a través de distintos eventos nacionales y mundiales, han realizado aportes desde distintas ópticas y disciplinas.

La educación ambiental debe estar sustentada en el diálogo entre las ciencias del ambiente y los saberes populares pertinentes.

El abordaje científico de la realidad debe considerar la complejidad de la realidad y la transdisciplinariedad con apertura y tolerancia.

La educación ambiental puede y debe contribuir a la modificación del actual modelo no sustentable de desarrollo humano, esfuerzo transformador que debería estar acompañado de un cambio del paradigma económico hegemónico.

Los caminos de la educación ambiental tienen dificultades y presentan conflictos de intereses individuales y colectivos que deberán ser enfrentados y sorteados para avanzar en una nueva concepción de educación participativa y contextualizada.

Dentro de las conclusiones del Primer Encuentro Nacional de Educación Ambiental expresan que la situación que vive en estos días nuestro país y la región, en torno a problemas tales como: la expansión urbana, la instalación de las plantas de celulosa y otros emprendimientos productivos, la pobreza y marginación socio-espacial, demuestra claramente la importancia de la educación ambiental para la formación de seres humanos críticos capaces de valorar con fundamentos éticos y científicos estas transformaciones y conflictos.

Existen múltiples experiencias positivas de educación ambiental en el ámbito de la educación formal y la no formal. Sin embargo, es fundamental promover acciones que tiendan a multiplicarlas, modificando prácticas y actualizando currículos.

También es necesario promover la articulación de ambas modalidades educativas, identificando y aprendiendo de las experiencias puestas en práctica en distintos lugares del país.

Los integrantes de este primer encuentro, establecen que la mejor estrategia para incorporar la educación ambiental en el sistema educativo es la transversalidad.

Por ello consideran imprescindible ambientalizar el currículo a los efectos de que vaya en sintonía con la realidad socio económica y ambiental local, regional y global.

Asimismo, creen necesario que en la formación terciaria (formación docente y educación superior) junto a esta transversalidad, se integren ámbitos específicos a los efectos de formar personas capaces de incorporar esta visión a su quehacer profesional.

La riqueza del encuentro realizado, el valioso intercambio producido y los acuerdos alcanzados demuestran la validez del espacio construido en torno a la Red de Educación Ambiental y Desarrollo Humano Sustentable convocada en el año 2005.

Promover la interconexión entre todos los actores involucrados es imprescindible para asegurar el fortalecimiento de la Red. Para ello, convocan a todos aquellos que coincidan con esta propuesta a adherirse y sumarse para participar en esta importante tarea.

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