DECLARACIÓN FINAL DE PRIMER ENCUENTRO NACIONAL DE
EDUCACIÓN AMBIENTAL
La educación ambiental, debe estar sustentada en el
diálogo entre las ciencias del ambiente y los saberes populares
pertinentes y es fundamental promover acciones que tiendan a multiplicar
sus prácticas, actualizando currículos, promoviendo la articulación de
modalidades educativas, identificando y aprendiendo de las experiencias
puestas en práctica en distintos lugares del país.
Este 1° de junio, a las 11:00 horas, en el Salón de
Actos del Ministerio de Educación y Cultura, la Red Nacional de
Educación Ambiental para el Desarrollo Humano Sustentable convocada por
el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), el Ministerio de Vivienda
Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA), la Administración
Nacional de Educación Pública (ANEP) y la Universidad de la República (UDELAR),
dieron a conocer las conclusiones del Primer Encuentro Nacional de
Educación Ambiental para el Desarrollo Humano Sustentable" realizado
entre el 27 y el 29 de abril. Además de difundir la declaración final y
comunicar aspectos de balance y perspectiva de la Red.
Maestros, profesores de enseñanza secundaria,
Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU), Formación Docente y de la
Universidad de la República, educadores del ámbito formal y no formal,
estudiantes, funcionarios de instituciones públicas y privadas reunidos
en Montevideo, los días 27, 28 y 29 de abril de este año, participantes
del "Primer Encuentro Nacional de Educación Ambiental y Desarrollo
Humano Sustentable", declaran que la Educación Ambiental constituye un
proceso por el cual se adquieren conocimientos que permiten modificar
actitudes y comportamientos individuales y colectivos. Lo cual sirve
para mejorar las relaciones entre los seres humanos y de éstos con el
entorno.
La educación ambiental procura, desarrollar
habilidades para potenciar un desarrollo humano sustentable en la
búsqueda de una mejora sostenida de la calidad de vida de la sociedad.
En ese sentido, el proceso de conformación del campo
de lo que actualmente se denomina educación ambiental, lleva ya varias
décadas.
En ese período, numerosas organizaciones e
instituciones públicas y privadas del país y del exterior, desde los
ámbitos formales y no formales, y a través de distintos eventos
nacionales y mundiales, han realizado aportes desde distintas ópticas y
disciplinas.
La educación ambiental debe estar sustentada en el
diálogo entre las ciencias del ambiente y los saberes populares
pertinentes.
El abordaje científico de la realidad debe considerar
la complejidad de la realidad y la transdisciplinariedad con apertura y
tolerancia.
La educación ambiental puede y debe contribuir a la
modificación del actual modelo no sustentable de desarrollo humano,
esfuerzo transformador que debería estar acompañado de un cambio del
paradigma económico hegemónico.
Los caminos de la educación ambiental tienen
dificultades y presentan conflictos de intereses individuales y
colectivos que deberán ser enfrentados y sorteados para avanzar en una
nueva concepción de educación participativa y contextualizada.
Dentro de las conclusiones del Primer Encuentro
Nacional de Educación Ambiental expresan que la situación que vive en
estos días nuestro país y la región, en torno a problemas tales como: la
expansión urbana, la instalación de las plantas de celulosa y otros
emprendimientos productivos, la pobreza y marginación socio-espacial,
demuestra claramente la importancia de la educación ambiental para la
formación de seres humanos críticos capaces de valorar con fundamentos
éticos y científicos estas transformaciones y conflictos.
Existen múltiples experiencias positivas de educación
ambiental en el ámbito de la educación formal y la no formal. Sin
embargo, es fundamental promover acciones que tiendan a multiplicarlas,
modificando prácticas y actualizando currículos.
También es necesario promover la articulación de
ambas modalidades educativas, identificando y aprendiendo de las
experiencias puestas en práctica en distintos lugares del país.
Los integrantes de este primer encuentro, establecen
que la mejor estrategia para incorporar la educación ambiental en el
sistema educativo es la transversalidad.
Por ello consideran imprescindible ambientalizar el
currículo a los efectos de que vaya en sintonía con la realidad socio
económica y ambiental local, regional y global.
Asimismo, creen necesario que en la formación
terciaria (formación docente y educación superior) junto a esta
transversalidad, se integren ámbitos específicos a los efectos de formar
personas capaces de incorporar esta visión a su quehacer profesional.
La riqueza del encuentro realizado, el valioso
intercambio producido y los acuerdos alcanzados demuestran la validez
del espacio construido en torno a la Red de Educación Ambiental y
Desarrollo Humano Sustentable convocada en el año 2005.
Promover la interconexión entre todos los actores
involucrados es imprescindible para asegurar el fortalecimiento de la
Red. Para ello, convocan a todos aquellos que coincidan con esta
propuesta a adherirse y sumarse para participar en esta importante
tarea. |