26/06/06


ACEPTANDO LA PLURALIDAD SOCIAL URUGUAY AVANZA A LA EQUIDAD
"Una sociedad comprometida con la libertad, con la democracia y los DDHH tiene que asumir y potenciar su propia pluralidad, la diversidad de las singularidades que le integran y sobre todo juntos, todos, su propio futuro como una utopía compartida y además realizable", dijo el Presidente Vázquez, en la apertura una reunión regional sobre equidad racial.

Del acto de presentación de la "II Consulta Latinoamericana de Organismos para la Equidad Racial" -organizada por los Ministerios de Educación y Cultura, de Relaciones Exteriores y Mundo Afro- participaron, junto al Presidente, la Vicecanciller, Belela Herrera, y el Subsecretario, Felipe Michelini; la Ministra para la Equidad Racial de Brasil; el Coordinador de la Consulta Sudamericana de Organismos Estatales para la Promoción de la Equidad Racial, Romero Jorge Rodríguez; representantes diplomáticos, autoridades de la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de Educación, representantes de Organismos Gubernamentales creados en América Latina para combatir el racismo y la discriminación racial; expertos de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los DDHH; delegados de UNICEF y OEA; representantes de Mundo Afro y demás organizaciones sociales nacionales y extranjeras, entre otras personalidades.

Vázquez en su alocución hizo referencia al término "libertad" y sus usos en el Uruguay, y aseguró que no existe libertad sin identidad, ni mientras haya pobreza e inequidad social.

"La historia no es una galería de fechas, hechos y personajes relevantes, tampoco es cosa del pasado, la historia es una construcción permanente y colectiva con proyección de futuro. La historia nos ayuda a entender qué, porqué, y cómo paso lo que paso, pero también nos ofrece claves para gobernar el futuro desde el presente", dijo Vázquez.

"La nuestra tiene mucho de choque, de violencia e integración –indicó lo que explica que la uruguaya sea una sociedad étnicamente diversa o por lo menos no tan homogénea como las historias oficiales han querido presentarla.

No es cierto que a diferencia del resto de la región sudamericana la población del Uruguay desciende exclusivamente de una rama étnica", dijo.

"La esclavitud felizmente fue abolida, pero no todos los prejuicios raciales han desaparecido. Parece que aunque todos declaramos ser iguales, algunos se creen más iguales que otros. El tiempo de las historias oficiales, aquí en el Uruguay, ya pasó. Las sociedades democráticas no necesitan ni historias oficiales, ni homogeneidades de mampostería, ni unanimidades que no son tales. Lo que las sociedades democráticas sí necesitan es -valga la redundancia- democratizarse cada vez más", enfatizó el Presidente.

Lo que las sociedades democráticas necesitan es democratizarse cada vez más, "por eso asumimos la democracia como forma de gobierno y como marco de convivencia, y a los derechos humanos como compromiso ético de la sociedad uruguaya toda".

No hay desarrollo sostenible sin mejorar la calidad de vida de toda la gente, aseguró Vázquez, quien informó que al término del PANES -a mediados de 2007- el Gobierno promoverá un Plan de Equidad que contempla la equidad racial. Para colaborar en esto, se creó a través de un Decreto, una Asesoría Especial Honoraria en Políticas por la Equidad Racial y Combate al Racismo cuya titularidad fue encomendada al propio Coordinador de la Consulta. Romero Rodríguez realizó un recuento de los resultados tras la Tercera Conferencia Mundial contra el Racismo.

Más de 14 países cuentan con Organismos de equidad racial, enfocados a la generación de políticas públicas, principalmente para pueblos afrodescendientes y poblaciones indígenas, indicó.

Rodríguez destacó los avances que se vienen realizando a nivel de la OEA, CEPAL, UNICEF, y el apoyo del Banco Mundial y el BID.

En el marco de la Cumbre Iberoamericana de Presidentes se están procurando formas de articular formas de resolver la exclusión social por motivos de raza, dijo, destacando además los avances en la materia desde el 1º de marzo de 2005. Más de cinco Ministerios cuentan con unidades ejecutoras de políticas con enfoque racial; lo mismo en diversos Organismos, por lo que Uruguay no es ajeno a la situación del 6% de la población, 164 mil negros.

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, TABARÉ VÁZQUEZ, EN EL EDIFICIO LIBERTAD

PRESIDENTE VÁZQUEZ: Muy buenas tardes para todos ustedes y la más cordial de las bienvenidas a los ilustres visitantes que han llegado a esta tierra en la que deseamos se sientan como en su propia casa.

Si hay cosas que nos gustan es estar en nuestra casa, por tanto deseamos –verdaderamente- que quienes nos visitan se sientan como en su propia casa.

Señor Romero Rodríguez, Coordinador de la Consulta Sudamericana de Organismos Estatales para la Promoción de la Equidad Racial, señoras y señores representantes de las instituciones nacionales e internacionales, autoridades nacionales y departamentales, integrantes del Cuerpo Diplomático. Señoras y señores, amigos y amigas, bienvenidos a este Edifico de la Presidencia de la República Oriental del Uruguay, edificio llamado precisamente "Libertad", así se llama este Edificio.

Qué hermosa palabra. ¿Verdad? Qué emocionante es especialmente para los uruguayos pronunciarla en este momento víspera de un aniversario tan doloroso en la historia de nuestro país. Y más que pronunciarla, qué bueno es conquistarla, defenderla y consolidarla día a día; en fin, vivir en ella, vivir en libertad y vivir para ella.

Porque la libertad para los uruguayos es mucho más que una palabra, una ciudad o un edificio, sea este una Sede de Gobierno o una cárcel porque paradojalmente en nuestro país hay una cárcel que se llama Libertad.

La libertad es un hermoso e inevitable impulso humano; la libertad es una tarea siempre incompleta y esa característica de ser incompleta tal vez sea su mayor encanto.

Amigas y Amigos, creemos que nunca está demás hacer referencia a la libertad aunque a veces –algunos- los mismos de siempre se escandalicen y nos acusen de libertarios o anarquistas.

Creo además que es pertinente hacer referencia a la libertad en esta ocasión en que ustedes me honran, al ofrecerme la oportunidad de abrir esta II Reunión de Consulta de Organismos latinoamericanos y caribeños para la Promoción de Políticas de Equidad Racial; porque la libertad es sencillamente incompatible con cualquier modalidad de racismo, xenofobia o intolerancia; porque no hay libertad en la pobreza, ni en la exclusión social; porque no hay libertad sin identidad. Para ser libre hay que ser uno mismo con los inalienables derechos y las ineludibles responsabilidades que ello implica.

Y esos temas: racismo, intolerancia, pobreza, exclusión e identidad son el sustrato de esta Reunión, y estarán en cada una de sus sesiones y serán expuestas por personalidades relevantes en esas materias.

No voy a aburrirlos repitiendo lo que ustedes saben y conocen mucho mejor que yo. En todo caso sí preemítanme compartir con ustedes algunas consideraciones muy preliminares -por cierto- sobre esta problemática respecto a lo cual ni la sociedad uruguaya ni el Gobierno de la República son ajenos.

Amigas y Amigos, creemos que la historia no es una galería de fechas, hechos y personajes relevantes, tampoco es cosa del pasado, la historia es una construcción permanente y colectiva con proyección de futuro. La historia nos ayuda a entender qué, porqué y cómo pasó lo que pasó, pero también nos ofrece claves para gobernar el futuro desde el presente.

Nuestra historia, la de este país es un devenir que debemos asumir íntegra e integralmente como tal.

Ocultar o disimular ciertos aspectos negativos de ese devenir además de reprobable es peligroso. Y esa historia, que como la historia de la humanidad misma tiene mucho de encuentro y choque, de violencia e integración, explica que la uruguaya sea una sociedad étnicamente diversa o por lo menos no tan homogénea como las historias oficiales han querido presentarla.

No es cierto que a diferencia del resto de la región sudamericana la población del Uruguay desciende exclusivamente de una rama étnica. Tampoco es cierto que es cierto que desciende exclusivamente de los barcos, también hay en nuestra población ciudadanos autóctonos, descendientes y habitantes de estas tierras.

Pero si hace fuera, si no hubiera en la población uruguaya actual ni un descendiente de los pueblos originarios de este territorio, y es evidente que hay unos cuantos, asumamos que no todos los pasajeros de aquellos barcos que llegaron en los siglos XVII, XVIII, XIX y XX desembarcaron igual en estas tierras; unos lo hicieron por voluntad propia, tal vez con sus esperanzas y voluntad de trabajo como único equipaje, pero por cierto con voluntad propia. Pero otros, muchos otros, fueron literalmente cazados en su tierra; los encerraron en las bodegas de los barcos, y así cruzaron el Atlántico, desembarcaron engrillados y fueron vendidos como esclavos.

De esos hombres y mujeres de origen africano desciende hoy aproximadamente -como lo decía Romero- el 6% de la población actual del país. Y esos ascendientes con sangre, sudor y lágrimas también escribieron la buena historia de nuestro país.

La esclavitud felizmente fue abolida, pero no todos los prejuicios raciales han desaparecido. Parece que aunque todos declaramos ser iguales, algunos se creen más iguales que otros.

El tiempo de las historias oficiales aquí en el Uruguay ya pasó. Las sociedades democráticas no necesitan ni historias oficiales, ni homogeneidades de mampostería, ni unanimidades que no son tales. Lo que las sociedades democráticas sí necesitan es -valga la redundancia- democratizarse cada vez más. Así lo entendemos, y por eso asumimos la democracia como forma de gobierno y como marco de convivencia, y a los derechos humanos como compromiso ético de la sociedad uruguaya toda. Claro que no entienden lo mismo quienes nos critican con una virulencia que tiene olor y sabor rancio, pero tienen la libertad de hacerlo y el Gobierno de la República Oriental del Uruguay tiene la obligación de garantizarles esa libertad, pues como lo hemos dicho desde el primer día de nuestro Gobierno, "dentro de la Constitución y la Ley, todo; fuera de la Constitución y la Ley, nada".

Amigas y amigos, una sociedad comprometida con la libertad -como lo dijéramos-, con la democracia -como lo establecimos-, y los derechos humanos -como los sentimos-, tiene que asumir y potenciar su propia pluralidad, la diversidad de las singularidades que le integran y sobre todo juntos, todos, su propio futuro como una utopía compartida y además realizable.

Hoy y aquí esta utopía compartida y realizable es el desarrollo productivo con equidad social. Y enfatizo la preposición "con" pues considero que no hay auténtico desarrollo productivo, no hay desarrollo sostenible si no hay simultáneamente mejoras en la calidad de vida de toda la gente; de toda la gente sin exclusiones, si no hay equidad en términos de género, edad, raza, localización territorial, educación, trabajo, cultura, etcétera. Tal es la tarea que tiene planteada el Gobierno de la República Oriental del Uruguay y es precisamente en ese contexto, así como actualmente instrumenta un Plan de Emergencia Social para atender las necesidades de quienes más lo necesitan, que al término de éste -a mediados del próximo año- promoverá el Gobierno Nacional un Plan de Equidad que por supuesto, como no podía ser de otra manera, también contempla -como lo dije hace un rato- la equidad racial.

Para coadyuvar desde esta temática específica a esta tarea más amplia, hemos creado, hemos firmado el Decreto a nivel gubernamental, de una Asesoría Especial Honoraria en Políticas por la Equidad Racial y Combate al Racismo cuya titularidad hemos encomendado precisamente a usted, señor Coordinador de esta conferencia.

Claro que no es una tarea exclusiva suya, ni exclusiva del Gobierno. Es también –y fundamentalmente- una tarea de la sociedad uruguaya en su conjunto.

Y trascendiendo nuestras propias fronteras es una tarea, asimismo, que compartimos con ustedes, personas de Instituciones que a su vez comparten el compromiso de promover políticas de equidad racional en esta región que tanto tiempo ha vivido de espaldas a sí misma, y que tanto necesita integrar su paisaje, sus recursos naturales, su economía, su cultura, pero sobre todo, integrar sus pueblos todos, sin exclusiones.

Por eso, en este momento sólo me resta agradecerles una vez más la oportunidad que me han brindado de abrir esta Reunión, y desear de corazón, que la misma sea exitosa y que –repito- quienes nos visitan se puedan sentir en su propia casa.

Bienvenidos y muchas gracias.

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