28/06/06


ARTIGAS: PIEDRA FUNDAMENTAL DEL URUGUAY PRODUCTIVO
El Gobierno inició el Uruguay Productivo al inaugurar la zafra azucarera en Bella Unión, destacando el compromiso con el trabajo y la investigación para mejorar la producción nacional.

El Presidente Tabaré Vázquez, acompañado del Presidente de Alcoholes del Uruguay (ALUR), Raúl Sendic y Ministros de Estado, participó del lanzamiento de la zafra azucarera en Bella Unión, departamento de Artigas, e inauguró la remodelación de la planta de ALUR, ubicado en la ruta 3, kilómetro 620.

El Presidente Vázquez destacó la evolución que tuvo el departamento, con un panorama más alentador que años anteriores, ya que se generó trabajo, producción, que es "lo que la gente necesita".

El Presidente de ALUR recordó que el propio Presidente Vázquez desde 1994 planteaba "la necesidad de que el Uruguay defendiera la producción de caña de azúcar y la producción azucarera con un valor estratégico para defender nuestra soberanía energética y alimentaria". Agregó que "hoy estamos iniciando la concreción de un compromiso del Gobierno".

Sendic entiende que "el esfuerzo y la lucha de muchos años hizo posible que hoy llegáramos a esta situación, a pesar de las políticas que tendieron a hacer desaparecer la caña de azúcar".

Añadió que "había aquí un proceso muy largo de desinversión, tanto en el área industrial como en el área agrícola", pero ahora se está trabajando en la recomposición del capital de trabajo de los productores para facilitar la plantación, indicó.

"Estamos trabajando en un plan de diversificación de la industria, porque sin duda la industria de la caña puede tener una enorme cantidad de derivados y de pequeñas industrias anexas a ese proyecto, y estamos trabajando con sectores privados para la instalación de pequeñas industrias para la producción de fertilizantes, para la producción y utilización de la melasa, que permitan a su vez aumentar el impacto de generación de empleo de este proyecto", dijo Sendic.

El Presidente de ALUR finalizó su discurso manifestando que "si sólo hacemos lo que siempre se ha hecho no vamos a cambiar el país; la mejor garantía de los cambios es empezar a hacer lo que no se ha hecho".

El Ministro de Industria, Jorge Lepra, reconoció que desde hace años el pueblo de Bella Unión viene denunciando las consecuencias que podría tener la desaparición de esta actividad productiva, y agregó que las "señales que ha dado para defender la misma han sido innumerables, porque como todos sabemos la producción e industrialización de la caña de azúcar puede generar trabajo para miles de ciudadanos de Bella Unión y localidades adyacentes".

Lepra dijo "hoy estamos dando un primer paso; quizás el país productivo está naciendo aquí. Habrá que trabajar duramente para que este proyecto que hoy estamos concretando permita la eficiencia, la generación de recursos y la mejor distribución de los mismos para que lleguen a beneficiar a todos: trabajadores, plantadores, comerciantes, industriales. Así, será la mejor manera que Bella Unión deje de ser noticia por sus problemas y dificultades, y pueda ser noticia por la pujanza de su trabajo y la dignidad de su gente, que en definitiva aquí y en el resto del país es el objetivo de nuestro Gobierno".

El Ministro Mujica, por su parte, indicó que "para que la ciudad prospere tiene que prosperar el campo". Y ahora la suba del petróleo ha sido como una granada de fragmentación, y está repercutiendo en miles de cosas y estamos asistiendo a la aparición de la agroindustria de la energía, que va a arrancar acá con el alcohol pero va a continuar con el biodiesel".

"La política de los cambios tiene que ser permanente, cambios de la producción, en la forma de trabajar. Tenemos que invertir, tenemos que volver a aprender a trabajar".

Mujica indicó que "con investigación y trabajo, se pueden mejorar los rendimientos; pero aclaró que por encima de nuestras contradicciones, este proyecto va a caminar en la medida que toda la sociedad, los que trabajan con la caña y los que no, se den cuenta que acá en el norte está empezando un nuevo país".

DECLARACIONES A LA PRENSA DEL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA, TABARE VAZQUEZ, EN LA INAUGURACIÓN DE LA ZAFRA AZUCARERA EN BELLA UNION, ARTIGAS

PERIODISTA: ¿Qué significa estar en Bella Unión nuevamente, Tabaré?

PRESIDENTE VAZQUEZ: Una gran alegría, una enorme satisfacción y créanme que es un sentimiento realmente muy positivo.

Usted recuerda muy bien, cuántas veces nos acompañó en estas venidas al norte del país, ya desde el año de 1994, nuestra primera campaña electoral. Y por cierto, era bien distinta aquella situación de la actual.

PERIODISTA: ¿Es otro panorama más alentador?

PRESIDENTE VAZQUEZ: Exactamente.

PERIODISTA: ¿En qué sentido, Presidente?

PRESIDENTE VAZQUEZ: En el sentido que hay producción, que hay trabajo, que es lo que quieren los uruguayos, tener trabajo digno para poder cumplir con sus sueños, que es tener una familia, criar a sus hijos, educarlos, tenerlos bien atendidos en salud, en vestimenta, en vivienda. Bueno esto se está logrando felizmente.

PALABRAS DEL VICEPRESIDENTE DE ANCAP Y PRESIDENTE DE ALUR, RAÚL SENDIC

SENDIC: Señor Presidente de la República, Tabaré Vázquez; señores Ministros de Gobierno; señor Intendente de Artigas; Directores de ANCAP; Directores de la Corporación; compañeros y autoridades de Gobierno que están con nosotros hoy aquí; plantadores; trabajadores; productores; sociedad de Bella Unión.

Queremos compartir con ustedes la enorme alegría y emoción que significa para nosotros este día.

Estamos en medio de una coyuntura internacional que levantando como ha levantado el precio del petróleo, y afrontando el mundo hacia la sustitución del petróleo por otros combustibles renovables, la producción de etanol arrastra hacia arriba el precio del azúcar, y sin duda el mundo hoy apunta en ese sentido; hacia la necesidad de ir sustituyendo los combustibles fósiles por combustibles renovables. Y esta situación no podía sorprender, y a nosotros no nos ha sorprendido, porque era de prever que esto iba a ocurrir. Tarde o temprano esto iba a ocurrir.

Y así fue planteado una y otra vez por quienes hoy ocupan responsabilidades de Gobierno desde hace mucho tiempo.

Leíamos hoy y ayer algunas de las intervenciones que el hoy Presidente de la República hizo en el ayer, desde 1994, planteando la necesidad de que el Uruguay defendiera la producción de caña de azúcar y la producción azucarera con un valor estratégico para defender nuestra soberanía energética y nuestra soberanía alimentaria.

Lamentablemente aquellos planteos no se escucharon, y ustedes saben bien que durante todos estos años fuimos sustituyendo la producción de azúcar con materia prima nacional por la producción de azúcar con crudo importado, con la consiguiente generación de desocupación, con la caída del área de plantación de caña de azúcar. Aquí en el norte del país tuvimos 10.000 hectáreas de caña de azúcar plantadas y llegamos a tener 2.000 hectáreas de caña de azúcar plantada.

Hoy estamos iniciando la concreción de un compromiso del Gobierno.

El Presidente de la República planteó en aquel acto del Palacio Legislativo, a pocas horas de haber asumido, que íbamos a extender, que este Gobierno iba a extender la plantación de caña de azúcar, íbamos a fortalecer la producción azucarera y hoy estamos iniciando ese proceso.

Muchas fueron las fuerzas que permitieron que hoy estuviéramos aquí inaugurando esta remodelación de la planta del ingenio azucarero de Bella Unión, pero en primer lugar tenemos que mencionar a aquellos que defendieron la caña de azúcar durante todos estos años, y una lucha que viene muy de atrás en la historia.

Hace muchos años que se está defendiendo la plantación de caña de azúcar y la dignidad de trabajo en la plantación de la caña de azúcar y en la producción azucarera del Uruguay. Y ahí hay que nombrar a mucha gente, habría que nombrar a Pintos, se podría nombrar a Fontana, Castillos, Sendic y otros. Pero se sabía también del esfuerzo enorme que hizo esta sociedad por defender el cooperativismo, por construir el cooperativismo como forma de producción, como alternativa para la producción y para una mejor distribución. Hay mucho esfuerzo y mucha lucha de muchos años que hizo posible que hoy llegáramos a esta situación, a pesar de las políticas que tendieron a hacer desaparecer la caña de azúcar.

Aquí hubo gente que defendió la plantación de caña de azúcar y que permitió que llegáramos hasta este momento, y que pudiera este Gobierno instrumentar una política.

Si no hubiera estado esa lucha no hubiéramos podido desarrollar esta política.

El otro elemento que hay que plantear es el enorme esfuerzo que hicieron instituciones del Gobierno que arribó para poder llevar adelante este proyecto.

El Ministerio de Industria, el Ministerio de Ganadería, la Corporación Nacional para el Desarrollo, ANCAP, pero también el esfuerzo que hizo el Banco República que contribuyó enormemente para que hoy pudiéramos estar plantados aquí, iniciando esta nueva etapa, el Banco de Previsión Social, el Instituto Nacional de Colonización; mucho, mucho esfuerzo de distintas Instituciones del Estado que permitieron que hoy pudiéramos… quizás pocos proyectos de este nuevo Gobierno hayan requerido del esfuerzo de tantas Instituciones del Estado que facilitaron y permitieron que esto fuera posible.

Y el otro elemento también que tenemos que mencionar y agradecer es el apoyo que tuvimos del Gobierno venezolano que financió con 7.000.000 de dólares este emprendimiento que fue planteado al Gobierno venezolano a través de PEDEVESA, y que ANCAP pagará con importaciones de alcohol carburante.

¿Qué hemos hecho en este tiempo, desde aquel 26 de enero que asumimos al frente de este ingenio, que tomamos posesión del ingenio el 26 de enero, hace muy pocos meses?

Había aquí un proceso muy largo de desinversión, tanto en el área industrial como en el área agrícola; se siente muchísimo en el área industrial pero se siente mucho en el área agrícola.

En estos días ha habido hasta dificultades en el ingreso de caña porque los productores tienen los brazos desarmados, porque los tractores no funcionan, porque hay que reconstruir el capital agrícola, porque el proceso de desinversión fue muy fuerte.

Y estamos en el proceso de recomposición de la infraestructura industrial, y hace algunos meses que estamos haciendo el mantenimiento de esta planta y que hemos trabajado en la recomposición de las calderas, del trapiche y hemos invertido 1.000.000 de dólares para eso.

Estamos trabajando en la recomposición del capital de trabajo de los productores para facilitar la plantación, para facilitar la atención de área.

Hemos iniciado la financiación desde ALUR de la plantación y la siembra de otoño y del mantenimiento que era necesario, y se instrumentó un mecanismo de financiamiento que permitió que en este otoño a las 3.200 hectáreas que había plantadas de caña, se sumaran 1.400 hectáreas más.

Estamos haciendo un esfuerzo y trabajando en conjunto con el BROU para lograr que los productores puedan volver a ser sujetos de crédito, porque lo precisamos.

Estamos ahora adelantando pagos para facilitar esta cosecha y tenemos ya establecido el plan de financiamiento de la siembra de primavera, con el objetivo de sembrar 2.000 hectáreas, que va a permitir que en la próxima zafra a este ingenio puedan ingresar más de 6.000 hectáreas de plantación de caña de azúcar; el doble de lo que estamos recibiendo hoy.

ALUR ha resuelto también arrendar mil hectáreas de tierra para en coordinación con el Instituto Nacional de Colonización en un acuerdo que vamos a firmar precisamente hoy con Uruguay Rural instalar en esas 1.000 hectáreas de tierra a pequeños productores y trabajadores, de manera de tener un área controlada por la empresa que nos permita la extensión de la plantación, y que permita a pequeños productores y trabajadores tener también derecho y posibilidad de plantar caña de azúcar, y ser proveedor de este ingenio. Y el Instituto Nacional de Colonización entregará a este conjunto de trabajadores y productores un paquete de maquinaria para trabajar en conjunto que permita y facilite el proceso de siembra y cosecha.

Hemos trabajado en la generación de servicios locales, para agregar valor, como forma de elaboración de los uniformes para la empresa que permitió la formación de cooperativas de mujeres que realizaron esos uniformes, o para el lavado de "bigbag" que la empresa lo necesita hacia adelante donde también hemos trabajado en la formación de una cooperativa que permita y garantice su servicio, el suministro de leña y otros insumos que la industria necesita.

¿Cómo vamos a seguir adelante? ¿Cuáles son los próximos pasos? Combinar la producción azucarera con la producción alcoholera.

Desde ya estamos comprometiéndolo Presidente para que venga en la próxima zafra a inaugurar la destilería cuya construcción se iniciará ahora, en el segundo semestre de este año.

Esta es la última zafra azucarera e inclusive la próxima ya será una zafra sucroalcoholera.

Estamos con un proyecto y el plan de extensión de la plantación a unas 10.000 hectáreas y con el plan de mejorar la eficiencia agrícola tan necesaria para garantizar la eficiencia y rentabilidad del conjunto del proyecto.

Tenemos ya el plan establecido y las conversaciones iniciadas para la instalación de un semillero en la zona del Espinillar, en combinación además con la Corporación Nacional para el Desarrollo; posteriormente extender ese semillero a un área que pertenece a la CND y que la Corporación proveerá a este proyecto.

Estamos trabajando en un plan de diversificación de la industria, porque sin duda la industria del azúcar, la industria de la caña puede tener una enorme cantidad de derivados y de pequeñas industrias anexas a ese proyecto, y estamos trabajando con sectores privados para la instalación de pequeñas industrias para la producción de fertilizantes, para la producción y utilización de la melasa, que permitan a su vez aumentar el impacto de generación de empleo de este proyecto. Para esa tarea tenemos la muy importante colaboración de técnicos cubanos.

Vamos a instalar una deshidratadora que debe estar unida a la destilería para poder de ese alcohol hidratado que vamos a producir aquí, llevarlo al sur del país y deshidratarlo en la Refinería de La Teja para poder mezclarlo con los combustibles de ANCAP.

Este proyecto prevé un impacto de generación de empleo de unos 3500 puestos de trabajo en esa industria, hoy hay aquí unos 500 puestos de trabajo en esta industria.

Hoy hay unos 1400, 1500 puestos de trabajo en el sector agrícola, pero la extensión de la plantación va a generar -sin duda- un impacto en el sector agrícola, una generación de empleo muy importante, así como también de todas aquellas pequeñas tareas pero importantes que suministran el servicio como es el caso de los transportistas, de los fleteros, de las empresas e industrias colaterales a este proyecto.

¿Cuáles son nuestros postulados? El trabajo, el esfuerzo, la eficiencia, el crecimiento, el ahorro de divisas, la mejor distribución de ese crecimiento, de ese desarrollo; tenemos que mejorar los mecanismos de distribución y también tender a recuperar el salario de los trabajadores rurales, compartiendo el esfuerzo que también de parte de los productores se ha hecho en ese sentido, atendiendo al justo reclamo que los trabajadores rurales han hecho para mejorar y recuperar sus atrasos salariales.

Estamos instalando un nuevo modelo de gestión, con la participación de las instituciones involucradas, pero también de todos los actores involucrados en el proyecto y les agradecemos el apoyo que a este proyecto le ha dado el Sindicato de Trabajadores de la Industria, el Sindicato de Trabajadores Rurales –UTAA- y también la Asociación de Cortadores de Caña de Azúcar que trabajamos mensualmente y coordinadamente, en conjunto con ANCAP, con la CND, con el Ministerio de Ganadería y el Ministerio de Industria, mensualmente haciendo un seguimiento periódico del proyecto y trabajando en conjunto con ellos, analizando la marcha, la evolución y las dificultades que el proyecto presenta.

Estamos trabajando con un concepto de responsabilidad social, sabiendo que estamos inmersos en una sociedad que necesita de responsabilidad social, y que necesita de un aporte importante para mejorar el bienestar del conjunto de esta población tan sufrida en los últimos años.

Estamos trabajando con un concepto muy fuerte de seguridad industrial y ambiental y de capacitación de nuestros trabajadores que requieren y necesitan y ya han tenido un avance con cursos de soldadura, de seguridad industrial, de seguridad ambiental, que se han llevado a cabo ya aquí en nuestra empresa y estamos trabajando con un equipo de gerenciamiento joven en esta industria que sin duda va a permitir la formación de un capital, que tiene un enorme futuro tal cual el proyecto lo tiene.

Trabajamos con la idea del agregado del valor local, considerando que esta empresa debe buscar los suministros aquí, en el área, en la zona, en la región, para mejorar el impacto del proyecto y mejorar el nivel de vida y el bienestar de la población de Bella Unión.

Tenemos que agradecer -para ir concluyendo- agradecer a la sociedad de Bella Unión por ese apoyo, por la confianza ilimitada de su apoyo en ese proyecto, por el compromiso que esta sociedad ha asumido con este proyecto.

Tenemos que agradecer a los productores por la confianza que depositaron que se expresa en esas 1.400 hectáreas de siembra de otoño.

Cuando nosotros estábamos dedicados a la reconstrucción del ingenio industrial, hubo la confianza suficiente para plantar y defender la plantación de caña de azúcar; 1400 hectáreas que fue de alguna manera la siembra histórica para otoño en Bella Unión.

Tenemos que agradecer especialmente -y lo quiero mencionar con mucha fuerza- a los trabajadores de esta industria por el enorme esfuerzo y compromiso que han puesto para sacar esto adelante. Aquí no hay límite de hora, no hay límite de esfuerzo, aquí lo que ha existido a lo largo de estos meses es una confianza y un compromiso absoluto con este proyecto y así lo sentimos. Y tenemos que agradecer al Presidente de la República del Gobierno Nacional por la confianza que ha depositado en el Directorio de ANCAP y en el Directorio de la Corporación Nacional para el Desarrollo, y en quienes gerencian este proyecto para sacarlo adelante.

Muchas gracias por esa confianza, por ese compromiso y queremos decir para terminar, tenemos una premisa, los Directores de ANCAP y los Directores de la Corporación compartimos una premisa: estamos dando una batalla muy importante para enterrar un slogan que muchas veces se presenta; hay un slogan que dice "ojo, cuidado, por algo esto nunca se ha hecho". Nosotros decimos: "si sólo hacemos lo que siempre se ha hecho no vamos a cambiar el país; la mejor garantía de los cambios es empezar a hacer lo que no se ha hecho".

Queremos decirles, compañeros del Gobierno, amigos, que los invitamos hoy a compartir el inicio de zafra, los invitamos hoy a compartir esta inauguración de este ingenio remodelado, pero también les queremos decir que hoy los hemos invitado a iniciar un nuevo tiempo para Bella Unión, un tiempo de trabajo, de esperanza y un tiempo de dignidad. Muchas gracias.

PALABRAS DEL MINISTRO DE INDUSTRIA, ENERGÍA Y MINERÍA, JORGE LEPRA

MINISTRO LEPRA: Señor Presidente de la República, Tabaré Vázquez; señoras Embajadoras; autoridades nacionales y departamentales; señoras y señores.

Como todos ustedes saben, aquí en Bella Unión, la actividad agrícola fundamental ha sido y es el cultivo de caña de azúcar.

El funcionamiento social y económico de esta región se ha basado en la caña de azúcar.

Desde hace años este pueblo viene denunciando las consecuencias que podría tener la desaparición de esta actividad productiva.

Las señales que ha dado para defender la misma han sido innumerables, porque como todos sabemos la producción e industrialización de la caña de azúcar puede generar trabajo para miles de ciudadanos de Bella Unión y localidades adyacentes.

La crisis impresionante que se inició en el año 92 y se expresa en la pérdida de un tercio de la superficie plantada con caña de azúcar, de casi 10.000 hectáreas se pasó a las 3.200 en la actualidad. La industria azucarera, o mejor dicho la agroindustria azucarera -porque hablamos de un proceso que comienza en el agro y termina en el sector industrial- ocupaba a trabajadores en forma permanente, lo cual no es común en las tareas rurales del campo uruguayo, caracterizadas por la zafralidad.

En las épocas que el área plantada llegaba a las 10.000 hectáreas, había 2.000 trabajadores ocupados en el campo y 700 en el ingenio durante siete meses, contra los 900 y 480, respectivamente, que elaboraban en estos últimos años durante apenas dos meses de zafra.

Esto se reflejó dramáticamente en toda la sociedad; todo el país pudo conocer las consecuencias económicas y sociales de la desarticulación de esta agroindustria.

Ya desde antes de asumir el Gobierno el hoy Presidente de la República, Tabaré Vázquez, había comprometido su apoyo a la reactivación productiva en esta zona. Una y otra vez había insistido con la necesidad de reflotar la caña de azúcar, y fue así que el Gobierno diseñó un plan para la recuperación de esta agroindustria, y se encomendó a nuestro Ministerio y al que dirige el Ministro Mujica, el diseño de este plan que permitiera la combinación de la producción azucarera con la producción de alcohol para generar el surgimiento de una nueva industria: la sucroalcoholera.

Desde los primeros días de enero del año 2005 –junto con el Ministro Mujica, el Subsecretario Agazzi y el Subsecretario Martín Ponce de León- empezamos a trabajar en esto.

Encomendamos a los Directorios de ANCAP y de la Corporación Nacional para el Desarrollo la formulación de una propuesta que permitiera la producción eficiente de azúcar y alcohol, y el diseño de un plan agrícola sustentable para alimentar esta industria.

No fue sencillo. Varias instituciones del Estado permitieron que esto fuera posible. La inversión de ANCAP, la participación del Banco República -que facilitó el proceso-, el apoyo de Ministerios y Organismos, pero sobre todo, la enorme confianza de trabajadores, productores y del conjunto de esta sociedad de Bella Unión que permitió materializar este proyecto.

Se contó –y debemos sin duda mencionarlo y agradecerlo- con el apoyo del Gobierno venezolano, que aportó 7.000.000 de dólares, que se pagarán con etanol en los próximos años.

El objetivo es aumentar el área plantada y la materia prima nacional; llevar adelante las inversiones necesarias que permitan la recuperación completa de este ingenio, así como la instalación de una destilería para la producción de alcohol.

Hoy estamos dando un primer paso; quizás –como lo dije a la prensa aquí en Bella Unión hace unos días- el país productivo está naciendo aquí. Habrá que trabajar duramente para que este proyecto que hoy estamos concretando permita la eficiencia, la generación de recursos y la mejor distribución de los mismos para que lleguen a beneficiar a todos: trabajadores, plantadores, comerciantes, industriales.

Así, será la mejor manera que Bella Unión deje de ser noticia por sus problemas y dificultades, y pueda ser noticia por la pujanza de su trabajo y la dignidad de su gente, que en definitiva aquí y en el resto del país es el objetivo de nuestro Gobierno.

Muchas gracias.

PALABRAS DEL MINISTRO DE GANADERÍA, AGRICULTURA Y PESCA, JOSÉ MUJICA

MINISTRO MUJICA: Muchas gracias. Yo les tengo agradecer, les tengo que agradecer, en primer término, los que creyeron en la caña en años muy duros de combate intelectual aquí en la franja, en el límite de la franja ergonómica, casi pidiendo permiso. Le tengo que agradecer al pueblo de Bella Unión de todos los colores, en primer término los peludos, en segundo término los plantadores, y en tercer término a toda Bella Unión que se daba cuenta, que lo palpaba, con todas sus contradicciones que no había cosa que pudiera sustituir a la caña en el norte. A pesar de todas las aventuras que se pretendieron con distinta suerte encarar; y lo imposible cuesta un poco más. No desapareció la caña como la remolacha porque hubo un pueblo que la defendió como pudo, y ese pueblo nos dio aliento a aquellos pocos que la peleamos en el sur intelectualmente contra toda la cátedra agronómica porque se decía que se estaba sacrificando el bolsillo de "Doña María" como si "Doña María" no fuera la que paga siempre todos los platos rotos. Y se ha dado una vuelta en el mundo. Combatíamos, como vamos a combatir ahora por la oveja, porque hay fenómenos productivos de base que una sociedad no puede dejar caer alegremente, sobretodo cuando no tiene alternativa en el horizonte.

Hay fenómenos productivos que son determinantes porque existe agroindustria, porque es posible una forma agrícola, porque el país viene esencialmente agroindustrial, porque el 65% de los obreros que quedan en este país trabajan en agroindustria, porque no hay contraposición.

Para que la ciudad prospere tiene que prosperar el campo y no hay que separar eso. Y ahora la suba del petróleo ha sido como una granada de fragmentación. Está repercutiendo en miles de cosas, y estamos asistiendo a la aparición de la agroindustria de la energía, que va a arrancar acá con el alcohol pero va a continuar con el biodiesel, y va a transformar la paja del arroz en alcohol y así sucesivamente.

Pero yo sé que el dolor ha sido grande; la sociedad de Bella Unión está fragmentada, ha pagado un costo humano muy alto, le cuesta tener esperanza, le cuesta creer.

Cuando venía para acá arriba me decía a un viejo productor "esto está bárbaro, pero cuide Ministro que no se desvíe porque tenemos un callo adentro de tanto fracaso humano y eso nos atomiza, nos divide y necesitamos creer en algo para levantar un proyecto de aliento que no es para los de mi edad".

La política de los cambios tiene que ser permanente, cambios de la producción, en la forma de trabajar. Hay una batalla por el riesgo, es espeluznante costo de riesgo acá y todos sabemos que hay 70 represas para enganchar, para aprovechar la geografía de Artigas y regar por gravedad.

Tenemos que invertir, tenemos que volver a aprender a trabajar, y yo saludo que para este país tan envejecido, un conjunto de muchachos haya copado la Dirección acá, y los veteranos denle todo el respaldo que puedan y seguro que la van a "chambonear" en algo porque es inevitable, pero hay que hacer cosas, tienen que volarle la bata, hay que plantar esas 10 mil hectáreas, pero hay que aumentar el rendimiento por hectárea. Y tenemos que demostrarnos que a pesar de estar en la frontera agrícola con investigación, con trabajo, se pueden mejorar los rendimientos.

Pero por encima de nuestras contradicciones, este proyecto va a caminar en la medida que toda la sociedad, los que trabajan con la caña y los que no, se den cuenta que acá en el norte está empezando un nuevo país, que no arranca con nosotros porque estamos en el Gobierno. Que este nuevo país es de darle pelota al trabajo antes que nada. Y si nos tenemos que enfrentar con contradicciones nos enfrentemos, pero primero laburemos. Primeros juguémosla y no organicemos la lástima y reneguemos de vivir de garrón, tenemos que vivir con el sudor y de frente.

Entonces tenemos que cambiar la agricultura a la formas agronómicas, pero ya el cambio está acá adentro del balero. Y tenemos que darle a nuestros gurises otros valores.

¡Es una batalla durísima! Pero los que creemos en la vida, a pesar del dramatismo creemos que es posible; lo imposible cuesta un poco más, tengan esperanza y únanse en esta batalla.

No renieguen, confroten, discutan, tres pesos más, dos pesos menos; pero no le nieguen paleta, no le nieguen callos a la vida, porque sino no hay progreso. Gracias.

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