06/07/06


RECLAMAN APROVECHAR MEJOR LAS FUENTES ENERGÉTICAS
“El proyecto de Eficiencia Energética implica cambiar pautas de comportamiento. Implica asumir cambios culturales que tienen que reflejar una enorme cantidad de normativas de muy diversos tipos”, dijo el Subsecretario del Ministerio de Industria, Energía y Minería, Martín Ponce de León, al dejar inaugurado el “Seminario de Eficiencia Energética”.

El jerarca agregó  que ahorro y eficiencia son dos cosas distintas: “la eficiencia tiene que ser una actitud permanente, la de hacer lo que hay que hacer de la mejor manera posible, mientras que el ahorro energético es algo excepcional”

Este jueves 6 se llevó a cabo en el Salón Azul de la Intendencia Municipal de Montevideo, el Seminario “Eficiencia Energética”, organizado por la Dirección Nacional de Energía y Tecnología Nuclear del Ministerio de Industria, Energía y Minería (DNE-MIEM) y el Centro de “Producción Más Limpia” de la Universidad de Montevideo con la participación de ejecutivos de la Cámara de industria y  diversas instituciones del Estado.

Las palabras de apertura estuvieron a cargo del Subsecretario del Ministerio de Energía y Minería, Martín Ponce de León y la presentación del Proyecto de Eficiencia Energética, de la Directora del Centro de Producción Más Limpia, Viviana Rocco y del técnico del MIEM, Rafael Laureiro.

Ponce de León dijo que el  tema de la Eficiencia Energética es de “trascendencia nacional” y agregó que nuestro país “está dotado” en materia energética, pero “asume modelos que vienen de otros lados dejando en segundo lugar su propia estructura”.

También indicó que se deben cuidar los recursos de la tierra y dejar de lado la  creencia de que la capacidad de absorción de los ríos es ilimitada. “Estamos obligados a cuidar la tierra”, dijo. Añadió que este Proyecto de Eficiencia Energética apunta a aprovechar estos recursos.

El objetivo de este Seminario es generar nuevas formas de pensar en cómo se puede encarar el mejor uso de los recursos energéticos y los no energéticos.

Los dos principales panelistas, Laureiro y Rocco desarrollaron conceptos sobre Eficiencia Energética y Eco eficiencia.

Dentro del Proyecto de Promoción de la Eco producción que la Universidad de Montevideo ejecuta en convenio con BID-FOMIN, está el Programa “Centro de Producción Más Limpia”. La asistencia de BID-FOMIN para este programa tendrá lugar durante el período 2005-2007 y permitirá desarrollar la capacidad técnica local con el apoyo de docentes y expertos internacionales, así como ofrecer la reducción de los costos de capacitación, implementación de proyectos y de asistencia a las Pymes.

Este Programa es la aplicación continúa de una estrategia económica, ambiental y tecnológica integrada a los procesos y productos, con la finalidad de mejorar la eficiencia en el uso de materias primas, agua y energía por medio de la no generación, minimización o reciclaje de residuos generados en el proceso productivo (Definición ONUDI- PNUMA).

La implementación de esta metodología trae innovación a las empresas logrando un significativo avance en dirección a un crecimiento económico y competitivo, para estas y para la sociedad.

“Producción Más Limpia”, consiste en integrar los objetivos ambientales a los procesos de producción para reducir los residuos y las emisiones en cantidad y peligrosidad.

En los distintos talleres del Seminario -que se desarrollaron a lo largo de toda jornada- se describieron las experiencias de países donde se ha utilizado esta metodología a través de sus empresas energéticas.

PALABRAS DEL SUBSECRETARIO DE INDUSTRIA, ENERGÍA Y MINERÍA, MARTÍN PONCE DE LEÓN.

SUBSECRETARIO PONCE DE LEÓN: Buenos días a todos. Para mí es realmente una satisfacción poder decir que damos la bienvenida, en nombre del gobierno, a un tema de enorme trascendencia nacional.

Este “Seminario de Eficiencia Energética”, en el cual van a estar trabajando actores de muy diversos ámbitos a lo largo del día, en definitiva empalma con un proyecto de eficiencia energética mucho más ambicioso, que tiene previsto su desarrollo en varios años y que -yo diría- es una forma a la cual muchas veces en el país no estamos muy acostumbrados a trabajar.

Pero yo diría que es la forma en que, en este tema, es imprescindible trabajar, porque en el Uruguay hablar de eficiencia energética implica no medidas meramente coyunturales o transitorias. Implica cambiar pautas de comportamiento. Implica en definitiva asumir cambios que son culturales y que se tienen que reflejar en una enorme cantidad de normativas, de normativas de muy diversos tipos, de normativas que a veces son en sentido estricto a nivel nacional o a nivel municipal, de normativas que son criterios de trabajo de los profesionales o criterios de evaluación de los economistas y criterios de decisión de los empresarios.

El país no puede darse el lujo de estar consumiendo como si fuera un recurso ilimitado, esa tan peculiar situación -que nuestra sociedad nos permite- de estar en realidad convirtiéndonos en la búsqueda de satisfacción de muy diversas cosas que tienen que ver con la calidad de vida y con la competitividad de los sectores productivos, muchas veces, más que efectuando los procesos, controlando los procesos.

No otra cosa que eso es el fenómeno de la energía. No en vano la energía y el trabajo se miden con las mismas unidades. Cuando hablamos de energía hablamos en definitiva de la capacidad de realizar un trabajo y qué mejor cosa que seamos capaces de controlar, como decía Soudriers hace ya muchos años, cuando desarmando el puente de pontones que como ingeniero del Ejército del gobierno había instalado durante la Revolución del 4. Al desarmar el puente -él lo cuenta y lo escribe, incluso, después- dice: yo pensaba si no sería posible que en nuestro país pudiéramos aprovechar esa tremenda energía del agua que se reventaba contra las rocas, que se dilapidaba en las orillas del río o desarmando y formando barrancas.

Cuánto le serviría al país, si pudiéramos aprovechar esa energía para mover las fábricas. Recordemos que a esa altura -comienzos de siglo, en 1904 o 1905- el transformador llevaba sólo diez años de inventado. Los principales centros de trasmisión eran todavía discontinuos. Apenas estaba recién definida la opción por la corriente alterna como trasmisión a largo plazo.

Pero lo sustancial de esa reflexión -y la hago porque a veces siento que en la dinámica de todos los días nos alejamos de lo que conceptualmente estamos manejando diariamente- al lado de esa reflexión había una profunda reflexión de sociedad (de ingeniería me sale decir, pero no es sólo de ingeniería) y es en definitiva la energía, es recursos de la naturaleza que pueden estar en forma química, que pueden estar en forma mecánica, que pueden estar en las distintas formas de energía, de las cuales hoy los hidrocarburos son particularmente importantes, cómo pasamos a poder utilizarlos.

El tema es que con la energía nos ha pasado como nos pasó en tantos otros temas con los límites de la tierra. Esa creencia de que es ilimitado, de que la capacidad de absorción de los ríos es ilimitada, de que el océano es ilimitado, de que los recursos son ilimitados, y eso no es verdad. En este mundo en el cual las poblaciones aumentan, estamos obligados a cuidar la tierra y eso significa cuidar los recursos.

Pero en nuestro país esto tiene una connotación muy especial. Nuestro país está dotado en materia energética. Vaya si está dotado, pero sin embargo, por un lado asume modelos que vienen de otros lados y segundo su propia estructura es hija también de señales de precios y señales culturales que vienen de una época en que los energéticos eran, como decía hace un momento, considerados ilimitados y además muy baratos.

Nuestro país sale -esperemos, creemos que está saliendo- de una situación particularmente mala desde el punto de vista económico. Bueno: no tiene sentido que a este país, cuya población ha vivido circunstancias tan duras que por algo hoy tenemos la emigración que tenemos distribuida por el mundo, le exijamos más de lo necesario. ¿Y... qué otra cosa que exigir sólo lo necesario, es decir, eficiencia energética? Si podemos hacerlo con diez toneladas de lo que sea, no gastemos veinte; si podemos consumir menos kilowatios, no gastemos más. Repito: lo que aquí estamos jugando... Algunos autores, incluso, suelen poner la eficiencia energética cuando se estudian sistemas eléctricos -perdonen que mis ejemplos vayan siempre para el lado eléctrico, pero es una deformación profesional- suelen poner la eficiencia energética como si fuera un generador adicional. Tiene una cierta lógica, porque en ese balance instantáneo que es la energía eléctrica pues, es lo mismo bajar de un lado que subir del otro, pero yo creo que hay que pensarlo profundamente como un tema de sintonía -y perdonen la grandilocuencia- de las sociedades y del hombre con la naturaleza.

Estamos aprovechando energías que se nos brindan, estamos aprovechando para ser conductores y por lo tanto multiplicar nuestra capacidad de generar cosas. Hagámoslo bien, hagámoslo con respeto por nosotros y las generaciones venideras. Yo creo que es con ese sentido que sentimos una particular satisfacción al dar la apertura de este seminario,, que de alguna manera es un jalón en el arranque de este proyecto que durante varios años nos va a tener trabajando, que esperamos que se separe de circunstancias de ahorro energético.

Porque cuando nos dicen “ahorro es eficiencia”, no, no, no.... son dos cosas distintas. El ahorro es la circunstancia excepcional en la cual uno toma medidas excepcionales. La eficiencia tiene que ser una actitud permanente, tiene que ser “hacer lo que hay que hacer” de la mejor manera posible y eso habla de las armonías más profundas que podemos entre todos buscar. Muchísimas gracias y adelante.

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