RECLAMAN APROVECHAR MEJOR LAS FUENTES ENERGÉTICAS
“El proyecto de Eficiencia Energética implica
cambiar pautas de comportamiento. Implica asumir cambios culturales que
tienen que reflejar una enorme cantidad de normativas de muy diversos
tipos”, dijo el Subsecretario del Ministerio de Industria, Energía y
Minería, Martín Ponce de León, al dejar inaugurado el “Seminario de
Eficiencia Energética”.
El jerarca agregó que ahorro y eficiencia son dos
cosas distintas: “la eficiencia tiene que ser una actitud permanente, la
de hacer lo que hay que hacer de la mejor manera posible, mientras que
el ahorro energético es algo excepcional”
Este jueves 6 se llevó a cabo en el Salón Azul de la
Intendencia Municipal de Montevideo, el Seminario “Eficiencia
Energética”, organizado por la Dirección Nacional de Energía y
Tecnología Nuclear del Ministerio de Industria, Energía y Minería (DNE-MIEM)
y el Centro de “Producción Más Limpia” de la Universidad de Montevideo
con la participación de ejecutivos de la Cámara de industria y diversas
instituciones del Estado.
Las palabras de apertura estuvieron a cargo del
Subsecretario del Ministerio de Energía y Minería, Martín Ponce de León
y la presentación del Proyecto de Eficiencia Energética, de la Directora
del Centro de Producción Más Limpia, Viviana Rocco y del técnico del
MIEM, Rafael Laureiro.
Ponce de León dijo que el tema de la Eficiencia
Energética es de “trascendencia nacional” y agregó que nuestro país
“está dotado” en materia energética, pero “asume modelos que vienen de
otros lados dejando en segundo lugar su propia estructura”.
También indicó que se deben cuidar los recursos de la
tierra y dejar de lado la creencia de que la capacidad de absorción de
los ríos es ilimitada. “Estamos obligados a cuidar la tierra”, dijo.
Añadió que este Proyecto de Eficiencia Energética apunta a aprovechar
estos recursos.
El objetivo de este Seminario es generar nuevas
formas de pensar en cómo se puede encarar el mejor uso de los recursos
energéticos y los no energéticos.
Los dos principales panelistas, Laureiro y Rocco
desarrollaron conceptos sobre Eficiencia Energética y Eco eficiencia.
Dentro del Proyecto de Promoción de la Eco producción
que la Universidad de Montevideo ejecuta en convenio con BID-FOMIN, está
el Programa “Centro de Producción Más Limpia”. La asistencia de BID-FOMIN
para este programa tendrá lugar durante el período 2005-2007 y permitirá
desarrollar la capacidad técnica local con el apoyo de docentes y
expertos internacionales, así como ofrecer la reducción de los costos de
capacitación, implementación de proyectos y de asistencia a las Pymes.
Este Programa es la aplicación continúa de una
estrategia económica, ambiental y tecnológica integrada a los procesos y
productos, con la finalidad de mejorar la eficiencia en el uso de
materias primas, agua y energía por medio de la no generación,
minimización o reciclaje de residuos generados en el proceso productivo
(Definición ONUDI- PNUMA).
La implementación de esta metodología trae innovación
a las empresas logrando un significativo avance en dirección a un
crecimiento económico y competitivo, para estas y para la sociedad.
“Producción Más Limpia”, consiste en integrar los
objetivos ambientales a los procesos de producción para reducir los
residuos y las emisiones en cantidad y peligrosidad.
En los distintos talleres del Seminario -que se
desarrollaron a lo largo de toda jornada- se describieron las
experiencias de países donde se ha utilizado esta metodología a través
de sus empresas energéticas.
PALABRAS DEL SUBSECRETARIO DE INDUSTRIA, ENERGÍA Y
MINERÍA, MARTÍN PONCE DE LEÓN.
SUBSECRETARIO PONCE DE LEÓN: Buenos días a todos.
Para mí es realmente una satisfacción poder decir que damos la
bienvenida, en nombre del gobierno, a un tema de enorme trascendencia
nacional.
Este “Seminario de Eficiencia Energética”, en el cual
van a estar trabajando actores de muy diversos ámbitos a lo largo del
día, en definitiva empalma con un proyecto de eficiencia energética
mucho más ambicioso, que tiene previsto su desarrollo en varios años y
que -yo diría- es una forma a la cual muchas veces en el país no estamos
muy acostumbrados a trabajar.
Pero yo diría que es la forma en que, en este tema,
es imprescindible trabajar, porque en el Uruguay hablar de eficiencia
energética implica no medidas meramente coyunturales o transitorias.
Implica cambiar pautas de comportamiento. Implica en definitiva asumir
cambios que son culturales y que se tienen que reflejar en una enorme
cantidad de normativas, de normativas de muy diversos tipos, de
normativas que a veces son en sentido estricto a nivel nacional o a
nivel municipal, de normativas que son criterios de trabajo de los
profesionales o criterios de evaluación de los economistas y criterios
de decisión de los empresarios.
El país no puede darse el lujo de estar consumiendo
como si fuera un recurso ilimitado, esa tan peculiar situación -que
nuestra sociedad nos permite- de estar en realidad convirtiéndonos en la
búsqueda de satisfacción de muy diversas cosas que tienen que ver con la
calidad de vida y con la competitividad de los sectores productivos,
muchas veces, más que efectuando los procesos, controlando los procesos.
No otra cosa que eso es el fenómeno de la energía. No
en vano la energía y el trabajo se miden con las mismas unidades. Cuando
hablamos de energía hablamos en definitiva de la capacidad de realizar
un trabajo y qué mejor cosa que seamos capaces de controlar, como decía
Soudriers hace ya muchos años, cuando desarmando el puente de pontones
que como ingeniero del Ejército del gobierno había instalado durante la
Revolución del 4. Al desarmar el puente -él lo cuenta y lo escribe,
incluso, después- dice: yo pensaba si no sería posible que en nuestro
país pudiéramos aprovechar esa tremenda energía del agua que se
reventaba contra las rocas, que se dilapidaba en las orillas del río o
desarmando y formando barrancas.
Cuánto le serviría al país, si pudiéramos aprovechar
esa energía para mover las fábricas. Recordemos que a esa altura
-comienzos de siglo, en 1904 o 1905- el transformador llevaba sólo diez
años de inventado. Los principales centros de trasmisión eran todavía
discontinuos. Apenas estaba recién definida la opción por la corriente
alterna como trasmisión a largo plazo.
Pero lo sustancial de esa reflexión -y la hago porque
a veces siento que en la dinámica de todos los días nos alejamos de lo
que conceptualmente estamos manejando diariamente- al lado de esa
reflexión había una profunda reflexión de sociedad (de ingeniería me
sale decir, pero no es sólo de ingeniería) y es en definitiva la
energía, es recursos de la naturaleza que pueden estar en forma química,
que pueden estar en forma mecánica, que pueden estar en las distintas
formas de energía, de las cuales hoy los hidrocarburos son
particularmente importantes, cómo pasamos a poder utilizarlos.
El tema es que con la energía nos ha pasado como nos
pasó en tantos otros temas con los límites de la tierra. Esa creencia de
que es ilimitado, de que la capacidad de absorción de los ríos es
ilimitada, de que el océano es ilimitado, de que los recursos son
ilimitados, y eso no es verdad. En este mundo en el cual las poblaciones
aumentan, estamos obligados a cuidar la tierra y eso significa cuidar
los recursos.
Pero en nuestro país esto tiene una connotación muy
especial. Nuestro país está dotado en materia energética. Vaya si está
dotado, pero sin embargo, por un lado asume modelos que vienen de otros
lados y segundo su propia estructura es hija también de señales de
precios y señales culturales que vienen de una época en que los
energéticos eran, como decía hace un momento, considerados ilimitados y
además muy baratos.
Nuestro país sale -esperemos, creemos que está
saliendo- de una situación particularmente mala desde el punto de vista
económico. Bueno: no tiene sentido que a este país, cuya población ha
vivido circunstancias tan duras que por algo hoy tenemos la emigración
que tenemos distribuida por el mundo, le exijamos más de lo necesario.
¿Y... qué otra cosa que exigir sólo lo necesario, es decir, eficiencia
energética? Si podemos hacerlo con diez toneladas de lo que sea, no
gastemos veinte; si podemos consumir menos kilowatios, no gastemos más.
Repito: lo que aquí estamos jugando... Algunos autores, incluso, suelen
poner la eficiencia energética cuando se estudian sistemas eléctricos
-perdonen que mis ejemplos vayan siempre para el lado eléctrico, pero es
una deformación profesional- suelen poner la eficiencia energética como
si fuera un generador adicional. Tiene una cierta lógica, porque en ese
balance instantáneo que es la energía eléctrica pues, es lo mismo bajar
de un lado que subir del otro, pero yo creo que hay que pensarlo
profundamente como un tema de sintonía -y perdonen la grandilocuencia-
de las sociedades y del hombre con la naturaleza.
Estamos aprovechando energías que se nos brindan,
estamos aprovechando para ser conductores y por lo tanto multiplicar
nuestra capacidad de generar cosas. Hagámoslo bien, hagámoslo con
respeto por nosotros y las generaciones venideras. Yo creo que es con
ese sentido que sentimos una particular satisfacción al dar la apertura
de este seminario,, que de alguna manera es un jalón en el arranque de
este proyecto que durante varios años nos va a tener trabajando, que
esperamos que se separe de circunstancias de ahorro energético.
Porque cuando nos
dicen “ahorro es eficiencia”, no, no, no.... son dos cosas distintas. El
ahorro es la circunstancia excepcional en la cual uno toma medidas
excepcionales. La eficiencia tiene que ser una actitud permanente, tiene
que ser “hacer lo que hay que hacer” de la mejor manera posible y eso
habla de las armonías más profundas que podemos entre todos buscar.
Muchísimas gracias y adelante. |