21/07/06


"QUE LA DUREZA DE NUESTRA LUCHA NO LASTIME LA TERNURA EN NUESTROS CORAZONES"
Tras recordar los lazos que vinculan a ambos pueblos rioplatenses, el Presidente Vázquez afirmó que "con Argentina más que vecinos somos hermanos; el Río de la Plata no nos separa, nos une, y el Río Uruguay nos debe unir y no separar en el futuro", anunciando que "con el Presidente de Argentina hemos acordado que entre nuestros países ‘diálogo siempre’".

Al hacer uso de la palabra en el marco de la Cumbre de Jefes de Estados del MERCOSUR y países asociados que se realizó en la ciudad de Córdoba, República Argentina, el Primer Mandatario uruguayo recordó que "el pueblo hermano argentino tiene en su seno, viviendo, a más de trescientos cincuenta mil o cuatrocientos mil uruguayos"; trescientos cincuenta mil, cuatrocientos mil uruguayos no es poca cosa en números".

Agregando: "Esos Uruguayos que hoy viven en la Argentina, por la generosidad del pueblo argentino, encontraron un lugar donde vivir, donde trabajar, donde establecer su domicilio, su casa, su vivienda; tener su familia, tener sus hijos, vestirlos, darles salud, educarlos. Generar incluso hasta una nueva generación de nietos de quienes han llegado a esta tierra que tan generosamente los ha recogido y apoyado cuando su propio país los expulsaba, cuando lamentablemente debemos reconocer nuestro Uruguay expulsaba a su gente Argentina, el pueblo argentino, abría sus brazos para recibir a estos uruguayos. ¡Vaya grandeza y solidaridad!"

Vázquez hizo referencia también a que en algunos momentos hubo dificultades entre ambos países. "Claro que no todo es color de rosa, porque si así quisiéramos hacer aparecer las relaciones entre nuestros países estaríamos cometiendo el pecado del cinismo, porque han existido y existen dificultades", agregando que "por lo que abogamos, y también aboga el señor Presidente de la Argentina porque lo hemos conversado, y su gobierno, y el pueblo argentino, y el pueblo uruguayo, es que estas diferencias sean sólo eso, diferencias temporarias y coyunturales; a las que debemos prestar atención, a las que debemos atender, sin duda, para evitar erosionar tan prestigioso tesoro como es el relacionamiento fraterno entre nuestros pueblos. Con Argentina más que vecinos somos hermanos. El Río de la Plata no nos separa, nos une. Y el Río Uruguay nos debe unir y no separar en el futuro".

Al respecto, Vázquez reiteró que "es la intención de todo el pueblo uruguayo, es el deseo de todo el pueblo uruguayo, también de este gobierno y también de este Presidente de la República Oriental del Uruguay, encontrar los caminos de entendimiento para que podamos superar esta diferencia coyuntural que tenemos con nuestros hermanos argentinos. Y estamos dispuestos a abrir todos los caminos, todas las puertas, todas las posibilidades, dentro del derecho regional y del derecho internacional por cierto que nos debe guiar, para encontrar esos caminos de acuerdo".

En ese sentido, dijo que pueden ser múltiples y que "no puede ser, y los hablábamos con el señor Presidente de Argentina y estábamos de acuerdo, que terceros resuelvan las diferencias que tienen dos hermanos que se quieren, que se respetan, que se entienden y que tenemos que solucionar entre nosotros".

"Es por eso que en nuestras palabras no pudiendo eludir el tratamiento de este tema, decimos que con el señor Presidente de Argentina hemos acordado que entre nuestros países "diálogo siempre". El camino del diálogo nunca estuvo cerrado, no está cerrado ni va a estar cerrado. Y son por estas razones que acabo de exponer. Por estos tres pequeños capítulos a los que acabo de hacer referencia, que me voy de esta cumbre con alegría, con esperanza y con un enorme desafío que se sabremos cumplir", dijo.

Para finalizar, el Presidente Vázquez recordó que "en esta tierra precisamente, en esta tierra y ante dificultades que tiene nuestro proceso de integración, ante las rispideces que a veces tenemos que vivir; ante la dureza de algunos enfrentamientos, defendiendo posiciones que de un lado o del otro parecen como legítimas; que esa dureza a veces que nos envuelve se encierre bajo el pensamiento del "Che", Ernesto Guevara, que nació en estas tierras, cuando dijo, cuando dijo: "que la dureza de nuestra lucha no lastime la ternura en nuestros corazones".

A continuación se ofrece parte de las expresiones del Presidente Vázquez, las cuales íntegramente se publicarán en breve.

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, TABARÉ VÁZQUEZ, DURANTE SU INTERVENCIÓN EN LA CUMBRE DE JEFES DE ESTADO DEL MERCOSUR Y PAÍSES ASOCIADOS REALIZADA EN CÓRDOBA, ARGENTINA

PRESIDENTE VÁZQUEZ: Decíamos que era necesario aterrizar, entre comillas; poner en la práctica todas las buenas intenciones que cada una de estas reuniones encierra y que se expresan en cada uno de nuestros discursos. Y en ese sentido, creo que hemos avanzado cuando analizamos el material que hoy el MERCOSUR cuenta en su poder.

Y yo quisiera, señoras y señores, referirme muy brevemente a tres aspectos que creo avalan este avance que hemos tenido.

El primero de ellos, quiero expresarme sobre el porcentaje de cumplimiento de las normas, decisiones, resoluciones y directivas acordadas en las distintas instancias del MERCOSUR donde -podemos desglosar por países pero nos extenderíamos demasiado- en conjunto se han internalizado en el contexto de los países que integramos este proceso de regionalización casi el 69% de dichos acuerdos.

Ustedes me dirán "bueno, no es el cien por ciento"; no, no es el cien por ciento pero 69% no es poco.

Y creo que aquí es donde podemos actuar los gobiernos junto a nuestros legisladores, de todas las fuerzas políticas que integran los distintos parlamentos, para lograr, si no llegar, estar lo más cerca posible al cien por ciento de internalización de los acuerdos logrados.

Yo creo que esto sería un avance importantísimo, no solo para el proceso en sí intelectualmente concebido, sino para la percepción que los pueblos tienen de este proceso de integración.

Me atrevo a decir esto, porque si bien es cierto que no es poco el 69%, pero si me pongo en mi profesión médica, qué pasaría si un médico aplicara sólo el 69% de un protocolo de tratamiento a un enfermo; qué pasaría con el enfermo, qué pasaría con el médico.

Acá tenemos que preguntarnos, ¿qué pasa con nuestra gente y con nuestros pueblos, y qué pasa con nosotros mismos como gobernantes en el Ejecutivo o en el Legislativo si no logramos avanzar en esta dirección?

Y creo que es una meta que podemos lograr; con trabajo, con dedicación, como lo hacemos, como lo hacen nuestros legisladores, creo que podemos avanzar en esa dirección.

El segundo aspecto al que quiero hacer referencia se ubica en el tema de las compensaciones de asimetrías y específicamente al punto 14 del Acuerdo que vamos a firmar en el día de hoy.

Como todos ustedes saben el FOCEM fue creado mediante resolución adoptada en la Cumbre del MERCOSUR, realizada en nuestra querida Asunción el 19 de junio de 2005; y posteriormente la Cumbre realizada el 8 de diciembre de 2005, se aprobó el reglamento de dicho Fondo, precisamente en la ciudad de Montevideo.

En cumplimiento de las disposiciones vigentes el 26 de diciembre de 2005, el gobierno de la República Oriental del Uruguay remitió al Parlamento nacional el Proyecto de Ley a los efectos de ratificar dichas resoluciones.

El Proyecto de Ley fue aprobado el 7 de junio de 2006 en nuestro Parlamento por la Cámara de Representantes y el 13 de julio de 2006 por la Cámara de Senadores.

El Poder Ejecutivo -nosotros- promulgamos la Ley el pasado lunes 19 de julio.

El aporte anual de Uruguay al FOCEM está previsto en el Proyecto de Ley de Rendición de Cuentas y ajuste presupuestal actualmente a consideración del Poder Legislativo; y coincidimos plenamente con las palabras del señor Presidente Pro Tempore del MERCOSUR en cuanto a avanzar rápidamente en la concreción de este Proyecto y en la puesta en práctica, para que nuestra gente, nuestro pueblo, vea el término solidaridad pero también el término eficiencia en la instrumentación práctica de estas buenas intenciones.

Nosotros pretendíamos y creo que nos ha ganado el Artículo 14 del Acuerdo al que hice referencia, pretendíamos que a partir del 1º de enero de 2007 este hecho, este Acuerdo estuviera funcionando; en el Artículo se menciona que en el correr del año 2006, cosa que vemos realmente muy positivamente, muy positivamente.

Y creo que sería un buen paso para el otro que deberemos dar después que es la creación del Banco de Fomento, o como quiera llamarse, del Sur; idea de nuestro querido Presidente y amigo Hugo Chávez, aprobada y apoyada por nosotros y sé que por los países de la región que nos parece es un paso más hacia la soberanía de nuestros pueblos.

Y en tercer lugar, y yo no puedo soslayar cuando estamos hablando de un proceso de integración y de aspectos prácticos del mismo un tema que si bien hace a un aspecto puntual entre dos países no ha dejado de preocupar a los pueblos de esos dos países, y seguramente a los gobiernos y los pueblos de la región.

Y me refiero a esta diferencia, a este diferendo que estamos transitando en estos días entre Argentina y Uruguay, con respecto a la instalación de dos plantas de producción de pasta de celulosa sobre el otro lado del Río Uruguay, en este caso.

Quiero dejar bien claro, quisiera tener el don de la palabra para expresarme con la mayor claridad posible, que rescatamos en todo momento los entrañables lazos de fraternidad, de hermandad, que históricamente han signado, signan y signarán a nuestros pueblos.

El pueblo hermano argentino tiene en su seno, viviendo, a más de trescientos cincuenta mil o cuatrocientos mil uruguayos.

Recordemos que el Uruguay es un país que tiene tres millones y algo de habitantes.

Trescientos cincuenta mil, cuatrocientos mil uruguayos no es poca cosa en números.

Esos Uruguayos que hoy viven en la Argentina, por la generosidad del pueblo argentino, encontraron un lugar donde vivir, donde trabajar, donde establecer su domicilio, su casa, su vivienda; tener su familia, tener sus hijos, vestirlos, darles salud, educarlos. Generar incluso hasta una nueva generación de nietos de quienes han llegado a esta tierra que tan generosamente los ha recogido y apoyado cuando su propio país los expulsaba, cuando lamentablemente debemos reconocer nuestro Uruguay expulsaba a su gente Argentina, el pueblo argentino, abría sus brazos para recibir a estos uruguayos. ¡Vaya grandeza y solidaridad!

No debemos olvidar, tampoco, cuántos argentinos tienen inversiones importantes en nuestro país; cuántos argentinos, no sólo en Punta del Este, en la temporada veraniega, en pleno turismo para el Uruguay, sino en las actividades productivas han hecho inversiones en el Uruguay, y cuántos otros han comprado viviendas para pasar sus fines de semana, para vivir, para llevar a su gente, a su familia a vivir en nuestro país. Y queremos que sepan nuestros hermanos argentinos que sepan que los recibimos con los brazos abiertos.

Esta es la historia entre nuestros dos países.

Claro que en algunos momentos hubo dificultades. Claro que no todo es color de rosa, porque si así quisiéramos hacer aparecer las relaciones entre nuestros países estaríamos cometiendo el pecado del cinismo, porque han existido y existen dificultades.

Pero por lo que abogamos, y también aboga el señor Presidente de la Argentina porque lo hemos conversado, y su gobierno, y el pueblo argentino, y el pueblo uruguayo, es que estas diferencias sean sólo eso, diferencias temporarias y coyunturales; a las que debemos prestar atención, a las que debemos atender, sin duda, para evitar erosionar tan prestigioso tesoro como es el relacionamiento fraterno entre nuestros pueblos. Con Argentina más que vecinos somos hermanos. El Río de la Plata no nos separa, nos une. Y el Río Uruguay nos debe unir y no separar en el futuro.

Es la intención de todo el pueblo uruguayo, es el deseo de todo el pueblo uruguayo, también de este gobierno y también de este Presidente de la República Oriental del Uruguay, encontrar los caminos de entendimiento para que podamos superar esta diferencia coyuntural que tenemos con nuestros hermanos argentinos.

¡Vaya si entiendo, o creo entender, las preocupaciones de los ciudadanos argentinos que viven en Gualeguaychú! ¡Claro que las tienen! ¡Y son legítimas!

También nosotros las tuvimos. También a nosotros nos preocupó antes, y cuando llegamos al gobierno, de lo que podía suceder con el medio ambiente ante la instalación de estos emprendimientos industriales en las orillas del Río Uruguay.

Ustedes saben bien, Uruguay ocupa el tercer lugar en el mundo como país que protege su medio ambiente, y queremos seguir protegiendo este medio ambiente.

Ustedes saben muy bien, cuál es mi profesión: la enorme parte de mi vida, la mayor parte de mi vida la he dedicado a la medicina, intentando ayudar al enfermo, intentando curar cuando se puede, intentando aliviar en otras instancias, intentando consolar cuando no podemos ofrecer otra cosa.

Pero nos importa la salud y la vida de nuestra gente. Y entonces pido, aunque sea el beneficio de la duda en cuanto a que este compromiso que tuvimos como médico hoy lo asumimos como gobernante, y nos preocupa la salud de nuestra gente y comprendemos las preocupaciones de nuestros hermanos argentinos que viven frente a Fray Bentos.

Y estamos dispuestos a abrir todos los caminos, todas las puertas, todas las posibilidades, dentro del derecho regional y del derecho internacional por cierto que nos debe guiar, para encontrar esos caminos de acuerdo.

Que pueden ser múltiples. No puede ser, y los hablábamos con el señor Presidente de Argentina y estábamos de acuerdo, que terceros resuelvan las diferencias que tienen dos hermanos que se quieren, que se respetan, que se entienden y que tenemos que solucionar entre nosotros.

Es por eso que en nuestras palabras no pudiendo eludir el tratamiento de este tema, decimos que con el señor Presidente de Argentina hemos acordado que entre nuestros países "diálogo siempre". El camino del diálogo nunca estuvo cerrado, no está cerrado ni va a estar cerrado. Y son por estas razones que acabo de exponer. Por estos tres pequeños capítulos a los que acabo de hacer referencia que me voy de esta cumbre con alegría, con esperanza y con un enorme desafío que se sabremos cumplir.

Porque además, y antes de terminar, en esta tierra, precisamente en esta tierra, y ante dificultades que tiene nuestro proceso de integración; ante las rispideces que a veces tenemos que vivir; ante la dureza de algunos enfrentamientos, defendiendo posiciones que de un lado o del otro parecen como legítimas; que esa dureza a veces que nos envuelve se encierre bajo el pensamiento del "Che", Ernesto Guevara, que nació en estas tierras, cuando dijo, cuando dijo: "que la dureza de nuestra lucha no lastime la ternura en nuestros corazones". Muchas gracias, señor Presidente.

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