AVANZAR SIN LASTIMAR EL ESPÍRITU DEL MERCOSUR
Tras sostener que los acuerdos bilaterales fuera
de la región, tal el caso con EE.UU., puede constituirse en un
elemento de corrección de asimetrías, el Ministro Astori dijo que
puede ser posible avanzar sin lastimar el espíritu del MERCOSUR, y
que sería un crimen renunciar a las posibilidades de mejorar la
calidad de vida de nuestros habitantes.
En el marco de la Conferencia "Uruguay en la
economía global", que tuvo lugar en el Complejo Punta Cala, el
Ministro de Economía, Danilo Astori, destacó que el Presidente
Tabaré Vázquez ha logrado comunicarnos a todos las definiciones más
importantes que deben ser percibidas para que todos progresemos de
la mejor manera posible.
El primer punto es la necesidad de equilibrar los
principios con el pragmatismo, "evitando prejuicios que anulan la
mente y no nos dejan pensar con claridad". En este sentido Astori
señaló que la obligación de encontrar las mejores herramientas, las
mejores instrumentos al servicio de los objetivos que todos
compartimos y que no son otros que los de lograr mejores condiciones
de vida para los uruguayos.
Astori aclaró que no está en discusión nuestra
pertenencia al esquema regional de integración, "no lo estuvo nunca,
no lo estará en el futuro". El Presidente Tabaré Vázquez llegó a
expresar "somos la región, mucho más que pertenecemos a la región"
somos parte de ella, remarcó.
Asimismo Astori dijo que pertenecemos a una
región con problemas, con desequilibrios e ignorar los problemas y
los desequilibrios de la región es imperdonable, "porque eso nos
conducirá a dificultades en la elección de las mejores herramientas
e instrumentos que nosotros queremos definir para alcanzar los
objetivos que nos hemos trazado".
Por tal motivo, es de importancia progresar fuera
de la región, como manera ineludible de tomar nota de los problemas
y desequilibrios que hoy vive la región, "no para romper con ellos,
sino para asegurar que aquí en adelante nuestra pertenencia a la
misma será -incluso- más eficaz que lo que ha sido hasta ahora".
La economía uruguaya viene funcionando muy
proclive al progreso por este camino. La conducción económica da una
importancia muy grande al incremento de la inversión productiva,
inversión que ha sido tradicionalmente baja, hecho que está
cambiando.
Estamos en una economía que viene recuperando
rápidamente sus condiciones de crecimiento con tendencia y
continuidad. Los sectores productores de bienes, como el
agropecuario y el industrial están alcanzando muy buen desempeño en
el liderazgo de este crecimiento -sin olvidar la importancia de los
sectores productores de servicios.
El comercio exterior está teniendo un
comportamiento dinámico. En el mes de julio las exportaciones de
bienes se incrementaron 30% en términos reales respecto a igual
periodo del año anterior. Y en los primeros siete meses del año el
incremento real fue de 17%. Contándose con el mayor dinamismo de
toda la región. Lo vital es que se han diversificado los mercados de
destino y que se han equilibrado entre sí.
Las importaciones también crecen y crecen de la
mejor manera posible, porque ha crecido la importación de bienes de
capital; que es el que le da capacidad productiva y de crecimiento a
la economía, señaló Astori .
La inversión extranjera directa está jugando un
papel en el ingreso de capitales. En el año 2005 la inversión
extranjera directa –sin contar las plantas de celulosa- se duplicó
respecto al 2004, y en 2006 sigue muy dinámico, la inversión ha
superado el crecimiento de 2005 y se ha ubicado en los mil millones
de dólares.
En este sentido se está afianzando un contexto
favorable que está reclamando expandir la inversión, expandir el
comercio, por la vía de la coexistencia del MERCOSUR con acuerdos
bilaterales fuera de la región.
El MERCOSUR fue concebido como una estrategia de
acceso para los socios al mercado regional, pero también como
estrategia de acceso a mercados extra regionales. "Por eso se
realizó una Unión Aduanera como efecto externo de protección, pero
efecto interno que genera beneficios y que genera costos para los
socios que practican esa política comercial común", contextualizó
Astori.
Pero el MERCOSUR tiene "problemas que conducen a
una distribución inequitativa de los beneficios y los costos de la
protección. A una distribución que es asimétrica y que perjudica a
las economías pequeñas como la paraguaya y la uruguaya", dijo Astori
.
El Secretario de Estado señaló que tenemos
problemas de acceso al mercado ampliado, agregó que tenemos carencia
de coordinación de políticas macroeconómicas, "no hemos sido capaces
de persistir en el camino de la coordinación en materia de política
monetaria, política fiscal, política tributaria y eso ha traído
diferencias en políticas públicas que han contribuido a una
distribución inequitativa de los beneficios y los costos". Esto ha
profundizado las asimetrías internas, pero no se renuncia a
enfrentar estas asimetrías sino que se intenta corregirlas.
Astori considera que una de las herramientas para
contribuir a corregir, dichas asimetrías, es progresar en los
acuerdos bilaterales fuera de la región. "Por eso estamos dedicados
a pensar y trabajar en como hacerlo con Estados Unidos. Tenemos un
Tratado de Promoción y Protección de Inversiones que en los acuerdos
bilaterales representa una proporción muy importante".
En el año 2000 se estableció la regla de
negociación conjunta entre todos los países del MERCOSUR fuera de la
región. Además se marcó el compromiso de no adoptar ninguna medida
restrictiva al comercio entre los socios, se dispuso eliminar
medidas impositivas, fiscales, financieras, fiscales, monetarias que
perjudicaban el comercio entre los países; hecho que no se cumplió y
además se siguieron aplicando medidas discriminatorias. Se dispuso
analizar el perfeccionamiento de mecanismo de defensa de la
competencia, que tampoco se cumplió.
Pero, por otra parte, los mecanismos previstos en
la Decisión 54 del Consejo del Mercado Común del año 2004 y su
reglamentaria que es la Decisión 37 del Consejo del Mercado Común
2005, "eliminan el doble cobro del arancel externo común, un
problema que tiene el MERCOSUR y que todavía no ha sido resuelto",
señaló Astori.
El Ministro remarcó la voluntad de seguir
avanzando en la profundización de la relación comercial y de
inversiones con los Estados Unidos. "En el mundo de hoy comercio e
inversiones son inseparables, ambos se abren espacios mutuamente. El
comercio genera oportunidades de inversión. La inversión –a su vez-
abre cauces nuevos al comercio y todo ello se traduce en ingresos,
empleo, calidad de empleo y naturalmente progresos en las
condiciones de vida de nuestros pueblos".
PALABRAS DEL MINISTRO DE ECONOMÍA, DANILO ASTORI,
EN LA CONFERENCIA "URUGUAY EN LA ECONOMÍA GLOBAL"
MINISTRO ASTORI: Muchas gracias y muy buenas
tardes. Lamento tener que dirigirme a ustedes con un poco de
retraso, espero ser lo más breve posible porque a esta altura ya
hemos tenido un muy buen desfile de opiniones acerca del Uruguay en
la Economía Global. Tengan en cuenta que la Economía Global es muy
grande por lo tanto hay que tener en cuenta muchos aspectos. Pero en
todo caso yo quiero en estas breves palabras de cierre, en primer
lugar -como corresponde agradecer muy sinceramente una vez más-,
porque esta no es la primera ni será la última seguramente Americas
Society, el Council of the Americas en la persona de Susan Segal por
brindarnos esta posibilidad de considerar juntos temas tan
importantes como los que se han venido tratando en la mañana de hoy
y en parte de la tarde.
Por supuesto, quiero saludar especialmente a
nuestros visitantes, con los cuales hemos tenido ya oportunidades de
trabajar sobre este tema, de analizar posibilidades y naturalmente
seguiremos trabajando juntos en el progreso de este camino que hemos
iniciado conjuntamente con los Estados Unidos.
Yo no puedo comenzar estas palabras además, sin
estribar en el magnífico discurso de apertura que presentó nuestro
Presidente Tabaré Vázquez, no podría hacerlo de otra manera porque
el Presidente ha logrado comunicarnos a todos precisamente las
definiciones más importantes a las que podríamos haber aspirado para
encarar este tema crucial para el Uruguay, teniendo en cuenta las
principales condiciones y características que deben ser percibidas
por todos nosotros para progresar –como decíamos recién- de la mejor
manera posible.
Y a mi me parece que nos ha dejado cuatro
mensajes absolutamente fundamentales. El primero y muy importante,
la necesidad de equilibrar los principios con el pragmatismo,
evitando prejuicios que nulan la mente y no nos dejan pensar con
claridad, sobre todo acerca de lo que es nuestra obligación,
encontrar las mejores herramientas, los mejores instrumentos al
servicio de los objetivos que todos compartimos y que no son otros
que los de lograr mejores condiciones de vida para los uruguayos,
especialmente para los que más han sufrido y particularmente para
convertir a este país en un país que asegura a sus hijos y a sus
hijas, condiciones dignas de realización humana, de eso se trata.
Esos son los objetivos tradicionalmente y
estrechamente vinculados a los principios, por lo general las
herramientas y los instrumentos se emparentan especialmente con el
pragmatismo, no podemos confundir las cosas, no podemos dejar que
esquemas ideológicos o prejuicios -como dije recién- dificulten el
camino de la elección.
Un segundo aspecto fundamental que yo quiero
reiterar y que también estuvo en la presentación inicial, es que no
está en discusión nuestra pertenencia al esquema regional de
integración, no lo estuvo nunca, no lo estará en el futuro. El
Presidente llegó a utilizar una expresión muy fuerte "somos la
región, mucho más que pertenecemos a la región, somos parte de
ella", entonces no podemos transformar la discusión acerca de cómo
progresar en el terreno bilateral, particularmente con los Estados
Unidos, en una discusión sobre si pertenecemos o no al MERCOSUR. Las
dos cosas señores y señoras, pertenecemos al MERCOSUR y buscamos al
mismo tiempo un mejor camino de relación comercial y de inversiones
con los Estados Unidos de América, que son desde hace un tiempo –por
otra parte- nuestro principal cliente.
En tercer lugar, pertenecemos a una región con
problemas, con desequilibrios e ignorar los problemas y los
desequilibrios de la región es imperdonable, y es imperdonable
porque eso nos conducirá a dificultades en la elección de las
mejores herramientas e instrumentos que nosotros queremos decidir,
queremos definir, entre otras cosas para alcanzar los objetivos que
nos hemos trazado.
Y finalmente la importancia de progresar fuera de
la región, es una manera ineludible de tomar nota de los problemas y
los desequilibrios que hoy vive dicha región. No para romper con
ella, sino para asegurar que de aquí en adelante nuestra pertenencia
a la misma será incluso más eficaz de lo que ha sido hasta ahora.
Yo no puedo dejar de compartir con ustedes
tampoco -de una manera muy breve- el hecho de que la economía
uruguaya viene funcionando muy proclive al progreso por este camino
acerca del cual hemos estado discutiendo hoy.
La conducción económica da una importancia muy
grande al incremento de la inversión productiva, inversión que ha
sido tradicionalmente baja como ha sido correctamente señalado por
varios expositores. Y naturalmente nuestra apertura es muy
importante, nuestra mejora en la región, pero también nuestra
inserción cada vez más profunda, más eficaz, fuera de la misma, y
por eso yo quiero –como decía- brevemente que ustedes observen que
estamos en una economía que viene recuperando rápidamente sus
condiciones de crecimiento. Ahí tienen ustedes una tendencia
ilustrada que nos muestra claramente el progreso que la economía
uruguaya está registrando desde ese punto de vista -medido en este
caso trimestralmente- pero con una clara potencialidad de
continuidad en el mismo.
Los sectores productores de bienes, como el
agropecuario y el industrial, están alcanzando muy buen desempeño en
el liderazgo de este crecimiento, sin olvidar también, la
importancia de los sectores productores de servicios. La inversión
continúa recuperándose abiertamente -sobre todo la privada- y muy
especialmente la proveniente del exterior, desde los bajos niveles
alcanzados durante la crisis, y básicamente durante la
profundización de la misma en el año 2002.
Nosotros podemos observar en particular el
comportamiento muy dinámico que está teniendo el comercio exterior;
las exportaciones de bienes se están ubicando en un máximo
histórico, y las de bienes y servicios agrego que también, pero como
un indicador muy reciente de ese dinamismo quiero señalarles que en
el mes pasado -en el mes de julio- las exportaciones de bienes del
Uruguay se incrementaron 30% en términos reales, respecto a igual
período del año anterior, y en los primeros siete meses del año
–enero-julio- el incremento real fue de 17%. Están exhibiendo el
mayor dinamismo de toda la región.
La barra roja de arriba muestra el crecimiento de
exportaciones de Uruguay en los últimos años en el período 2004-2005
y lo ubican al tope de la evolución de las exportaciones de bienes
en toda la América Latina.
Los mercados de destino –por otra parte- se han
diversificado y se han equilibrado entre si. Esto es: tenemos hoy
una mejor distribución con el papel protagónico que –como sabemos-
tiene Estados Unidos, que entre el año 2000 y mayo del 2006 -que es
el último registro que tenemos aquí- ha incrementado notablemente su
participación.
Por otra parte, las importaciones también crecen,
y crecen de la mejor manera posible, porque el componente que lidera
el crecimiento de las importaciones es la importación de bienes de
capital, que es el que le da capacidad reproductiva y de crecimiento
a la economía.
La balanza comercial -teniendo en cuenta las
superficies que estaban por debajo del eje de 0%-, y las que están
por encima de ese eje horizontal nos muestran la rápida
transformación de déficit en superávit, esta es la balanza de bienes
y servicios que se ha podido materializar en los últimos años. El
equilibrio de la cuenta corriente que nos muestra en esa tendencia a
la disminución de la superficie verde, una situación muy equilibrada
después de muchos años de déficit importante, y la mejora en la
estructura de la balanza de pagos.
Ustedes aquí pueden percibir dos cosas, primero
la transformación del déficit de cuenta corriente en equilibrio,
desaparecen prácticamente las superficies lilas, y por otra parte el
aumento de las superficies celestes y verdes no nos están indicando
otra cosa que el incremento en los activos de reserva y en el saldo
favorable de la cuanta capital de al balanza de pagos. Con una
apreciación en particular adicional, la inversión extranjera
directa, modificando una historia tradicional en Uruguay, está
jugando un papel importantísimo en el ingreso de capitales -como
pueden percibir en la gráfica de la parte derecha inferior de esta
presentación-. En 2005 la inversión extrajera directa -sin contar
las plantas de celulosa que todavía no están contabilizadas- se
duplicó respecto a 2004, aumentó 100%.
Y el comportamiento en 2006, sigue muy dinámico,
tomando en cuenta los 12 meses culminados en el primer trimestre de
este año, la inversión extranjera directa -proveniente del exterior-
ha superado el crecimiento de 2005 y se ha ubicado en los mil
millones de dólares. Esto es un conjunto de breves apreciaciones que
quería hacerles acerca de que estamos viviendo en el Uruguay un
escenario que está, no sólo planteando un contexto favorable al
camino que queremos recorrer, sino además que está pidiendo recorrer
ese camino. Está reclamando el funcionamiento de la economía,
expandir la inversión, expandir el comercio, por la vía de la
coexistencia, precisamente del MERCOSUR con acuerdos bilaterales
fuera de la región.
En esta estrategia de país, en este proyecto de
país que el Presidente también destacaba mucho al comienzo de esta
presentación, de este seminario, es obvio que el proyecto MERCOSUR
juega un papel fundamental, nadie lo puede discutir, porque fue
concebido como una estrategia de acceso –para nosotros los socios-
al mercado regional, pero también como una estrategia de acceso -de
nosotros los socios- a mercados extra regionales.
Y por eso se construyó una Unión Aduanera, una
Unión Aduanera siempre tiene un doble efecto, un efecto externo de
protección pero también tiene un efecto interno, que genera
beneficios y que genera costos para los socios que practican esa
política comercial común. Y la verdad es que el proyecto regional
tiene problemas; problemas que conducen a una distribución
inequitativa de los beneficios y los costos de la protección, a una
distribución que es asimétrica y que perjudica particularmente a las
economías pequeñas, como la paraguaya y la uruguaya.
En primer lugar, tenemos incertidumbre, no
tenemos muy claro hacia donde vamos en este momento; tenemos
problemas de acceso al mercado ampliado, pero también tenemos
ineficiencias en el acceso a mercados extra regionales a través de
la negociación conjunta. Tenemos carencia de negociación macro
económica, no hemos sido capaces de persistir en el camino de la
coordinación, en materia de política monetaria, política fiscal,
política tributaria, y eso ha traído consigo -por supuesto-
diferencias en políticas públicas que han contribuido a una
distribución inequitativa de los beneficios y los costos.
En una palabra, se han profundizado las
asimetrías internas del bloque y del proyecto. Nosotros no
renunciamos -lo dijo claramente el Presidente, permítanme repetirlo
a mí hoy-, a contribuir de la mejor manera posible a enfrentar estas
asimetrías e intentar corregirlas.
Pero una de las herramientas e instrumentos
fundamentales que encontramos para contribuir a corregir las
asimetrías, es progresar en los acuerdos bilaterales fuera de la
región, y por eso estamos dedicados a trabajar y a pensar en cómo
hacerlo con los Estados Unidos que son –repito- nuestro principal
cliente.
No partimos de cero en este caso, y no partimos
de cero no sólo porque son nuestro principal cliente, sino porque
tenemos con los Estados Unidos un tratado de promoción y protección
de inversiones, que en los acuerdos bilaterales por lo general
representan una proporción muy importante, de tal acuerdo y de tal
convenio, y eso ya está hecho y ratificado por los dos Congresos.
Este es un punto de partida absolutamente
fundamental, ¿Cuál es el fundamento básico, yo diría el fundamento
conceptual? Esto no es una propuesta precisamente pragmática sino
conceptual. ¿Cuál es el fundamento conceptual para que se acepte tal
como lo planteamos en la Cumbre de Córdoba hace pocos días?
Progresar en los acuerdos bilaterales fuera de la región, es muy
sencillo de comprender. En el año 2000 se adoptó la Regla de la
Negociación Conjunta, todos los países del MERCOSUR tendrían que
negociar conjuntamente fuera de la región, pero junto con ese
compromiso se adoptaron otros que forman con este un conjunto
inseparable. Los otros compromisos asumidos refirieron en primer
lugar, a no adoptar ninguna medida restrictiva al comercio entre los
socios. No se cumplió, porque hay medidas restrictivas que
dificultan el comercio entre los socios.
En segundo lugar, se dispuso eliminar medidas
impositivas, fiscales, financieras, cambiarias, monetarias, o de
cualquier otra naturaleza –dice esta decisión- que perjudicaran el
comercio entre los países.
No sólo no se cumplió, sino que se siguieron
adoptando medidas discriminatorias en estos campos.
En tercer lugar, se dispuso analizar el
perfeccionamiento de mecanismos de defensa de la competencia. No se
cumplió.
Y en cuarto lugar –lo acabo de decir- se dispuso
progresar en la coordinación de políticas macroeconómicas, sobre
todo definiendo metas comunes en materia de deuda pública, de
resultado fiscal y de inflación. No se cumplió. No sólo no se
cumplió, no nos hemos reunido para discutir este tema.
Entonces, cuando se adopta un conjunto de
compromisos de este tipo, no se puede pretender cumplir uno y no los
demás, porque forman parte de un conjunto inseparable. Se negocia
conjuntamente cuando todo lo demás se cumple. Pero si los socios
tenemos problemas no sólo para acceder a mercados de fuera de la
región, sino a nuestros propios mercados, algo está pasando.
No renunciemos a encarar y a superar estos
problemas, pero tenemos una válvula de escape absolutamente clara
que es la de progresar en acuerdos bilaterales fuera de la región. Y
eso es lo que estamos intentando hacer. En este caso en particular
con los Estados Unidos, porque esto puede empezar a constituir un
elemento fundamental de corrección de asimetrías para países como
Uruguay. ¿Cuál es la principal asimetría que exhibe el Uruguay? Su
propia escala interna. Entonces, tiene que ser posible avanzar sin
lastimar el espíritu del MERCOSUR, y sobretodo avanzar en la
posibilidad de que Uruguay contribuya a solucionar los problemas
actuales, adoptando con flexibilidad la posibilidad –sobretodo- que
economías pequeñas como Paraguay y Uruguay puedan progresar desde
ese punto de vista.
Y ahora sí voy a un argumento absolutamente
pragmático, las importaciones que Uruguay y Paraguay hacen desde
fuera de la región, no llegan al 5% del total de importaciones que
llegan al MERCOSUR desde fuera de la región. Es imposible pensar que
una flexibilidad hacia Uruguay y Paraguay hiera significativamente
las posibilidades comerciales de las economías grandes, es imposible
concebir que eso pueda pasar. Por eso los productores, los
empresarios de Brasil y de Argentina, asumiendo conductas flexibles
desde ese punto de vista, de ninguna manera pueden comprometer
seriamente las posibilidades de acceso que tienen respecto a los
mercados en los cuales se están colocando sus bienes y servicios.
Pero, hay además -y termino con esto, disculpen la extensión a esta
hora de la tarde- mecanismos concretos con los que se puede trabajar
para hacer posible esta compatibilización, y esos mecanismos son
dos, la decisión 54, del Consejo del Mercado Común del año 2004 y su
reglamentaria que es la decisión 37, del Consejo del Mercado Común
del año 2005. Porque ambas resoluciones, ambas decisiones de la
máxima autoridad del MERCOSUR que es el Consejo, permiten separar
las importaciones de extra zonas respecto a las demás.
¿Cuál es el objetivo de estas dos decisiones? El
objetivo es contribuir a eliminar el doble cobro del Arancel Externo
Común, un problema que tiene el MERCOSUR y que todavía no ha sido
resuelto, para procurar y contribuir a la eliminación del doble
cobro del Arancel Externo Común, se separan -por la vía de estas
decisiones- las importaciones que vienen de extras zonas y que por
lo tanto, al separarlas, pueden ser tratadas diferentemente,
otorgándoles un tratamiento distinto según cumplan o no con la
política arancelaria común. Aquí está la clave para disponer de
mecanismos que nos permitan avanzar en ese sentido.
Yo quiero agradecerles mucho la posibilidad que
me han dado de dirigirme a todos ustedes, -sobre todo a esta hora de
la tarde y después de una jornada muy extensa-, seguramente muchos
de ustedes ya están cansados, pero no quería dejar de trasmitir
nuestra voluntad de seguir avanzando en lo que correctamente Everett
y también nuestro Presidente, llamaban una profundización de nuestra
relación comercial y de inversiones con los Estados Unidos.
En el mundo de hoy, comercio e inversiones son
inseparables, ambos se abren espacios mutuamente. El comercio genera
oportunidades de inversión, la inversión a su vez abre cauces nuevos
al comercio, y todo ello se traduce en ingresos, empleo, calidad de
empleo y naturalmente progresos en las condiciones de vida de
nuestros pueblos. Nosotros no podemos renunciar a eso, es un crimen
renunciar a las posibilidades de mejorar por este sendero, la
calidad de vida de nuestros habitantes. Muchísimas gracias a todos. |