10/08/06


FUERZA AÉREA RECORDÓ A SUS MÁRTIRES
Con la presencia del Presidente de la República, Tabaré Vázquez, del Subsecretario de Defensa Nacional, del Comandante en Jefe del arma, y otras altas autoridades civiles y militares, se celebró este jueves el Día de los Mártires de la Aviación Militar en ceremonia que se cumplió ante el Panteón de la Fuerza Aérea en el Cementerio del Norte.

El Director del Comando de Operaciones Aéreas, coronel aviador Hugo Jackson, fue el encargado de hablar en el acto en homenaje a los caídos del arma, ocasión en la que expresó que “mantenemos el compromiso de siempre, de trabajar por la mejora constante, con la participación activa en la definición de nuestro rol en los escenarios actuales”. 

En la oportunidad, también se recordó la figura del pionero aviador Boiso Lanza, de quien exaltó el testimonio de su sacrificio. 

PALABRAS DEL DIRECTOR DEL COMANDO DE OPERACIONES AEREAS DE LA  FAU, CORONEL (AV.) HUGO JACKSON, EN EL ACTO EN MEMORIA DE LOS MARTIOERS DE LA FUERZA

JACKSON: Honramos hoy quienes dieron su vida sirviendo a la patria, camaradas que cumpliendo con una especial vocación, emprendieron el vuelo a la eternidad. Ochenta y ocho años nos separan de aquella mañana de agosto en la que el capitán Juan Manuel Boiso Lanza. se accidentara en su aeronave monoplaza en los campos de Pau, Francia, convirtiéndose así en el primer mártir de la aviación militar uruguaya.

El fin en la tierra de un precursor y emprendedor aviador, el comienzo de un referente, pionero, líder de la Escuadrilla del Silencio, que marcó esta fecha en que cada año recordamos a nuestros camaradas que ya no están.

Nos sentimos agradecidos con el apoyo franco, mostrado en la presencia del señor Presidente de la República, autoridades nacionales y representantes extranjeros, como así también en camaradas dc otras Fuerzas, con quienes junto a algunos de los que hoy evocamos, compartimos actividades conjuntas en nuestro territorio y en tierras lejanas, con la sinergia que los nuevos tiempos exigen, para cumplir con eficiencia nuestra misión. 

Esta pausa necesaria convoca a familiares y amigos en un momento de reflexión y sentimientos individuales que recuerda a hijos, padres, hermanos, esposos, amigos, tripulantes. Aviadores que desde los cimientos, como el Cap. Boiso Lanza, fueron construyendo nuestra Fuerza Aérea, con alas que nunca se quebraron sino que solamente no volvieron a aterrizar y se mantienen en hermosa formación, indefinidamente, como custodios, “Centinelas del Azul”,  lo que me hace pensar que sin duda, en más de una oportunidad, nos han ayudado a salir de alguna situación difícil, mientras cumplíamos una misión de vuelo.

Integrantes de la Escuadrilla del Silencio:

Queremos decirles que nos esforzamos día a día en cumplir las metas profesionales que el destino no les dejó culminar. Que mantenemos el espíritu y la vocación de servicio que ustedes llevaron a la máxima expresión como guía permanente para adaptarnos a los cambios que las nuevas tecnologías requieren. Que mantenemos el compromiso de siempre, de trabajar por la mejora constante, con la participación activa en la definición de nuestro rol en los escenarios actuales.

Recordemos, hombres y mujeres (de la) Fuerza Aérea, que cada época tuvo sus dificultades. sus desafíos, y nuestros mártires los enfrentaron como aviadores, evolucionando en un medio diferente al que dispuso la naturaleza para el ser humano, siempre dispuestos a enfrentar sus riesgos, entregando todo.

Debemos, entonces. exigirnos cada día frente a los actuales desafíos para cumplir nuestra misión sustantiva: velar desde lo alto por nuestra sociedad y nuestra patria.

Además de estas palabras, está la imagen y el sentimiento interior de quienes convivimos y

compartimos momentos especiales con integrantes de la Escuadrilla del Silencio.

Existe un pensamiento entre los aviadores militares frente al hecho trágico que aleja a un camarada en cumplimiento de su deber. Y es que viene a nuestra mente, siempre en forma inexplicable, ese último y fugaz instante en cl cual "juntó la suma de sus conocimientos y tomó una decisión, creyendo tanto en ella que hasta apostó su vida".

La mayoría de los aquí presentes recordará episodios compartidos, situaciones difíciles y charlas post- vuelo, imitando a aviones con las manos y momentos de satisfacción por la misión cumplida.

De alguna forma u otra, en esos momentos vividos, tuvimos la oportunidad de influir, con nuestro comentario, en esa decisión. Es por eso que un poco de nosotros estaba en ese último momento y un poco dc nosotros se fue con ellos. Pero un poco, de lo mucho que de ellos quedó entre nosotros.

Como ejemplo, esa imagen inmortalizada de rostro sonriente y ojos alegres frente a su aeronave, fiel testimonio de la pasión por volar .

Caballeros eternos del aire:

Estoy aquí para deciros, como cada vez que nos cruzamos caminando al encuentro de nuestra máquina dispuestos a desafiar las leyes de la gravedad en cumplimiento del deber. Buen vuelo, camaradas.

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