JUBILADOS RECUPERARÁN ENTRE 30% Y 60% DE LO PERDIDO
El Banco de Previsión Social estima que mediante el
ajuste de enero de 2007, todas las jubilaciones y pensiones recuperarán
entre el 30% y el 60% de lo perdido en los cinco años anteriores a este
Gobierno, lo que significará el aumento más importante en la historia
democrática del país, según dijo Ernesto Murro, presidente de dicha
institución.
Murro afirmó que la primer
aspiración de esta administración es mejorar el poder adquisitivo a los
jubilados y pensionistas recuperando a enero de 2007 -a 22 meses de
Gobierno- todas las jubilaciones y todas las pensiones del país un 7,5%
estimado real. Esto significa que todas las pasividades estarían
recobrando el 30% de lo perdido en los últimos cinco años y las
pasividades más bajas –que son entre 150.000 y 200.000- el 60% lo
perdido en los cinco años anteriores a este Gobierno.
Durante la pasada presentación
del libro “Escenarios futuros en políticas de vejez en Uruguay:
continuidades y rupturas”, el Presidente del BPS, Ernesto Murro, informó
sobre el trabajo que está realizando el organismo y el Gobierno en
general para mejorar la situación de la población de la tercera edad.
“Este es el ajuste más
importante junto con los dos ajustes más importantes de la historia
democrática de este país”, afirmó Murro. Los antecedentes son 1985-1986
al retorno de la democracia, y 1991-1992 gracias a la Reforma
Constitucional impulsada por algunas asociaciones de jubilados y
pensionistas en 1989.
“Hoy, al reanudarse la
negociación colectiva y los Consejos de Salarios y al haber un
compromiso de mejora de recuperación real de los salarios, se mantendrá
y se mejorará la recuperación del poder adquisitivo de las pasividades”
continuó expresando el jerarca.
De la misma manera, por primera
vez se revierte el aumento de la pobreza en la tercera edad para
aquellos que la consideran por edades. “La pobreza en la tercera edad se
había triplicado en el quinquenio anterior, y en los primeros nueve
meses de esta Administración se produce una reducción de la pobreza”.
De todas maneras el objetivo es
continuar la reducción de la pobreza, ya que se identificaron 35.000
personas mayores de 65 años en situación de pobreza y 29.000 personas
mayores de 55 años que dependen de otros para vivir. Para lograrlo, es
necesario un cambio en las políticas y esto implica también atender
otras aspiraciones, “como priorizar a la familia, los hogares en todo lo
que signifiquen las políticas sociales”.
Además, dijo que cuando se creó
la nueva Ley de Seguridad Social y el régimen de capitalización
individual, “como cada uno iba a tener su cuentita individual, iba a
ser de hecho un inspector, la gente iba cotizar mucho más”, pero al
revisar las historias laborales del BPS se ve que sólo el 11% de la
población va a llegar a juntar 35 años de trabajo a los 60 y el 21% a
los 65.
Asimismo, si se estudia el sector
privado, ninguna persona comprendida en el grupo de menores ingresos
llega a juntar 35 años a los 60. Debido a esto es que Murro considera
que esta situación “tiene que cambiar, pero cuando las cosas se
transforman en problemas de cientos de miles, y en problemas de millones
de dólares es mucho más difícil, pero en eso estamos”.
Respecto a la salud, considera
que habrá grandes cambios a partir del Sistema Nacional Integrado de
Salud. “Hoy tenemos 130.000 jubilados que podrían simplemente diciendo
“quiero” tener cuota mutual, sin embargo solamente 49.000 dicen
“quiero”; los otros 80.000 aunque tienen el derecho no lo quieren porque
no lo pueden sostener, aunque hay exoneraciones y subsidios”.
PALABRAS DEL PRESIDENTE DEL
BANCO DE PREVISIÓN SOCIAL, ERNESTO MURRO
MURRO: Muy buenos días
a todos y a todas. Es un placer participar de este evento
multidisciplinario, y extrañamente la idea surge del Ministerio de
Educación y Cultura y no surge de otros organismos más tradicionalmente
vinculados a esta temática.
Creo que cabe una
felicitación especial por ello, y fuimos convocados a reflexionar,
además de comentar este libro que acaba de publicarse: “Escenarios
futuros en políticas de vejez en Uruguay. Continuidades y rupturas”.
Agradeciendo a quienes nos han invitado a participar y a las
organizaciones organizadoras, mi presentación va a tratar de apuntar o
de organizarse en tres capítulos.
Un primero, hablar
acerca de lo que consideramos la dialéctica y los aspectos ideológicos
de esta temática.
Un segundo aspecto,
tiene que ver con tomar en cuenta que es lo que se ha producido
internacionalmente y nacionalmente, que consideramos algunos aportes
importantes acerca de esta temática desde el 2000 hasta acá.
Y un tercer capítulo,
donde tomando como base lo que aparece en el anexo del libro que son la
lista de aspiraciones en Uruguay -que está en la página 69-, voy a
tratar de decir lo que estamos haciendo para tratar de contemplar o no
esas aspiraciones que el libro concluye, que la investigación concluye.
Primer capítulo acerca
de la dinámica, de la dialéctica y de la ideología, es que porque yo
creo que este tema es un tema que no puede verse -en nuestra opinión-
independientemente de otra cantidad de debates que existen en nuestra
sociedad y en el mundo.
Cuando recién señalaba
Alberti el problema del envejecimiento, eso para mí es un elemento
ideológico que se nos ha implantado en nuestra sociedad.
En 1994, el Banco
Mundial dijo en un libro que se llama: “Envejecimiento sin crisis” que
la solución a eso era la privatización; y esa fue una Biblia - con
perdón de los creyentes- que empezó a recorrer el mundo reafirmando el
modelo chileno de 1981, hoy felizmente 25 años después por primera vez
en revisión -cosa que todos quienes pensamos de esta manera debiéramos
celebrar-.
Allí se dice: “ el
envejecimiento es un problema y la solución es la privatización de la
Seguridad Social”.
Yo quiero agregar otras
reflexiones que debemos hacer, por ejemplo acerca de la infantilización
de la pobreza o la feminización de la pobreza, o la etarización de la
pobreza, creo que en Uruguay existe una corriente hasta hoy predominante
-que en lo personal no comparto- de analizar la pobreza por edades, y
entonces los niños -es cierto y eso es un problema gravísimo y debemos
resolverlo- si analizamos por edades los niños son los más pobres.
En mi opinión, que no
soy académico ni científico ni nada, eso es un error con una concepción
ideológica atrás de análisis.
Y me gustaría también profundizar
sobre este tema, y hay que atender ese gravísimo problema que es que
seis de cada diez niños en Uruguay son pobres.
El otro aspecto es que también se
nos ha dicho que el envejecimiento es un problema de todo el mundo y que
esto va a seguirse agravando; y esto en general es cierto.
En Río de Janeiro disminuye la
expectativa de vida por la violencia; en África disminuye la expectativa
de vida en varios países por el SIDA; en los ex países socialistas, el
bloque soviético, o del muro, como se le quiera llamar, disminuye la
expectativa de vida por la pérdida de condiciones de vida; en Chile,
privatizaron en 1981 para que la gente se jubilara más tarde, aumentar
la edad jubilatoria de la gente, y en Chile luego la privatización
disminuyó la edad a la cual la gente se jubilaba, luego de que
privatizaran el sistema. Entonces el año pasado tuvieron que aprobar una
ley, para obligar a la gente a que se jubilara más tarde.
Pero me parece que tendríamos que
también hacer un reclamo a la responsabilidad y analizar por ejemplo,
qué va a pasar en Uruguay cuando el efecto de esta cosa excelente que
hizo el Gobierno uruguayo, que es fumar, que yo comparo con la
destitución de un gerente de una importante empresa tabacalera cuándo
dijo públicamente que gracias a que la gente fumaba mucho iba a ser eso
un buen negocio para los seguros individuales de jubilación y lo
despidieron; porque se iba a disminuir la expectativa de vida porque el
cigarro mataba gente.
Pero hay que analizar esto a
futuro, como hay que analizar por ejemplo, cuáles son las condiciones
que hoy hace que tengamos en Uruguay, una población envejecida que fue
una población que vivió de determinada manera. Hay otro libro publicado
hace poco, entre otras Mariana Paredes, una de las protagonistas de acá
que define una de las características de la población que hoy es adulto
mayor o población envejecida del Uruguay; y nos dicen que vivieron el
deterioro de la situación económica, la inclusión de la mujer en el
mundo laboral, que sufrieron la inmigración durante la dictadura, que
sufrieron la disminución de la cantidad de hijos, la macrocefalia
poblacional en Montevideo, y una serie de razones más; cuando ellos
hablan de la generación bisagra, y eso creo que hay una cantidad de
cosas que están bien, eso es lo que hace que esos sean los orígenes, o
algunas de las causas de la población que hoy tenemos.
¿La futura población será igual?
¿Cual será el efecto de la pasta base, de la prohibición de fumar, del
consumo de alcohol que ahora es mayor que antes, de esa cosa buena que
es que las mujeres ahora estén más incorporadas al mercado laboral?
Creo que hay que ver el problema
del envejecimiento en forma -me parece- mucho más dialéctica, para
tratar de analizar esto mucho más profundamente.
También hay que analizar
responsabilidades porque ahora resulta que aparecen muchos actores
políticos, estudios académicos, que dicen “la gente no se va a poder
jubilar en Uruguay”.
Cuando algunos decíamos esto hace
diez años, podíamos repasar las cosas que nos dijeron. Cuando dijimos
que Uruguay era el único país del mundo que exigía 35 años de trabajo
para la jubilación y que eso era una barbaridad, no quedó cosa que no se
dijera en este país.
Entre otras cosas, decir que con
la nueva ley de seguridad social y el régimen de capitalización
individual, como cada uno iba a tener su cuentita individual, iba a ser
de hecho un inspector, la gente iba cotizar mucho más. Y ahora resulta
que tenemos algunos estudios que nos dicen; revisando las historias
laborales del BPS, que sólo el 11% va a llegar a juntar 35 años de
trabajo a los 60 y el 21% a los 65.
Pero, si miramos un poco más este
último estudio, está aquí el economista Forteza, uno de sus autores, el
60% de los pobres, de la gente más pobre, de menores ingresos, los tres
primeros quintiles, cero llegan a juntar 35 años a los 60, en el sector
privado que es el 80% del trabajo en Uruguay. Ya tenemos diez años de
daño, y esto hubo alguien que lo promovió, y hubo alguien que lo votó, y
hubo alguien que lo implementó, y ahora tenemos que cambiarlo, y cambiar
las cosas viejas, de años y cuando se agrandan, y se transforman en
problemas de cientos de miles, y en problema de millones de dólares, es
mucho más difícil, en eso estamos.
Creo que el segundo capítulo
apunta a que se estuvo planteando por ejemplo desde los principios de
Naciones Unidas, aprobado por su Asamblea General en 1991, que los
principios para los Adultos Mayores o tercera edad, y entro en el
segundo capítulo de la Ley: la independencia, la participación, los
cuidados, la autorrealización y la dignidad de las personas mayores,
cinco principios y todo su detalle.
Luego hay otro evento que me
parece importante, otro mojón importante, que tiene que ver con esto que
estamos haciendo hoy que es la Segunda Asamblea del Envejecimiento en
Madrid en el 2002, y en el Encuentro Regional en Chile que determina
esta investigación que hoy aquí se presenta en el 2003.
Y allí -para resumir- se habla de
tres aspectos sustanciales a considerar para la seguridad en la vejez,
que son la seguridad económica, la salud, el bienestar y el entorno y a
la participación, que en este libro están expresamente planteados y el
libro que hoy se presenta está organizado en función de esos tres
parámetros -y me parecen además adecuados para el análisis-.
Entonces voy derecho -por razones
de tiempo- a abordar algunos de estos aspectos muy particularmente.
Creo que para esto, también
debemos tener en cuenta trabajos que se han hecho, y que se han hecho
incluso en nuestro país, además de esta investigación que creo aporta
mucho.
Como la encuesta “SABE” que
participó la Organización Panamericana de la Salud, el BID, el
Ministerio de Salud Pública, la ENEVISA, que hizo el Instituto Nacional
de Estadística, con la CEPAL con el Ministerio de Salud Pública, son del
año 2000, una serie estudios que periódicamente nos provee la
Universidad de la Republica, y el Instituto Nacional de Estadística, una
serie de estudios que se hicieron sobre el nuevo Sistema de Seguridad
Social.
Nosotros, de nuestra parte, lo
que hicimos desde la representación de los trabajadores, y otros que
existen, que me parece que hay que destacarlos porque ayudan a ver
además la evolución y además son coincidentes en muchos de los análisis
y propuestas que allí se plantean.
Yo me voy a permitir, con permiso
tácito de las autoras, que esta lista de aspiraciones en los casos de
seguridad económica voy a tratar de agruparlas en seis ítems, en lugar
de los doce que están los de salud y bienestar en cuatro, y lo relativo
a los entornos también en siete ítems.
El primero dice se mejore
sensiblemente el monto a las pasividades y permite un mayor poder
adquisitivo a los jubilados y pensionistas, como primera aspiración en
seguridad económica según aparece en al pagina 69.
Y bueno, ¿qué hemos hecho en
estos primeros 16 meses de gestión? En primer lugar, un compromiso que
va desde el Presidente de al República, el Ministerio de Economía, el de
Trabajo, todo el Gabinete, el Banco de Previsión Social, en que acá no
caen más las pasividades y además va a haber recuperación económica en
todo el período de Gobierno para todas las pasividades y para las de
menores recursos en particular.
¿Qué está al día de hoy ya
resuelto y acordado? A enero de 2007 van a ir corriendo 22 meses de
Gobierno, estimamos un ajuste general del 22% real descontada la
inflación estimada del 7,5%, o sea una recuperación para todas las
jubilaciones y todas las pensiones del país del 7,5% estimado real al 1º
de enero del 2007. Pero una recuperación del 14% estimando un ajuste
cercano al 30 descontada la inflación, del 14% para las 150.000
jubilaciones y pensiones más bajas de hogares de menores recursos. ¿Qué
significa esto comparativamente? Significa que estarían recuperando
todas las pasividades, en los primeros 22 meses de Gobierno, el 30% de
lo perdido en los últimos cinco años y las pasividades más bajas entre
150.000 y 200.000 pasividades en 60% del perdido en los cinco años
anteriores a este Gobierno.
Este es el ajuste más importante
junto con los dos ajustes más importantes de la historia democrática de
este país. Los antecedentes son 1985-1986 al retorno de la democracia, y
1991-1992 gracias a la Reforma Constitucional impulsada por algunas
asociaciones de jubilados y pensionistas en 1989.
Pero además, con una perspectiva
de continuidad porque, por ejemplo, la mejora que se logró en términos
reales en 1991-1992 luego fue pérdida entre otras razones por la
eliminación de la negociación colectiva que el Gobierno mismo de ese
período provocó hasta la fecha.
Hoy, al reanudarse la negociación
colectiva y los Consejos de Salarios y al haber un compromiso de mejora
de recuperación real de los salarios, se mantendrá y se mejorará la
recuperación del poder adquisitivo de las pasividades. Esto ha
permitido, además, una reducción de la pobreza, donde hay en Uruguay
-al cierre del 2005- 100.000 pobres menos estimados a nivel de la
población nacional.
Y por primera vez se revierte el
aumento de al pobreza para quiénes quieren considerarla por edades en la
tercera edad. Se había triplicado a la pobreza en la tercera edad en el
quinquenio anterior y en los primeros nueve meses de esta Administración
se produce una reducción de la pobreza -también en la tercera edad-
dentro de esos 100.000 pobres menos que el país tiene.
A esto se agregan otras
políticas, como las que señalaba Cristian, que significan un cambio
importante en el accionar. Y yo mencionaría dos: una es que ya no hay
más solamente ajustes generales de pasividades -como manda la
Constitución desde 1989- sino que además se incorporan, por primera vez,
ajustes diferenciales de pasividades para los jubilados y pensionistas
de menores ingresos, de hogares de menores ingresos, para cumplir con la
política redistributiva que es necesario aplicar. Esto nunca había
sucedido antes en nuestro país; y esto significa esa recuperación real
del doble del promedio para las pasividades más bajas de hogares de
menores recursos, pero implica también otro cambio, que no se atiende ya
más solamente el ingreso de la persona, sino que -como es una de las
aspiraciones- se atiende e ingreso de los hogares. A esto se agrega otra
política que es la política proactiva de los organismos. Hablo en este
caso en particular del BPS, pero podría hablar de otros; que es el que
tiene un derecho y no lo está gozando, lo vamos a buscar, lo traemos y
se los damos. Lo estamos haciendo con los mayores de 70 años en el Plan
de Emergencia. Lo iniciamos esta semana también con los niños que no
están gozando del derecho a la asignación familiar que les
corresponde. Se ha iniciado esta semana la campaña al respecto.
Yo no voy a tener tiempo, ya
estoy pasado, pero quiero abusar en alguna cuestión. Tenemos un objetivo
que es la reducción de la pobreza, que es otra de las aspiraciones que
se planteaban. Identificamos 35.000 personas mayores de 65 años en
situación de pobreza y 29.000 personas mayores de 55 años que dependen
de otros para vivir. Estos núcleos que pueden estar cruzados son
prioridades que debemos atender. Y este también es un cambio en las
políticas; y esto implica también atender otras aspiraciones que acá se
resumían, que es priorizar a la familia, los hogares en todo lo que
signifique las políticas sociales.
En temas de salud, yo creo que va
a haber grandes cambios a partir del Sistema Nacional Integrado de
Salud. Tenemos, por ejemplo, gente que a veces dice “y por qué no le dan
la cuota mutual a más jubilados”. Y hay a veces grupos que reclaman eso;
miren hoy tenemos 130.000 jubilados que podrían simplemente diciendo
“quiero” tener cuota mutual. Sin embargo, solamente 49.000 dicen
“quiero”; los otros 80.000 aunque tienen el derecho no lo quieren porque
no lo pueden sostener, aunque hay exoneraciones y subsidios.
Y esto nos lleva a la necesidad,
que estamos trabajando conjuntamente con el Ministerio de Salud Pública,
de avanzar rápidamente hacia la reforma del Sistema Nacional Integrado
de Salud. Se plantea acá también la destinación de más recursos a la
prevención, y en esto estamos trabajando con el carné de salud del
adulto mayor, pero también con políticas específicas de prevención de
salud materno-infantil, porque allí tenemos un flujo de atención donde
estamos coordinando en este aspecto políticas con el Ministerio de Salud
Pública, con hospitales como los de Tacuarembó y Paysandú, con el propio
Pereira Rossell, con el Hospital Policial, en cosas que a veces no se
saben.
En el BPS, pagamos el 40% de los
nacimientos del Uruguay. Somos la segunda maternidad del país. Atendemos
300.000 niños, su atención primaria de salud. Generalmente, cuando se
habla de salud no se habla del Banco de Previsión Social. Tenemos un
millón de beneficiarios en salud en el Banco de Previsión Social.
El tema de la participación, creo
que en esto se ha avanzado muchísimo pero habría que incluso hacer un
análisis de la importancia que tiene la integración del Directorio del
Banco de Previsión Social con 14 años de experiencia, reforzada y
fortalecida en esta etapa con Directores representantes no solamente del
poder político, sino de empresarios, trabajadores, jubilados y
pensionistas que tienen capacidad ejecutiva; ejemplo casi único en
América Latina y casi único en el mundo, donde tienen que decidir -ni
más, ni menos- que de la administración del 15% del Producto Bruto
Interno, para los uruguayos, decidir sobre el destino de cinco millones
de dólares cada día desde la recaudación hasta el egreso. Lo que
significa esto: el empoderamiento de las asociaciones. Más de 500
asociaciones de tercera edad están registradas y apoyadas por nuestra
institución. Tenemos que hacer muchísimo más, tenemos que cambiar -como
muy bien decía María Elena- la política de viviendas. Se recaudaron 450
millones de dólares de 1987 y sólo se entregaron 5300 viviendas; deben
ser las viviendas más caras de la galaxia, todo el mundo.
Y esto implica cambiar al
política habitacional, no más ghetos donde vayan a vivir solos; y esto
implica las cosas que estamos haciendo hoy como son: el ampliar los
cupos hogares para atención integral, hacer experiencia piloto de
alquileres para resolver estos problemas, el hacer complejos
habitacionales integrados con otras edades y con otras instituciones.
Implica cambiar a la política de vivienda que ha sido mala, que ha
malgastado, y que además no ha dado los resultados necesarios.
Creo que, además, lo otro que hay
hacer y que también está en esta lista de aspiraciones es cómo cambiamos
la gestión pública, cómo hacemos accesible también para la tercera edad
que puedan ejercer sus derechos y participar en la elaboración de esas
políticas. Estamos tratando de hacerlo. Nada de lo que se ha hecho hasta
ahora es suficiente, nada de lo que se ha hecho hasta ahora es necesario
pero progresivamente estamos tratando de cambiar. Gracias por habernos
escuchado. |