21/08/06


JUBILADOS RECUPERARÁN ENTRE 30% Y 60% DE LO PERDIDO
El Banco de Previsión Social estima que mediante el ajuste de enero de 2007, todas las jubilaciones y pensiones recuperarán entre el 30% y el 60% de lo perdido en los cinco años anteriores a este Gobierno, lo que significará el aumento más importante en la historia democrática del país, según dijo Ernesto Murro, presidente de dicha institución.

Murro afirmó que la primer aspiración de esta administración es mejorar el poder adquisitivo a los jubilados y pensionistas recuperando a enero de 2007 -a 22 meses de Gobierno- todas las jubilaciones y todas las pensiones del país un 7,5% estimado real. Esto significa que todas las pasividades estarían recobrando el 30% de lo perdido en los últimos cinco años y las pasividades más bajas –que son entre 150.000 y 200.000- el 60% lo perdido en los cinco años anteriores a este Gobierno.

Durante la pasada presentación del libro “Escenarios futuros en políticas de vejez en Uruguay: continuidades y rupturas”, el Presidente del BPS, Ernesto Murro, informó sobre el trabajo que está realizando el organismo y el Gobierno en general para mejorar la situación de la población de la tercera edad.

 “Este es el ajuste más importante junto con los dos ajustes más importantes de la historia democrática de este país”, afirmó Murro. Los antecedentes son 1985-1986 al retorno de la democracia, y 1991-1992 gracias a la Reforma Constitucional impulsada por algunas asociaciones de jubilados y pensionistas en 1989.

“Hoy, al reanudarse la negociación colectiva y los Consejos de Salarios y al haber un compromiso de mejora de recuperación real de los salarios, se mantendrá y se mejorará la recuperación del poder adquisitivo de las pasividades” continuó expresando el jerarca.

De la misma manera, por primera vez se revierte el aumento de la pobreza en la tercera edad para aquellos que la consideran por edades. “La pobreza en la tercera edad se había triplicado en el quinquenio anterior, y en los primeros nueve meses de esta Administración se produce una reducción de la pobreza”.

De todas maneras el objetivo es continuar la reducción de la pobreza, ya que se identificaron 35.000 personas mayores de 65 años en situación de pobreza y 29.000 personas mayores de 55 años que dependen de otros para vivir. Para lograrlo, es necesario un cambio en las políticas y esto implica también atender otras aspiraciones, “como priorizar a la familia, los hogares en todo lo que signifiquen las políticas sociales”.

Además, dijo que cuando se creó la nueva Ley de Seguridad Social y el régimen de capitalización individual, “como cada uno iba a tener su cuentita individual, iba  a ser de hecho un inspector, la gente iba cotizar mucho más”, pero al revisar las historias laborales del BPS se ve que sólo el 11% de la población va a llegar a juntar 35 años de trabajo a los 60 y el 21% a los 65.

Asimismo, si se estudia el sector privado, ninguna persona comprendida en el grupo de menores ingresos llega a juntar 35 años a los 60. Debido a esto es que Murro considera que esta situación “tiene que cambiar, pero cuando las cosas se transforman en problemas de cientos de miles, y en problemas de millones de dólares es mucho más difícil, pero en eso estamos”.

Respecto a la salud, considera que habrá grandes cambios a partir del Sistema Nacional Integrado de Salud. “Hoy tenemos 130.000 jubilados que podrían simplemente diciendo “quiero” tener cuota mutual, sin embargo solamente 49.000 dicen “quiero”; los otros 80.000 aunque tienen el derecho no lo quieren porque no lo pueden sostener, aunque hay exoneraciones y subsidios”.

PALABRAS DEL PRESIDENTE DEL BANCO DE PREVISIÓN SOCIAL, ERNESTO MURRO

MURRO: Muy buenos días a todos y a todas. Es un placer participar de este evento multidisciplinario, y extrañamente la idea surge del Ministerio de Educación y Cultura y no surge de otros organismos más tradicionalmente vinculados a esta temática.

Creo que cabe una felicitación especial por ello, y fuimos convocados a reflexionar, además de comentar este libro que acaba de publicarse: “Escenarios futuros en políticas de vejez en Uruguay. Continuidades y rupturas”. Agradeciendo a quienes nos han invitado a participar y a las organizaciones organizadoras, mi presentación va a tratar de apuntar o de organizarse en tres capítulos.

Un primero, hablar acerca de lo que consideramos la dialéctica y los aspectos ideológicos de esta temática.

Un segundo aspecto, tiene que ver con tomar en cuenta que es lo que se ha producido internacionalmente y nacionalmente, que consideramos algunos aportes importantes acerca de esta temática desde el 2000 hasta acá.

Y un tercer capítulo, donde tomando como base lo que aparece en el anexo del libro  que son la lista de aspiraciones en Uruguay -que está en la página 69-, voy a tratar de decir lo que estamos haciendo para tratar de contemplar o no esas aspiraciones que el libro concluye, que la investigación concluye.

Primer capítulo acerca de la dinámica, de la dialéctica y de la ideología, es que porque yo creo que este tema es un tema que no puede verse -en nuestra opinión- independientemente de otra cantidad de debates que existen en nuestra sociedad y en el mundo.

Cuando recién señalaba Alberti el problema del envejecimiento, eso para mí es un elemento ideológico que se nos ha implantado en nuestra sociedad.

En 1994, el Banco Mundial dijo en un libro que se llama: “Envejecimiento sin crisis” que la solución a eso era la privatización; y esa fue una Biblia - con perdón de los creyentes- que empezó a recorrer el mundo reafirmando el modelo chileno de 1981, hoy felizmente 25 años después por primera vez en revisión -cosa que todos quienes pensamos de esta manera debiéramos celebrar-.

Allí se dice: “ el envejecimiento es un problema y la solución es la privatización de la Seguridad Social”.

Yo quiero agregar otras reflexiones que debemos hacer, por ejemplo acerca de la infantilización de la pobreza o la feminización de la pobreza, o la etarización de la pobreza, creo que en Uruguay existe una corriente hasta hoy predominante -que en lo personal no comparto- de analizar la pobreza por edades, y entonces los niños -es cierto y eso es un problema gravísimo y debemos resolverlo- si analizamos por edades los niños son los más pobres.

En mi opinión, que no soy académico ni científico ni nada, eso es un error con una concepción ideológica atrás de análisis.

Y me gustaría también profundizar sobre este tema, y hay que atender ese gravísimo problema que es que seis de cada diez niños en Uruguay son pobres.

El otro aspecto es que también se nos ha dicho que el envejecimiento es un problema de todo el mundo y que esto va a seguirse agravando; y esto en general es cierto.

En Río de Janeiro disminuye la expectativa de vida por la violencia; en África disminuye la expectativa de vida en varios países por el SIDA; en los ex países socialistas, el bloque soviético, o del muro, como se le quiera llamar, disminuye la expectativa de vida por la pérdida de condiciones de vida; en Chile, privatizaron en 1981 para que la gente se jubilara más tarde, aumentar la edad jubilatoria de la gente, y en Chile luego la privatización disminuyó la edad a la cual la gente se jubilaba, luego de que privatizaran el sistema. Entonces el año pasado tuvieron que aprobar una ley, para obligar a la gente a que se jubilara más tarde.

Pero me parece que tendríamos que también hacer un reclamo a la responsabilidad y analizar por ejemplo, qué va a pasar en Uruguay cuando el efecto de esta cosa excelente que hizo el Gobierno uruguayo, que es fumar, que yo comparo con la destitución de un gerente de una importante empresa tabacalera cuándo dijo públicamente que gracias a que la gente fumaba mucho iba a ser eso un buen negocio para los seguros individuales de jubilación y lo despidieron; porque se iba a disminuir la expectativa de vida porque el cigarro mataba gente.

Pero hay que analizar esto a futuro, como hay que analizar por ejemplo, cuáles son las condiciones que hoy hace que tengamos en Uruguay, una población envejecida que fue una población que vivió de determinada manera. Hay otro libro publicado hace poco, entre otras Mariana Paredes, una de las protagonistas de acá que define una de las características de la población que hoy es adulto mayor o población envejecida del Uruguay; y nos dicen que vivieron el deterioro de la situación económica, la inclusión de la mujer en el mundo laboral, que sufrieron la inmigración durante la dictadura, que sufrieron la disminución de la cantidad de hijos, la macrocefalia poblacional en Montevideo, y una serie de razones más; cuando ellos hablan de la generación bisagra, y eso creo que hay una cantidad de cosas que están bien, eso es lo que hace que esos sean los orígenes, o algunas de las causas de la población que hoy tenemos.

¿La futura población será igual? ¿Cual será el efecto de la pasta base, de la prohibición de fumar, del consumo de alcohol que ahora es mayor que antes, de esa cosa buena que es que las mujeres ahora estén más incorporadas al mercado laboral?

Creo que hay que ver el problema del envejecimiento en forma -me parece- mucho más dialéctica, para tratar de analizar esto mucho más profundamente.

También hay que analizar responsabilidades porque ahora resulta que aparecen muchos actores políticos, estudios académicos, que dicen “la gente no se va a poder jubilar en Uruguay”.

Cuando algunos decíamos esto hace diez años, podíamos repasar las cosas que nos dijeron. Cuando dijimos que Uruguay era el único país del mundo que exigía 35 años de trabajo para la jubilación y que eso era una barbaridad, no quedó cosa que no se dijera en este país.

Entre otras cosas, decir que con la nueva ley de seguridad social y el régimen de capitalización individual, como cada uno iba a tener su cuentita individual, iba  a ser de hecho un inspector, la gente iba cotizar mucho más. Y ahora resulta que tenemos algunos estudios que nos dicen; revisando las historias laborales del BPS, que sólo el 11% va a llegar a juntar 35 años de trabajo a los 60 y el 21% a los 65.

Pero, si miramos un poco más este último estudio, está aquí el economista Forteza, uno de sus autores, el 60% de los pobres, de la gente más pobre, de menores ingresos, los tres primeros quintiles, cero llegan a juntar 35 años a los 60, en el sector privado que es el 80% del trabajo en Uruguay. Ya tenemos diez años de daño, y esto hubo alguien que lo promovió, y hubo alguien que lo votó, y hubo alguien que lo implementó, y ahora tenemos que cambiarlo, y cambiar las cosas viejas, de años y cuando se agrandan, y se transforman en problemas de cientos de miles, y en problema de millones de dólares, es mucho más difícil, en eso estamos.

Creo que el segundo capítulo apunta a que se estuvo planteando por ejemplo desde los principios de Naciones Unidas, aprobado por su Asamblea General en 1991, que los principios para los Adultos Mayores o tercera edad, y entro en el segundo  capítulo de la Ley: la independencia, la participación, los cuidados, la autorrealización y la dignidad de las personas mayores, cinco principios y todo su detalle.

Luego hay otro evento que me parece importante, otro mojón importante, que tiene que ver con esto que estamos haciendo hoy que es la Segunda Asamblea del Envejecimiento en Madrid en el 2002, y en el Encuentro Regional en Chile que determina esta investigación que hoy aquí se presenta en el 2003.

Y allí -para resumir- se habla de tres aspectos sustanciales a considerar para la seguridad en la vejez, que son la seguridad económica, la salud, el bienestar y el entorno y a la participación, que en este libro están expresamente planteados y el libro que hoy se presenta está organizado en función de esos tres parámetros -y me parecen además adecuados para el análisis-.

Entonces voy derecho -por razones de tiempo- a abordar algunos de estos aspectos muy particularmente.

Creo que para esto, también debemos tener en cuenta trabajos que se han hecho, y que se han hecho incluso en nuestro país, además de esta investigación que creo aporta mucho.

Como la encuesta “SABE” que participó la Organización Panamericana de la Salud, el BID, el Ministerio de Salud Pública, la ENEVISA, que hizo el Instituto Nacional de Estadística, con la CEPAL con el Ministerio de Salud Pública, son del año 2000, una serie estudios que periódicamente nos provee la Universidad de la Republica, y el Instituto Nacional de Estadística, una serie de estudios que se hicieron sobre el nuevo Sistema de Seguridad Social.

Nosotros, de nuestra parte, lo que hicimos desde la representación de los trabajadores, y otros que existen, que me parece que hay que destacarlos porque ayudan a ver además la evolución y además son coincidentes en muchos de los análisis y propuestas que allí se plantean.

Yo me voy a permitir, con permiso tácito de las autoras, que esta lista de aspiraciones en los casos de seguridad económica voy a tratar de agruparlas en seis ítems, en lugar de los doce que están los de salud y bienestar en cuatro, y lo relativo a los entornos también en siete ítems.

El primero dice se mejore sensiblemente el monto a las pasividades y permite un mayor poder adquisitivo a los jubilados y pensionistas, como primera aspiración en seguridad económica según aparece en al pagina 69.

Y bueno, ¿qué hemos hecho en estos primeros 16 meses de gestión? En primer lugar, un compromiso que va desde el Presidente de al República, el Ministerio de Economía, el de Trabajo, todo el Gabinete, el Banco de Previsión Social, en que acá no caen más las pasividades y además va a haber recuperación económica en todo el período de Gobierno para todas las pasividades y para las de menores recursos en particular.

¿Qué está al día de hoy ya resuelto y acordado? A enero de 2007 van a ir corriendo 22 meses de Gobierno, estimamos un ajuste general del 22% real descontada la inflación estimada del 7,5%, o sea una recuperación para todas las jubilaciones y todas las pensiones del país del 7,5% estimado real al 1º de enero del 2007. Pero una recuperación del 14% estimando un ajuste cercano al 30 descontada la inflación, del 14% para las 150.000 jubilaciones y pensiones más bajas de hogares de menores recursos. ¿Qué significa esto comparativamente? Significa que estarían recuperando todas las pasividades, en los primeros 22 meses de Gobierno, el 30% de lo perdido en los últimos cinco años y las pasividades más bajas entre 150.000 y 200.000 pasividades en 60% del perdido en los cinco años anteriores a este Gobierno.

Este es el ajuste más importante junto con los dos ajustes más importantes de la historia democrática de este país. Los antecedentes son 1985-1986 al retorno de la democracia, y 1991-1992 gracias a la Reforma Constitucional impulsada por algunas asociaciones de jubilados y pensionistas en 1989.

Pero además, con una perspectiva de continuidad porque, por ejemplo, la mejora que se logró en términos reales en 1991-1992 luego fue pérdida entre otras razones por la eliminación de la negociación colectiva que el Gobierno mismo de ese período provocó hasta la fecha.

Hoy, al reanudarse la negociación colectiva y los Consejos de Salarios y al haber un compromiso de mejora de recuperación real de los salarios, se mantendrá y se mejorará la recuperación del poder adquisitivo de las pasividades. Esto ha permitido, además, una reducción de la pobreza, donde hay en Uruguay   -al cierre del 2005- 100.000 pobres menos estimados a nivel de la población nacional.

Y por primera vez se revierte el aumento de al pobreza para quiénes quieren considerarla por edades en la tercera edad. Se había triplicado a la pobreza en la tercera edad en el quinquenio anterior y en los primeros nueve meses de esta Administración se produce una reducción de la pobreza -también en la tercera edad- dentro de esos 100.000 pobres menos que el país tiene.

A esto se agregan otras políticas, como las que señalaba Cristian, que significan un cambio importante en el accionar. Y yo mencionaría dos: una es que ya no hay más solamente ajustes generales de pasividades -como manda la Constitución desde 1989- sino que además se incorporan, por primera vez, ajustes diferenciales de pasividades para los jubilados y pensionistas de menores ingresos, de hogares de menores ingresos, para cumplir con la política redistributiva que es necesario aplicar. Esto nunca había sucedido antes en nuestro país; y esto significa esa recuperación real del doble del promedio para las pasividades más bajas de hogares de menores recursos, pero implica también otro cambio, que no se atiende ya más solamente el ingreso de la persona, sino que -como es una de las aspiraciones- se atiende e ingreso de los hogares. A esto se agrega otra política que es la política proactiva de los organismos. Hablo en este caso en particular del BPS, pero podría hablar de otros; que es el que tiene un derecho y no lo está gozando, lo vamos a buscar, lo traemos y se los damos. Lo estamos haciendo con los mayores de 70 años en el Plan de Emergencia. Lo iniciamos esta semana también con los niños que no están gozando del derecho a   la asignación familiar que les corresponde. Se ha iniciado esta semana la campaña al respecto.

Yo no voy a tener tiempo, ya estoy pasado, pero quiero abusar en alguna cuestión. Tenemos un objetivo que es la reducción de la pobreza, que es otra de las aspiraciones que se planteaban. Identificamos 35.000 personas mayores de 65 años en situación de pobreza y 29.000 personas mayores de 55 años que dependen de otros para vivir. Estos núcleos que pueden estar cruzados son prioridades que debemos atender. Y este también es un cambio en las políticas; y esto implica también atender otras aspiraciones que acá se resumían, que es priorizar a la familia, los hogares en todo lo que signifique las políticas sociales.

En temas de salud, yo creo que va a haber grandes cambios a partir del Sistema Nacional Integrado de Salud. Tenemos, por ejemplo, gente que a veces dice “y por qué no le dan la cuota mutual a más jubilados”. Y hay a veces grupos que reclaman eso; miren hoy tenemos 130.000 jubilados que podrían simplemente diciendo “quiero” tener cuota mutual. Sin embargo, solamente 49.000 dicen “quiero”; los otros 80.000 aunque tienen el derecho no lo quieren porque no lo pueden sostener, aunque hay exoneraciones y subsidios.

Y esto nos lleva a la necesidad, que estamos trabajando conjuntamente con el Ministerio de Salud Pública, de avanzar rápidamente hacia la reforma del Sistema Nacional Integrado de Salud. Se plantea acá también la destinación de más recursos a la prevención, y en esto estamos trabajando con el carné de salud del adulto mayor, pero también con políticas específicas de prevención de salud materno-infantil, porque allí tenemos un flujo de atención donde estamos coordinando en este aspecto políticas con el Ministerio de Salud Pública, con hospitales como los de Tacuarembó y Paysandú, con el propio Pereira Rossell, con el Hospital Policial, en cosas que a veces no se saben.

En el BPS, pagamos el 40% de los nacimientos del Uruguay. Somos la segunda maternidad del país. Atendemos 300.000 niños, su atención primaria de salud. Generalmente, cuando se habla de salud no se habla del Banco de Previsión Social. Tenemos un millón de beneficiarios en salud en el Banco de Previsión Social.

El tema de la participación, creo que en esto se ha avanzado muchísimo pero habría que incluso hacer un análisis de la importancia que tiene la integración del Directorio del Banco de Previsión Social con 14 años de experiencia, reforzada y fortalecida en esta etapa con Directores representantes no solamente del poder político, sino de empresarios, trabajadores, jubilados y pensionistas que tienen capacidad ejecutiva; ejemplo casi único en América Latina y casi único en el mundo, donde tienen que decidir -ni más, ni menos- que de la administración del 15% del Producto Bruto Interno, para los uruguayos, decidir sobre el destino de cinco millones de dólares cada día desde la recaudación hasta el egreso. Lo que significa esto: el empoderamiento de las asociaciones. Más de 500 asociaciones de tercera edad están registradas y apoyadas por nuestra institución. Tenemos que hacer muchísimo más, tenemos que cambiar -como muy bien decía María Elena- la política de viviendas. Se recaudaron 450 millones de dólares de 1987 y sólo se entregaron 5300 viviendas; deben ser las viviendas más caras de la galaxia, todo el mundo.

Y esto implica cambiar al política habitacional, no más ghetos donde vayan a vivir solos; y esto implica las cosas que estamos haciendo hoy como son: el ampliar los cupos hogares para atención integral, hacer experiencia piloto de alquileres para resolver estos problemas, el hacer complejos habitacionales integrados con otras edades y con otras instituciones. Implica cambiar a la política de vivienda que ha sido mala, que ha malgastado, y que además no ha dado los resultados necesarios.

Creo que, además, lo otro que hay hacer y que también está en esta lista de aspiraciones es cómo cambiamos la gestión pública, cómo hacemos accesible también para la tercera edad que puedan ejercer sus derechos y participar en la elaboración de esas políticas. Estamos tratando de hacerlo. Nada de lo que se ha hecho hasta ahora es suficiente, nada de lo que se ha hecho hasta ahora es necesario pero progresivamente estamos tratando de cambiar. Gracias por habernos escuchado. 

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