Ante la presencia del Presidente de la República, Tabaré Vázquez, así como de altas autoridades nacionales, civiles y militares, el Intendente Municipal de Florida, maestro Juan Giachetto, reiteró el compromiso en torno a los valores que impulsaron el nacimiento de nuestra nación y reivindicó a su departamento como cuna de la Independencia nacional.

INTENDENTE GIACHETTO: Señor Presidente de la República, doctor Tabaré Vázquez; señor Vicepresidente de la República, don Roberto Nin Novoa; señores Ministros de Estado; señores Representantes Nacionales; Autoridades nacionales y departamentales, Cívicas y Militares; autoridades eclesiásticas; Cuerpo Diplomático; señoras, señores; jóvenes, niños:

Una vez más estamos reunidos para conmemorar el aniversario de la Declaratoria de la Independencia Nacional. Y en un día espléndido, con sol brillante, con la presencia de nuestro Gobierno Nacional, en esta oportunidad el centésimo octogésimo primero, para nosotros el hecho más trascendente de los actos institucionales de nuestra historia.

En aquel entonces, el dominio español, la intromisión brasileña; las intrigas y la traición del gobierno de Buenos Aires, desataron la Revolución Artiguista primero y, vencido nuestro héroe, surgió la magnifica epopeya comenzada por los Treinta y Tres Orientales, para finalizar con la Jura de nuestra primera Constitución.

En ese entonces, todo se realizó con sangre y sacrificio.

Era un ejército y un pueblo levantados contra las ambiciones y la tiranía extrajera.

Era el Pueblo Oriental, un pueblo que surgía a la lucha con la férrea voluntad de alcanzar su meta más preciada: la libertad.

El país estaba ocupado por fuertes ejércitos extranjeros, a los que parecía muy difícil vencer y, sin embargo, unos pocos y valerosos hombres lograron que toda la Provincia se levantara en la lucha por derrotar al enemigo usurpador.

Rincón, Sarandí, Santa Teresa, Cerro, Valdez, Juncal, Bacacay, Ituzaingó, Misiones, Camacúa; todos fueron escenarios de una lucha en los que el amor a la Patria superó con creces a las ambiciones de los invasores.

Militarmente podemos convenir que fueron todos triunfos de nuestros hombres, pero lo que realmente destacamos es la organización que simultáneamente se le comenzó a dar a la Provincia, formando un gobierno provisorio que deambuló de acuerdo a la seguridad que le podía ofrecer el Estado de guerra.

Aquí, en Florida; en San José, en Canelones, en la Aguada, en Montevideo; en todos estos lugares funcionó el gobierno patrio; y en todos ellos dictó leyes que daban formación al joven Estado.

Pero, sin duda, fue en nuestra Florida donde la Provincia se declaró libre e independiente.

Por eso hoy, en que parece querer instalarse nuevamente un cierto revisionismo sobre la fecha, revindicamos en lo personal aquel hecho desde esta Piedra Alta y con legitimo orgullo: Florida cuna de la Independencia.

Nuestro Uruguay festeja su primera victoria como nación el 18 de Mayo de 1811; su primer libre Patria el 25 de agosto de 1825 cuando -en definitiva- se rompen los vínculos con Brasil y comienza el proceso en que la nación se hace Patria; y el 18 de Julio de 1830 con el día de la República, pues, la Jura de la Constitución estampa el concepto nacional básico que hace a la soberanía residir en el pueblo y a la organización social en las garantías jurídicas e igualitarias de la forma republicana.

No está mal que el 25 de Agosto sea la fecha de la Patria, expresión dinámica de una nación y forma precursora de la consolidación nacional en República.

Más allá del análisis del episodio histórico es la fecha elegida y recogida por la tradición, que tiene de por sí un valor identificatorio. Lo indiscutible es el sacrificio de nuestro Pueblo Oriental para sacudirse el yugo brasileño.

La libertad absoluta de nuestra Patria fue el premio a quienes solo aspiraban a gobernarse por sí mismos.

Hoy, como en aquel amanecer de la República, vemos florecer la democracia; ésta es un bien inapreciable a la cual debemos cuidar, profundizar y perfeccionar para que sea cada vez más justa y humana.

Como decía nuestro querido y recordado maestro Wilson Monte Grané, que siga siendo nuestro país luz en el mundo atribulado por la injusticia, la codicia, la miseria; para esclarecer la mente y los sentimientos de los que desdeñan el valor humano frente al ansia de poder y deseos de sometimiento de los demás.

Hace exactamente un año nos comprometíamos ante ustedes y ante nuestro Gobierno en recorrer caminos todos juntos que nos permitieran superar graves dificultades; actuando con transparencia, cristalinidad, y sobre todo participación.

Las venimos superando; nuevas obras se incorporan al patrimonio de todos.

La lucha continúa para dopar a la familias de mejores oportunidades de desarrollo y por ende de mejores condiciones de vida.

Seguiremos firmes, junto al Gobierno, como lo hicieron aquellos orientales, convencidos del objetivo que sin duda alcanzaremos, con verdad, humildad y trabajo de todos. Comprometidos con la realidad nacional en un mundo cada día más globalizado que nos marca y nos exige.

Al final, simplemente reafirmamos con toda nuestra voz: la Declaratoria de la Independencia, la Piedra Alta, el monumento a la Independencia; la Leyenda Patria, patrimonio de los uruguayos antes, ahora y siempre; Florida, cuna de la Independencia.