INFRAESTRUCTURA QUE SOLVENTE EMPRENDIMIENTOS
PRODUCTIVOS
El Intendente de Paysandú, Julio Pintos, analizó
detalladamente los emprendimientos no sólo de su departamento sino de
una región que posee diversas alternativas productivas que reactivan el
país, generando puestos de trabajo, y una importante demanda de
infraestructura; "tenemos la necesidad de celebrar convenios y
asociarnos con los Ministerios para que ese trabajo local -que es parte
de la estrategia de desarrollo del Gobierno- sea contemplado en el marco
de sus diversos programas", dijo.
Haciendo un repaso de estos emprendimientos, Pintos
indicó que quedó instalado en Guichón, Quebracho y Paysandú capacidades
locales para trabajar con los vecinos, para mejorar sus emprendimientos,
sus pequeñas empresas, microempresas, sus ideas y así concretarlas con
el apoyo del Ministerio de Transporte, la Organización Internacional del
Trabajo, la cooperación italiana y el proyecto Redel. Ahora se suma el
LATU como socio, que analiza y propondrá acciones concretas para la
consolidación de estos emprendimientos.
El proyecto forestal le dará a la región un volumen
físico de mercaderías necesarias para ser rentables y posibles las
inversiones en infraestructura. Hay 200 mil hectáreas forestadas entre
Salto, Paysandú, Río Negro y Soriano, y se prevé un impacto en los
próximos cuatro años en la masa laboral; de 3.680 personas ocupadas se
pasará a 6.700 dentro de tres años.
En lo que respecta al transporte se estima que para
abastecer el proyecto forestal harán falta 146 mil viajes de camiones.
Eso significa que en Paysandú, Río Negro y Soriano durante 20 horas
circularán 20 camiones vacíos más 20 camiones cargados por hora. De esto
surge que harán falta 24 millones y medio de litros de gasoil que se
deberán agregar a la demanda actual, lo que indica claramente que son
necesarias inversiones en infraestructura, de las cuales se beneficiará
todo el sistema agroexportador especialmente el citrícola y el de
granos.
También hay una nueva producción en la región: los
arándanos. La producción de arándano con inversión local, nacional y
regional está previendo una fuerte necesidad de mano de obra, que
ayudará a la estabilidad laboral y favorecerá el asentamiento de los
trabajadores rurales en el medio rural.
El país alcanzará ingresos por exportación de fruta
para el año 2007 por 2.100.000 dólares, mientras que para el 2012 se
estima para la región un ingreso por venta de fruta de 15 millones de
dólares.
En la región de Paysandú, Salto y Artigas estas
empresas tienen una estimación de inversiones totales para el 2010 de 25
millones de dólares.
Por otra parte, Pintos dijo que desde el punto de
vista agroindustrial, el cultivo de caña de azúcar contará para la zafra
2007, con 6.000 hectáreas partiendo de 3.200 en 2005 y 10.000 para el
2009.
Se viene instrumentando un sistema de financiamiento
al agro por parte de ALUR para complementar el fondo de reconversión
azucarero. Se evidencia la confianza de Bella Unión en este proyecto.
La restauración del puerto de Paysandú es otro tema
que analizó el Intendente: la Administración Nacional de Puertos tiene
previsto invertir 500 mil dólares en acondicionamiento de muros y compra
de grúas; por allí saldrá parte de la producción de cemento portland, y
producción hortifrutícola de Salto y Paysandú con el consiguiente
abaratamiento de los precios de los fletes.
ANCAP tiene previsto construir un muelle de atraque e
instalaciones conexas para asegurar el abastecimiento de combustible vía
fluvial en el norte del país durante todo el año y sacar el alcohol
carburante que se produce en Bella Unión. "Esto serán decenas de puestos
de trabajo de alto componente técnico y obrero durante las obras de
construcción, y durante su operativa permanente", dijo Pintos.
Para que estas apuestas productivas se concreten
necesitan obras que las hagan viables, por ello "se debe acondicionar
las vías férreas entre Bella Unión y Paysandú, así como entre la
cementera de ANCAP y el puerto de Paysandú. También resulta clave
asegurar la navegabilidad del Río Uruguay", agregó.
PALABRAS DEL INTENDENTE DE
PAYSANDÚ, JULIO PINTOS, EN LA SESIÓN DEL CONSEJO DE MINISTRO DE VILLA
QUEBRACHO
INTENDENTE PINTOS: Muy buenos días a
todas y a todos. Señor Presidente de la República, señoras Ministras,
Ministros, Directores y Directoras, tanto de los Ministerios como de las
Intendencias, representantes de las empresas del Estado, autoridades
civiles y militares, señores colegas Intendentes, muchas gracias por su
presencia, señores legisladores, estimados y estimadas.
Agradecemos la presencia, el entusiasmo y
el compromiso que han demostrado con los temas que este Consejo pretende
abordar. es un honor, pero básicamente una gran alegría tener en nuestro
departamento una sesión del Consejo de Ministros y tanta gente con
expectativas de poder acercarse a ellos. Descentralización,
regionalización e infraestructura: si bien estos temas los abordaré en
un momento, quiero reflexionar y compartir con ustedes el marco en el
que desarrolla este encuentro.
Este Consejo de Ministros tiene tres
aspectos que nos interesa destacar: se produce en el marco de la “2ª.
Semana del Ideario Artiguista y “12º. Encuentro con el Patriarca”, que
lleva como título “Artigas y la democracia”. Con estos eventos, nuestro
gobierno departamental quiere contribuir a esa visión necesariamente
integradora, imprescindible para construir un modelo de nación que nos
abarque; nos involucre y nos comprometa, que nos permita trabajar por el
desarrollo de mediano y largo plazo y que trascienda gobiernos y
partidos. Todos, trabajadores y empresarios; comerciantes y productores
rurales; cooperativistas, pequeñas y medianas empresas; educadores y
educadoras; hombres y mujeres: todos lo que necesitan creer, necesitan
confiar y tener esperanza y objetivo por los cuales luchar.
El proyecto artiguista fue en esencia un
modelo integrador en lo cultural, lo social, lo político y lo
territorial. La concreción temprana de ideas integradoras, de
regionalización en la independencia por las que seguimos trabajando dura
y empecinadamente para construirla a pesar de los complejos tiempos
internacionales que nos ha tocado transitar. Estamos en deuda con el
ideario de Artigas, sin duda, y ser consciente de ello nos obliga a
redoblar. Dificultades habrá y seguirá habiendo, pero nunca dudamos de
que lo mejor y más valioso que podemos dejar a nuestros pueblos será un
modelo latinoamericano integrado, para enfrentar los bloques de un mundo
globalizado.
Sin dudas que el valor de Artigas daba a
la democracia se ve reflejada en este método de trabajo del Gobierno
Nacional, de reunir el Consejo de Ministros con la gente. Así de
horizontal era la actitud de nuestro Prócer en la relación con su
pueblo: uno más en los fogones, dialogando, estrechando vínculos y,
sobretodo, conociendo y recogiendo la opinión de la gente.
Estos Ministros que vienen recorriendo su país no
serán seguramente los mismos al día siguiente de este Consejo. Esta es
la manera de mantener la cercanía con la realidad, alejamiento al que
siempre estamos expuestos por la dinámica del Gobierno, y sé que esto es
una constante preocupación de nuestro compañero Presidente.
En segundo lugar, recordar que este año se cumplen
120 años de la llamada resolución del Quebracho, una página un tanto
olvidada de nuestra historia pero que vale la pena evocar. Con estas
tierras, en estos suelos que estamos pisando, en 1886 se produjo un
lanzamiento contra el gobierno autoritario de Máximo Santos.
Participaron, blancos, colorados católicos, jóvenes universitarios y
entre ellos tres hombres que luego serían Presidentes de la República:
Batlle y Ordóñez, Claudio Williman y Juan Campisteguy. Fue un
levantamiento nacional y popular que terminó con una etapa militarista y
abrió paso a un proceso civil y democrático. A pesar de haber sido
derrotados y a pesar de la muerte de cien revolucionarios -como siempre
sucede cuando las causas son justas- esa sangre no fue derramada en
vano. Ocho meses después renuncia el dictador Santos. Bien vale la pena
recordar estos episodios de lucha democrática cuando nuestro país se
abre paso a la verdad y a partir de hay ella, a la memoria y la
justicia.
El tercer aspecto -para nosotros central en este
presente y pensando en el futuro- es presentar a nuestras máximas
autoridades de gobierno, una visión local en el conocimiento de la
realidad de los que vivimos aquí para entusiasmar, comprender y
visualizar la oportunidad que tenemos. La oportunidad que tenemos como
gobierno para, en este quinquenio, construir un proyecto de desarrollo
regional, para continuar avanzando en el eje programático del país
productivo, con un pie en el pasado, como es el glorioso saladero
Guaviyú, cuyas empecinadas ruinas se mantienen a pocos kilómetros de
aquí y fue en su momento la industria de la carne más importante del
mundo, y otro pie en el futuro para que podamos juntos y como región,
encarar una nueva etapa del desarrollo.
Y digo continuar avanzando en el país
productivo porque se ha hecho mucho desde el comienzo mismo del
gobierno. El país productivo se puso en marcha con las políticas
salariales, con los derechos laborales, con la formalización del empleo
que se refleja en la gestión del BPS, tanto en el aumento de afiliados
como en la recuperación de la pasividades más bajas, las menores tasas
de desocupación de los últimos diez años, la conducción de la política
económica, el manejo del endeudamiento externo, la desdolarización
externa e interna de nuestra economía, la instalación del compromiso
nacional por el empleo y las responsabilidades con trabajadores y
empresarios.
El avance del país productivo también es
la certeza y la previsibilidad de nuestras variables internas, es el
tratamiento responsable del endeudamiento interno, grave problema que
afecta a muchas familias y en el cual todavía hay mucho por hacer en la
proyección comercial de nuestro país a nuevos mercados, en la nueva
forma de trabajo de nuestras embajadas en el exterior y en el trato
digno y humano a los protagonistas del Plan de Emergencia.
Se han hecho incluso muchas cosas más y
algunas a veces ni las conocemos. Pero este proyecto de país impulsado
por un Gobierno de cambio, por un Gobierno que no está ni vino a hacer
la plancha, todavía precisa reformas fundamentales; son imprescindibles
para darles sostén y permanencia en el tiempo y romper con el
crecimiento y crisis, donde unos pocos ganan y la mayoría pierde, para
que la única variable de ajuste en la economía no siga siendo el dólar
que siempre termina perjudicando también a las mayorías.
Tenemos que cumplir estas reformas, la
tributaria, la de la educación, la de la salud y, sin duda, la reforma
del Estado. Reformas que se promueven, además, con un alto componente
democrático de participación y de debate, porque es sustancial que se
construyan con amplios consensos para que todas las uruguayas y
uruguayos tengamos un proyecto de nación.
Pero además de las reformas que mencioné
existe una menos nombrada pero tan necesaria como las otras: la reforma
del territorio y para poder viabilizar esa reforma contamos con
herramientas que aún tenemos que potenciar, efectivizar y poner en
práctica.
La descentralización es una de ellas. La
inversión dirigida a la infraestructura es otra, y para hablar de esos
temas es que estamos aquí.
Un país productivo no se construye sólo a
partir de sus riquezas naturales o del desarrollo de las preexistencias
en infraestructura: apostar a eso sería profundizar en las inequidades
que hace 170 años se vienen construyendo con la macrocefalia política,
administrativa, comercial y educativa.
La construcción del territorio es una
construcción política. Un gobierno progresista nacional y los gobiernos
locales deben apostar a romper las inequidades, deben visualizarlas
distintas regiones del país como oportunidades únicas e irrepetibles
para apostar al desarrollo. Es como los hijos: como padres reconocemos
en cada uno de nuestros hijos distintas habilidades, capacidades y hasta
dificultades para insertarse en la vida. Por eso no dejamos al menos
dotado al un lado ni ponemos todos los recursos de la familia en el más
agraciado. Tratamos de administrar con equilibrio nuestras posibilidades
de promoción, de contención y de afecto para que sean personas plenas
según sus propias habilidades.
Así son las regiones y su territorio:
como una familia y sus hijos. Nosotros estamos trabajando en la región
del litoral y también por la región del norte del Río Negro y digo
región porque por suerte estamos marchando hacia una nueva forma de
hacer política y de gobernar. No nos conduce a nada que los intendentes
nos diputemos una inversión. Lo importante es que se haga en el mejor
lugar de acuerdo a las variables del proyecto.
Las fronteras políticas de nuestros
departamentos son perforadas y se desvanecen cuando miramos el
territorio, la cuenca lechera, el río como eje integrador, la región
termal, el basalto creador, esa gran madre natural de donde emergen
nuestros terneros para el proyecto ganadero, el basalto ovino, las zonas
agrícolas ganaderas, las plantaciones de cítricos y arándanos, el
proyecto forestal de la industria de la madera y de la industria de la
celulosa.
Todo esto representa un enorme activo de
recursos naturales sobre los cuales nuestra gente, nuestras vecinas y
vecinos de todos los días que han resistido porfiada y empecinadamente
crisis y dificultades, siguen dispuestos a apostar a este país, a este
proyecto y a esta nación. No nos conduce a nada tampoco que los
ministerios, los gobiernos departamentales, las empresas públicas no
armonicen sus inversiones, y por suerte estamos gestionando el Estado de
otra manera. Estamos coordinando, estamos planificando y estamos usando
más y mejor los recursos públicos para desatar una sinergia que más que
positiva es exponencial.
Se trabaja con una fuerte visión
descentralizadora, que no es desconcentrar sino generar
institucionalidad propia, capacidades locales que nos permitan afianzar
nuestro propio desarrollo. Se trata crear verdaderas instituciones
descentralizadas y no meras sucursales de empresas con sede en
Montevideo.
¿Y cuáles son esas cosas que están
sucediendo y las que van a suceder en el 2007 y en el 2008 en nuestra
región? Sin duda muchas del punto de vista de una región que tiene ya
importantes agroindustrias, que producen 200 millones de dólares de
exportación y casi 10 mil puestos de trabajo. Que se verán fortalecidas
con más inversiones debido al crecimiento de nuestros mercados
internacionales en citrus, en granos, cueros, lácteos, carnes y
textiles.
Pero para que se consoliden estas
inversiones en el sector primario, secundario y terciario se necesita
imperiosamente mejorar también su competitividad.
La competitividad regional es para
nosotros una de las claves y para ello hemos puesto el foco en un
problema que es de rápido impacto sobre los resultados y que si
mejoramos su eficiencia generará una importante masa de recursos
económicos que podrán volcarse a nuevas inversiones, a incorporar más
tecnología, a mejoras de los salarios, etcétera, tanto en lo nacional
como en la interna de cada empresa.
Sabemos que la competitividad tiene que
ver también con otros factores, por ejemplo la investigación y la
incorporación de tecnología, pero estas cuestiones llevan su tiempo. Sin
embargo lo que podamos hacer en infraestructura y las vinculadas al tema
de transporte son inmediatas en su beneficios.
Por ejemplo, los beneficios se verán en
los 60 millones de dólares que gasta el Estado en el mantenimiento de
las rutas actuales. También se verán, por otro lado, en la reducción de
costos de ANCAP para el traslado de combustible a su centro de
distribución en Paysandú, así como un menor consumo de gasoil que
permita solucionar a ANCAP el desequilibrio entre la producción de nafta
y gasoil.
Para las empresas, el flete ha pasado a ser un costo
que define inversiones y actividades y necesitamos bajarlo para apoyar
este sector.
Nuestra región ha quedado prisionera de
políticas cuyo único eje para la salida de la producción es la ruta 3.
Se han despreciado sus puertos, sus ríos y sus trenes. Por eso estamos
proponiendo planes de infraestructura y coordinando acciones con el
Ministerio de Transporte, Relaciones Exteriores, CARU, Administración
Nacional de Puertos, AFE y ANCAP.
Un uso inteligente de los diferentes modos de
transporte mejorará la competitividad y ahorrará recursos. También las
condiciones de circulación en las rutas nacionales con menores riesgos
de vida humanas. Hablábamos anoche con el Presidente de la importante
circulación de camiones que hay en Ruta 3 y los riesgos que eso
significa para nuestra población y esto va a crecer mucho más.
A las ya tradicionales actividades de
esta zona se suma, sin duda, el proyecto forestal y dentro de él, las
inversiones tanto en celulosa, como el desarrollo de la industria
vinculada al sector de la madera, aserraderos, fábricas de muebles o
partes de muebles, viviendas de madera, exportación de madera. Estos
emprendimientos, que nuestros empresarios están impulsando, son sin duda
los que hay que ayudar con tecnología, con capacitación y con
orientación comercial para lograr su consolidación.
Veíamos en el foro de planificación
reciente y oportunamente realizado por OPP que a este crecimiento de lo
macroeconómico era necesario transformarlo en desarrollo y para ello es
necesario dotarlo de un contenido microeconómico, territorial y local.
Pero eso no se hace solo. No es un derrame: Necesariamente en el ámbito
de nuestro gobierno tienen que existir políticas activas, focalizadas y
direccionadas para que nuestro pueblo aproveche esas oportunidades. Si
no, pasarán de largo. Un ejemplo de esto es lo que estamos desarrollando
a nivel departamental con el Ministerio de Transporte, la Organización
Internacional del Trabajo, la cooperación italiana y el proyecto Redel,
que por decisión de este gobierno departamental ha dejado instalado en
Guichón, Quebracho y Paysandú capacidades locales para trabajar con los
vecinos, para mejorar sus emprendimientos, sus pequeñas empresas, sus
microempresas, sus ideas, lograr concretarlas en realidad. Hemos sumado
como socio al LATU, que analiza y propondrá acciones concretas para la
consolidación de estos emprendimientos y esas acciones que podrán ser
de asistencia técnica, de gestión, de una pequeña inversión, de
capacitación, tenemos necesidad de celebrar convenios y de asociarnos
con los Ministerios para que ese trabajo local que es parte de la
estrategia de desarrollo del Gobierno sea contemplado en el marco de sus
diversos programas, PAPYME’s, DINAPYMES, Programas de Conglomerados,
Microfinanzas, Proyecto ganadero, Producción responsable, Uruguay Rural,
Fondos BID, entre otros.
Tenemos una importante masa de recursos
en los programas ministeriales que necesita una rápida ejecución.
Debemos detectar las dificultades, ayudar a las regiones que no tienen
capacidad de presentar proyectos pero sí ideas que pueden ser
formalizadas, vencer los temores propios de quienes son responsables de
los fondos públicos Nuestra gente nos podrá entender si cometer algunos
errores pero no nos perdonará que nos inmovilicemos y no ejecutemos
estos fondos que tenemos disponibles para el desarrollo.
El proyecto forestal le va a dar a la
región un volumen físico de mercaderías necesarias para ser rentables y
posibles las inversiones en infraestructura. Doscientas mil hectáreas
forestadas hay entre Salto, Paysandú, Río Negro y Soriano. Se está
previendo un impacto en los próximos cuatro años en la masa laboral. De
3.680 personas ocupadas pasaremos a 6.700 personas ocupadas dentro de
tres años. ¿Pero qué pasará con el transporte? Como las mayores cargas
son las forestales y las cítricas, tenemos los datos del diseño de
alrededor del 90% de los emprendimientos.
De las cifras que se disponen surge que
por lo menos 214 kilómetros de caminos vecinales de Paysandú irán hacia
la carretera 60 mil viajes de camiones o sea seis camiones yendo o
viniendo por hora en el pico de máxima cosecha. Sin embargo las cifras
más impactantes es que para abastecer el proyecto forestal harán falta
146 mil viajes de camiones. Eso significa que Paysandú, Río Negro y
Soriano durante 20 horas circularán 20 camiones vacíos más 20 camiones
cargados, por hora. Surge del estudio que para el desarrollo del
programa forestal o sea la cosecha, el transporte, el movimiento de
chips dentro de las plantas, la replantación de 20 mil hectáreas de
bosques que se industrializarán por año, harán falta 24 millones y
medio de litros de gas oil que se deberán agregar a la demanda actual, o
sea, siete viajes extras del Ancap IX. Esto indica claramente que son
necesarias estas inversiones en infraestructura, de las cuales se
beneficiará todo el sistema agroexportador especialmente el citrícola y
el de granos.
También hay una nueva producción en la región: los
arándanos. La producción de arándano con inversión local, nacional y
regional está previendo una fuerte necesidad de mano de obra, a
contraestación de la naranja, que ayudará a la estabilidad laboral y
favorecerá el asentamiento de los trabajadores rurales en el medio
rural. En Paysandú hoy hay 102 hectáreas plantadas y la proyección para
el año que viene 173 y para el 2010 , 270. La mano de obra permanente
ocupada, 110 personas y la zafral 1000. La mano de obra proyectada son
200 personas para el año que viene y 3.000 para la cosecha el año que
viene. Habrá ingresos para el país por exportación de fruta para el año
2007, de 2 millones 100 mil dólares y para el 2012 se estima para la
región un ingreso por venta de fruta de 15 millones de dólares. En la
región de Paysandú, Salto y Artigas estas empresas están invirtiendo y
su estimación de inversiones totales para el 2010 será de 25 millones de
dólares y como decía hoy, 30 millones de dólares de exportación prevista
para nuestro país. La mano de obra zafral proyectada para el 2012, 6.500
personas en octubre, noviembre y hasta el 15 de diciembre. El trabajador
zafral en lugar de seis meses de zafra, tendrá asegurado ocho meses y
medio aumentando un 30 % sus ingresos anuales, pero al llegar a más de
150 jornales trabajados por año también tendrá derecho al seguro de
desempleo rural.
Un caso concreto es hoy Chapicuy, aquí cerquita, al
norte. donde no hay desocupación, estamos planteando la construcción de
nuevas viviendas de MEVIR para asentar los trabajadores, realización de
un Jardín de Infantes con la Intendencia y los empresarios, para que las
mujeres puedan trabajar sin desatender a sus hijos.
Quiero referirme ahora a las acciones que
tiene prevista ANCAP y que estamos coordinando en todo el Gobierno. Por
supuesto, está Bella Unión con su polo de desarrollo de biocombustibles,
ese proyecto forma parte de la visión estratégica del Gobierno nacional,
respaldada y potenciada por ANCAP, desarrollo productivo, trabajo
nacional, seguridad de abastecimiento y diversificación de la matriz
energética.
El Poder Ejecutivo ha presentado un
proyecto de Ley al Parlamento sobre agro-combustibles, que dará el marco
a estos propósitos.
La mejora de los rendimientos agrícolas e
industriales, la inclusión de pequeños productores y la ocupación de
mano de obra en puestos de trabajo en condiciones dignas.
Del punto de vista agro-industrial, el
cultivo de caña contará para la zafra 2007, con 6.000 hectáreas
partiendo de 3.200 en 2005 y 10.000 para el 2009. Se contrató con
cooperativas de mujeres, que se organizaron en la zona para la
preparación de nuevos uniformes de los 400 trabajadores del ingenio y se
las contrató para los lavados de los big bags del azúcar. Así genera
trabajo en la zona con tareas que antes se realizaban en Montevideo, se
instrumenta un sistema de financiamiento al agro por parte de ALUR para
complementar el fondo de reconversión azucarero, se arriendan 500
hectáreas de tierra por diez años dentro del sistema de riego,
coordinando con el Instituto de Colonización la instalación de 50
pequeños productores con 20 hectáreas cada uno, se arriendan 2.000
hectáreas que ALUR gerenciará directamente para mejorar la seguridad del
abastecimiento y medición de costos y productividad. De 120 productores
de caña que se mantenían vivos actualmente hay más de 300, lo que
demuestra la confianza de Bella Unión en este proyecto. En las próximas
semanas se licitará además la construcción de la destilería y sus
instalaciones conexas para la elaboración de alcohol junto al ingenio
azucarero. La inversión estimada es de 7 millones de dólares suma que
coincide con el prepago de alcohol realizado por PEDEVESA. Se están
realizando investigaciones junto con ANCAP, Universidad de la República,
y el INIA, para investigar el desarrollo de distintos cultivos en varias
partes del país. En Salto, ALUR ha arrendado tierras para instalar un
semillero de caña, ALUR negocia además con la Corporación para el
Desarrollo el abastecimiento de leña para el ingenio de deforestaciones
de la Corporación. En Paysandú, la restauración del puerto: la
Administración Nacional de Puertos tiene previsto invertir 500 mil
dólares en acondicionamiento de muros y compra de grúas, por allí saldrá
parte de la producción de cemento portland, y producción hortifrutícola
de Salto y Paysandú con el consiguiente abaratamiento de los precios de
los fletes.
ANCAP tiene previsto construir un muelle
de atraque e instalaciones conexas para asegurar el abastecimiento de
combustible vía fluvial en el norte del país durante todo el año y sacar
el alcohol carburante que se produce en Bella Unión. Esto serán decenas
de puestos de trabajo de alto componente técnico y obrero durante las
obras de construcción, y durante su operativa permanente. Se está
coordinando con la Administración Nacional de Puertos, CARU, ANCAP y la
Intendencia de Paysandú para encontrar la mejor solución que contemple
los objetivos involucrados. En cemento portland, en la fábrica de
Paysandú se llamó a licitación para ampliar la capacidad de producción
cementera, que pasará de 290 a 350 mil toneladas al año con el consumo
energético, ganando en eficiencia en el costo de producción por
tonelada. La inversión será del entorno de entre 3 y 5 millones de
dólares. Cava S. A acaba de anunciar en Paysandú el 13 de septiembre,
junto a la intendencia, y a Colonización y el asesoramiento además de la
Facultad de Agronomía, y se ha convocado a los pequeños productores
cercanos a Paysandú, Quebracho, Porvenir y San Javier, para producir
sorgo, con destino a la fabricación de alcoholes en unas 1.200
hectáreas. El objetivo es sustituir el alcohol importado por materia
prima nacional, plena ocupación de la capacidad industrial instalada.
En una primera etapa, esto supone
inversiones de 300 mil dólares para las actividades agrícolas y 200 mil
dólares para la planta industrial destinados al cuidado del medio
ambiente, incendios y recepción de los granos.
Infraestructura: sin duda alguna
que para estas apuestas productivas, para que estas apuestas productivas
tengan posibilidades de éxito, necesitan obras que las hagan viables.
Resulta claro que se debe acondicionar las vías férreas entre Bella
Unión y Paysandú, así como entre la cementera de ANCAP y el puerto de
Paysandú. También resulta clave asegurar la navegabilidad del Río
Uruguay, en este sentido, Cancillería ha reunido un grupo de trabajo,
donde participan Relaciones Exteriores; Transporte y Obras Públicas;
Hidrografía, CARU; Administración Nacional de Puertos y ANCAP, para
abrir el Paso Casablanca, en aguas jurisdiccionales uruguayas, lo que
aseguraría la navegabilidad de buques de hasta quince pies de calado en
el Puerto de Paysandú. La región se transformará en un nuevo centro
logístico, pensando no solamente en nosotros sino en ampliar cada vez
más al norte la frontera productiva. Por ejemplo, el Salto agrícola, en
Salto se ha dejado de producir sorgo por los problemas de fletes,
tenemos que llegar al corazón del MERCOSUR, a través del eje ferroviario
que pasa por Salto Grande.
La apertura del Canal Casablanca es una
obra necesaria. No es un dragado sino abrir un canal con alto poder
autodragante en jurisdicción uruguaya. Todas las gestiones ya están
aprobadas en CARU, y hemos formado una comisión técnica, para que
informe sobre sus costos. Contamos además en Paysandú, con un
preproyecto de inversión para un nuevo puerto en Casablanca.
Hay varios proyectos regionales, de los que voy a
mencionar solamente los titulares: desarrollo de la cuenca lechera,
estamos trabajando la cuenca norte, Salto, Río Negro y Paysandú, en
coordinación con DIPRODE, para fortalecer al sector productivo; la
infraestructura en caminos; la quesería artesanal y el apoyo a las
inversiones previstas en el sector industrial.
El proyecto del basalto, se promueve un
área fundamental donde se producen los terneros para nuestro país.
Tenemos que articular con Ganadería y los gobiernos
departamentales.
Es un sector que necesita apoyos
tecnológicos simples, manejo de pasturas aguadas, prever sequías con
planes de tajamares y pozos y aplicar el Decreto del Ministerio de
Ganadería para forestar con nuevas especies y dotar de sombra al ganado.
También hay que fortalecer el sector ovino y necesitamos contar un
frigorífico para recomponer, tanto la cadena comercial exportadora como
proveer de carne barata al consumo interno. En energía renovable hay
varios proyectos presentados con biomasa forestal, MASTERLIC, un
aserradero de ENCE, en Algorta un proyecto de quince millones de dólares
que se está asentando donde es la Caja Notarial, Azucarlito y varios
aserraderos, pequeños y medianos que se están juntando para trabajar
también la generación de energía con biomasa forestal. La
descentralización universitaria, antes decía que la competitividad tiene
que ver con otros factores como por ejemplo la investigación, en esto
también estamos trabajando, este proyecto necesita un soporte como
conocimiento generándolos y promoviéndolos, necesita una Universidad de
la República y la enseñanza técnica y terciaria, asentadas en el propio
territorio de la región apostando juntos a los proyectos
descentralizados. La Universidad en el interior además de las tres
funciones clásicas de enseñanza, investigación y extensión que dicta su
Ley Orgánica, tiene dos funciones más ineludibles en el marco de un país
productivo como el que estamos construyendo, ser promotora del
desarrollo local y la de promover una construcción diferente del
territorio, más equitativa y más integradora. Una herramienta de
desarrollo local porque su existencia está atada en la resolución de los
problemas complejos y como tal articula con los distintos actores de la
sociedad en un plano de proximidad que no puede darse en Montevideo.
¿Cómo se involucra con problemas concretos de la sociedad local? la
devolución de esos conocimientos es mucho más rápida que cuando se hace
desde la metrópolis,, incluso el enfoque interdisciplinario tiene otras
ventajas comparativas, es más integral más periódica y aplicada, la
educación terciaria radicada en el interior mejora la capacitación
permanente y es dinamizadora del producto bruto interno departamental,
Salto y
Paysandú
requieren transformarse en un importante
nodo universitario que debe ser fortalecido con una mirada de equidad en
el territorio. La mayor parte de los egresados de bachillerato son de
las escuelas secundarias del interior. Del sector más pudiente un 36%
accede a la Universidad y de los más pobres de Montevideo un 43%, quiere
decir que la inequidad geográfica a veces es más importante que la
económica.
Estamos apostando a formaciones de
distinta naturaleza y ampliando la oferta. Hemos tenido una rápida y
formidable respuesta de UTU y de la Universidad de la República a una
demanda local concreta, ocho carreras completas podrán cursarse desde el
año que viene en Paysandú: Bibliotecología, Archivología, Tecnólogo
Mecánico, Tecnólogo Químico, Diseño Industrial, Tecnicatura en Bellas
Artes, Técnico Histológico y Técnico en Radioterapia.
Y esto porque ahora es tiempo de plantear
laboratorios y de plantear polos tecnológicos con esa potencialidad
única que da la proximidad y la demanda concreta.
En el turismo estamos trabajando en la
región, las Intendencias en tres ejes fundamentales. El corredor o
región termal con acciones de promoción e inversión, el turismo de sol y
playa teniendo como eje el Río Uruguay y el turismo de congresos
aprovechando la importante capacidad hotelera de Salto y la tradición
de Paysandú en esta materia.
En infraestructura municipal, en Paysandú
estamos dotando de saneamiento, agua potable, caminería al Parque
Industrial. Estamos balizando el aeropuerto en conjunto con el
Ministerio de Defensa. Estamos haciendo una fuerte inversión para dotar
las termas de Guaviyú de saneamiento, se han realizado 1.400 kilómetros
de caminería rural.
En Artigas al proyecto alcoholero se suma
el importante proyecto minero de explotación de amatistas y ágatas con
apoyo del programa de conglomerados, en todas sus etapas, en la
extracción, en el transporte, en las artesanías y en la
comercialización.
Se están electrificando las canteras con
aportes también del Gobierno Municipal, para mejorar la rentabilidad de
las mismas.
Hoy hay 1.000 puestos de trabajo directos
e indirectos que se pueden aumentar rápidamente en un proceso de
inversión.
También el sector arrocero ha cobrado un
fuerte estímulo en Artigas, tanto en áreas plantadas como en producción
y esas dos actividades necesitarán -sin duda- modos de transporte usados
inteligentemente para que bajen sus costos.
Salto necesita continuar consolidando las
producciones agropecuarias, está realizando un fuerte impulso en la
caminería rural con 1.000 kilómetros y más de 800 alcantarillas para la
mejora en los caminos, se comienza la licitación de un nuevo pozo termal
y la construcción de otra piscina cerrada en las Termas de Arapey, se
está licitando un frigorífico municipal con la expectativa de tender un
Frigorífico Vino para la región.
Río Negro cuenta también con su parque
industrial, con inversiones en aserraderos tanto para la madera como
para la producción de energía y también este proyecto de la forestal
hacia la industria de la madera está desarrollando fuertes inversiones
en Tacuarembó y en Rivera.
Para finalizar estos proyectos implican
sin duda una gran afluencia de gente a la zona de Fray Bentos hasta
Bella Unión, tenemos que lograr que se queden, que no vuelvan a vivir
con sus padres o con sus suegros, que no vuelvan al asentamiento al sur
del país o que retornen a la búsqueda permanente de un empleo, este
proyecto significará también desde el punto de vista poblacional, un
proyecto descentralizador y para que esto sea posible tenemos por
desafío impulsar las pequeñas y las medianas empresas para que se sumen
a todos los servicios que demandará este programa, servicios al
transporte en sus diferentes modos, a la cadena forestal, al desarrollo
de la industria metal mecánica, a los talleres, a las gomerías , al
comercio y al turismo, que deberá ser complementado con servicios
públicos de salud, de educación y de vivienda y con más y mejores
servicios municipales, esta es la realidad de nuestra región, estos son
sus activos y sus fortalezas y de esta realidad surgen las
responsabilidades que tenemos como Estado nacional de seguir dándole un
fuerte impulso a estas ideas para que se puedan seguir concretando.
La obra pública es muy necesarias para
crear condiciones de inversión y para el fortalecimiento y ampliación de
las existentes, requiere un esfuerzo articulado de los Ministerios, la
OPP y los gobiernos departamentales con los actores privados, estamos a
tres meses del 20 de diciembre, día en que llegaremos a los dos años de
Gobierno si consideramos que después hasta el 1º de marzo nos espera la
obligada siesta del verano uruguayo. Serán fundamentales las decisiones
que tomemos en estos tres meses para comenzar a ejecutar el año que
viene donde empezaremos a transitar el tercer año de Gobierno, tenemos
un hermoso desafío, y un hermoso compromiso por delante, como dijo el
Ministro Arana ayer en la Escuela Agraria, en la escuela de alternancia
de Guaviyú, compartámoslo. |