NIN ABOGÓ POR ACCIONES CONCERTADAS PARA MIGRANTES
La concertación de acciones entre los diferentes
gobiernos para contribuir a eliminar la situación de ilegalidad que
muchas veces afecta a los inmigrantes en todo el mundo y el respeto a
los derechos humanos de los migrantes, fueron destacados por el
Vicepresidente de la República y Presidente de la Asamblea General,
Rodolfo Nin Novoa, en la apertura del II Foro Parlamentario
Iberoamericano.
Nin Novoa
abrió el acto haciendo referencia al ingreso de migrantes en los países
desarrollados, el cual dijo que es severamente controlado y que esto se
debe a los conflictos entre los trabajadores locales y los extranjeros
que llegan de fuera, así como debido a lo que se considera el rechazo
“al diferente”.
Al considerar
la magnitud de este fenómeno, recordó la encuesta de la ONU
correspondiente al año 2005, donde se indicaba la existencia de 191
millones de migrantes, lo que representa un 3% de la población mundial.
En ese
sentido, dijo que los impactos de la migración a nivel mundial no son
homogéneos y citó como ejemplo el caso de Uruguay que teniendo una
población de tres millones y medios de habitantes cuenta con “400.000
compatriotas fuera de fronteras, lo que significa cuatro veces el
promedio mundial de migraciones en el planeta”.
Por este
motivo, consideró esencial tomar acciones concertadas entre organismos
internacionales y organismos gubernamentales para contribuir a mejorar
la situación de ilegalidad de los inmigrantes en todo el mundo,
destacando fundamentalmente la necesidad de que se respeten los derechos
humanos de los migrantes.
En la
oportunidad, hicieron uso de la palabra también el
Presidente del Senado español, Francisco Rojo;
el Secretario General de la SEGIB, nuestro
compatriota Enrique Iglesias; y por último, el Presidente de la
República, Tabaré Vázquez.
Al hacer uso
de la palabra, el español Francisco Rojo dijo que lo fundamental para
tratar el tema de la migración es “no perder la utopía de compartir la
igualdad entre todos”, recordando que la complejidad de este fenómeno
parte de su globalidad, motivo por el cual consideró importante la
temática elegida para este Foro.
En referencia
también en torno a la encuesta de la ONU del año 2005, señaló que su
país -España- contaba con el 2% de la migración mundial, lo cual lleva a
pensar que por eso cree que los Estados son los que tienen las
facultades de establecer las condiciones de estadía y permanencia en su
país.
Por su parte,
el Secretario General de la SEGIB, Enrique Iglesias, destacó que debido
a la globalización la migración es uno de los grandes temas del siglo XX
y que no se puede perder de vista que “estamos hablando de personas; no
de delincuentes, sino de personas que buscan mejorar su calidad de
vida”.
Finalmente, el
Presidente de la República, Tabaré Vázquez, se refirió a que el derecho
a emigrar es “inalienable de todos los seres humanos” y por ello se
podrá emigrar libremente pero nadie lo hace “alegremente”.
PALABRAS DEL VICEPRESIDENTE DE LA REPÚBLICA,
RODOLFO NIN NOVOA, EN EL II FORO PARLAMENTARIO IBEROAMERICANO
VICEPRESIDENTE NIN NOVOA: En primer
lugar quiero darles, en nombre del Poder Legislativo del Uruguay, la más
cálida de las bienvenidas. Vamos a ocuparnos en estos dos días de un
asunto que es bien importante en el mundo entero. se trata de la
migración internacional, que ocupa un lugar de primera importancia en la
agenda internacional.
En las discusiones sobre este
fenómeno se ponen en evidencia algunas de las contradicciones
importantes del nuevo contexto internacional. Mientras los países
desarrollados, en mayor o menor medida, impulsan un proyecto de
intercambio liberal en materia de circulación de capitales y mercancías,
la migración de trabajadores y la radicación de las personas en los
territorios está severamente controlada por las legislaciones
nacionales.
Esta inconsistencia del discurso se
debe fundamentalmente a la necesidad de evitar los conflictos que surgen
de la competencia ante los trabajadores nacionales de los países y los
inmigrantes, así como de otros procesos más globales de resurgimientos,
de nacionalismos acompañados de expresiones de xenofobia y de rechazo al
“diferente” que han tomado peso en las últimas décadas.
La gran expansión de la migración
internacional, considerada la primera globalización, tuvo lugar en el
siglo XIX, en paralelo a la expansión del capital hacia los territorios
nuevos de América y Oceanía. En las últimas décadas del siglo XX el
fenómeno volvió a adquirir una magnitud importante y la integración de
los migrantes en los países de destino se convirtió en un tema central
de discusión en los países de inmigración.
La migración contemporánea es
bastante más compleja que estos antecedentes de períodos anteriores en
la medida en que la globalización fija la dispersión territorial de las
actividades productivas en diferentes regiones del mundo. La
internacionalización de la producción, de la finanzas y del comercio
tiene lugar de manera simultanea al proceso de concentración del poder
económico en las corporaciones y a la consiguiente centralización de la
toma de decisiones en los centros de poder mundial.
En este proceso han perdido peso
las fronteras nacionales. Se ha establecido una relación de
subordinación de las naciones frente a las decisiones económicas de las
corporaciones trasnacionales. Se estima que en el año 2005, en las
Naciones Unidas, la migración internacional afectaba a 191 millones de
personas, que es aproximadamente el 3% de la población total mundial.
Estas cifras son de poca
importancia miradas en su conjunto. Sin embargo las concentraciones no
son homogéneas y algunas se ven mucho más afectadas que otras. El caso
de Uruguay en este sentido es paradigmático: en una población de 3
millones y medio de habitantes, tenemos 400 mil compatriotas afuera de
nuestras fronteras, lo que significa casi cuatro veces el promedio
mundial de migraciones en todo el planeta.
Por otra parte, los movimientos
migratorios no solamente han aumentado de manera importante, sino que se
caracterizan por una gran multiplicidad de formas. El desarrollo de las
comunicaciones y de los transportes permite una variedad mucho mayor de
modalidades migratorias, tanto en lo que requiere a la duración de las
estadías como a la frecuencia de los movimientos y a la multiplicidad de
las residencias. Esta movilidad permite mantener mayores niveles de
relacionamiento con los países de origen y, como consecuencia también,
en su mayor número de retorno.
Esta situación, unida a una
tendencia creciente hacia la revalorización de las identidades
nacionales y étnicas, hace que la migración en lugar de disminuir los
sentimientos de pertenencia a una etnia o nación, tienda a estimularlos,
lo que favorece el establecimiento de vínculos mayores y más intensos
con el país de origen, y con los connacionales en la diáspora, así como
también provoca una tendencia a resistir la incorporación de los modelos
culturales que supone la adaptación a las sociedades de recepción.
Una modalidad que se generaliza, es
la de trabajar en proyectos que se desarrollan fuera de fronteras,
permaneciendo en países o regiones de origen. La utilización de medios
telemáticos permite la comunicación en tiempo virtual.
Es discutible la afirmación que en
lo sustancial significa una emigración en la medida que no supone la
movilidad física de las personas, pero sin duda que constituye una forma
particular de integración a los mercados, establece relaciones de
trabajos nuevas, donde las normas laborales de seguridad social,
impositivas y de convivencia se enfrentan a situaciones que ponen sobre
el tapete desafíos a la organización social y a las relaciones de los
individuos y los estados nacionales.
El panorama migratorio de América
Latina. La emigración de Latinoamericanos ha sido un fenómeno creciente
durante la segunda mitad del siglo que acaba de terminar. En ese período
las tendencias de la emigración internacional no sólo mostraron
crecimiento sino que sufrieron profundas transformaciones en su
orientación y en el perfil de las corrientes. Hasta la década del ’60,
hasta 1970, el Continente americano del Sur y del Norte continúa siendo
un espacio de recepción de emigrantes extracontinentales,
fundamentalmente europeos. Simultáneamente la región se caracterizaba
por fronteras porosas, donde los movimientos de migración internacional
eran casi exclusivamente regionales y en gran medida fronterizos.
Los movimientos regionales tuvieron
un perfil que se asemejaba a los movimientos de migración interna y la
migración interregional acompañó el proceso de inmunización de la
población y de concentración de población en las metrópolis.
Argentina y Venezuela, que fueron
con Brasil y Uruguay los importantes receptores de migraciones extra
continentales se convirtieron en receptores de inmigración
latinoamericana fundamentalmente originada de países fronterizos. Desde
los años `70 en algunos países y claramente en los ´80, los efectos de
la crisis económica descienden por todo el subcontinente.
Desde el punto de vista migratorio
la década del ´70 fue un periodo de gran crecimiento de las corrientes
emigratorias, mientras que la crisis generalizada de los años ´80 tuvo
como resultado una suerte de efecto paralizante sobre la migración
intrarregional.
El fenómeno más importante y
creciente es la emigración de latinoamericanos hacia los países
desarrollados. La migración a los Estados Unidos comenzó a convertirse
en un fenómeno relevante desde mediados de los ´70. Por entonces las
corrientes tradicionales de inmigración europea hacia los Estados Unidos
iban perdiendo significación.
La economía norteamericana en plena
expansión requería nuevamente el aporte migratorio que históricamente
había abastecido su fuerza de trabajo. Los censos de población de
Estados Unidos muestran que las personas nacidas en los países
latinoamericanos y del Caribe pasaron de 1 millón -en el censo de 1960-
a casi 16 millones en el censo del año 2000. A estos datos además hay
que agregarle un número importante de inmigrantes ilegales.
El crecimiento de los sudamericanos
es menor, con respecto a centroamericanos y a México, pero su presencia
también es muy significativa. Pasaron, en ese periodo Intercensal, de
250.000 a 1.700.000. También a partir de la década de los ´70 tiene
lugar una diversificación de destinos migratorios hacia deferentes
países del mundo desarrollado.
Los países europeos, desde fines de
la década del ´60, reciben el retorno de parte de los emigrantes de
décadas anteriores y sus descendientes y en la década de 1970, aunque
restringieron el ingreso de inmigrantes a partir del ´74, recibieron
contingentes importantes de refugiados y de exiliados por motivos
políticos.
Estos núcleos establecieron redes
que luego permitieron la continuación de las corrientes más allá de los
motivos iniciales que las desencadenaron. En el caso de España, el
Instituto Nacional de Estadística de dicho país estimó que en 1970,
había 194.000 sudamericanos y que en el 2005, ya fueron registrados
1.573.000. Como ustedes saben, para este Foro vamos a trabajar en Mesas
donde se abordarán cuatro temáticas sobre el tema Migraciones.
En la Mesa 1 vamos a hablar de
Políticas poblacionales y Desarrollo, Migración y Derechos Humanos. En
la Mesa 2, Políticas de Regulación, Integración ante los flujos
migratorios y de Remesas. En la Mesa 3, la Cooperación para el
tratamiento de los flujos migratorios entre Iberia y América latina,
Ganadores y Perdedores en las políticas migratorias, y en la Mesa 4,
Migraciones y Género.
Quiero también, sin embargo, tocar
brevísimamente un tema que me parece que va a cortar transversalmente a
las cuatro Mesas y que está vinculado a lo se denomina, a lo que
conocemos, como el “Tráfico ilícito de Inmigrantes” y la “Trata de
Personas”. El Tráfico ilícito de Inmigrantes es un delito que pone en
peligro la vida, de los que son objeto de él. La definición, se podría
entender como la facilitación de la entrada ilegal de una persona a un
país o a un Estado del que dicha persona no sea nacional o residente
permanente, con el fin de obtener directa o indirectamente un beneficio
financiero u otro beneficio de orden material. Es verdad: el tráfico
ilícito siempre cuenta con el asentimiento del inmigrante, pero también
es verdad que lo somete a muchísimas situaciones, a situaciones
peligrosas o degradantes. Y también –y mucho más grave quizás- tenemos
otro tema que va a estar presente en estos dos días, la Trata de
personas, especialmente de mujeres y de niños. Es la captación y la
traslación, mediante el engaño o el fraude, en una situación de
vulnerabilidad para obtener el consentimiento de una persona que tenga
autoridad sobre otra con fines de explotación. Esta explotación siempre
incluye como mínimo la explotación de la prostitución, los trabajos de
servicio forzado, los trabajos de servidumbre y aún hasta la extracción
de órganos.
En los países receptores la
distinción entre los ciudadanos de los que no lo son, así como también
el de los emigrantes admitidos como tales y los que encuentran en
condición de ilegalidad, crean situaciones marcadamente diferentes entre
los individuos en cuanto a sus derechos. Las discusiones sobre la
integración de los migrantes, es decir, los derechos de las minorías
étnicas o nacionales, se han convertido en temas fundamentales de la
agenda de discusión de los países que reciben inmigrantes.
Las acciones concertadas entre los
organismos de mantenimiento del orden, las organizaciones no
gubernamentales y las organizaciones internacionales pueden ser eficaces
para detectar las operaciones de trata y aumentar la conciencia al
respeto, como la financiación necesaria para combatir este execrable
delito. Mañana vamos a aprobar el estatuto de Montevideo y la
declaración final para que sea elevada a la consideración de la IIa.
Cumbre Iberoamericana de presidentes y de jefes de Estado. Yo quiero
agradecer en primer lugar al señor Presidente de la República por
hacernos el honor de inaugurar este Foro Iberoamericano Parlamentario.
También quiero agradecerle particularmente al contador y compatriota
Enrique Iglesias, Secretario General de la SEGIB por el apoyo que hemos
tenido para la realización de este foro. Quiero agradecer a las y a los
participantes, que no tengo dudas pondrán lo mejor de su esfuerzo
intelectual para que al final podamos hacer una recomendación a los
presidentes y jefes de estado sobre este tema. Y no tengo duda que esta
declaración, que esta recomendación va a estar como siempre matrizada
por la diversidad y la pluralidad que intrínsecamente llevan en sí los
intercambios parlamentarios. Muchas gracias.
PALABRAS DEL PRESIDENTE DEL SENADO
ESPAÑOL, FRANCISCO ROJO
ROJO: Presidente de la República de
Uruguay, doctor Tabaré Vázquez; Vicepresidente de la República, Rodolfo
Nin; Secretario General de Iberoamérica, Enrique Iglesias. Queridos
amigos, colegas, señoras y señores.
Quiero que mis primeras palabras sean
para mostrar nuestro agradecimiento por la amable acogida que nos
dispensa el pueblo uruguayo y su ciudad de Montevideo, que nos hace
sentirnos como en nuestra propia casa.
A esta capital la más joven y austral de
América Latina, con el impulso de la descentralización de los años
noventa, ha hecho que Montevideo, sea hoy una ciudad pujante que no
extraña y merece esa calificación obtenida en 2006, como la ciudad con
mejor calidad de vida de América Latina. Les felicito por esto. El
liderazgo compartido, el consenso, la cooperación de todos los agentes
implicados y la participación activa de una sociedad en la que están
asentados los valores de la tolerancia, del respeto a las diferencias y
el cuidado al medio ambiente, son sin duda los mejores instrumentos para
la riqueza social y cultural de las ciudades.
No podría haber sido el escenario más
idóneo para tratar el tema central de este Foro y de la próximo Cumbre
Iberoamericana. Montevideo sabe, viendo los proceso migratorios de la
integración, interculturalidad de lo que supone el mestizaje, sobre este
base se ha construido esta ciudad, que en el momento de su expansión a
principios del Siglo XX, tenía el 30% de población migrante, quiero
felicitar también en nombre de todos al Presidente de la Asamblea
Nacional y al Presidente de la Cámara de Representantes de Uruguay, por
la magnífica organización del Foro.
Sin duda han recogido con todo el
acierto, el testigo del Foro de Biblbao que tuvimos el honor de
organizar el Congreso de los Diputados y el Senado de España. Queridos
colegas ¿quien nos lo iba a decir? Quiénes de nosotros, en los
escenarios más favorables pensábamos que íbamos a ser capaces de hacer
realidad un Foro Parlamentario Iberoamericano, es decir que nos queda
todavía mucho por hacer, pero esto hoy es una realidad. Hace
aproximadamente año y medio, cuando en España nuestras Cámaras
Parlamentarias ratificaban el Convenio de Santa Cruz de la Sierra,
constitutivo de la Secretaría General Iberoamericana, contemplábamos la
necesidad de involucrar aún más a los parlamentarios iberoamericanos en
la tarea de consolidar nuestro espacio regional, a tal fin nos parecía
apropiado, el que pudiera desarrollarse encuentros de parlamentarios
iberoamericanos y que sus representantes se reunieran en el contexto de
la Cumbre. Poco después, empezábamos a dar los primeros pasos en firme
a la dirección de dar cuerpo a ese futuro espacio parlamentario de
nuestra comunidad iberoamericana. Nos reunimos en Sevilla a mediados del
mes de abril de 2005 en un Seminario organizado bajo el tema
“Iberoamérica hacia un nuevo horizonte”, donde compartimos con muchos de
ustedes la ilusión y oportunidad de emprender un proyecto común,
estamos hablando –si se me permite- de unas propuestas informales,
incipientes, de perfiles poco definidos, cuya razón compartida no era
otra que revitalizar el sistema de Cumbres después de 14 años de
andaduras, propuestas que recogían el sentir de los acuerdos adoptados
en la Cumbre de San José de Costa Rica y en la que se crearon nuevas
fórmulas de concertación internacional en el seno de la Conferencia.
Sentíamos que era obligado cubrir el espacio de la representación de la
ciudadanía, el de la soberanía popular, porque queríamos que nuestra voz
fuera de utilidad y sirviera de orientación para nuestros Gobiernos y
nuestros Estados. Hoy, nos encontramos aquí celebrando el Segundo Foro,
de manera consecutiva y lo hacemos con un Orden del Día que se ajusta a
la Agenda de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del próximo mes
de noviembre y lo que es tanto más importante, vamos a aprobar las
normas que nos constituyen como Asamblea de Representantes, a fijar
nuestros objetivos y a determinar nuestra composición, organización y
régimen de funciones. Trabajamos por tanto con sabiduría en firme pero
sin apremios con el rigor que merece un asunto tan importante como es
nuestra acta constitutiva, podríamos ir más allá y sin duda lo haremos
cuando nuestra experiencia de funcionamiento no los haya indicado desde
la recepción y desde el debate. Pero aquí en Montevideo, con espíritu
constructivo renunciando a las aportaciones particulares en forma de
enmiendas, poniendo en valor el documento de Lisboa donde el consenso ha
sido decisivo para este paso fundacional. Esta es la mejor noticia para
nuestra consolidación, realizando sueños -como diría el Presidente
Tabaré Vázquez- los sueños de reunirnos como órgano de encuentro y
cooperación entre los parlamentos nacionales que integran la comunidad
Iberoamericana de Naciones, sus mismos sueños por conseguir que los
Iberoamericanos compartamos el futuro desde la consolidación de nuestros
sistemas democráticos y apostando por un crecimiento económico cuyo
objetivo sea la posición social y territorial, un crecimiento que
destierra la pobreza, en definitiva no podemos perder la utopía de
querer compartir la igualdad entre todos.
Sueños en lo que se ha volcado la
Secretaría General Iberoamericana con el objetivo de afianzar el
sentimiento compartido de pertenencia a lo Iberoamericano, me van a
permitir que le traslade mi “enhorabuena” por ello al Secretario
General, Enrique Iglesias. “Enhorabuena” porque ha cumplido las
expectativas depositadas en cuanto a la institucionalización de la
Conferencia, a la cooperación y a la cohesión interna y a la proyección
de la comunidad iberoamericana. Mi “enhorabuena” por la dedicación y la
capacidad de trabajo y la eficacia mostrada en llevar a buen puerto los
encargos de la Cumbre de Salamanca.
Señor Presidente, queridos colegas, en
los últimos quince años la población mundial de emigrantes se ha
incrementado en más de un 23% pasando de 150 millones en 1990 a 191 en
2005. Las cifras recogidas en el informe presentado por el Secretario
General de Naciones Unidas a esta Asamblea General nos da cuenta de un
mundo cada vez más desigual y en la intensidad y complejidad de este
fenómeno global que como no puede ser de otra manera tiene implicaciones
política, sociales y económicas en nuestras sociedades.
Un fenómeno que crece y lo seguirá
asciendo en el futuro alimentando también por las nuevas oportunidades
que ofrece la globalización y los avances en las comunicaciones que
ponen cada vez más al alcance de todos la esperanza de una vida mejor
.Hoy con las nuevas tecnologías, las antenas parabólicas, nos dan la
realidad de cómo tenemos el mundo, es como lo es, no como algunas veces
lo contamos. En España lo conocemos en primera persona, nuestra historia
ha fraguado una identidad múltiple y diversa en la que nos sentimos
orgullosos. Como sentimos también un inmenso agradecimiento por la
cogida de nuestros ciudadanos y el país de todo el mundo y singularmente
en Latinoamérica, cuando por motivos económicos o políticos se vieron
obligados a buscar un futuro en paz y en prosperidad. Entre finales de
los ochenta del pasado siglo nos hemos convertido en un país receptor
neto de emigración y el número de ciudadanos extranjeros, así como su
incremento anual se torna significativo. El informe anual de Naciones
Unidas al que hacia referencia señala que el 2005 acoge un total de
cuatro millones, ocho de migrantes. El 2% de la de la migración mundial,
esto supone un cambio de importancia histórica que está transformando
profundamente la sociedad española y que está planteando nuevos retos y
nuevas posibilidades. Considero por tanto de gran acierto y oportunidad
por tanto la temática elegida para las cuatro Mesas de este Foro y estoy
convencido de que vamos a realizar un buen trabajo y sin duda de
utilidad para la Cumbre de noviembre. Hay mucho camino recorrido el que
aportar los trabajos y conclusiones del primer Encuentro Iberoamericano
sobre Migración y Desarrollo que se celebró en Madrid el pasado mes de
julio, así como el diálogo de alto nivel sobre migración internacional
celebrado en Naciones Unidas en los días catorce y quince de este mes de
setiembre. Pero sí pudiera expresar en voz alta un deseo este no es otro
que el que seamos capaces en nuestras propuestas de avanzar en la
construcción de un modelo equilibrado, pero sobre todo humanizado de
gestión de las migraciones asentado en los valores de la diversidad, del
respeto a la dignidad y de la no discriminación y con la vista puesta en
el codesarrollo con propuestas políticas que sumen la mayoría de la
sociedad. Porque la desigualdades sociales en el mundo no hacen más que
agravar el problema. Avanzar en un modelo acorde con el Estado de
derecho en el que el respeto escrupuloso a la legalidad sea nuestro
principio de actuación tanto para la salida, como para la acogida, y el
retorno de las personas migrantes, porque amigos, y amigas son los
Estados los que tienen la facultad de establecer las condiciones de
entrada y permanencia en su territorio de ciudadanos de otros países.
Queridos amigos tenemos que comprometernos a avanzar hacia un modelo
acorde con el compromiso ético que nos exigen a los pueblos que
representamos. Muchas gracias. |