25/09/06


NIN ABOGÓ POR ACCIONES CONCERTADAS PARA MIGRANTES
La concertación de acciones entre los diferentes gobiernos para contribuir a eliminar la situación de ilegalidad que muchas veces afecta a los inmigrantes en todo el mundo y el respeto a los derechos humanos de los migrantes, fueron destacados por el Vicepresidente de la República y Presidente de la Asamblea General, Rodolfo Nin Novoa, en la apertura del II Foro Parlamentario Iberoamericano.

Nin Novoa abrió el acto haciendo referencia al ingreso de migrantes en los países desarrollados, el cual dijo que es severamente controlado y que esto se debe a los conflictos entre los trabajadores locales y los extranjeros que llegan de fuera, así como debido a lo que se considera el rechazo “al diferente”.

Al considerar la magnitud de este fenómeno, recordó la encuesta de la ONU correspondiente al año 2005, donde se indicaba la existencia de 191 millones de migrantes, lo que representa un 3% de la población mundial.

En ese sentido, dijo que los impactos de la migración a nivel mundial no son homogéneos y citó como ejemplo el caso de Uruguay que teniendo una población de tres millones y medios de habitantes cuenta con “400.000 compatriotas fuera de fronteras, lo que significa cuatro veces el promedio mundial de migraciones en el planeta”.

Por este motivo, consideró esencial tomar acciones concertadas entre organismos internacionales y organismos gubernamentales para contribuir a mejorar la situación de ilegalidad de los inmigrantes en todo el mundo, destacando fundamentalmente la necesidad de que se respeten los derechos humanos de los migrantes.  

En la oportunidad, hicieron uso de la palabra también el Presidente del Senado español, Francisco Rojo; el Secretario General de la SEGIB, nuestro compatriota Enrique Iglesias; y por último, el Presidente de la República, Tabaré Vázquez.

Al hacer uso de la palabra, el español Francisco Rojo dijo que lo fundamental para tratar el tema de la migración es “no perder la utopía de compartir la igualdad entre todos”, recordando que la complejidad de este fenómeno parte de su globalidad, motivo por el cual consideró importante la temática elegida para este Foro.

En referencia también en torno a la encuesta de la ONU del año 2005, señaló que su país -España- contaba con el 2% de la migración mundial, lo cual lleva a pensar que por eso cree que los Estados son los que tienen las facultades de establecer las condiciones de estadía y permanencia en su país.

Por su parte, el Secretario General de la SEGIB, Enrique Iglesias, destacó que debido a la globalización la migración es uno de los grandes temas del siglo XX y que no se puede perder de vista que “estamos hablando de personas; no de delincuentes, sino de  personas que buscan mejorar su calidad de vida”.

Finalmente, el Presidente de la República, Tabaré Vázquez, se refirió a que el derecho a emigrar es “inalienable de todos los seres humanos” y por ello se podrá emigrar libremente pero nadie lo hace “alegremente”.

PALABRAS DEL VICEPRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, RODOLFO NIN NOVOA, EN EL II FORO PARLAMENTARIO IBEROAMERICANO

VICEPRESIDENTE NIN NOVOA: En primer lugar quiero darles, en nombre del Poder Legislativo del Uruguay, la más cálida de las bienvenidas. Vamos a ocuparnos en estos dos días de un asunto que es bien importante en el mundo entero. se trata de la migración internacional, que ocupa un lugar de primera importancia en la agenda internacional.

En las discusiones sobre este fenómeno se ponen en evidencia algunas de las contradicciones importantes del nuevo contexto internacional. Mientras los países desarrollados, en mayor o menor medida, impulsan un proyecto de intercambio liberal en materia de circulación de capitales y mercancías, la migración de trabajadores y la radicación de las personas en los territorios está severamente controlada por las legislaciones nacionales.

Esta inconsistencia del discurso se debe fundamentalmente a la necesidad de evitar los conflictos que surgen de la competencia ante los trabajadores nacionales de los países y los inmigrantes, así como de otros procesos más globales de resurgimientos, de nacionalismos acompañados de expresiones de xenofobia y de rechazo al “diferente” que han tomado peso en las últimas décadas.

La gran expansión de la migración internacional, considerada la primera globalización, tuvo lugar en el siglo XIX, en paralelo a la expansión del capital hacia los territorios nuevos de América y Oceanía. En las últimas décadas del siglo XX el fenómeno volvió a adquirir una magnitud importante y la integración de los migrantes en los países de destino se convirtió en un tema central de discusión en los países de inmigración.

La migración contemporánea es bastante más compleja que estos antecedentes de períodos anteriores en la medida en que la globalización fija la dispersión territorial de las actividades productivas en diferentes regiones del mundo. La internacionalización de la producción, de la finanzas y del comercio tiene lugar de manera simultanea al proceso de concentración del poder económico en las corporaciones y a la consiguiente centralización de la toma de decisiones en los centros de poder mundial.

En este proceso han perdido peso las fronteras nacionales. Se ha establecido una relación de subordinación de las naciones frente a las decisiones económicas de las corporaciones trasnacionales. Se estima que en el año 2005, en las Naciones Unidas, la migración internacional afectaba a 191 millones de personas, que es aproximadamente el 3% de la población total mundial.

Estas cifras son de poca importancia miradas en su conjunto. Sin embargo las concentraciones no son homogéneas y algunas se ven mucho más afectadas que otras. El caso de Uruguay en este sentido es paradigmático: en una población de 3 millones y medio de habitantes, tenemos 400 mil compatriotas afuera de nuestras fronteras, lo que significa casi cuatro veces el promedio mundial de migraciones en todo el planeta.

Por otra parte, los movimientos migratorios no solamente han aumentado de manera importante, sino que se caracterizan por una gran multiplicidad de formas. El desarrollo de las comunicaciones y de los transportes permite una variedad mucho mayor de modalidades migratorias, tanto en lo que requiere a la duración de las estadías como a la frecuencia de los movimientos y a la multiplicidad de las residencias. Esta movilidad permite mantener mayores niveles de relacionamiento con los países de origen y, como consecuencia también, en su mayor número de retorno.

Esta situación, unida a una tendencia creciente hacia la revalorización de las identidades nacionales y étnicas, hace que la migración en lugar de disminuir los sentimientos de pertenencia a una etnia o nación, tienda a estimularlos, lo que favorece el establecimiento de vínculos mayores y más intensos con el país de origen, y con los connacionales en la diáspora, así como también provoca una tendencia a resistir la incorporación de los modelos culturales que supone la adaptación a las sociedades de recepción.

Una modalidad que se generaliza, es la de trabajar en proyectos que se desarrollan fuera de fronteras, permaneciendo en países o regiones de origen. La utilización de medios telemáticos permite la comunicación en tiempo virtual.

Es discutible la afirmación que en lo sustancial significa una emigración en la medida que no supone la movilidad física de las personas, pero sin duda que constituye una forma particular de integración a los mercados, establece relaciones de trabajos nuevas, donde las normas laborales de seguridad social, impositivas y de convivencia se enfrentan a situaciones que ponen sobre el tapete desafíos a la organización social y a las relaciones de los individuos y los estados nacionales.

El panorama migratorio de América Latina. La emigración de Latinoamericanos ha sido un fenómeno creciente durante la segunda mitad del siglo que acaba de terminar. En ese período las tendencias de la emigración internacional no sólo mostraron crecimiento sino que sufrieron profundas transformaciones en su orientación y en el perfil de las corrientes. Hasta la década del ’60, hasta 1970, el Continente americano del Sur y del Norte continúa siendo un espacio de recepción de emigrantes extracontinentales, fundamentalmente europeos. Simultáneamente la región se caracterizaba por fronteras porosas, donde los movimientos de migración internacional eran casi exclusivamente regionales y en gran medida fronterizos.

Los movimientos regionales tuvieron un perfil que se asemejaba a los movimientos de migración interna y la migración interregional acompañó el proceso de inmunización de la población y de concentración de población en las metrópolis.

Argentina y Venezuela, que fueron con Brasil y Uruguay los importantes receptores de migraciones extra continentales se convirtieron en receptores de inmigración latinoamericana fundamentalmente originada de países fronterizos. Desde los años `70 en algunos países y claramente en los ´80, los efectos de la crisis económica descienden por todo el subcontinente.

Desde el punto de vista migratorio la década del ´70 fue un periodo de gran crecimiento de las corrientes emigratorias, mientras que la crisis generalizada de los años ´80 tuvo como resultado una suerte de efecto paralizante sobre la migración intrarregional.

El fenómeno más importante y creciente es la emigración de latinoamericanos hacia los países desarrollados. La migración a los Estados Unidos comenzó a convertirse en un fenómeno relevante desde mediados de los ´70. Por entonces las corrientes tradicionales de inmigración europea hacia los Estados Unidos iban perdiendo significación.

La economía norteamericana en plena expansión requería nuevamente el aporte migratorio que históricamente había abastecido su fuerza de trabajo. Los censos de población de Estados Unidos muestran que las personas nacidas en los países latinoamericanos y del Caribe pasaron de 1 millón -en el censo de 1960- a casi 16 millones en el censo del año 2000. A estos datos además hay que agregarle un número importante de inmigrantes ilegales.

El crecimiento de los sudamericanos es menor, con respecto a centroamericanos y a México, pero su presencia también es muy significativa. Pasaron, en ese periodo Intercensal, de 250.000 a 1.700.000. También a partir de la década de los ´70 tiene lugar una diversificación de destinos migratorios hacia deferentes países del mundo desarrollado.

Los países europeos, desde fines de la década del ´60, reciben el retorno de parte de los emigrantes de décadas anteriores y sus descendientes y en la década de 1970, aunque restringieron el ingreso de inmigrantes a partir del ´74, recibieron contingentes importantes de refugiados y de exiliados por motivos políticos.

Estos núcleos establecieron redes que luego permitieron la continuación de las corrientes más allá de los motivos iniciales que las desencadenaron. En el caso de  España, el Instituto Nacional de Estadística de dicho país estimó que en 1970, había 194.000 sudamericanos y que en el 2005, ya fueron registrados 1.573.000. Como ustedes saben, para este Foro vamos a trabajar en Mesas donde se abordarán cuatro temáticas sobre el tema Migraciones.

En la Mesa 1 vamos a hablar de Políticas poblacionales y Desarrollo, Migración y Derechos Humanos. En la  Mesa 2, Políticas de Regulación, Integración ante los flujos migratorios y de Remesas. En  la Mesa 3, la Cooperación para el tratamiento  de los flujos migratorios entre Iberia y América latina, Ganadores y Perdedores en las políticas migratorias, y en la Mesa 4, Migraciones y Género.

Quiero también, sin embargo, tocar brevísimamente un tema que me parece que va a cortar transversalmente a las cuatro Mesas y que está vinculado a lo se denomina, a lo que conocemos, como  el “Tráfico ilícito de Inmigrantes” y la “Trata de Personas”. El Tráfico ilícito de Inmigrantes es un delito que pone en peligro la vida, de los que son  objeto de él. La definición, se podría entender como la facilitación de la entrada ilegal de una persona a un país o a un Estado del que dicha persona no sea nacional o residente permanente, con el fin de obtener directa o indirectamente un beneficio financiero u otro beneficio de orden material. Es verdad: el tráfico ilícito siempre cuenta con el asentimiento del inmigrante, pero también es verdad que lo somete a muchísimas situaciones, a situaciones  peligrosas o degradantes. Y también –y mucho más grave quizás- tenemos otro tema que va  a estar  presente en estos dos días, la Trata de  personas, especialmente de mujeres y de  niños. Es la captación y la traslación, mediante el engaño o el fraude, en una situación de vulnerabilidad para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra con fines de explotación. Esta explotación siempre incluye como mínimo la explotación de la prostitución, los trabajos de servicio forzado, los trabajos de servidumbre y aún hasta la extracción de órganos.

En los países receptores la distinción entre los ciudadanos de los que no lo son, así como también el de los emigrantes admitidos como tales y los que encuentran en condición de ilegalidad, crean situaciones marcadamente diferentes entre los individuos en cuanto a sus derechos. Las discusiones sobre la integración de los migrantes, es decir, los derechos de las minorías étnicas o nacionales, se han convertido en temas fundamentales de la agenda de discusión de los países que reciben inmigrantes.

Las acciones concertadas entre los organismos de mantenimiento del orden, las organizaciones no gubernamentales y las organizaciones internacionales pueden ser eficaces para detectar las operaciones de trata y aumentar la conciencia al  respeto, como la financiación necesaria para combatir este execrable delito. Mañana vamos a aprobar el estatuto de Montevideo y la declaración final para que sea elevada a la consideración de la IIa. Cumbre Iberoamericana de presidentes y de jefes de Estado. Yo quiero agradecer en primer lugar al señor Presidente de la República por hacernos el honor de inaugurar este Foro Iberoamericano Parlamentario. También quiero agradecerle particularmente al contador y compatriota Enrique Iglesias, Secretario General de la SEGIB por el apoyo que hemos tenido para la realización de este foro. Quiero agradecer a las y a los participantes, que no tengo dudas pondrán lo mejor de su esfuerzo intelectual para que al final podamos hacer una recomendación a los presidentes y jefes de estado sobre este tema. Y no tengo duda que esta declaración, que esta recomendación va a estar como siempre matrizada por la diversidad y la pluralidad que intrínsecamente llevan en sí los intercambios parlamentarios. Muchas gracias.  

PALABRAS DEL PRESIDENTE DEL SENADO ESPAÑOL, FRANCISCO ROJO

ROJO: Presidente de la República de Uruguay, doctor Tabaré Vázquez; Vicepresidente de la República, Rodolfo Nin; Secretario General de Iberoamérica, Enrique Iglesias. Queridos amigos, colegas, señoras y señores.

Quiero que mis primeras palabras sean para mostrar nuestro agradecimiento por la amable acogida que nos dispensa el pueblo uruguayo y su ciudad de Montevideo, que nos hace sentirnos como en nuestra propia casa.

A esta capital la más joven y austral de América Latina, con el impulso de la descentralización de los años noventa, ha hecho que Montevideo, sea hoy una ciudad pujante que no extraña y merece esa calificación obtenida en 2006, como la ciudad con mejor calidad de vida de América Latina. Les felicito por esto. El liderazgo compartido, el consenso, la cooperación de todos los agentes implicados y la participación activa de una sociedad en la que están asentados los valores de la tolerancia, del respeto a las diferencias y el cuidado al medio ambiente, son sin duda los mejores instrumentos para la riqueza social y cultural de las ciudades.

No podría haber sido el  escenario más idóneo para tratar el tema central de este Foro y de la próximo Cumbre Iberoamericana. Montevideo sabe, viendo los proceso migratorios de la integración, interculturalidad de lo que supone el mestizaje, sobre este base se ha construido esta ciudad, que en el momento de su expansión a principios del Siglo XX, tenía el 30% de población migrante, quiero felicitar también en nombre de todos al Presidente de la Asamblea Nacional y al Presidente de la Cámara de Representantes de Uruguay, por la magnífica organización del Foro. 

Sin duda han recogido con todo el acierto, el testigo del Foro de Biblbao que tuvimos el honor de organizar el Congreso de los Diputados y el Senado de España. Queridos  colegas ¿quien nos lo iba a decir? Quiénes de nosotros, en los escenarios más favorables pensábamos que íbamos a ser capaces de hacer realidad  un Foro Parlamentario Iberoamericano, es decir que nos  queda todavía mucho por hacer, pero esto hoy es una realidad. Hace aproximadamente año y medio, cuando en España nuestras Cámaras Parlamentarias ratificaban el Convenio de Santa Cruz de la Sierra, constitutivo de la Secretaría General Iberoamericana, contemplábamos la necesidad de involucrar aún más a los parlamentarios iberoamericanos en la tarea de consolidar nuestro espacio regional, a tal fin nos parecía apropiado, el que pudiera desarrollarse encuentros de parlamentarios  iberoamericanos y que sus representantes se reunieran  en el contexto de la Cumbre. Poco después, empezábamos a dar los primeros pasos  en firme a la dirección de dar cuerpo a ese futuro espacio parlamentario de nuestra comunidad iberoamericana. Nos reunimos en Sevilla a mediados del mes de abril de 2005  en un Seminario organizado bajo el tema “Iberoamérica hacia un nuevo horizonte”, donde compartimos con muchos de ustedes la ilusión  y oportunidad de emprender  un proyecto común, estamos hablando –si se me permite- de unas propuestas informales, incipientes, de perfiles poco definidos, cuya razón compartida  no era otra que revitalizar el sistema de Cumbres después de  14 años de andaduras, propuestas que recogían el sentir de los  acuerdos adoptados en la Cumbre de San José de Costa Rica y en la  que se crearon nuevas fórmulas de  concertación internacional en el seno de la Conferencia. Sentíamos que era obligado cubrir el espacio de la representación de la ciudadanía, el de la soberanía popular, porque queríamos que nuestra voz fuera de utilidad y sirviera  de orientación para nuestros Gobiernos y nuestros Estados.  Hoy, nos encontramos aquí celebrando el Segundo Foro, de manera consecutiva y lo hacemos con un Orden del Día que se ajusta a la Agenda de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del  próximo mes de noviembre y lo que es tanto más importante, vamos  a aprobar las normas que nos  constituyen como Asamblea de Representantes, a fijar nuestros objetivos y a determinar nuestra composición, organización y régimen de funciones. Trabajamos por tanto con sabiduría  en firme pero sin apremios con el rigor que merece un asunto tan importante como es nuestra acta  constitutiva, podríamos ir más allá y sin duda lo haremos cuando nuestra experiencia de funcionamiento no los haya indicado desde la recepción y desde el debate. Pero aquí en Montevideo, con espíritu constructivo renunciando a las aportaciones particulares en forma de enmiendas, poniendo en valor el documento de Lisboa donde el consenso ha sido decisivo para este paso fundacional. Esta es la mejor noticia para nuestra consolidación, realizando sueños -como diría el Presidente Tabaré Vázquez- los sueños de reunirnos como órgano de encuentro y cooperación entre los parlamentos nacionales que integran la comunidad Iberoamericana de Naciones, sus mismos sueños por conseguir que los Iberoamericanos compartamos el futuro desde la consolidación de nuestros sistemas democráticos y apostando por un crecimiento económico cuyo objetivo sea la posición social y territorial, un crecimiento que destierra  la pobreza, en definitiva no podemos perder la utopía de querer compartir la igualdad entre todos.

Sueños en lo que se ha volcado la Secretaría General Iberoamericana con el  objetivo de afianzar el sentimiento compartido de pertenencia a lo Iberoamericano, me van a permitir que le traslade mi “enhorabuena” por ello al Secretario General, Enrique Iglesias. “Enhorabuena” porque ha cumplido las expectativas depositadas en cuanto a la institucionalización de la Conferencia, a la cooperación y a la cohesión interna y a la proyección de la comunidad iberoamericana. Mi “enhorabuena” por la dedicación y la capacidad de trabajo y la eficacia mostrada en llevar a buen puerto los encargos de la Cumbre de Salamanca.

Señor Presidente, queridos colegas, en los últimos quince años la población mundial de emigrantes se ha incrementado en más de un 23% pasando de 150  millones en 1990 a 191 en 2005. Las cifras recogidas en el informe presentado por el Secretario General de Naciones Unidas a esta Asamblea General nos da cuenta de un mundo cada vez más desigual y en la intensidad y complejidad de este fenómeno global que como no puede ser de otra manera tiene implicaciones política, sociales y económicas en nuestras sociedades.

Un fenómeno que crece y lo seguirá asciendo en el futuro alimentando también por las nuevas oportunidades que ofrece la globalización y los avances en las comunicaciones que ponen cada vez más al alcance de todos la esperanza de una vida mejor .Hoy con las nuevas tecnologías, las antenas parabólicas, nos dan la realidad de cómo tenemos el mundo, es como lo es, no como algunas veces lo contamos. En España lo conocemos en primera persona, nuestra historia ha fraguado una identidad múltiple y diversa en la que nos sentimos orgullosos. Como sentimos también un inmenso agradecimiento por la cogida de nuestros ciudadanos y el país de todo el mundo y singularmente en Latinoamérica, cuando por motivos económicos o políticos se vieron obligados a buscar un futuro en paz y en prosperidad. Entre finales de los ochenta del pasado siglo nos hemos convertido en un país receptor neto de emigración y el número de ciudadanos extranjeros, así como su incremento anual se torna significativo. El informe anual de Naciones Unidas al que hacia referencia señala que el 2005 acoge un total de cuatro millones, ocho de migrantes. El 2% de la de la migración mundial, esto supone un cambio de importancia histórica que está transformando profundamente la sociedad española y que está planteando nuevos retos y nuevas posibilidades. Considero por tanto de gran acierto y oportunidad por tanto la temática elegida para las cuatro Mesas de este Foro y estoy convencido de que vamos a realizar un buen trabajo y sin duda de utilidad para la Cumbre de noviembre. Hay mucho camino recorrido el que aportar los trabajos y conclusiones del primer Encuentro Iberoamericano sobre Migración  y Desarrollo que se celebró en Madrid el pasado mes de julio, así como el diálogo de alto nivel sobre migración internacional celebrado en Naciones Unidas en los días catorce y quince de este mes de setiembre. Pero sí pudiera expresar en voz alta un deseo este no es otro que el que seamos capaces en nuestras propuestas de avanzar en la construcción de un modelo equilibrado, pero sobre todo humanizado de gestión de las migraciones asentado en los valores de la diversidad, del respeto a la dignidad y de la no discriminación y con la vista puesta en el codesarrollo con propuestas políticas que sumen la mayoría de la sociedad. Porque la desigualdades sociales en el mundo no hacen más que agravar el problema. Avanzar en un modelo acorde con el Estado de derecho en el que el respeto escrupuloso a la legalidad sea nuestro principio de actuación tanto para la salida, como para la acogida, y el retorno de las personas migrantes, porque amigos, y amigas son los Estados los que tienen la facultad de establecer las condiciones de entrada y permanencia en su territorio de ciudadanos  de otros países.

Queridos amigos tenemos que comprometernos a avanzar hacia un modelo acorde con el compromiso ético que nos exigen a los pueblos que representamos. Muchas gracias.

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