02/10/06


VITIVINICULTURA ES PARTE DEL PAÍS PRODUCTIVO QUE TODOS SOÑAMOS.
"Esto es el fruto de varias cosas que se unen en una ecuación y que está compuesta por razón, sentimientos, esfuerzo, trabajo", dijo el Presidente Vázquez, agregando que para alcanzar el Uruguay Productivo que todos soñamos se debe trabajar en una estrategia de especialización, calidad y generación de oportunidades para los jóvenes.

Los conceptos del Primer Mandatario fueron expresados en el transcurso de la visita que realizara a la Bodega H. Stagnari, en su viñedo La Puebla en Canelones, oportunidad en la que Vázquez destacó que, desde el punto de vista de la concepción de País Productivo que tiene el Gobierno y el país en su conjunto, como estrategia el Uruguay debe apostar a la especialización, "tiene que elegir como país pequeño aquellos rubros en los que realmente pueda especializarse y hacer las cosas bien".

Si bien nuestro país no puede competir en cantidad, dijo, "sí puede competir en calidad y ustedes sí que lo han logrado. Y estos son dos metas, dos objetivos que el Gobierno -en el Uruguay de la producción y del trabajo- quiere lograr".

Asimismo, consideró como un elemento indispensable "el generar oportunidades a los jóvenes para que se queden en el país, para que no se nos sigan yendo y para que logremos entre todos buscar una mejor calidad de vida para todos los uruguayos".

Acompañado por los dueños de la Bodega Stagnari, el Presidente de la República, Tabaré Vázquez, junto con sus Ministros Jorge Lepra y José Mujica, así como por los Intendentes de Canelones y Salto, Marcos Carámbula y Ramón Fonticella, realizó un recorrido por la bodega donde se destacó la importancia de la especialización en la producción de los vinos apuntando a la calidad.

En este sentido, cabe señalar que el vino Dayman Castel La Puebla 2003, de la Bodega H. Stagnari, recibió la distinción de mejor vino mundial, según el prestigioso concurso Ljubljana`s International Wine Competition 2006, certamen que está avalado por la International Organisation of Vine and Wine from Paris (OIV), International Union of Oenologists from Paris (UIE) y la World Federation of International Competitions in Wine and Spirits from Montreal (VINOFED).

Por su parte, Virginia Moreira de Stagnari dijo que el secreto de la excelencia de sus vinos provienen del amor a su quehacer, la calidad de la materia prima y del cuidado del clima en los viñedos. Además, realizó una reseña biográfica de la empresa familiar, labor que es inculcada a sus hijos a través del "amor por la tierra y por la viña" .

El Ministro de Ganadería, José Mujica, recordó que Pascual Harriague y Lorda trajeron más de 200 variedades de vid, explicando que en el caso de Harriague había hecho mucha plata en la actividad cárnica, la cual fue invertida en gran parte "en la aventura de probar cepas, porque no había otro método científico: probar y probar y probar. Y como buen vasco porfiado, le pegó hasta que encontró el harriague; él allá en el norte, Vidiella por acá cerca".

El titular del MGAP dijo que ambos fueron incentivados por el volumen del mercado interno, recordando que desde los albores de la Revolución Francesa, "hay un discurso de Thiers en París, hablando de nuestra querida colonia de Montevideo que les consumía más vino que todo el imperio de ultramar, porque el vino llegaba al Río de la Plata y se diluía vía contrabando por las inmensidades del viejo Virreinato. Había un formidable mercado interno", dijo.

Mujica resaltó que además de empresarios, la familia Stagnari "tienen una porfiadera adentro propia de los aventureros que se proponen concretar sueños que si uno los pasa por la contabilidad no los hace, se asusta. Pero como no los pasa por la contabilidad, se mete en el baile y es capaz de enredar todo una vida".

Por su parte, el Presidente de la República destacó cómo un producto uruguayo en el contexto internacional logró competir en calidad de vinos ante productos muy bien elaborados en el resto del mundo. "Esto es el fruto de varias cosas que se unen en una ecuación y que está compuesta por razón, sentimientos, esfuerzo, trabajo".

"Razón, porque han actuado con inteligencia", valoró el Presidente Vázquez, "realmente, porque han sabido cosechar lo mejor de la experiencia que durante años una familia de bodegueros, o dos familias de bodegueros, han llevado adelante", pero a esto se le debe agregar los sentimientos de "querer lo que se hace, de amar lo que se hace, entusiasmarse con lo que se hace".

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, TABARÉ VÁZQUEZ, EN LA BODEGA DE VINOS FINOS H. STAGNARI

PRESIDENTE VÁZQUEZ: Buenas tardes para todos ustedes; para los dueños de casa; y como decimos siempre, lo primero es lo primero. Y lo primero, sin duda, es agradecer, precisamente, a los dueños de casa por este recibimiento, este afecto, esta calidez, este ejemplo que nos están dando de trabajo, de saber lo que se quiere y de lograr cosas importantes.

En segundo lugar, felicitar, porque se sale campeón del mundo no sólo con la celeste y en el fútbol; también en otras cosas se sale campeón del mundo y tiene la misma importancia y el mismo interés. En este caso, nada más ni nada menos que con un producto del Uruguay, destacándose en el contexto internacional en un rubro tan difícil como es, sin duda, el competir en calidad de vinos cuando hay tantos buenos vinos en el mundo.

En tercer lugar, yo diría que esto que estamos viendo no es casualidad. Esto es el fruto de varias cosas que se unen en una ecuación y que está compuesta por razón, sentimientos, esfuerzo, trabajo; y el resultado es éste, el que ustedes han obtenido.

Razón, porque han actuado con inteligencia, realmente; porque han sabido cosechar lo mejor de la experiencia que durante años una familia de bodegueros, o dos familias de bodegueros, han llevado adelante.

Cuando yo veía el cuaderno, la bitácora de vuestros abuelos escrita a lápiz, haciendo experimentación quizás muy primitiva, sin toda la tecnología con la que hoy contamos, para llevar adelante entre otras cosas por ejemplo el estudio clonal o genético de la cepa, como decía la señora. En aquella época no existía todos estos avances tecnológicos, sin embargo, esos apuntes y esa experiencia ustedes la supieron capitalizar con razón, que es decir con inteligencia, para obtener estos resultados.

Pero con inteligencia solo no alcanza. Los sentimientos de querer lo que se hace, de amar lo que se hace, de entusiasmarse con lo que se hace le agrega otro contenido que en los libros científicos no está escrito pero que, sin duda, existe.

Pero ni la inteligencia ni los sentimientos solos alcanza. Y ustedes pusieron los otros dos elementos fundamentales: el tesón, el esfuerzo, y el trabajo. Sin trabajo en la vida no hay nada, y ustedes lo supieron poner y ahí está el producto; no es casualidad lo que han obtenido.

Y por último, quiero decir que encontramos en esta casa, ya desde el punto de vista de la concepción de País Productivo que tiene el Gobierno, no sólo el Gobierno si no el país en su conjunto, ¿verdad? Como estrategia de país, como proyecto de país que tenemos que llevar adelante entre todos los uruguayos, sin excepciones, tres elementos que quiero destacar en este momento.

En primer lugar, como elemento fundamental la especialización. El Uruguay no puede producir todo lo que se pueda producir en el mundo. No lo puede hacer.

Y, entonces, tiene que elegir como país pequeño aquellos rubros en los que realmente pueda especializarse y hacer las cosas bien.

Ustedes supieron, a través de la herencia, hacer las cosas bien especializándose en este tema; que, sin duda, a diferencia del zapatero, la experiencia corre por la sangre, porque el vino que se toma -se puede tomar vino pero no zapatos- ahí queda en la sangre esa experiencia.

En segundo lugar, más allá de la especialización, la calidad. Uruguay no puede competir en cantidad, pero sí puede competir en calidad y ustedes sí que lo han logrado. Y estas son dos metas, dos objetivos que el Gobierno -en el Uruguay de la producción y del trabajo- quiere lograr.

Y en tercer lugar, un elemento indispensable, que me parece que nos entusiasma a todos, y es ver la juventud no sólo de ustedes, sino del personal que está trabajando en este emprendimiento; gente joven, que también se les ve muy entusiastas, con muchas ganas y que es lo que tiene que hacer el Uruguay: generar oportunidades a los jóvenes para que se queden en el país, para que no se nos sigan yendo y para que logremos entre todos buscar la mejor calidad de vida para todos los uruguayos.

Por eso, el agradecimiento del principio, las felicitaciones; y sepan que pueden contar con este Gobierno para lo que ustedes necesiten, lo que necesite el sector de la vitivinicultura en el país, porque hace parte de ese Uruguay Productivo en el que todos soñamos. Felicitaciones, y muchas gracias.

PALABRAS DEL MINISTRO DE GANADERÍA, AGRICULTURA Y PESCA, JOSÉ MUJICA, EN LA BODEGA DE VINOS FINOS H. STAGNARI (RUTA 5 KM. 20)

MINISTRO MUJICA: Muchas gracias. Para mi, en nombre del Gobierno, es un gusto saludar a todos y en esta tarde gris útil recordar algunas cosas. Hace pocos días dije que, casi con una definición un poco mística, la tierra era Dios. Y estas cosas no se pueden transmitir porque desde el punto de vista empresarial la cosa no es así.

Pero la tierra produce cierta ligazón y cierto sentimiento que no se pueden tasar. No vengo a tasarme el campo.

Y el que don Pascual Harriague, allá en el norte, junto a otro vasco del otro lado del Uruguay, Lorda, trajeron más de 200 variedades de vid, probando y probando y probando.

Don Pascual Harriague hizo mucha plata con la carne y la gastó buena parte en la aventura de probar cepas, porque no había otro método científico: probar y probar y probar. Y como buen vasco porfiado, le pegó hasta que encontró el harriague; él allá en el norte, Vidiella por acá cerca.

En una aventura donde arrancar en los vinos del Uruguay con el sueño del mercado interno porque las importaciones eran muy grandes.

Hay un discurso, en los albores de la Revolución Francesa, de Thiers en París hablando de nuestra querida colonia de Montevideo que les consumía más vino que todo el imperio de ultramar, porque el vino llegaba al Río de la Plata y se diluía vía contrabando por las inmensidades del viejo Virreinato. Había un formidable mercado interno.

Y estos luchadores, que eran empresarios muy arriesgados, tenían un margen de poesía en la cabeza y un margen de interés, todo entreverado; y ayudaron a crear una cultura nacional en un país de descendientes de inmigrantes.

Yo felicito a esta familia. ¿Son empresarios? Y seguramente que tienen aspecto de empresarios, pero tienen una porfiadera adentro propia de los aventureros que se proponen concretar sueños que si uno los pasa por la contabilidad no los hace, se asusta. Pero como no los pasa por la contabilidad, se mete en el baile y es capaz de enredar todo una vida.

Es la única manera de hacer cosas trascendentes, porque si estuviéramos a las matemáticas precisas de los empresarios no hay aventura ni progreso en la vida.

Los felicito en nombre del Gobierno. Y los economistas tendrían que aprender de un ejemplo, porque en las grandes generalidades decimos "el país es pequeño, no puede pretender la cantidad"; verdad que es discutible en algunos aspectos, pero no importa. Pero nunca dicen en qué nos especializamos.

Y acá hay un ejemplo: esto es medio contra-natura porque el Uruguay es un país de hongos; esa viña que está brotando estoy temblando por la peronóspora que debe estar en la puerta, está agazapada esperando; esta humedad, ¿sabés cómo es?

Hay que curar veinte veces, a veces. En los semidesiertos, como en Mendoza, hay que curar cinco o seis veces. Sin embargo, en el Uruguay se pueden sacar buenos vinos, si hay empeño.

Hay dificultades que remontar, porque el Uruguay es un país de pasto; el Uruguay es un país del madero, por esa humedad media que tiene. Y, sin embargo, la viña es capaz de producir estos vinos cuando hay gente que lo pelea.

Los felicito, les doy un abrazo en nombre del Gobierno y en lo personal. Mi segundo apellido, soy descendiente de gringos pobres que se bajaron de un barco, cocoliches de cuarta, con un montón de parras abajo del brazo, también me auto-felicito. Gracias.

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